Alzhéimer: enfermedad neurológica degenerativa del cerebro
El alzhéimer es una enfermedad neurológica degenerativa del cerebro, que produce la muerte de cierto grupo de neuronas relacionadas con las funciones cognitivas superiores, lo cual causa pérdida de memoria, atención, concentración y capacidad de análisis, además de desorientación en el tiempo y en el espacio, según la doctora Yenny Fermín.
El deterioro cognitivo leve (DCL) es la fase entre el olvido normal debido al envejecimiento y el desarrollo del mal de Alzheimer. Las personas con deterioro cognitivo leve tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con sus actividades cotidianas y, con frecuencia, son conscientes del olvido. No todas las personas con deterioro cognitivo leve progresan a mal de Alzheimer.
A medida que el alzhéimer avanza, los síntomas interfieren con la capacidad para cuidar de sí mismo, por ejemplo, puede presentar dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir; inconvenientes para leer o escribir, olvidar detalles acerca de hechos cotidianos y deficiente capacidad de discernimiento y pérdida de la capacidad para reconocer el peligro.
De acuerdo con la Fundación Alzheimer de Venezuela, la prevalencia estimada de la enfermedad en personas mayores de 65 años está alrededor de 7%, lo cual se traduce en 100 mil pacientes. Afirman que en el país existe casi un millón de personas de la tercera edad que sufren algún tipo de trastornos cognoscitivos.
La patología afecta actualmente a casi 25 millones de personas en todo el mundo, reveló la Asociación Internacional de Alzheimer.
Los especialistas aseveran que la edad es uno de los factores de riesgo más importantes. Fermín resaltó que la prevalencia de la enfermedad después de los 85 años en adelante es de 50%; después de los 75 años, de 25% a 30%; y entre los 60 y 70 años, 5% en Venezuela y el mundo.
Tipos. Existen dos tipos de alzhéimer: el de aparición temprana, donde los síntomas aparecen primero antes de los 60 años y es menos común que el de aparición tardía; sin embargo, tiende a empeorar rápidamente. Puede ser hereditaria y ya se han identificado varios genes.
El alzhéimer de aparición tardía, la forma más común de la enfermedad, se presenta en personas de 60 años en adelante. Puede ser hereditario, pero el papel de los genes es menos claro.
Familia comprometida. El alzhéimer es una enfermedad que involucra a toda la familia porque todos deben colaborar. Dependiendo de la etapa en que esté el paciente, se necesita uno o más cuidadores. “Los cuidadores deben entrenarse, toda la familia debe conocer la situación del paciente, estar consciente de que va a preguntar varias veces lo mismo, deben tener paciencia para responder cada vez y no molestarse”, aseguró la doctora.
La especialista les recomendó a los familiares no excluir ni aislar al paciente de ninguna actividad: “Hay que impulsarlo a que mantenga alguna actividad física acorde a su edad y condición, así como a las actividades de rutina en la casa”.
Existen grupos de apoyo y fundaciones que pueden orientar y ayudar tanto a los cuidadores y familiares como a las personas afectadas con la enfermedad para brindarles una mejor calidad de vida.
Síntomas de alerta
– Muestran una evidente falla de la memoria.
– Cambian de humor.
– Exteriorizan depresión e irritabilidad y cambios precipitados de conductas.
– Presentan aislamiento y depresión.
– Tienen dificultad en el lenguaje.
– Olvidan hechos o conversaciones recientes.
– Se les dificulta realizar tareas que exigen pensar un poco pero que solían hacer fácilmente.
– Extravían artículos con frecuencia.
– Presentan lentitud para realizar más de una tarea a la vez.
Se puede retardar su progreso
La evolución del alzhéimer es de unos 10 años sin tratamiento. Lo ideal es buscar que la progresión de la enfermedad sea lenta y con una buena calidad de vida para el paciente y los cuidadores.
La administración de medicamentos llamados inhibidores de la colinesterasa pueden ayudar a retrasar los síntomas o impedir que empeoren por un tiempo limitado, en especial algunos síntomas relacionados con el comportamiento.
Los científicos todavía no saben con exactitud cómo los inhibidores de colinesterasa funcionan para tratar la enfermedad de Alzheimer, pero las investigaciones indican que estos previenen la descomposición de la acetilcolina, un compuesto químico del cerebro que, se cree, es importante para la memoria y el proceso de pensar.
