PT archivos - Runrun

PT

Dilma Rousseff se quedó fuera del senado en Brasil

LA EXPRESIDENTA DE BRASIL, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió la elección del 7 de octubre para un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais al quedar en cuarta posición con un 15,04 % de los votos, según los datos oficiales con el 93,17 % del censo escrutado.

De acuerdo con los resultados, Rousseff, quien lideraba todos los sondeos previos a las elecciones de este domingo, se quedó muy lejos de las dos primeras posiciones que daban derecho a dos asientos en el Senado por ese estado.

Los vencedores para senador por Minas Gerais (sureste) fueron Rodrigo Pacheco, de Demócratas (DEM), quien obtuvo un 20,70 % de los votos, y el periodista Carlos Viana, candidato por el Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), quien recibió un 20,34 %.

Rousseff se presentó a los comicios para la Cámara Alta en un intento por volver a la vida política tras haber sido destituida como jefa de Estado por ese mismo Senado a mediados de 2016 por irregularidades en las cuentas públicas.

La candidatura de Rousseff sufrió varias impugnaciones sobre la base de que tendría que ser considerada inelegible por ocho años para cualquier cargo público tras el juicio político en su contra que le despojó de su mandato. Sin embargo, el Senado ese mismo año decidió analizar por separado los dos asuntos y, en este sentido, determinó su destitución, pero rechazó casar sus derechos políticos.

Por ello, las autoridades electorales aprobaron su candidatura y le permitieron concurrir a los comicios.

Por otro lado, Eduardo Suplicy, candidato al Senado por el PT, que lidera el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva desde prisión, también sufrió una derrota importante en el estado de Sao Paulo, el mayor colegio electoral del país. Con un 93,30 % escrutado, Suplicy, quien ya fue senador durante 24 años y es un histórico dirigente de la formación progresista, se quedó fuera del Senado al quedar en tercer lugar con un 12,81 % de los votos.

Dilma Rousseff: No retiraremos la candidatura de Lula da Silva

 

La expresidenta de Brasil, Dilma Roussef, insistió este martes en que el exmandatario Luiz Inacio Lula de Silva es “inocente” y dijo que el Partido de los Trabajadores (PT) luchará y llegará a “todas las instancias jurídicas” para que pueda mantenerse como candidato en las elecciones presidenciales de octubre próximo.

Roussef pidió la “solidaridad internacional” para defender a Lula, encarcelado desde el sábado por una condena de doce años en segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero.

“Nuestro candidato sigue siendo Lula, es una cuestión de justicia, es inocente, y si quieren sacarlo de la carrera electoral deberán ser ellos con sus métodos”, dijo en alusión a quienes promovieron su condena y encarcelamiento.

Rousseff vinculó su destitución como presidenta en 2016, debido a unas irregularidades en las cuentas públicas, y el caso de Lula a un “golpe parlamentario y mediático” en Brasil.

Auguró que Brasil no saldrá de esta situación sin elecciones, pero siempre que se respeten los resultados, al tiempo que negó que exista un clima para un golpe militar en el país.

Brasil: Dilma Rousseff se organiza tras protestas masivas en su contra

DilmaRousseff_1

 

La asediada presidenta de Brasil Dilma Rousseff convocó el lunes a sus asesores más cercanos y líderes legislativos, un día después de que millones de manifestantes en todo el país salieran a las calles a exigir su salida. Luego de que unos tres millones de personas participaron en más de 100 marchas en todo el país, los principales diarios locales dijeron que las protestas del domingo fueron las más grandes en la historia de Brasil y coincidieron en que esto complicará más la difícil situación de Rousseff.

La mandataria lucha contra un posible juicio político en el Congreso en medio de la peor recesión en décadas y una extensa investigación por corrupción que se ha centrado en figuras clave de su Partido de los Trabajadores.

El diario Folha de Sao Paulo destacó el lunes que las marchas del domingo fueron mayores a las protestas de 1984, cuando muchos brasileños exigieron elecciones presidenciales directas cuando el país todavía era gobernador por la dictadura militar.

«Sorprendido por la fuerte respuesta del domingo, el gobierno ha sido puesto en alerta de que necesita actuar rápidamente», para evitar el juicio a Rousseff, reportó Folha el lunes.

La reunión del lunes en el palacio presidencial de Planalto fue vista como un intento de planear un camino para avanzar y asegurar apoyo en el Congreso que será necesario para frenar un juicio. Se espera que en algún momento de la semana, el líder de la cámara baja Eduardo Cunha, enemigo de Rousseff, forme una comisión para comenzar el procedimiento judicial a la mandataria.

En un comunicado el lunes, el grupo estadounidense Eurasia Group, una consultoría de riesgos económicos y políticos, calculó que Rousseff no acabará su periodo de manera normal, el cual finaliza este año.

«Ahora pensamos que podría ocurrir para mayo y Rousseff no sobrevivirá», según el comunicado.

Rousseff, quien ha dicho que no dimitirá, también está presionada por miembros de su propio Partido de los Trabajadores, que quieren que su mentor y predecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, intervenga asumiendo un cargo en el gabinete e incorporando a otras personas a su elección, pero Lula está a la espera de que un juez de Sao Paulo determine si se le detiene por cargos de corrupción.

Las protestas del domingo agravaron la ya difícil situación de Rousseff, que además de la campaña de impugnación afronta una creciente investigación de fiscales federales sobre corrupción en la gigante petrolera estatal Petrobras, una pesquisa que se ha acercado a su círculo más cercano en las últimas semanas.

«El carácter pacífico de las manifestaciones de este domingo demuestra la madurez de un país que sabe cómo coexistir con opiniones diferentes y sabe cómo garantizar el respeto a sus leyes e instituciones», afirmó la presidenta en un comunicado tras las protestas.

La marcha más multitudinaria se produjo en la capital económica del país, Sao Paulo, un bastión de descontento latente contra Rousseff y el Partido de los Trabajadores. La respetada encuestadora Datafolha estimó que unas 500.000 personas participaron en la manifestación y la policía estimó una participación de tres veces esa cifra.

En torno a un millón de personas participaron en la manifestación en Río de Janeiro, según sus organizadores.

La alta participación podría desencadenar la ruptura de la frágil coalición de gobierno, según analistas.

«Hay una situación de ingobernabilidad», comentó Francisco Fonseca, profesor de ciencias políticas en la Universidad Católica Pontificia de Sao Paulo. «La presidenta tiene pocas cartas».

Sin embargo, Fonseca informó que las protestas mostraron «un descontento generalizado con el sistema político» que no reforzaría necesariamente a ningún político o partido opositor en concreto.

La multitud, vestida de los tonos amarillo y verde de la bandera brasileña, mostraba carteles como «Fuera Partido de los Trabajadores», pero los manifestantes dejaron claro que su malestar iba más allá de Rousseff y su partido, señalando que la investigación sobre corrupción en Petrobras ha comprometido a toda la clase política.

«Por supuesto que quiero ver a Rousseff en la calle», afirmó Maria de Lima Pimenta, maestra retirada que acudió a la marcha en la playa de Copacabana. «Pero entonces, el problema pasa a ser quién la sustituye. Son todos unos delincuentes».

Los organizadores de las protestas también hicieron hincapié en que el movimiento no está vinculado a ningún partido de opositor y apenas se vieron carteles de apoyo a otros partidos en las marchas.

Sí acudieron varios políticos conocidos, como Aecio Neves, el opositor que perdió por poco ante Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en 2013 y el gobernador del estado de Sao Paulo Geraldo Alckmin, pero ambos fueron abucheados y, como otros políticos que se aventuraron a las manifestaciones, se retiraron rápidamente.

La estrella incontestable de las protestas fue Sergio Moro, el juez federal a cargo del caso Petrobras. Aunque los manifestantes criticaron a políticos de todos los bandos implicados en el escándalo, muchos mostraron carteles de agradecimiento a Moro.

El escándalo de Petrobras ha alcanzado a miembros clave del partido de Rousseff, incluido Lula, así como a miembros de partidos de oposición.

La tensión política en Brasil repuntó este mes cuando Lula fue detenido brevemente para declarar dentro de las investigaciones sobre Petrobras. Partidarios y detractores del expresidente se enfrentaron ante su apartamento en la zona de Sao Paulo. El miércoles hubo otro momento de tensión cuando Lula fue acusado de lavado de dinero en otro caso distinto..

 

Copyright 2016 The Associated Press. All rights reserved. This material may not be published, broadcast, rewritten or redistributed.

Corrupción pone en aprietos al gobierno de Brasil

dilmafora1

 

RIO DE JANEIRO (AP) — Una economía que cada día se hunde un poco y un escándalo de corrupción de proporciones gigantescas no sólo amenazan con derrocar a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, sino con echar abajo el legado del gobernante Partido de los Trabajadores y su lucha por empoderar a la izquierda latinoamericana.

Especialistas consultados concuerdan que el partido sufre el peor momento desde su creación principalmente por un escándalo de corrupción y sobornos en la estatal Petrobras, que coincidió con un bajón en los precios de las materias primas, cuyas exportaciones habían impulsado el desarrollo del país en los últimos años.

El entramado de corrupción transcurrió durante más de una década y ha involucrado a unos 60 políticos y a las más grandes empresas del sector petrolero y de la construcción en momentos en que la economía reportaba fuertes caídas en los últimos tres trimestres.

Según economistas entrevistados por el Banco Central, el PIB se contraerá un 3,6% en 2015.

Todo esto puede derrumbar el trabajo de años del Partido de los Trabajadores, o PT como se le conoce popularmente, que construyó su liderazgo lentamente, desde inicios de los 80 cuando la dictadura brasileña (1964-1985) languidecía. En ese entonces, el partido encontró su base política en sindicatos y movimientos sociales y su discurso, basado en el ejercicio ético de la política, caló entre el electorado.

También, durante años, se fue granjeando la simpatía de las clases populares con sus programas sociales que sacaron de la pobreza a millones de brasileros y los insertaron en la clase media.

«Era visto como un ejemplo de la izquierda moderna en América Latina», dice Christopher Sabatini, profesor de Asuntos Latinoamericanos en la Universidad de Columbia. «Ahora está en una verdadera crisis. Está involucrado en corrupción y es víctima de una falta de renovación en sus liderazgo».

Su principal activo político y fundador del PT, Luis Inácio Lula da Silva, fue reconocido como un mandatario carismático que defendió a los pobres y fortaleció a la clase media brasileña.

En su época de oro era común verlo viajando a lo largo y ancho del país inaugurando carreteras, plantas eléctricas, fuera de haberle dado apoyo económico a Cuba y Bolivia, lo que le valió una imagen de líder de la izquierda moderada latinoamericana, a lo que se sumó la escogencia de Brasil como sede del Mundial de 2014 y de los Juegos Olímpicos de Río que arrancan en agosto.

«Era visto como un líder global», señaló Sabatini.

Ahora, la autoridad que se granjeó en la región y el mundo es motivo de indagación tras revelarse que fiscales federales brasileños están investigando acusaciones de tráfico de influencias cuando el ex mandatario viajó a países como Angola y Cuba tras dejar la presidencia.

Lo mismo sucedió con el PT, cuyos sueños de liderar una coalición que redefiniera el orden global quedaron aplastados. Según Sabatini, el partido fue sobrevalorado y ahora corre el riesgo de arruinar su legado a largo plazo de promover la agenda de izquierda moderada entre los países en desarrollo del mundo.

«Tenían mucha credibilidad internacional y poder», dijo Sabatini. «Todos eso se ha echado a perder».

El declive del PT y el desplome de la economía brasileña se suman a otros fracasos de gobiernos de izquierda de la región. La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, enfrenta causas por enriquecimiento ilícito y su movimiento peronista, de corte izquierdista, fue relevado en el poder por Mauricio Macri, un tecnócrata conservador.

En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro sufrió una gran derrota en los comicios legislativos del pasado seis de diciembre y perdió el control de la Asamblea Legislativa.

Lula mantiene su carisma y popularidad entre las familias pobres de Brasil, pero su legado en Brasil ha sufrido y su liderazgo es rechazado por la mayoría del electorado, según encuestas de opinión que miden su popularidad como posible candidato a la silla presidencial en 2018.

La misma situación enfrenta El PT y Rousseff, por verse involucrados directamente en el entramado de corrupción de Petrobras.

El ex tesorero del PT, Joao Vaccari Neto, fue condenado por aceptar al menos un millón de dólares en sobornos que utilizaba para hacer campañas políticas. Su líder en el Senado, Delcidio do Amaral, enfrenta cargos de obstrucción de justicia en el mismo entramado de corrupción. Y su miembro más reconocido, Lula da Silva, podría ser interrogado por la fiscalía federal como testigo en la misma investigación del caso denominado Lava Coches.

«Ahora el PT no tiene cómo limpiarse de esa imagen de partido corrupto a corto plazo», dijo Luis Tejero, un analista y autor de «La construcción de una presidenta», un libro sobre la transición de poder de Silva a Rousseff. «No se ve cómo puede salir» de la crisis.

El PT también se debilitó a nivel interno al tomar medidas de austeridad como recortes de gastos, aumentos de impuestos y recorte de personal que Rousseff se vio forzada a tomar a pesar del rechazo de muchos miembros de su partido. Un paquete de leyes aún más profundo en materia fiscal continúa pendiente de aprobación en el Congreso.

«Todo indica que el partido va tener grandes dificultades para mantener el poder en plano nacional», dijo Rafael Cortez, analista de la empresa de consultoría Tendencias. «Este es un desafío inédito».

Por ello, según Tejero y otros analistas, el PT quiere que la discusión acerca del juicio político avance lo más rápido posible.

«El tiempo corre en contra de Dilma», dice Tejero y agrega que el descontento en las calles crece entre más suben las tasas de desempleo y de inflación y más cae el Producto Interno Bruto. «Si el viento empieza a soplar hacia la caída de Dilma, eso ya sería suficiente para escalar la balanza» para el juicio político.

El argumento principal de la solicitud de juicio político contra Rousseff es que violó leyes de responsabilidad fiscal por usar fondos de bancos estatales sin el aval del Congreso cada vez que se quedaba sin presupuesto.

Varios grupos organizaron manifestaciones desde marzo para exigir el juicio político de la mandataria. Reclamaron que Rousseff había descuidado la gestión de Petrobras ya que como ministra de Minas y Energía y jefa de gabinete dirigió paralelamente el Consejo Administrativo de la estatal de 2003 a 2010, período que comprende el caso de corrupción. El mal desempeño de la economía ya era parte de las quejas.

Hace unas semanas, el líder de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, enemigo implacable de Rousseff, abrió el procedimiento de juicio político y comenzó a formar la comisión especial para debatirlo.

La Corte Suprema ordenó hacer una nueva selección de legisladores que integrarían dicha comisión al revocar la forma en la que la cámara efectuó la elección de sus miembros al escoger una mayoría de opositores de manera secreta. De lograr aprobarse en comisión, el juicio se iría al pleno de la cámara y ahí necesitaría dos tercios para ser avanzar al Senado.

Expertos dicen que el juicio político podría tardar hasta ocho meses y, de seguro, distraer al Congreso.

Por ahora la Cámara entró en receso por las festividades, pero a Rousseff y al PT les espera un año largo y difícil año.

Brasil: Un nuevo caso de corrupción salpica al hijo de Lula

LuladaSilva-

 

Si el caso Petrobras destapó la corrupción en el sector de la construcción en Brasil, la Operación Zelotes amenaza con hacer lo mismo en el sector automotriz, uno de los principales del país. La policía investiga desde 2014 a empresas que sobornaban a inspectores de Hacienda para librarse de multas, una estrategia con la que podrían haber evadido 4.831 millones de dólares de las arcas públicas. Las denuncias salpican incluso al hijo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Luis Claudio.

Con la guerra política desatada en el país, el nombre de un familiar del expresidente y líder del Partido de los Trabajadores en la Operación Zelotes alimenta aún más la furia de los brasileños contra el Gobierno de Dilma Rousseff, también del PT, implicado en otras denuncias de corrupción y con la popularidad por los suelos.

La operación arrancó con una denuncia anónima a la policía federal. Según el soplo, varias empresas corrompían a funcionarios públicos para intervenir en decisiones del Consejo Administrativo de Recursos Fiscales (CARF), una especie de tribunal del Ministerio de Hacienda para multar al sector privado por irregularidades en el pago de impuestos.

En una primera etapa, la policía puso bajo investigación 74 decisiones del CARF que involucran a grandes grupos, como Gerdau, Ford, Mitsubishi, Petrobras, y bancos como Safra, Bradesco y Santander. La policía cree que las empresas sobornaban a los fiscales para reducir las multas, algunas de más de 730.000 dólares. El Partido Progresista, conservador a pesar del nombre, y con varios nombres involucrados en los sobornos de Petrobras, también está bajo investigación. Lo que parecía ser un escándalo en el sector económico fue ganando dimensión política a medida que se descubrió la acción de consultoras y abogados de empresas como Marcondes y Mautoni, que representaban a algunas compañías frente al CARF. La policía averiguó que la agencia trabajaba para influir en la aprobación de leyes que concedían ventajas fiscales para el sector automotriz junto a parlamentarios en el Congreso brasileño. Ocurrió, supuestamente, en 2010, cuando Lula aún era presidente. La consultora tenía como clientes a dos fabricantes de automóviles, Mitsubishi y CAOA, esta última responsable de la marca Hyundai en Brasil.

Oficina registrada

Fue justamente Marcondes y Mautoni (dos de cuyos ejecutivos fueron detenidos el lunes) la que supuestamente hizo negocios con el hijo de Lula. La policía debe escuchar a Luis Claudio da Silva para aclarar esta conexión, ya que la consultora no tiene negocios en el sector de deportes en el que él trabaja (promueve el fútbol americano en Brasil). El lunes pasado, su oficina fue registrada en búsqueda de documentos. En la mira de la policía también está el exministro de Lula y de Dilma Rousseff, Gilberto Carvalho, sospechoso por haberse reunido con grupos de presión para hablar sobre las ventajas fiscales, que forman parte de una ley aprobada en 1999 por el expresidente Fernando Henrique Cardoso. La norma ha sido renovada y mantenida por los siguientes Gobiernos, dado el papel vital de la industria automotriz en la economía: genera muchos empleos y es una de la que más impuestos más.

Por eas razones el PT ve la divulgación de esas informaciones sobre la investigación como una estrategia de los enemigos políticos del expresidente. Brasil celebrará elecciones municipales el próximo año y a los adversarios del Gobierno les conviene que el partido esté vinculado a escándalos de corrupción, incluso hasta 2018, cuando habrá nuevos comicios presidenciales. Ya que parte del país atribuye a Rousseff, y no a Lula, la actual crisis política y económica, la oposición trabaja para arrastrar al nombre del expresidente al centro de la crisis.

Durante un encuentro del PT, el expresidente aseguró ayer que está preparado para ser golpeado durante los próximos tres años. Pero advirtió de que va a reaccionar. «Pueden pegarme, porque yo voy a sobrevivir», avisó.

A su vez el escándalo, que invade las portadas de la prensa, alimenta aún más la guerra política dentro del Congreso. La Cámara aprovecha para retrasar las votaciones importantes para que el país salga de la crisis, y fomenta el enfrentamiento en las calles con los defensores de Lula de un lado, y los que desean que sea investigado y detenido de otro. Para todos, sin embargo, una cosa está clara: el PT cosecha lo que sembró por haberse implicado en escándalos de corrupción.

Informe Otálvora:  Tambalea el régimen de Lula y Dilma en Brasil

Lula2

Muñeco con imagen de Lula da Silva como presidiario, mostrado el 16AGO15 en Campo Grande, Mato Grosso del Sur. Foto: @beta_rb

 

En la ciudad fronteriza venezolana de San Antonio del Táchira se produjo el 19AGO15 un extraño hecho en el cual tres militares y un civil, quienes realizaban una “operación de inteligencia”, resultaron gravemente heridos. Según el gobernador local José Vielma, los oficiales cumplían “labores contra el contrabando”, aunque se ignora el tipo específico de operación de estos hombres que incluye a dos tenientes de un “Grupo de Ingeniería de Campaña” del Ejército. El hecho fue achacado por Nicolás Maduro a lo que genéricamente denomina “paramilitares” colombianos. Siete horas después Maduro ordenó el cierre de la frontera por cuatro días y movilización militar para detectar a los culpables. El suceso, además, sirvió para evidenciar un aparente cambio en la cúpula del gobierno chavista. El general en jefe Vladimir Padrino, Ministro de la Defensa, jefe del Comando Estratégico Operacional y alto vocero oficial hasta hace poco, no apareció dirigiendo o explicando la acción en la frontera. La exministra de la Defensa, almirante retirada, ministra la Presidencia y candidata en las elecciones parlamentarias Carmen Meléndez, fue quien detalló las acciones e incluso dijo que “se ha encomendado al jefe del Comando Estratégico Operacional para que dirija en persona las operaciones en la frontera”.

Pareciera que Padrino López habría caído en desgracia dentro del chavismo. El hecho, según algunos conocedores de las intimidades del régimen, respondería a que Padrino fue el autor del decreto sobre zonas militares en zonas disputadas con  países vecinos, el cual generó a Maduro imprevistos choques con los gobiernos de Guyana y Colombia.

La noche del 21AGO15, mientras anunciaba el cierre indefinido de la frontera y el Estado de excepción,  Maduro casi de paso mencionó que Padrino se encontraba en La Habana, revisando los acuerdos militares con Cuba “en el marco del Alba”. La explicación de Maduro sobre la ausencia de su Ministro de la Defensa en momentos cuando se creaba una situación de tensión militar fronteriza, no fue obviamente muy convincente. El domingo 23AGO15, Maduro envió a San Antonio del Táchira a una comisión de ministros encabezada por el vicepresidente Ejecutivo Jorge Arreaza, en la cual no estaba presente Padrino López.

 

*****

El domingo 16AGO15 se registraron concentraciones pacíficas de protesta en varias decenas de ciudades brasileñas, desde Brasilia, y las principales capitales estadales (Rio de Janeiro, São Paulo, Belo Horizonte) hasta pequeñas ciudades en todo el país incluyendo núcleos urbanos tradicionalmente petistas en zonas industriales y del nordeste. Las protestas, convocadas desde dos meses atrás por movimientos cívicos de diversas tendencias, coincidieron en tres puntos: apoyar los procesos judiciales contra el esquema de corrupción que involucró empresas constructoras, gobiernos petistas y partidos oficialistas, proceso conocido como “Lava Jato”; solicitar el enjuiciamiento del expresidente Lula da Silva y; solicitar el enjuiciamiento político (impeachment) y destitución de Dilma Rousseff. El número total de manifestantes en las calles de Brasil, el 16AGO15, se estima entre un millón y dos millones dependiendo de la fuente consultada.

Se trató de la tercera convocatoria nacional en lo que va del año 2015. En esta ocasión un elemento nuevo se hizo presente: la dirigencia política opositora participó abiertamente en las acciones de calle. Dirigentes del PSDB, el principal partido opositor que hasta ahora se mostraba indeciso, participaron en los actos a favor del impeachment a Rousseff. Incluso, en Belo Horizonte su ciudad natal, el senador Aécio Neves, presidente del PSDB y excandidato presidencial, encabezó la concentración.

*****

El líder histórico del PSDB, el expresidente Fernando Henrique Cardoso,  opinaba aún en el mes de mayo que no estaban dadas las condiciones para desplazar al PT del gobierno mediante un impeachment que depende de los votos en el Congreso. A lo largo del mes de julio se produjeron amagos de aproximación de Lula hacia FHC en un intento para frenar las acciones contra el gobierno de Rousseff. Influyentes empresarios paulistas habrían mediado en el infructuoso intento de aproximación, temerosos del impacto económico que ya acarrea la crisis política brasileña. Si bien el Instituto Lula emitió el 22AGO15 un comunicado negando las versiones, en los mentideros políticos de Brasilia se daba como un hecho el intento de agendar un encuentro de los dos líderes para acordar una agenda común sobre reformas políticas que sirviera, a la vez, para frenar la crisis que enfrenta el gobierno.

Cardoso, quien estuvo durante el mes de julio de vacaciones al sur de Italia, declaró a Folha de São  Paulo el 22JUL15 que si Lula deseaba discutir “una agenda clara y de conocimiento público”, bastaba con que lo llamara. “Él conoce mi número telefónico”, respondió FHC a Folha. Posteriormente, a su regreso de Europa, Cardoso publicó en el Estadão de São  Paulo el 02AGO15, un artículo titulado “Lobo o cordero”. En el texto, FHC rechazó la tesis oficial según la cual Brasil vive una crisis derivada de la economía internacional y aseguró que su país  acumula “crisis de crecimiento, de desempleo, de funcionamiento institucional, moral y de conducción política”. En el mismo artículo, el líder tucano narró que en diciembre del 2013, durante el viaje a Suráfrica con motivo de los funerales de Nelson Mandela, había propuesto a Rousseff y Lula adelantar un conjunto de reformas políticas. “En aquella oportunidad, como en otras, la respuesta del máximo dirigente del PT fue confrontacional”. En su artículo, FHC rechazó un eventual diálogo privado con Lula: “No tendría legitimidad una conversación que huele a complicidad y que permite la sospecha de que se quiere evitar la continuidad de las investigaciones en curso”.

*****

El 17AGO15 FHC publicó en su página Facebook: “A esta altura, acuerdos en la cúpula sólo aumentarán la reacción popular negativa y no devolverán legitimidad al gobierno”, abriéndole a Rousseff sólo dos caminos: “Si la propia Presidente no es capaz del gesto de grandeza (renuncia o la voz franca de que erró y sabe apuntar caminos de recuperación nacional) asistiremos a la desarticulación del gobierno y del Congreso. Hasta que un líder con fuerza moral le diga, Usted piensa que es Presidente pero ya no lo es más”. Ya es un hecho. La oposición socialdemócrata brasileña se apuntó en la vía de desplazar al PT de la Presidencia.

El otro gran partido de cuya voluntad dependería la destitución de Rousseff por el Congreso es el PMDB, aliado del gobierno que detenta la Vicepresidencia en manos de Michel Temer, quien ocuparía la Presidencia en caso de renuncia o impeachment de Rousseff.

Existe un tercer escenario para la salida de Rousseff, el cual se concretaría en caso que el Tribunal de Cuentas Electorales la encontrara culpable por financiamiento ilegal de su campaña electoral. En esa circunstancia, el vicepresidente Temer sería igualmente destituido y la Presidencia de Brasil la  asumiría el Presidente de la Cámara de Representantes, Eduardo Cunha, también del PMDB y quien fue acusado por la Fiscalía el 19AGO15 de formar parte del esquema de corrupción de Petrobras.

A más tardar el próximo mes de noviembre se concretaría la ruptura del PMDB con el gobierno, oficialmente para abrir paso a un candidato propio en las elecciones presidenciales de 2018. Pero el divorcio Gobierno-PMDB abre también las puertas para que congresistas de ese partido, hasta ahora más o menos fieles a Rousseff y que representan el 14% de los votos en el Congreso, definan su respaldo al impeachment.

*****

Los manifestantes congregados el 16AGO15 en el Eixo Central en Brasilia, en las proximidades del Congreso Nacional, desplegaron un gigantesco muñeco inflable con la imagen de Lula vestido como presidiario. La imagen circuló a nivel mundial e incluso la estatal Agência Brasil distribuyó fotografías. No sólo en la capital las protestas se orientaban contra Lula. En la lejana Campo Grande, capital de Mato Grosso del Sur, las protestan incluyeron una instalación que reflejaba la actual situación política brasileña. Lula da Silva, el otrora líder sindical popular que logró llevar a su partido por cuatro veces a la Presidencia y construir una alianza de la izquierda y el gran empresariado brasileño, ahora es mostrado como un presidiario. Fue tal el choque que estas imágenes provocaron en el expresidente, que esa misma noche el Instituto Lula emitió una inusual nota rechazándolas. La gruesa piel del exsindicalista había sido impactada.

La imagen de Lula, quien incluso habría acariciado la idea de optar por la Presidencia en 2018, está seriamente deteriorada. Al comenzar las protestas contra Rousseff, el petismo calculó que la autoridad política de Lula podría apaciguar la presión contra el gobierno, pero en este momento las protestas ya no sólo se dirigen contra Rousseff sino que asumieron a Lula como blanco principal.

*****

El petismo, siguiendo el discurso usual de los gobiernos castrochavistas de la región, identifica el escándalo por corrupción y la consecuente crisis política como un intento de golpe de Estado e incluso estaría llamando a la confrontación armada. El 13AGO15, se realizó en el presidencial Palacio de Planalto, un evento  encabezado por Rousseff, denominado “Diálogo con los Movimientos Sociales”, en el cual participaron organizaciones pro oficialistas como la Unión Nacional de Estudiantes, la Central Única de Trabajadores (CUT), Movimiento de Trabajadores sin Techo y el radical Movimiento de los Sin Tierra. En su discurso, el presidente de la CUT Vagner Freitas llamó a salir a la calle, “atrincherados, con armas en la mano, si intentan derrumbar a la Presidente”. Vagner agregó: “ante cualquier tentativa de atentado a la democracia, a la señora o al presidente Lula, nosotros seremos su ejército”. El 21AGO15, el boliviano Evo Morales repetiría el mismo discurso durante un acto con presencia de militares brasileños y argentinos en la “Escuela Militar de Sargentos” de Tarata, Cochabamba.

Ya el 24FEB14, Lula había asomado su intención de formar grupos de choque contra la oposición. Aquel día, durante un evento de la CUT en la sede de la Asociación Brasileña de Prensa en Río de Janeiro, Lula afirmó que “nosotros sabemos pelear también, sobre todo cuando el Stédile ha colocado su Ejército de nuestro lado…”. El jefe petista hacía referencia a João Pedro Stédile, jefe del Movimiento de los Sin Tierra MST, organización devenida en fuerza de choque de la izquierda radical brasileña.

 

Edgar C. Otálvora

@ecotalvora

Diario Las Amércias