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Masacre

El Programa Venezolano de Educación – Acción en Derechos Humanos (Provea) se pronunció por la masacre ocurrida durante la noche de este viernes, 22 de noviembre de 2019, en la población pemón de Ikabarú, al sur del municipio Gran Sabana del estado Bolívar. Presuntos integrantes de la banda “El Ciego”, que domina la zona minera de La Paragua, asesinaron al menos a seis personas, entre ellos, a un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana.
En un informe preliminar, la ONG resaltó que, según testimonios, «una semana antes de los hechos la comunidad había sido advertida de una posible incursión de grupos armados, siendo de amplio conocimiento de la Guardia Nacional Bolivariana, la cual no hizo presencia en la comunidad para labores de vigilancia y protección».

 

Hoy, 23 de noviembre de 2019, el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), con la aprobación de representantes pemones, desea denunciar ante la opinión pública nacional e internacional que el 22 de noviembre de 2019 aproximadamente entre las 7 y 7:30 pm en la Comunidad territorio indígena Pemón Ikabarú, comunidad minera mixta indígena y no indígena en el Sector Pemón N°7, Municipio Gran Sabana con una población aproximada de 2500 personas, fue víctima -según varios testimonios- de un grupo armado supuestamente pertenecientes al sindicato del Ciego que controla la Paragua, (quien llegaría para tomar el control de la zona y en busca de un hombre denominado “Cristóbal” jefe de una mina que se llama “La Caraota”) quienes habrían disparado contra el pueblo de Ikabarú.

 

Lea el informe completo de Provea

Foro Penal: Represión de Maduro desplazó a más de 900 indígenas

DESDE PRINCIPIOS DE AÑO, cuando comenzó la represión de Nicolás Maduro contra el pueblo Pemón que abogaba por el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela, se han desplazado más de 900 indígenas de 14 comunidades fronterizas.

“Luego de un recorrido de más dos meses por Boa Vista, pude constatar que al menos 900 pemones se encuentran desplazados en tres comunidades de Brasil, tras el ataque sistemático de cuerpos de seguridad del Estado y grupos colectivos armados registrado en Kumarakapay el pasado 22 y 23 de febrero”, afirmó Olnar Ortiz, coordinador de pueblos indígenas de Foro Penal en el estado Bolívar.

Desde esa fecha Kumarakapay, comunidad ubicada en el municipio Gran Sabana, fue militarizada. “Siete personas, entre ellos cuatro indígenas, fueron asesinados. Otros 57 resultaron heridos y hubo 62 detenidos, la mayoría en allanamientos entre el 22 y 28 de febrero, cuando los perseguían por tener fotos y videos de lo ocurrido en sus celulares (…) El pueblo Kumarakapay ha sido vilmente masacrado”, denunció Ortiz.

Recordó que las violaciones de derechos humanos al pueblo pemón datan del año 2006, cuando grupos armados irregulares llegaron al municipio Gran Sabana. “Esta comunidad era la que le hacía el frente por más de 10 años a la explotación minera”, dijo.

Adicionalmente, Ortiz alertó que las condiciones de los indígenas desplazados son precarias, pese al apoyo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) brinda a un grupo de ellos.

“Kumarakapay es una comunidad turística que pese a la situación de Venezuela estaba trabajando para sustentarse, pero ahora están desplazados en una zona en la que se encuentran a la intemperie. Aquí hay albergados 46 indígenas, de los cuales 26 son niños con traumas por lo que están viviendo”, apuntó.

Mencionó el caso de Cliver Pérez, de 24 años, asesinado en Kumarakapay, cuya familia tuvo que abandonar sus comunidades tras los hechos. “También hay indígenas afectos al oficialismo que están amenazando a nuestros hermanos pemones”, señaló en rueda de prensa este lunes.

Ortiz informó que en la Procuraduría General de Roraima reposa un expediente sobre este caso para que el Estado brasileño realice las investigaciones pertinentes.

El pasado 28 de febrero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) dictó una serie de medidas cautelares de protección para los pemones de Kumaracapay y para el propio Olnar Ortiz, por solicitud del Foro Penal. “El próximo 9 de mayo se llevará a cabo una audiencia sobre este caso en Jamaica”, agregó el coordinador de Pueblos Indígenas de Foro Penal.

Más de mil arrestos en lo que va de año

Alfredo Romero, director presidente de Foro Penal, insistió en que este año ha sido el peor en las últimas dos décadas en cuanto a la detención de personas por motivos políticos. Al día de hoy, la ONG registra 775 presos políticos, y desde el 1 de enero registra 1.683 personas detenidas arbitrariamente.

“Se ha llevado a cabo una persecución muy particular (…) por un lado hemos visto personas que prestan el sonido o las tarimas a Juan Guaidó (…) hemos visto más de 10 personas por lo menos que han detenido por montar sonido, técnicos de sonido y de tarimas. También de Roberto Marrero y Gilbert Caro. Los trabajadores de Corpoelec y otras industrias básicas”, manifestó.

Por último, Romero denunció la aparición de un nuevo centro de reclusión conocido por policías y detenidos como el “inframundo”, ubicado en zona 7 de Boleíta norte, estado Miranda, donde se practican torturas y violaciones a los derechos humanos.

Masacre en una escuela de Brasil: dos adolescentes asesinaron a siete niños y un adulto

UN TIROTEO EN UNA ESCUELA de la región metropolitana de Sao Paulo, Brasil dejó este miércoles al menos ocho muertos, entre ellos cinco niños, confirmaron fuentes oficiales. Los cuerpos de seguridad indicaron que hecho dejó más de 10 heridos.

Una portavoz de la Policía Militarizada explicó a los medios que “dos encapuchados, aparentemente adolescentes” entraron en la escuela pública Raúl Brasil y «efectuaron varios disparos», ocasionando la muerte de cinco niños y un empleado de la institución.

Minutos más tarde se conoció que los dos autores de la masacre se suicidaron en los pasillos del local.

El gobernador paulista João Doria (PSDB) y el secretario estadual de Educación, Rossi Soares da Silva, suspendieron su agenda del día y se dirigieron al lugar de los hechos. Doria decretó un duelo de tres días por la tragedia. «Es la escena más triste que he visto en toda mi vida«, lamentó ante la prensa tras recorrer el lugar.

En el lugar trabajan policías, bomberos, médicos y helicópteros. Después del ataque, padres y familiares de los alumnos se aglomeraron en los alrededores del colegio. La Policía militar montó un cordón de seguridad, y Defensa Civil intenta organizar el encuentro entre familiares y alumnos.

 

*Con información de Infobae y Efe

Venezolanos recuerdan a Oscar Pérez a un año de la masacre de El Junquito

HOY SE CUMPLE UN AÑO de la masacre del Junquito en donde Óscar Pérez, un exinspector del CICPC y seis de sus compañeros, fueron asesinados en una operación militar y policial. A un año de lo sucedido, los políticos, civiles y otras personalidades se expresaron en Twitter para recordar una de las masacres más crueles en la historia del país.

En la sesión de la Asamblea Nacional, los diputados pidieron un minuto de silencio para honrar la memoria de Óscar Pérez y sus compañeros.

Antonio Ledezma se pronunció asegurando que «Hoy la memoria del corazón de los venezolanos, recuerda a Oscar Pérez, Abrahan Lugo, José Díaz, Daniel Soto, Jairo Lugo, Abraham Agostini y a Lisbeth Ramírez. Por ellos, por sus ideas vivas es la lucha».

La dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado dijo a través de la red social que Pérez y su grupo son héroes de Venezuela.

El partido político Voluntad Popular, Bonny Pertiñez, Rafaela Requesens y otros también se expresaron por lo sucedido. Aquí las reacciones:

 

 

 

 

Derechos sin revés:  La impunidad se mantiene 26 años después de la masacre del Retén de Catia

26 AÑOS DESPUÉS, LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL RETÉN DE CATIA entre el 27 y 29 de noviembre de 1992, no han logrado esclarecerse con exactitud. De hecho, no existe aún ningún responsable sancionado por la masacre en la que murieron, aproximadamente, 63 personas.

En realidad, existen dos versiones sobre los sucesos acaecidos en el internado judicial de Los Flores. La primera señala que, al conocerse, a través de los medios de comunicación, la noticia del intento de golpe de Estado contra el entonces presidente, Carlos Andrés Pérez, los guardias del retén abrieron las puertas de las celdas y anunciaron a los reclusos que quedaban en libertad. Esperaron la salida de los internos y de inmediato empezaron a disparar contra ellos.

La segunda versión se basa en un informe emitido por la jefatura de Servicios del Retén de Catia, en el que se señala que a las 6:10 a.m. del 27 de noviembre de 1992 “se informó a la Jefatura del Régimen que los internos de los Pabellones del Ala Sur 4 y 5 rompieron los candados, se produjo un motín y de inmediato los funcionarios de la guardia dispararon a los internos”.

Más allá de las dos versiones, los acontecimientos, finalmente, derivaron en la muerte de, aproximadamente, 63 reclusos, causaron heridas a 52 personas y la desaparición de otras 28. Las investigaciones que se iniciaron en su momento no pudieron establecer la cifra total de las víctimas, y los informes que circularon fueron confusos y contradictorios.

Hoy en día, 26 años después, solo puede concluirse, de acuerdo con la versión de testigos, que la situación de violencia en el Retén de Catia se resolvió con la intervención masiva de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana, cuyos funcionarios dispararon indiscriminadamente armas de fuego en contra los internosy lanzaron, con igual desproporción, gases lacrimógenos.

Varios de los testimonios de los reclusos sobrevivientes y de funcionarios penitenciarios confirman los hechos. Según un informe del Sub Comisario Jefe de la División de Orden Público de la Policía Metropolitana, en el cual consta “la Relación de Armamento Largo que fue entregado en el Parque de Armas de la Brigada Especial el 27 de noviembre de 1992 y una relación del Personal (con jerarquías y número de placas) que laboró ese día en el Retén de Catia y sus alrededores”, en el operativo participaron 485 agentes de la Policía Metropolitana, quienes portaban 126 armas de fuego identificadas con su serial y tipo de arma. Las pruebas de balística realizadas por el Cuerpo Técnico de Policía Judicial a los proyectiles encontrados en los cuerpos de los internos, así como los orificios de entrada y salida en los cadáveres, comprobaron que las muertes se produjeron a consecuencia de impactos de bala realizados con armas de similares o idénticas características a las utilizadas por la fuerza pública.

En varios de los protocolos de autopsia referidos a los cadáveres encontrados en el Retén de Catia, la trayectoria de las heridas evidenciaba que algunos de los reclusos fueron ejecutados por la espalda o el costado.

El Estado no adoptó las medidas necesarias para garantizar de manera oportuna y eficaz los procedimientos y medicinas necesarios para la atención de las personas heridas a consecuencia de los hechos. La actuación de la Guardia Nacional, así como de la Policía Metropolitana y la Guardia carcelaria durante las primeras 24 horas de ocurrencia de los hechos, no fue verificada por ninguna autoridad civil. A las autoridades del Ministerio Público que acudieron a las instalaciones del Retén les fue impedido el ingreso por la Guardia Nacional, por una supuesta falta de seguridad.

Entre el 28 y 29 de noviembre de 1992 cientos de reclusos fueron trasladados del Retén de Catia a la Penitenciaría General de Venezuela (Guárico), al Internado Judicial Capital El Rodeo (Guatire) y al Centro Penitenciario de Carabobo (Valencia). Los traslados se efectuaron sin informar a los familiares de los internos sobre su paradero.

Los familiares de los internos trasladados desconocían no solo su paradero, sino sus condiciones generales. Previamente, las autoridades mantuvieron a los internos por varias horas en los patios del Retén, los obligaron a permanecer desnudos y en posiciones incómodas. Los diversos reportes oficiales no determinaron con exactitud el número de reclusos trasladados. Por ende, tampoco fue posible determinar cuántos internos fueron desaparecidos.

Pese a la impunidad que caracterizó el caso, familiares de las víctimas, con apoyo de COFAVIC, presentaron en 1996 el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y, en el año 2005, la Comisión presentó demanda a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que publicó su sentencia el 5 de julio de 2006. En el fallo se estableció la responsabilidad del Estado venezolano en los sucesos del Retén de Catia, determinó las reparaciones pecuniarias, obligó al Estado a investigar los hechos y a mejorar la situación de las cárceles venezolanas.

En la sentencia también se ordena la adecuación de la legislación interna, a los estándares internacionales, sobre uso de la fuerza y la implementación de un cuerpo de vigilancia penitenciaria de carácter civil.

Sin embargo, la situación en las cárceles no ha mejorado, por el contrario, se ha profundizado la militarización, hay hacinamiento, dificultad en el acceso a alimentación y a medidas de protección de salud mínimamente adecuadas.

 

A continuación, los nombres de las víctimas, cuyos casos fueron presentados ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y aparecen en la sentencia:

Alexis Antonio Martínez Liebano

Benjamín Eduardo Zerpa Rodríguez

Deyvis Armando Flores Velásquez

Edgard José Peña Marín

Franklin Antonio Armas González

Gabriel Antonio Figueroa Ramos

Henry Leonel Chirinos Hernández

Inocencio José Ruíz Durán

Jaime Arturo Henriquez Rizzo

Jesús Rafael Navarro

José León Ayala Gualdrón

Juan Carlos Saavedra Rincón

Marcos Nerio Ascanio Plaza

Nancy Ramón Peña

Néstor Gavidia Velásquez

Pedro Ricardo Castro Cruces

Víctor Jesús Montero Aranguren

Wilcon Alberto Pérez Santoya

 

 

Fuerzas militares matan a siete integrantes de la banda “El Coporo” en Tumeremo

Los habitantes de Tumeremo, municipio Sifontes, estaban advertidos: desde el viernes recibieron mensajes de Whatsapp y panfletos por debajo de sus puertas. Ambos les advertían que pronto comenzaría una guerra.

Pues el combate comenzó en la mañana de este sábado, cuando ellos mismos reportaron la militarización del pueblo y cierre de comercios luego del enfrentamiento entre miembros de la banda de “Coporo” y fuerzas estatales que ingresaron al sector La Caratica.

El jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana (Redi Guayana), Jesús Mantilla, confirmó a Correo del Caroní que en el operativo mataron a siete personas, integrantes de la banda de Josué Zurita Arévalo, apodado “El Coporo”.

“Desde esta mañana hay operaciones contra las bandas armadas que operan en el sector. Han resultado muertos siete delincuentes, presuntamente de la banda de El Coporo y hay cuatro efectivos nuestros con heridas leves producto del lanzamiento de dos granadas que usaron los delincuentes, pero están fuera de peligro”, dijo.

El operativo militar inició a primera hora de la mañana de este sábado, cuando los uniformados llegaron por la zona residencial de El Pariche, adyacente a La Caratica. Lo relató un habitante de la comunidad que pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.

“Se metieron por detrás para rodearlos. Cuando los rodearon, sacaron a dos malandros enconchados. Allí fue cuando se metieron a La Caratica y empezó la balacera. Nadie corrió, se enfrentaron. Los malandros les lanzaron una granada e hirieron a unos guardias. En esa lanzadera, hubo una casa afectada con un niño, dos mujeres y un señor afectados”, informó el vecino del sector.

“Ninguno de los duros de la banda de El Coporo cayó. Estaban enfrentándose pero no cayeron. Murieron los que estaban resguardándolos a ellos”.

 

“Han resultado muertos siete delincuentes, presuntamente de la banda de El Coporo y hay cuatro efectivos nuestros con heridas leves producto del lanzamiento de dos granadas que usaron los delincuentes, pero están fuera de peligro”. General Jesús Mantilla, jefe de la REDI Guayana

 

Sector sin ley

Una minuta oficial detalló que en el procedimiento los funcionarios incautaron “dos fusiles, una escopeta, tres pistolas, dos granadas, varias municiones. Esta organización criminal está vinculada con los delitos de extorsiones, sicariatos, robos, cobros de vacunas y otros”.

Pasadas las seis de la tarde, la operación conjunta de la Fuerza Armada y la subdelegación Tumeremo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) continuaba. Los muertos no habían sido identificados aún. “Ellos enfrentaron a las fuerzas del orden público y fue necesario repeler el ataque”, dijo el jefe de la REDI Guayana.

La minuta detalla, además, que tres militares ingresaron heridos al hospital Doctor José Gregorio Hernández, en Tumeremo.

Los habitantes de Tumeremo había recibido advertencias de lo que ocurriría Foto: William Urganeta

 

El miedo se impone

Desde la llamada masacre de Bochinche, ocurrida el 14 de octubre en una vía cercana a la mina Corregente (en el sector Los Candados), donde fueron muertas siete personas, se ha mantenido la tensión en Tumeremo por los enfrentamientos armados. El lunes, un grupo de motorizados obligó a comerciantes a cerrar sus negocios, al igual que las escuelas. Este sábado, también cerraron los negocios.

Incluso, en ese ínterin, tres personas fueron muertas en distintos sectores en menos de un día.

Aunque familiares de los siete mineros asesinados en El Candado aseguraron que se trató de una emboscada de “la guerrilla”, el jefe de la REDI Guayana, Jesús Mantilla, y el director del Cicpc, Douglas Rico, desestimaron esta versión y afirmaron que se trató de enfrentamiento entre la banda de “El Coporo” y la del “Gordo Lisandro”, pran muerto en Aragua.

La banda de Zurita Arévalo, apodado El Coporo, tiene su centro de mando en el sector La Caratica, en donde habitan los cabecillas del grupo delictivo que controla varias minas del municipio Sifontes. Fue en esa zona, donde decenas de familiares protestaron el lunes 15 de octubre para exigir la búsqueda de sus parientes en la mina Corregente, tras conocerse de la masacre de siete personas en la vía de Los Candados, a kilómetros del yacimiento aurífero.

El intercambio de disparos, contó el habitante de La Caratica, se escuchaba en el centro de Tumeremo, lo que obligó a comerciantes a mantener sus santamarías abajo. “Hay como un toque de queda. No hay nadie en la calle. Todo está cerrado”, dijo un habitante de la comunidad, pasadas las cinco de la tarde de este sábado.

Tanto en el centro de la localidad como en los barrios cercanos como La Caratica hay presencia militar.

Los cuerpos de los muertos fueron trasladados en la noche del sábado a la morgue de la sede de San Félix del Cicpc.

 

 

 

Alertan sobre desaparición de mineros en presunto enfrentamiento con el ELN en Tumeremo

El trágico recuerdo de la masacre de Tumeremo se cierne nuevamente sobre la población del municipio minero de Sifontes, al sur del estado Bolívar, en donde un grupo de familiares denunció este lunes la desaparición de más de una decena de trabajadores de la minería, señalando como posible causa de esta situación un enfrentamiento armado por el control de la mina El Candado.

La explotación en el yacimiento de oro, ubicado en la vía al sector El Bochinche del municipio Sifontes, ha generado de acuerdo con testigos del lugar una pugna violenta entre integrantes de la banda de Jhosue Zurita, alías el Coporo, y sujetos identificados como la guerrilla colombiana- Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Ejercito Bolivariano de Venezuela, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) intentaron ingresar la tarde de este lunes al lugar descrito por los familiares, pero la vía es de difícil acceso lo cual ha demorado la incursión.

Las pesquisas se activaron este martes en dos etapas: una parte del recorrido en vehículos rústicos y la otra en motos debido a las dificultades de acceso. Mientras tanto, un helicóptero del Ejército ocupado entre otros por el Mayor General (M/G) Jesús Mantilla Oliveros, jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana (REDI Guayana), sobrevuela el área de la mina.

El diputado de la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Américo De Grazia, difundió una lista con los nombres de seis personas heridas y otras 16 que se encontrarían desaparecidas en lo que calificó como “La Masacre de Bochinche”, sin embargo, las autoridades mantienen total cerrojo con respecto a los detalles de la operación y del caso.


Según lo manifestado por los habitantes de Tumeremo, el domingo 14 de octubre en la tarde hubo un enfrentamiento entre integrantes de la banda de Jhosue Zurita, alías el Coporo y sujetos identificados como la guerrilla colombiana- Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Otras versiones ratifican el hecho de la confrontación pero entre bandas locales por el control de la mina, sin confirmar la presencia de una célula de la guerrilla colombiana.

Un hecho confirmado fue el ingreso de seis personas heridas de bala al hospital Dr. José Gregorio Hernández de Tumeremo, lo cual activó las alarmas en el pueblo y la preocupación de las familias no se hizo esperar. Los heridos procedían de la mina El Candado, vía hacía sector El Bochinche y afirmaron que en el sitio habían quedado más personas.

Las familias se organizaron y se reunieron en el sector La Teja-entrada que conduce hacía la mina-, a la espera de que comisiones ingresaran a la zona para constatar la situación.

El horror de la violencia minera

La explotación del oro ilegal como vía de la sobrevivencia económica al sur del estado Bolívar, en un clima hostil controlado por bandas armadas y una actuación cómplice de los cuerpos militares, ha derivado en capítulos de horror como la Masacre de Tumeremo, en marzo de 2016, y otras tantas que han conmocionado al país.

Las masacres que manchan el rostro de la democracia en Venezuela
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En agosto de este año, la confrontación armada por un yacimiento de oro en la población de Maripa dejó seis fallecidos, entre ellos, el líder de una comunidad indígena.

Los conflictos alrededor de las zonas auríferas aumentaron a raíz del decreto del Arco Minero del Orinoco, que no solo ha dejado una devastación ambiental en la región sino también masacres como esta.

La caída de los precios petroleros en 2014, el fracaso en las políticas económicas (entre ellas, el motor minero) y la conflictividad política se han traducido en una nueva apuesta de Miraflores: la explotación minera como auxilio financiero. En esta región, el mercurio y la sangre se mezclan. Así como la violencia, la anarquía y la impunidad. La plataforma digital InfoAmazonia investigó el alcance social, político, económico y ecológico del Arco Minero del Orinoco en un reportaje titulado Explorando el Arco Minero.

@PableOstos

Saqueos y violencia continúan en pueblos de Paria donde ocurrió masacre

HECHOS VIOLENTOS DEJARON un número desconocido de personas fallecidas entre San Juan de Unare y San Juan de las Galdonas, denunciaron habitantes. El gobierno aún no da información acerca de lo ocurrido.

Los dos pueblos de la costa de Paria, en el municipio Arismendi del estado Sucre, viven desde el 25 y 26 de septiembre una serie de hechos violentos, iniciada según una fuente a la que tuvo acceso Runrun.es por la guerra de poder por el tráfico de droga entre dos bandas rivales, lo que habría dejado a uno de los líderes asesinados y, como arremetida, provocado una ola de saqueos en San Juan de las Galdonas.

Otra hipotesis de lo sucedido, que maneja El Pitazo, indica que el robo de 1.500 kilos de cocaína habría iniciado la guerra entre las bandas de los dos pueblos.

Hasta ahora, de acuerdo a fuentes del medio, se contabilizan extraoficialmente al menos 20 muertos. El dirigente regional de Primero Justicia en el estado Sucre, Paúl Elguezábal, aseguró que la cuenta asciende a más de 30 personas asesinadas.

“Son más de 30 muertos y dantescas imágenes las que registran esta masacre, que es responsabilidad de un gobierno que entregó nuestro territorio a grupos criminales y al narcotráfico”, apuntó Elguezábal en un comunicado de prensa.

Runrun.es pudo conocer el caso de un hombre que salió en su vehículo a llevar un niño enfermo a un hospital mientras ocurría un tiroteo en la ciudad, por lo que efectivos de la GNB dieron voz de alto, la cual el hombre desobedeció y le dispararon, dejándolo sin vida.

La fuente indicó que en una de las plazas del pueblo se encontraron cuerpos desmembrados dejados por miembros de las bandas.

Saqueos y violencia

Los saqueos han continuado desde lo ocurrido, que a pesar de un incremento en la presencia policial en San Juan de las Galdonas, no se ha restablecido el orden, afirmó la fuente.

Según esta persona, individuos secuestran vehículos para saquear casas en el pueblo y luego se trasladan a San Juan de Unare, donde regalan a los pobladores el botín obtenido.

El último año han cobrado fuerzas el crimen organizado en la zona costera de Paria por el negocio del narcotráfico marítimo, indicó uno de los pobladores, quien ha visto a miembros de las bandas criminales caminar armados por el pueblo con el consentimiento de los cuerpos de seguridad, pues también se les ven hablando regularmente.