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Moneda

Luis Oliveros Dic 17, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
The winter (reconversión) is coming

@luisoliveros13

Desde hace semanas, los venezolanos están teniendo problemas con los medios de pago a la hora de realizar sus compras. Muchos puntos de venta, debido a la cantidad de ceros que han ido acumulando los precios de los bienes y servicios, tienen dificultades para procesar las compras.

Esta situación no es nueva, el país vivía algo parecido a inicios del año 2018, lo que generó que se adoptara una reconversión monetaria ese mismo año.

Pero esa no es la única reconversión monetaria que ha tenido Venezuela en la época reciente, ya que en 2008 se tomó una decisión similar. Entre ambas, al bolívar (como moneda) se le han quitado ocho ceros. También es importante recordar, que cuando se llevaron a cabo esas dos reconversiones, a los venezolanos se les prometió que estas acciones resolverían el problema inflacionario y recuperarían tanto la confianza en la moneda nacional como las tasas de inflación de un dígito mensual. Obviamente, era bastante ingenuo creer que esa simple acción podría acabar con un problema tan grave.

En los 28 meses previos a la reconversión de agosto de 2018, la inflación acumulada fue de 140.967 %, mientras que la inflación acumulada en los 28 meses posreconversión (agosto 2018 – diciembre 2020), según los datos publicados por el Banco Central de Venezuela (supondremos que para el último trimestre la inflación promedio mensual fue de 34,3 %, esto debido a que el BCV no ha actualizado sus cifras desde septiembre), estaría en torno al 4.137.644 %. Estos números nos dicen que, desde la implementación de la reconversión, hemos tenido una inflación acumulada casi 30 veces superior al mismo período prerreconversión.

Los números arriba expuestos podemos verlos de una forma un poco más sencilla: en los 28 meses antes de la última reconversión, la inflación promedio mensual fue de 29,56 %, en los 28 meses después de iniciado la reconversión, la inflación promedio mensual alcanzó el 46,18 %, un incremento superior al 50 %.

La reconversión, como herramienta para disminuir la tasa de inflación en Venezuela, ha sido un rotundo fracaso.

Ya Venezuela recuperó 4 de los 5 ceros que le quitaron a la moneda, el quinto cero lo recuperaremos (suponiendo una inflación promedio de 24 % en los próximos meses) entre abril y mayo de 2021.

Es bastante sencillo esperar una nueva reconversión monetaria para el primer semestre de 2021, pero es importante tener en cuenta que eso no es la solución al problema inflacionario del país.

Lo ocurrido en el período agosto 2018-diciembre 2020 así lo demuestra. Es una medida necesaria, pero solo luego de haber llevado a cabo un profundo plan antinflacionario, que contenga una exhaustiva reforma fiscal, algo que en la Venezuela actual luce muy lejano.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

¿Por qué va a fracasar el plan del gobierno para vigorizar el bolívar?
Analistas consideran que Maduro se verá forzado a permitir una mayor dolarización para cobrar impuestos en dólares. Un estudio de Ecoanalítica indica que al cierre de noviembre 65,9% de las transacciones comerciales se hacen en divisas

 

Víctor Salmerón

 

En la noche del 25 de noviembre Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva y ministra de economía y finanzas, informó que el gobierno acordó un plan para “vigorizar el uso del bolívar”, la moneda moribunda que los venezolanos sustituyen por el dólar y ya no emplean para calcular precios, pagar en la mayoría de los comercios o ahorrar.

A diferencia de una dolarización formal, donde el dólar reemplaza de manera oficial a la moneda, las autoridades mantienen al bolívar como la moneda del país y el Banco Central sigue emitiéndola, solo que en la práctica se utiliza de manera secundaria porque cada día compra menos.

En los últimos doce meses la inflación acumula un salto de 4.087% y el billete de mayor denominación, el de 50.000 bolívares, equivale a 0,04 dólares al tipo de cambio oficial.

El plan para oxigenar la moneda y frenar el avance del dólar en la economía consiste en que los venezolanos no tendrán inconvenientes para pagar a través de los bancos la montaña de bolívares que necesitan cada vez que realizan una compra: un kilo de carne cuesta cuatro millones de bolívares.

Delcy Rodríguez anunció que los bancos aumentarán continuamente la cantidad de bolívares que las personas y las empresas pueden transferir por vía electrónica a través de la banca o pagar mediante tarjetas de débito. 

Los bancos ya hicieron el primer ajuste y los venezolanos pueden pagar hasta 500 millones de bolívares en cada compra que cancelen con una tarjeta de débito y las empresas están en capacidad de transferir diariamente hasta cinco mil millones de bolívares.

Además, Rodríguez adelantó que las empresas pagarán un impuesto por las transacciones en dólares que realicen a través de los bancos.

Cubitos de hielo

Analistas dudan de que el plan del gobierno aumente el uso del bolívar, en vista de que el problema de fondo no está en los montos de las transferencias bancarias o los límites diarios de las tarjetas de débito sino en la hiperinflación, que convierte al bolívar en dinero fugaz, que pierde su valor y se derrite como cubos de hielo.

José Guerra, exgerente de investigación del Banco Central y diputado de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, explica que “si no se frena la hiperinflación no hay manera de vigorizar al bolívar, el problema es que nadie quiere bolívares”.

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que “probablemente lo que va a ocurrir es que se compren dólares con mayor facilidad porque ahora se puede transferir más bolívares para pagarlos”.

Ambos coinciden en que el impuesto que pagarán las empresas por sus transacciones en divisas a través de los bancos locales, del que todavía no se conoce su tasa, difícilmente va a desincentivar el uso del dólar en un entorno donde el bolívar se devalúa constantemente frente a la moneda estadounidense.

En las últimas seis semanas el bolívar se hundió estrepitosamente y la cotización del dólar en el mercado oficial se disparó 108%.

Economistas explican que la hiperinflación obedece a un gobierno en bancarrota que recurre a la creación de dinero para pagar salarios, pensiones y cubrir gastos de todo tipo. En países sumergidos en la hiperinflación, como Zimbabue, la dolarización formal sirvió de antídoto porque el dólar sustituyó a la moneda propia y el gobierno perdió la facultad de emitir dinero; pero este no es el caso de Venezuela.

La administración de Nicolás Maduro sigue emitiendo dinero para financiarse, por lo tanto, la hiperinflación permanece, aunque cada vez se transa más en dólares porque la dolarización de facto avanza a paso firme.

De acuerdo con un estudio de Ecoanalítica elaborado entre el 23 y 26 de noviembre en las principales ciudades del país (Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Maracaibo, Mérida, Puerto Ordaz, Porlamar, Lecherías, San Cristóbal) en promedio los venezolanos utilizaron dólares en 65,9% de las compras de electrodomésticos, alimentos, repuestos, ropa, calzado, salud, cuidado personal y electrónica.

El principal medio de pago es el efectivo, que se utilizó en 54,8% de las transacciones en divisas, seguido de plataformas electrónicas como Zelle, tarjetas y Paypal.

Un dato relevante es que el efectivo ha perdido terreno. En un estudio similar realizado en febrero de este año se utilizó en 80% de las transacciones.

Dólares recortados

Aunque el dólar es una moneda que conserva su valor y a diario se fortalece frente al bolívar continuamente los venezolanos se quejan de que necesitan más dólares para comprar los mismos productos.

«Aquí hay inflación en dólares, en el supermercado todos los meses hay que poner más dólares para comprar los mismos alimentos”, dice Carmen González.

José Guerra explica que lo que los venezolanos denominan “inflación en dólares” es un fenómeno típico de los países en hiperinflación. “Hay una sobrerreacción de los precios, los precios aumentan más rápido que la devaluación”.

Mientras el precio de los productos elaborados en el país aumenta velozmente por la masiva creación de dinero que desequilibra la oferta y la demanda o los problemas para producir por las fallas de energía eléctrica, la cotización del dólar se eleva a un ritmo más lento, entonces hacen falta más dólares para comprar lo mismo.

Un factor a tomar en cuenta es que para ayudar a frenar la escalada del dólar el Banco Central recortó el crédito a fin de que las entidades financieras no presten dinero que facilite la compra de divisas.

Para abrir o cerrar la llave del crédito el Banco Central modifica la proporción de los depósitos que los bancos no pueden prestar y tienen que congelar a manera de reserva, es lo que técnicamente se conoce como el encaje. Actualmente de cada 100 bolívares en depósitos los bancos inmovilizan 93 y el crédito está muy restringido.

Pedro Palma, miembro de la Academia de Ciencias Económicas, precisa que “para comprar lo que se compraba con un dólar en 2019 ahora se necesitan tres dólares y medio”.

 El jugador clave

Al principio, en medio de la hiperinflación que estalló a finales de 2017, los venezolanos utilizaron el dólar para fijar precios. Luego, para pagar en comercios mediante efectivo o plataformas electrónicas como Zelle. Posteriormente, a inicios de 2020, la banca comenzó a guardar billetes verdinegros con un servicio de custodia y en los últimos tres meses amplió el espectro ofreciendo opciones para movilizar el dinero.

Estudios del Fondo Monetario Internacional como Monetary Policy under De Facto Dollarization indican que a mediados de los años noventa en países donde la hiperinflación destruyó la confianza en la moneda como Perú, Bolivia, Nicaragua y Camboya, la dolarización de facto se profundizó, entre otras cosas, gracias a que los depósitos en dólares llegaron a representar al menos la mitad de las captaciones y la banca venezolana inició el proceso.

Bajo el paraguas de la norma vigente, el Convenio Cambiario 1, la mayoría de los bancos venezolanos ya ofrecen a particulares y empresas cuentas en dólares con servicios más amplios que la custodia. Por ejemplo, un grupo de entidades financieras tienen cuentas que permiten transferir y efectuar pagos a través de internet o el teléfono celular a clientes del mismo banco, que también tengan cuenta en moneda extranjera.

Además, ya existen cuentas en dólares con tarjetas de débito que funcionan para pagar en cualquier comercio del país y del exterior; retiro de efectivo en cajeros automáticos de otros países y transferencias de dólares desde una cuenta en Venezuela a una cuenta de otro banco en el extranjero y viceversa.

Las cuentas en dólares con tarjetas de débito permiten pagar en cualquier establecimiento del país mediante un sistema donde al cliente se le debitan dólares, pero el comercio recibe bolívares. 

Pero el proceso, aunque avanza, es incipiente. Todavía los bancos no ofrecen créditos en dólares y no existe interconexión para que, al igual que funciona con el bolívar, empresas y particulares se transfieran divisas de un banco a otro.

Los impuestos

Por ahora, el gobierno no ofrece señales de querer permitir una mayor dolarización en la banca, facilitando la interconexión con una cámara de compensación del Banco Central y autorizando el financiamiento en divisas, pero es probable que las circunstancias lo obliguen.

“El gobierno tiene un problema grave y es que la dolarización de facto implica que deja de cobrar impuestos, una gran cantidad de transacciones no pagan IVA por ejemplo y la única manera que tiene el gobierno de solucionar esto es que avance la dolarización en los bancos”, dice Asdrúbal Oliveros.

Agrega que “el gobierno tiene una disyuntiva complicada: o permite una dolarización profunda del sistema financiero y comienza a cobrar impuestos en dólares o sigue creando dinero en mayor cantidad para financiar gasto y alimenta la hiperinflación. Mi hipótesis es que al final va a permitir una mayor dolarización en la banca. Lo que pasa es que la dolarización financiera es muy difícil de revertir y por eso hay resistencia”.

José Guerra indica que “el problema de la dolarización cuando no es oficial es que se termina matando al fisco porque hay una elusión muy grande del pago de impuestos. Veo inevitable la dolarización financiera”.

El 8 de diciembre Nicolás Maduro afirmó que “en Venezuela no hay una dolarización de la economía porque la moneda no es, ni va a ser nunca el dólar. Lo que hay es mecanismos de una economía de guerra, de resistencia que busca en otras monedas la forma de intercambiar productos”. 

Mercosur evaluará posibilidades de fijar una moneda única

MERCOSUR REALIZARÁ UN ANÁLISIS TÉCNICO para evaluar la posibilidad de fijar a largo plazo una moneda única en el bloque suramericano. Los ministros de Hacienda y los presidentes de Bancos Centrales del bloque, el cual está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, resolvieron este miércoles encomendar este trabajo al Grupo de Monitoreo Macroeconómico de dicha organización.

«Hemos decidido hacer un trabajo entre los distintos países que componemos el Mercosur sobre las ventajas potenciales de una moneda común», indicó el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne.

De igual manera, en la reunión también se especificaron los pasos para llegar a la puesta en circulación del medio de cambio único, sin embargo, hasta el momento no ofrecieron explicaciones más allá de lo discutido sobre el porqué es realmente necesario la fijación del mismo.

«Sabemos que este es un proyecto de largo plazo. El primer paso es realizar un estudio profundo acerca de qué condiciones deberíamos cumplir antes, en términos macroeconómicos, los distintos países que componemos el Mercosur para poder llegar a concretarlo, ya que nos parece a todos muy interesante».

Por otra parte, se le encargará al grupo técnico medir el impacto económico específico de cada uno de los acuerdos de comercio firmados, o bajo negociación del Mercosur, incluyendo el recientemente sellado con la Unión Europea (UE).

Se analizará cuánto aportan en términos de aumento potencial del Producto Interno Bruto, y qué impacto microeconómico tienen sobre la competitividad de cada uno los sectores.

«Ahora ya conocemos los detalles finales del acuerdo con la UE y podemos medirlo de una manera muy concreta», afirmó Dujovne.

Además, el Grupo de Monitoreo Macroeconómico elaborará un «ranking» de proyectos de infraestructura a nivel regional, para luego determinar cuáles de ellos se podrían llevar adelante de manera conjunta.

«Todos nuestros países tienen un déficit de infraestructura muy importante. Queremos hacer infraestructura juntos, pero para ello necesitamos hacer un ranking de especificación de prioridades», indicó el ministro de Hacienda de Argentina, país que hasta hoy preside el bloque suramericano.

Asimismo, se le pedirá al grupo que analice el esquema impositivo vigente en cada uno de los países para ver cuáles son las posibilidades existentes de avanzar en una mayor homogeneización de los sistemas tributarios.

Como último punto, Brasil, que está ahora en proceso para lograr una reforma de su sistema de jubilaciones,  ha pedido que el Grupo de Monitoreo Macroeconómico analice el estado de situación demográfico del Mercosur para «evaluar la sustentabilidad previsional de los sistemas de la región», informó Dujovne.

La reunión ministerial se celebró horas antes de la cumbre del Jefe de Estado del Mercosur, en la cual, el argentino Mauricio Macri, traspasará la Presidencia semestral del bloque al brasileño Jair Bolsonaro.

 

*Con información de EFE

BCV informa que serán incorporados tres nuevos billetes al cono monetario

El Banco Central de Venezuela (BCV) informó que a partir del 13 de junio de este año serán incorporados los billetes de Bs. 10.000, Bs. 20.000 y Bs. 50.000 al cono monetario.

A través de una nota de prensa publicada en su página web, el BCV indicó que esta medida se toma con la finalidad de hacer más eficientes los sistemas de pago y «facilitar las transacciones comerciales».

Igualmente agregaron que la incorporación de estas nuevas piezas se hará de forma paulatina, «vienen a complementar y optimizar el actual cono monetario, para cumplir con los requerimientos de la economía nacional».

En julio del año pasado, el presidente Nicolás Maduro anunció una nueva reconversión monetaria con la eliminación de cinco ceros. Además explicó que ese nuevo cono monetario estaría anclado a una moneda virtual, bautizada como «Petro» y que le daría estabilidad al sistema financiero del país.

Sin embargo el mismo BCV publicó cifras de inflación, ausentes desde hace tres años, en las que reveló que la inflación acumulada de 2018 fue de 130.060%, mientras que la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional informó que la inflación acumulada desde enero a mayo de este año llegó a 905,6% y en mayo cerró en 31,3%.

Ante la noticia, diputados de oposición han reaccionado a través de sus cuentas en Twitter afirmando que la medida no ayuda a mejorar el problema de inflación que tenemos actualmente. 

Tareck El Aissami: Transacciones del mercado cambiario se fijarán en euros

EL VICEPRESIDENTE SECTORIAL del Área Económica, Tareck El Aissami informó que las transacciones cambiarias van a estar referenciadas con euro, yuanes o cualquier otra moneda convertible.

En una rueda de prensa durante la presentación de balance de los primeros 57 días del Programa de Recuperación Económica explicó que el presidente Nicolás Maduro decidió que dos mil millones de euros vayan al mercado nacional.

“Tenemos 57 días de haber iniciado un virtuoso programa económico que nos permite avanzar a una nueva situación productiva. sin embargo, los embates de la guerra económica y los ataques que se han implementado para desestabilizar nuestra economía aún persisten”, comentó.

A su vez, aseguró que el Estado va a participar en el mercado cambiario nacional, asegurando que será realizado ofertas de divisas en noviembre y diciembre del presente año para los sectores productivos.

El Aissami indicó que la banca pública y privada están habilitados para participar en la subasta del Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom).

Por su parte, denunció que el gobierno de Estados Unidos impide operaciones con dólares en el mercado cambiario y transacciones de pagos de proveedores internacionales, ”cada vez es mucho más hostil hacer operaciones”.

 

9 cosas que debes saber de la oficialización del petro como moneda comercial en Venezuela

EL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO, inauguró este lunes la nueva sede la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y la Tesorería de Criptoactivos, entes que se encargarán de administrar la moneda digital Petro.

Durante su alocución, el mandatario realizó el lanzamiento de la página oficial de el Petro, donde a partir de este lunes se podrá adquirir la criptomoneda local. Aquí las nueve cosas que debes saber de la oficialización del petro como moneda comercial en Venezuela:

 

  1. Joselít Ramírez, superintendente de Criptoactivos y Actividades Conexas, anunció este lunes la oficialización del petro como nueva moneda comercial de Venezuela.
  2. El lanzamiento del petro se realizará a nivel internacional.
  3. «A partir del día de hoy, va a entrar en funcionamiento todos los mecanismos para que cualquier venezolano pueda inscribirse y participar del Petro en la página www.petro.gob.ve, donde se puede descargar la billetera o wallet digital para poder almacenarlos», indicó Nicolás Maduro.
  4. Se podrán adquirir Petros con criptomonedas como Bitcoin, Therium o divisas como el dólar y el euro.
  5. “A partir del 5 de noviembre se podrá comprar petros con bolívares soberanos y acudir a la tesorería para comprar un certificado de ahorro en petros”, dijo Maduro.
  6.  El Petro no se minará debido a que ya contará con un valor fijado por las reservas de petróleo, oro, diamante, hierro y aluminio.
  7. El Petro servirá para la compra de comodities, pago de impuestos, envío de remesas, así como para la adquisición de bienes y servicios.
  8. “Está legalizado el Petro como unidad de cuenta y como moneda venezolana. Que se hagan las transacciones de compra y venta de inmuebles, boletos de avión y los hoteles”, dijo el mandatario.
  9. Toda la gasolina y derivados del petróleo para la aviación deberán ser vendidos en petros.

 

*Con información de El Pitazo y El Nacional

José Toro Hardy Jul 19, 2018 | Actualizado hace 6 años
¿3 ó 6 Ceros?, por José Toro Hardy

 

El  4 de agosto vence el plazo (que ya fue prorrogado una vez) para que entre en circulación el nuevo cono monetario. ¿Qué ha pasado hasta ahora? Un cono. No han llegado, que se sepa, los nuevos billetes ni monedas. La inflación marcha a un ritmo tan vertiginoso que antes de su vigencia sus piezas ya han perdido cerca de la mitad de su valor.

Quitarle ceros a una moneda no sirve para combatir la inflación. En la América Latina hay una larga experiencia de fracasos. Me voy a referir a algunos casos específicos:

En Argentina, en 1970, al Peso Moneda Nacional (como se llamaba la moneda del país) le quitaron 2 ceros y le cambiaron el nombre a Peso Ley. En 1983 le quitan 4 ceros más y pasó a denominarse Peso Argentino. En 1984 nuevamente le eliminan 3 ceros y le cambiaron el nombre a Austral y en 1992 una vez más le quitan 4 ceros y pasó a llamarse Peso Convertible. Un Peso Convertible de 1992 equivalía a 10 billones (millones de millones) de pesos de los que circulaban en la Argentina en 1970 y la inflación alcanzaba a un 3.000% al año.

El caso de Brasil fue similar. En 1967 a la moneda brasileña le quitan 3 ceros y le cambiaron el nombre de Cruceiro a Cruceiro Nuevo. En 1986 le vuelven a quitar 3 ceros y pasa a denominarse Cruzado. En 1989 una vez más le eliminan 3 ceros y le cambian el nombre a Nuevo Cruzado. En 1992 retoman el nombre de Cruceiro. En 1993 nuevamente eliminan 3 ceros y le cambiaron el nombre a Cruceiro Real y en 1994 la nueva moneda pasa a llamarse Real, que equivalía a 2.750 Cruceiros Reales. Un Real de 1994 representaba 27,5 billones (millones de millones) de Cruceiros de 1967. A pesar de todos esos cambios, la inflación en Brasil superaba el 2.700% al año. Sólo a raíz de la designación de Fernando Henrique Cardoso como Ministro de Hacienda y la implementación que hace del Plan Real, Brasil logra superar aquellas locuras. Aquello le valió a Cardoso la elección y después reelección como presidente del Brasil. Y … le dejó la mesa servida a Lula.

Se dice que nadie aprende en cabeza ajena pero, en Venezuela, ya deberíamos haber aprendido de nuestros propios fracasos. Bajo el nombre de “reforma monetaria” en enero del 2008 el presidente Chávez le quitó tres ceros a la moneda que pasaría a llamarse “bolívar fuerte”, con lo cual anunció que se le daría un jaque mate a la inflación (para la época era del 17%). Se le advirtió al presidente que perdería el tiempo.

El presidente Maduro, bajo el nombre rimbombante de “reconversión monetaria” y “batalla final contra la inflación” anunció que para el 4 de junio entraría en vigencia el nuevo cono monetario eliminándole 3 ceros adicionales a nuestro raquítico bolívar fuerte, que pasaría a llamarse “bolívar soberano”. El régimen no pudo cumplir y se vio obligado a aplazar la entrada en vigencia del nuevo bolívar soberano para el próximo 4 de agosto.

Corre un fuerte rumor de que la medida se aplazará para el próximo mes de diciembre, pero que en esa oportunidad, en lugar de tres, se eliminarán seis ceros a la moneda. Se trataría, de ser cierto, de una suerte de “requete reconversión monetaria”, que tampoco servirá para nada.

Las medidas de carácter cosmético no funcionan. La Asamblea Nacional acaba de anunciar que en junio la inflación alcanzó al 128,4%. Para darnos una idea, en Chile la inflación de junio fue de 0,1%. O sea que Chile demoraría 107 años en acumular la inflación que Venezuela tuvo solo en el mes de junio.

En Venezuela, al igual que el resto del mundo, se utiliza el SAP (Systems, Applications, Products in Data Processing), que es un sistema informático que le permite a las empresas llevar su contabilidad y administrar sus recursos humanos, financieros, productivos, logísticos, etc. No puede operar con tantos dígitos. De hecho, el sistema financiero, incluyendo créditos, tarjetas de crédito, contabilidad y en la práctica toda la economía está colapsando ante la hiperinflación que nos agobia y que podría superar largamente el 100.000% en el 2018.

No se trata de quitarle ceros a la moneda. Para enfrentar el problema se requiere un ajuste macroeconómico global, inconcebible sin un cambio previo del modelo económico y obviamente del modelo político.

 

@josetorohardy

Nadar en la orilla, por Marianella Salazar

 

¡Abróchense los cinturones! Estamos descendiendo a una velocidad vertiginosa. Todavía no hemos tocado suelo, a pesar de que vamos en caída libre hacia el megadesastre monetario de la reconversión, fijado para el 4 de junio.

Ni siquiera hemos visto circular algunas piezas del actual cono monetario, que han brillado por su ausencia y cuando por arte de magia aparecieron, nadie los quiso recibir, ni darnos el vuelto, como  sucedió con el billete de 100.000 bolívares, que ahora se convertirá en 100 bolívares soberanos ¡devaluados soberanamente al nacer!

El desastre financiero comenzó en diciembre de 2016, mes de ingrata recordación, cuando Nicolás Maduro aprovechó los días de aquella Navidad para sacarnos los ojos y los billetes de los bolsillos, de los bancos y hasta debajo de los colchones, al  ordenar la salida de circulación de los billetes de 100 en todo el territorio nacional y nos dejó sumidos en la frustración y la desesperanza.

Hubo muertos, saqueos y ruina general, pero el billete de 100 bolívares  fue sucesivamente prorrogado y siguió circulando. Ese es el mejor ejemplo de las improvisaciones  e irresponsabilidades  del gobierno en materia financiera y monetaria. Desde esa fecha en adelante hemos transitado un largo descenso y nos hemos quedado atrapados en el caos, en el que los billetes ni siquiera circulan y hay que hacer las operaciones a través de transferencias cuando  funcionan los puntos de venta.

A medida que avanza la crisis una serie de miedos persigue al venezolano. Una crisis que es más  fácil sufrir que entender. La posible estatización de la banca después del 20 de mayo, que pretende repetir el férreo control cubano, es el temor más grande de los cuentacorrentistas y no solo de los 8 millones  del intervenido Banesco, sino del resto de la banca privada que no salen de un susto. La zozobra existe, el miedo a perder el trabajo, no poder afrontar las deudas, padecer la carestía de la vida y no encontrar caminos para sortear la hiperinflación se han convertido en torturas cotidianas.

La gente abriga temores concretos y angustiantes que condicionan sus estados de ánimo, millones de venezolanos que emigran  han dejado solos a sus hijos y a sus padres con la esperanza de poder enviarles unas remesas, de 10 dólares en adelante, que son pírricos paliativos a la situación desesperante que viven, para que no se mueran de inanición y tengan algo qué comer o para pagar sus medicamentos, si es que los consiguen en medio de un colapso de servicios básicos, como el de salud, donde la entrega de medicamentos de alto costo por parte del Estado se ha hecho inalcanzable. Sin embargo, el gobierno desesperado por obtener la divisa extranjera anuncia que pondrá sus garras en esas remesas, calculadas en 1.500 millones de dólares anuales, y que estas tendrán que ser cambiadas al irreal precio del dólar Dicom.

Tanto nadar para morir en la orilla. En vez de mantener a sus familiares, los venezolanos en el exterior terminarán entregando el fruto de todos sus esfuerzos y trabajos, en  muchos casos mal remunerados o esclavizantes, a un gobierno depredador que en su infinita maldad quiere verlos fundidos, tragarse su presente y el futuro de sus hijos.

Las remesas contribuyen a mejorar el insuficiente poder adquisitivo de gran parte de la población, pero el gobierno quiere apoderarse de ellas para obtener una importante fuente de ingresos y apoyar las finanzas públicas. Cuando se implemente esa medida se reducirán las remesas, sin duda, pero surgirán fórmulas para burlar las crueles limitaciones anunciadas por Sudeban. Exactamente  igual como sucede en Cuba.

 

@AliasMalula

El Nacional