La canciller Delcy Rodríguez buscó ingresar a la primera reunión que mantenía el Mercosur tras la suspensión de Venezuela del bloque económico, incluso «por la ventana», pero su intento fracasó y debió retirarse de la sede del encuentro en la capital argentina.
Pese a que este mes se le informó que no había cumplido con los requisitos para ser miembro del bloque, el Gobierno de izquierda de Venezuela rechazó los argumentos y calificó la decisión de excluirlo como un «golpe de Estado en el seno del Mercosur».
«Si nos cierran la puerta, como lo ha dicho el presidente (Nicolás) Maduro, entraremos por la ventana (…) Venezuela no necesita invitación porque Venezuela ejerce la presidencia pro témpore de Mercosur», dijo a periodistas la canciller Delcy Rodríguez antes de ingresar al edificio de la Cancillería argentina, en Buenos Aires.
Un portavoz del Gobierno de Argentina, que ejerce la presidencia temporaria del bloque en lugar de Venezuela, dijo a Reuters que Rodríguez fue recibida por la canciller local, Susana Malcorra, pero que no pudo participar del encuentro. Rodríguez abandonó el edificio.
«Venezuela no tiene derecho ni a voz ni a voto, es decir, no participa (del Mercosur), hasta que quede demostrado que cumple con los compromisos asumidos de acuerdo a su acceso (al bloque) en el año 2012», dijo más tarde Malcorra en una conferencia de prensa.
La suspensión de Venezuela deja en claro que la unidad ideológica que el Mercosur tenía hasta el año pasado, cuando los gobiernos de centroizquierda eran mayoría en la región, ha quedado en el pasado.
Para volver a ingresar al bloque, del que son parte Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay -Bolivia está en proceso de adhesión-, Caracas necesitará renegociar los términos de su membresía de acuerdo con las reglas de Mercosur.
«Mañana (jueves) hay una reunión inicial para avanzar en el diálogo directo entre las partes en Montevideo», sostuvo Malcorra.
