Una encuesta realizada por Runrun.es, donde participaron 1.464 usuarios, determinó que los ciudadanos prefieren salir a las calles únicamente si es necesario y no a pasear
La médico internista María Guercio considera que no es prudente reabrir sectores turísticos en estos momentos, pues existe la posibilidad de que aumenten los contagios de COVID-19
La psicólogo clínico Vanessa Nunes señaló que aunque hay opciones para entretenimiento y esparcimiento virtual, la tendencia es a no ser suficiente y las personas que no se adaptan buscan salir y mantener contacto con otros individuos
@Andrea_GP21
Ya han transcurrido casi ocho meses desde que en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro, decretó una cuarentena para evitar los contagios de COVID-19 en el país, dejando a millones de personas sin la posibilidad de, más allá de salir a las calles a trabajar y tener su día a día, tener momentos de esparcimiento y entretenimiento.
Durante todo este tiempo, los venezolanos que se han mantenido en casa y han salido a actividades puntuales, no podían tener actividades cotidianas como ir a un restaurante, al gimnasio o ir a la playa.
No obstante, a partir del 19 de octubre, durante las semanas de flexibilización del esquema “7+7 plus”, como lo llaman los voceros de Nicolás Maduro, se incluyeron sectores turísticos y relacionados con el entretenimiento y esparcimiento.
También, en el mes de octubre, según los reportes oficiales del gobierno de Maduro, se ha evidenciado una disminución en los contagios diarios y fallecimientos por COVID-19, lo que ha generado que los ciudadanos pierdan el miedo. También ha causado mayor flexibilización. Venezuela pasó de tener más de 1.000 casos diarios, a apenas 300 o 400.
Desde ese momento se permitió la apertura al público de posadas, hoteles, playas y balnearios, clubes, parques de diversiones y temáticos, teleféricos, eventos públicos en sitios abiertos, restaurantes, cafeterías, heladerías, autocines y actividades al aire libre, y unos meses antes los centros comerciales, gimnasios, entre otros.
Tras esos anuncios, y en los días siguientes, se reportó a través de las redes sociales que aumentó la afluencia de ciudadanos en las calles y en sitios turísticos, mucho más de lo que se veía con anterioridad. Los lugares con mayor asistencia son las playas y los centros comerciales.
Cansados de tanto encierro
Runrun.es realizó una encuesta en Twitter para conocer si nuestros lectores desearían salir a las calles para este tipo de actividades de entretenimiento y esparcimiento o, si por el contrario, prefieren tomar precauciones para evitar el contagio de COVID-19.
Se consultó a los usuarios con la siguiente pregunta: “¿Saldría usted a ciertos lugares relacionados con el entretenimiento como centros comerciales, restaurantes, playas, entre otros, aun cuando existe el riesgo de contagio por COVID-19?”.
En total se registraron 1.464 votos, donde se evidenció un resultado bastante cerrado. El 34,5% manifestó que solo sale si es necesario, el 32,4% dice que saldría a tener actividades de esparcimiento, pero con medidas de precaución. Asimismo, el 29% aseguró que no saldría a estos lugares y solo el 4% votó que sí lo haría, sin refutar.
Más allá de los megas
Ante las restricciones impuestas por la cuarentena, se han impulsado las actividades en línea como foros, talleres e incluso eventos musicales, todo esto con la intención de mantener vivo el entretenimiento y esparcimiento para las personas sin tener que salir de casa, solo necesitando tener acceso a Internet. Algunos han sido gratuitos y otros han sido a muy bajo costo para el acceso de todos.
En conversación con Runrun.es, la psicólogo clínico Vanessa Nunes explicó que los seres humanos, como seres sociales, necesitan interacción con otras personas. Puntualizó que en el ámbito de la salud mental, el distraerse, compartir y reírse “es tan importante como saber manejar tus emociones y vincularte con otros”.
“En la situación actual que vivimos sí existen infinidad de opciones para distraernos, como bien lo sabemos, desde lo virtual, pero el ser humano necesita del contacto. El entretenimiento, el ocio y la distracción son agentes que motivan la socialización”, explicó la especialista, quien desde el inicio de la pandemia ofrece consultas vía online. Es especialista en psicoterapia para niños, adolescentes y adultos. También para familias y parejas.
Nunes se refirió además a si es suficiente o no las actividades virtuales relacionadas con el esparcimiento que han tomado auge durante la pandemia, considerando que esto depende de la personalidad, estilo de vida y capacidad de adaptación de cada individuo.
“Desde mi experiencia y a través de la vivencia de los pacientes que voy atendiendo, y más con esta novedad, aparece una mayor tendencia a no ser suficiente, porque hay infinidad de opciones, pero llega un punto en que necesitas un contacto real con otro”, señaló.
Comentó que hay personas más afectivas, a las que identificó coloquialmente como “personas de piel”, a quienes les cuesta adaptarse a esta nueva realidad porque se sienten “reprimidos”.
Asimismo, señaló que, dependiendo de la personalidad, algunas personas que tienen poca tolerancia a la frustración, “podrían llegar a un punto de no soportar más el encierro ni las nuevas formas de vincularse”, añadiendo que estas podrían arriesgarse a salir y tener mayor contacto, pero considera que también hay personas que lo hacen, pero se cuidan del contagio.
Respecto a los niños, la especialista consideró que para ellos es necesario relacionarse con otros niños, pero se les hace más sencillo adaptarse a los cambios, contrario a los adultos que ya tenían un estilo de vida establecido, rutinas, entre otros, y les cuesta mucho más el proceso de adaptación.
“El entretenimiento, el ocio y la distracción es importante para todos, y en los niños es como el medio más empleado para educarlos, porque así van construyendo vínculos de interacción con otros niños y adultos”, sumó.
Por último, señala que es notorio un “alto grado de inconsciencia” en algunas personas, y no solo en el caso de Venezuela. “Se dio fue un poco de libertad en algunas actividades, lo cual no es sinónimo de dejar de protegerse y cumplir con las medidas sanitarias correspondientes. Ahora, el hecho de sentir la necesidad de retomar nuestras actividades, todos lo sentimos”.
El peligro no ha cesado
La médico internista María Guercio dijo a este medio que la situación no es apta para que las personas salgan con tanta libertad a las calles, y mucho menos a lugares donde el contagio es propenso.
“Considero que la asistencia a playas y parques de manera desordenada y sin cumplimento de medidas de distanciamiento social es perjudicial para la población en vista que aumenta la probabilidad de adquirir el virus”, dijo.
A su juicio, una medida adecuada es disminuir el aforo de las playas y que, las personas que trabajan con alquiler de toldos, disminuyan el número de los mismos “aumentando la distancia entre ellos”.
En el caso de los parques, Guercio recomienda disminuir el aforo, recalcando que, si no se mantiene una distancia adecuada, “la posibilidad de contagio existe, ya que pocos usan el tapabocas en los parques y nadie lo usa en las playas”.
“Ninguno de estos lugares está en la medida de garantizar que las personas no se contaminen porque hay una responsabilidad compartida entre los clientes que deben usar el tapabocas y mantener la distancia y los encargados de los negocios que deben velar por el cumplimiento de las medidas”.
Sobre los espacios cerrados como restaurantes, heladerías, entre otros, la médico sugiere que los mismos deben ser divididos y que deberían trabajar solo con alimentos para llevar. Ejemplifica que en un centro comercial el riesgo es menor a un cine, recomendando que este último lugar debe retrasar aún más su apertura.
“La apertura de gimnasios debe ser retardada para cuando se controle la pandemia, a menos que estos planifiquen actividades al aire abierto, en muchos están trabajando por cita y atienden a pocos clientes, hecho que pudiera ser beneficioso, pero el uso de baños y máquinas sin la debida descontaminación es un riesgo”, advirtió.
Por último, pronosticó que si en los próximos meses la población no toma consciencia de la enfermedad y cumple las medidas de bioseguridad, “exista un rebrote, con consecuencias ya conocidas desde el punto de vista sanitario, social, personal y económicas”.
“En cuanto al sistema de salud seguirá presentando las mismas fallas, porque las causas de las mismas no han sido solucionadas y con la pandemia se hace técnica y humanamente imposible de solucionar, son años de desidia en este sector y ahora se asocia la pérdida del capital humano”, finalizó.