Al profesor Juan Carrillo del Emil Friedman le dieron libertad plena, ratificada por la corte de apelaciones. Había sido injustamente acusado de violación de un menor. La prueba de ADN practicada al semen fue negativa. Pero, cosas de este país de abusos, el profesor Carrillo, sin investigación previa, fue apresado. Puedo entender la ira del padre del niño violado. Tiene que ser espantoso pasar por esa situación, como para enloquecer a cualquiera. Pero el profesor Carrillo era inocente. Y a pesar de ser inocente, pasó por la terrible experiencia de estar en el Sebin, sentado en una silla con las esposas puestas, día y noche. Alguien me comentó que era la manera de “protegerlo” de que lo llevaran a una cárcel común donde lo hubieran linchado por violador. Y es que hasta los reos tienen su código de “honor”.
Conozco varias personas cuyos hijos estudian o se graduaron en el Emil Friedman y todos me hablaron maravillas del Profesor Carrillo. Todos quedaron impactados por la noticia que conmocionó a la comunidad escolar completa, pero coincidieron en la creencia de que el profesor era inocente.
Palabras aparte merece la esposa del profesor, quien con una entereza moral y una fuerza increíble se puso del lado de su marido. “Yo lo conozco”, dijo, “sé que es inocente”. Esa seguridad la acompañó en todo momento. E hizo lo posible para demostrar su inocencia hasta que lo logró. También fue bastión para sus hijas. Inenarrable el calvario por el que transitó esa familia.
El hecho es que esta terrible historia de un inocente que fue sometido al escarnio público me recordó una que leí hace años, sobre un hombre que acusó injustamente a otro, que fue hecho preso, perdió todos sus bienes y su familia fue repudiada. Demostrada su inocencia, el acusador fue a visitar a un hombre sabio y le preguntó que cómo podría remediar la injusticia que había cometido. El sabio le dijo que tomara una almohada de plumas, las fuera lanzando por todo el pueblo y luego volviera. El hombre se fue, satisfecho de pensar que eso de lanzar las plumas era una penitencia muy fácil para lo que había hecho. Volvió donde el sabio y le contó que tal como él le había dicho, había esparcido las plumas por todas partes. El sabio le respondió: “Ésa era sólo la primera parte. Ahora tienes que volver a las mismas calles e ir recogiendo las plumas una por una, hasta que vuelvas a tener la almohada llena”. El hombre, anonadado, le dijo que eso era imposible. “Trata y luego vuelves”, fue la respuesta del sabio.
El hombre empezó a caminar por las calles recogiendo las plumas, pero no logró llenar ni la tercera parte de la almohada. Acongojado, volvió donde el sabio, quien sentenció: “Así como no pudiste recoger las plumas que esparciste porque se las llevó el viento, así mismo las calumnias que lanzaste contra un inocente volaron de boca en boca. Él jamás podrá recuperar la fama ni la reputación que tú le arrebataste. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón y decir la verdad, para reparar en alguna medida el daño que le has causado”.
La historia termina con una reflexión: “Ésta es una lección que vale para todos. Es imposible recoger las plumas esparcidas por el viento. También es imposible recoger los males causados por el viento de la calumnia. Es imposible resarcir los daños causados por las murmuraciones y chismes. Lo mismo pasa con la lengua: es un miembro pequeño pero capaz de grandes cosas. ¿No ves cómo un pequeño fuego puede hace arder un gran bosque?”
Escribo estas líneas para ayudar a restablecer la imagen de un hombre bueno e inocente. Mis respetos, Profesor Carrillo.
ESTE LUNES 26 DE SEPTIEMBRE, la Sala 7 de la Corte de Apelaciones del Área Metropolitana de Caracas ratificó la medida de privativa de libertad en contra de Richard Marín Torres, profesor de natación que es investigado por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de al menos tres estudiantes del Colegio Emil Friedman.
Fuentes vinculadas con la investigación informaron que la Sala 7 de la Corte de Apelaciones del Área Metropolitana de Caracas no aceptó el recurso de apelación de la defensa del profesor Marín Torres de continuar el juicio con una medida sustitutiva de libertad para el entrenador, e informaron que al otro instructor de natación, Juan Carrillo, le dieron libertad plena.
Ambos profesores de natación fueron detenidos el jueves 30 de junio por una comisión del Cicpc que se presentó en la institución educativa luego de recibir una denuncia de abuso sexual de un niño de seis años de edad. Aunque el profesor Juan Carrillo fue acusado por complicidad y le dictaron una medida de presentación cada 15 días, el docente estuvo detenido 11 días en la División de Investigación y Protección en Materia del Niño, Adolescente, Mujer y Familia del Cicpc ubicada en la Avenida Urdaneta.
El profesor Richard Marín Torres, acusado por el Ministerio Público el 18 de agosto, continúa detenido en la sede de la policía científica.
Una de las fuentes consultadas reiteró que el Tribunal 11 de Control sigue sin despacho. «Aún no se sabe cuándo será la audiencia preliminar», precisó.
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Están listos los resultados de las pruebas de ADN practicadas al profesor del Colegio Emil Friedman, Richard Marín, investigado por presunto abuso sexual de menores. El Ministerio Público asegura, en el expediente, que la muestra hallada en la ropa interior de una de las víctimas es insuficiente para establecer si el fluido corresponde al entrenador de natación. Sin embargo, una genetista –que ha ayudado a resolver complejos casos de homicidio en el país– asegura que cuando se trata de un análisis de ADN cualquier muestra, por pequeña o contaminada que sea, sirve para determinar el perfil genético de un victimario
FUENTES EXTRAOFICIALES ADVIERTEN QUE EL MINISTERIO PÚBLICO intenta ocultar el verdadero resultado de la prueba de ADN que realizaron para determinar si el profesor de natación del Colegio Emil Friedman, Richard Marín Torres, es el responsable del abuso sexual de al menos tres estudiantes de esa institución. Expertos vinculados a la investigación y una genetista tienen dudas sobre la descripción que hacen los representantes de la Fiscalía sobre el resultado de la prueba de ADN realizada al rastro de semen localizado en la ropa interior de una víctima, que fue comparada con el ADN del instructor.
La expectativa por conocer el resultado de la prueba de ADN realizada para determinar si la muestra de fluido seminal coincide con la muestra de sangre del entrenador -a quien tres estudiantes del Emil Friedman han señalado como su abusador- se mantenía desde el 28 de junio, cuando los padres de un niño de seis años de edad hallaron semen en su ropa interior. Pero la duda sobre la culpabilidad de Marín Torres no fue disipada con el tan esperado examen de ADN, considerado como una herramienta infalible en este tipo de investigaciones cuando, claro está, existe una evidencia.
Antes de conocerse los resultados, expertos en el tema explicaron que si el resultado era positivo quedaría confirmada la vinculación del instructor con al menos tres casos de abuso sexual y si el resultado era negativo, el profesor era inocente. El resultado no fue ni positivo, ni negativo. ¿Pero es esto posible?
En la acusación del Ministerio Público, que está documentada en el expediente 11C-S-1434-16, se explica en el apartado de experticia genética forense que el fluido “de sustancia de naturaleza seminal, resultó insuficiente para determinar un perfil genético suficiente a ser comparado”.
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Sin embargo, una experta en genética forense que ha participado en investigaciones de homicidios y de abuso sexual emblemáticas explicó a Runrun.es que la prueba pudiera estar adulterada, pues es imposible que el resultado de una prueba de ADN arroje que no hay suficiente fluido o evidencia para determinar un perfil genético: «Aunque una muestra sea insuficiente, esté deteriorada o contaminada inclusive con hongos, las técnicas de biología molecular permiten amplificar el perfil de identidad genética de un fluido humano y también purificar una muestra o evidencia. En caso de contar con una muestra con espermatozoides muertos o pocos, tampoco es limitante. No puedo entender cómo un informe puede plasmar que es cantidad insuficiente, para eso son las técnicas de la biología molecular para amplificar el perfil de identidad genética de un fluido de origen humano, es una técnica muy poderosa».
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La genetista explicó además que una prueba de ADN consta de cuatro etapas: “La primera es el análisis para caracterizar un perfil e identidad genética, la segunda se refiere a la comparación entre la muestra que corresponde al sospechoso de haber cometido un hecho punible y el perfil que se caracteriza en una de las evidencias, la tercera que es la evaluación probabilística para demostrar matemáticamente lo que se conoce y la cuarta que es la redacción de un informe final. No existe una prueba de ADN si no se han cumplido las cuatro etapas”.
La experta agregó que en las pruebas de ADN se busca comparar las muestras dubitadas con las indubitadas: “Las muestras indubitadas son las de referencia, cuando se sabe a quién pertenece, en este caso sería al profesor de natación, mientras que la muestra dubitada es una evidencia, como por ejemplo, el fluido seminal que hallaron en el interior del niño que fue abusado sexualmente”.
Más del 90 % de los casos no cuentan con evidencias
Una ex fiscal del Ministerio Público con competencia en protección de niños, niñas y adolescentes explicó que en más de 90 % de los casos de abuso sexual no existen evidencias para relacionar una muestra de semen o de cualquier otro tipo de fluido con una muestra de ADN del presunto sospechoso del delito. No obstante, en el caso Emil Friedman sí existe la evidencia: «Es una prueba que tiene una certeza del 100%. Es importante que las personas sepan que una muestra de semen, tomada de una vagina o incluso de una ropa interior, si es el caso de la prenda íntima del niño, puede ser preservada por años si se siguen los protocolos de resguardo en un material indicado. Entiendo que en el caso del Emil Friedman los padres del niño llevaron la ropa interior del pequeño el día que hicieron la denuncia”.
Fuentes vinculadas con el sistema de justicia aseguran que en los casos en que se intenta exculpar a una persona de un delito o de involucrarla, aún siendo inocente, por lo general en el resultado de una prueba de ADN el Ministerio Público refiere que la muestra es exigua o que es insuficiente para establecer un perfil genético, pese a que genetistas con experiencia insisten en que las técnicas de biología molecular permiten amplificar el perfil de identidad genética de un fluido humano.
Otras pruebas comprometen al profesor
En el expediente 11C-S-1434-16 no se indica que es positivo o negativo el resultado de las pruebas de ADN. Sin embargo, allí están documentados los testimonios de tres niños víctimas de abuso sexual que en sus entrevistas, pruebas psicológicas y dibujos refieren que fueron abusados por su profesor de natación. «La fiscal cuenta con suficientes elementos de convicción, con los que siempre se ha contado, cuando se presenta un escrito de acusación de un caso de abuso sexual y no se tiene una muestra o evidencia de semen. Las declaraciones de los niños están bien sustentadas, además están avaladas por el examen psicológico y psiquiátrico que evidencia que quedaron afectados con esa situación. En el expediente se detalla que uno de los tres niños fue abusado a repetición, lo que indica que el instructor es responsable de todos los delitos que se le han imputado hasta los momentos», aseguró una fuente judicial.
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EL JUEVES 18 DE AGOSTO, el profesor de natación del Colegio Emil Friedman, Richard Marín, fue acusado por el Ministerio Público por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de un niño de seis años de edad y por haber cometido actos lascivos en contra de dos estudiantes de cinco y de siete años de edad. La esposa del entrenador, Eunice Vargas de Marín, envió unas consideraciones a la redacción de Runrun.es en las que advierte que, de acuerdo con la información que maneja, la prueba de ADN que demostraría la vinculación del instructor con el delito, salió negativa. A continuación el escrito.
Empezaré de esta forma:
1.- Quiero manifestar a la opinión pública que la prueba de ADN practicada a mi esposo Richard Marín salió negativa. Con esta prueba se buscó vincular a mi esposo con la violación de un niño.
2.- Es importante señalar que los resultados de la prueba de ADN son una prueba de carácter definitivo, con la que la ciencia busca aclarar lo que los testimonios del los hombres no pueden.
3.- La prueba de ADN es clara en sus resultados y ahora las autoridades deben buscar al culpable de ese terrible acto, que por cierto está libre.
4.- Inexplicablemente y pasando por encima a los avances de la ciencia, los fiscales del caso han decidido acusar a mi esposo por el delito de abuso sexual con penetración, al parecer con la única intención de evitar que Richard Marín, mi esposo, esté en libertad durante el juicio en el que quedará demostrada su inocencia.
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5.- Otro aspecto inexplicable es el misterio con el que se manejaron los resultados de la prueba de ADN. Es inconcebible que estando los resultados listos, los mismos hayan sido ocultados hasta el último día, justo cuando venció el plazo de 45 días previsto para formular la acusación.
6.- Richard Marín es inocente de la abominación con la que se le acusa, mi pregunta y la de muchos más es ¿qué hay detrás de todo esto?
7.- Hasta el momento, la defensa de mi esposo no ha tenido tampoco acceso a la acusación. Algo que es inexplicable e inaudito.
Profesora,
Eunice Idalmis Vargas de Marín
Orgullosa de mi familia
CI 10.698.357
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El entrenador Richard Marín Torres fue acusado el 18 de agosto por el Ministerio Público por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de un niño de seis años de edad y por haber cometido actos lascivos en contra de otros dos estudiantes de cinco y de siete años de edad. La próxima prueba que enfrentará el instructor será en la fase intermedia en la que, entre 15 y 20 días hábiles, el juez decidirá en una audiencia preliminar si admite o no la acusación en contra del imputado
EL 1 DE JULIO, EL ESCÁNDALO de abuso sexual infantil, que involucraba como presunto responsable a un profesor de natación del Colegio Emil Friedman se hizo viral en las redes sociales y, de inmediato, el tema tuvo protagonismo en la opinión pública.
Un día antes, el 30 de junio, los entrenadores Richard Marín y Juan Carrillo, fueron detenidos por una comisión del Cicpc que los apresó luego de recibir la denuncia del representante de un niño de seis años de edad que dijo que su instructor abusó de él. Las alarmas se prendieron en la familia cuando la madre del estudiante de primer grado encontró un fluido en el interior del pequeño.
Posteriormente, al conocerse que el profesor Juan Carrillo fue imputado por complicidad y que quedaría en libertad bajo fianza, algunas versiones y rumores ya anticipaban el veredicto: “Richard Marín es inocente”, “Richard Marín es culpable”. Aunque en el lapso de los 45 días dispuestos por el Ministerio Público para presentar el acto conclusivo continuaban las contradicciones, en el transcurso de la investigación surgieron elementos que por un lado comprometían al entrenador; pero, por otra parte, también aparecían evidencias que lo exculpaban.
Hoy, cuando ya el Ministerio Público acusó al profesor Richard Marín por su presunta responsabilidad en el abuso sexual a un niño de seis años de edad y a otros dos estudiantes de cinco y siete años de edad, el entrenador enfrenta un desafío que nada tiene que ver con una de sus pasiones: los deportes y su destreza en la natación.
1. Día 1: Un profesor privado de libertad y otro bajo fianza
Los 45 días de investigación no corrieron desde el 30 de junio, sino desde el 4 de julio cuando el Ministerio Público dictó privativa de libertad para el profesor de natación Richard Marín por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de niños y su compañero Juan Carrillo fue imputado como cómplice en el mismo tipo penal, según refirió una nota de prensa de Fiscalía. Aunque el Tribunal 11º de Control del Área Metropolitana de Caracas le impuso a Juan Carrillo libertad bajo fianza, el entrenador estuvo detenido en una sede del Cicpc junto con su compañero durante ocho días. El 11 de julio, luego de que sus fiadores cumplieran con todos los requisitos, quedó en libertad.
2. “El abusador fue el escolta”
El 10 de julio una cadena enviada por redes sociales se hizo viral. En el escrito, que no contaba con ninguna fuente de información, se aseguraba que el responsable de abuso sexual de la primera víctima era uno de los escoltas de sus representantes. Días después el padre del niño aseguró a Runrun.es que no tiene escoltas: “El escolta no existe. El niño siempre es buscado en el colegio por su madre o por mí. Hay pruebas, con grabaciones de las cámaras de seguridad, que si no lo busco yo, lo busca mi esposa”.
3. Emil Friedman rompe el silencio
El 22 de julio las autoridades del Colegio Emil Friedman rompieron el silencio a través de un comunicado. En el escrito se solidarizaron con los alumnos afectados, con sus familiares y allegados. Y destacaron que el único deseo de la institución es que “se llegue a la verdad y que si existiese un culpable, se haga justicia”.
4. Carrillo se desliga de su colega y amigo de 17 años
El 5 de agosto, día número 32 de las investigaciones, fuentes extraoficiales informaron que el profesor Juan Carrillo solicitó que le revocaran los abogados asignados por el colegio a los entrenadores, con el propósito de evitar vinculación con su amigo y compañero de 17 años. Para esa fecha fuentes ligadas a las pesquisas aseguraban que Marín tenía pocas probabilidades de librarse de un proceso judicial.
5. Un segundo representante asegura que su hijo fue abusado
La primera semana de agosto Runrun.es contactó a uno de los representantes de la segunda presunta víctima de abuso sexual incluida al expediente del caso. El padre del niño, que al igual que la primera víctima tiene siete años de edad y estudiaba en el mismo curso de primer grado, confirmó que su hijo fue sometido a exámenes. Sin dar muchos detalles, en esa fecha el representante dijo que esperaría el final de la investigación para poder declarar y pidió cautela en el manejo de la información.
6. Día 37: La tercera imputación
El 10 de agosto el Tribunal 11 de Control imputó al profesor Richard Marín por un tercer caso de abuso sexual. En esa fecha fuentes vinculadas con las investigaciones informaron que la nueva imputación que recayó sobre el entrenador estaba relacionada con la denuncia de los representantes de un estudiante de preescolar, de cinco años de edad, quien previamente aseguró en consulta psicológica haber sido víctima de abuso sexual por parte del instructor.
7. El caso coincidió con el de Leopoldo López
La investigación de abuso sexual infantil que realiza Fiscalía y que involucra a dos profesores del Colegio Emil Friedman coincidió dos veces con el caso de Leopoldo López. La primera vez fue el viernes 22 de julio cuando el líder de Voluntad Popular fue trasladado a Palacio de Justicia. Ese día la primera víctima de abuso sexual participó en una videoconferencia, conocida como prueba anticipada, para exponer su versión de los hechos. La segunda vez que ambos casos coincidieron fue el jueves 18 de agosto cuando el Ministerio Público acusó al entrenador Richard Marín y, por otra parte, la Corte de Apelaciones ratificó la sentencia en contra de López de casi 14 años de prisión.
8. Las preguntas de la esposa
El 15 de agosto Eunice Vargas de Marín, esposa del entrenador, envió un comunicado a los medios para expresar su posición y defender a su pareja. En el escrito la mujer manifestó: “El que se sabe inocente no tiene por qué derrumbarse” y finalizó con varias interrogantes: “¿qué harán las personas que se han dedicado a injuriar a mi familia una vez que se sepa que mi esposo es inocente? ¿Cómo harán para recoger las semillas de odio esparcidas? ¿Acaso se ocuparán siquiera de disculparse a través de las redes y medios que han usado para juzgarlo, etiquetarlo y sentenciarlo?”.
9. Nunca ha estado en Tocuyito
Hasta el día 45, cuando fue presentado el acto conclusivo, el profesor Richard Marín estuvo detenido en la División de Investigación y Protección en Materia del Niño, Adolescente, Mujer y Familia del Cicpc en la Avenida Urdaneta, y no en la cárcel de Tocuyito, en el estado Carabobo. Ese fue el centro que el Tribunal 11º de Control le ordenó como sitio de reclusión. Sin embargo, desde el 30 de junio el entrenador ha estado esposado a una silla. Allí ha tenido que vestir el uniforme del Nuevo Régimen Penitenciario al igual que otros nueve presos.
10. Silencio y especulaciones en día crucial
El día antes de vencerse el lapso procesal de los 45 días para que el Ministerio Público presentara el acto conclusivo, tomó fuerza una versión extraoficial según la cual los resultados de las pruebas de ADN eran negativos. Esta suposición se generó luego de que la defensa del profesor Marín no tuviera acceso a los resultados, pese a que los habían solicitado varias veces en la semana. Una de las fuentes consultadas se preguntó: “Si ese fluido no corresponde con el del profesor Richard Marín, ¿de quién es?, De ser negativa esa prueba, le restaría sustento a los otros dos casos de abuso sexual que la fiscal tiene en contra del profesor.
11. Pruebas de ADN: la gran incógnita
En la última semana del lapso de los 45 días de investigación continuaban las expectativas para conocer el resultado de las pruebas de ADN. Las inquietudes se multiplicaron cuando se cumplió un mes desde que les tomaron las muestras de ADN a los dos profesores para analizarlas con el fluido hallado en el interior de la primera víctima y que los pesquisas utilizaron como evidencia para desarrollar parte de las investigaciones.
12. Próximo desafío: la fase intermedia
La próxima prueba que enfrentará el instructor Richard Marín será en la fase intermedia en la que, entre 15 y 20 días hábiles, el juez decidirá en una audiencia preliminar si admite o no la acusación en contra del imputado. Una fuente extraoficial explicó que en la actualidad hay vacaciones judiciales, por lo que esta fase preliminar puede iniciar a partir del 15 de septiembre: “En la audiencia preliminar el juez debe decidir si admite o no la acusación en contra del profesor y se debe pronunciar en relación a los escritos que interpondrá la defensa en contra de esa acusación, que se llaman excepciones”.
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EL MINISTERIO PÚBLICO ACUSÓ al profesor de natación Richard Marín Torres (47) por su presunta responsabilidad en el abuso sexual a un niño de seis años de edad, hecho ocurrido en un colegio ubicado en la urbanización Los Campitos, municipio Baruta del estado Miranda.
La investigación determinó que Marín Torres también cometió actos lascivos contra dos estudiantes de cinco y siete años de edad.
Los fiscales 107ª y auxiliares del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Anabella Carballo, Jorge Hernández y Yurimar Alvarado, respectivamente, acusaron al hombre por el delito de abuso sexual a niño, previsto y sancionado en la Ley Orgánica para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
En el escrito presentado ante el Tribunal 11º de Control del AMC, los representantes del Ministerio Público solicitaron la admisión de la acusación, el enjuiciamiento del hombre y que se mantenga la medida privativa de libertad contra Marín Torres.
Por este mismo caso, Juan Carrillo Palacios (41), quien también es profesor de ese plantel, está imputado como cómplice en el mismo tipo penal y posee medidas cautelares consistentes en la presentación periódica cada 15 días ante la referida instancia judicial.
La averiguación del caso se inició el pasado 28 de junio, ante la denuncia interpuesta por familiares del niño de seis años en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Tras las diligencias pertinentes, Marín Torres y Carrillo Palacios fueron detenidos el pasado 30 de junio cuando se encontraban en la sede educativa, debido a las órdenes de aprehensión requeridas por el Ministerio Público y acordadas por la referida instancia judicial.
Este jueves vence el lapso procesal de los 45 días para que el Ministerio Público presente el acto conclusivo de la investigación que realiza de casos de abuso sexual infantil que involucran como presuntos responsables en el delito a los profesores de natación del Colegio Emil Friedman Richard Marín y Juan Carrillo.
Una fuente vinculada con las investigaciones informó que, hasta la fecha, la defensa del entrenador Marín no ha tenido acceso a los resultados de las pruebas de ADN realizadas a ambos instructores para determinar si las muestras guardan relación con un fluido que representantes de una víctima de abuso sexual, de seis años de edad, encontraron en su interior el martes 28 de junio.
«La defensa no ha tenido acceso al resultado de las pruebas de ADN, que se estima ya están en las actas. Esto ha generado suspicacia, lo que hace suponer o especular que los resultados de las pruebas de ADN salieron negativas. En el primero de los tres casos denunciados de abuso sexual infantil esta prueba es determinante, pues en la ropa interior de la primera víctima fue hallada una muestra de semen. Si ese fluido no corresponde con el del profesor Richard Marín, ¿de quién es? De ser negativa esa prueba, le restaría sustento a los otros dos casos de abuso sexual que la fiscal tiene en contra de Marín. En este contexto de expectación, se debe esperar a que finalice el día pues el Código Orgánico Procesal Penal establece que el Ministerio Público tiene oportunidad de presentar el acto conclusivo hasta las 11:59 de la noche. Se presume que, si la decisión se produce a medianoche, se conozca el viernes. Quizá por las circunstancias que rodean el caso, que involucra a niños y que ha sido susceptible para la opinión pública, la Fiscalía se está manejando de esta manera», explicó una fuente extraoficial.
De ser cierto que los resultados de las pruebas de ADN son negativos, el caso pudiera tener un giro, explica una ex fiscal del Ministerio Público con competencia en protección de niños, niñas y adolescentes: «Si salen negativos los resultados de la comparación del ADN, el profesor Marín debería salir en libertad, a mi juicio, porque el delito que tiene una pena mayor es el de abuso sexual con penetración y, si es cierta esta versión, evidentemente existiría un niño abusado, pero Richard Marín automáticamente deja de ser el responsable de ese delito porque el semen hallado en la prenda de vestir no es de él y la fiscal no puede actuar por descarte, porque el niño sigue siendo víctima de un abuso sexual con penetración. Ella lo que tendría es que buscar quién se lo hizo y ya se le agotó el tiempo, entonces, en ese primer caso ella debería producir un sobreseimiento, pues la persona imputada no cometió el hecho. Y en cuanto a los otros dos casos, en los cuales no existe ADN, ni nada que concatenar, mi criterio es que la Fiscalía no tendría sustento para mantenerlo privado de libertad».
