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Un Juguete, Una Buena Noticia entregó más de 400 regalos a niños de Petare
Es la séptima jornada de esta iniciativa llevando amor, en forma de balones, carritos, muñecas, juegos didácticos y mucho más

 

En este 2023, Un juguete, Una Buena Noticia recolectó 468 juguetes (entre nuevos y usados) para los niños de la red de tareas dirigidas de la ONG Zona de Descarga de las comunidades de: La Agricultura, Zona 10 de José Félix Ribas y Barrio Unión. Todas en Petare. 

Además de llevar los más de 400 juguetes a Petare, los voluntarios donaron otros regalos a niños en condición de vulnerabilidad que residen en distintas zonas de Caracas. 

Asimismo, se entregaron libros, juegos de mesa y ropa a maestras del programa Descargando Futuro, como se denomina el proyecto de tareas dirigidas, bajo el abrigo de Zona de Descarga

Alegría en forma de regalos

Cerca de las 8:30 de la mañana, inició la misión de periodistas, trabajadores de la prensa, y ahora de otras profesiones que buscan procurar buenas noticias y regalar alegría a los niños. 

Es la séptima jornada de esta iniciativa llevando amor, en forma de balones, carritos, muñecas, juegos didácticos y mucho más. 

Un Santa, que cambió su trineo por un Jeep, acompañó a la treintena de voluntarios de Un Juguete, Una Buenas Noticia. Al llegar a Zona 10, la emoción de los niños se desbordó al grito de: ¡Santa!, ¡Santa!, ¡Santa!

«Aún nos regocija ver las sonrisas que logran nuestros duendes pintacaritas y cuenta cuentos, la dicha de las dulces miradas de los niños y el agradecimiento que se refleja en ellas cuando Santa Claus los llama para entregarles sus regalos», afirmó Keissy Bracho, una de las voluntarias desde hace seis años. 

De Zona 10, en José Félix Ribas, donde más de 150 niños, la mayoría de ellos con condiciones especiales, aguardaban por la alegría que llevaba la iniciativa, los voluntarios corrieron para llevar el mismo amor a las comunidades de La Agricultura y Barrio Unión. 

Lo que comenzó como un sueño de cuatro trabajadores de la prensa, hoy es una red de voluntarios que agrupa a periodistas, fotorreporteros y profesionales en general; incluso a los hijos de los voluntarios que acompañan año tras año, a entregar regalos o pintar copitos de nieve y árboles de Navidad en el rostro de los más pequeños de la casa. 

Siete jornadas de amor

La séptima jornada de Un Juguete, Una Buena Noticia contó con la colaboración de decenas de voluntarios que prestaron sus manos para hacer gelatina, suspiros, galletas, arroz con leche y cotillones. 

Además, empresas privadas y medios de comunicación se sumaron al llamado para hacer posible que la jornada fuese más que una entrega de regalos y se convirtiera en un festín donde todos disfrutaron. 

Este 2023, Un Juguete, Una Buena Noticia superó los 2.000 juguetes entregados en seis años que tiene la iniciativa. Han sido exactamente 2.390 juguetes regalados en siete jornadas, desde 2017.

Desde ya, la iniciativa trabaja para la próxima misión en 2024. De cuánto será la meta o a dónde irá Un Juguete, una buena Noticia son las preguntas por responder, pero desde este momento el taller de duendes reporteros comienza a trabajar. 

¡Nos vemos el año que viene!

#PasandoLaCuarentena | Regalos que los hombres odian recibir el Día del Padre
Runrun.es presenta un recuento de los regalos que se suelen dar el Día del Padre y que a la mayoría de los hombres no les gusta recibir

El próximo domingo 21 de junio se celebra el Día del Padre y, a propósito de esta celebración, no hay que olvidar esos regalos que los caballeros nunca han disfrutado recibir.

Durante todos los años, cuando llega esta fecha, los padres esperan “sin ninguna emoción”, los tradicionales obsequios que les hacen en sus hogares.

Las corbatas, calcetines y ropa interior definitivamente son un regalo que a los hombres no les gusta recibir, especialmente porque cada año ese es el obsequio que les dan y puede tornarse aburrido.

Manualidades que sus hijos hacen en los colegios. Al igual que en el Día de las Madres, para los padres también se elaboran regalos en la escuela. Usualmente eran fabricados con algún material reciclable y que probablemente terminaría guardado en un cajón.

Por otro lado también están las tazas. Es un obsequio bastante común y que a los hombres no los emociona, a menos que sean coleccionistas o amantes del café. “Todos odian que les regalen una taza”, señaló Moisés Luna Villegas, de 53 años, en declaración a La razón

Las agendas y artículos de escritorio. En la actualidad las agendas son casi inutilizadas por un hombre moderno. Existen celulares y otros dispositivos que pueden almacenar datos sin necesidad de cargar un cuaderno incómodo. Los bolígrafos tampoco son muy bien recibidos como regalo.

 

En cuanto a los perfumes y cremas, si el papá no es un hombre coqueto, no se debe insistir en forzarlo a ser como uno. No hay nada peor que recibir un perfume que no le guste y que nunca va usar.

También están los padres que ya tienen más edad. Regalarles dispositivos muy modernos puede resultarles complicado. Es mejor obsequiarles algo que vayan a utilizar y sepan darle el uso adecuado, para sacarle mayor provecho.

En contraparte, hay algunos regalos que pueden recibir los hombres en este Día del Padre que les va a ser de mayor utilidad. Se presentan a continuación:

Cargador inalámbrico para el celular.

Mochila para cargar materiales y herramientas.

Lentes de sol.

Billeteras.

Koala para salir a trotar sin cargar bolsos.

Audífonos nuevos para el celular.

En caso de tener consola, algún videojuego que le guste.

Zapatos deportivos.

Una botella de su licor preferido.

Un yesquero estilo Zippo.

Estos obsequios pueden darse en cualquier momento del año, tomando en cuenta que probablemente por la cuarentena se complicó comprar un presente, como probablemente ocurrió el Día de las Madres.

Un juguete, una buena noticia regresa para alegrar la Navidad 2019

La iniciativa de periodistas, fotoreporteros y trabajadores de la prensa, “Un juguete, una buena noticia”, arranca su tercera edición consecutiva para brindar alegría a 150 niños de Caracas que se encuentran en situación de riesgo.

Este año se busca recolectar 100 juguetes para los niños del programa de alimentación “Nutriendo El Futuro”, ubicado en El Calvario Alto, en el municipio El Hatillo de Caracas, y para los niños del “Hogar Madre Teresa de Calcuta”, en San Bernardino, un espacio que alberga y acompaña a pequeños con VIH. 

Esta iniciativa también se replicará en el estado Vargas, para dar regalos a la Casa abrigo “Nieves Elena de Rivero”, en Macuto; y en el estado Bolívar con apoyo de la Escuela de Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello – Guayana. Los estudiantes entregarán los donativos a la Casa hogar “Madre Emilia”.

La campaña arrancó este 20 de noviembre con la meta de recolectar los juguetes antes del 15 de diciembre. “Por eso, este año sumamos a todos nuestros aliados y voluntarios, a quienes se suman como colaboradores: El Pitazo, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Impact Hub Caracas, interesados en contribuir con la causa de hacer felices a los niños en la navidad, pese a la profunda crisis que atraviesa Venezuela”.

La idea es recolectar juguetes nuevos o usados en perfecto estado para niños de entre 0 y 15 años de edad a los que se les entregarán los regalos en una jornada especial el miércoles, 18 de diciembre. 

Las donaciones serán recibidas directamente por los organizadores, previo acuerdo de quienes estén interesados. Para donar es necesario escribir a unjugueteunabuenanoticia@gmail.com o contactarnos en nuestras redes sociales: @juguetenoticia en Twitter y @Unjugueteunabuenanoticia en Instagram.

Entre 3 y 5 sueldos mínimos se necesitan para que “Niño Jesús” llegue a hogares venezolanos

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Haberse portado bien en el año no será suficiente para los más pequeños de la casa, quienes cada Navidad esperan con ansias, bajo el arbolito o pesebre, los juguetes que pidieron –con su respectiva carta- al Niño Jesús.

La galopante inflación que incide en el incremento de los productos, dificulta a padres ver materializar una de las más representativas tradiciones de la familia. Este 2016, los niños tendrán que vivir el ‘uno por persona’, y esta vez el racionamiento no vendrá impuesto directamente del gobierno, sino de los papás, quienes coaccionados por la crisis tendrán que disminuir o suspender la compra de regalos.

“Solo vinimos a ver”, comentó una señora en una juguetería en Caracas quien se debate entre comprar ropa o juguete para sus tres hijos. “¡Todo está carísimo!”, exclamó. Sus expresiones coinciden con las de la cajera de la tienda quien asegura que “las ventas no han estado buenas, a pesar de que ya muchas personas cobraron aguinaldos y utilidades. Cuando ven los precios se asustan. Ahora la prioridad es la comida”.

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(Infografía Prensa Miranda)

No alcanza

El 27 de octubre de este año, Nicolás Maduro anunció que aumentaría (por cuarta vez en el año), el salario mínimo al pasar de 22 mil 576 bolívares a 27 mil 091 bolívares. Sin embargo, el costo de unos patines en línea es de 140 mil bolívares, mientras que el de un carro de marca reconocida a control remoto varía desde 67 mil 900 hasta 119 mil bolívares; una muñeca Monster Higt “Draculaura” sin accesorios cuesta 39 mil 900 bolívares y una con implementos 49 mil 900 bolívares.

Asimismo, el precio de la tradicional muñeca “bebé” para niñas es de 34 mil 382 bolívares, una “cocinita” cuesta 54 mil 900, un carrito para montar 49 mil 900 y el clásico Power Rangers, sin accesorios, 54 mil 018 bolívares. Por su parte, los muñecos Revoltosos, que en 2015 costaban 16 mil, este año su valor es de 64 mil 900 bolívares, lo que representa un aumento de 400%.

El costo de los juguetes refleja que un trabajador tendría que destinar más de cinco sueldos mínimos para adquirir un par de patines, más de cuatro por el carro a control remoto y casi tres por el resto de los otros juguetes.

Miranda Solidaria

Con motivo de la época decembrina, el secretario general del Gobierno de Miranda, Juan Fernández, informó que por octavo año consecutivo, el Ejecutivo regional organiza la Operación Juguete. “Todos los años hacemos un esfuerzo muy grande; sin embargo, en 2016 por el tema de los costos y la escasez se nos está haciendo muy difícil. Hemos ido a entregar cartas a empresas privadas y hay jornadas de recolección a través de las Casas del Pueblo”.

Agregó que debido a la crisis, este año tendrán que reducir la cobertura de juguetes, por lo que apela a la “buena voluntad” de quienes puedan donar regalos. Explicó que desde octubre, el Gobierno regional realiza un censo para jerarquizar necesidades. “Lamentablemente, este año tendremos que clasificar la necesidad en los niños, situación que no nos gusta, pero tenemos que atender al niño cuyo único presente de Navidad es el que otorga el Gobierno de Miranda”.

Asimismo, Fernández indicó que la entrega de los juguetes está programada del 15 al 24 de diciembre. “En este momento tan duro que atraviesa el país, obviamente tenemos que darle prioridad a los niños, puesto que no tienen culpa de todo lo que está ocurriendo y es por eso que llamamos en este momento a la solidaridad”.

Finalmente, respecto a la importación de 1600 contenedores con artículos navideños que realizó el Gobierno Nacional en noviembre, el Secretario general del Gobierno de Miranda lamentó tal acción, puesto que, a su juicio, en Venezuela había “muchas” empresas productoras de estos rubros. “Habría que ver qué negocio tienen ellos ahí. Qué bueno que la noticia hubiera sido: ‘Gobierno ayuda a empresas a adquirir materia prima para la producción de juguetes nacionales’. Si eso hubiese sido así, los juguetes de verdad serían más económicos y tendríamos muchos más juguetes hechos en Venezuela para los venezolanos”.

Feria navideña del Ateneo de Caracas continúa hasta el 24 de diciembre

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Con espacios más amplios e incorporando las propuestas más innovadoras de creadores, diseñadores y artesanos venezolanos,  se presenta una nueva edición de la Feria de Navidad del Ateneo,  el encuentro  más creativo y original que se ofrece en Caracas, en su sede ferial, ubicada en el Centro de Usos Múltiples Francisco de  Miranda en Los Dos Caminos.

Hasta el 24 de diciembre se muestran 150 stands con variadas y originales opciones creativas de regalos y detalles, en la que se integran  propuestas de diseño y confección  muy actuales y urbanas, con otras más clásicas  junto a expositores que ofertan  delicateses y variedades gastronómicas.

La Feria Navideña del Ateneo de Caracas supera ya  tres décadas de experiencia reuniendo a creadores alternativos donde  exponen sus confecciones  y miden el mercado  para luego proyectarse  con sus marcas y productos. Ha sido la plataforma de muchos artistas y emprendedores venezolanos que ahora despuntan en  mercados  latinoamericanos.

Cabe destacar que para esta edición se ha hecho énfasis en el mercado nacional  en la que participan expositores del Táchira, Mérida, Nueva Esparta, Anzoátegui  y Carabobo. Cuenta con los auspicios de la Gobernación de Miranda, Alcaldía de Sucre y  100.7 VenFM.

El horario de la Feria de Navidad del Ateneo de Caracas es de lunes a sábado de 11:00 a.m a 8:00 p.m en su nueva sede ubicada en  el Centro de Usos Múltiples Francisco de  Miranda, al lado del Gimnasio Papa Carrillo, avenida Rómulo Gallegos a la altura de Los Dos Caminos. Tiene acceso con dos estaciones  de metro contiguas (Los Dos Caminos y Parque  Francisco de Miranda),  La entrada tiene un costo de 150 bolívares, válida para dos visitas.

10 claves para entender los regalos de Venezuela a Guyana

@MariaAlesiaSosa

EL GOBIERNO DE VENEZUELA SE HA MANTENIDO EN SILENCIO frente a acciones de Guyana que comprometen parte del territorio venezolano. Por ejemplo,  en los últimos cinco años, Guyana ha firmado acuerdos con empresas como Shell, ExxonMobil, Anadarka y CGX para explorar territorio en aguas de la fachada atlántica de Delta Amacuro. Mientras eso sucede,  Venezuela no hace nada. Al contrario, celebra las buenas relaciones que mantiene con la antigua colonia inglesa.

  1. Lo primero que hay que saber es que una cosa es la zona en reclamación y otra, MUY DISTINTA, es la fachada atlántica de Delta Amacuro. No hay que confundir la reclamación del territorio Esequibo, que tiene procedimiento en el Acuerdo de Ginebra con la defensa de la soberanía nacional sobre sus áreas marinas y submarinas, que no puede constitucionalmente ser objeto de negociación alguna.
  2. Lo que hace ese territorio tan valioso y rico energéticamente es que está frente a la desembocadura del Río Orinoco. Y, ¿a quién pertenece el Orinoco? A Venezuela. Es evidente que su origen geológico es la sedimentación generada a través de miles de años por el río Orinoco.
  3. Venezuela no tiene nada que negociar con Guyana al oeste de Punta Playa. Cualquier delimitación con ese país, tiene que ser hacia el este y desde la fachada atlántica de la zona en reclamación; en función de lo que resulte en las negociaciones entre Venezuela y Guyana con base en el Acuerdo de Ginebra.
  4. Guyana otorgó tres concesiones importantes a compañías energéticas para explorar y explotar la fachada atlántica de Delta Amacuro. La primera es la que comenzó la empresa canadiense CGX Energy en el Bloque Pomeroon.
  5. La segunda concesión que dio Guyana en aguas venezolanas, es la que otorgó a Shell y Exxon, en el Bloque Stabroek. Los anuncios comenzaron en 2009. Pero se formalizaron en 2012.
  6. Otra de los negocios que hizo Guyana a costa de territorio venezolano, fue la concesión que firmó con Anadarko, en el Bloque Roraima, el 27 de junio de 2012.
  7. El gobierno venezolano se mantiene en silencio, porque ha logrado comprar votos en la OEA a cambio de soberanía. Así lo denunció hace algunos años el periodista Nelson Bocaranda en sus Runrunes.
  8. El 10 de octubre de 2013, la Marina venezolana interceptó el barco de exploración petrolera Teknik Perdana, mientras realizaba un trabajo de exploración para Anadarko Petroleum USA. Se encontraba en el Bloque Roraima, en la zona económica de Venezuela. Fue conducido a la Isla de Margarita, y liberado a los cinco días. No hay registro de que le hicieron pagar la multa correspondiente a navegar para explorar sin autorización en aguas venezolanas.
  9. La presión fiscal es de 55% en Guyana, mientras que en Venezuela es cercana a 90%. Además, la falta de seguridad jurídica que hay en Venezuela, hace que las empresas vean más factible negociar con la antigua colonia inglesa.
  10. El silencio en derecho internacional es muy grave, se llama: “aquiescencia”, lo que significa “El que calla otorga”. Cualquier gobierno futuro, si su Estado alguna vez se calló ante una acción, puede perder el derecho a reclamar algo por medio del “Estoppel”. Se trata de una especie de admisión de que ese Estado no defendió eso oportunamente.
Vea también la infografía interactiva y el video que explican cómo Guyana negoció territorio petrolero con transnacionales

 

Cuatro madres que no esperan flores ni regalos, ellas sólo piden justicia

@MariaAlesiaSosa

LAS CUATRO SON MADRES. Las cuatro coinciden en una cosa: dejaron atrás el llanto y lo convirtieron en acción para conseguir justicia por la muerte o detención de sus hijos. También tienen en común que su rol de madre cambió para siempre. Desde un día, que prefieren no recordar, su labor ya no es cuidar de sus hijos, sino velar porque se haga justicia en cada uno de sus casos. Desde El Caracazo hasta las protestas de 2014, distintos sucesos de la historia de Venezuela, marcaron la vida de estas cuatro mujeres, que ya no celebran el  Día de las Madres como las demás.

Hilda

Hilda Páez, mamá de Richard (17)

 

“Si no pude resolver el asesinato de mi hijo, trabajo para que se haga justicia en otros casos”

El 3 de marzo del 89, Hilda Páez se enteró que habían matado a su hijo mayor, Richard Páez, de 17 años. Lo mataron en Maca, Petare, los días posteriores a El Caracazo.

Han pasado 26 años, y a Hilda todavía se le aguan los ojos cuando habla del tema. “Nosotros vivíamos una vida muy feliz con nuestros dos hijos. Y de la noche a la mañana crearle a uno esa cosa, la pérdida de un hijo. Es como que uno pierde algo de uno mismo. Yo en ese momento quería morirme”, dice, a la vez que reconoce que no encuentra las palabras para describir el dolor que siente.

“A él le gustaba el deporte. Lo metí en karate, en beisbol. Yo siempre buscándole cosas a mis hijos para tenerlos en cosas muy bonitas, para que venga una persona así a matarlo como un perro. Bueno nos desgració la vida”, resume.

Ese día comenzó una lucha por buscar a los responsables de la muerte de Richard, que apenas era un joven que estudiaba cuarto año de bachillerato en el Liceo Gustavo Herrera.

El caso de Richard nunca se resolvió, los culpables no pisaron la cárcel por ese crimen, nunca se determinó quiénes fueron. Aunque su madre asegura que fueron unos funcionarios de la Policía Metropolitana. “Ninguno de los responsables del asesinato de mi hijo ha estado preso. Llevaron a unos supuestos policías a declarar y más nunca nos dieron respuesta. No hemos recibido justicia. Lo único que recibimos fue una indemnización, y eso no repara el daño de nuestro hijo. Ya después que le quitan la vida, ¿qué? No me lo van a revivir”.

Hilda dice que desde que “les llegó esa tragedia”, no ha dejado de trabajar. Al principio empezó a caminar por el sector donde vivía y donde mataron a su hijo, para que la gente conociera el caso, supieran quién era Richard y pedir justicia.

Tuvo que ir cientos de veces a Fiscalía, a Tribunales. En esas diligencias se encontró a otras madres que también habían perdido a sus hijos en esos días. Entonces, se organizaron y conformaron el Comité de Familiares de las Víctimas del Caracazo (Cofavic), una organización no gubernamental dedicada a la protección y promoción de los derechos humanos.

“Mucha gente me dijo que no me pusiera a trabajar en esto, que lo iba a recordar mucho y que lo que iba a ser era llorar. Pero, ¿qué iba a hacer yo en mi casa? A veces me daba cosa con mi esposo, porque no importaba lo que yo estuviera haciendo y me llamaban que había que ir a la morgue o a tribunales, a donde fuera, a La Peste, yo iba”.

Todavía no se explica de dónde le sale tanta energía, pero luego se responde y sabe que lo hace por su hijo. El dolor se transformó en acción. “Estábamos echando para adelante, y después me vino esta cosa tan terrible, cómo quitarle la vida a un hijo de uno. Yo me imaginaba que mi hijo me iba a enterrar a mi, y no yo a él. Dije, no me puedo quedar encerrada en mi casa. Hay que hacer tal cosa, ir para tal parte, para allá voy yo”.

Recuerda con nostalgia que su hijo era quien los iba a sacar adelante. “Todo lo que hicimos para levantar a nuestros hijos y vengan a quitarle la vida así. Vivíamos en un ranchito. Su papá medio leía y escribía, y yo sólo llegué a sexto grado. Su papá trabajando en latonería y pintura. Yo, trabajando en una escuela, para sacarlos adelante. Y que venga alguien así a quitarle la vida. No saben con la lucha con que nosotros lo habíamos sacado adelante. Su papá nunca fue a un colegio, y echando pa’ lante para que su hijo pudiera estudiar. Los ayudamos para que en un mañana no fueran iguales que nosotros. ”.

Lleva 26 años trabajando en Cofavic, y aunque no ha podido ver justicia en el caso de Richard, tiene otras satisfacciones. Cuenta que esa organización no se limitó a buscar justicia por las víctimas de El Caracazo, también trabajaron con familiares de víctimas de la masacre del Retén de Catia o del deslave de Vargas. “Yo digo, bueno Dios mío, si yo no pude resolver el caso de mi hijo, me queda la satisfacción que he trabajado por otras personas”.

Recuerda que el trabajo empezó por darle talleres de Derechos Humanos a los funcionarios de las policías del Estado. “Dios mío, ¿tú sabes lo que es darle talleres de DD HH a los policías que habían matado a mi hijo. Pero dije, aquí estamos, hay que dar esa enseñanza”, asegura. Cuenta que han llegado muy lejos, y que hizo cosas que jamás se imaginó, como encadenarse a las rejas de Miraflores para implorar que buscaran a los responsables de los eventos de febrero y marzo del 89. Cuando agotaron las instancias nacionales, llevaron los casos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Hoy recibe a las personas que llegan a Cofavic para buscar apoyo y hacer su denuncia. Hilda, está en la entrada de la sede de la organización, en el departamento de documentación. Allí les toma los datos y recibe la denuncia. Dice que todas llegan desesperadas, y ella las calma, y sobre todo les dice que deben tener paciencia. “Les digo a las madres que tienen que calmarse. Yo las entiendo. Yo pasé por la misma desesperación con la que ellas llegan a Cofavic, pero han pasado 26 años y todavía el caso de mi hijo no se ha resuelto”.

Ella no pierde la esperanza, quiere que los responsables paguen. Para eso, cree que tiene que seguir trabajando.

En la organización, se encarga de acompañar a las madres a las diligencias que tienen que hacer y las enseñan cómo deben moverse frente al sistema de justicia para que las respeten. “Estoy muy triste porque hay muchas madres que estamos perdiendo a nuestros hijos. No quisiera que nuestra Venezuela siguiera en esta violencia. Yo trato de poner un granito de arena desde Cofavic”.

Además dice que en Cofavic ha encontrado una familia, se reúnen en Navidad y hacen actividades juntas.

“No tenemos esa alegría como antes. Aunque son muchos años. Uno tiene que visitar a su hijo al cementerio. No es igual. Cuando estoy con mi otro hijo y mis nietas es que nos alegramos un poco”, dice, y sólo entonces se le dibuja una sonrisa.

MElena

María Elena Delgado, mamá de Erasmo (15), Norkeliana (12) y Wilmer (40)

“Los delincuentes no matan al muerto nada más, matan a la familia completa”

María Elena Delgado ha vivido cada una de las muertes de sus hijos de forma distinta. Le han matado tres. Primero a Erasmo José, a los 15 años de edad, después Norkeliana del Milagro de 12 años, y luego el mayor, Wilmer, que tenía 40 años. Todos a tiros, en Petare, donde se criaron.

“Los delincuentes no matan al muerto nada más, matan a la familia completa”, asegurá María Elena Delgado.

Dice que siempre los recuerda, no hace falta que sea una fecha especial. “Es algo muy difícil, no es sólo el Día de la Madre o del Padre, sino en Navidad, y a cada momento uno los está recordando”.

María Elena es una mujer fuerte, no llora cuando habla de sus hijos muertos, pero tiene la mirada apagada, dice que no los olvida ni un instante. No sabe explicar el dolor.

Con cada uno, hizo la denuncia del asesinato, pero son sólo tres casos entre los miles y miles que la impunidad no permite cerrar.

“Cuando me mataron mi primer hijo, la cosa no fue tan complicada. Al principio el tipo se dio a la fuga. Aquello quedó muy dentro de mi. Supe sobrellevar la situación. Y cuando me dijeron que lo habían atrapado nunca lo vi”, dice y reconoce que no sabe si después lo soltaron.

Cuando asesinaron a Norkeliana, comenzó un verdadero Vía Crucis en el sistema judicial. “Fue un proceso horrible en los tribunales. Yo pasé maltratos, vejaciones y  humillaciones”. Pero Delgado asegura que no se dejó ofender por los funcionarios, y siguió su proceso judicial.

Después supo que atraparon a uno de los muchachos. “Montaron un parapeto tan grande con el caso. Se llevaron un tribunal a la calle donde le habían dado los tiros. Llevaron escribiente, personal de balística, todo”. Ella estuvo encima de las diligencias del caso pero no tuvo suerte. El fiscal que la estaba atendiendo le respondió que quizás la ley divina era la que iba a llegar. “Y así pasó. Después me enteré que mataron a los muchachos, se mataron entre ellos mismos”. Aunque, inmediatamente reconoce que no cree en la “justicia divina” porque “Dios no mata, Dios sólo da la vida”.

Cuando le mataron el tercer hijo, ya había perdido la fe en la justicia. Solamente puso la denuncia del asesinato. “Como me dijeron los mismos policías: ‘Si los agarramos, después los sueltan”.

Dice con resignación que en Venezuela no hay justicia. “No quise seguir con eso. Siento que eso lo desgasta más a uno”. Repite, que en las diligencia del sistema judicial, lo que reciben las víctimas son maltratos. “¿Con la niña por qué me tenían que decir que era un ajuste de cuentas? Una niña de 12 años”. Más que dolor, eso le producía rabia.

A María Elena también le mataron un nieto y un sobrino. Dice que la impunidad y la violencia -fomentada por los propios gobernantes- es lo que tiene a los venezolanos matándose unos a otros.

“El problema es que las leyes no se cumplen. Ni para los delitos más pequeños. Uno se consuela uno mismo. No hay otra forma”.

Ella, que ha enterrado tres hijos, cree que la mejor manera de “procesar” ese dolor es hablando del tema y compartiendo con otras madres que han pasado por lo mismo.

Por eso coordina la Red de Apoyo entre madres víctimas secundarias de la Violencia. Es una organización para reunir a mamás que han perdido a sus hijos por la violencia desatada en el país. Se reúnen en la Universidad Metropolitana y dan apoyo, compañía y aliento a las madres que están pasando por ese dolor.

María Elena lleva consigo un panfleto que reparte por el barrio Unión de Petare, donde vive. El papel, -una fotocopia- reza lo siguiente: “Madre: no tienes que vivir tu dolor sola”.

Cree que si una madre se guarda ese dolor, se vuelve loca. Vuelve al tema de sus hijos: “Yo soñaba que mis hijos llegaran a ser profesionales y me superaran a mi. Es algo muy frustrante, uno piensa que se le acaba la vida, pero tiene que pensar en los otros hijos”.

Piensa en el día de las madres y aunque no lo celebra de ninguna forma especial, está convencida del único regalo que quisiera. “Para mí, el mejor regalo sería volver a ver a mis hijos. Eso sería lo más grande. Porque un regalo así material, no me apetece”.

**Para entrar en contacto con la Red de apoyo para madres puede escribir a redeapoyoporelcambio@gmail.com o llamar al 0412-9565337**

 

Manuela

Manuela Pérez, mamá de Adriana (28)

“Tenemos que exigir para que paguen los culpables. No denunciar nos hace cómplices”

Ella es la mamá de Adriana Urquiola, la joven asesinada el 23 de marzo de 2014 y que era intérprete de lengua de señas del noticiero Venevisión. Estaba embarazada de 7 meses. La mataron cuando trataba de cruzar una guarimba en la carretera Panamericana. El asesino, Johnny Bolívar, se molestó por la protesta, sacó un arma y disparó. Le dio en la cabeza a Adriana.

“Vivo para denunciar”, dice Manuela Pérez. Cuenta que su vida se paralizó el día que asesinaron a Adriana. Recuerda que los últimos meses fueron de pura ilusión. Se hablaba de un sólo tema en la casa: el bebé que Adriana estaba esperando. “Iba a ser el primer nieto, toda la vida giraba en torno a ese momento. Me imagino que le pasa a todas las abuelas”.

Pero pasó esto, y todo cambió. Tiene otra hija pero vive fuera del país.

“Mi vida está basada en lo elemental del ser humano, y el resto del tiempo, lo dedico a la denuncia”.

Manuela trabajaba en una empresa de importaciones, pero después del asesinato de Adriana paró de trabajar en eso. “No tengo ánimo, no hay espíritu para concentrarse en otra cosa”, explica.

Su tiempo transcurre investigando en redes, datos sobre el asesino de su hija, yendo a tribunales, a los medios de comunicación. “También busco el por qué. Aún no consigo la respuesta para explicar que él está libre, aunque tiene 24 años de sentencia por secuestro y estafa. No hay funcionario que me de la razón”.

Manuela reconoce que más de un año después, se levanta todas las mañanas y llora. También dice que ha recibido apoyo y solidaridad de muchos entes del Estado. Pero exige mucho más que eso. “Con las lágrimas y la solidaridad de los funcionarios no me basta, yo lo que quiero es que se haga justicia, que él sea enjuiciado y pague, para yo poder tener paz”.

El caso de Adriana -recalca su mamá- es un caso de simple delincuencia.

“Tuve la suerte de que el asesino de mi hija fue identificado, muchas madres nunca saben quién mató a sus hijos. Eso me hace querer llegar al final de todo esto”.

Sabe que su vida nunca va a ser la que fue porque nadie le va a devolver a Adriana, pero está segura que cuando se haga justicia, tendrá un poco de paz y tranquilidad.

Desde que, siete días después del asesinato, se emitió la orden de captura de Johnny Bolívar, el juicio no ha avanzado más.

“No comprendo por qué no es posible determinar si está dentro o fuera del país”, declara.

La madre de Adriana todavía cree que esto es un mal sueño. “Hay veces que me levanto y pienso que estoy en una película. Todavía no puedo creer que hablo de mi hija como un muerto. Me cuesta mucho aceptarlo”, confiesa.

Se convence de que su hija cumplió con la misión que tenía en la vida. “Creo que ella tenía una misión, y a mi también me dejó una tarea, que es resolver este caso, y que esa persona pague”.

A las madres que están pasando por esto, les recomienda que sólo queda el consuelo de conformarse, y seguir. “Tenemos que exigir y que se haga lo que se tenga que hacer para que paguen los culpables. No denunciar nos hace cómplices”.

Este año no saben qué van a hacer el día de la madre. No hay planes. Siempre se reunían, toda la familia, pero la vida de Manuela cambió.

“Yo sigo viviendo hasta que Dios disponga. No sé si este caso me cambió la vida para que hiciera una fundación o algo parecido, para sacar algo positivo de esto”.

Ingrid

Ingrid Mantilla, mamá de Rosmit (26)

Como madres tenemos que seguir por ellos, por los ideales de los hijos muertos o presos”

Ingrid es la mamá de Rosmit Mantilla, preso desde el 2 de mayo de 2014. Mantilla es activista de Voluntad Popular y defensor de los derechos de la comunidad Lesbiana, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT). Se lo llevó detenido una comisión del Sebin, que entró a su casa de Caricuao, en Caracas, por una supuesta denuncia que habían recibido de un patriota cooperante. Hoy está imputado por asociación para delinquir y obstrucción de las vías públicas.

La audiencia preliminar de su caso se suspendió once veces. Nueve meses después de su aprehensión, el juez anunció que sería juzgado en tribunales y que debía permanecer preso en el Helicoide. El juicio aún no comienza.Fue ocho días después de su detención, que la dejaron verlo.

“Lo primero que me dijo apenas fue: ‘No me reclames nada, todo esto lo aprendimos en la casa”.

Ingrid dice que todos sus hijos son unos luchadores, preocupados por el país y muy activos. “Nunca tuve miedo de que lo detuvieran porque esos valores se los inculcamos en la casa. Orgullo sí, mucho orgullo”, reconoce.

La mamá de Rosmit vive en San Cristóbal, estado Táchira y tuvo que dejarlo todo y mudarse a Caracas para ocuparse del caso de su hijo.

“Yo trabajaba y dejé mi trabajo para dedicarme solamente a esto. Tengo que estar visitando medios, estar detrás de los abogados, ir a tribunales, a la Fiscalía, ir a muchos sitios, no me doy a basto”.

Sólo puede verlo dos veces a la semana, los miércoles y los sábados. A veces no puede aprovechar el día de visita porque debe atender diligencias del caso de Rosmit, audiencias de otros estudiantes o reuniones con otros padres. “Uno tiene que aprender a ser madre, periodista, buscar todas las noticias de su hijo. Dejas de ser madre, para ser de todo: periodista, policía, abogado, de todo”.

Rosmit es el mayor de tres hijos. Tiene dos hermanas menores. Los tres son estudiantes universitarios. Él estudia comunicación social en la Universidad Santa María, pero tiene un año sin ir a clases, desde que está preso.

Su mamá recuerda que desde muy pequeño, Rosmit declaró su tendencia homosexual y todos en la casa se la respetaron. “Mi hijo es así y se lo respeto. El amor de madre no distingue si mi hijo es gay, perfecto, enfermo. El dolor que yo siento es el mismo que siente la mamá de Leopoldo López, y la mamá del señor Gilberto. Es igual para todos”, explica.

Ella dice que llora mucho en las noches, pero ese llanto lo convierte en lucha al día siguiente. Repite como un mantra que no puede echarse en una cama a llorar.

“Si nuestros hijos están allá adentro, porque quisieron hacer justicia por su país, nosotros tenemos el deber de que ese trabajo de ellos no se pierda. Como madres tenemos que seguir por ellos, por los ideales de los hijos muertos o presos. No podemos darnos el lujo de llorar”.

No quiere celebrar este año el día de la madre. “No podría. Él está preso y mi corazón no me da para celebraciones. Yo estoy guardando todas esas fechas, su cumpleaños, el nacimiento de mi nieto, para cuando salga mi hijo. Ese día va a haber una fiesta en los corazones de toda la familia”.

Como Hilda, María Elena, Manuela e Ingrid, miles de madres venezolanas no celebran este día. Esperan que se haga justicia en los casos de sus hijos que fueron asesinados o encarcelados injustamente.

Foro Penal recaudó regalos para hijos de presos políticos

 

 

 

Santa1

 

El 22 de diciembre se llevó a cabo la jornada. La plaza Alfredo Sadel, de Las Mercedes, fue la sede escogida y desde las 2 pm la gente llegaba con regalos para los niños de distintas edades que esta Navidad no pudieron estar con sus padres, porque están presos, luego de las protestas que comenzaron en Venezuela en febrero de este año.

A través del Twitter, los coordinadores de la organización que defiende de forma gratuita a los detenidos, Alfredo Romero y Gonzalo Himiob, colgaron fotos y actualizaban detalles de la jornada, que finalmente permitió que el propio 24 de diciembre, los regalos llegaran a manos de los niños, en algunos casos a los centros de reclusión donde permanecen sus familiares.

 

 

Runrun.es realizó un trabajo titulado Presos políticos pasarán la navidad tras las rejas. Son 63 venezolanos los que pasarán esta Navidad encerrados por razones políticas, según cifras de la ONG Foro Penal Venezolano. Sus familias esperan por un milagro navideño, mientras los imputados se preguntan a cuántos minutos se encuentran de la libertad. Lea más de esto Aquí