Maduro usa sus redes sociales para atacar y silenciar al periodismo independiente
Un audiovisual en el que se simula el funcionamiento de una sala de redacción de un medio independiente, compartido por Nicolás Maduro en Twitter, es la nueva arremetida contra la libertad de expresión. Expertos opinan que la intención es, además de desacreditar a los periodistas, abrir un nuevo capítulo a la censura
@loremelendez
Habían pasado 11 días de la liberación de los reporteros del canal NTN24, Rafael Hernández y Luis Gonzalo Pérez, quienes habían sido detenidos por la Guardia Nacional venezolana mientras cubrían el conflicto de Apure, cuando Nicolás Maduro publicó en su cuenta de Twitter un video que fustigaba, a través de una dramatización, la actuación de los medios de comunicación sobre el caso. En su mensaje escrito apeló al término “canalla mediática”, que popularizó Hugo Chávez durante sus 13 años de gobierno, y aseguró que esta había construido “un entramado de mentiras y falsos positivos en contra de Venezuela”, que atentaba contra la soberanía. En el video vino la otra parte del ataque.
La canalla mediática, a través de su teatro de operaciones de perversidad, construye un entramado de mentiras y falsos positivos en contra de Venezuela. Debemos estar alertas para salirle al paso a quienes pretenden atentar contra nuestra soberanía. ¡La Verdad y la Paz Vencerán! pic.twitter.com/cZ0LP4NbEe
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) April 11, 2021
El audiovisual escenifica la rutina de una supuesta sala de redacción, en donde los periodistas confabulaban para fabricar noticias falsas que favorecían a Colombia, que se ponía como presunto financista, y arremetían contra la administración de Maduro. “Ahora la orden es culpar al régimen de lo que sucedió en Apure, ¿cómo lo logramos?”, preguntaba el actor que interpretaba al jefe del grupo, justo después de dar la bienvenida a una joven que ayudaría a crear los contenidos y que terminaba cuestionando el comportamiento antiético de sus compañeros. Mientras los diálogos transcurrían, en pantalla aparecían titulares de web informativas nacionales e internacionales como: “Estados Unidos promete luchar contra violaciones de DDHH” (DW), “Dictaduras asedian la prensa libre” (La Prensa de Panamá), “Borges: complicidad de Maduro con guerrilleros causa muerte de soldados venezolanos” (El Carabobeño), “Duque: conflicto en Apure en entre el Cartel de los Soles y disidencias de las FARC”, “Foro: la guerra en Apure es por el control de un corredor de droga” (Runrun.es), “Claves: lo que vivieron los periodistas detenidos por militares en Apure” (El Pitazo). Aunque reales, cada uno de estos se presentaba como un elemento que distorsionaba la realidad. En el fondo, a lo que realmente se malponía era al periodismo venezolano. Medios como El Pitazo y Runrun.es están bloqueados por distintas operadoras de internet dentro de Venezuela.
El material significa un riesgo tanto para los medios aludidos como para los reporteros que allí trabajan. “Un video de esa naturaleza está pensado para descalificar o desacreditar a los periodistas y se hace desde el Estado. Cualquier empresa que se enfrente al Estado está en minusvalía”, advirtió Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, enfocada en la defensa de la libertad de expresión.
Se trata de una práctica vieja, indicó Correa, quien insistió en que Maduro suele usar las críticas a la actuación de sus acólitos para victimizarlos. “En el caso de Apure se usan esas cosas porque ha habido numerosas denuncias sobre la violación de los derechos humanos, que es lo que está ocurriendo en la zona (pobladores aseguraron que los militares asesinaron a miembros de una misma familia y los vistieron como guerrilleros, amén de los miles de desplazados por el conflicto). Eso está conectado a una estrategia de comunicación, a señalar que esas personas eran delincuentes. Uno ha visto esto como un patrón”, recalcó.
El experto subrayó que la situación se agrava porque la pieza se emite desde la figura de la Presidencia de la República y contribuye a que el hostigamiento, la autocensura y la censura previa estén presentes en el entorno de los medios de comunicación. Un mensaje de esa magnitud indica que “expresarse tiene costos y puede causar un efecto inhibitorio en los periodistas y medios, que son los receptores. Ahí es cuando dicen ‘vamos a cuidarnos’ y eso tiene un efecto de silenciamiento frente a una lógica de descalificación. Se busca que se silencien, que bajen su intensidad, que no sigan haciendo su trabajo”, acotó el defensor de derechos humanos.
Así se crea, añadió, un discurso que permite que se agreda a los reporteros en la calle y que disminuyan las garantías para ejercer el periodismo. “Si ataca el gobierno, hay que encender las alarmas. Ya sea (Jair) Bolsonaro, (Donald) Trump, (Daniel) Ortega, todas esas expresiones tienen más peso cuando desde el poder se hacen las descalificaciones”, completó.
Desde el más alto nivel
“Que lo haya divulgado Maduro deja claro que esto forma parte de una producción que se ha hecho desde el más alto nivel, o sea esto forma parte de una producción hecha por gente del alto gobierno”, dijo Andrés Cañizález, director de Medianálisis, organización dedicada al estudio sistemático de los medios de comunicación y el periodismo. “Cada vez estoy más convencido de que estos productos propagandísticos del gobierno se crean para darle un marco, un contexto, una narrativa a la minoría que sigue al gobierno. Darle a quienes siguen la gobierno la capacidad de tener respuesta ante lo que está ocurriendo”, agregó.
Esa necesidad de crear un relato oficial paralelo a la realidad tampoco es novedosa, recordó Cañizález. “Cada cierto tiempo, el gobierno toma alguna arista o problemática y la trastoca y reempaqueta. Aquí se ha representado lo que en teoría ocurrió en Apure para dejar claro que esto no fue de la manera en la que supimos que fue sino que se trató de una suerte de conspiración mediática. Esto es parte de ese discurso que cada cierto tiempo se instala para contar ese tipo de cosas. No es algo nuevo, lo llamativo es el nivel de producción que tiene el video (…) es una forma de borrar esas fronteras entre lo que realmente ocurrió y lo que el gobierno intenta hacerle entender a la gente que ocurrió”, apuntó.
Bol de temas
Para Cañizález, el video es una suerte de ensalada que mezcló varios temas. Por un lado, insistir en que Colombia es un “país generador de desestabilización en Venezuela”. “Eso no es nuevo (…) Nunca dicen que hay grupos armados colombianos actuando libremente en Venezuela, sino que hay todo el señalamiento contra el gobierno de Iván Duque” como financista de los medios venezolanos, explicó Cañizález.
Correa acotó que ese señalamiento es parte de una dinámica que se ha visto desde que comenzó este año, cuando se criminalizó a medios como Efecto Cocuyo, la radio de Fe y Alegría y hasta al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) por haber recibido fondos provenientes del gobierno británico. “Lo que uno observa es un despliegue de una estrategia de ataque contra medios independientes, emergentes, plataformas digitales”, indicó.
“Este video refuerza esa idea de que los medios no son independientes porque tienen financiamiento internacional. Eso, a la vez, se conecta con una gran discusión sobre lo que va a ser la Ley de Cooperación Internacional que ya está empezando a activarse en la Asamblea Nacional, pero en el caso de los medios básicamente lo que quieren reforzar es la tesis de que si los medios reciben financiamiento internacional, la pauta la pone el donante”, dice Cañizález.
Otro tema que se introduce, aunque de soslayo, es el de la ‘narcopolítica’, palabra que usa el periodista y activista colombiano asesinado en los años 90, Jaime Garzón, en un clip citado en el video. Allí declaraba que esa ‘nueva clase social’ se había apoderado de los medios de comunicación de su país y reclamaba que se necesitaba ‘gente con criterio en esas tribunas. “Siembran la duda sobre si hay una vinculación entre el narcotráfico y los medios, cosa que en los medios venezolanos no existe”, alertó Cañizález al referirse al extracto.
La militarización del lenguaje también se palpa dentro del audiovisual. No es casual que a la supuesta sala de redacción se le llame, “teatro de operaciones”, tal como se denomina a las áreas geográficas donde se desarrollan conflictos armados.
“El chavismo ha logrado militarizar la discusión pública, así como lo hizo con el tema electoral en donde se habla de batallones, unidades(…) El hecho de que se use ‘teatro de operaciones’ para mostrar una sala de redacción pues forma parte de esa lógica de militarizar la discusión pública”, afirmó.
El video cierra con la joven que cuestiona, y que está a favor del gobierno de Maduro, poniéndose una gorra con una estrella roja de cinco puntas estampada, símbolo del comunismo y el socialismo. “La chica es el punto disonante en todo el diálogo, la que pone los peros, la que está marcando el hecho de ser una periodista imparcial, en teoría, la que está siempre preguntando. Finalmente, la idea que tiene el gobierno es que esos partidarios suyos son los que pueden hacer buen periodismo, un trabajo profesional. Lo que nos dejan ver los medios del Estado en la práctica, es que supuestamente gozan de la absoluta libertad que les da el chavismo. Eso es otro foco de propaganda, de eso no cabe la menor duda”, concluyó Cañizález.