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Los “mandatos” y el 23 de enero

El 16 de julio del 2017 y el 12 de diciembre del 2020 la sociedad civil realizó dos gestas que merecen el aplauso para sus promotores y voluntarios que las hicieron posibles. Ciudadanos independientes, militantes de partidos  y miembros de organizaciones no gubernamentales participamos por estar conscientes de su importancia como señal de rechazo a la dictadura totalitaria, demandar a la Fuerza Armada defender la Constitución, renovar los poderes públicos mediante elecciones transparentes, exigir el cese de la usurpación de Maduro y realizar gestiones ante la comunidad internacional para rescatar nuestra democracia y atender la crisis humanitaria.

Ante el éxito de ambas consultas, varios políticos y miembros de la sociedad civil han acusado al presidente (e) Guaidó y al llamado G4 de incumplir esos “mandatos”, llegando a tildarlos de traidores a la voluntad del pueblo. Es oportuno tener presente que cuando un general ordena tomar una colina le  proporciona a los soldados fusiles, granadas y morteros. Además, los apoya a distancia con fuego de artillería o con aviación.     

Cabe preguntar si en esas consultas proporcionamos las herramientas para que se cumpla ese “mandato”. ¿Acaso alguien sensato puede pensar que se  lograría con solo aprobar unas peticiones? ¿Entonces, a qué se deben las descalificaciones?

A más de seis décadas del 23 de enero de 1958, fecha del derrocamiento de Pérez Jiménez, es oportuno recordar que el dictador tuvo que irse porque los militares le quitaron el apoyo, aunque fue importante el papel de la sociedad civil. Hay que reconocer y agradecer la resistencia que ofrecieron al régimen varios valientes dirigentes de Acción Democrática que pagaron con su vida, cárcel y exilio la lucha clandestina. Así mismo, dirigentes del Partido Comunista, unos pocos militantes de Copei y de URD, y algunos militares.

El régimen se empezó a derrumbar con la huelga estudiantil del 21 de noviembre de 1957 y con el alzamiento, el 1 de enero de 1958, del teniente coronel Martín Parada y otros aviadores; así como el teniente coronel Hugo Trejo y del mayor Evelio Gilmond Báez, quienes movilizaron los tanques del cuartel Urdaneta. Ese movimiento fracasó fundamentalmente porque no estaba comprometido el Alto Mando, ni oficiales generales o coroneles.

Es necesario tomar en cuenta que, desde la creación del Ejército, la única insurrección militar que tuvo éxito con participación de oficiales de baja graduación fue la del 18 de octubre de 1945.

A mediados de enero de 1958 se profundizó el descontento civil y militar, y hubo un par de intentos fallidos por parte de los militares. La huelga general del 21 de enero y las manifestaciones en las calles de Caracas, convocadas por la Junta Patriótica, aceleraron la conspiración militar. La situación se definió en contra del dictador cuando ese día se pusieron de acuerdo los comandantes generales de la Marina, Ejército y Aviación.

Hoy, numerosos militares están exiliados o fueron pasados a retiro. Además, hay 124 oficiales presos y varios de ellos han sufrido tortura. Lamentablemente, el Alto Mando sigue embarrándose con las violaciones de los derechos humanos y la corrupción de la dictadura. Esta situación dificulta una legítima y deseable insurrección militar para reinstaurar la Constitución. 

Si la Fuerza Armada pareciera no estar dispuesta a intervenir, ningún país ha dado la menor señal de sacarnos las castañas del fuego y la población protesta a diario, pero tiene que abocarse a obtener el sustento, además del temor que infunden los organismos policiales y paramilitares. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Considerando lo anterior y que la Unión Europea, la OEA y el Grupo de Lima pusieron la pelota en nuestro campo, pareciera que la opción es devolvérsela  con el mensaje de que sí queremos negociar, pero para ello requerimos que presionen al régimen para que ceda. Lo ideal sería que se instaurara un gobierno de transición para realizar elección presidencial y parlamentaria. Sin embargo, pareciera difícil lograrlo a corto plazo. Los países amigos no reconocieron la elección presidencial del 2018, ni la parlamentaria de diciembre, por ello no se podía participar.

Próximamente, nos guste o no, habrá elección de gobernadores. Quizá es el momento de evaluar si realmente estos países tienen disposición de presionar suficientemente al régimen. La negociación no puede ser para darle oxígeno. Si el régimen no acepta seguirá vetado internacionalmente, pero de nuestro lado también habrá que ceder.

Muchos dirán que la elección de gobernadores no es lo fundamental. Tienen razón. Pero, si no queremos que el régimen se perpetúe, pareciera que no hay otra opción. ¿Si presentamos buenos candidatos podríamos ganar la mayoría de las gobernaciones? No necesariamente. Dependerá de las condiciones electorales, contar con una organización comprometida que vigile el proceso electoral, con testigos en todas las mesas que obtengan las actas y cuenten las boletas, así como con buenos observadores internacionales.

¿Podría el régimen anular algunos resultados como hizo con Andrés Velásquez, quien ganó la gobernación de Bolívar? ¡Claro que sí! ¿Permitirá el régimen que nuestros gobernadores dispongan del situado constitucional y de las atribuciones que les corresponden? ¡Claro que no! Será necesario que en cada estado se produzcan protestas que lo obliguen a ceder e incluso a dejar el poder. Depongamos las diferencias internas y procedamos a presionar por condiciones electorales adecuadas y a organizarnos para elegir gobernadores, como paso previo a un nuevo gobierno. Lo demás son solo  buenos deseos. A menos que haya un hecho no previsto.  

Como (había) en botica

Una vez más se demuestra las bondades de unir esfuerzos para lograr un objetivo: Runrun.es, en alianza con otros cinco medios de comunicación, obtuvo el Premio Gabo al mejor Texto, por el trabajo Venezuela, el paraíso de los contrabandistas. Felicitaciones.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Vendedores de ilusiones vs. sembradores de esperanza

Simón Bolívar fue nuestro primer vendedor de ilusiones cuando nos vendió la idea de la Gran Colombia, sin considerar que era inviable juntar a Colombia, Ecuador y Venezuela. Sin embargo, sembró la esperanza de la independencia, a la cual dedicó esfuerzo y talento. Así mismo, la mayoría de nuestros presidentes nos vendieron ilusiones, pero unos cuantos sembraron esperanzas, que permitieron construir un país, con sus virtudes y defectos.

En el siglo XX, el presidente Medina y sus seguidores vendieron la ilusión de que la democracia seguiría evolucionando, pero no consideraron que el general López Contreras aspiraba otra vez a la presidencia. Para ello contaba con la aprobación del Congreso Nacional, que era el gran elector, lo cual representaba un retroceso. El dictador Pérez Jiménez vendió la ilusión de que el cemento equivalía a progreso, por lo que descuidó la educación y se estancó el desarrollo humano. 

En el período democrático 1958- 1999 hubo presidentes que vendieron ilusiones y otros que sembraron esperanza. Quizá Betancourt, Leoni y Caldera, con sus más y sus menos, sembraron esperanza. Carlos Andrés Pérez I vendió ilusiones al emprender planes faraónicos y endeudar el país, sin considerar la limitante de recursos humanos. Luis Herrera, Lusinchi, Carlos Andrés II y Caldera II gobernaron con más penas que gloria.

Hugo Chávez fue un gran vendedor de ilusiones, sin duda el mejor mercader que hemos tenido. Nos vendió que eliminaría la pobreza y la corrupción, y que convertiría a Venezuela en una potencia petrolera, agrícola, minera y turística.

Sin embargo, era imposible materializar esas ilusiones expropiando empresas, despreciando la meritocracia, favoreciendo la corrupción, la inseguridad personal y jurídica. Y regalando nuestros recursos a otros países para comprar voluntades.

Su pupilo Nicolás Maduro no es capaz ni de vender un vaso de agua en el desierto, solo repite como loro lo que dijo su mentor. Además, por su descaro en el manejo de las elecciones, no pudo vender la ilusión de democracia, por lo que tiene en contra a la mayoría de los países democráticos del mundo.

La Mesa de Unidad Democrática sembró esperanzas en las parlamentarias de diciembre del 2015, pero no supo o no pudo regar esa esperanza para poder cosechar. María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma vendieron ilusiones con “La Salida”, en el 2014. Demostraron coraje, pero no evaluaron que el régimen tiene las armas y el control del sistema judicial.

La Consulta popular del 16 de julio 2017 sembró esperanzas; era necesaria y contribuyó a la deslegitimación del régimen y a su aislamiento internacional. La acción en el Fuerte Paramacay, en el 2017, fue un gesto valiente, pero solo una ilusión.

El presidente (e) Guaidó sembró esperanzas cuando se juramentó en enero 2019. Algunos dirán que vendió ilusiones al ofrecer el fin de la usurpación, pero olvidan que él y otros han trabajado con ese objetivo.

Guaidó vendió ilusiones con el intento de introducir ayuda humanitaria por Cúcuta en febrero del 2019, aunque ese hecho también representó, a nivel internacional, una derrota política para el régimen y sin duda había que intentarlo. También vendió ilusiones en el evento de La Carlota en abril 2019, al no considerar que Mikel Moreno y Padrino López tienen compromisos con el régimen. Sin embargo, fue valiente al intentarlo.

La Operación Gedeón, en mayo 2020, fue una venta de ilusiones por parte de un grupo de jóvenes valientes y románticos, pero mal asesorados, ya que la misma no tenía posibilidades de éxito

María Corina Machado y Antonio Ledezma venden ilusiones al insistir en que la solución es el 187-11 de la Constitución y en una intervención militar extranjera que ningún país ha manifestado apoyar, lo cual ha hecho daño.

La Consulta Popular del pasado diciembre sembró esperanzas. Es inexplicable que un luchador como Ledezma declare que “lamenta que haya creado expectativas que terminan de desinflarse”.

Los venezolanos necesitamos sembradores de esperanza, ya que la misma moviliza. La venta de ilusiones por lo general produce frustraciones al no materializarse. Por ello hay que ser prudentes. Si trabajamos unidos es posible sembrar la esperanza de que el régimen saldrá este año.  

Como(había) en botica

Carmen Meléndez, sobre la cual pesan sanciones del Departamento del Tesoro de USA, acusó de terroristas a los esposos y capitanes de navío Zorany Salazar y Ronald Rodríguez, así como al civil Argen Ugueto.

El sindicalista petrolero Iván Freites, tenaz denunciador de los accidentes y de la corrupción en Pdvsa, tuvo que asilarse en Colombia.

El ciudadano pemón Salvador Franco, preso político, falleció en la cárcel.  

Recientemente fue asesinada en su hogar la señora Nélida Paniccia de Mejías, esposa del ingeniero Rafael Mejías, y resultaron heridos nuestro compañero y su hija.

Lamentamos el fallecimiento de Augusto Rojas, de Guillermo Guerrero y de Ismael Ramos B., de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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Eddie A. Ramírez S. Dic 29, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Lo que anhelamos para el 2021

1. Anhelamos que el próximo año recuperemos la libertad en un marco de paz y tolerancia.

2. Anhelamos que todos los venezolanos puedan tener empleo, acceso a las necesidades básicas, seguridad personal y jurídica.

3. Anhelamos que pronto puedan abrirse las rejas de las ergástulas que encierran a civiles y militares por manifestar su oposición a la dictadura, y que puedan regresar al país los millones de compatriotas que tuvieron que emigrar.

4. Anhelamos que nuestra dirigencia opositora al régimen entienda que para salir de la dictadura, es necesaria la unidad de propósito, que se construye con desprendimiento, humildad y sin poner zancadillas.

5. Anhelamos se comprenda que poner fin a la usurpación requiere mucho más que buenos deseos y que no es conveniente ofrecer opciones inviables. En todo caso, cualquiera puede llevar a cabo sus propias actividades, sin necesidad descalificar otras. Dentro del Acuerdo de Responsabilidad de Proteger se podría lograr que la comunidad internacional ejerza presión política y económica sobre el régimen y algunos de sus personeros para forzarlos a realizar elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes. Lo que es poco probable es una intervención militar extranjera. 

6. Anhelamos que se concientice la dificultad de coincidir cien por ciento en las actividades que hay que emprender contra el régimen, pero que es necesario apoyar las que decidan la mayoría de los partidos políticos ¡Basta ya de exteriorizar diferencias por asuntos de menor importancia o para descalificar a determinado dirigente!

7. Anhelamos que los partidos políticos y el resto de la sociedad civil puedan conseguir una mejor integración.

8. Anhelamos que nuestra Fuerza Armada, como institución, decida seguir el ejemplo de los oficiales que hoy están presos, exiliados o retirados por manifestar su respaldo a la Constitución.

9. Anhelamos se acepte que hay chavistas-maduristas que no son corruptos, sino que creen en una oferta engañosa.

10. Anhelamos se recuerde que en el pasado cometimos muchos errores por acción u omisión y no fuimos capaces de eliminar la pobreza, ni las desigualdades, lo cual creó resentimientos comprensibles.

11. Anhelamos se abra la mente para aceptar que a veces se requiere negociar con quienes han atropellado la Constitución, siempre y cuando esa negociación permita salir del régimen para que cesen las penurias que pasan los ciudadanos en Venezuela y en el exterior.

12. Anhelamos se entienda que, en este momento, el presidente (e) Guaidó es quien tiene mayor aceptación en el país y el único que es reconocido en el exterior

13. Anhelamos que el año entrante las vacunas hayan podido evitar contagios y muertes por la covid-19.

14. Anhelamos un Feliz Año para todos. Como decía el pueblo judío­: el año que viene en Jerusalén. El año que viene en una Venezuela libre.

Como (había) en botica

Lo mejor del 2020 fue la Consulta popular. Felicitaciones a sus promotores y voluntariado. Tarjeta amarilla para quienes no la apoyaron y roja para los saboteadores.

Por irresponsabilidad de Chávez-Maduro está peligrando nuestro derecho sobre el Esequibo.

La dictadura sigue atropellando a los docentes. Ahora les tocó el turno a los profesores Mario Bellorín y Robert Franco, de Carúpano. El primero recuperó la libertad, pero se desconoce el paradero de Franco.

Lamentamos el fallecimiento de Robiro Terán, director del Foro Penal Venezolano, gran luchador por los derechos humanos.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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Que 2021 nos sea leve

Que 2021 nos sea leve

2020

2020

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Comité organizador de la consulta popular presentó resultado final
Blanca Rosa Mármol manifestó que los resultados demuestran que los venezolanos exigen que Nicolás Maduro abandone el poder

El comité organizador de la consulta popular, promovida por la oposición, presentó los resultados finales de la jornada que se realizó entre el 7 y 12 de diciembre.

Durante una rueda de prensa digital, el comité indicó que existe una estimación final de participación de 6.764.507 manifestaciones de voluntad, de las cuales hasta el momento se han verificado 6.471.428.

Asimismo, ratificaron las cifras anunciadas el 12 de diciembre, donde, según indicaron, la participación alcanzó 6.466.791 manifestaciones de voluntad, de esa cifra 2.412.354 fue por la vía digital, mientras que 3.209.714 lo hicieron de manera presencial en el país y a nivel internacional lograron 844.723.

«El pueblo se impuso frente a la represión, ahora corresponde dar cumplimiento al mandato en esta consulta», dijo Enrique Colmenares Finol.

 

Además, Colmenares señaló que el 12D no debe verse como una jornada final, sino como el día en que el ciudadano venezolano levantó la voz.

Por su parte, la abogada Blanca Rosa Mármol manifestó que los resultados demuestran que los venezolanos exigen que Nicolás Maduro abandone el poder y que reclaman elecciones libres, justas y verificables.

“Esto es el mensaje claro que damos a la comunidad internacional a través de la consulta popular. El mecanismo estará activo para el seguimiento del proceso en vista de lograr la restauración de las instituciones y reinstauración de la democracia”, dijo Mármol.

Con relación a los resultados de las preguntas de la consulta, señalaron:

Primera pregunta: Sí: 97% No: 3%.

Segunda pregunta: Sí 97% No: 3%.

Tercera pregunta: Sí 99% No: 1%.

*Con información de El Nacional y La Prensa Lara

Consulta popular obliga a la oposición a revisar su narrativa
Politólogos consideran que tras la consulta popular debe haber una revisión de la narrativa por parte de la oposición y que sus estrategias deben ser más realistas ante las expectativas de los ciudadanos
Además indican que las cifras de participación pueden ser cuestionables porque no hay un sistema de auditoría institucional y transparente que permita una interpretación clara y tangible

@saracosco

Tras la consulta popular, los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron un proyecto de acuerdo en el que acordaron iniciar una “ofensiva diplomática” para que la comunidad internacional no reconozca el Parlamento que se instalará el próximo 5 de enero, tras las elecciones del 6 de diciembre.

En dicho proyecto, todos los acuerdos se concentran en la comunidad internacional, pero no se especifica qué acciones se tomarán dentro del país. En ese debate, del pasado 15 de diciembre, el diputado Guillermo Palacios (UNT-Lara) expresó que con la participación en la consulta se le envió un mensaje a la comunidad internacional para que aceleren su participación en la búsqueda de soluciones a la crisis venezolana.

La consulta popular fue una propuesta aprobada en la Asamblea Nacional, como una forma de rechazar las elecciones legislativas convocadas para el 6 de diciembre, que la oposición consideró que no contaba con las condiciones necesarias. Se llevó a cabo de forma digital y presencial, entre el 7 y el 12 de diciembre en Venezuela y a nivel internacional, para que los migrantes pudieran también participar. 

Guaidó aseguró que la consulta cumplió con los objetivos de movilizar a los ciudadanos, vincular a la sociedad civil y gremios con partidos políticos y el acompañamiento de la comunidad internacional que vio el “rechazo al fraude del 6 de diciembre”. 

Mientras que Blanca Rosa Mármol de León, miembro del comité organizador de la consulta, aseguró que la idea era “gritar” que los venezolanos no quieren más al gobierno de Nicolás Maduro y pedir el “auxilio internacional”. 

Intensificar la presión

Mientras que el primer vicepresidente, Juan Pablo Guanipa (PJ-Zulia) pidió a la comunidad internacional que intensifique las presiones y que así se pueda concretar un cambio político en el país”. 

Días antes de la sesión, el presidente encargado y de la AN, Juan Guaidó convocó a una marcha para este 5 de enero y pidió a los miembros de la Fuerza Armada, ponerse del lado de los venezolanos que se expresaron en esa consulta.

Ante la falta de más detalles sobre un plan o una ruta a seguir, luego de esta convocatoria, los politólogos Marisela Betancourt y Pablo Andrés Quintero, consideran que la oposición debe hacer una revisión de las estrategias y rutas, además de un balance sobre lo que funcionó o no este año. 

Quintero explica que la oposición tiene muchos retos tras la consulta popular. Uno de ellos sería hacer un control de daños y crear una narrativa diferente a la de que la consulta derrotó el “fraude electoral” del pasado 6 de diciembre. El politólogo cree que deben pasar a la acción y eso pasa primero por tener un mínimo de organización interna, que se logra tratando de construir una “estrategia sensata, coherente y que esté ajustada a las expectativas reales de la población”.

“No se pueden seguir prometiendo cosas, no se pueden seguir elevando las expectativas de la gente. La consulta popular fue un acto político y simbólico, pero está muy alejado de la capacidad que tiene la oposición de solucionar algo. Hoy en día la oposición no tiene capacidad de solucionar nada si no está en el poder”, agrega. 

“No se pueden seguir prometiendo cosas, no se pueden seguir elevando las expectativas de la gente. La consulta popular fue un acto político y simbólico, pero está muy alejado de la capacidad que tiene la oposición de solucionar algo. Hoy en día la oposición no tiene capacidad de solucionar nada si no está en el poder”, agrega. 

Igualmente, Marisela Betancourt señala que uno de los pasos más importantes de la oposición es revisar y replantearse complementamente en qué se va a basar la unidad que plantean, “porque hasta ahora no está funcionando, es una oposición totalmente fragmentada”.

Betancourt también coincide con Quintero en la necesidad de analizar la narrativa y que se debe empezar a hablar con más sinceridad a la gente. La politólogo criticó que el presidente Guaidó dijera en una entrevista para El País, que la palabra negociación está mal vista en el país, “pero si revisas las encuestas, la mayoría de la población está de acuerdo con un proceso de negociación y de una transición a partir de elecciones”. 

“Pareciera que se le habla a otros actores, a otros intereses y no a los intereses de la población. Entonces considero que uno de los pasos fundamentales es comenzar a hablarle a la gente con la verdad”, expone. 

Un problema más allá de los números 

En el primer boletín del comité organizador, que se publicó el mismo 12 de diciembre, anunciaron que participaron 6.466.791 venezolanos. De manera presencial acudieron 3.209.714 personas, en el exterior fueron 844.728 ciudadanos y de forma digital se registraron 2.412.354 personas. 

Pero dos días después, en un segundo boletín, informaron que del total de participación anunciados al principio, el 72% (1.739.830 personas) fueron las que completaron el proceso de participación y las que obtuvieron el código de confirmación. 

Además el periodista especializado en la fuente electoral, Eugenio Martínez cuestionó desde un principio las cifras de participación y afirmó que era un dato político, técnicamente insostenible. 

“No hay forma que hoy la cifra de participación presencial fuese 3 millones de personas. Hasta el viernes en la mañana digitalmente sólo habían participado 1 millón de personas”, agregó en una serie de tuits en su cuenta personal. 

 

Pablo Andrés Quintero explica que la oposición no debe encasillarse en la discusión de las cifras de participación de la consulta popular. “Hay que cambiarle la imagen al venezolano de que la oposición va a sacar algo de la consulta, porque realmente no hay forma de darle resultado positivo hacia una forma de materializar un cambio, utilizando las cifras de la consulta o diciendo que el 6D fue un fraude”.

Además dice que no hay forma de verificar si los datos de participación que se anunciaron el 12 de diciembre fueron “inflados” o si las personas pudieron votar más de una vez. “La auditoría que se hizo, no podemos llamarla una auditoría institucional, vamos a llamarla partidista, de un sector político. No está claro realmente cómo es el mecanismo para hacer esa verificación”.

“No hay mecanismos institucionales transparentes, de seguimiento, que permitan decir que ese dato sí existe o no (…) La interpretación de esas cifras es inexacta, porque no es clara, no es tangible. Es una interpretación subjetiva”, añade.

Quintero agrega que lo mismo sucede con los resultados anunciados el 6 de diciembre por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE). “Hay una nube tóxica de desconfianza que hace que la gente no crea ni en el chavismo ni en la oposición”.

En este punto, Marisela Betancourt señala que las cifras de participación carecen de credibilidad por parte de la población, porque son cifras inauditables, por lo tanto se pueden poner en duda, pero al mismo tiempo considera que son verosímiles, en cuanto al universo de las personas que se sienten identificadas con la oposición. 

En este punto, Marisela Betancourt señala que las cifras de participación carecen de credibilidad por parte de la población, porque son cifras inauditables, por lo tanto se pueden poner en duda, pero al mismo tiempo considera que son verosímiles, en cuanto al universo de las personas que se sienten identificadas con la oposición. 

“Precisamente era una de las intenciones de la consulta, saber cuál es su capacidad de movilización y más o menos en cuanto rondan los números de afiliación con el planteamiento que propone la oposición mayoritaria”, añade. 

El reto de reconectar 

El diputado electo en las elecciones del pasado 6 de diciembre, Luis Augusto Romero, no cuestiona directamente las cifras de participación en la consulta que hizo la Asamblea Nacional, pero dice que ambos eventos pusieron en evidencia un profundo agotamiento de la gente ante la ausencia de resultados a los problemas que viven los venezolanos. 

Romero, militante de Avanzada Progresista, señala que en los próximos días quedará en evidencia que la consulta popular no tiene mayor trascendencia para la realidad que se está viviendo. “En la medida que pasen los días y la gente perciba que el esfuerzo de movilización no produce ningún resultado, eso va a agudizar la inconformidad y descontento que existe en la población y que se prela con los altísimos niveles de abstención del 6D, así como en la baja participación en la consulta”.

Por eso insiste en que es necesario que toda la dirigencia política, en la que se incluye, debe ser cuidadosa a la hora de convocar o de señalar cuál es el camino a tomar. “Hay un hartazgo, un cansancio frente a una serie de convocatorias que no producen los resultados que la gente espera”. 

Pablo Andrés Quintero también comparte este punto de los sentimientos de las personas frente a la crisis y que hay un descontento con la oposición. Por eso dice que las estrategias deben centrarse en saber cómo piensan los ciudadanos, hacer un diagnóstico social, sociológico e incluso psicológico, para conocer el estado mental de las personas actualmente. 

“A partir de allí hacer una estrategia que convenza al ciudadano, pero que sea práctica, tangible, realizable y que aumenten los niveles de confianza de la ciudadanía”, expone.

Igualmente, Luis Augusto Romero agrega que no se puede seguir “jugando” con la paciencia de la gente. “No podemos seguir haciendo convocatorias fantasiosas. Todo el liderazgo opositor, tenemos que hacer una evaluación de la ruta que hemos transitado. Tenemos que asumir los errores que hemos cometido, todos en alguna medida hemos fallado en sintonizarnos con la expectativa de la gente”. 

“No podemos seguir haciendo convocatorias fantasiosas. Todo el liderazgo opositor, tenemos que hacer una evaluación de la ruta que hemos transitado. Tenemos que asumir los errores que hemos cometido, todos en alguna medida hemos fallado en sintonizarnos con la expectativa de la gente”. 

Insiste en que la ruta para lograr un cambio político en Venezuela es a través del voto y recuerda que el próximo año se realizarán las elecciones de gobernadores y consejos legislativos. Añade que hay dirigentes pertenecientes al G4 que han hablado en privado sobre la posibilidad de participar en esas elecciones, y que en tal caso debe haber una estrategia compartida. “Tiene que haber un debate sincero, amplio, en donde no solamente que los partidos de oposición, sino que estén todos los sectores la Academia, los gremios, etc”. 

Sobre esto, Marisela Betancourt considera que la oposición debe concentrarse en esos comicios y los próximos que estén estipulados a partir de una reestructuración completa. Además de trabajar para un referéndum revocatorio.

Parlamento pide a comunidad internacional no reconocer a la AN que se instalará el 5E
Los diputados exhortaron a los parlamentos regionales a mantener la exigencia de hacer elecciones presidenciales y legislativas en el país para salir de la crisis

Los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron un proyecto de acuerdo en el que se indica que iniciarán una «ofensiva diplomática» para que el Parlamento que se instalará el próximo 5 de enero, tras las elecciones del 6 de diciembre, no sea reconocida.

En la última sesión ordinaria del año, los parlamentarios debatieron sobre la consulta popular realizada entre el 7 y el 12 de diciembre -siendo este último día de forma presencial- aunque las propuestas del proyecto de acuerdo solo presentaron iniciativas a nivel internacional.

El diputado Guillermo Palacios (UNT-Lara) aseguró que los venezolanos tuvieron la posibilidad de expresarse y rechazar las elecciones del pasado 6 de diciembre. Agregó que con esto se le envió un mensaje a la comunidad internacional para que aceleren su participación en la búsqueda de soluciones a la crisis.

«El pueblo rechaza al régimen de Maduro por todas las medidas incongruentes, la corrupción generalizada que ha llevado a la ruina a un país que venía creciendo, por los errores y omisiones cometidas que se pudieron haber corregido a través de los mecanismos constitucionales de alternabilidad que hoy no existen, porque el deseo de la usurpación es quedarse en el poder acosta del sacrificio de los venezolanos”, expresó.

Igualmente el diputado Arnoldo Benítez (Causa R-Aragua) denunció que a la ciudadana Noris Lucena la agredieron, en el estado Aragua, produciéndole una herida en uno de sus hombros y hubo otro caso de detención arbitraria de la dirigente Vilma Rojas por repartir volantes a favor de la consulta.

Benítez leyó una carta del arquitecto Carlos Ernesto Blanco, en la que expresa que la consulta popular es una orden vinculante que enviaron los venezolanos, el cual merece un Acuerdo de acatamiento por parte del Parlamento y comisionar al gobierno interino así como a las diferentes Comisiones de la Asamblea Nacional junto a la sociedad civil generar las acciones para el cumplimiento del mandatado.

El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Juan Pablo Guanipa (PJ-Zulia) indicó que los venezolanos desconocieron la «vulgar farsa electoral» y que millones de ciudadanos salieron a alzar la voz a través de la Consulta Popular para repudiar a Nicolás Maduro.

Guanipa pidió a la comunidad internacional que intensifique las presiones y así se pueda concretar un cambio político en el país.

En el proyecto de acuerdo aprobado por los diputados, ratifican la solicitud a la Unión Interparlamentaria para que, en acatamiento a lo establecido en el Artículo 3 de sus Estatutos y Reglas, no reconozca un parlamento escogido en abierta contravención de la Constitución y de las leyes de la República de Venezuela».

Además exhortaron a los Parlamentos regionales a mantener el reclamo de elecciones presidenciales y legislativas «libres, transparentes y creíbles en Venezuela como la única manera de salir de la crisis, y en consecuencia, desconocer la legitimidad del fraude realizado para el 6 de diciembre de 2020».

Julio Castillo Sagarzazu Dic 15, 2020 | Actualizado hace 1 mes
Apostarle a la política

@juliocasagar

Hace unos días, en algunos de los numerosos chats en los que participamos todos, una persona me indicaba, a propósito de una nota anterior, que le diera más razones para convencerla de participar en la consulta popular.

En realidad no tenía más que las que hoy referiremos en esta nota y que puede resumirse en la frase que sirve de título al artículo: hay que apostarle a la política.

En efecto, luego de la carta de los obispos venezolanos en las que pronunciaron una sentencia inapelable e incontrovertible: “No basta con abstenerse”, se abrió un debate en el país sobre qué habría que hacer. La conclusión casi unánime fue que no podíamos quedarnos de brazos cruzados; no podíamos dejarnos llevar por la inercia de los acontecimientos. Hacía falta una propuesta que pudiera convertirse en un eje para la acción de los millones de venezolanos que no querían participar en la farsa del 6D, pero que tampoco veían caminos frente a ellos.

No era fácil convencer de que ese camino era el de la consulta popular. Las condiciones eran adversas por donde se le vieran, pero aquí justamente era cuando había que apostarle a la política. ¿Y cómo se apuesta a la política? Es relativamente sencillo: en primer lugar hay que encontrar y creer en una idea justa. La fuerza de una idea justa es la base de una victoria. Ya lo decía Víctor Hugo: “nada tiene más fuerza que una idea a la que ha llegado su momento”. No importa cuán compleja parezca llevarla a cabo. Si creemos que es justa hay que luchar por ella. ¿Luchar por ella? Sí, porque las ideas solas nunca han ganado batallas.

En la política las ideas hay que convertirlas en carne, sangre y huesos de millones de seres humanos para que pueda tener chance de triunfar y eso solo se logra con la ORGANIZACIÓN.

Organizar es poner a la gente de carne y hueso tras una bandera; reunirlas, debatir con ellas; fijarse metas; rendir cuentas; hacer balances. Eso es lo que ha ocurrido con la consulta popular. Esa vanguardia opositora que estaba viéndose el ombligo; pastoreando nubes y discutiendo sobre el sexo de los ángeles, consiguió un eje de trabajo y se reanimó. Los voluntarios reaparecieron, los que discutían se reunieron a hacer algo concreto y a enfrentar juntos las adversidades comunes. En otras palabras, salimos de la quietud, del marasmo que genera la inercia. ¡Qué razón tenían nuestras abuelas cuando nos decían que “la ociosidad era la madre de todos los vicios”!

Ahora seguramente pasaremos días discutiendo los guarismos. Habrá expertos que dirán que la raíz cuadrada de pi, sobre la quinta potencia de X al cuadrado, es el verdadero resultado y otros replicarán otra cosa. Lo cierto es lo que pasó, lo que vimos, las decenas de miles de compatriotas animados de nuevo; los abuelos nonagenarios haciendo su cola; la gente vadeando ríos y usando burros para transportar el material; los nuestros resistiendo las agresiones de los colectivos fascistas y los miles de compatriotas de la diáspora volviendo a gritar “sí se puede” y mandando sus fotos y videos para darnos ánimo. ¡Qué maravilloso contraste con el día gris de amenazas, soledades y trapacerías del 6D!

Eso es apostarle a la política. Eso es tener el coraje de empujar una iniciativa aunque no tengamos todas las respuestas. Eso es poner la voluntad unida en un objetivo. Eso es el equivalente a lo que en las religiones es la oración: pedir todos juntos para que se nos dé algo o para dar gracias por algo. La política es una de las pocas ramas del quehacer humano donde la voluntad pueda cambiar la realidad, y lo que ocurrió el sábado es un ejemplo de la voluntad eficiente y efectiva.

Ahora nos toca, subidos en esta plataforma, afrontar el 2021. El próximo año seguirá habiendo desafíos decisivos, cruciales y complicados. Tenemos en las alforjas el bastimento necesario para superarlos. Tendremos que replantear la unidad, reestructurar lo que haya que reestructurar, corregir lo que haya que corregir y solidificar lo que hemos hecho bien, que no es poco.

Nos enfrentaremos a una nueva realidad geopolítica mundial con Biden en la Casa Blanca. La ayuda decidida del presidente Trump a Venezuela no puede perderse, pero habrá que reformularla con base al nuevo panorama.

Debemos aprovechar las ventajas que se producirán por la nueva óptica del multilateralismo y la cooperación que se abren paso. La causa de Venezuela debe conseguir la rendija para colarse y volver a estar en la agenda como el problema geopolítico mundial que es. Pero sobre todo debemos diseñar una estrategia unitaria y coherente que nos permita llegar a la tierra prometida de rescatar la democracia conquistando el derecho a hacer unas elecciones libres, justas y verificables que cambien TODOS los mandatos públicos para que comencemos de nuevo esta partida de hacer grande a Venezuela.

Por lo pronto, a seguir la lección que nos deja la consulta popular. Poner la política y confiar en ella. Evitar caer en baches de inactividad y en la pelea subalterna y, sobre todo, confiar en la frase de Víctor Hugo, porque la justeza de nuestra causa es monumental y hace tiempo que le llegó su momento.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Éxito de los demócratas y derrota de la dictadura totalitaria

Los resultados de la consulta ciudadana y de la farsa del 6D deben motivar reflexiones a la oposición, al régimen de Maduro, a la comunidad internacional y a quienes buscan pescar en cualquier lado. La consulta montada por la sociedad civil y los partidos políticos de la oposición fue exitosa. Enrique Colmenares, vocero del Comité Organizador, anunció que acudieron 6.466.791 ciudadanos.

Como siempre, algunos dirán que han debido ser más y otros pondrán en dudas esa cifra. Es absurdo comparar con otros eventos realizados en diferentes circunstancias. Lo fundamental no son los números, sino que los venezolanos no nos rendimos. Millones se movilizaron para rechazar la usurpación de Maduro y la farsa electoral del 6D; solicitar elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes libres. Así como gestionar ante la comunidad internacional la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan recuperar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad.

La consulta se llevó a cabo contra viento y marea. Tuvo muchos factores en contra, tales como las limitaciones para garantizar el secreto de la identidad de los participantes, las cuales recuerdan las represalias por las llamadas listas Tascón y Maisanta; también las restricciones por la pandemia, por lo cual hubo que recurrir a contestar las preguntas vía internet, que no solo falla constantemente, sino que muchos no tienen acceso o conocimiento para ingresar. Además, la hegemonía comunicacional del régimen impidió la divulgación de esa herramienta constitucional y la compañía estatal de teléfonos bloqueó una de las plataformas. Por si fuera poco, los voluntarios fueron objeto de agresiones de los paramilitares rojos armados y de organismos del Estado en once entidades, que en algunos casos se robaron el material de la consulta.

Sin embargo se impuso la voluntad del pueblo, la valentía y trabajo del voluntariado y el empeño de los organizadores.

Como quien esto escribe tiene por norma hacer público lo que comenta en privado, no puedo obviar la crítica a gente valiosa y valiente en su lucha contra la dictadura, como María Corina Machado y Antonio Ledezma. Esta vez no sumaron. Curiosamente, las preguntas de la consulta estaban en línea con lo que ellos predican. Ojalá lo reconozcan y rectifiquen.  

La farsa electoral montada por la dictadura con todas las ventajas de contar con un CNE sumiso, un sistema judicial genuflexo y con el chantaje de que “quien no vota, no come”, fue un fracaso. Según el opaco CNE, solo  acudieron a la farsa un 31 por ciento del registro electoral. Pero de acuerdo a encuestas, fotos y videos en los centros de votación vacíos, la concurrencia quizá dé un 24 por ciento.

Esta bajísima asistencia el 6D y el éxito de la consulta es un claro mensaje a los directivos del PSUV de que Maduro tiene que irse y que les conviene permitir la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes, realizadas preferentemente por un gobierno de transición. Por su parte, la comunidad internacional dispone hoy de más argumentos para seguir reconociendo a la Asamblea Nacional presidida por Guaidó y a este como presidente interino.

Los dirigentes de la nanomesa que predican ser de oposición y que decidieron apoyar la farsa salieron con las tablas en la cabeza. El pueblo los rechazó. Mientras el amo les concedió las curules que le dio la gana.

Desde luego que hubo quienes acudieron a votar de buena fe, engañados con el argumento de que se podía ganar, que no hay que dejar espacios vacíos y que acudir a la farsa era una manera de protestar. Obviaron que la dictadura aniquiló el valor del voto. Además que el mundo democrático anunció que no reconocería esa pantomima.  

Falcón, Romero, Timoteo, Claudio, Mujica, Leocenis, Bertucci y Enrique Ochoa evidenciaron que solo tienen partidos políticos de maletín.

Quienes aceptaron que el TSJ les adjudicara indebidamente los nombres y símbolos de AD,  Primero Justicia, Voluntad Popular y Copei, tales como Bernabé, José Brito, Luis Parra y Mercedes Malavé hicieron un papel vergonzoso. 

Por otra parte, no se puede evitar comentar que extraña que, en medio de la consulta, Leopoldo López descalificara la opción de la Responsabilidad de Proteger. Sus declaraciones fueron extemporáneas, por decir lo menos. ¿Y qué decir de las declaraciones de Enrique Capriles? A él lo hemos defendido de las descalificaciones injustas que le han hecho, pero su reciente intervención fue infeliz. Pareciera que para tomar un segundo aire su estrategia es descalificar al presidente (e) Guaidó, quien tiene el mayor porcentaje de aceptación entre los dirigentes de la oposición y el reconocimiento de los países democráticos.

El régimen está cada vez más débil. Quizá es el momento de explorar una buena negociación.  

Como (había) en botica

Las organizaciones de derechos humanos deben investigar el caso de los venezolanos ahogados provenientes de Trinidad.

Lamentamos el fallecimiento de César Rojas, miembro de Gente del Petróleo y de Unapetrol , quien trabajó en la Pequiven meritocrática.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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