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San Cristóbal

DDHH Olvidados | Leider García recibió un disparo intentando ingresar ayuda humanitaria
Han pasado cuatro años desde que Leider falleció y su caso, al igual que el de muchos asesinados en protestas, sigue impune

 

El nombre de Leider García Rangel quedó plasmado en la memoria de todos los venezolanos luego de que se hiciera pública la noticia que un ex policía resultó herido de bala cuando trataba de ayudar para que los camiones que contenían ayuda humanitaria ingresaran a Venezuela. 

Comenzaba la mañana de aquel violento 23 de febrero de 2019 y los ánimos ya estaban caldeados. A la crisis económica, política y social que mantenía de rodillas a todo el país, se sumaba la amenaza que representaba para el gobierno de Nicolás Maduro el recién juramentado presidente encargado, Juan Guaidó.

La gente estaba en las calles apoyando la figura del presidente interino y la esperanza de retomar la senda democrática estaba más viva que nunca. Guaidó ofrecía un cambio y  el ingreso de ayuda humanitaria para  miles de venezolanos que estaban en condiciones vulnerables. 

La familia de Leider, quienes vivían en San Antonio del Táchira, apoyaban la idea de salir a marchar para salir del gobierno y luchar por el cambio que tanto anhelaban, pero siempre de manera pacífica. 

Leider García se formó como policía en el año 2012 para tener mejores ingresos y poder servir a su país, pero un día cansado de la crisis de los años 2016, 2017 y 2018 decidió pedir la baja para irse a Colombia. La solicitud se la negaron, pero él de igual forma se fue al vecino país y allá trabajaba como instructor de gimnasio.

Apoyo al ingresos de la ayuda humanitaria

Viana Pereira, nombre ficticio cambiado a petición por temor a represalias, comentó que ese 23 de enero cuatro de los seis hermanos de Leider salieron a marchar en apoyo al ingreso de los ocho camiones que transportaban comida, medicinas y equipos médicos para amortiguar la grave situación del país. 

Relató que todo transcurría con normalidad hasta que los camiones se apostaron en el Puente Internacional Simón Bolívar, frontera que comunica a Cúcuta con San Antonio del Táchira.

“Cuando llegaron los camiones fueron recibidos por decenas de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, pero no solo eso, también había muchos colectivos”, dijo Pereira. 

Pereira afirmó que la situación empezó a tornarse violenta cuando metros antes, ellos comenzaron a escuchar disparos y otros sonidos que parecían detonaciones y prefirieron no seguir; sin embargo, Leider sí se fue a ver qué pasaba. 

“Veíamos que venía mucha gente corriendo, era la policía y los colectivos dispersando a la gente. A muchos los hirieron con perdigones, bombas lacrimógenas, los golpearon y se los llevaban detenidos”, dijo Pereira.

Viviana detalla que la última vez que vieron a Leider iba a bordo de una moto y les dejó dicho con un familiar que iba a buscar algo en casa de un vecino. 

Viviana Pereira continuó narrando que Leider comenzó a liderar un grupo de personas para intentar ayudar a que ingresaran los camiones de ayuda humanitaria. “Él agarró un tubo y les hizo creer a los guardias que tenía una bazuca, un arma de fuego portátil usada para disparar proyectiles de propulsión a chorro, y lo logró, hizo que los guardias se dispersaran, pero no vio cuando venían los colectivos al acecho y es cuando se lanza a correr, pero una bala lo alcanzó y atravesó su tórax”, dijo. 

A través de las redes sociales circularon varios videos en donde se aprecia cuando Leider está mal herido en el suelo e inconsciente, y varias personas lo suben a una moto para llevarlo al hospital. 

La doble tragedia de Leider

Leider llegó muy mal al Hospital Central de San Cristóbal. Perdió mucha sangre y aunque le prestaron ayuda, no pudieron sacarle la bala que ya estaba localizada en su médula ósea. 

Viviana Pereira detalló que al siguiente día Leider despertó, habló y preguntó varias veces por sus piernas. Con el paso de los días comenzó a empeorar y estaba presentando mucha fiebre. 

“Cuando pensamos que había una luz al final del túnel él empezó a recaer, le daba mucha fiebre, era la bala que había contaminado su cuerpo”, dijo Pereira. Sin embargo agradece toda la ayuda que recibió cuando Leider estaba hospitalizado. “Las personas nos ayudaron mucho con dinero, con sangre, con medicinas… Vendimos muchas cosas para salvarle la vida, pero él murió por negligencia porque los doctores le dieron la orden de que él no podía vivir”, afirmó. 

La familia García Rangel al ver que Leider empeoraba, tomaron la decisión de trasladarlo a Colombia para que recibiera atención y tratamiento. 

“Trasladarlo fue una verdadera odisea. Los médicos se negaban a firmar la salida porque la orden era dejarlo morir. Sin embargo lo sacamos y gracias a un familiar conseguimos una ambulancia, pero la mayor humillación fue pasar a Leider en su estado por la trocha porque no permitieron que fuera por el Puente”, dijo. 

Gracias a que Leider tenía doble nacionalidad, lograron ingresarlo a una clínica privada en donde, según comentó Pereira, la atención fue muy diferente, pero bastante tardía, pues ya estaba muy mal de salud.

Los doctores le dijeron a la familia García Rangel que si Leider sobrevivía iba a quedar inválido. Pero el 12 de marzo el ex policía retirado por no estar de acuerdo con todo lo que estaba pasando en el país, falleció. 

Pereira dijo que Leider murió engañado de que sus piernas solo estaban dormidas. Asegura que en un momento el joven le comentó a su madre que si quedaba inválido se iba a matar porque no iba a aguantar estar sin poder moverse. 

Documentos perdidos

Han pasado cuatro años desde que Leider falleció y su caso, al igual que el de muchos asesinados en protestas, sigue impune. 

Según detalla Pereira, lo último que supo del caso de Leider García es que los documentos se perdieron. “Llamaron de la Fiscalía para decir que los documentos se habían extraviado y que si querían cerrar el caso debido al tiempo que ha pasado”. 

“Es una falta de respeto que llamen para decir eso cuando ellos saben quien le disparó a Leider. Se supo que hace dos años uno de los colectivos que andaba ese día murió y quieren hacer creer que con esa muerte ya se resolvió el caso, pero lo cierto es que en la calle, todavía anda suelta mucha gente involucrada en la muerte de Leider”, dijo Pereira. 

La vida de la familia García Rangel cambió para siempre desde la muerte del joven. Al padre le dio un ACV producto del dolor y la impotencia. El hijo de Leider quien tenía cuatro años cuando ocurrió la tragedia, contempla las fotos de su padre y se consuela con decir que está en el cielo. 

Lo mataron a golpes en una celda de la PNB

Un hombre que había sido detenido por la Policía Nacional Bolivariana, en Lobatera, señalado de haber abusado sexualmente de su hija de 14 años de edad, fue asesinado a golpes por otros privados de libertad, en la celda que le fue asignada días después, en el Comando Central de ese organismo policial, en San Cristóbal.

José Alberto Patiño Monsalve, de 47 años de edad, trabajaba en una finca de La Llanada, municipio Lobatera, y según un sobrino y un hermano, que no quisieron ser identificados, era un hombre violento con la esposa y con sus cuatro hijos, de entre 4 y 17 años de edad.

Dijeron que gustaba de ingerir licor, que lo hacía de manera constante, y que la ebriedad le aumentaba la violencia y hostilidad contra ellos.

El viernes 20 de mayo, no fue la excepción. Esa noche salió con su esposa a ingerir licor; regresaron en la madrugada, pero la mujer decidió tomar a los dos hijos más pequeños e irse con ellos a dormir a casa de una prima, cerca de su residencia.

Quizá para evitar algún hecho violento con José Alberto. Pero, un poco más tarde, el hombre se dirigió a la habitación de la hija de 14 años y la agredió sexualmente.

El hijo de 17 años se enteró, acudió al puesto policial de la PNB, de Lobatera, y denunció al padre. Patiño Monsalve fue detenido el mismo sábado 21 de mayo, y recluido, temporalmente, en el puesto policial de Lobatera.

Los mismos familiares del obrero revelaron a Monitor de Víctimas que el examen médico-forense que le fue practicado a la víctima de violación dio positivo.

El martes, Patiño fue trasladado hasta San Cristóbal para la audiencia de presentación, en la que se le dictó privativa de libertad y se le asignó la sede central de la PNB como centro de reclusión.

Se cree que esa misma noche inició el calvario para el obrero. La autopsia estableció que fue abusado sexualmente, presuntamente, por los privados de libertad que estaban en la misma celda, y luego le propinaron la golpiza que le causó la muerte.

El escándalo en la celda, el miércoles 25, cerca de las 2 de la madrugada, alertó a los policías, que lograron sacar a Patiño de los calabozos y pidieron ayuda a los Bomberos de San Cristóbal, pues el hombre estaba convulsionando, Cuando llegaron los rescatistas, el hombre había fallecido.

 

Ahora, las investigaciones del Cicpc se centran en determinar responsabilidades e identificar a cada uno de los involucrados en el hecho, sobre todo, al privado de libertad que le provocó la fatal fractura de cráneo.

Hasta la fecha, no había ocurrido un caso semejante a éste en algún centro de detención preventiva de Táchira.

*También puede leer: #InformeMDV2021 Cuerpos de seguridad son los principales responsables de homicidios en Caracas y Lara

Vivir entre zamuros por fallas en el manejo de la basura
TalCual junto a varios medios del interior del país ubicaron las principales zonas de Caracas, Anzoátegui, Bolívar, Lara y Táchira, donde hay presencia de zamuros, aves que se encargan de consumir cadáveres. Expertos señalan que los zamuros ayudan a evitar epidemias y forman parte de la primera línea de defensa sanitaria en los ecosistemas

 

Las fallas del servicio de recolección, traslado y disposición de desechos sólidos en varias ciudades de Venezuela han generado la proliferación de zamuros en centros urbanos del país. Estas aves carroñeras, también conocidas popularmente como buitres o zopilote, ahora forman parte del paisaje urbano y comparten techos, balcones, calles y avenidas con los venezolanos.

Mientras muchas personas en Caracas, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Puerto La Cruz y Barcelona los ven con malos ojos y recelo por el estigma que tienen estas aves y el miedo a que transmitan enfermedades, en Barquisimeto agradecen su presencia, porque «hacen el trabajo del aseo urbano».

Demandas al servicio de aseo urbano

Una de las principales demandas de los venezolanos a los candidatos a las elecciones del pasado noviembre de 2021, fue mejoras en los servicios públicos, en especial en el servicio de agua y recolección de basura. Aunque las nuevas autoridades regionales comenzaron su gestión desmalezando y recogiendo basura de urbanismos y avenidas; un eficiente manejo de los desechos sólidos va más allá de poner contenedores o retirar bolsas con desperdicios de las calles. 

Para conocer cómo es vivir entre zamuros y cuáles son las consecuencias y beneficios de esta realidad, TalCual  junto a los medios Correo del Caroní, El Tiempo, ElImpulso.com, La Nación y Yaracuy al Día ubicaron las zonas de los principales municipios de estas regiones donde hay presencia de estos animales, que se encargan de consumir cadáveres y evitar epidemias.

Zamuros: primera línea de defensa

Carlos Silva, médico veterinario, experto en fauna silvestre y mascotas no convencionales, explica que los zamuros son aves que forman parte de la primera línea de defensa sanitaria en los ecosistemas.

Este plumífero negro, que no enfrenta a ningún depredador en la cadena alimentaria, consume animales en estado de descomposición o moribundos. Al terminar de comer, extienden sus alas para disminuir la carga bacteriana que han obtenido al ingerir el cadáver.

De contraer una infección por contacto con el animal estos son algunos de los síntomas y medidas a tomar.

Transmisión de enfermedades

Por otra parte, Alcides Hinojosa, médico de Salud Pública y especialista en Derecho Médico advierte que los zamuros «por ir de un lado a otro son transportadores de bacterias y parásitos que pueden contaminar al ser humano».

Sin embargo, veterinarios y ambientalistas resaltan que, aunque el aspecto y mitos alrededor de este animal —protagonista de cientos de metáforas oscuras— no ayudan a su reputación, son más los beneficios que aporta su presencia, sobre todo en un país sumido en la basura desde hace más de dos décadas y sin un plan eficiente —y ajustado al siglo XXI— de manipulación y recolección de desechos sólidos.

#MonitorDeVíctimasTáchira | En San Cristóbal murió un presunto guerrillero del ELN herido en enfrentamientos en Agua Clara
El hombre habría sido trasladado desde Colombia, donde fue herido en enfrentamiento entre el Ejército de ese país y el ELN, a una clínica en la capital del estado

@MonitorVíctimas

Un presunto guerrillero del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN), que al parecer resultó herido en los enfrentamientos entre el Ejército de ese país en la zona de Agua Clara, departamento Norte de Santander, murió en una clínica de San Cristóbal este domingo.

Según fuentes extraoficiales, este hombre habría sido trasladado desde la zona de combate hasta La Fría, municipio García de Hevia, y luego referido a un centro de salud privado que está ubicado en el sector La Guayana de la capital del Táchira. Se conoció que el fallecido tenía entre 35 y 40 años de edad.

El cuerpo del hombre presentaba múltiples heridas de arma de fuego y fue ingresado a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal el pasado 20 de febrero en horas de la tarde.

Este jueves el cadáver fue identificado como Carlos Luis Espinosa Vivas, de 24 años de edad. Se conoció que su cuerpo fue retirado por una funeraria de La Fría de la morgue del hospital de San Cristóbal a altas horas de la noche del lunes y trasladado a la población de Encontrados, estado Zulia. Al parecer, los trabajadores de la funeraria estaban acompañados por algunos familiares que no se bajaron del vehículo.

 

A pesar de que el cadáver del presunto guerrillero fue ingresado a la morgue sin identificación, causa curiosidad cómo una persona sin su respectiva documentación fue atendida en una clínica privada sin la representación de un responsable y pasó inadvertida por el Estado venezolano.

Pero no sería el único, pues de forma extraoficial se conoció que un total de cuatro personas fueron trasladadas desde el lado colombiano de la frontera y dejadas en esa clínica de San Cristóbal.

Trascendió que también ese día otros tres heridos habrían sido ingresados en una clínica de La Fría, municipio García de Hevia, limítrofe con Puerto Santander y cercana a Guarumito, zona norte del Táchira.

Por el momento, las autoridades venezolanas manejan el caso con hermetismo y no hay pronunciamiento oficial, a pesar de los señalamientos de la Policía de Colombia que indican que uno de los ataques que pretendían ser realizados en la estación policial de Agua Clara sería ejecutado por órdenes directas de alias Antonio García, miembro del Comando Central del ELN, desde su refugio en Venezuela.

Asesinaron a profesor con discapacidad motora

El cuerpo de un profesor de Historia y Geografía fue localizado en avanzado estado de descomposición en el municipio Independencia vía a Rubio, el pasado 16 de febrero. Su familia lo había reportado como desaparecido el 9 de febrero.

La víctima fue identificada como Miguel Ángel Guada, de 36 años de edad, quien además era una persona con discapacidad motora y lingüística.

El cuerpo del educador fue localizado detrás de la quinta Marpe, cerca de su residencia en el sector Pan de Azúcar, kilómetro 3.

El homicidio fue ejecutado por un hombre conocido de la víctima, que ya fue capturado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). El victimario le causó la muerte al propinarle un golpe en el estómago que le ocasionó una hemorragia, indicó su hermana a Monitor de Víctimas. En el crimen también participó una mujer que está siendo solicitada por la Interpol.

La fuente informó que las autoridades determinaron que su hermano fue víctima del robo de su teléfono, y calificó al homicida de psicópata por la forma en la que dejó el cuerpo del profesor en una zona boscosa, sin vestimenta.

Miguel Ángel Guada fue un ejemplo en su núcleo familiar, llevaba seis años impartiendo clases en el Liceo Nacional Antonio José de Sucre del sector el Pueblito, y tenía como propósito obtener su doctorado. A pesar de sus limitaciones físicas, lograba impartir sus clases escribiéndolas en el pizarrón y a través de mensajería de Whatsapp.

 

Justo el día que desapareció de su vivienda, él había ido a San Cristóbal con un hermano; luego, cuando regresó, a eso de las 4:00 de la tarde, se acercó a una capilla cercana a su casa para obtener cobertura en el teléfono y poder comunicarse con sus alumnos.

Esa tarde, sus allegados notaron su ausencia y comenzaron a buscarlo por varios municipios del Táchira, en vista de que él siempre avisaba adónde iba, nunca estaba solo y toda su familia siempre se mantenía unida para su cuidado.

Sus familiares se movilizaron incluso al vecino país en su búsqueda, sin pensar que el asesino había dejado el cadáver cerca de su casa.

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#MonitorDeVíctimasTáchira | Asesinaron a golpes a sexagenario en San Cristóbal
Se desconocen los motivos que podrían explicar el ataque a José Jaimes Ramírez

 El cadáver de José Jaimes Ramírez, de 68 años de edad, fue encontrado semidesnudo y cubierto de sangre en su residencia ubicada en el barrio San Sebastián, en La Concordia, municipio San Cristóbal del estado Táchira, el pasado lunes 24 de enero.

Eran aproximadamente las nueve de la mañana cuando un vecino del sexagenario, debido a que no lo había visto salir de su casa por dos días, decidió llamarlo. Como no obtuvo respuesta, entró a la vivienda sin imaginar la escena que encontraría.

En la sala de la casa estaba el cuerpo sin vida del hombre, quien se desempeñaba como vigilante.

El cadáver presentaba herida en la cabeza producida con un objeto contundente. Una piedra cercana al cuerpo sería el arma homicida. También llevaba una tela atada al cuello, con la cual habrían intentado estrangularlo.

La víctima vivía sola, pues hace más de tres años sus dos hijos emigraron y se encuentran en Brasil. Ante el hallazgo, los vecinos comunicaron lo ocurrido a la policía.

Al sitio acudieron funcionarios de la Coordinación de Investigaciones de Delitos contra las Personas y de la Brigada de Homicidio del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes procedieron al levantamiento el cadáver, el cual fue trasladado a la morgue de San Cristóbal.

A la sala de patología fue un primo de la víctima, Freddy Ortega Ramírez, que manifestó desconocer los motivos por los cuales el hombre fue asesinado.

De acuerdo con la información policial, en la vivienda no había señales o desorden que pudieran indicar que el móvil del hecho esté relacionado con un posible robo o hurto; por lo tanto, las investigaciones determinarán las causas del homicidio.

#MonitorDeVíctimasTáchira | Para fugarse de albergue de menores en Táchira 14 jóvenes mataron a un custodio
El grupo de señalados atacantes estaba constituido por 10 mayores de edad y cuatro menores. Otros tres custodios quedaron heridos

 

Un funcionario adscrito al Servicio Penitenciario que se encontraba prestando vigilancia en el Centro de Rehabilitación Integral del Menor, ubicado en San Cristóbal, estado Táchira, fue sometido y asesinado por 14 jóvenes que estaban aprehendidos en ese sitio, que luego se dieron a la fuga. Esa es la información que ha trascendido hasta ahora.

La víctima fatal fue identificada como Ender Omar Rozo Varela, de 45 años de edad, un ex efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana, que, desde hace dos años, aproximadamente, laboraba como custodio penitenciario.

Otros tres funcionarios que intentaron evitar el ataque y la evasión resultaron con heridas de consideración. Fueron identificados como David Sayegh, de 52 años de edad; Jesús Miguel Rodríguez, de 37 años; y Darwin Gabriel Useche, de 23 años, todos con politraumatismos generalizados.

El hecho se registró el viernes 19 de noviembre entre las 6:30 y 7:00 de la noche, en la cancha de basquetbol del mencionado centro. Al parecer se estaban ejercitando.

Se supo que Rozo Varela también se hallaba en el interior de la cancha, que es cercada, y que era del conocimiento de los jóvenes que tenía en su poder el manojo de llaves de la instalación, incluyendo la del portón principal.

 

El hombre resultó con golpes y con una herida causada con un elemento punzocortante entre la clavícula y el cuello, lo que provocó que muriera desangrado en pocos minutos.

Sus compañeros, que desde el exterior de la cancha poco pudieron hacer para evitar el hecho, fueron golpeados por los victimarios.

Según estos testigos, los evadidos estaban armados con una especie de lanzas, que habían elaborado con cabos de madera para escobas, lo que indica que el crimen y la evasión ya estaban planificados.

Fue tras la autopsia que se determinó que la víctima había sido atacada con un arma blanca de fabricación artesanal.

Diez mayores de edad, 4 menores

La noticia de lo ocurrido en el albergue de menores, como lo conocen todos los sancristobalenses, causó consternación y pánico, sobre todos en sectores cercanos a la instalación, cuyos habitantes procedieron a resguardarse en sus casas y a estar atentos a “14 jóvenes, peligrosos, con las cabezas rapadas y vestidos con uniformes azules”.

Sin embargo, horas más tarde, saber que 10 de los evadidos tenían entre 18 y 20 años provocó aún más reacciones, por el hecho de que hubiera adultos en el lugar.

Trascendió que la totalidad de los fugados tiene sentencia condenatoria firme, incluyendo al menor del grupo, de 15 años de edad. Los delitos de estas condenas van desde tráfico de drogas hasta abuso sexual y homicidio.

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#MonitorDeVictimasTáchira | Denuncian que funcionarios de las FAES robaron y mataron a mujer que se dedicaba a cambiar divisas
Wendy Benítez formaba parte de un grupo de 70 personas –en su mayoría mujeres– que se dedican a cambiar moneda extranjera en Táchira. Ella y sus compañeros son víctimas de extorsiones por funcionarios de cuerpos de seguridad y el 29 de octubre fue asesinada en un sospechoso robo, en el que la despojaron de 10 millones de pesos (más de US$3.000)

Monitor de Víctimas Táchira

 

Familiares de la joven cambista tachirense Wendy Mayerlin Benítez Sanguino, que fue asesinada la noche del 29 de octubre en San Cristóbal, responsabilizan del homicidio a funcionarios de las FAES y han salido a las calles de la ciudad a protestar y a exigir justicia.

Parientes de la víctima aseguran que uniformados de distintos cuerpos extorsionan diariamente a unos 70 cambistas que operan en la urbanización Juan Maldonado, en la parte posterior del Terminal de Pasajeros de San Cristóbal.

Aunque inicialmente el homicidio de Benítez Santiago se manejó como un robo, una serie de incidentes previos que involucran a funcionarios de cuerpos de seguridad hacen a los familiares de la víctima presumir que el crimen fue perpetrado por policías.

Las recientes declaraciones de Tatiana Benitez, hermana de la mujer, asoman la posibilidad de que el homicidio de la joven, que tenía 25 años de edad, fue perpetrado para no dejar testigos, ante la sospecha de que la víctima pudiera haber reconocido entre los hombres que la robaron a funcionarios policiales.

 

 

Personas que presenciaron el ataque contaron que los criminales usaban chalecos antibalas.

Tatiana indicó que desde hace aproximadamente año y medio, cuando los cambistas se trasladaron a trabajar a la urbanización Juan Maldonado (antes lo hacían en el referido terminal), comenzaron a ser extorsionados por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

“Las FAES fueron las primeras en llegar acá. Nos pidieron 5.000 pesos semanales (US$1,5 aproximadamente), como una ‘colaboración’, porque –según ellos- estábamos trabajando ilegalmente, pero muchas personas no podían pagar. Entonces hace como cuatro meses nos ‘arrastraron’, o sea, nos agarraron a todos y nos llevaron presos”, contó la mujer.

En esa oportunidad los cambistas fueron trasladados a la sede de las FAES en Paramillo, donde según Tatiana, a algunos de sus compañeros le quitaron el dinero que tenía, mientras que algunas de las mujeres pedían ser presentadas ante la Fiscalía. Finalmente todos fueron liberados, pero el acoso policial continuó.

Los funcionarios que actuaron en el procedimiento, aunque estaban encapuchados, vestían el uniforme de las FAES, indicaron testigos y se desplazaban “en camionetas de esas grandes, de las últimas, Runner”, aseguró.

Tatiana recuerda que ya había ocurrido algo similar en septiembre de 2020, cuando detuvieron a los cambistas ante la sospecha de que solo servían de pantalla para el microtráfico de drogas. Después de 20 días, fueron puestos en libertad, sin que les imputaran cargos. Además, les devolvieron tres millones de pesos colombianos, que les habían incautado.

 

 

No solo las FAES extorsionan

De acuerdo con la versión de la hermana de la víctima, luego de esta última detención la presión y el asedio en contra del gremio cambista se incrementó, pues otras unidades de la PNB también comenzaron a extorsionarlos.

“Los mismos de Antidrogas, la DIP, la DIE y otros de la PNB hicieron los mismito. Nos agarraron, a algunos nos quitaban el dinero, a otros no. Si no les pagábamos nos decían: ‘los vamos a mandar a partir, los vamos a mandar a agarrar’. Siempre era una amenaza”, relató la mujer.

Según Tatiana, funcionarios de la Policía del estado Táchira (Politáchira) se sumaron a las extorsiones. La exigencia, aseguró, era de 1.000 pesos colombianos diarios, por persona.

 

Ataques previos

Previo al homicidio de Wendy, personas de su entorno –mujeres cambistas– comenzaron a ser objeto de agresiones más frontales físicas. Esto, de acuerdo con el testimonio de Tatiana.
Otra cambista habría sido interceptada, herida de un disparo en una pierna y golpeada en un ojo con la cacha de un arma de fuego, por dos sujetos motorizados que la despojaron de 6 millones de pesos, unos US$2.000.

Casi un mes antes del homicidio, había sido la misma Wendy la víctima de otro robo. En esa ocasión fue despojada de 10 millones de pesos (más de US$3.000) por parte de dos hombres que, en una camioneta Blazer. La interceptaron cuando iba con Tatiana y otra amiga, en una moto.

En esa oportunidad Wendy fue golpeada en la cabeza con la cacha de un arma de fuego, relató su hermana.

En los tres eventos descritos, tanto las víctimas, como testigos, aseguraron que, la actitud, el porte y hasta el calzado de los victimarios, eran acordes con el de funcionarios policiales.

Todos estos hechos fueron denunciados. En el primer caso, ante las FAES, cuando aún no tenían sospechas de su supuesta autoría. Ante ese organismo, entregaron los restos del proyectil que le extrajeron de la pierna a la primera víctima, pero no hubo investigación.

Luego del primer ataque contra Wendy acudieron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) e interpusieron la denuncia. Tatiana contó que en esa oportunidad la investigación pareció prosperar, pero que algunos funcionarios le insinuaron que efectivamente los victimarios podrían ser miembros de las FAES.

 

El homicidio de Wendy

Cerca de las 7:00 de la noche del viernes 29 de octubre, Wendy se desplazaba en una motocicleta junto a su compañera de habitación Angely Herrera, de 23 años. Ambas fueron interceptadas por dos hombres que también viajaban en moto, en la parroquia La Concordia, en San Cristóbal,

Apenas notaron el actuar sospechoso de los desconocidos, Herrera arrojó al interior de un abasto las llaves de la moto en la que se movilizaban.

Los delincuentes les ordenaron entregar sus pertenencias: carteras y teléfonos celulares. Ellas accedieron, pero antes de huir los hombres les dispararon a ambas.

A Wendy el proyectil le ingresó por el intercostal y le perforó un pulmón, lo que causó su muerte minutos después, en el Hospital Central de San Cristóbal.

Angely Herrera fue baleada en el abdomen. El proyectil le salió por la espalda, y se recupera del ataque.

 

#MonitorDeVíctimas | Persona transgénero fue estrangulada dentro de su propia casa en Táchira

Fotoleyenda: Los responsables del homicidio de la persona transgénero se llevaron el celular de la víctima. Tras esta pista sigue la investigación

 

El crimen de Valentina, ocurrido en San Cristóbal, es uno de los tres homicidios registrados en el estado Táchira entre el 9 y el 11 de agosto 

 

@yamilejimenez

 

José Gregorio Gámez, de 39 años, se autodenominaba Valentina. El cuerpo de esta persona transgénero fue encontrado sin vida en su cama. La habían estrangulado. El cadáver presentaba múltiples moretones. 

El hallazgo se produjo el pasado lunes 9 de agosto en la vivienda de la víctima, ubicada en el sector La Cueva del Oso, en San Cristóbal, estado Táchira. Para ese momento los rastros de sangre estaban secos, por lo que las autoridades determinaron que el hecho violento había ocurrido unas 20 horas antes.

Familiares y vecinos acudieron a la morgue de San Cristóbal, pidieron justicia y contaron que Valentina era una persona tranquila, reservada y que no tenía enemigos.

Valentina vivía sola en la casa de su mamá, quien se encuentra fuera del país. Se supo que en el lugar estuvieron ingiriendo licor y que el o los responsables del crimen se llevaron el celular de la víctima, lo que se convierte en una pieza clave en la investigación.

El Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) adelanta las averiguaciones de este hecho que tiene conmocionada a la comunidad LGTB de la entidad, así como a los familiares y amigos de la víctima.

Este es uno de los tres homicidios registrados entre el 9 y el 11 de agosto de este año en la mencionada entidad. La víctimas de los otros crímenes fueron Ruth Nohemí Rubén, que fue acuchillada frente a sus hijos, y Jiro Alberto Sánchez, muerto a bala mientras cuidaba una casa.