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Por falta de datos el PMA-ONU no incluyó a Venezuela en mapa de puntos críticos del hambre
Susana Raffalli alertó que el hecho de que el riesgo alimentario quede «invisible» en el mapa «resta argumentos para movilizar fondos humanitarios necesarios»

El Programa Mundial de Alimentos y las Naciones Unidas no incluyeron a Venezuela en el mapa de puntos críticos del hambre por falta de datos.

De acuerdo con el informe, además de Venezuela, lo mismo ocurrió con la La República Popular de Corea.

Asimismo, indicaron que hubo falta de disponibilidad o escasez de datos actualizados sobre inseguridad alimentaria, lo cual «no permitía una evaluación comparativa basada en la aplicación metodología», y por tanto, no se reflejaron en el mapa de puntos críticos del hambre.

Por otra parte, señalaron que Colombia es el país que alberga el mayor número de migrantes venezolanos en la región.

«A agosto de 2021, más de 1,8 millones de migrantes de Venezuela fueron estar en el país, lo que representa un aumento de 100 000 desde principios de 2021, a pesar de los cierres oficiales de fronteras entre los dos países hasta octubre de 2021», añade el texto.

También, señalaron que el Estatus de Protección Temporal que otorga Colombia a migrantes venezolanos, junto a la apertura de fronteras, podría «impulsar un mayor aumento de flujos migratorios en los próximos meses».

Otro dato es que, aproximadamente el 64% (1,1 millones) de migrantes venezolanos en Colombia tenían inseguridad alimentaria en julio de 2021, incluido el 14% severamente inseguro.

«Los datos muestran una ligera mejora en la situación de hace un año, cuando el 73% estaban en inseguridad alimentaria. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante», advierten.

 

En el caso de los venezolanos en Ecuador y Perú, se muestra un panorama similar. «La proporción de personas en situación de inseguridad alimentaria inmigrantes sigue siendo alta, en 66 y 57 por ciento respectivamente, a pesar de una mejora respecto a 2020”.

Desde el PMA recomendaron a países receptores de venezolanos lo siguiente:

Proporcionar transferencias en efectivo y/o asistencia alimentaria a poblaciones vulnerables en diferentes territorios.

Apoyar a los migrantes venezolanos y las comunidades de acogida en las zonas rurales limítrofes

Apoyo a la producción rápida de forraje

“Riesgo alimentario en Venezuela quedó invisible”

Susana Raffalli, nutricionista especializada en gestión de la seguridad alimentaria, alertó que el hecho de que el riesgo alimentario quede «invisible» en el mapa de puntos críticos del hambre «resta argumentos para movilizar fondos humanitarios necesarios».

«Resta credibilidad a las agencias que, con operaciones aquí deben dar cuenta de lo que pasa.Nos restan a nosotros en este silencio de no pasar nada», añadió Raffalli.

*También puede leer: Analista considera que se necesita una «avalancha de unidad nacional» para lograr un cambio político

FAO registró la cifra más alta de subalimentación en Venezuela
En el caso de Venezuela, la mayor cantidad de personas subalimentadas se registró entre 2018 y 2020. La cifra aumentó hasta 7,8 millones de venezolanos

Venezuela es el segundo país de América Latina con mayor prevalencia de subalimentación en su población. Entre 2013 y 2015, solo 5% de la población venezolana prevaleció subalimentada. Para 2020, esta cifra aumentó a 27,4%.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló en un informe sobre el panorama regional de la seguridad alimentaria 2021, que en 2020, aproximadamente 59,7 millones de personas en América Latina y el Caribe padecían subalimentación, el número de personas más alto en los últimos veinte años.

«Entre 2019 y 2020, la población que vivía con hambre creció 30%, aumentando 14 millones en apenas un año», indicó el estudio.

El país con la mayor prevalencia de la subalimentación en América Latina y el Caribe, entre 2018 y 2020, fue Haití, con 46,8%.

A Venezuela le sigue Nicaragua (19,3%), Guatemala (16,8%), Honduras (13,5%), Bolivia (12,6%) y Ecuador (12,4%). Según la FAO, el resto de los países con información disponible tienen una prevalencia de la subalimentación inferior a 10%.

Subalimentación llega a su pico más alto

De acuerdo con la FAO, en 2020, en Sudamérica había 33,7 millones de personas subalimentadas. El número de personas que sufren de hambre en Sudamérica aumentó en 18 millones entre 2014 y 2020. La mitad de este incremento, es decir, nueve millones, se dio entre 2019 y 2020, en el contexto de la pandemia de COVID-19.

«En otras palabras, la cantidad de personas que padecen hambre creció 36% en apenas un año», reiteró el informe.

En el caso de Venezuela, la mayor cantidad de personas subalimentadas también se registró entre 2018 y 2020. En ese periodo, Venezuela registró 7,8 millones de venezolanos subalimentados.

Antes de 2016, la cifra más alta que había registrado Venezuela de subalimentación en su población fue 3,7 millones de personas entre los años 2000 y 2002. 

La cifra disminuyó a 2,2 millones entre 2004 y 2005. Diez años más tarde, aumentó a 3,4 millones de personas subalimentadas en 2014.

Desde entonces, la cantidad de personas que no se alimentan lo suficiente ha incrementado constantemente.

6,5 millones de venezolanos subalimentados entre 2016 y 2018. 6,8 millones entre 2017 y 2019. Hasta llegar a la cifra actual de 7,8 millones.

Niños también padecen desnutrición aguda

Los países con niveles de desnutrición aguda por encima a 3% entre niños y niñas menores de cinco años son: Barbados (6,8%), Trinidad y Tobago (6,4%), Guyana (6,4%), Suriname (5,5%), Venezuela (4,1%) y Ecuador (3,7%).

Entre 2000 y 2015, en Venezuela también se registró un incremento en la prevalencia de bajo peso al nacer de 6%.

En 2015, Venezuela alcanzó la cifra más alta de prevalencia de bajo peso al nacer, llegando a 9,1%. 

Según la FAO, este indicador ha estado en constante aumento desde 2010. 

Los países que redujeron la prevalencia de este indicador fueron Bolivia (-10%) y Cuba (-13%).

La mayoría de los venezolanos no consume la cantidad adecuada de frutas y hortalizas
De acuerdo con Milagro Viloria, integrante de la FAO, «es crucial considerar el sector de las frutas y hortalizas de manera holística»
La doctora María Soledad Tapia, bióloga y miembro de la Academia de Ciencias, consideró que es necesario pensar en las proporciones comestibles disponibles

@Andrea_GP21

A inicios del 2021, la Asamblea General de la ONU declaró este como el Año Internacional de las Frutas y las Verduras, como parte de un esfuerzo para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº2 que busca conseguir la meta de Hambre Cero para 2030.

“Las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades. Sin embargo, a pesar de estos enormes beneficios, no las consumimos en cantidades suficientes”, aseguró el Secretario General de la ONU, António Guterres, durante el lanzamiento oficial del Año.

Con motivo del Año Internacional de las Frutas y las Verduras, que está por culminar en dos meses, la Academia Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organizaron un foro en el cual participaron diferentes expertos en el área.

Dieta saludable

La doctora María Soledad Tapia, bióloga y miembro de la Academia, consideró que es necesario pensar en las proporciones comestibles disponibles. «Estamos clarísimos de que esto no garantiza una ingesta adecuada, pero sin disponibilidad, la ingesta es imposible», dijo.

Al respecto, informó que, desde la organización Cinco Al Día Venezuela han trabajado en impulsar el consumo de 400 gramos diarios de frutas y hortalizas ,estimado por la Organización Mundial de la Salud, pero les han dicho que la población venezolana no puede alcanzar esa meta.

«Esto nos llevó incluso a rediseñar la estrategia y el mensaje. Nosotros hemos intentado combatir las barreras contra el consumo, porque las cuentas no dan», señaló.

Durante su intervención, explicó que una dieta saludable incluye muchas frutas, hortalizas, legumbres, granos y semillas; y excluye los excesos de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio.

 

En cuanto a la realidad de Venezuela, Tapia explicó que son pocos los estudios que evalúan el consumo de frutas y hortalizas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en su estudio publicado en 2015, el consumo diario de frutas era de 85,5 gramos, mientras que el consumo diario de verduras era de 82,1 por persona.

    

Asimismo, señaló que la mayoría de la población no consume las cantidades diarias adecuadas de frutas y hortalizas.

  

Tapia se refirió a cifras del Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria que, este 2021 señaló que el 61% de los hogares zulianos no consumen frutas, mientras que el 83% no consume hortalizas verdes. Además, indicó que el 76% de los hogares tachirenses no consume hortalizas verdes.

Entre las barreras contra el consumo se encuentran los altos costos, el desconocimiento de beneficios nutricionales, motivos culturales como el prejuicio y el patrón alimentario.

 

A juicio de Tapia, el Sistema Alimentario Venezolano necesita transformarse para recuperar la producción nacional y el consumo, lo cual va a permitir niveles de seguridad alimentaria y nutricional adecuados.

También, considera necesario apoyar a los agricultores, mejorar la producción y las cadenas agroalimentarias, entre otras.

Caída en la producción

La profesora Leída Lovera, directora de Fedeagro en el ramo de las hortalizas, comentó sobre la caída en la producción de varios de estos rubros a lo que se le suma la falta de combustible.

Además, Lovera indicó que el ingreso de muchos productos desde países como Colombia ha afectado de forma negativa la producción nacional, señalando que, si se desconoce el estado sanitario de esos productos, también «puede ser una amenaza para la salud pública».

 

Otros problemas son las condiciones del pago de impuesto a los agricultores, alta intermediación en la comercialización, crecimiento de los costos de producción, asistencia técnica y desarrollo tecnológico por instituciones del Estado, entre otras.

En ese sentido, presenta las perspectivas que podrían ofrecer un mejoramiento de esta situación, como lo son el Programa de hortalizas de Fedeagro, el impulso al sector privado y la apertura de tiendas agrícolas en los estados agrícolas del país.

A su vez, Carlos Romero, quien dirige el grupo de frutales de Fedeagro, informó que desde el año 2014 las exportaciones son nulas.

En cuanto a los costos de producción, señala que se ven afectados por los rubros que no escapan de la crisis, escasez de agroinsumos, dolarización de precios y la escasez de combustibles.

«El consumo interno de frutas en Venezuela es de 300 gramos al día, hoy en día,  la capacidad interna no supera el 30%», lamentó.

De acuerdo con Romero, la fruticultura es algo vital para la dieta diaria del venezolano, pero, según comenta, un gran porcentaje de la población no consume frutas y verduras.

En su presentación, dijo que, en cuanto a los mercados locales y de exportación, la producción de las frutas se ha mantenido pese a la crisis del sector agrícola.

 

Sin embargo, detalla que la producción de cítricos ha disminuido. También, reporta una falta de ejecución de políticas al manejo del Huanglongbing, que incluya la producción de plantas certificadas y el control del insecto vector.

Por último, indicó que es obligatorio fortalecer este sector «para mantener los empleos, los recursos y mejorar la nutrición y salud del venezolano».

Agricultura urbana y periurbana

Manuel Gómez, director de la organización Acción Campesina, informó que han trabajado en proyectos de ayuda humanitaria por la crisid venezolana.

En un trabajo de campo de Acción Campesina, según Gómez, el 88% de los entrevistados no había comido frutas y hortalizas el día anterior y solo el 6% comió los tres grupos alimenticios.

Asimismo, el 93% de los entrevistados señalaron que los ingresos provenían de subsidios, 6% del empleo formal y 6% de empleos informales.

«Con el cierre de escuelas, la Encovi establece que el programa alimentario escolar cubrió en el 2020 el 19% de la población escolarizada», advirtió.

 

A su juicio, en los últimos 40 años se han modificado modelos productivos que estaban integrados a la vida familiar, «que eran estas casas con patios grandes que tenían sus matas frutales y medicinales».

En tal sentido, explicó el aporte de la agricultura urbana y periurbana al sistema alimentario de Venezuela, la cual debe ser asumida como un «complemento a la producción masiva por parte del sistema productivo»

Aprovechamiento de la tecnología

Diógenes Infante, catedrático de la Universidad Simón Bolívar (USM) e integrante de BioFarm, explicó el uso de la tecnología para cultivar hortalizas.

A su juicio, se acerca el final de la Venezuela petrolera, por lo que se deben aprovechar otros recursos que aporten a la economía nacional.

 

Desde BioFarm, según explicó, se ofrece la tecnología inteligente para la agricultura, permitiendo predicciones precisas de rendimiento, mejorar el rendimiento por planta, ciclos de cultivo más rápido y producción continua.

Además, disponen de vitrinas tecnológicas, cultivando vegetales frescos, lechugas y microverdes, empaquetados y listos para comer, libres de químicos y contaminación con organismos patógenos.

   

Todo esto se realiza a través del proyecto piloto BioFarm, que consta de dos contenedores ubicados en Caracas donde se realizan los cultivos.

                

De acuerdo con Milagro Viloria, integrante de la FAO, «es crucial considerar el sector de las frutas y hortalizas de manera holística».

«Es necesaria la participación de todos los actores. Es necesaria la inversión en cadenas de frío. Es necesario la inclusión de frutas y verduras a través de los programas del Estado, sobre todo en programas de alimentación escolar, porque hay niños que tienen alimentos solamente en las escuelas», indicó.

FAO advierte que la pandemia desencadena el mayor aumento del hambre en décadas
La pandemia, así como la crisis económica que generó, son los principales catalizadores del aumento del hambre en 2020

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió este lunes, 12 de julio, que la pandemia de COVID-19 ha desencadenado el mayor aumento del hambre en décadas.

De acuerdo con el informe de la FAO, se calcula que entre 720 y 811 millones de personas sufrieron hambre en 2020, unas 161 millones más que el año 2019.

Esta situación se considera en dicho informe como un “empeoramiento espectacular” de la situación alimentaria a nivel global.

Qu Dongyu, director general de la FAO, señaló que el aumento del hambre fue cinco veces mayor que la subida más importante registrada en los últimos 20 años.

 

Además, el informe alerta que sin grandes cambios será imposible cumplir con el objetivo de acabar con el hambre para 2030, una de las principales metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La COVID-19 empeora la situación

La pandemia, así como la crisis económica que generó, son los principales catalizadores del aumento del hambre en 2020, algo que ya era decadente desde hacía años.

Al respecto, el documento señala que el coronavirus es «solo una pequeña parte de un problema mucho mayor» y apunta a otros factores como la crisis climática, los conflictos o unos sistemas alimentarios muy ineficientes.

«La COVID-19 ha empeorado las cosas y ha dejado clara la conexión entre desigualdad, pobreza, alimentación y enfermedades», señaló el secretario general de la ONU, António Guterres.

Guterres recordó que a pesar de que la producción de comida se ha incrementado un 300 % desde mediados de la década de 1960, la malnutrición sigue siendo un problema muy importante.

Con información de EFE

Pizarro: FAO inició proyecto para paliar inseguridad alimentaria en Venezuela
Explicó que el proyecto tiene el objetivo de apoyar la recuperación de los medios de vida y la seguridad alimentaria 

El Comisionado del Gobierno Interino para las Naciones Unidas, Miguel Pizarro, informó que FAO Américas lanzó un proyecto de asistencia agrícola de emergencia para poblaciones vulnerables en situación de inseguridad alimentaria en Venezuela.

“El proyecto tiene el objetivo es apoyar la recuperación de los medios de vida y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición de 1.275 hogares vulnerables incluidos los venezolanos que han regresado, pueblos indígenas, escolares y hogares encabezados por mujeres y ancianos”, expresó Pizarro a través de su cuenta en Twitter.

El funcionario agradeció al Gobierno de Bélgica y agencias multilaterales por su esfuerzo en hacer frente a las consecuencias de la Emergencia Humanitaria Compleja y la pandemia de la COVID-19 en Venezuela.

FAO: Niveles de hambruna aumentarán en Venezuela para 2021
Actualmente más de 34 millones de personas en el mundo ya se enfrentan a niveles de emergencia al borde de la inanición

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertaron que la situación de malnutrición se agravará entre marzo y próximo en la mayoría de las regiones del mundo, desde Afganistán, Siria y Líbano, hasta Haití y Venezuela.

“La magnitud del sufrimiento es alarmante”, expresó el director general de la FAO, Qu Dongyu, que instó a actuar con rapidez para salvar vidas y prevenir la peor de las situaciones a la luz de los datos del informe “Focos de Hambruna”.

Actualmente más de 34 millones de personas en el mundo ya se enfrentan a niveles de emergencia al borde de la inanición y las cifras aumentarán en más de 20 países, según los datos de la FAO y el PMA.

En Venezuela, la inseguridad alimentaria empeorará especialmente debido a la hiperinflación y el endurecimiento de las sanciones internacionales que han supuesto la casi total suspensión de la exportación de petróleo, la fuente principal de ingresos externos del país, y han derivado en precios de comida en alza, se indica en el informe.

«Esto se ve agravado por el impacto de las restricciones relacionadas con covid-19 y la escasez de combustible, que han afectado las actividades logísticas y agrícolas en todo el país», dice parte del informe sobre el país.

En 2019, unos 9,3 millones de venezolanos padecían inseguridad alimentaria, pero el informe prevé que los niveles crezcan significativamente. La FAO ubica al país en el séptimo puesto de las naciones con altos niveles de inseguridad alimentaria para 2021, solo por debajo de países en conflicto como la República Democrática del Congo, Afganistán, Etiopía, Siria o Yemen.

Además, la organización resaltó en su informe que las organizaciones humanitarias enfrentan múltiples limitaciones burocráticas y logísticas en estos países, incluyendo Venezuela, lo que dificulta la atención de la población en riesgo.

Justamente el lunes 22 de marzo, la FAO informó sobre la reanudación del programa de transferencias monetarias a familias pobres que requieren asistencia alimentaria en el país, en conjunto con el Programa de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, luego de las amenazas y suspensión de este plan por la detención de cinco trabajadores humanitarios de la ONG zuliana Azul Positivo.

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Las noticias económicas más importantes de hoy #4Dic

Runrun.es hizo una recopilación de las noticias económicas más importantes del momento. En octubre el bolívar tuvo la mayor depreciación frente al dólar, 30% de la población en Venezuela sufre de subalimentación y la hiperinflación terminó de devorar el bolívar, son los temas más destacados del día.

 

Cenda: En octubre el bolívar tuvo la mayor depreciación frente al dólar

El costo de la Canasta Alimentaria para el mes de octubre de 2020 se ubicó en Bs. 89.011.381,99, registrando una variación de de 23,5% equivalente a  Bs. 16.952.780,34, de acuerdo con la información dada a conocer por el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda). Destaca la información, que la variación de la CAT en octubre fue muy similar a la registrada el mes anterior, cando se ubicó en 25,0%, equivalente a Bs. 14.397.083,65. Descifrado

«Un Kilo de arroz por un salario mínimo»: la hiperinflación se dispara de nuevo en Venezuela

En Venezuela se necesita más de un millón de bolívares para comprar un dólar. Y es la segunda vez en los últimos dos años. La hiperinflación terminó de devorar a la divisa local y el incendio en la precaria economía venezolana sigue activo. El preocupante indicador se sitúa entre las crisis inflacionarias más duraderas de la historia económica moderna, solo superada en la región por la que vivió Nicaragua entre 1986 y 1991. En noviembre se cumplieron tres años desde que el país petrolero comenzó a registrar, mes a mes, tasas de más del 50% de inflación que han traído detrás un catastrófico aumento de la pobreza. Descifrado

Reactivan planta compresora de gas en Anzoátegui para 20.000 bombonas

Este miércoles 2 de diciembre ha sido reactivada la Planta Compresora Santa Rosa, con la que reincorporan 120 millones de pies cúbicos de gas para satisfacer el mercado interno, anunció el vicepresidente Sectorial del Área Económica, Tareck El Aissami. La planta ubicada en Anaco, estado Anzoátegui, incorpora al mercado 20.000 bombonas diarias de gas domestico (GLP), para beneficiar a 600.000 familias mensualmente, anunció el también ministro de Petróleo. Bancaynegocios

Unicef hace la mayor petición de fondos de su historia y solicita US$200 millones para Venezuela

Unicef hizo este jueves su mayor petición de fondos hasta la fecha, de 6.400 millones de dólares (5.292 millones de euros), para llegar durante el año 2021 a más de 190 millones de niños afectados por crisis humanitarias y por la pandemia de la covid-19. «Cuando una pandemia devastadora coincide con un conflicto, el cambio climático, los desastres o el desplazamiento, las consecuencias para los niños pueden ser catastróficas», dijo en un comunicado la directora ejecutiva de la agencia de la ONU para la infancia, Henrietta Fore. Bancaynegocios

Bárcenas: De darse créditos en dólares obviamente la tasa de interés debe ser mayor a la de préstamos en bolívares

Luis Arturo Bárcenas, economista de Ecoanalítica, afirmó que «de darse créditos en dólares obviamente la tasa de interés debe ser mayor a la de préstamos en bolívares y eso debe definirse». «Si se permitieran créditos en dólares serían privados los que pongan el dinero que se necesita las empresas privadas por ejemplo», indicó. Explicó que la cámara de compensación en dólares puede ser privada como sucede en otros países, eso sí debe operar en el marco regulatorio venezolano. Descifrado

FAO: Más del 30% de la población en Venezuela sufre de subalimentación

La FAO asegura que la pandemia de la COVID-19 ha dejado más de 13 millones de contagiados en Latinoamérica, situación que agravará y profundizará las cifras de hambre y malnutrición en la región. Este miércoles 2 de diciembre se presentó el informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe 2020”, centrado en los países que sufren índices de malnutrición, sobrepeso infantil y retraso en el crecimiento. Descifrado

FAO: Venezuela presenta desafíos enormes para mejorar su situación alimentaria
Para la FAO, el hambre en el país se debe a la baja producción, la pandemia y las sanciones económicas

 

Este viernes, 16 de octubre, el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Venezuela, Rolf Hackbart, a propósito del día mundial de la alimentación, afirmó que el país enfrenta «desafíos enormes» para mejorar la situación alimentaria de sus habitantes.

Hackbart señaló que el acceso a los alimentos es una dificultad que no sólo enfrenta en este momento Venezuela,  sino varios países, «el hambre volvió», dijo en entrevista concedida al programa A Tiempo de Unión Radio.

El representante de la FAO aclaró que a nivel mundial, la producción de alimentos ha aumentado, pero también advirtió que la FAO proyecta que en la región latinoamericana y el Caribe 9 millones de personas estarán en situación de hambre en 2030, en comparación con el año 2019.

 «Si no actuamos inmediatamente, Venezuela no escapa de esta realidad, la prevalencia de la subalimentación actualmente según datos de la FAO medidos desde 2017 hasta 2019 es como cerca del 30% de la población en Venezuela».

Aseguró que este problema repercute en la región y obedece en primer lugar al tema de la emergencia económica por el cual transita el país desde hace varios años.

«Es inadmisible que se utilice mecanismos de bloqueo, u otros sistemas financieros para impedir que una nación cualquiera que sea accese a los alimentos, para producir los alimentos en su país para su pueblo, eso es inadmisible».

Además señaló que una de las principales causas del hambre en el país es la baja producción,  y en su opinión, se requieren más programas públicos para mejorar esta situación  de los alimentos.

Insistió en avanzar en programas públicos con la participación del sector privado. «Estos son caminos para solventar esos problemas en la región y el país».

*Con información UR