El sector industrial también sufre el rigor de la crisis económica por la que atraviesa Venezuela. La disminución en el otorgamiento de las divisas necesarias para la compra de materia prima en el exterior ha tenido y sigue teniendo repercusiones negativas en la producción de cada una de las áreas asociadas, afirmó el Presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga.
«El sector industrial en su conjunto se ha venido deteniendo y va a continuar deteniéndose en la medida que no se acojan los planteamientos que hemos hecho para reactivarlo», señaló.
Por eso resaltó que la única solución es incentivar la producción. «Hay que producir, hay que generar muchas más empresas para que los venezolanos podamos tener más productos», dijo.
Olalquiaga detalló que actualmente el sector de cauchos y gomas está trabajando en un 15 por ciento, el sector de fabricación de neumáticos para vehículos trabaja en un 30 por ciento, el sector químico está activo entre un 30 y 50 por ciento y, aunque algunas líneas de producción del sector de alimentos lo hacen a su máxima capacidad, muchas otras están paradas.
Afirmó el Presidente de Conindustria que el problema de Venezuela es estructural, por la disminución notable de la producción, y no coyuntural, ni consecuencia de la «guerra económica», ni de la caída de los precios del petróleo.
«El país está produciendo sustancialmente menos de lo que debe producir y en consecuencia no le podemos hacer frente a este ciclo de baja del precio del petróleo. En otros momentos de la historia nacional, en los cuales hubo baja en los precios del petróleo, no habíamos tenido las carencias que tenemos hoy porque teníamos producción», observó Olalquiaga.
La deuda que en este momento mantiene el sector industrial venezolano con sus proveedores internacionales es de 12 mil millones de dólares. Debido a ello los créditos con ellos permanecen cerrados originando a su vez la disminución del acceso a las materias primas.