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Samark López Bello

PERFIL | Samark López, el presunto testaferro de El Aissami detenido por el caso Pdvsa-Cripto

Samark López Bello, recién detenido por las autoridades venezolanas al ser vinculado a la trama «Pdvsa-Cripto», es un economista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y empresario del sector alimentos y construcción.

Nació el 27 de julio de 1974 en Tucupita, estado Delta Amacuro. De acuerdo con la base de datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), ejerce su derecho al voto en el municipio Girardot del estado Aragua.

López es uno de los venezolanos que han sido sancionados por el Departamento de Estado por presunto narcotráfico. Fue señalado de tener vínculos comerciales con el exministro de Petróleo Tareck El Aissami, algo que negó y alegó ser un «empresario legítimo».

Toda su trayectoria profesional como empresario se ha visto afectada, dejando atrás vínculos con empresas en Florida y otros negocios cuestionados.

El martes 9 de abril, Tarek William Saab, fiscal general impuesto por la Constituyente, anunció su detención junto a El Aissami y Simón Zerpa. El funcionario dijo que al empresario se le imputarán los delitos de «apropiación o distracción del patrimonio público», «alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias», «legitimación de capitales» y «asociación».

Según Saab, los recientemente detenidos, además de estar vinculados con «corrupción petrolera», en una «conspiración para implosionar de manera absoluta la economía venezolana» utilizando la modalidad digital. 

Trayectoria como empresario

Samark López figura como propietario de numerosas empresas. Según un reportaje publicado por el periodista Roberto Deniz en Armando.InfoLópez vendió kits para los programas de construcción del gobierno venezolano, pinos navideños y alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Esa misma investigación señala que el empresario también es propietario de las empresas Postar Intertrade Limited, Profit Corporation y Yakima Trading Corporation -estas dos últimas figuran en la lista de activos que el gobierno estadunidense le bloqueó-.

Además, también el sitio web de Profit Corporation, C.A. indica que sus principales clientes eran Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y el Ministerio de Interior y Justicia.

Profit Corporation C.A. fue contratada por Pdvsa Gas, S.A. en 2010 para obras civiles y electromecánicas, pero el avance de los trabajos, según el Registro Nacional de Contratistas (RNC), solo llegó a 46% y 16%, publicó Poderopedia.

Asimismo, entre 2002 y 2004 ocupó el cargo de director de Planificación y Presupuesto de la Gobernación de Mérida, durante la gestión del exgobernador Florencio Porras.

López Bello ha sido un alto gerente corporativo y esas gestiones se extienden hasta Florida, Estados Unidos, con las compañías -actualmente inactivas- MF Food Service, LLC, LH Industries Supplies INC y Sahect Holding LLC.

A continuación podrá ver una lista de algunas de las empresas donde estuvo López:

Buscado por la justicia estadounidense

En octubre del 2020, López Bello fue designado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), agencia del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, como un objetivo del Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional del Departamento de Estado de Estados Unidos.

De esta manera, Samark López se convirtió en miembro de la lista de “los más buscados”, con una recompensa de USD 5,000,000 para quien suministre información sobre su paradero.

De acuerdo con el ICE, esta designación se hizo en el marco de «un esfuerzo para erradicar la corrupción y la criminalidad vinculada con el régimen de Maduro en Venezuela».

Los Equipos de Trabajo contra Delitos Financieros El Dorado de HSI Nueva York y HSI Miami realizaron la investigación.

Ficha de búsqueda de Samark López/Fuente: ICE

Basándose en las investigaciones por parte de HSI Nueva York y HSI Miami, López fue acusado formalmente en marzo de 2019 y marzo de 2020 en el Distrito Sur de Nueva York «por violaciones de la Ley de Poderes Económicos en Caso de Emergencia Internacional, la Ley de Cabecillas y otras sanciones impuestas por la OFAC».

Sanciones de la OFAC

En febrero de 2017, la Oficina de Control de Activos de Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó a López Bello y a Tareck El Aissami, “como narcotraficantes especialmente designados de conformidad con la Ley para la Designación de Cabecillas del Narcotráfico en el Extranjero por jugar un papel significativo en el narcotráfico internacional”.

La OFAC identificó a López como  “representante clave” de El Aissami, gestionando acuerdos comerciales y asuntos financieros que generaron ganancias significativas como consecuencia de las «actividades ilícitas» del exministro de Petróleo.

Una nota publicada por el portal Suprema Injusticia indica que, según información oficial, la OFAC identificó 13 empresas propiedad o controladas por Samark López Bello, en las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, el Reino Unido, EEUU y Venezuela.

Después de esto, López Bello demandó a la OFAC para que se anulara la sanción en su contra, que mantiene congelados sus bienes en Estados Unidos, porque, según sus alegatos, violaba sus derechos bajo la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense.

El empresario alegó que la decisión de la OFAC fue “arbitraria y caprichosa y excede su autoridad porque, en el momento en que estaba ayudando materialmente, brindando apoyo o servicios a, o actuando para o en nombre de El Aissami, El Aissami aún no había sido designado como SDNT (narcotraficante)”.

Sin embargo, un tribunal de Estados Unidos consideró que este argumento no encontraba base «en la ley o la lógica”, porque sería ir contra los objetivos la Ley Kingpin, fundamento de las sanciones de la OFAC, que es “llevar a la bancarrota las operaciones de narcotráfico mientras minimizando el riesgo de fuga de activos”.

También, rechazaron el argumento de López, según el cual se ejecutó una “incautación ilegal” de sus bienes. La Corte consideró que sus alegatos fueron insuficientes “para demostrar que la OFAC debería haber obtenido una orden judicial antes del bloqueo sus bienes”.

Otros problemas legales

El 12 de mayo de 2019, la Procuraduría General de Justicia de República Dominicana informó sobre un operativo conjunto con la agencia antinarcóticos local para detener a López Bello, a quien señalaban de pertenecer a una supuesta red de narcotráfico.

Durante el operativo, se allanaron propiedades vinculadas a López y detuvieron a varias personas para su investigación. Una casa lujosa fue allanada en esta operación.

López también protagonizó controversias por su participación en el sector de los medios de comunicación, especialmente con relación a la venta del grupo editorial Cadena Capriles en 2013, que generó críticas por falta de transparencia.

A Samark López también se le vinculó a la transacción para el cambio de dueño de El Universal, en la que la mayoría accionaria sería del operador financiero Rafael Sarría, publicó El Pitazo.

Crímenes sin Castigo | Instrumentos de las FARC
Las víctimas de la guerrilla colombiana han encontrado una vía para resarcir los daños sufridos: ir contra los bienes y activos que tienen en EE. UU. tanto el gobierno venezolano como sus operadores

 

@javiermayorca

El 325 Leucadendra Drive es una mansión que se ajusta al sueño de los nuevos ricos venezolanos: erigida sobre 1480 metros cuadrados de terreno en una urbanización de Coral Gables (Florida), tiene nueve habitaciones y once baños, pisos de mármol, una piscina en el jardín que da hacia la fachada del canal, donde hay un muelle de 200 metros de longitud. Allí permanecía anclado un yate de 95 pies de eslora -suficiente para relajarse en los mares del mundo-, y lo que según este estándar sería una “pequeña” lancha de 36 pies.

Según Coldwell Banker, este inmueble fue diseñado por el renombrado arquitecto estadounidense Rafael “Ralph” Portuondo. Para el momento en que lo adquirió el empresario venezolano Samark López Bello, tenía un valor estimado de 8 millones de dólares. Posteriormente, era ofrecido por el doble de este precio.

Hasta que, en febrero de 2017, López Bello cayó en desgracia con el gobierno estadounidense.

Los agentes del Departamento del Tesoro ordenaron la desocupación inmediata de la mansión, inmovilizaron los yates y congelaron todas las cuentas de este hombre, señalado como testaferro del actual vicepresidente de Economía Tareck el Aissami.

Para junio de 2020, el valor de los bienes y otros activos congelados a López Bello en EE. UU. era por lo menos 273 millones de dólares.

López Bello ha apelado sin éxito contra estas medidas en instancias judiciales y administrativas. Una de las razones del fracaso es que él ha intentado actuar a través de apoderados, puesto que al pisar suelo estadounidense sería detenido, en virtud de una acusación que lo señala de eludir las sanciones impuestas por Washington contra el régimen de Maduro. En ese juicio también figuran El Aissami, el superintendente de Criptoactivos Joselit Ramírez y dos pilotos que representaban las empresas de alquiler de vuelos charter, usados para llevar oro a Turquía y Rusia, y traer el dinero de vuelta.

De allí que el otrora dueño de la mansión de Coral Gables sea considerado como “fugitivo”.

Esa circunstancia de verse impedido de acudir en defensa de su fortuna ha dado pie a una situación que López Bello no podría visualizar en sus peores pesadillas.

Contratistas y rehenes

El 13 de febrero de 2003, una columna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) derribó un avión en el que volaban los estadounidenses Marc Gonsalves, Keith Stansell y Tom Howes. Para los guerrilleros, Gonsalves y compañía no eran otra cosa sino mercenarios, que llegaban a raudales a esas latitudes bajo el paraguas del Plan Colombia. Los norteamericanos preferían describir su trabajo con el eufemismo de “contratista civil”.

Gonsalves, por ejemplo, había estado en la Fuerza Aérea de EE. UU., hasta que en noviembre de 2002 se abrió a la empresa privada, atraído por una oferta de la firma California Microwave, que a su vez era subcontratada por el gigante Northrop con el propósito de hacer un mapeo de los cultivos de coca en territorio colombiano, por mandato del Departamento de Defensa estadounidense.

Gonsalves, Stansell y Howes pasaron a formar parte de una élite de secuestrados de la principal guerrilla suramericana. Cuando recobraron la libertad luego de 1967 días en cautiverio, gracias a la refinada Operación Jaque Mate (julio de 2008), comenzó para ellos el proceso para intentar resarcir los daños ocasionados por todo el tiempo que pasaron enjaulados en la selva.

Pero las FARC no tienen dinero u otros activos que puedan ser confiscados directamente por decisión de alguna autoridad estadounidense. Usted no va a encontrar en ese país una cuenta bancaria o empresa a nombre de Iván Márquez o de Jesús Santrich. Sin embargo, otro colombiano víctima de la guerrilla emprendió un camino que serviría de ejemplo. Se trata de Antonio Caballero, cuyo padre homónimo (un diplomático de carrera) murió como consecuencia de las torturas infligidas durante su cautiverio a manos de los subversivos, en 1999. Caballero hijo logró convencer a la justicia estadounidense de que Petróleos de Venezuela era un “instrumento” de las FARC, habida cuenta de la evidente afinidad entre los regímenes de Chávez y Maduro con la estructura guerrillera, que figura en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado.

Aunque las FARC se atomizaron luego del acuerdo de paz de La Habana (2016), ha continuado la proximidad con la cúpula de la organización que volvió a la lucha armada en 2019, ahora denominada Nueva Marquetalia. Y Caballero está a punto de recibir una compensación de 45 millones de dólares, congelados en cuentas de la estatal petrolera en un banco de Buffalo (Nueva York).

Los contratistas estadounidenses, así como los sobrevivientes del piloto Tommy Janis -quien murió al estrellarse el avión en la selva colombiana- optaron por ir contra la fortuna de López Bello. Tal y como hizo Caballero, invocaron los principios establecidos en dos leyes: el Acta Antiterrorista (ATA) y el Acta de Seguro contra Riesgos del Terrorismo (TRIA). La primera permite a cualquier ciudadano llevar a cabo demandas en cortes federales estadunidenses contra los perpetradores de los actos terroristas en los que fueron victimizados.

La segunda norma permite que las víctimas obtengan una compensación por los daños sufridos por tales actos. Una sentencia del juez de Florida Edwin Torres señala que, para lograr este objetivo, es necesario que concurran dos condiciones. La primera, que el dinero o los bienes reclamados estén congelados en Estados Unidos, y en segundo lugar que el propietario de ese activo sea una “instrumentalidad”, o una entidad que actúa en nombre de ese tercero objeto de reclamo. Para conseguir este objetivo, se debe recopilar toda la información posible, desde declaraciones públicas hasta los testimonios de víctimas, informes policiales y criterios de expertos.

El juez Torres recordó que los bienes y el dinero de López Bello fueron confiscados en aplicación de los principios del Acta Kingpin, mediante la cual se designa a los supuestos líderes de organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. Y el 15 de febrero de 2019, a instancias de Stansell y compañía, el mismo tribunal dictaminó que el empresario era una “instrumentalidad” de la organización guerrillera. Entonces, fueron subastando uno tras otro los bienes que tenía en EE. UU.: tres condominios (entre ellos el de Coral Gables), las dos embarcaciones, una aeronave y cuatro automóviles.

Luego, encontraron que López tenía otras cosas por allí: un yate, llamado Hawk, por ejemplo, no estaba en los listados iniciales.

La cacería continúa.

Litigios simultáneos

Los juicios adelantados por Caballero y el grupo de Stansell se desarrollan en forma paralela. En enero, una corte de Nueva York dictaminó que los reclamos por una supuesta instrumentalidad en favor de las FARC podrían extenderse hasta seis subsidiarias de la estatal petrolera venezolana: Pdv Marina, Aceites y Solventes Venezolanos SA, Petroanzoátegui, Venfleet Asphalt Ltd, Venfleet Products Ltd y Venfleet Ltd. En febrero, la orden de entregar sus recursos a los demandantes fue suspendida a última hora, pues por primera vez se hicieron parte dos abogados que decían ser apoderados legales de la estatal (Terrance Flynn y Marcos Daniel Jiménez). Se comprobó que fueron nombrados desde Caracas por un consejo general que responde a los intereses del gobierno de Maduro.

En marzo, tocaron las puertas del tribunal neoyorkino Claire A. DeLelle, Kimberly Anne Havlin, Nicole Erb y Timothy L. Wilson, Jr del bufete White & Case, alegando que representaban al directorio ad hoc de la estatal, designado por Juan Guaidó.

El juez Lawrence Vilardo se vio entonces en una situación insólita: determinar cuál de los abogados representaba realmente a Pdvsa, con miras en el litigio sobre su relación con las FARC.

Antes de sentenciar sobre este asunto, el magistrado sugirió la posibilidad de que los dos bufetes cooperaran para intercambiar información, en aras de preservar los intereses superiores de la estatal, de la que Venezuela obtiene buena parte de su renta. Al final, esta alternativa fue descartada, pues los enviados por el régimen de Maduro se negaron, según consta en el expediente.

Vilardo acogió entonces la tesis según la cual el reconocimiento de Guaidó como presidente interino por parte de Estados Unidos fue un “acto de Estado”, que los tribunales no están facultados para cuestionar. Sobre esa premisa, los abogados de White & Case tomaron las riendas de la defensa de Pdvsa. Pero el juez se negó a otorgarles la prórroga solicitada de seis meses para estructurar mejor sus argumentos, tomando en cuenta que los demás litigios que involucran a la estatal o sus filiales también están paralizados, y que los abogados no han entregado ninguna prueba convincente que asome la posibilidad de un cambio político en Venezuela.

El 11 de mayo, el juez Vilardo fijó un plazo de 45 días como máximo para que los nuevos defensores planteen argumentos que saquen a la estatal petrolera de la esfera de los guerrilleros. En otros 30 días el demandante neogranadino deberá presentar su réplica, y en las dos semanas siguientes se emitirá una sentencia.

Corre el lapso para que los enviados de Guaidó deshagan en los tribunales estadounidenses los enredos ocasionados por la relación del régimen con las FARC, aunque sin tener acceso real a la información que permitiría sustentar sus afirmaciones.

Breves

En la primera mitad de 2021 la violencia penitenciaria se trasladó desde los internados judiciales a los retenes policiales. Hubo 63 víctimas en total, entre muertos y heridos, muchos de ellos en condición de gravedad. De ellas, 33 % permanecía en instalaciones del estado Monagas, especialmente en el retén de la policía regional en Maturín. Además, hubo cinco muertes en distintos hechos reportados en el Internado Judicial de La Pica y una en celdas de la policía judicial.

Mérida fue el segundo estado con la cifra más elevada de presos ultimados en este lapso, con trece.

Las armas de fuego no han sido erradicadas de los reclusorios. Durante este lapso, hubo por lo menos doce muertes ocasionadas por el paso de proyectiles. El caso más sonado fue un doble homicidio en el retén de la policía regional de Portuguesa, ubicado en Turén. Las víctimas en este hecho fueron los líderes de los presos, ultimados por un grupo que pretendía un “cambio de mando”.

El 1 de junio, el Tribunal Supremo de los Países Bajos ratificó una condenatoria contra dos personas señaladas de contrabando de oro y lavado de dinero producto de este comercio. Se trata de una investigación referida a hechos antiguos. Sin embargo, arroja alguna luz para comprender el camino que sigue el metal precioso extraído del Arco Minero.

En primer lugar, de acuerdo con un testigo interrogado por la policía “el oro provenía de las minas venezolanas (…) el estado ha cedido unas tierras al sur del estado de Bolívar en concesión a PMG, Rusoro y las cooperativas (…) estas empresas extraen el material antiguo”. Pero el metal sale del país gracias a un conjunto de actos de corrupción con los encargados de supervisar la actividad extractiva. Según la sentencia, esto tiene dos propósitos: facilitar la salida del mineral, y establecer un origen distinto mediante documentos falsos, para eludir los controles internacionales con respecto al oro venezolano.

“La forma en que se ha llevado a cabo el transporte del oro desde Venezuela (pago de sobornos, transporte del oro fuera de la vista de las autoridades en barco o avión) y la preparación y uso de documentos falsificados para disfrazar el origen solo puede entenderse con el objetivo de eludir la licencia de exportación. Las pruebas muestran que el propio sospechoso se refirió al comercio en cuestión como «contrabando directo», señaló el juez de la causa. En el expediente fueron documentados diecinueve envíos de oro, que totalizaron más de 1,2 toneladas. Una vez en las Antillas, era colocado en jets de KLM con destino en Amsterdam. Y de allí lo trasladaban a Amberes (Bélgica), donde operan importantes comercializadores mundiales de este metal. En el expediente fueron consignadas las transcripciones de conversaciones telefónicas en las que los implicados manifiestan que el oro surge de una relación con criminales de varias nacionalidades que operan en Venezuela.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos se montaron en la quinta ola este año

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Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, cinco olas de sanciones se han producido contra funcionarios venezolanos. La más reciente se levantó este miércoles y sus víctimas, en su mayoría pertenecen a la asamblea nacional constituyente, instalada pese a no contar con el respaldo mayoritario de la población y a denuncias de presunta manipulación del resultado de las elecciones efectuadas el pasado 30 de julio.

Los subordinados de Maduro no podrán ingresar a territorio norteamericano y además sus bienes y propiedades en la tierra del Tío Sam serán congelados, aunado a eso la Casa Blanca le prohibe a cualquier ciudadano estadounidense hacer negocios con los amonestados.

A continuación la cronología de los sancionados en este año:

13 de febrero: El vicepresidente Tareck El Aissami y su supuesto testaferro Samark López Bello fueron incluidos en lista OFAC por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Según el informe del Departamento de Estado la gran mayoría de bienes respondían a propiedades inmobiliarias en el área de Miami, que incluían un avión privado, además de las empresas Yakima Trading Corp, Yakima Oil Trading, MFAA Holdings Limited, entre otras. «El Aissami y su colaborador Samark López tenían mucho más dinero de lo que anticipábamos», dijo a periodistas un alto funcionario del gobierno de Trump, que pidió el anonimato. «Son cientos de millones de dólares», expuso.

5 de mayo: Luego que emitieran las sentencias 155 y 156 y a los pocos días que «recularan», ocho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia fueron el blanco de la llamada «Lista Clinton». Al presidente de la institución Maikel Moreno, le acompañaron el mandamás de la Sala Constitucional, Juan José Mendoza, quien se ha convertido en el «Robespierre» de los alcaldes de oposición; Luis Damiani; Arcadio Delgado, el ex embajador de Venezuela en Estados Unidos, Calixto Ortega; Lourdes Suarez Anderson; Carmen Zuleta de Merchán y la expresidente del TSJ, Gladys Gutiérrez.

27 de julio: Fue la más gruesa de este año y la lista de 13 incluyó tanto a presuntos violadores de derechos humanos en el marco de las protestas como a funcionarios acusados de socavar la democracia en el país a través de la promoción y ejecución de una inconsulta asamblea nacional constituyente, así como a eventuales corruptos, responsables del desangramiento económico de la nación. Por la ANC incluyeron a la presidenta del CNE, Tibisay Lucena; al ministro de Educación, Elías Jaua; al fiscal nombrado por los constituyentistas, Tarek William Saab y a la ex ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela. Por uso excesivo de la fuerza y atropellos a convenios internacionales sobre DDHH señalaron al ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol; al director de la PNB, Carlos Pérez Ampueda; al comandante de la Guardia Nacional, Sergio Rivero Marcano; al comandante general del Ejército, Jesús Suárez Chourio y al ex director de la PNB y la Redi, Franklin García Duque. También castigaron al presidente de Cencoex, Rocco Albisinni Serrano; al viceministro para Europa y Norte América, Alejandro Fleming; al presidente del BANDES y del FONDEN, Simón Zerpa Delgado y al ex Tesorero Nacional, Carlos Malpica Flores.

31 de julio: Un día después de efectuada la elección de la constituyente, Nicolás Maduro fue incluido en la lista OFAC. «Las sanciones a Maduro, dejan claras las políticas de Estados Unidos hacia su régimen y muestra el apoyo a quienes buscan recobrar la democracia y la prosperidad del país», señaló el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven T. Mnuchin. Maduro solo podrá ingresar a territorio americano cuando vaya a la sede de la ONU en Nueva York y por supuesto sus bienes y cuentas en bancos fueron congeladas. El «hijo de Chávez» se convirtió en el primer presidente en ejercicio de Latinoamérica en ser incluido en la lista negra «gringa». Además pasó a formar parte de la selecto club de mandatarios en ejercicio castigados junto a Robert Mugabe (Zimbabwe), Bashar Al Assad (Siria) y Kim Jong-Un (Corea del Norte).

9 de agosto: El Departamento del Tesoro sancionó  a ocho funcionarios que apoyaron y participan en la asamblea nacional constituyente. Los flamantes nuevos miembros de este roster son el ex gobernador del estado Carabobo, Francisco Ameliach; el hermano del extinto líder de la revolución y ex gobernador de Barinas, Adan Chávez; la ex gobernadora de Cojedes, Erika Farías; la ex ministra de la Defensa, Carmen Meléndez Rivas; el ex diputado Darío Vívas; el abogado constitucionalista, Hermann Escarrá; la rectora del CNE, Tania D’Amelio y el coronel de la GNB, responsable de la seguridad en la Asamblea Nacional, Bladimir Lugo.

 

 

 

El Aissami: una papa radioactiva, por Mario Guillermo Massone

TareckElAissami

 

Que el gobierno de los Estados Unidos de América sustituya la voz “vicepresidente” por “narcotraficante» es grave, superlativamente grave. Tras años de investigación, seguimientos y pesquisas, he aquí un resultado más, que se suma a los ya conocidos, como lo son los sancionados del decreto Obama y el caso de los narcosobrinos.

Tareck El Aissamies ahora un hombre en circunstancias extraordinarias. Sus aliados políticos, de ahora en adelante, pueden confundirse con ser aliados en el narcotráfico, frente a la opinión pública, y, peor, frente a la justicia internacional.

Los jerarcas de la Fuerza Armada Nacional, han de medir muy bien eso de dar apoyos sin más a El Aissami. Mostrarse como aliados políticos les conllevaría a ser personas de interés para la justicia gringa e internacional. Estos no son juegos, si no que le pregunten al general Noriega.

El mentado testaferro de El Aissami, Samark López Bello, debería estar ya en suelo norteamericano colaborando con la justicia. Quedarse en Venezuela no pareciera una opción razonable, ya que debe saber demasiado y eso lo hace demasiado peligroso.

Nicolás Maduro es quien más complicado la tiene. ¿Qué hacer con este número? De mantenerlo como vicepresidente, se produciría una complicidad por asociación, y hasta ahora Maduro no ha sido señalado de narcotráfico.

El caso El Aissami está en el ojo del huracán mundial. El Aissami es una papa caliente, una papa radioactiva.

 

@massone59