Mario G. Massone, autor en Runrun

Mario G. Massone

Fernando Albán, mi buen amigo, por Mario Massone

UN AÑO. HA PASADO UN AÑO desde que los torturadores de la dictadura te asesinaron despiadadamente, amigo querido. Tu familia y amigos te tenemos muy presente. Sobrellevando el dolor de saber que ya no estás entre nosotros y que no te veremos en esta vida terrena. Empero, continuamos tu legado.

Tu memoria es la de la caridad y el bienhechor. Tu imagen, la sonrisa perenne hasta en medio de las peores tempestades. Siempre preocupado de ayudar al prójimo; pero, sobre todo: ocupado, resolviendo. Tu fuerza vital nos llevó a acompañarte en tus iniciativas. “Memo, necesitamos otra olla. Tenemos que dar de comer a mucha gente y nos tiene que alcanzar”, “Memo, nos vamos a Maracaibo a apoyar a nuestro Gobernador Juan Pablo Guanipa”. ¡Memo, hay que apoyar a Julio!… 

En esta vida hiciste Política. Sí. Con mayúscula. Dedicado a mejorar la calidad y representatividad de los gremios en todo el país, como Secretario Nacional de Justicia Gremial. Ponderando y conciliando en la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia. Dedicado a tu Municipio Libertador como Concejal. Atendiendo los asuntos religiosos desde la Presidencia de la Comisión de Culto y Buen Vivir. De allí que los concejales del chavismo te llamaban El Curita. Y te respetaban. Porque tu bondad y tu fe inspiraban respeto. Un respeto que mancillaron los verdugos que te ejecutaron.

Protestamos en las calles por la libertad de Venezuela. En primera fila, dando la cara a los cuerpos de represión. Porque tu lucha fue en las calles también.

Tu incesable activismo por las virtudes, la educación y los Derechos Humanos son un libro en tu historia. El trabajo con el Padre Raúl Herrera en la Parroquia Universitaria de la UCV y el Centro para La Paz y los Derechos Humanos Padre Luis María Olaso. Luego con el Padre Javier. Las actividades con las Iglesias Históricas. Tu amistad con los curas de los barrios y las autoridades de la Iglesia. Hiciste tanto por la cultura de la paz y te sacrificaron bajo los auspicios del odio y el terror.

La olla solidaria, una actividad de permanente búsqueda de alimentos para dar de comer a los más necesitados. Los sábados, me pasabas a buscar para hacer la gira rutinaria. Tu cara de felicidad en la carnicería del pueblo de El Hatillo cuando nos alcanzaba para comprar decenas de kilos de costilla de res era un poema. Cuando no, comprábamos hueso rojo, “pero con bastante carne” como le pedías a nuestro amigo Manolo. Además, Manolo nos daba su colaboración dándonos un descuento. El domingo todo estaba en orden. Meudy y otras señoras picando verduras a más no poder.  Llegamos a tener tres ollas gigantes, con sus respectivas hornillas, que compramos gracias a la contribución de Michi. Cuando la sopa estaba a punto, nos íbamos a buscar a los comensales debajo de un puente, donde viven, y en las adyacencias de la Parroquia Universitaria. Niños con hambre, ancianos raquíticos, madres desamparadas. Tu les hiciste la vida mejor.  

Tu amistad, más que un privilegio, es un don que recibimos tus amigos. En tu hogar, repleto de imágenes de Cristo y la Virgen, con Braco ladrando como loco, festejamos tus cumpleaños. El mejor hervido que me he comido en mi vida. ¡Cómo te encanta un hervido! Si no es en la Parroquia es en tu casa.

 Hoy te recordamos como el gran amigo, el hombre de familia, el Político. Nuestro mártir de la democracia. 

Quise escribirte algunas palabras sueltas para conmemorarte. Amigo mío. Ilumínanos e intercede por nosotros.

 

“Yo me quedo en Venezuela, yo me muero en Venezuela…

A mi no me sacan ni amarrado, a menos que me agarren desprevenido…

Y me maten en los Andes…”

Evio Di Marzo, Adrenalina Caribe

Lo conocí luego de un concierto en Mata de Coco a finales de los años ochenta. Aún recuerdo vívidamente el espectáculo que era Evio Di Marzo en la percusión. En esa época, los adolescentes podían salir de noche a eventos musicales sin miedos ni temores. Las calles iluminadas, mucha gente de todas las edades los fines de semana. Se formaba tráfico de vehículos en la madrugada. Uno se podía estacionar en un parque o en una plaza a besarse románticamente con la novia. El único peligro era que un policía tocara la ventana del carro, que te regañara y pidiera que te fueras a tu casa o a un hotel.

Muchos crecimos en esa otra Venezuela, en esa en la que Evio era un éxitoso músico y compositor. Porque había mucha expresión cultural. Venían agrupaciones de todas partes del mundo, y, eso, generaba trabajo y riqueza para los venezolanos. Evio vivía de toda esa actividad. Igual que su hermano Yordano. Igual que tantos otros artistas. Con su música bailamos y cantamos. Bajo el manto de su voz nos enamoramos, nos despechamos y nos volvimos a enamorar.

Su muerte me hizo recordar estas cosas que les escribo. Recuerdos de una Venezuela que fue. El Socialismo del Siglo XXI trajo consigo la oscuridad. La oscuridad en todas sus dimensiones, en todos sus sentidos, con todos sus significados.

La delincuencia ha silenciado a un artista que ya no vivía de su arte. A un padre de familia cercano a la revolución de Chávez pero que por sus críticas a Nicolás Maduro le cerraron las puertas, en sus palabras: “porque no me callo las críticas a los errores del gobiernob…”. A un venezolano ejemplar que no reparó en hacer carreras con su vehículo para sobrevivir. A un padre de diez hijos que son diez hijos que se han quedado sin padre.

A finales de esos años ochenta, daba un curso en sobre la Antropología de la muerte en la UCV para los estudiantes de sociología.  Allá por los mismos años en que compuso la canción Yo me quedo en Venezuela. Porque Evio Di Marzo era un antropólogo a quien la muerte delincuente sorprendió en la oscuridad de la noche. Un antropólogo interesado en el estudio de la veneración de los muertos, de lo sagrado de la vida y de la muerte, que fue despojado de su existencia mortal de la forma más vil.

No lo mataron en los Andes. En los Andes murieron la noche anterior a la suya once personas por el volcamiento de una perrera.  Porque a falta de repuestos para el transporte público humano, los venezolanos se arriesgan hoy día entrando en jaulas para desplazar animales. Deshumanización del transporte y muerte animalizada.

Reflexionando sobre las bases antropológicas de la libertad, el filósofo Gadamer nos dice que al introducir el entierro de los muertos la sociedad humana dio “un paso decisivo hacia la humanización del hombre, porque significa una superación de la preservación personal que es el principal objetivo de los seres vivientes. Esta superación es lo que llamamos trascendencia.” Hoy los venezolanos luchamos por sobrevivir y no perecer en la telaraña puesta por una ideología del mal que niega la libertad humana y hasta la vida. Nosotros insistiremos hasta la muerte en ser libres y enterraremos a nuestros muertos. Trascenderemos y nos mantendremos humanizados.

Evio Di Marzo vivió cuarenta años en democracia. Pero nació en dictadura, se quedó en Venezuela y murió en dictadura. De Pérez Jiménez a Maduro. No murió en los Andes… lo asesinaron en Bellas Artes, lo agarraron desprevenido… y su arte con nosotros queda y su ser trasciende su mortalidad. El asesinato de Evio Di Marzo simboliza la muerte de un tiempo mejor, de un tiempo que se marchó y que ahora vive en nuestros recuerdos perennes.

“Vivir en Caracas, morir en Caracas”.

Yordano

Dios lo tenga en su Gloria.

 

@massone59

 

“La soberanía reside intransferiblemente en

el pueblo, quien la ejerce… mediante el sufragio”

 

En Venezuela la soberanía está secuestrada por el poder irracional al haber destruido el mecanismo democrático por antonomasia: el sufragio. Hoy, en Venezuela, el voto solo maquilla a una dictadura, no elige. Las elecciones ya no son competitivas. No son elecciones.

La agenda de la Unidad Democrática ha sido el alcanzar condiciones electorales para ir a una elecciones libres, con observación internacional real, sin partidos políticos ilegalizados, sin políticos inhabilitados ni presos, en la fecha que establece el calendario constitucional, con rectores imparciales en el CNE, con un padrón electoral depurado y abierto a los millones de venezolanos en la diáspora, con todos los consulados abiertos. Hasta ahora, no existe una sola de ellas.

Las protestas de 2017 perseguían ese fin. Las negociaciones en Dominicana también. Lo mismo con la agenda internacional. Hasta ahora no las hemos logrado concretar. Sin embargo no hemos perdido el tiempo. A la fecha, cerca de una centena de naciones de la comunidad internacional desconoce las mal llamadas elecciones del 20 de mayo. Ser coherentes implica no votar sin condiciones.

Con la conformación del Grupo de Lima, una coalición de países de la región sin precedentes, la posibilidad de volver a la democracia en Venezuela obtiene un respiro vital. A ello se suma la posición de la Unión Europea y los Estados Unidos de América. La comunidad internacional nos acompaña en nuestra lucha por lograr condiciones para el cambio. Votar sin condiciones equivaldría a capitular en nuestro empeño.

“La historia no se repite, pero a veces rima” le escuché decir a un amigo. Nadie conoce el desenlace de esta tragedia, pero no podemos quedarnos sentados esperando. Hemos de seguir construyendo el cambio hacia la libertad y la democracia. Eso no quiere decir que el 20 de mayo sea el día para salir a maquillar a la dictadura con nuestro voto. El 20 es solo un día, nos toca seguir actuando todos los demás. A partir del 21 de mayo continuamos con más ímpetu en la búsqueda de una salida que deje atrás, en las páginas más oscuras de nuestra historia, lo que nos ha tocado vivir.

Si algo nos enseña la historia de la humanidad, es que las ruptura y derrumbe de las tiranías llegan cuando menos se esperan. Hay que seguir.

 

@massone59

Cleptomoneda, negociación y sanciones, por Mario Guillermo Massone

OficialismoDiálogo

 

Habiendo saqueado los bienes habidos del patrimonio de la Nación, la dictadura venezolana ya ha caído en default en un par de casos de la deuda pública. Aunado a lo anterior, una metralla de sanciones internacionales de distintos gobiernos han recaído sobre varios de sus altos funcionarios. Hay listas de sancionados por aquí y por allá.

Jorge Rodríguez lanza una joya de declaración, al anunciar que no habrá acuerdo alguno con la oposición, y que ni siquiera se realizarán elecciones presidenciales, hasta tanto sean levantadas las sanciones. “¡Me paso por el forro la Constitución!” le faltó gritar. Las mismas sanciones que cuando EEUU, Canadá y España publicaron las listas con los nombres de los sancionados, varios de éstos declararon muy sonrientes sentirse honrados y hasta publicaron fotos en las redes  pintándole la paloma a los gringos, canadienses y europeos, entre otros, La Fosforito. Esas mismas por las que recibieron una réplica de la espada de Bolívar. En ese momento les parecían una maravilla las sanciones.

Pues como que ya se les ha ido borrando esas sonrisas cínicas. Y es que el asunto con las sanciones es que son variopintas. Las hay por vínculos con el narcotráfico como las hay por violación a los Derechos Humanos. En esto la tienen complicada.

Ahora, ante la imposibilidad de proseguir con las finanzas internacionales sin reconocer las competencias constitucionales de la Asamblea Nacional, lo cual pasa por negociar con la Unidad Democrática, apelan a la innovación y anuncian el lanzamiento de la primera CLEPTOMONEDA en el mundo cuyo fin es no solo burlar las sanciones internacionales sino ahora expoliar, robar los bienes por haber, futuros … de la Nación venezolana.

El problema es que esta CLEPTOMONEDA apodada Petro nace como el uranio: radioactiva. Puesto que todo ciudadano nacional de alguno de los países que han sancionado al régimen, y por ahí vienen más sanciones (Vr. et gr. de la Unión Europea), que se involucren con el Petro, obviamente, de anteojitos, estarán expuestos a severas consecuencias legales en sus países. Ello sin contar que se trata de un país en el cual el narcotráfico es una actividad por la cual, precisamente, algunos de los sancionados lo fueron. Y la corrupción. Ni hablar del blanqueo de capitales. Una criptolavandería para el narcotráfico, la corrupción y, ¿por qué no?, el terrorismo. Cuidado y si permite terminar permutando droga por petróleo. Y si su éxito depende de la confianza…

No es de extrañar que aparezcan comunicados de gobiernos incluyendo toda actividad vinculada a “El Petro” como objeto de sanciones a sus nacionales. ¿Será que esta vez como que la negociación es una necesidad para ellos o seguirán pintándole una paloma al mundo mientras sonríen?

 

@massone59

Odio a la Ley, por Mario Guillermo Massone O.

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A propósito de la “Ley contra el odio” “promulgada” por la “Asamblea Nacional Constituyente”, escribo lo siguiente:

El 2 de febrero de 1999, día en que Hugo Chávez se juramenta como presidente, durante el acto de la toma de posesión, se produce el quiebre, el primer rompimiento con el principio del imperio de la ley, que marca de manera inequívoca su desprecio, y el desprecio de su proyecto, a la legalidad. Pues al jurar “sobre esta moribunda Constitución”, violando la fórmula solemne de palabras para poder tomar posesión del cargo.

Tan importante es la fórmula solemne del juramento, que consiste precisamente en repetir unas palabras, y no otras, y además, en un cierto orden, que Barack  Obama, para la toma de posesión de su segundo término, tuvo que tomar el juramento, por precaución, una segunda vez, ya que, en la primera, el magistrado de la Corte Suprema mezcló el orden de dos palabras. Así, Chávez sentó el primer precedente particular del odio a la ley que hoy es lo generalizado y, sobre todo, profundizado hasta los tuétanos de las ruinas que quedan de la Nación.

Tanto Chávez como Maduro han gobernado a punta de leyes habilitantes y estados de excepción como norma general. Lo excepcional y extraordinario, que es la concentración del poder, lo convirtieron en lo general y ordinario. Lo propio del dictador.

Un “Tribunal Supremo de Justicia” que actúa en contra de la Constitución al decapitar parte de los curules, caso de los diputados de Amazonas, y que ejecutó y descuartizó, en una ráfaga de sentencias, las competencias constitucionales de la Asamblea Nacional. Un CNE que no convocó un referendo revocatorio, que retrasa elecciones, que guarda silencio ante la delincuencia organizada electoral…  Si a lo anterior agregamos la violación de todos y cada uno de los derechos consagrados y garantizados en nuestra Ley Fundamental, comenzando por nuestros Derechos Humanos…

Y, ahora, para más, una Asamblea Nacional Constituyente que nunca fue convocada según las exigencias de la Constitución se da la tarea de promulgar una Ley contra el odio para lo cual no tendría facultad aún si se hubiera convocado como debía ser. Dictan sin facultad una ley contra el odio quienes odian la ley. Sudan odio a la libertad, odio a los derechos, odio a la democracia, odio a la prosperidad, odio al conocimiento, odio a la civilidad, odio a la familia, odio a la paz … Odio a la persona humana. Odio.

Los antiguos distinguían a los gobiernos políticos de los tiránicos respondiendo a la pregunta: ¿Quiénes gobiernan, los hombres o la ley? El principio del imperio de la ley fue mancillado desde el primer día del proceso chavista. Lo que prevalece y es inocultable, es su odio a la ley.

 

@massone59

Divagando entre letras, por Mario Guillermo Massone

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Hoy no fijo posiciones. Hoy no apoyo una cosa u otra. Hoy solo me paseo por las letras de los eventos de Venezuela. ¡Y cómo se suceden eventos a la velocidad del rayo! Suceden tantos que uno se marea y se pierde y no sabe por dónde comenzar.

La ruptura del hilo que tejía la tela constitucional como que ya no se puede remendar ni con hilo de plata ni de oro. Entre tres letras iniciales nos movemos en dictadura. Del TSJ al CNE, a la ANC a la FAN y de vuelta al CNE. En medio, la MUD. El único que no tiene tres, cuatro el PSUV.  Pero, ahora que veo, están estas dos: AN. Alrededor  de estas letras gira la vida política, digo, despótica, que es, además, telúrica, del país. Cuando salimos de nuestra tierra, otras letras, cuatro, cuatro otra vez, saltan al mostrador. EEUU.

Una declaración que se interpreta de tantas formas como interlocutores se encuentran. Advertencia, amenaza, intervención, apetencia, invasión, fantasía, declaración de guerra … demencia. ¿Salvación?

Regionales e invasión, pitiyanquis y traición. Diálogo, negociación, transición. Son las palabras que más uno oye, lee y murmura. Hoy día, en esta peculiar Venezuela, traidor es todo aquel que no esté de acuerdo con  mi posición. Si quiero elecciones, y tu no, tú eres traidor. Si tu quieres transición, sin decir cómo, pero la quieres ya, y yo te digo que es por medio de una elección, o de una negociación ¡pues el traidor soy yo! Esto, claro está, entre opositores te veas. Porque si de militares se trata, todos los opositores, sin distingo de pleitos, ni clase o raza, somos traidores a la patria.

Como que se enfría la calle pero se hierve el mal carácter, en estos días de aflicción. Los insultos son la orden del día. Los pensamientos no son muy queridos. Pensar en público o insultar es lo uno y lo mismo. Las rabietas de muchos valen por los pensamientos de pocos. Las prioridades… Las prioridades se han invertido para un auditorio que ya ni se acuerda en cuál obra está.

La incoherencia pulula entre pasillos. La coherencia es mal vista, porque coherencia es igual a sospecha. ¡Que viva lo irracional! Nos adentramos en un sub mundo de sensaciones y sinrazones. Nos envolvemos en una manta con texturas de huracán. Atormentados por el vacío que nos produce el misterio hermético del no saber, de lo desconocido. La incertidumbre nos miente o al menos no nos dice la verdad. El tiempo no se acorta. Un falta poco parece una eternidad.

No sabemos cómo expulsar nuestros demonios. Quizá no los queremos desterrar. O a lo mejor no estamos conscientes de su presencia estelar. Ojalá sea un mal sueño, una noche de tragos, y estemos por despertar.

 

 

@massone59

ANC: aborto dictatorial, por Mario Guillermo Massone

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Lo que la dictadura en Venezuela llama asamblea nacional constituyente fue un mal parto. Un aborto dictatorial. Fue el corolario del secuestro de la soberanía popular al haber sido realizada sin la convocatoria soberana por medio de consulta popular. Fue el fraude electoral más grande, descarado e irracional de la historia de Venezuela. La Consulta Soberana del 16 de julio fue esencial en desenmascarar el fraude concretado dos semanas después, ya que obligó a la dictadura a anunciar un número de votos imaginario, falso, superior al obtenido en ella.

Días antes de la materialización del más grande crimen electoral, días antes del 30 de julio, el dictador Maduro entregaba réplicas de la espada de Bolívar a los nuevos sancionados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Réplicas; es decir: simulacros, como el simulacro, por instalarse, de asamblea constituyente. Durante la entrega de réplicas el dictador Maduro pidió un deseo a vox populi: que lo incluyeran en la lista de sancionados. Pues deseo cumplido. Ahora está en la lista junto a otros dictadores en ejercicio como Mugabe, Kim Yong Un y Bashir Al Assad.

El reconocimiento como dictador y el desconocimiento de la asamblea nacional constituyentes van de la mano. Se han hecho lo uno y lo mismo. Países y uniones de países así lo han visibilizado.  ¡Suiza! El país más neutral de la comunidad de naciones civilizadas se pronunció en contra de la constituyente.

Apenas han pasado dos días desde la elección fraudulenta y ya EEUU, Paraguay, España, Canada, Brasil, Chile, Perú, México, Argentina, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Honduras, Reino Unido, Colombia, la Secretaria General de la OEA y el Parlamento Europeo (que reúne a casi 30 países) ya han desconocido a la constituyente.

El secuestro de nuestros dirigentes Leopoldo López y el Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma durante la madrugada de hoy, debe producir el que otros países se sumen en los días por venir.

Los venezolanos hemos de mantenernos firmes en resistencia activa.  La comunidad internacional está del lado de los demócratas.

¡Seguimos!

 

@massone59

¿Saldremos de esto?, por Mario Guillermo Massone

ProtestaVenezuela2017

 

 

“Tanto los optimistas como los pesimistas contribuyen a la sociedad.

El optimista inventa el avión, el pesimista el paracaídas”.

                                                                                      B. Shaw

 

Casi dos décadas es largo tiempo pasado y espacio caminado. Es existencia vivida casi veinte años. En mis primeros veinte años, fue mucho lo que hice, cosas muy buenas y muy malas. Pero las hice en libertad. Porque mis primeros casi veinte años los viví en democracia.

Hoy comparto comunidad de vida con mis alumnos en Filosofía Social y Política de la UCAB. Enlazado con chamos que están viviendo sus casi veinte años. Y en sus casi veinte años, han vivido bajo el yugo de la opresión, la escasez, la inseguridad, el control indebido, el conflicto … La incertidumbre es su normal. Ellos no conocen ni la libertad ni la democracia que yo conocí. Aún así, sin haber vivido ellos ni en libertad ni en democracia, luchan, como luchamos otros, por conquistarlas.

Y es que hay algo en nuestra naturaleza humana, un motor invisible, que nos mueve y nos llama, ¡a gritos!, a ser libres, incluso, cuando no lo hemos sido. La historia de la civilización nos muestra esta verdad derivada de la experiencia de los pueblos antiguos y modernos.

En Venezuela y desde el extranjero muchos venezolanos me preguntan: “¿saldremos de esto?”, y yo, con claridad de propósito, les respondo: “dependerá de nosotros”.

La dictadura tiene las armas, nosotros tenemos los votos. No hay elecciones, pero no somos sólo votos. Porque antes que votos, somos voluntades. Tenemos la voluntad de libertad y es la voluntad la que nos mueve a la acción. Estamos en desventaja y en ventaja a la vez, ellos tienen la fuerza de las armas, nosotros somos millones, ellos miles, y estamos determinados a ser libres.

Esta determinación ha llevado a que altos jerarcas y grupos con poder real dentro del chavismo se hayan venido volteando contra la dictadura. Hoy son nuestros aliados circunstanciales. Vendrán otros. Algo similar ha venido ocurriendo en la comunidad internacional. Es lento, sí, estamos impacientes, también,  pero avanza. Lo vemos en las votaciones en la OEA, en el hecho de que el caso Venezuela ya entró en la agenda de las Naciones Unidas.

Frente a la despótica somos políticos. Porque el tuétano de la autoridad política es la resistencia, como bien destacó hace 2.400 años Aristóteles. La autoridad política ahora está en nuestras manos. Esto es el significado del artículo 333 de la Constitución. Porque al habernos, la dictadura, secuestrado la soberanía popular, se invierten la autoridad y la obediencia. Ahora, es el déspota quien ha de obedecer.

Veo en protesta y resistencia a venezolanos de todas las edades y clases sociales. Veo a los vamos que han vivido sus casi veinte años, y a los no tan chamos, dando sus vidas, en resistencia, por la libertad. Venciendo el miedo con valentía. Es con esta actitud vital, optimistas o pesimistas, que habremos de ser libres. “¿Saldremos de esto?; dependerá de nosotros”.

 

 @massone59