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Ministerio para el Servicio Penitenciario, un organismo forajido

@cnietopalma

El Ministerio para el Servicio Penitenciario se ha convertido en un organismo forajido, al margen de la ley. Según la Real Academia Española, se le dice forajido “a una persona, delincuente, que anda fuera del poblado, huyendo de la justicia”. En Venezuela se da la diferencia de que no le huye a la justicia, sino que trabaja en cuchipanda con un sistema de justicia que acepta todas las violaciones a la ley.

Podemos decir que el Ministerio Penitenciario lleva la etiqueta de forajido desde su nacimiento. Basta recordar la circular (orden) que la para entonces ministra Iris Valera emitió el 3 de agosto de 2011, mediante la cual quedaban suspendidos los ingresos de privados de libertad en los centros penitenciarios, hasta que lo autorizara la institución. Esto incluía a los presos provenientes de policías regionales, municipales, CICPC, SEBIN y la misma policía nacional.

Aquí podemos decir que comenzó el desastre que hoy vivimos en los calabozos policiales o centros de detención preventiva, que se han convertido en las nuevas cárceles venezolanas.

¿Por qué es un ministerio forajido?

 Calabozos por cárceles

Estos calabozos no tienen ningún tipo de condiciones para tener reclusos por más allá de 48 horas, pero esta decisión de Iris Varela les cambió su sentido, llegando a convertirse, hoy en día, en el sitio que alberga a más privados de libertad en Venezuela. El Ministerio Penitenciario comenzó, con esto, a aplicar su propia ley ante la anuencia de todos los demás poderes públicos, de manera especial del Judicial y el Ciudadano, quienes se han hecho los locos ante estos desmanes.

 Verdugo de la libertad

Otra de las irregularidades que comete el Ministerio Penitenciario, por lo que podríamos catalogarlo de forajido, es la de haberse tomado la inconstitucional atribución de autorizar, o no, la libertad de los reclusos, así tengan una boleta de excarcelación emitida por el juez natural que lleva la causa del detenido. Una arbitrariedad, ilegal por demás, que somete al recluso a permanecer preso hasta que lo decida este ministerio, sin acatar las decisiones del órgano judicial que lo procesa.

Una Ventana a la Libertad, la organización que dirijo, ha ofrecido pruebas de ello, como la noticia que divulgamos recientemente y que cito a continuación: “Siete privados de libertad que ya recibieron sus boletas de excarcelación se mantienen a la espera de salir en libertad del Internado Judicial Rodeo II, en Guatire, estado Miranda, hasta este viernes 7 de mayo. Familiares y abogados defensores de los reclusos beneficiados aseguraron que las siete boletas de excarcelación tienen fecha de entre una semana y cuatro meses. De acuerdo con lo que les informó el exdirector del penal, están esperando que el Ministerio para el Servicio Penitenciario apruebe esas libertades, otorgadas por los tribunales que llevaron las causas.

Es grave, es irregular y es absurdo que un tribunal del poder judicial otorgue libertad plena a un procesado, se haya expedido la boleta de excarcelación en enero o febrero, la misma se le entregue a la directiva del penal, y aún hoy, siete de mayo, esa persona se mantiene presa en la cárcel del Rodeo. Solo porque esa decisión está subordinada a un ministerio del poder Ejecutivo”, refirió Antonio Fernández Mora, abogado defensor de uno de los presos que espera salir en libertad. Según el letrado, “los siete reos permanecen en un área de resguardo, fuera de los pabellones de los privados de libertad. Sin embargo, las condiciones son similares al área de reclusión”.

 Decide hasta los traslados

Por último y no menos grave, es que los traslados a audiencias u otro tipo de diligencias ante el poder Judicial igualmente tienen que ser autorizados por este ministerio “supremo”. Aunque haya una orden de traslado por el juez natural, el que lleva la causa de los detenidos, sin la anuencia de este ministerio absolutista nada se cumple.

Como vemos, hablamos de un ministerio omnipotente, que decide la ley que se debe cumplir, de qué manera y cuándo ejecutarla. Un ministerio forajido y arbitrario al que la ley le sabe a rábano. Como todo en este régimen.

Instagram: @carlos_nieto_palma

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Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Cerrar cárceles ¿solución o problema?

@cnietopalma    

Nelson Mandela, el conocido líder sudafricano que pasó 27 años en prisión, siempre comentaba “Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada, a los presos”. Mandela no se equivocaba. Una gran muestra la tenemos en Venezuela, tristemente para los que aquí vivimos.

Nunca imaginábamos que el caos y la destrucción que estamos viendo en nuestra patria sería de la magnitud que muestra actualmente.

Y aunque soy optimista y no tengo dudas de que saldremos de esto, jamás supusimos en que llegara al deplorable estado que hoy vivimos. Las cárceles no se escapan de esto: hoy en día tenemos un aproximado de 110.000 privados de libertad, de los cuales el 7 % aproximadamente son mujeres. De este número, 65.000 aproximadamente están en centros de detención preventiva, que son espacios transitorios donde los reclusos no deberían estar por más de 48 horas, pero que lamentablemente se han convertido en cárceles permanentes. Y los 45.000 restantes en las cárceles tradicionales, que la ministra penitenciaria Iris Varela llama “las mejores del mundo”.

Mucho he escrito sobre la grave situación penitenciaria que vive Venezuela y la ausencia total de políticas públicas serias, para buscar soluciones y tener un sistema penitenciario donde los derechos humanos de los hombres y mujeres privados de libertad sean garantizados como lo dice la Constitución nacional y otras normas internacionales.

Aunque mucha gente crea que los presos no tienen derechos por ser delincuentes, gozan de ellos al igual que cualquier ciudadano común y el Estado está en la obligación de hacer respetar los mismos porque, al contrario de los que no estamos presos, los reclusos están bajo la tutela absoluta del Estado.

Lamentablemente, las autoridades penitenciarias venezolanas conocen poco o nada del tema, cada día manifiestan su ignorancia de la manera más abrupta, con “soluciones” que lo que hacen es agravar la situación cada vez más. Por momentos pienso (y ojalá me equivoque) que lo hacen como mecanismo de torturas, hechos con total premeditación y alevosía.

Actuaciones irracionales como esas que la Ministra Penitenciaria nos tiene acostumbrados, la vimos hace una semana cuando, a raíz de la masacre ocurrida en el Centro Penitenciario de Los Llanos (Cepella) el pasado 1 de mayo donde fueron asesinados 47 presos y 75 resultaron heridos, la Sra. Varela buscó una de sus soluciones absurdas y ordenó el cierre del Cepella, enviando a los presos a otras cárceles del país con un hacinamiento extremo.

Es importante destacar que desde que fue creado el Ministerio para el Servicio Penitenciario, el 26 de julio de 2011, esta es la décima cárcel que clausura por problemas similares al ocurrido en el Cepella.

Para que lo recuerden, se los refresco cronológicamente: Internado Judicial La Planta (Caracas): mayo 2012; Internado Judicial de Coro: octubre 2012; Centro Penitenciario Sabaneta (Zulia): septiembre 2013; Internado Judicial Los Teques (Miranda): enero 2014; Internado Judicial de la Región Insular de San Antonio (Nueva Esparta). Febrero 2016; Penitenciaria General de Venezuela. San Juan de los Morros (Guárico), septiembre 2016; Internado Judicial Los Pinos. San Juan de los Morros (Guárico), septiembre 2016; Internado Judicial de San Fernando (Apure), abril 2018; Centro de Detención Judicial de Amazonas (CEDJA) en Puerto Ayacucho (Amazonas), agosto 2018 y Centro Penitenciario de los Llanos (CEPELLA). Guanare (Portuguesa), mayo 2020.

Yo no me opongo a que se cierren cárceles y más si están en tan malas condiciones como las venezolanas, pero eso requiere planificación y la construcción de nuevos recintos donde se lleven a los reclusos de la cárcel a ser cerrada.

Nosotros tuvimos una experiencia interesante en 1996 cuando el presidente de la época, Rafael Caldera, decidió implosionar el Retén de Catia, en Caracas. Fue una especie de exorcismo medieval, a ver si de esta forma salíamos de la crisis penitenciaria, cosa que nunca ocurrió. Pero en esa época hubo planificación y tenía construidas las cárceles del Rodeo II y Yare II a donde fueron llevados los reclusos sin que esto ocasionara graves problemas. En la Venezuela actual las cárceles se cierran sin ninguna planificación y solo se trata de traspasar los problemas de un lugar a otro.

A veces creo que la Ministra Iris Varela se enteró de que en Suecia, Holanda y otros países del norte de Europa se estaban cerrando cárceles y quiere aplicar lo mismo en Venezuela, pero no supo que allá las están cerrando por falta de presos y una gran disminución de los niveles de criminalidad, mientras que de este lado del mundo ocurre todo lo contrario.

cnietopalma@gmail.com / @VentanaLibertad

 

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Acción del gobierno contra corrupción en Pdvsa no toca a miembros del ejecutivo

EL GOBIERNO DE NICOLÁS MADURO ha querido mostrar acciones de lucha contra la corrupción en la industria petrolera desde que Tarek William Saab fue impuesto por la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente como Fiscal General de la República. Sin embargo, es notorio que las actuaciones “ejemplarizantes” no tocan a miembros del Poder Ejecutivo.

La detención del actor de telenovelas Manuel “Coko” Sosa, alguna vez vinculado sentimentalmente a la hija del fallecido Hugo Chávez; los 50 gerentes de Pdvsa apresados, y la más reciente captura del presidente de Citgo, José Ángel Pereira Ruimwyk junto a otros cinco directivos de esa filial, son actuaciones de un rompecabezas al que al parecer le faltan algunas piezas.

¿Purga en puertas?

Recientemente Rafael Ramírez, el otrora súper ministro de Chávez hizo alarde de los doce años que estuvo al lado del fallecido presidente. En un artículo publicado en el portal Aporrea, el ex hombre fuerte del petróleo critica el accionar del presidente Maduro en materia económica, lo que provocó una respuesta airada de la constituyentista Iris Valera, un enfrentamiento que deja muchas preguntas al aire.

Tras analizar una década de gestión de Rafael Ramírez como presidente de PDVSA entre 2004 y 2014, la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, lo señaló como el responsable de un daño patrimonial de US $ 11.271.148.806,36. Pero el Tribunal Supremo de Justicia resguardó a Ramírez y dejó sin efecto cualquier investigación en su contra, en octubre de 2016.

El impasse entre el actual embajador ante Naciones Unidas y Varela, para algunos, es la muestra de un enfrentamiento interno que pudiera convertirse en una purga protagonizada por distintas facciones de llamado chavismo. Solo basta esperar si todo queda en “dimes y diretes”.

¿Caerán los peces gordos?

“¡Ya basta de corrupción!” pronunció Nicolás Maduro el 22 de noviembre tras la detención de los 6 ejecutivos de Citgo en Caracas, entre ellos, el presidente de la compañía, José Ángel Pereira Ruimwyk. El jefe de Estado subrayó que cinco tienen nacionalidad estadounidense y que serán juzgados como venezolanos.

Se trata de los funcionarios de más alto nivel aprehendidos desde que Tarek William Saab conduce la Fiscalía General, que hasta ahora solo había accionado contra funcionarios de cargos medios y particulares como el actor “Coko” Sosa.

El Fiscal General de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente dijo, el 21 de noviembre de este año, que los detenidos por delitos contra el patrimonio en PDVSA son 50 gerentes, entre ellos los 6 funcionarios de “altos rangos” de la filial radicada en Houston que hora están en manos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

Sin embargo, un seguimiento realizado por Transparencia Venezuela da cuenta solo de 41 funcionarios, en su mayoría de rangos medios, señalados por el Ministerio Público de Tarek William Saab en 2017. En la lista -que no incluye a los directivos de Citgo- figuraban solo 7 presidentes y 2 vice presidentes.

Una nota de prensa de PDVSA fechada el 18 de abril de 2017, indicaba que son 112 las personas investigadas por corrupción, pero no se precisa en qué periodo o cuántos de los señalados son funcionarios.

Mientras tanto, ya contra los ejecutivos de Citgo pesa una sentencia presidencial: “Bien presos están y deberían ir a la peor cárcel que tiene Venezuela”, dijo Maduro. En la misma alocución nombró a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido Hugo Chávez como presidente de la compañía venezolana con sede Texas.

ElPais.ES Mar 20, 2017 | Actualizado hace 7 años
Un subsuelo lleno de osamentas en Venezuela

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FOTO: Juan Barreto / AFP

Aquí confluyen dos historias: el reciente hallazgo de 15 osamentas en una fosa común de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), según reconoció el Ministerio Público de este país a principios de esta semana, y la desaparición, el 7 de septiembre de 2009, de uno de los internos, Francisco Guerrero Larez, recibida con indiferencia por el régimen de Caracas.

Alfredo Meza

El País ES

El Estado no proporcionó información veraz ni a los familiares de Guerrero Larez, ni a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando preguntaron por su suerte. Las autoridades sostuvieron que Guerrero Larez se había fugado del penal y después guardaron un silencio definitivo cuando en 2015 el Comité Contra la Tortura de la ONU responsabilizó al Estado de su desaparición.

Cuando el 10 de marzo la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Valera, reconoció el hallazgo de la fosa común, Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones, una ONG dedicada especializada en la supervisión del sistema carcelario, recordó el caso del malogrado Guerrero Larez. Sentenciado a 13 años de prisión por robo agravado en diciembre de 1997, conoció “las actividades ilegales que cometían los jefes de la cárcel en complicidad con el militar jefe de la custodia externa”, según el relato del Comité de la Tortura. Tal vez sea esa la causa de su desaparición, piensa su esposa, Hilda Hernández, quien agrega que los demás presos le dijeron que su marido había sido asesinado y desmembrado en represalia por la información que manejaba.

Era una versión que concordaba con la que había recogido por su lado el padre de Guerrero Larez, Francisco. Al denunciar la desaparición de su hijo ante la Guardia Nacional Bolivariana, la policía militarizada que custodia el perímetro de las cárceles venezolanas, el director de la prisión le dijo que no podía darle una respuesta “porque él no controlaba a la población en el penal”. Era la confesión de una situación que desde hace varios años es un escándalo recurrente en Venezuela: el Estado ha abandonado por negligencia a los penales para dejarlos en manos de las bandas más fuertes.

De los catorce cuerpos que hasta ahora ha encontrado el Ministerio Público en los terrenos de la PGV, cinco no tienen cabeza. El hallazgo de la fosa común y el misterio del paradero de Guerrero Larez parecen otorgarles cierto crédito a las denuncias de tratos crueles, desapariciones y castigos medievales que aplican los presidiarios líderes, conocidos como “pranes” en la jerga local, a los internos que cuestionan su autoridad o desean tomar el control. Algunos vídeos apócrifos que pueden encontrarse en las redes sociales demuestran la tragedia que significa estar preso en Venezuela y la lucha diaria por sobrevivir en un espacio sin ley.

El Ministerio para los Servicios Penitenciarios, creado por Hugo Chávez en 2011 para intentar solucionar el problema de las mafias carcelarias, ha tenido relativo éxito al tratar de recuperar el control de los penales. Se ha impuesto un orden militar cerrado en 98% de ellos, según declaró la ministra de la cartera cuando compareció esta semana en Ginebra ante el foro de Naciones Unidas con ocasión del Examen Periódico Universal. Solo siete, según cifras oficiales, todavía permanecen en “régimen abierto”, una expresión que utiliza el régimen para explicar que aún están en manos de los internos. En estos casos, la cárcel se convierte en un gran barrio donde el preso puede traer a su familia a dormir en el penal, puede circular en motos o bailar en una improvisada discoteca.

Fue justo la Penitenciaría General de Venezuela la última de las cárceles recuperada por el régimen. En agosto el líder del penal, alias Franklin Masacre, había secuestrado a 51 trabajadores del Ministerio de Servicios Penitenciarios y se negaba a liberarlos si el gobierno no enviaba 1.500 presos al penal. Con el plan de desalojar las instalaciones iniciado por el ministerio, “Franklin Masacre” se había quedado sin el dinero que recolecta todas las semanas entre sus compañeros –las bandas que controlan las cárceles obligan a cada interno a pagar una cuota, también llamada “causa”, como parte del derecho a vivir en las instalaciones y a mantener el penal–. A finales de octubre, después de cuatro días de tiroteos, de explosiones de granadas, de una férrea resistencia, el Gobierno logró desalojar el penal para reacondicionarlo. En esas estaba cuando encontraron las osamentas.

El tamaño de los escándalos a menudo opaca esa labor que el Gobierno intenta reivindicar en todos los foros. Valera, que ha estado a cargo del ministerio desde su fundación, a menudo actúa por cuenta propia tomando decisiones que en otros países serían inconcebibles sin el concurso de la fiscalía y los tribunales. A Wilmer Brizuela, el pran más famosos de todos tras la muerte de Conejo en Margarita, le otorgó un Régimen de Confianza Tutelada. En el Código Orgánico Penitenciario, aprobado por el Parlamento controlado por el chavismo a finales de diciembre de 2015, justo después de perder la mayoría con la oposición, se establece que el penado, por decisión del ministro, podría ser reubicado en un área especial del penal donde continuará con el cumplimiento de la pena.

Brizuela, conocido como Wilmito, aprovechó ese beneficio para escaparse de vacaciones a isla Margarita, el destino turístico por antonomasia de los venezolanos. A mediados de febrero, en compañía de sus familiares, fueron baleados. Nadie falleció. El gobierno nunca confirmó la noticia, pero a las pocas semanas Wilmito regresó a la cárcel donde purgaba su condena antes de recibir el beneficio del Ejecutivo.

Líderes opositores exigen liberación de Gilber Caro a un mes de su detención

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A un mes de cumplirse la detención del diputado Gilber Caro, este sábado varios dirigentes de oposición exigieron la liberación del parlamentario de Voluntad Popular.

El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, dijo que la detención del diputado fue inconstitucional. Por su parte el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, hizo un llamado de atención al Secretario General de la OEA, Luis Almagro.

La diputada Gaby Arellano sentenció que la ministra de Asuntos Penitenciarios Iris Valera y el vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami son los responsables de la violación a la inmunidad parlamentaria de Caro.  “Por alzar siempre la voz ante las injusticias nuestro diputado tiene un mes secuestrado por el régimen”, escribió Arellano en la red social.

Caro fue detenido la mañana del 11 de enero por efectivos del Sebin en el peaje de La Cabrera, en la Autopista Regional del Centro y en la actualidad permanece recluido en la cárcel 26 de Julio del estado Guárico.

 

 

 

Diputada Solórzano propuso interpelar funcionarios responsables del Sistema Penitenciario tras sucesos en Margarita

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La diputada Delsa Solórzano rechazó que los presos del país tengan en su poder armas de guerra dentro de los recintos penitenciarios, por lo que propuso la interpelación del Ministro del a Defensa Vladimir Padrino López, y todos los funcionarios responsables del Sistema Penitenciario del país.

Solórzano, presidenta de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional, durante el debate donde se  aprobó la creación de una comisión mixta para atender los hechos penitenciarios, destacó que durante este gobierno nunca se ha cumplido con los artículos de la Constitución Bolivariana de Venezuela como el 324 que señala que solo el estado puede poseer y usar armas de guerra, y el 272  que señala que el Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno o interna y el respeto  a sus derechos humanos.

Calificó de una catástrofe el sistema penitenciario del país, que existe un hacinamiento carcelario “terrible”, donde no se respetan los Derechos Humanos de los reos. Destacó que desde 2011, fecha en que nombraron a Iris Valera como Ministra del Sistema Penitenciario lamentablemente, han ocurrido en Venezuela más de  2 mil muertes en las cárceles.

“Mientras nosotros sigamos teniendo cárceles que son escuelas de delincuentes, no hay manera de que en Venezuela tengamos un sistema de seguridad ciudadana que permita de manera adecuada sentir que los venezolanos estamos seguros en las calles. Desde dentro de las cárceles se cometen secuestros, extorsiones hasta te llaman para  decirte que el carro que te robaron lo tienes que ir a buscar a la cárcel de tal o cual. El hacinamiento se multiplica y la inseguridad en el país también.  Aquí lo que hay es una política para amparar criminales, en vez de una misión a toda vida, es una misión a toda muerte”

En el imperio carcelario de Iris Valera reina la violencia y mandan los pranes (Interactivo)

@loremelendez

MICROESTADOS QUE FUNCIONAN AL MARGEN DE LA LEY y las autoridades, o con el aval de estas últimas: eso son las cárceles venezolanas.  Las megabandas criminales que azotan al país son protegidas y coordinadas por los «pranes» de los grandes penales; la prisión de Tocorón, en Aragua, se parece más a un resort que a un centro de reclusión; de acuerdo con cifras del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), 90% de las extorsiones telefónicas se realizan desde los internados. Detrás de los barrotes, la violencia se ha desatado hacia afuera y todo ocurre bajo la égida de un ministerio creado, hace cuatro años y tres meses, bajo la administración de Iris Varela.

El nacimiento de esta instancia no fue casual. Entre junio y julio de 2011, más de treinta personas fueron asesinadas dentro del Internado Judicial Rodeo, en el estado Miranda. El poder de los «pranes» se evidenció cuando las autoridades debieron trasladar a más de 800 reclusos a otros centros, con la intención de protegerlos, y cuando se descubrió que tras las rejas había un arsenal de armas de guerra en manos de los presos.

La respuesta del gobierno, luego de casi 30 días de conflicto, fue anunciar que un nuevo organismo se encargaría de frenar las cifras rojas de los penales: el 26 de julio de ese año se publicó en Gaceta Oficial la creación del Ministerio del Servicio Penitenciario, con Iris Varela como titular de la cartera.

Pero los secuestros, motines, asesinatos y enfrentamientos con armas blancas y de fuego no han dejado de ocurrir en las cárceles. Bajo el mandato de Varela se ha registrado, hasta diciembre de 2014, la muerte de 1.622 personas. Otras 2.238 han quedado heridas en hechos violentos sucedidos en los internados, de acuerdo con los números recabados por el Observatorio Venezolano de Prisiones. Desde el Estado no se ha ofrecido un balance al respecto. Las cifras rojas son esquivas a los medios de comunicación.

Dentro de los penales, la represión también se ha hecho patente. En 2013, la desocupación del Centro Penitenciario de la Región Centro Occidental, conocido como cárcel de Uribana, se convirtió en la mayor masacre cometida en un internado judicial por funcionarios venezolanos: 66 reos cayeron. En los últimos años, los desalojos y clausuras de prisiones son sinónimo de muerte.

El Régimen Penitenciario —un control que se implementó en más de la mitad de las cárceles en manos del Ministerio— tampoco han parado los reclamos de los reclusos, quienes en 2014 protagonizaron una huelga de hambre y 10 de sangre para obligar al gobierno a escuchar sus quejas sobre el hacinamiento, la mala alimentación y los malos tratos que reciben.

En 2015, la situación no ha sido diferente. Muestra de ello es la reciente crisis ocurrida en el Rodeo el pasado 16 de octubre, cuando los presidiarios secuestraron a cinco custodios para exigir sus derechos. La tensión se mantuvo por una semana y dejó dos reclusos muertos. Al cierre del conflicto, Varela repitió una de sus frases más polémicas: «Nosotros somos campeones en Derechos Humanos». 

Cronología de los motines

2011: Ministerio de estreno

Durante los primeros 100 días del Ministerio del Servicio Penitenciario hubo cuatro secuestros de custodios y familiares y, por lo menos, siete enfrentamientos con saldos mortales. Uno de los hechos violentos incluyó la explosión de una granada, lo que da fe a la existencia de las armas de guerra en los penales. En total, hubo 560 muertos en las cárceles, cifra que supera en 15% a la de 2010, cuando se registraron 476 decesos.

2012: Comienzan las clausuras

El año comenzó con protestas. En Yare, más de 1.300 familiares decidieron permanecer tras las rejas junto a los presos como medida de presión ante las condiciones de hacinamiento que sufrían. La situación se extendió a otras cuatro cárceles. En febrero se registró uno de los “coliseos” de Uribana más sangrientos, con 128 heridos y tres muertos. La clausura de La Planta, en Caracas, y del Internado Judicial de Coro, pusieron en tela de juicio la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la población penitenciaria: en ambas hubo excesos contra los reclusos. En ambas hubo muertos. 2012 cerró con 591 fallecidos, 31 más que en 2011.

2013: Uribana y los caídos

Lo que iba a ser una requisa, culminó como la masacre más violenta de la historia carcelaria de Venezuela. La Guardia Nacional desocupó la cárcel de Uribana, en Lara, con un operativo que dejó 63 muertos en apenas tres días. La mayoría de ellos eran reos. En septiembre, la clausura de la cárcel de Sabaneta, en Maracaibo, acabó con un saldo mortal: cayeron 16 presos. Secuestros, motines y enfrentamientos continuaron en la lista de sucesos dentro de los penales. Por primera vez, descendió la cifra total de muertos en el año. De 591, en 2012, bajó a 506, en 2013.

2014: El año del coctel de la muerte

La antigua cárcel de Uribana, designada ahora Centro Penitenciario David Viloria, fue nuevamente el centro de la noticia. Los presos llamaron la atención de autoridades y medios cuando comenzaron una protesta para denunciar los maltratos del nuevo director del penal. Según la versión oficial, un grupo de reos asaltó de madrugada la enfermería y ligó medicamentos para drogarse. Cincuenta de ellos murieron víctimas de un coctel de alcohol absoluto y yodado con otras sustancias. Los enfrentamientos entre reclusos fueron menos numerosos, pero los motines y secuestros de custodios terminaron con cifras rojas. No se conocen los responsables de este hecho, ni se hizo justicia por este caso. Tampoco hay detenidos por la masacre de 2013.

2015: De incendios y secuestros

Este año, los traslados a otros centros de reclusión y la mala alimentación han sido la causa de motines en cárceles que funcionan bajo el Régimen Penitenciario implantado desde el Ministerio. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en Rodeo II, donde hubo una crisis en octubre que incluyó el secuestro de los custodios. El incendio en uno de los pabellones de Tocuyito, que cobró 16 vidas, fue otro de los sucesos del año.

ONGs rechazan amenazas de Iris Varela a “Una Ventana a la Libertad”

CarlosNietoPalma

 

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) emitieron un comunicado para rechazar las amenazas directas hechas por la Ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, en contra de la organización “Una Ventana a la Libertad” y su coordinador general Carlos Nieto Palma.

Durante el desarrollo del III Festival de la Voz Penitenciaria el pasado 15.09.15 en Caracas, ante la pregunta de los representantes de medios de comunicación sobre los problemas de alimentación que ocurren en los recintos penitenciarios y que habían sido denunciados por Una Ventana a la Libertad, la Ministra Iris Varela afirmó “Resulta que yo por allí tengo un video, precisamente las personas que le entregaron el videíto a un señor de una tal ONG… Vamos a tomar acciones legales. No podemos seguir permitiendo de brazos cruzados que sigan atacando un esfuerzo enorme que ha hecho el Ministerio para transformar la realidad penitenciaria que se vivía en el país”.

Las declaraciones de la Ministra para el Servicio Penitenciario, explicaron las ONG, se dan bajo «un patrón criminalización y persecución» de los defensores de derechos humanos por parte de altos personeros del Estado .

Este tipo de hostigamiento, recordaron, se suma a los ataques semanales en contra de defensores de derechos humanos que desde el programa televisivo «Con el mazo dando» realiza el Presidente de la Asamblea Nacional, Diputado Diosdado Cabello.

Las organizaciones piden respeto por parte del Estado Venezolano a la labor de Una Ventana por la Libertad y del resto de las organizaciones de derechos humanos, así como a los defensores de derechos humanos en Venezuela.

Las organización que subscriben el comunicado son: Acción Ciudadana Contra el SIDA (ACCSI), Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Centro para la Paz y Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela, Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Diversidad e Igualdad ante la Ley (Diverlex), Foro Penal Venezolano, Fundación para el Debido Proceso (Fundepro), Instituto Prensa y Sociedad-Venezuela (Ipys-Venezuela), Laboratorio de Paz, Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA) y Unión Afirmativa de Venezuela.

 

*Con información de nota de prensa