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Juan E. Fernández Feb 14, 2021 | Actualizado hace 4 semanas
La recaída

Ilustración de Alexander Almarza, @almarzaale

@SoyJuanette

Estoy escribiendo este artículo con bastante dificultad, no porque tenga un bloqueo creativo ni nada que se le parezca, sino porque me duelen los dedos. Pero no solo los dedos, también las manos, los brazos las piernas y hasta e cabello ¿Cuál es la razón? Sufrí una recaída.

Todo comenzó hace unos meses cuando, por la pandemia, dejé de caminar unas 30 cuadras hasta mi trabajo. Y comencé a caminar hasta la pizzería Pin Pun que queda a media cuadra de casa, por lo que mi abdomen se empezó a hinchar (creo que fue por el tomate). Y llegué al punto en donde tuve que hacer algo.

Intenté comer lechuga 7 veces por día, pero descubrí que esa dieta no es efectiva, porque todos sabemos que la lechuga es un vegetal que te hace retener mucho líquido (tiene que haber sido eso porque la mayonesa, el queso, el pan y el tocino son solo acompañantes).

Algo tenía que hacer, ya estaba pareciéndome a un pez globo, así que, por mi salud, tuve que sacrificar la libertad y me puse de novio con una chica que predicaba y practicaba la dieta cetogénica, también conocida como Keto.

Aquella dieta era maravillosa porque podía comer fiambres, grasa y todo lo que quería. ¡Eso fue amor a primera vista!, no con la chica, sino con la dieta.

Pero, como en cualquier relación, no todo fue color de rosa. Porque estaba eso de los ayunos intermitentes, y cuando mi exnovia Keto (reitero que ese es el nombre de la dieta, no de la chica), se ponía con lo del ayuno, iba demasiado lejos. Con decirles que solo me dejaba comer cuando veía que mi mirada estaba “intermitente”, es decir cuando ya estaba a punto de desmayarme.

Aunque eso no fue lo que hizo que termináramos, sino lo cara que se volvió la fulana (dieta). Porque para suplir las harinas, tenías que comprar ingredientes alternativos carísimos, o peor aun, fabricar tu “harina saludable” con aserrín, extracto de coco y polvo de una estrella del planeta mercurio… Así que por mi salud mental, pero más que nada por mi bienestar financiero, puse fin a esa relación. Y también a la dieta.

Como iba, lo más seguro es que terminaría comprando mi ropa en “La Casa de las Banderas”; y justo eso fue lo que me obligó a llamarle… necesitaba ayuda y solo había una persona que podía hacerlo: mi entrenador personal.

Eso de hacer ejercicio entra y sale de mi vida como la gripe, las deudas y las malas decisiones. Debo aclarar que el entrenador personal no ha sido siempre el mismo; a lo largo de mi vida he tenido personas de buena fe que han confiado en mi disciplina y capacidad para la actividad física, y por eso no les contraté nunca. Por el contrario, siempre busqué al tipo de entrenador/a fuerte de espíritu, que, aunque vea a un gordito tierno como yo vomitando, no se le mueva ni una fibra y simplemente me grite “no duele”, y me impulse a seguir adelante. La cosa es que, con la pandemia, ahora todos los entrenamientos son por Zoom; y si un entrenador me grita mucho, corto la internet y santo remedio.

Así que decidí comenzar a correr, no solo por salud física, sino también por salud mental, porque si seguía encerrado iba a enloquecer. Debo contarles que ya llevo tres semanas dándolo todo y hasta me compré un reloj de esos que miden las pulsaciones, la distancia y hasta te dicen quién mató a Kennedy. Y con lo que me costó creo que estaré corriendo por muchos años, para aprovecharlo al máximo.

Quiero aclarar que mi experiencia con los ejercicios ha sido intermitente y casi siempre motivada por problemas de salud que nunca tuve, que aún no tengo, pero mi hipocondría oculta me hace suponer que tendré.

La dieta del barbijo

La dieta del barbijo

Me gustaría seguir contándoles mi historia con el ejercicio, pero ya está oscureciendo y debo salir a correr cuando todavía es de día. Porque si vuelvo a correr de noche voy a “recaer”, literal, tal y como me pasó ayer, cuando se me atravesó un perro (y su linda dueña). Me tropecé y volé por el aire. Pero no se preocupen, al reloj inteligente no le pasó nada.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Maduro presentó el “plan conejo” para combatir el hambre

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El presidente Nicolás Maduro presentó este martes una medida denominada “plan conejo” que, a su juicio, ayudará a combatir el hambre y la falta de proteínas en la dieta del venezolano.

Durante el consejo de ministros de este martes, el mandatario nacional explicó que se trata de entregarle un conejo a cada comunidad y esperar a que “se reproduzcan como conejos” con la intención de utilizar su carne como sustituto de la carne de res y de pollo.

Maduro le dio la palabra a Freddy Bernal, ministro de Agricultura Urbana, para explicar a fondo la propuesta, debido a que él fue el creador de la misma.

«Nos han enseñado que el conejo es una mascota, bien, pero el conejo visto desde el punto de vista de la guerra económica. Una coneja pare aproximadamente diez o doce conejitos, al final se crían ocho. En dos meses y medio tenemos un conejo de dos kilos y medio», argumentó Bernal.

El mandatario  relató que Bernal le había entregado el primer lote de conejos a 15 comunidades, pero los ciudadanos no siguieron el plan al pie de la letra. “Cuando volvió, sorpresa, la gente tenía a los conejitos con un lacito y los habían agarrado como mascotas. Fue un primer revés del plan conejo”.

 

OVS: Crisis alimentaria incidirá en el incremento de las enfermedades crónicas

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Desde el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) alertan que las enfermedades crónicas (no transmisibles) asociadas a la nutrición se han convertido en un problema de salud pública en el mundo y en Venezuela, frente a la situación actual de escasez de alimentos, alimentos y altos precios de rubros fundamentales, por las consecuencias que pueden presentarse a futuro.

“Esta generación de venezolanos que está pasando esta situación de escasez seguramente se va a enfermar más que sus generaciones anteriores y eso, en 30 o 40 años, va a afectar mucho la salud pública del país. Incluso se está viendo si podremos llegar a tener una generación que muera antes que los padres, producto de todo este desequilibrio en la salud del venezolano”, señala Pablo Hernández, nutricionista-dietista e investigador del OVS, quien además sostiene que esto implicará un elevado costo en salud tanto para las familias como para el Estado.

Detalla que si bien existen factores de riesgo que siempre han estado presentes en la sociedad venezolana, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la ausencia o poca práctica de actividad física o la mala alimentación, los cuales predisponen a las personas a desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, obesidad, sobrepeso, algún tipo de cáncer o de enfermedad cardiovascular, ahora hay circunstancias que las pueden acelerar. La mala alimentación es una de ellas.

Hernández, quien también es profesor de Nutrición Humana en la UCV, advierte que tener una dieta como la actual, rica en carbohidratos que en el cuerpo se transforman en azúcares, es riesgosa en el caso del cáncer pues las células malignas se nutren y se multiplican con estos.

“Las dietas basadas mayoritariamente en carbohidratos no ayudan al control del azúcar en sangre y eso no es bueno para las personas con diabetes. Actualmente vemos que el venezolano está consumiendo en altas cantidades el mango, la yuca y el plátano porque son los que se consiguen a precios más o menos razonables, pero son altos en azúcares y representan un gran aporte de carbohidratos para el cuerpo, que al no poder ser metabolizados tienden a incrementar el riesgo de sobrepeso, obesidad y diabetes”, precisa el investigador del OVS.

Otro riesgo son las dietas altas en sodio (sal), además presentes en guisos y sopas de sobre, que inciden directamente en el aumento de la presión arterial y cuadros hipertensivos.

“El consumo de frutas y vegetales disminuye de manera importante el riesgo de sufrir las enfermedades crónicas mencionadas, pero sabemos que actualmente es difícil. Sin embargo no son tan costosas como las proteínas y pueden servir para rendir la alimentación, para hacer preparaciones donde se incluyan vegetales y así, por ejemplo, puedas rendir la harina de maíz con zanahoria rallada, calabacín rallado, o se preparen vegetales salteados para ampliar el plato de comida”, recomienda.

 

Falta de medicamentos no ayuda

El investigador del OVS además advierte que a las dificultades para tener una buena alimentación se suma la carencia de medicamentos, la cual afecta no solamente a quienes ya están diagnosticados con una enfermedad crónica sino también a los nuevos pacientes.

Toda persona debe tener los medicamentos indicados para la enfermedad crónica que presente porque responden a un tratamiento a largo plazo, que no debe suspenderse porque de lo contrario puede complicarse y esto debe tomarse con seriedad, pues estas enfermedades avanzan en silencio, alerta Hernández.

En el caso del cáncer, señala Hernández, las fallas de los fármacos pueden incidir en el aumento de la mortalidad. Por ello ve necesario que el Gobierno venezolano acepte la ayuda humanitaria, “porque definitivamente en este momento no tenemos la planta industrial para responder a las exigencias y necesitamos del aporte externo para cubrir la demanda que tenemos hoy”.

Ante todas las circunstancias adversas, el nutricionista-dietista recomienda a los venezolanos disminuir los riesgos asociados a las principales enfermedades crónicas que se diagnostican en el país: enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer, diabetes, obesidad; y tomar conciencia sobre esa patología que le han diagnosticado, conocerla, aprender de ella y prevenir complicaciones. Esto implica, en la medida de lo posible, hacer actividad física, consumir más frutas y vegetales y acudir al médico con regularidad para ver la evolución de su padecimiento crónico.

* Con información del Observatorio Venezolano de la Salud

Hay que reducir los lácteos al padecer de cáncer de mama

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El riesgo de padecer de cáncer de seno ha crecido en los últimos años. Los especialistas aseguran que la alimentación es la clave.

Lucia Marcano, oncólogo y mastólogo, señala que hoy en día una dieta alta en fibra, frutas, vegetales y granos enteros aportara las cantidades requeridas de hierro y calcio que protegerán a la mujer de esta enfermedad.

Indico la especialista que el consumo de lácteos se debe reducir en este tipo de patología, pues algunos estudios han comprobado que este alimento puede producir tumores en ciertos organismos vulnerables.

«La aparición del cáncer es multifactorial, donde entran en juego aspectos fundamentales como la carga genética, el medio ambiente y el estilo de vida», agrego Marcano. Hay que reducir los lácteos al padecer de cáncer de mama

 

¿Qué comer y que no comer cuándo se padece de cáncer de mama?

Para estas pacientes las principales recomendaciones son:

-Bajo consumo de carnes rojas preparadas al calor. Las formas de cocción asada, grilladas o a la plancha no son aconsejables; sí lo son las preparaciones guisadas, acompañadas de abundancia de vegetales.

-Alto consumo de carnes blancas no preparadas al calor directo. Las aves como el pollo preparadas en forma asada o frita y con la piel no son una buena opción. Sí es recomendable el alto consumo de pescado (no frito), en particular los grasos como salmón, sardina, atún, anchoa y cabaña.

-Consumo preferente de aceite de oliva. El aceite vegetal debería sustituirse por aceite de oliva extra virgen para aderezar ensaladas y preparar platos como pizzas y tortas. Si decide comer frituras (aunque deberían ser poco frecuente) también utilice este tipo de aceite.

-Alto consumo de cítricos. Las mandarinas, naranjas y su jugo son un medio de protección muy poderoso. Se debería ingerir un promedio mínimo de una a dos unidades al día. También aconseja limones, frutillas y kiwis, pero no el pomelo.

-Bajo consumo de alimentos con alto índice glicémico. El pan y otros derivados del trigo, pasteles, dulces y mermeladas deben ser poco consumidos. Los alimentos integrales son más recomendables y deberían combinarse con otros con alto tenor de proteínas.

-Incluir alimentos derivados de la soja. Hay para todos los gustos: porotos, harina, brotes y hamburguesas.

-Consumo frecuente de tomates y de vegetales. Estás últimas incluyen brócoli, repollo, coliflor, coles, berro y acelga.

-Suplemento de grasas omega 3. Es aconsejable por su acción antioxidante, estímulo al sistema inmune, prevenir el cáncer y optimizar los tratamientos, entre otros.

-Suplemento con vitamina D. Tiene capacidad antitumoral para el cáncer de mama, de colon y probablemente de próstata. Puede encontrase en los pescados grasos y al tomar sol; de todos modos aconsejan ingerirla por vía oral.

-Conseguir un adecuado nivel de adiposidad. La relación masa-músculo no debería ser mayor a 1,5 (una vez y media). Lo ideal es una paridad entre ambos.

*Con Información de Últimas Noticias y El Nacional

Una dieta rica en grasa favorece la aparición de cáncer de colon

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Comer poco, sin caer en la desnutrición, parece hasta la fecha la mejor receta para vivir más y mantener alejada la enfermedad. Y si además de reducir la cantidad de calorías, evitamos las grasas, las posibilidades de que aparezca un tumor se reducen aún más. Desde hace años los científicos que intentan resolver el rompecabezas del cáncer saben que la obesidad y las dietas ricas en grasas no se limitan a obstruir las arterias, también elevan las posibilidades de sufrir ciertos tumores como los digestivos. Pero hasta la fecha no se sabía por qué. La explicación molecular y celular se desvela este miércoles en un estudio que publica la revista «Nature».

El avance no solo desvela un nuevo secreto en el origen del cáncer, también identifica una nueva diana que abre la puerta a nuevos tratamientos contra el cáncer de colon, uno de los más frecuentes en España. Y, al mismo tiempo, puede que a nuevas terapias que afectan a otros trastornos digestivos de difícil tratamiento como es la enfermedad de Crohn.

 

Células que proliferan

 El estudio, que se ha hecho solo en ratones, muestra cómo la ingesta de grasa predispone de alguna manera al tejido intestinal a convertirse en canceroso. La grasa produce una tormenta perfecta en el intestino: estimula la producción de células madre intestinales y hace que otras células se comporten como células madre, así se reproducen indefinidamente, se vuelven cancerosas y propician la aparición del cáncer de colon y otros tumores intestinales. «Una dieta rica en grasa no solo cambia la biología de las células madre también altera la biología de poblaciones de células diferentes y ambos procesos, de forma colectiva conduce a la formación de tumores», explica Omer Yilmaz, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y uno de los autores principales de la investigación.

Las células madre del intestino son más proclives a acumular las mutaciones que dan lugar al cáncer de colon. Estas células madre viven en el epitelio que recubre el intestino y generan los diferentes tipos celulares que dan lugar a este tapiz digestivo.

 

Más peso y más tumores

En su investigación, el equipo de Yilmaz alimentó a los ratones de su experimento durante un año con una dieta formada en un 60 por ciento por grasas, superando la ingesta de lo que sería una dieta occidental. En ese tiempo los ratones que comieron más grasa ganaron entre un 30 y un 50 por ciento más de peso y desarrollaron más tumores intestinales que los roedores que fueron alimentados con una dieta equilibrada.

Los científicos también identificaron una vía de detección de nutrientes que está hiper activada por la dieta alta en grasas. El sensor de ácido graso, conocido como PPAR-delta, responde a altos niveles de grasa mediante la activación de un proceso metabólico que permite a las células quemar grasa como fuente de energía en lugar de sus hidratos de carbono y azúcares habituales.

PPAR-delta también aparece activar un conjunto de genes que son importantes para la identidad de las células madre. El laboratorio de Yilmaz está investigando ahora cómo sucede esto con la esperanza de identificar posibles dianas terapéuticas para tumores que surgen en la obesidad.

Además del cáncer de colon se sospecha que el sobrepeso y las dietas desequilibradas están relacionadas con otros tipos de cáncer. Entre ellos el de mama, endometrio, vesícula biliar, riñón, de páncreas, tiroides, esófago…

 

Más riesgo para la enfermedad de Crohn

El vínculo entre grasa y enfermedad no afecta solo al cáncer. El estudio ha encontrado una conexión con enfermedades intestinales de difícil tratamiento como la enfermedad de Crohn. «Se ha visto que la dieta grasa, con independencia del peso del individuo, también influye en la progresión de la enfermedad», explica a ABC Pere Puigserver, del departamento de Biología Celular de la Universidad de Harvard. Puigserver, que comenta en la revista Nature este trabajo, advierte que queda por determinar si los efectos de la dieta en la arquitectura digestiva son reversibles y muchas incógnitas. «Por ejemplo, si las diferencias de microorganismos de la flora intestinal de cada individuo pueden alterar estos resultados e implicar diferentes respuestas individuales», apunta.

La investigación no aclara tampoco si las grasas consideradas saludables, como la que proporciona el aceite de oliva, afectaría negativamente. Si se podría diseñar una dieta «anticáncer», con cantidades claras y determinados alimentos protectores o si una persona delgada con una alimentación desequilibrada tendría el mismo riesgo que una persona con sobrepeso. «Ninguna de estas cuestiones las resuelve este estudio. Ni se investigan las cantidades ni composiciones de las dietas. Aunque el mismo grupo publicó hace unos cuantos años que la restricción calórica tenía efectos protectores, todo lo contrario que la dieta rica en grasa.

Por qué los niños sufren hoy enfermedades que ayer eran de adultos

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La acumulación de grasa en el hígado (una patología que se conocía de la cirrosis: algunos individuos alcohólicos podían desarrollar hígado graso y eso podía convertirse en una cirrosis o no) se extiende al 30% de la población estadounidense. Y eso es más alarmante en niños, y en niños obesos Yo estudié medicina en el Uruguay hace más de treinta años», dijo a Infobae Alejandro Gugliucci , profesor de Bioquímica y decano adjunto de Investigación en Touro University de California, coautor de un estudio que limitó el azúcar en niños obesos y diabéticos y halló que en 10 días mejoraban la presión sanguínea, el colesterol, la glucosa y la insulina . «En aquella época las tasas de obesidad infantil eran muchísimo más bajas. Todos los médicos empezaron a ver un aumento en la obesidad en todas las edades. Pero en los últimos veinte años es que los diabetólogos empezaron a alarmarse por los cambios de la diabetes en los niños «.

La diabetes de tipo 1 es, normalmente, una enfermedad autoinmune, determinada por la herencia genética, que se presenta en la infancia. En cambio la diabetes del adulto, de tipo 2, se da en personas que han ganado peso en las décadas tercera, cuarta y quinta de la vida. «Hay 10 veces más diabéticos de tipo 2 que de tipo 1, que no tiene cura y necesita insulina», dijo Gugliucci. » Los diabetólogos se empezaron a alarmar porque encontraron que cada vez había más niños diabéticos de tipo 2, es decir, como los adultos «.

El factor de la falta de ejercicio y los juegos de computadora, desde luego, son parte de la explicación, pero lo que más dramáticamente aumentó fue el consumo de azúcar

¿Qué había cambiado en ese tiempo?

Principalmente, el consumo de azúcar había aumentado de manera extraordinaria.

La enfermedad se trasladó de la cuarta década de la vida a la primera o a la adolescencia , detalló el especialista. «Pasó con una velocidad alarmante».

Alejandro Gugliucci, profesor de Bioquímica y decano adjunto de Investigación en Touro University No fue el único mal que pasó de los adultos a los niños. «Hace una década, o una década y media, se descubrió que la acumulación de grasa en el hígado (una patología que se conocía de la cirrosis: algunos individuos alcohólicos podían desarrollar hígado graso y eso podía convertirse en una cirrosis o no) se extiende al 30% de la población estadounidense. Y eso es más alarmante en niños, y en niños obesos», agregó el investigador de Touro University.

«Una teoría dice que cuando el hígado tiene demasiada grasa no responde a la insulina: cada vez que uno come, el hígado necesita mucha más insulina para responder al almacenamiento de la comida: esa insulino-resistencia es la primera fase del desarrollo de la diabetes», explicó Gugliucci.

Para que una persona desarrolle diabetes de tipo 2, durante una cantidad de años necesitó que el páncreas le segregara más insulina para que cada vez que comiera pudiese evitar que el azúcar subiera a niveles peligrosos, y el organismo pudiera guardar el exceso de energía en el cuerpo. «Cuando uno necesita más insulina durante un periodo muy largo, el páncreas se cansa y cede. Llega un momento en el cual uno, a pesar de que está segregando cuatro o cinco veces más insulina que una persona normal, no alcanza para mantener el azúcar en nivel normal en ayunas», concluyó el investigador: en ese momento el médico hace el diagnóstico de la diabetes.

En los últimos veinte años es que los diabetólogos empezaron a alarmarse por los cambios de la diabetes en los niños Shutterstock»¿Por qué es grave que, a diferencia de lo que pasaba antes, haya niños con diabetes de tipo 2?

«Antes el proceso tardaba quince o veinte años: lo alarmante es que ahora se ve en niños de diez o doce años. Aumentó la velocidad del proceso, pero si la genética, obviamente, no cambió en tan pocos años, ¿qué pasó? Cambió el medioambiente donde crecen los niños.

«¿El azúcar en la dieta?

» El factor de la falta de ejercicio y los juegos de computadora, desde luego, son parte de la explicación, pero lo que más dramáticamente aumentó fue el consumo de azúcar . Y hay que establecer si ese aumento en el consumo de azúcar tiene relación con la diabetes. Si uno estudia el fenómeno, se da cuenta de que una relación importante tiene que haber. Y nosotros contribuimos a mostrar que la hay.

«Isocaloric fructose restriction and metabolic improvement in children with obesity and metabolic syndrome» («Restricción isocalórica de la fructuosa y mejora metabólica en niños con obesidad y síndrome metabólico»), que se difundió en la publicación científica Obesity , evaluó la restricción del azúcar agregado en las dietas de los niños con síndrome metabólico para ver si sus problemas se resolvían. Así se verificó que, en efecto y en sólo diez días, los daños del azúcar»y en especial, la fructuosa? son independientes del valor energético o de su impacto en el peso.

Una de las preguntas principales del equipo de investigadores era si había diferencia entre una caloría y otra: los resultados parecen indicar que la caloría del azúcar, además de ser vacía, es peligrosa para el sistema metabólico.

 

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Una dieta con fibra reduce los efectos de la carne procesada

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La Organización Mundial de la Salud alarmó a todo el mundo, literalmente, cuando ratificó que la carne procesada es cancerígena, y una de las principales causas de tumores en el colon y el recto.
Al respecto, la vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Proctología, la médico Ingrid Melo, explicó que diversos estudios, realizados desde hace muchos años, han calificado a la carne procesada como cancerígena. Sin embargo, advierte, el problema no radica tanto en el alimento sino en la cantidad que se consume y en el tipo de dieta restante que llevan las personas.

«El exceso de carne procesada es malo pero esto no significa que no se pueda consumir. Si fuera así, todos los alemanes, por ejemplo, tendrían cáncer de colon. Pero ellos los combinan con otros que tienen mucha fibra. El problema es si solo se consume carne procesada. Sin embargo, llevar una buena dieta adicional, con bastantes verduras, frutas y alimentos con fibra, que no irriten la mucosa intestinal, se reduce el riesgo», explicó.

Grandes causas de consulta

En Venezuela, la principal causa de consulta en proctología son las hemorroides, las fisuras anales, las fístulas y el estreñimiento. En esta última condición, el tipo de alimentación también es determinante.

«El venezolano come mucha harina. Su alto consumo, sumado al mal hábito de no beber agua ni comer fibra provocan estreñimiento. Y esto puede derivar en otras enfermedades como prolapso pues el músculo se desprende por tanto esfuerzo diario», explica Melo.

Advierte que cuando una condición como estreñimiento o diarrea es recurrente, es necesario buscar la causa porque puede ser síntoma de una enfermedad importante.

«La sangre puede ser síntoma de hemorroides o fisuras, que son patologías benignas, pero también pueden presentarse otras más importantes, como tumores», expresa.

Esa sensación de que «algo queda», heces siempre finitas (cuando nunca han sido así) y pérdida repentina de peso, pueden ser síntomas de tumores colorrectales.

Desde ayer y hasta mañana, los proctólogos del país participan en la edición número 12 del Congreso Venezolano de Coloproctología Dr. Carlos Travieso Gómez. El evento se realiza en Barquisimeto y el temario incluye novedades en tratamiento, actualización de patologías y cirugías en vivo.

Además, en el congreso participan cinco invitados internacionales. Son Pradim Gupta, de India; Narimantas Salamavisius, de Lituania; Francisco Abarca, de Ecuador, Enio Oliveira, de Brasil, y José Víctor Rodríguez, de El Salvador.

Las vitaminas múltiples y los suplementos: ¿tomarlos o no tomarlos?

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*Con información de nota de prensa 

 

“A menudo la gente me pregunta si debe o no tomar ciertas vitaminas y suplementos. La respuesta, francamente, es que todo depende”, dice Anne Harguth, especialista en dietética del Sistema de Salud de Mayo Clinic.

Las pautas alimentarias dicen que las necesidades nutricionales deben satisfacerse fundamentalmente a través de la alimentación, pero algunos creen que tomar ciertos suplementos puede ser la mejor manera de obtener los nutrientes que su alimentación posiblemente carece. No obstante, Harguth advierte que es importante entender la repercusión exacta de los suplementos sobre el cuerpo, antes de sacar el dinero para comprarlos.

Los suplementos no deben reemplazar a los alimentos naturales porque no pueden reproducir todos los beneficios para la salud de los alimentos naturales. Las frutas y las verduras, por ejemplo, contienen muchos nutrientes diferentes que aportan ventajas saludables para el cuerpo humano. Por lo tanto, dependiendo de la alimentación y del estado físico actual, podría no ser necesario gastar dinero en suplementos. A continuación se mencionan las tres ventajas principales para la salud que Mayo Clinic considera tienen los alimentos naturales frente a los suplementos:

 

1.- Mayor nutrición. Los alimentos naturales son complejos y contienen una variedad de micronutrientes necesarios para el cuerpo, no solamente uno. Una naranja, por ejemplo, aporta vitamina C además de un poco de beta-caroteno, calcio y otro nutrientes. Todos estos compuestos posiblemente funcionan de forma conjunta a fin de producir un efecto provechoso para la salud.

2.- Fibra básica. Los alimentos naturales, como los granos integrales, las frutas, las verduras y las legumbres aportan fibra alimentaria, y la mayoría de alimentos con alto contenido de fibra también son ricos en otros nutrientes básicos. La fibra, ingerida como parte de una alimentación sana, puede servir para prevenir ciertas enfermedades, como la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardíaca, además de ayudar a controlar el estreñimiento.

3.- Sustancias protectoras. Los alimentos naturales contienen otras sustancias importantes para la buena salud. Por ejemplo, las frutas y verduras contienen unas sustancias de producción natural llamadas fitoquímicos que pueden proteger contra el cáncer, la enfermedad cardíaca, la diabetes y la hipertensión. Muchos de estos alimentos también son buenas fuentes de antioxidantes, o sustancias que lentifican la oxidación, que a su vez, es el proceso natural que conduce a daños en las células y los tejidos del cuerpo.

 

Es recomendable suplementar las vitaminas y los minerales en algunas personas que padecen ciertas afecciones. Estos suplementos serían convenientes para las siguientes personas:

  • Quienes no comen bien o consumen menos de 1600 calorías diarias.
  • Los vegetarianos, estrictos o no, que comen limitada variedad de alimentos.
  • Quienes no ingieren dos o tres porciones de pescado por semana. Cuando es difícil alcanzar esa cantidad, algunos expertos recomiendan añadir aceite de pescado al régimen alimentario.
  • Las mujeres que sufren sangrados fuertes durante la menstruación.
  • Quienes tienen alguna enfermedad que afecta la manera en la que el cuerpo absorbe los nutrientes, tales como diarrea crónica, alergias alimentarias, intolerancia a alimentos, o una enfermedad del hígado, de la vesícula biliar, de los intestinos o del páncreas.
  • Las personas con cirugía del tracto digestivo que no pueden digerir o absorber bien los nutrientes.

“En resumen, si usted es una persona bastante sana que ingiere una alimentación bien balanceada y con amplia variedad de alimentos, que incluye frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa, granos integrales, legumbres, carnes magras y pescado, muy posiblemente no necesite tomar suplementos”, explica Harguth. “No obstante, consulte con el equipo de atención médica y el especialista en dietética si tiene alguna pregunta o duda”.