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Grupo Internacional de Contacto

Grupo de Contacto pide reanudar diálogo entre Maduro y oposición
El conjunto de países asegura que «la única salida a la crisis que atraviesa Venezuela es la negociación política, liderada por los propios venezolanos, que lleve a la organización de elecciones creíbles, inclusivas y transparentes a todos los niveles»

 

El Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela (GIC) instó este sábado, 5 de febrero de 2022, a la administración de Nicolás Maduro y a la oposición a «retomar» el diálogo en México que fue suspendido desde octubre pasado.

De igual manera, el conjunto solicitó a las partes «actuar de buena fe en beneficio del pueblo venezolano», en un comunicado publicado luego de la reunión de alto nivel que celebró este viernes por videoconferencia.

Maduro y la oposición acordaron la mesa de negociación en México en agosto de 2021, pero se suspendió tras la extradición a Estados Unidos del empresario colombiano Álex Saab, supuesto testaferro de Maduro.

«La única salida a la crisis que atraviesa Venezuela es la negociación política, liderada por los propios venezolanos, que lleve a la organización de elecciones creíbles, inclusivas y transparentes a todos los niveles, incluido a nivel presidencial», señaló el comunicado, firmado por Alemania, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Países Bajos, Panamá, Portugal, República Dominicana, Suecia, la UE y Uruguay.

El Grupo de Contacto debatió el viernes la situación en Venezuela tras las elecciones regionales y municipales del pasado 21 de noviembre y los intentos del Movimiento Venezolano por el Revocatorio para poner en marcha un referéndum para revocar a Maduro.

También abordó el reciente informe de la Misión de Observación Electoral que la UE envió a los comicios de noviembre, que confía en que «pueda contribuir a la búsqueda de una solución pacífica y democrática a la crisis en Venezuela y que sus recomendaciones sobre posibles reformas puedan ayudar a mejorar futuros procesos electorales».

En este sentido, los países del Grupo de Contacto consideraron que «una reforma integral del sistema judicial como una oportunidad para reforzar la igualdad de condiciones y la imparcialidad de elecciones futuras».

Además, reclamaron el «total respeto de los derechos políticos y de la integridad física de los actores políticos y civiles, incluidos los periodistas» en Venezuela y pidieron a las autoridades venezolanas que permitan la entrada al país al Grupo de Trabajo para Asistencia Humanitaria del GIC. 

Grupo Internacional de Contacto pide retomar negociaciones en Venezuela
El Grupo señaló, a través de un comunicado, que también debe establecerse con «urgencia» y debe ser «inclusivo»

Este martes, 2 de febrero, el Grupo Internacional de Contacto pidió a los dirigentes políticos venezolanos, retomar un proceso de negociaciones «con prontitud» y establecer un proceso de diálogo entre ambas partes.

El Grupo señaló, a través de un comunicado, que también debe establecerse con «urgencia» y debe ser «inclusivo», al igual que “un proceso de transición liderado por Venezuela que conduzca a elecciones creíbles, inclusivas y transparentes de conformidad con las disposiciones de la Constitución y la leyes de Venezuela”.

Parte fundamental de ese proceso, a juicio del Grupo de Contacto, «será la designación de un Consejo Nacional Electoral independiente y equilibrado. Este será uno de los pasos necesarios para eliminar todos los obstáculos a la participación política para que se lleven a cabo procesos electorales significativos».

La coalición de países insistió en que no puede haber democracia en Venezuela “sin el compromiso de todos los partidos de respetar las reglas electorales básicas y el papel imparcial del CNE”.

Mientras que la Asamblea Nacional (AN) controlada por Juan Guaidó, único órgano que la Unión Europea reconoce como legítimo, se detuvo en la designación de un nuevo CNE al no encontrar consenso con el oficialismo, desde el régimen de Nicolás Maduro se usó al poder Judicial para designar nuevos rectores.

Esos nuevos rectores, con una inclinación mayoritaria que favorecía a Nicolás Maduro, autorizaron y llevaron a cabo la elección del 6 de diciembre pasado para escoger a un nuevo parlamento, desconocido por parte de la comunidad internacional.

Esa AN, que controla el exministro Jorge Rodríguez, autorizó en días pasados la conformación de la comisión preliminar de postulaciones electorales, con el objetivo de tener a más tardar para abril a nuevos representantes del CNE.

Además, los integrantes del Grupo de Contacto hicieron un llamado a la oposición venezolana «para que se unan como parte de un esfuerzo más amplio y concertado para un mayor diálogo, que requerirá compromisos difíciles si Venezuela quiere llevar a cabo una transición exitosa a la democracia, la estabilidad y la prosperidad».

Con información de El Impulso

Grupo de Contacto desconoce resultados de la parlamentarias
Los países miembros alegaron que no existieron las condiciones para que se efectuara un proceso creíble

El Grupo Internacional de Contacto, por decisión de la mayoría de sus miembros, desconoció los resultados de las elecciones parlamentarias realizadas por el chavismo este 6 de diciembre.

A través de un comunicado, el Grupo de Contacto señaló que Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Francia, Alemania, Países Bajos, Panamá, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Uruguay y la Unión Europea como bloque suscribieron el rechazo a los comicios.

Los países miembros dieron como razón que no existieron las condiciones para que se efectuara un proceso creíble, inclusivo y transparente para elegir una nueva Asamblea Nacional.

En tal sentido, los países llamaron a remover todos los obstáculos a la participación política para que se pueda llevar a cabo un proceso electoral verdadero.

Por otra parte, los países mencionados insisten en que las parlamentarias no cumplen con las condiciones mínimas establecidas internacionalmente, como solicitaron tanto el Grupo Internacional de Contacto.

«Bajo estas circunstancias, no pueden reconocer los resultados de este proceso electoral como una representación legítima del pueblo de Venezuela. Expresan que seguirán apoyando esfuerzos para llegar a un acuerdo que permita dar una respuesta a la situación de Venezuela y el país recupere la democracia y el Estado de derecho», manifestó el comunicado.

Con información de TalCual

Grupo Internacional de Contacto cree que las elecciones en Venezuela no serían libres
En un comunicado, el grupo pidió eliminar los obstáculos para la participación política en las elecciones legislativas, previstas para el 6 de diciembre, lo que incluye el «respeto por el mandato constitucional» de la «democráticamente elegida» Asamblea Nacional o «devolver el control de los partidos políticos a sus legítimos administradores»

El Grupo Internacional de Contacto auspiciado por la Unión Europea (UE) para favorecer una salida negociada a la crisis venezolana consideró este jueves que el país no cumple «en este momento» las condiciones para celebrar unas elecciones «transparentes, inclusivas, libres y justas».

La reunión del grupo, a nivel ministerial y por vía telemática, estuvo presidida por el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, quien informó a los participantes de sus últimos contactos con las diferentes partes en Venezuela y del empeoramiento de la situación humanitaria en el país, en particular en el contexto de la pandemia de COVID-19.

En un comunicado, el grupo pidió eliminar los obstáculos para la participación política en las elecciones legislativas, previstas para el 6 de diciembre, lo que incluye el «respeto por el mandato constitucional» de la «democráticamente elegida» Asamblea Nacional o «devolver el control de los partidos políticos a sus legítimos administradores».

También el cese de las descalificaciones y la persecución de líderes políticos, la total restauración de los derechos de sus candidatos para una participación política equitativa, una actualización integral del registro de votantes -incluyendo a los jóvenes y los venezolanos en el extranjero- o un acceso sin restricciones para todos los medios de comunicación.

Por otra parte, el grupo celebró que Venezuela haya llamado a la comunidad internacional a observar las elecciones, como una «garantía fundamental de transparencia, libertad y justicia de cualquier proceso electoral futuro».

En cambio, lamentó que el actual calendario electoral «no permite el despliegue de una misión de observación electoral ni deja suficiente tiempo y espacio político para que las partes negocien las condiciones para unos comicios libres y justos».

Así, el grupo de contacto reclamó unas «condiciones mínimas garantizadas de credibilidad, transparencia e inclusividad» en el proceso electoral.

Subrayó que una solución sostenible a la crisis venezolana solo puede ser «política, pacífica y democrática».

En esta reunión participó por primera vez Argentina como miembro pleno, mientras que Bolivia salió del mismo.

Mesa de diálogo reclama al Grupo Internacional de Contacto por su comunicado
Reclaman que nadie en el GIC se ha interesado por los «logros» alcanzados por la Mesa de diálogo
El Grupo cuestiona la representatividad de los que conforman el nuevo proceso de negociación

Foto: Republica.com

El comunicado emitido por el Grupo Internacional de Contacto (GIC) de la Unión Europea fue rechazado por el régimen de Nicolás Maduro y los seis partidos minoritarios que participan en la «mesa de diálogo, negociación y paz», luego de que este asegurara que no hay signos de un proceso político serio hacia una salida pacífica y democrática de la crisis en Venezuela.

Calificaron la misiva de contradictoria y aseguraron que descalifica los esfuerzos y resultados, cuestionando de esta manera su representatividad a pesar de estar integrada por representantes de la oposición y el gobierno de Maduro.

Destacaron que nadie en nombre del Grupo Internacional de Contacto se ha interesado, hasta ahora, por el trabajo, los objetivos y los logros alcanzados por la Mesa de Diálogo Nacional, “como han sido el otorgamiento de medidas sustitutivas de privación de libertad a 29 personas, entre ellos, al Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional y el inicio de la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral en el seno de la Asamblea Nacional y el regreso del grupo parlamentario del Partido Socialista Unido de Venezuela”, indicó.

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Alejandro Armas May 31, 2019 | Actualizado hace 3 semanas
Diálogos noruegos en perspectiva

CREO QUE NO AMERITA DISCUSIÓN que el intento de negociación en Oslo entre el régimen chavista y la oposición ha acaparado completamente la atención de los venezolanos en cuanto a política se refiere durante las últimas dos semanas. Los encuentros han producido discusiones álgidas y no pocas veces amargas sobre la conveniencia o inconveniencia de la aproximación. Parte de las mismas se ha enfocado en la naturaleza del mediador nuevo. Estoy convencido de que todo el mundo es libre de opinar sobre lo que quiera, pero para tener una opinión sólida es necesario informarse primero. Llama la atención que de pronto Venezuela sea el lugar del mundo con la mayor cantidad de especialistas en Noruega y sus autoridades. Los “noruególogos” están tan seguros de sus posiciones que a quienes no concuerdan las pueden espetar con una furia mayor que la de una banda de vikingos saqueando París.

Algunas de las observaciones hechas al respecto son francamente bastante ridículas, como que “el gobierno noruego es de izquierda” (en realidad desde 2013 es controlado por el Partido Conservador, miembro de la Unión Internacional Demócrata junto con el Partido Republicano de EE.UU.). Otras apuntan a temas un poco más complejos y dignos de polémica. A mi juicio, el más controvertido es la eficacia de Noruega como mediadora. Independientemente de quién gobierne, Noruega ha asumido como una política de Estado mediar en conflictos extranjeros a lo largo y ancho del globo. Dado que Venezuela se ha vuelto la más reciente receptora de sus servicios, cabe preguntarse cuán efectivos han sido los nórdicos en ayudar a resolver disputas de forma pacífica. Ese ejercicio es el motivo de la presente entrega de esta columna. En su sitio web, el Ejecutivo noruego provee una lista con un total de diez querellas violentas en las cuales ha intercedido dese 1993. Las revisaremos una por una.

 

Afganistán: El rol de Noruega en el “cementerio de los imperios” ha sido un tanto marginal. Se limita a colaborar con el Proceso de Estambul, una iniciativa dirigida a apoyar la seguridad y estabilidad en la nación asiática y la cooperación con sus vecinos. A pesar del carácter muy restringido de sus actividades, por lo cual a duras penas se le puede atribuir responsabilidad por el resultado, Afganistán sigue siendo una nación devastada por una guerra intestina entre el gobierno, apoyado militarmente por Estados Unidos, y los talibanes y otros extremistas musulmanes.

Colombia: Este el caso que los venezolanos mejor conocen, por razones obvias. Noruega fue, junto con otros Estados, uno de los mediadores en el proceso de paz con las FARC, el cual efectivamente terminó con el fin de la rebelión armada por parte de la más grande de las guerrillas colombianas. Creo que es muy temprano para juzgar si el acuerdo logrado perdurará. Que Juan Manuel Santos haya sucedido en el Palacio de Nariño por Iván Duque, quien aboga por una mano mucho más dura hacia los ex guerrilleros, pone a prueba la fortaleza del pacto. Noruega también ha mediado entre el gobierno colombiano y el ELN, un proceso que no ha marchado muy bien, incluso antes del regreso del uribismo.

Filipinas: En este archipiélago las autoridades tienen problemas con movimientos armados tanto comunistas como islamistas. Noruega empezó a mediar en 2001, pero según su propio sitio web, no fue sino hasta 2016 que las conversaciones de paz fueron retomadas. Las rebeliones siguen, aunque el gobierno desde Manila sostiene que se encuentran muy mermadas.

Guatemala: Las guerras civiles centroamericanas están entre las más cruentas del hemisferio occidental. Por eso, su fin en los años 90 fue uno de los más grandes logros diplomáticos de la época. En cuanto a Guatemala, Noruega estuvo entre los mediadores que colaboraron en la firma de varios pactos (tres en territorio noruego) que pusieron fin a décadas de hostilidad entre el gobierno y las guerrillas de izquierda. Desde entonces no ha habido más alzamientos bélicos. Hoy Guatemala es uno de los países más violentos del mundo, pero gracias al crimen organizado, que no es política ni objeto de la diplomacia escandinava.

Myanmar: En la nación del sureste asiático, que ha estado sacudida por violencia entre grupos étnicos al menos desde su independencia en 1948, el gobierno noruego dice haber apoyado armisticios y una iniciativa de paz entre 2012 y 2014. Asegura seguir apoyando el proceso de pacificación en curso. Myanmar hoy sigue inmersa en conflictos étnicos.

Nepal: Nuestro mediador en este caso ofreció su territorio como sede de encuentros informales entre el gobierno de la nación de los Himalayas y una guerrilla maoísta que llevaba 10 años alzada. En 2006 se firmó un acuerdo de paz y desde entonces no ha habido más guerra.

Somalia: No hay mucho qué discutir acá. Noruega es parte de un Grupo Internacional de Contacto que desde 2006 ha intentado reconciliar a las partes enfrentadas en este arquetipo de Estado fallido. La violencia y el caos siguen.

Sri Lanka: Doce años de mediación noruega entre el gobierno cingalés y los Tigres del Tamil, un grupo que buscaba la creación de un Estado aparte en la isla. El papel de Noruega terminó en 2008, luego de que el gobierno pusiera fin a un alto al fuego. Al año siguiente la guerra terminó, pero porque los rebeldes claudicaron.

Sudán y Sudán del Sur: Noruega empezó a mediar en este lío africano en 2002. Tuvo un papel bastante activo que llevó a varios acuerdos de paz a lo largo de más o menos una década y que finalmente terminaron en la creación del más joven de los Estados soberanos hoy. Luego volvió a mediar en un conflicto interno de Sudán del Sur. Se firmó un acuerdo de paz en 2015, pero desde entonces ha habido focos de violencia.

 

Notarán que los casos están ordenados alfabéticamente y que falta el más célebre de todos: los Acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y Palestina. Guardé este para el final para explayarme un poco más con respecto a detalles que creo pertinentes. Es obvio que la paz no se ha logrado. Ya a nadie le sorprende leer sobre violencia entre israelíes y árabes en la prensa. Fatá, la facción palestina que firmó los acuerdos y que por años monopolizó la representación de los palestinos, protagonizó un conflicto cruento con Israel entre 2000 y 2005. Desde entonces, sobre todo tras la muerte del belicoso Yasser Arafat, se ha abstenido en general de recurrir a la violencia, aunque sus relaciones con Israel siempre han sido tensas. Hamas, la facción palestina que tomó el poder en la Franja de Gaza hace quince años, es la que ha mantenido el enfrentamiento armado hasta hoy. En honor a la verdad, no se puede culpar a los noruegos por el ascenso de un grupo que nunca creyó en los Acuerdos de Oslo.

Ahora bien, la historiadora noruega Hilde Waage publicó en 2005 una investigación sobre el papel mediador de Noruega en los acuerdos. En resumen, sostiene que el gobierno noruego mantuvo una posición parcial a favor de Israel. Ello no se debió a intenciones viciadas, sino a un problema de capacidad. Sencillamente, Noruega estaba entre dos partes asimétricas y no tenía el poder de obligar al lado fuerte, Israel, a considerar las necesidades del lado débil. En términos hobbesianos, Oslo no contaba con una espada para imponer justicia y asegurar así un juicio en el que ambos querellantes tuvieran la misma oportunidad de presentar sus alegatos, como haría un soberano juez. Terminaba, según Waage, siguiendo una pauta que Israel marcaba.

Esto es importante por dos razones. En primer lugar, niega que Noruega siempre se preste como “colaboradora de entidades de izquierda” en sus procesos de paz, como han querido hacer ver algunos venezolanos opuestos a las negociaciones. Ciertamente, el árabe-israelí no es un conflicto entre fuerzas de derecha y de izquierda (el venezolano tampoco, por cierto), pero es bien sabido de qué lado del espectro ideológico suelen caer los apoyos de la opinión pública mundial tanto para Israel como para Palestina. En segundo lugar, si las debilidades de Noruega no le permiten hacer valer los intereses de la parte débil en un conflicto altamente asimétrico, cabe preguntarse si ello ocurriría con respecto a Venezuela. Convengamos en que esta, aunque no sea armada, es una querella altamente desigual y que de momento la parte fuerte es el régimen, pues es el que puede emplear la coerción dentro del territorio venezolano. Solo si la oposición cuenta con una capacidad de coerción que no conocemos esto deja de ser un problema. En fin, si distinguimos el conflicto entre Sudán y Sudán del Sur de la guerra interna en este último, tenemos que de los once casos revisados, cuatro terminaron en paz política consolidada: Guatemala, Nepal, Sudán/Sudán del Sur y Sri Lanka, aunque esta última no gracias a la mediación. Entonces, ¿hay razones para ser escéptico con respecto a Venezuela y Noruega? ¡Por supuesto! La principal ni siquiera ha sido mencionada en este artículo: el fracaso de los diálogos anteriores entre el chavismo y la oposición. ¿Las negociaciones están condenadas a fracasar por incapacidad del mediador? La historia dice lo contrario. También está bastante lejos de garantizar su éxito. Para variar, la realidad es mucho más complicada y menos maniquea de lo que los sectores de la oposición, en su sempiterno intercambio de ofensas y recriminaciones, asumen. Estas personas harían bien en pensar dos veces antes de pontificar con arrogancia y descalificar la opinión contraria en un tema que requiere debate de altura. Sería ingenuo de mi parte asumir que a partir de ahora esta será la conducta generalizada, pero si estas líneas convencen a un puñado de personas a deponer su actitud hostil, me consideraré un mejor corrector de entuertos que los noruegos.

 

@AAAD25 

Informe Otálvora: Activadas iniciativas internacionales simultáneas para Venezuela

Leyenda de foto:   Juan Guaidó con el Grupo Internacional de Contacto el 16MAY19. Foto: @JPLaiglesia

 

Diario Las Américas

 

Para el 06JUN19 está prevista una nueva reunión a nivel de cancilleres del Grupo de Lima con el objeto de discutir líneas de acción sobre la crisis venezolana y tendrá como sede la cancillería de Guatemala. El encuentro será el número catorce desde que fuera creada esa instancia informal de coordinación política el 08AGO17. La reunión estaba prevista para el 20MAY19 pero fue pospuesta sin mayores explicaciones aunque algunas fuentes diplomáticas aseguraron que los gobiernos que participan en el Grupo de Lima habían optado por esperar el desarrollo de algunas iniciativas internacionales en marcha.

A solicitud del Grupo de Lima está prevista una reunión conjunta con el Grupo Internacional de Contacto para la cual aún no existe fecha convenida. El encuentro de los dos grupos intentaría una convergencia de esfuerzos y pudiera coincidir con la reunión en Guatemala.

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Muy activo se muestra el gobierno de Uruguay actuando como puente entre el régimen de Nicolás Maduro y diversos gobiernos involucrados en conversaciones sobre Venezuela. Uruguay junto a México propusieron un esquema de negociación entre el gobierno y la oposición en Venezuela que denominaron “Mecanismo de Montevideo” apoyado por Maduro y sus aliados el cual no logró despegar. Simultáneamente Uruguay forma parte del denominado Grupo Internacional de Contacto GIC promovido por la Unión Europea el cual ha celebrado tres reuniones, la más reciente los días 06 y 07MAY19 en San José de Costa Rica. La representación de Uruguay en el GIC la ejerce el subsecretario de Relaciones Exteriores Ariel Bergamino.

Al día siguiente de la reunión del GIC en Costa Rica,  Ariel Bergamino de regreso a Montevideo se desvió a Caracas para sostener una reunión con Jorge Arreaza en la Casa Amarilla. El propósito de la corta visita del 08MAY19, según la cancillería chavista, fue “estrechar relaciones bilaterales” pero en realidad se trataba de un encuentro para conversar sobre lo tratado en Costa Rica y planear la visita a Caracas acordada por el CIG.

El ministro de exteriores uruguayo Rodolfo Nin Novoa afirmó el 15MAY19 durante un acto interno de su cancillería que Bergamini estaba en camino a Caracas “con una propuesta hecha por Uruguay” y que podrían haber prontas “novedades” sobre Venezuela. Bergamini regresaba a Caracas como parte de la “misión política” enviada por el GIC y que permaneció en Caracas los días 16 y 17MAY19. El 20MAY19 la cancillería cubana reportaba la inusual presencia de Bergamini en La Habana. El funcionario uruguayo había ido a Cuba para sostener un encuentro con su colega Bruno Rodríguez en el cual el tema central sería igualmente Venezuela según resaltó el comunicado oficial cubano. La presencia de Bergamini en La Habana coincidió con la realización de una reunión del Consejo Político (cancilleres) de los países de la  Alianza Bolivariana ALBA entre ellos Jorge Arreaza.

El viaje de Bergamini a Cuba, al cual fue acompañado por el director de Asuntos Políticos de la cancillería uruguaya Raúl Pollack, comprobó la intensión del gobierno castrista de formar parte pública y notoria de las gestiones internacionales sobre Venezuela.

La cancillería cubana está imbricando dos temas de su política exterior: el apoyo a su aliado Nicolás Maduro y el rechazo a la aplicación de la Ley Helms Burton que preocupa a algunos países europeos y a Canadá. En esa dirección han estado orientados los encuentros celebrados por Bruno Rodríguez con la ministro de exteriores canadiense Chrystia Freeland el 16MAY19 en La Habana y el 24MAY19 en Bruselas con Federica Mogherini. A Freeland, el ministro cubano le aseguró que su gobierno tiene la “disposición a contribuir con iniciativas que promuevan el diálogo respetuoso con el gobierno” de Maduro. La conversación de Rodriguez con Mogherini fue en realidad una continuación de usuales intercambios telefónicos que la representante europea sostiene con diversos gobiernos sobre las gestiones sobre Venezuela en el marco del GIC.

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La “misión a nivel político” del GIC realizó su prevista visita a Caracas los días 16 y 17MAY19. “El objetivo de esta misión es el de demostrar el compromiso político del Grupo hacia una solución democrática y pacífica y dialogar sobre las opciones para crear las condiciones de una vía electoral negociada” aseguró una vocero oficial del Servicio Europeo de Acción Exterior consultado para este Informe. Al término de la reunión del GIC en Costa Rica el 07MAY19, Mogherini había afirmado que es “hora de pasar a ideas concretas que podrían desbloquear la situación y este Grupo ha producido estas ideas concretas en detalle”, aclarando que “no se trata de un plan de paz, es un conjunto de opciones que hemos identificado como temas que podrían ayudar a avanzar y que estamos listos para presentar y discutir si hay interés en hacerlo”. La misión de la CIG, según la alta vocera europea, viajaría a Caracas para precisar si “hay señales dentro de Venezuela de la voluntad de ir hacia las elecciones presidenciales anticipadas, justas y transparentes”.

El GIC está constituido por la propia UE y los gobiernos de Alemania, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Suecia, el Reino Unido y Uruguay. La misión a Caracas estuvo integrada por Carl Skau,  Juan Pablo Laiglesia, Ricardo Merlo, José Luis Carneiro y Ariel Bergamino de las cancillerías de Suecia, España, Italia, Portugal y Uruguay acompañados por Hugo Sobral por la UE. Oficialmente sostuvieron reuniones con Nicolás Maduro, Juan Guaidó, con partidos opositores no vinculados con Guaidó y con representantes de la Iglesia católica. Todas las informaciones señalan que en la práctica se trató de conversaciones preliminares, básicamente de consulta, sin adelantos en propuestas específicas. Un comunicado del 18MAY19 de la UE informaba que “todos los interlocutores expresaron su agradecimiento por los esfuerzos del GCI” pero “aún se necesita un mayor compromiso con un proceso político orientado hacia los resultados”.

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El italoargentino Ricardo Merlo, subsecretario de Estado para Asuntos Exteriores de Italia contó al diario bonaerense Clarín que la misión del GIC había pedido a Maduro “elecciones lo más rápido posible, pero elecciones democráticas, transparentes, controladas por organismos internacionales” sin recibir respuesta concreta. Medios de propaganda del gobierno chavista difundieron la versión según la cual el encuentro había sido para informar las “consecuencias del bloqueo y las sanciones impuestas por EEUU en contra de Venezuela”. Tal como ya lo había hecho el 02FEB19, Maduro repitió el 20MAY19 su propuesta de convocar a elecciones adelantadas pero refiriéndose a la Asamblea Nacional y no a la Presidencia. Se trata de una obvia blufeada en respuesta a las gestiones del GIC y otras iniciativas de mediación. “Queremos ver si este encuentro que tuvimos con Maduro fue sólo una puesta en escena o va aceptar finalmente negociar una salida” dijo el diplomático italiano sobre la reunión del GIC.

Según Merlo, Juan Guaidó por su parte “está dispuesto a participar en una nueva convocatoria a elecciones, inclusive a llamar a comicios para renovar el Parlamento que él preside”.

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El gobierno de Noruega ha estado monitoreando la crisis venezolana en los últimos años. Funcionarios diplomáticos noruegos hicieron cercano seguimiento a las negociaciones que el gobierno y la oposición venezolana adelantaron en República Dominicana en 2017 y desde entonces han tendido puentes hacia diversos sectores políticos venezolanos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega cuenta con una “Sección de Paz y Reconciliación” dependiente de su Departamento de Asuntos Regionales la cual ha estado especialmente activa en Venezuela. Esa sección está actualmente dirigida por el diplomático Dag Halvor Nylander quien actuó como representante de su país en las negociaciones de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc en La Habana desde el 2012. Noruega fungió como financista, facilitador y garante de esas negociaciones seguidas en La Habana. Tras su participación en Colombia, Nylander fue designado el 27FEB17 por el Secretario General de la ONU António Guterres como buen oficiante entre Guyana y Venezuela sobre el diferendo territorial por el Territorio Esequibo. En su condición de representante de la ONU, Nylander viajó durante el año 2017 en varias ocasiones a Venezuela y sostuvo encuentros tanto con Maduro como con Delsy Rodríguez quien ejercía como Ministra de Relaciones Exteriores.

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La iniciativa de Noruega para actuar como intermediario entre Maduro y la Oposición comenzó a concretarse en los primeros meses del 2019 con conversaciones de representantes diplomáticos noruegos con voceros venezolanos. Juan Guaidó designó a  Fernando Martínez Mottola, Gerardo Blyde y el parlamentario Stalin González como sus representantes en una primera etapa de conversaciones con los noruegos. Igualmente Guaidó habría designado un grupo de asesores en materia de diplomacia, negociaciones y derecho constitucional. Maduro, por su parte, se hace representar por el ministro Jorge Rodríguez y el gobernador Héctor Rodríguez a quienes se sumaría Jorge Arreaza.

Los días 13 y 14MAY19 se llevó  a cabo en Oslo una serie de reuniones entre cada una de las parte con representantes de la cancillería noruega. Tras la filtración a los medios sobre los encuentros en Oslo, la cancillería noruega emitió a media noche del 16MAY19 un escueto e inusual comunicado en el cual confirmó las reuniones con “actores centrales” de Venezuela en lo que calificó como una “fase exploratoria” para “encontrar una solución pacífica” para el país.

Según varias fuentes consultadas para este Informe el 23 y 24MAY19, el gobierno de Noruega estaba organizando un nuevo ciclo de reuniones a celebrarse en Oslo, probablemente a partir del 29MAY19 con duración de hasta tres días. En medios políticos de Caracas circulaba esos días la versión sobre la participación de expertos y exautoridades electorales venezolanos invitados por la cancillería noruega.

El 25MAY19 mediante un comunicado oficial, el ministerio noruego de exteriores informó que “los representantes de los principales actores políticos de Venezuela han decidido regresar a Oslo la próxima semana para continuar un proceso facilitado por Noruega”. Pocas horas después la vocero del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus, emitió un comunicado titulado “Continúa el apoyo de Estados Unidos a la democracia en Venezuela” en el cual manifestaba dudas sobre la iniciativa de Noruega. “Las elecciones libres no pueden ser supervisadas por un tirano. Como hemos dicho en repetidas ocasiones, creemos que lo único que hay que negociar con Nicolás Maduro son las condiciones de su partida. Esperamos que las conversaciones en Oslo se centren en ese objetivo, y si lo hacen, esperamos que el progreso sea posible” se leía en el comunicado de EEUU. Antes de la declaración del Departamento de Estado, el vicepresidente de EEUU Mike Pence había dicho a CNN que “hoy nuestro mensaje es simple: el tiempo para el diálogo se acabó; el tiempo para acción está aquí”.

Juan Guaidó emitió un comunicado en la noche del 25MAY19 admitiendo el envío de una delegación a Oslo “para explorar una posible salida, negociada, de la dictadura y de esta grave crisis”. Guaidó confirmó la presencia de Mottola, Blyde y Stalin González y sumó al exrector electoral Vicente Díaz quien es en la práctica un representante personal del dirigente Julio Borges actualmente en el exilio.   En la mañana del domingo 26MAY19 el CIG emitió desde Bruselas un comunicado celebrando “la continuación del proceso de negociación facilitado por Noruega entre los actores políticos venezolanos”. El GCI ofreció “brindar apoyo a los esfuerzos en curso, según corresponda”.

Elecciones generales, elecciones presidenciales, elecciones con Maduro en la Presidencia, elecciones sólo después que Maduro abandone la Presidencia. Esos son temas que se barajan actualmente en el debate opositor venezolano y que se proyectan en la iniciativa noruega de mediación que según Guaidó busca “una salida negociada”.

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¿Cómo se convirtió Venezuela de una situación conflictiva interna a un serio problema internacional en el cual intervienen grupos de países y las grandes potencias?. El más reciente libro de Edgar C. Otálvora narra ese proceso y ya está disponible en Amazon en versión digital. ¡Búsquelo!. “Venezuela un problema global”.

 

@ecotalvora

MUCHOS AÚN SE PREGUNTAN, como si fuesen satélites que giran alrededor de la tierra, sobre lo que pasa en Venezuela. Pero yo me pregunto, como venezolano y cronista cotidiano de nuestra tragedia y a lo largo de las dos últimas décadas, ¿qué le pasa a la comunidad internacional con relación a Venezuela?

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, con datos duros y a mano, nos muestra en sus informes a una nación en crisis humanitaria terminal; secuestrada por funcionarios coludidos con el terrorismo y el narcotráfico; sujeta a la violencia de grupos colectivos paramilitares; víctimas, sus diputados y los militares disidentes, de torturas sistemáticas en los sótanos de la policía política; y a una Fuerza Armada ocupada de administrar los restos de una economía en quiebra, canibalizando las riquezas minerales del país en complicidad con las FARC y el ELN, en fin, atendiendo al negocio de las drogas, o bien neutralizados sus miembros por el miedo, bajo amenaza de los comisarios cubanos. Raúl Castro reconoce que alcanzan a la cifra de 30.000 los miembros de sus CDR presentes en Venezuela.

El Grupo de Lima, que es ya una fragmentación de la OEA, decide retirarle su reconocimiento al régimen de Nicolás Maduro, por ende, desde el pasado 10 de enero. Le concede su legitimidad sucesiva a la Asamblea Nacional, para que ella y su presidente, Juan Guaidó, como gobernante interino, conduzcan una transición por etapas hacia la democracia. En pocas palabras, les propone a éstos y a los venezolanos, hagamos el milagro de destronar a un Estado criminal por las vías constitucionales.

Los países europeos, formantes del llamado Grupo Internacional de Contacto, entre tanto se ocupan de ralentizar el esfuerzo del Grupo de Lima; que al menos implica el cese de la usurpación de Maduro como paso previo, hasta que se organicen unas elecciones libres y justas. Y el presidente electo de Panamá, Laurentino Cortizo, abre fuegos contra el último grupo y se sincroniza con su copartidario ideológico, el canciller español Josep Borrell, animador del primero.

La realidad de Venezuela, para éstos, sería muy diferente. No más la del crimen organizado que secuestra a un Estado para blindarse en su impunidad o la de un pueblo víctima de la hambruna y la violencia o de una diáspora que frisa 3.600.000 venezolanos.

Se trataría de dos fuerzas políticas que se oponen y excluyen y que, en suma, requieren sólo de entenderse, de favorecer otro milagro, a saber, lograr un sincretismo de laboratorio entre el mal absoluto y la ética política a fin de restablecer los fueros de la democracia, cuando menos, las leyes de una vida decente.

No abundo sobre la perspectiva de la ONU, pues mira ella hacia los lados; tanto como lo hacen su actual secretario Antonio Guterres, la Alta Comisionada de Derechos Humanos, y la Corte Penal Internacional. Sus tiempos son otros, no los de quienes sufren tragedias humanitarias y demandan auxilios, como lo reconoce el penúltimo Secretario de Naciones Unidas, Kofi Annan.  

Este, en 2005, lo dice sin ambages: “… nuestras declaraciones son palabras huecas. Si no pasamos a la acción, nuestras promesas son vanas. Los vecinos de las aldeas que se apiñan temerosos al oír el fragor de los bombardeos aéreos del gobierno o al ver aparecer a milicias asesinas no hallan consuelo en las palabras incumplidas de los Convenios de Ginebra, por no mencionar las solemnes promesas de “nunca más” que hizo la comunidad internacional cuando reflexionaba sobre los horrores de Ruanda hace un decenio.”.

La comunidad internacional ha reclamado unidad a los venezolanos. Se la exigido a sus líderes, como condición para ayudarlos a salir del régimen que les oprime. Sin embargo, dispersa, atomizada, hoy se mira en el espejo retrovisor de las ideologías, lo que es peor, escruta sobre el mapa de sus intereses y de quienes la financian, antes de actuar. A la vez que se aprovechan de sus diarias contradicciones los laboratorios que contaminan las redes para sembrar la desesperanza.

Lo cierto es que todo ello conspira contra la convergencia de los venezolanos en el dolor. Está comprometiendo la viabilidad del Estatuto para la Transición hacia la Democracia, adoptado en febrero por el parlamento.

Una comunidad internacional hecha rompecabezas, con discursos ambiguos o “amermelados” – diría un neogranadino – es útil a Maduro. Es funcional, quiéralo o no, a su Estado criminal, que avanza hacia la clausura del último reducto democrático que le queda al país, su Asamblea Nacional.

Sólo falta que encarcelen a Guaidó y que la diáspora se multiplique, crezca todavía más y exponencialmente, comprometiendo la gobernabilidad de Colombia, que es su primer destino, la estabilidad económica regional, y la propia paz y seguridad en las Américas. Eso lo saben los presidentes Iván Duque, nuestro generoso vecino del occidente, como Jair Bolsonaro en el sur y Donald Trump en el norte, líderes estos de las dos potencias americanas más importantes.

Por lo pronto, tras la confusión y el desorden, la celestina noruega hace de las suyas, parte confites con los dialogantes de Oslo. No por azar es sede de los Premios Nobel, que demandan para alcanzarse de una peregrinación a la meca de La Habana. Si no que lo digan los expresidentes Jimmy Carter y Barack Obama, o los ilustres colombianos Gabriel García Márquez y Juan Manuel Santos.     

 

@asdrubalaguiar

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