El comandante Jesús Montilla Olivero, jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), promete a familiares dar con el paradero de al menos 28 personas en la mina Atenas, entre Roscio y Sifontes.
La carretera nacional, a la altura de Tumeremo, cumple más de 48 horas trancada.
Palos, cauchos y piedras obstaculizan la calle de dos canales. De un lado, gandolas, autobuses y carros particulares presionan la apertura de la Troncal 10.
Hay vendedores de te, agua, y café. Las familias ser organizan y traen comida casera para mantenerse en el lugar.
En una pancarta improvisada que guinda de un árbol han pegado fotos de sus familiares.
Al menos 4 de ellos son mujeres. Muchachas de entre 19 y 23 años, como las hijas de Mary Ruiz, que este viernes fueron por primera vez a trabajar como cocineras en la mina y no han vuelto.
Atenas queda a una hora en moto. A diferencia de otras minas, ésta es de fácil acceso. Por eso sospechan que, quienes no han vuelto luego de la arremetida de El topo, es porque están muertos.
Cristal Caña solo quiere los cuerpos de sus dos sobrinos. “No importa si es con cucharita que los recojamos, pero queremos verlos”.
Otra mujer, lisbeth Guevara, reclama los cuerpos de hermanos, vecinos y primos. “Uno va a esas minas porque somos pobres. Porque tenemos que sobrevivir porque aquí no hay otro trabajo, pero no merecemos morir como perros. No somos perros”, dijo llorando.
El fiscal 42 con competencia nacional, Mervin Ortega, llegó a las 12 del mediodía a reunirse con los familiares. Intenta mediar para obtener testimonios y abran la vía en la que hay retenidos mujeres, niños y gandoleros.