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Maestros y trabajadores de la salud siguen al frente de las protestas laborales en Venezuela
El Inaesin explicó que los ingresos mensuales son insuficientes para cubrir las necesidades básicas, que además se vieron afectados por la «inflación galopante», que cerró enero en 39,4 %

 

 

Las protestas laborales en Venezuela se redujeron un 62,4 % durante febrero, cuando se registraron 67, luego de que en enero se computaran 178, informó este martes el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).

El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical, una instancia del Inaesin, contabilizó 67 conflictos el mes pasado, «protagonizados en su mayoría (55,22 %) por trabajadores del sector educación, seguidos por personal de la salud, con un 20,90 %», según se informó en una nota de prensa.

«Pese al desgaste de los trabajadores por las diferentes acciones conflictivas llevadas a cabo durante el mes de enero, se mantienen en pie de lucha en busca de una mejora en sus condiciones laborales», añadió el escrito.

El Inaesin explicó que los ingresos mensuales son insuficientes para cubrir las necesidades básicas, que además se vieron afectados por la «inflación galopante», que cerró enero en 39,4 %, según estimaciones independientes, y la «continua devaluación del bolívar», que en febrero perdió un 8 % de su valor frente al dólar.

Asimismo, «la falta de implementos para realizar a cabalidad sus funciones y el constante acoso laboral del que son víctimas a diario por reclamar sus derechos» están afectando a los trabajadores del país, especialmente del sector público.

Los conflictos se materializaron a través de denuncias ante instituciones del Estado, de movilizaciones públicas y de concentraciones callejeras, y estuvieron motivados por «salarios de hambre», acoso laboral y demandas por mejores condiciones de trabajo, precisó la información.

El salario mínimo de Venezuela, fijado por el Gobierno, equivale a unos 5 dólares mensuales, mientras que la canasta básica de alimentos para una familia de cinco personas cuesta cerca de 500 dólares, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

*Con información de EFE

Escasez de gasolina lideró conflictos laborales en abril
La escasez y las irregularidades en el despacho de combustible afecta a varios sectores siendo el estado Lara el que mas registro de protestas presentó en el mes de abril

 

El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin), durante el mes de abril contabilizó 86 conflictos laborales en el país, de los cuales 32 (37,2%) estuvieron vinculados a la escasez y despacho de combustible a los trabajadores, mientras que 22 (25,6%) exigieron mejores condiciones laborales.

Desde hace varias semanas, la escasez y las irregularidades en el despacho de combustible afectan a quienes necesitan trasladarse a sus lugares de trabajo. En el municipio Torres del estado Lara, más de 300 personas —entre transportistas y miembros de otros gremios— tomaron durante tres días las calles del centro y lograron un acuerdo para que los choferes surtieran gasolina y pudiesen operar, de modo que los trabajadores de la zona tuvieran forma de trasladarse.

Por ubicación geográfica, Lara encabezó los reclamos con 20% del total y Distrito Capital y Aragua concentraron 8% de las protestas, cada uno.

Los ataques a la libertad personal abarcaron 11,6% de los conflictos de abril. Los trabajadores de la prensa son perseguidos, amedrentados y detenidos con la intención de que no ofrezcan información sobre el coronavirus y sus efectos en el país. Además, se registraron nueve eventos de censura que incluyeron el cierre de seis medios de comunicación: cuatro de ellos por medidas arbitrarias de gobiernos estadales y de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), y el resto por falta de papel y de gasolina para trasladar los ejemplares.

Elio Mendoza, quien laboraba en La Planta de Pellas de Sidor, fue detenido por criticar los salarios que reciben y la bioanalista Andrea Sayago, fue castigada con  arresto domiciliario por publicar en su estado de WhatsApp órdenes médicas de pacientes con COVID-19 en la entidad andina.

Por otro lado, el sector salud fue el que tuvo más participación (34,9%) en los conflictos laborales de abril por falta de gel desinfectante, jabón, guantes ni tapabocas y agua corriente para atender a los casos de COVID-19.

Las protestas del sector educativo representaron 9,3%, según el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical. Los educadores denunciaron lo nulo que resultó el aumento salarial a Bs 400.000, poco más de 2 dólares. Mientras que en los estados Lara y Carabobo, los docentes se declararon en paro porque no cuentan con las condiciones (electricidad e internet) para dar clases online como lo pidió el gobierno para terminar el año escolar por causa de la pandemia.

 

*Con información de NP

La ONU y Pyongyang ven la crisis norcoreana como asunto más tenso del mundo

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El responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, coincidió con autoridades de Corea del Norte en que la situación que atraviesa la península asiática es el “asunto de paz y seguridad más tenso y peligroso del mundo” durante su viaje diplomático al país.

En un comunicado remitido este sábado, Naciones Unidas dio cuenta de la “serie de reuniones” que Feltman mantuvo con el titular de Asuntos Exteriores, Ri Yong Ho, y su viceministro, Pak Myong Guk, durante la visita que realizó desde el martes hasta el viernes para analizar temas de interés mutuo.

“Intercambiaron puntos de vista sobre la península coreana y estuvieron de acuerdo en que la situación actual es el asunto de paz y seguridad más tenso y peligroso que hay hoy en el mundo”, señala el documento sobre los encuentros, de los que no se habían ofrecido detalles.

Feltman enfatizó la necesidad de que el régimen de Pyongyang aplique las resoluciones que el Consejo de Seguridad ha aprobado sobre la crisis norcoreana e insistió en que “solo puede haber una solución diplomática” como resultado de un proceso de “diálogo sincero” donde “el tiempo es vital”, desgrana el comunicado.

Tras urgir a las autoridades del aislado país asiático a “evitar errores de cálculo” y a “abrir canales para reducir los riesgos de conflicto”, el diplomático estadounidense subrayó que la comunidad internacional está “alarmada por las crecientes tensiones” y comprometida a lograr esa solución “pacífica” en la península.

Por otra parte, la ONU informó de que su responsable de Asuntos Políticos también se reunió con el personal que la organización tiene allí y con miembros del cuerpo diplomático.

Hizo visitas a lugares donde la ONU lleva a cabo proyectos, entre ellos una fábrica alimentaria para niños, un instituto dedicado al cáncer de mama o un hospital pediátrico, y conoció el “trabajo de campo” que salva vidas humanas y los retos de contratación y financiación de la organización internacional.

La visita de Feltman se produjo tras la última prueba balística de Pyongyang, el martes, en la que el misil alcanzó una altura mayor que en cualquiera de los ensayos anteriores.

La ONU señaló que el viaje respondía a una invitación pendiente desde hace “largo tiempo” para mantener un “diálogo político” entre las autoridades de Pyongyang y Naciones Unidas.

Se trata del primer viaje a Corea del Norte que realiza un responsable político de Naciones Unidas en más de siete años; el último en visitar el país fue el antecesor de Feltman, Lynn Pascoe, en febrero de 2010.

Desnormalizar la violencia, por Roberto Patiño

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Una de las primeras acciones que debemos tomar para enfrentar la violencia es confrontar el proceso de aceptación como normal, con la que es abordada por diferentes sectores de nuestra sociedad. Ante esto es necesario cuestionar la violencia como herramienta en la resolución de conflictos, no deshumanizar a víctimas y victimarios, reconociéndolas como personas más allá de cifras o porcentajes, y comprender las repercusiones de la violencia en quienes están directamente afectados por ella y los que les rodean, como familiares, amigos y vecinos. Estas  son algunas consideraciones que proponemos para manifestar una acción frente a la tragedia y encontrar otras maneras de entenderla y transformarla.

En días pasados fue muy comentado el doloroso caso de Michelle Longa, de 18 años, golpeada hasta la muerte por tres compañeras de su liceo.  Su asesinato se produjo luego de que una discusión con las muchachas, molestas porque habían sido reprobadas luego de que Michelle no las incluyera en un trabajo escolar, escalara hasta la agresión física. El terrible asesinato de Michelle, además del reconocimiento de la tragedia irreparable de la muerte de una joven, plantea otras cuestiones: ¿Qué apoyo se le está dando a sus familiares que, como miles en Venezuela, atraviesan  momentos de duelo, pérdida y rabia?  ¿Cómo ha afectado a sus compañeros, profesores y plantel? ¿Qué condiciones se dieron en el entorno, educativo, familiar y cultural de las muchachas involucradas, llevándolas a convertir una disputa sobre un trabajo escolar en una brutal golpiza y un homicidio? ¿Qué medidas preventivas se están tomando en los planteles y hogares de esa comunidad frente a esta situación? ¿Cuál es la respuesta de los organismos del Estado responsables?

Pensemos que este caso pone la atención sobre una faceta de la violencia más allá de lo criminal, en el contexto de los jóvenes y adolescentes en planteles educativos. A pesar de lo inédito  (por los motivos descritos) del asesinato de Michelle Longa, la organización no gubernamental CECODAP advierte que ya en 2015 se produjeron al menos 3 muertes por violencia escolar y más de una treintena de heridos en centros educativos por la misma causa. Esto es una clara señal de alarma sobre una faceta del problema que debe abordarse en lo inmediato: el asesinato de Michelle es muchísimo más que una cifra y una noticia de sucesos, de las tantas que escuchamos a diario. Advierte sobre fallas, tanto de la sociedad como del Estado, en la asunción de responsabilidades y enfoque frente al problema.

En la normalización de la violencia influye, a nivel social, la negativa de las personas a afrontar hechos de este tipo por su carga negativa, dolorosa, y muchas veces reveladora de pulsiones oscuras de la sociedad, difíciles de aceptar y procesar. También la impotencia generada por la percepción de que la violencia, por su magnitud y complejidad, es un problema imposible de solucionar.

Por otro lado existe en nuestro país una negativa del Estado a aportar soluciones preventivas, continuas y consensuadas al respecto. El mismo Estado,  tanto en su discurso como en sus actos, estimula, valida y glorifica el uso de fuerza excesiva y la violencia. Son algunas muestras de ello la criminalización de la disidencia y la invención de complots y enemigos externos, la agudización de la persecución política a través de detenciones ilegales y la implementación de operativos en contra de la inseguridad, como las OLP, con reiteradas violaciones a los DDHH. Es vital un cambio de gobierno que posibilite otra visión de Estado,  para que este no continúe siendo un factor determinante y permisivo de lo violento y, por el contrario, se articule con el resto de la sociedad para la promoción y reconstrucción de la convivencia.

Creemos que en el ámbito local es prioritario el aporte de herramientas activas de participación, como talleres de prevención de violencia y de resolución pacífica de conflictos, entre otros. Igualmente necesario es visibilizar a los afectados por el problema, desde individuos hasta comunidades, y exigir apoyo legal, psicológico y material para estos. Las víctimas de la violencia tienen rostro, y sus experiencias, dolorosas y que nos confrontan con los aspectos más terribles de lo humano, pueden ser también referentes de resiliencia, superación y esperanza.  

En nuestro trabajo en las comunidades, hemos reconocido estas vivencias en personas como Abraham Viera, de El Polvorín en la Pastora. Abraham perdió primero a un hermano en un accidente y luego a otro a manos del hampa. Enfrentado a la posibilidad de vengar al segundo decidió enfocar su esfuerzo en superar la tragedia y ayudar a su familia en la recuperación. El impulso y constancia de Abraham se volcaron también en la realización de actividades comunitarias, siendo actualmente reconocido como un líder de la localidad de El Polvorín. Nunca olvida a sus hermanos y no convierte su recuerdo en una fuente de  más violencia y retaliación. Una de nuestras primeras actividades en el Movimiento Mi Convive, organizada junto con Abraham en 2013,  fue un homenaje a ellos.

Como Abraham, muchos otros han vivido las devastadoras consecuencias de la intromisión de la violencia en sus vidas. Con entereza, esfuerzo y apelando a lo mejor de sí mismos, se han rebelado ante ella, negándose a aceptarla como condición inalterable y definitoria de su realidad. Estas experiencias deben ser reconocidas y, como en el terrible asesinato de Michelle Longa, deben impulsarnos a la reflexión, a enfrentar la tragedia para no aceptarla como algo normal y cambiarla.

@RobertoPatino

Venezuela convoca a primera reunión para solución de controversia en Mercosur

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La canciller Delcy Rodríguez convocó, en nombre del Estado venezolano, para este lunes en Montevideo, Uruguay, a los demás miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) para iniciar el mecanismo de solución de conflictos del bloque regional.

Rodríguez dio a conocer la información vía Twitter y mostró una fotografía de la misiva que se envió a los cancilleres de los países que conforman el organismo regional.

La carta, con fecha del viernes 2 de diciembre, se ratifica la convocatoria venezolana para solicitar el inicio de las “negociaciones directas contempladas en el Protocolo de Olivos para la solución de controversias en el MERCOSUR”.

De acuerdo con la misiva este lunes deberían iniciarse las negociaciones en la seda de la Secretaría del Mercosur, en Uruguay.

El primero de diciembre Venezuela activó el mecanismo por controversias contra su presidencia pro témpore, situación que está en juego desde julio. Ese día venció el plazo del país para adaptarse a las condiciones democráticas que exige el bloque para que el país pueda ostentar a la presidencia pro témpore del bloque regional.

Al no cumplir las obligaciones asumidas en el Protocolo de Adhesión, el viernes 2 los cuatro países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) comunicaron a Venezuela que cesa de ejercer sus «derechos inherentes» como Estado miembro.

 

Carlos Nieto Palma Sep 23, 2016 | Actualizado hace 8 años
Quiero paz, por Carlos Nieto Palma

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Hablar de la celebración del Día Internacional de la Paz en un país tan convulsionado como Venezuela podría resultar irrespetuoso a mis lectores que viven, al igual que yo, los graves problemas que nos acompañan en nuestro día a día, desligar el tener paz a la inseguridad que vivimos, la falta de alimentos y medicinas, los altísimos niveles de inflación, las terribles condiciones de nuestras cárceles y la grave polarización que vivimos, nos dice claramente que la paz en Venezuela está algo lejana y que debemos de trabajar en su construcción.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, el 7 de septiembre de 2001 en la Resolución 55/2821 “decide que, con efecto a partir del quincuagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General, se observe el Día Internacional de la Paz el 21 de septiembre de cada año, fecha que se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz”.

La Organización de Naciones Unidas en su Declaración Sobre una Cultura de Paz aprobada por su asamblea general el 06 de octubre de 1999 en su artículo 1º nos dice: “Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en: a) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación; b) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional; c) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales; d) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos; e) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras; f) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo; g) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres; h) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información; i) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones; y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la paz”.

En el preámbulo de esta misma declaración se establece “Que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos”. Lamentablemente pareciera que en Venezuela estamos muy lejos de este ansiado diálogo que eventualmente podría devolvernos la paz a los venezolanos.

La crisis que vivimos en Venezuela no es nueva, pero con el transcurrir de los años se ha tornado insoportable. Hemos perdido nuestro derecho a tener paz en todos los sentidos. Ya en la Declaración de Caracas sobre el Derecho Humano a la Paz firmada por muchos constructores de paz venezolanos el 18 de noviembre de 2010, se decía: “Habida cuenta de que la sociedad venezolana está inmersa en una profunda crisis política y social, caracterizada por una preocupante polarización social y política, lo que genera una creciente inseguridad ciudadana; por lo que es necesario reafirmar las vías pacíficas de solución de los conflictos que nos aquejan,  que se deben construir sobre la base de la erradicación de la violencia política de todo signo, el respeto a los principios democráticos, el diálogo y la tolerancia entre todas las personas, así como la defensa de los derechos humanos de todas las personas, puesto que son universales, indivisibles, interdependientes e inalienables”.

Estas palabras del Director General de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, en 1997 nos deberían guiar en nuestra búsqueda del derecho a la paz, “No basta con la denuncia. Es tiempo de acción. No basta con conocer, escandalizados, el número de niños explotados sexual o laboralmente, el número de refugiados o de hambrientos. Se trata de reaccionar, cada uno en la medida de sus posibilidades. No hay que contemplar solamente lo que hace el gobierno. Tenemos que desprendernos de una parte de «lo nuestro». Hay que dar. Hay que darse. No imponer más modelos de desarrollo ni de vida. El derecho a la paz, a vivir en paz, implica cesar en la creencia de que unos son los virtuosos y acertados, y otros los errados; unos los generosos en todo y otros los menesterosos en todo”.

En estos momentos nos toca a todos los venezolanos convertirnos en constructores de paz y crear dentro de los espacios en que acostumbramos a frecuentar, mecanismos para el dialogo, la cooperación y el entendimiento, hay que apoyar las acciones que se propongan como vías para construir la paz y dejar de ser simples observadores de lo que pasa, tenemos que volver a inventar un país, yo quiero paz.

 

 

@cnietopalma

El Nacional

Gonzalo Himiob Sep 27, 2015 | Actualizado hace 9 años
Como locos por Gonzalo Himiob Santomé

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“El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes, de fronteras tan imperceptibles, que nunca puedes saber con seguridad si te encuentras en el territorio de la una o en el territorio de la otra”.

Arturo Graf

 

A veces pienso que soy yo, que el problema es mío, que de tanto cabezazo contra estrados judiciales obtusos algunos tornillos se me han aflojado ya, sin remedio posible. Otras veces, con ánimo más benevolente, pienso que quizás lo que me ocurre es que, como mecanismo de defensa, mi mente y mi percepción de la realidad se han conjurado para mantenerme, contra toda corriente, relativamente sano, al menos en mi pequeña parcela interior, a modo de refugio. A veces me consuelo también pensando que como soy escritor “en construcción”, algo de orate debo tener. 

No es fácil. Los niveles de incivilidad y de angustia a los que estos lustros nos han sometido no pasan lisos. Alguna mácula dejan. Mientras el mundo en general trata, al menos trata, de evolucionar, de ver un poco más allá de las desesperanzas, Venezuela no hace más que dar saltos hacia atrás, y los da con los ojos desorbitados, saltando y vociferando como guerrero maorí danzando su Haka. Es imposible no sentirlo no más al poner un pie en la calle.

Voy al mercado y me pregunto si soy el único al que un cartón de huevos a casi mil bolívares (hablamos de casi un millón de los bolívares viejos) le parece una patada en gónadas. Con esa plata, no hace tanto, uno podía comprarse un carro, y hace un poco más, pero no tanto más, un apartamento. Me pregunto si a alguien más le indigna hacer cola bajo el sol, cédula en mano y por varias horas, para que algún sujeto improbable con cara de “perdonavidas” decida si ese día vas a poder llevar harina, leche o detergente a la casa, mientras que por la “caja exclusiva para empleados” (nueva modalidad corporativa de promoción del bachaqueo) desfilan felices uniformes sacando en pacas lo que a ti solo te dejan llevar al detal, de a poco, y como si te estuvieran haciendo un favor ¿Soy yo el único al que el pitico que suena cuando te exigen poner tus huellas en una farmacia para comprar cualquier medicina le suena a burlona mentada de madre? La duda me asalta porque ahí nos veo a todos (y noten que no me excluyo) mansitos, callados y sumisos. 

No es solo miedo. El miedo está allí, nos carcome, nos determina. Nadie quiere pelear con los demás arriesgándose a sufrir la violencia desbordada, caníbal y boba (porque es entre nosotros mismos, la víctimas, y no afecta para nada a nuestros victimarios) que ya es regla en nuestra nación; tampoco queremos que algún iluminado con ansias de “ganar puntos” rojos decida que, por quejarte, eres un “subversivo desestabilizador” lanzándote con ello al infierno de una absurda persecución penal por el simple hecho de expresar, con justas razones, tu descontento. A veces incluso el cálculo es hasta mucho más sencillo y peligroso, por la inmediatez que implica, y solo considera la conveniencia de nuestro indigno silencio momentáneo como parte del sacrificio que hay que hacer para poder disfrutar de una arepita en casa o para poder lavar los platos unos días. A pocos se les ocurre, en tales trances, siquiera preguntarse por qué en una nación como la nuestra, con toda la riqueza que ha recibido en la que fue nuestra mayor bonanza petrolera, tiene uno que estar haciendo “sacrificios” como éstos.

Todo eso es verdad, los temores existen y conjuran oscuras realidades que todos hemos padecido en mayor o menor medida, pero la cosa no para allí. Nos estamos además haciendo reos de la costumbre. A la anomalía, al abuso, a las carencias, incluso a la superstición, les estamos dando, poco a poco, carta de naturaleza en nuestra cotidianidad, y de tan comunes que se han vuelto las hemos empezado a considerar normales. Saquémoslo por acá: Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, tenemos una tasa de homicidios de 82 por cada 100.000 habitantes (eso significa que son asesinadas más de 65 personas al día, en promedio), pero acá “no pasa nada”. Lo que hacemos con respecto a esto es modificar nuestros hábitos, adaptar nuestra forma de vida, en una apuesta paranoica en la que los números no dan, a tal realidad, pero nada más. Si con respecto a esta gravísima afrenta contra la vida, el más importante y fundamental de los “valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico”, que es responsabilidad directa de la ineficiencia de nuestros gobernantes, la opción no ha sido la queja, la demanda ni la exigencia, sino el “acomodo” ¿Cómo quedamos con respecto a otras situaciones, quizás menos dramáticas pero también muy graves, que también nos afectan y distorsionan?   

Y no es por meter el dedo en las llagas de nadie, pero mientras todo esto pasa, nos rodean y ahogan el absurdo y la locura.  Estamos muy mal. Tenemos un primer mandatario que habla con fantasmas que se le aparecen como pajaritos, que compra costosísimos aviones rusos y que baila con su señora la “pollera colorá” mientras le busca pelea a los vecinos y en las clínicas no hay insumos y la gente muere de mengua por falta de medicinas; tenemos un presidente de la AN que se dedica a difundir falsedades en los medios oficiales con un garrote de cavernícola (sí, tal cual, no es cuento) en la mano y hasta tenemos a CONATEL llamándole ahora la atención a César Miguel Rondón porque supuestamente guardó un “vergonzoso silencio” en una entrevista que le hizo a un sujeto que no escatimó críticas contra el gobierno venezolano. O sea, CONATEL lo amonesta no por “lo que dijo”, sino por lo que “no dijo”. Porque “no dijo” lo que a gobierno le parece o le nace que el locutor “debía haber dicho” en la entrevista, todo en supuesto resguardo, esto es de antología, de la “libertad” de expresión ¡Épico!

Pero eso no es todo, mientras todo esto pasa además tenemos, ya más cerca, el amigo opositor que te dice que “no cree en el voto” ni en los métodos de reivindicación pacíficos y democráticos, pero que publica orondo cada vez que salen las predicciones de algún “vidente”, en el que misteriosamente sí cree porque le dice que “ya el tiempo se agotó” y que “el cambio ya viene”. Poco le importa, por cierto, que el tipo lleve meses o años diciéndole lo mismo, sin “pegarla” ni una vez. Del otro lado, tampoco te falta el amigo chavista que te dice, mirándote a los ojos y con plena convicción, mientras pasa a tu lado horas en la cola de la bodega para ver qué consigue ese día, que “Chávez vive”, y que la escasez y el alto costo de la vida son un invento mediático producto de la “guerra económica”, o si es más elaborado, que todo lo que estamos viviendo es parte de un “golpe continuado”, a cargo de la “derecha apátrida”. Que el gobierno sea el que haya acabado con la producción nacional, a punta de amenazas y de “exprópieses”, ni le va, ni le viene

Así estamos, como locos, desorientados y perdidos. La lucha ya no es solo por la libertad, ni por la supervivencia, ahora es también por la cordura.

 

@HimiobSantome

“Torturas, falta de alimentación y traslados inconsultos” crean conflictos carcelarios actuales

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Para “Una Ventana a la Libertad” organización que desde hace 17 años se dedica a la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las cárceles venezolanas, los conflictos carcelarios actuales son creados por el régimen de torturas a que son sometidos a diario los reclusos de Venezuela por funcionarios del Ministerio para el Servicio Penitenciario, esto aunado a la falta de comida, traslados inconsultos y la falta de políticas penitenciarias adecuadas.

Para el Coordinador General de “Una Ventana a la Libertad” Carlos Nieto Palma los actuales conflictos en las cárceles del Rodeo III y Yare II son una clara muestra de que el “nuevo régimen penitenciario” tan promovido por la Ministra Iris Varela no funciona, la muestra principal es que la cárcel de Rodeo III tiene ya varios días en conflicto y esa era o es la vitrina que usaba Varela para demostrar lo bien que funcionan nuestras cárceles.

Igualmente los reclusos y sus familiares han denunciado la mala, escasa y en algunos la inexistente alimentación como es el caso de Yare II, los traslados aun a reclusos procesados a cárceles alejadas de sus tribunales y de su familia y la falta de políticas penitenciarias adecuadas mantienen el caos en todo el sistema penitenciario nacional. La construcción del hombre nuevo en las cárceles solo se ha convertido en un discurso político donde tienen a los reclusos como conejitos de india en un centro de experimentación a ver si funciona o no lo que a ellos se les ocurre.

Para “Una Ventana a la Libertad” el problema penitenciario tiende a agravarse, cárceles como El Dorado en el Edo. Bolívar, la Penitenciaria General de Venezuela en Guárico y Tocoron en Aragua tienen niveles de hacinamiento que en casos supera el 1000% de su capacidad y los nuevos recintos carcelarios que tanto se han ofrecido siguen siendo parte de un discurso político.

Para finalizar Carlos Nieto Palma pidió a la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Publico y el Poder Judicial a avocarse en este problema donde inclusive son irrespetadas por el Ministerio Penitenciario decisiones de jueces sobre el sitio de reclusión, llegando a casos como el de Julio Cesar Pérez, con una medida judicial de casa por cárcel y a quien la Ministra Varela haciendo caso omiso a esta decisión lo tiene como director regional obviando que se le sigue un proceso por los más de 50 reclusos envenenados en el pasado mes de noviembre en la cárcel de Uribana en el Edo. Lara.