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José David Cabello: Arroz, huevo, pasta y queso estarán exonerados del IVA

 

El Superintendente Nacional Aduanero y Tributario, José David Cabello, explicó que las declaraciones del IVA dejarán de ser cada quince días y pasará a ser “semanalmente”; además, el arroz, el huevo, la pasta y el queso, estarán exonerados de este impuesto.

El ISLR será de “1% para los contribuyentes especiales”. La información la ofreció desde el Palacio de Miraflores en una rueda de prensa en conjunto con el Ministro para la Comunicación, Jorge Rodríguez, junto al vicepresidente para el área económica, Tareck El Aissami.

Cabello manifestó que se eliminarán “80.39 a 11.000 aranceles por un año para la importación de materias primera y bienes de la capital“.

Señaló que las declaraciones del IVA dejarán de ser cada quince días y pasará a ser “semanalmente”.

Ocho rubros de higiene y aseo personal tendrán nuevo precio

Por su parte, El Aissami informó que se firmó un nuevo acuerdo para el fortalecimiento productivo en el sector de higiene del hogar y aseo personal.

Indicó que el acuerdo fue firmado con 17 industrias nacionales e internacionales que se comprometieron luego de revisar la estructura de costos de 8 productos fundamentales: cloro, detergente en polvo, desodorante, jabón de tocador, papel higiénico, crema de dientes, toalla sanitaria y jabón en panela.

El vicepresidente del área económica dijo que en las próximas horas se publicarán los precios.

(VIDEO) Las tres rutas para llegar a la comida en Venezuela
Para el venezolano adquirir artículos y alimentos de primera necesidad en la actualidad no es una actividad fácil. Amas de casa invierten hasta 10 horas de su tiempo para comprar productos regulados, mientras que otras mujeres cabezas de familia han creado redes con empleados de supermercados que les informan cuándo llega mercancía a cambio de “propinas”. Quienes no tienen tiempo, han recurrido a la última opción: pagarle a los bachaqueros. El papel higiénico, la harina de maíz, el aceite y la leche líquida y en polvo son los tesoros más buscados por los ciudadanos

 

@Angelicalugob

CAMINAR POR LA GRAN CARACAS con bolsas de comida, hacer hasta 10 horas de cola, pagar los productos 22 veces más caros que su valor establecido y crear redes de contacto con empleados de supermercados que informen qué mercancía llegó a los establecimientos, son los mecanismos que los ciudadanos han asumido para abastecerse de alimentos y productos básicos.

No importan las causas de la escasez en el país. Se deba al control cambiario o a la tesis de guerra económica que sostiene el gobierno de Nicolás Maduro, entre las principales preocupaciones de los ciudadanos destaca la necesidad de comprar comida, que desde finales de 2013 se ha convertido en una suerte de tesoro para los venezolanos. Runrun.es detectó tres rutas que las personas de clase media utilizan en la actualidad para conseguir comida. En el caso del bachaquero, Runrun.es contactó a uno, con la excusa de hacerle un pedido, para conocer cómo es su rutina.

1. Largas horas en cola

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Carolina Ospino, ama de casa, utiliza la primera ruta: hace colas en supermercados con la esperanza de conseguir productos regulados y, de esta manera, abaratar costos. La cédula de identidad de la mujer termina en 2, por lo que los martes se despierta a las 3:30 am para iniciar una larga travesía que la puede traer de vuelta en su hogar a las 5:00 pm.

“Es duro y agotador, pero todo está carísimo y hacer cola es lo que me permite hacer economía. Por lo general siempre me comunico con amigas y vecinas, mientras yo estoy en un mercado y veo lo que hay y les comunico a mis amigas, ellas hacen lo mismo desde otros mercados. Pero a veces no me alcanza el tiempo para ir a tres mercados y solo voy a dos”, cuenta Ospino.

El martes 19 de marzo la mujer, que vive en la urbanización Nueva Casarapa de guarenas, invirtió 13 horas y media de su tiempo para ir al Mercal ubicado en la urbanización Los Naranjos y luego a otro establecimiento. En Mercal estuvo siete horas y media y posteriormente fue a su casa a comer y dejar las bolsas para a iniciar otra cola a las 2:30 pm en el automercado Luvebras que le ocupó otras dos horas y media de su tiempo. Al final del día, después de haber hecho 10 horas de cola, la ama de casa pudo comprar 2 kilos de leche en polvo, 2 botellas de Mazeite, una lata de sardinas, una pasta de 250 gramos, 3 paquetes de 4 rollos de papel higiénico y 2 paquetes de toallas sanitarias por un total de 1.405 bolívares. Es la única vía que tiene Carolina Ospino para enfrentar la inflación y la escasez.

En esas colas que le han generado agotamiento a Carolina y en las que ha invertido más de medio día, la mujer ha conocido personas que, además de cuidarle su puesto, le han regalado números que les entregaron en la madrugada. La segunda semana de enero, por ejemplo, Carolina se quedó dormida. Llegó al Mercal a las 7:30 am y una joven, que durmió toda la noche en las afueras del establecimiento, le regaló el número 50. “La gente joven pasa más trabajo que nosotros y esa chica que me ayudó ya la había visto varias veces pues nuestro terminal de cédula está fijado para los martes y sábados”.

2. Redes con personal de los establecimientos

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La segunda ruta es una vía que algunas personas de la clase media han elegido para no invertir su tiempo en largas colas, ni pagarle a los bachaqueros. Es el caso de Ana Méndez, quien desde finales de 2013 ha tomado medidas para que en su casa no falten productos de la cesta básica. En algunos grupos de whatsapp sus conocidos le informan en qué mercados hay productos regulados. Sin embargo, el mecanismo que más le ha funcionado desde mediados de 2015 ha sido formar redes con empleados de determinados establecimientos que están ubicados en su urbanización. Ella cada vez que es contactada por los trabajadores de supermercados, va a los locales, pasa sin hacer cola, recibe los productos y, después de pagar propinas que oscilan entre 300 y 1.000 bolívares, es atendida por el cajero que su contacto le indica. De esta manera puede hacer compras, sin importar que no sea el día del terminal de su cédula.  

“Como tengo 25 años viviendo en la zona, los trabajadores de los supermercados me conocen. A mediados de 2015 uno de los muchachos que entrega los productos me ofreció informarme cada vez que llegara algo y me pidió que lo ayudara con lo que pudiera. Así fue, pero a finales del año pasado lo botaron y cuando volví a ir al mercado, otro de los empleados se me acercó y me ofreció ayuda. Hasta ahora me ha funcionado. No pienso pagarle a un bachaquero, ni hacer cola en mi zona, pues la mayoría de la gente que viene a comprar es de sectores populares. Si yo no voy a sus barrios, ¿por qué ellos vienen a mi urbanización a generar colapso?”

19 de enero. 4:00 pm. En las afueras de un supermercado que está en una urbanización del este de Caracas hay más de 80 personas en cola, pero Méndez ingresa directo al establecimiento. Minutos antes su contacto la llamó. La mujer fue directo a la carga de mercancía. Intercambió miradas con el hombre, metió seis kilos de harina pan y 2 kilos de azúcar en el carrito y 5 minutos después ambos se encontraron en un pasillo. Ella le pagó 600 bolívares y él le dijo que en la caja dos la esperaba la cajera para pasarle su compra.

Aunque Ana Méndez trabaja por las mañanas y dedica las tardes para recorrer supermercados, no llega a estar más de dos horas en colas, a diferencia de Carolina Ospino que ha logrado hacer amistades en las colas que hace en Guarenas y Guatire para comprar productos regulados. Méndez, una mujer que ha hecho de los recorridos por supermercados un hobbie vespertino, logra visitar hasta cuatro establecimientos en menos de tres horas. Su carácter, sus contactos, las propinas que les cancela, han sido claves para hacer respetar, lo que asegura, es su derecho de comprar productos en su lugar de residencia.

Méndez defendió su posición el lunes 18 de enero cuando le aseguró a un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana que no haría la cola, pues “todas las personas presentes no eran de la urbanización”. La mujer se ha ganado el respeto no solo de los funcionarios, también de los vigilantes y otros empleados de los supermercados de la zona que, por medidas de seguridad, pidió no mencionar.

3. La “comodidad” se paga caro

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Para las personas que pasan todo el día ocupadas con una larga jornada de trabajo, no han podido ni siquiera pasearse por el escenario de hacer colas para comprar comida. Tampoco pueden elegir la vía de Ana Méndez de mantener contacto con los empleados de automercados. Ponerse en manos de “bachaqueros” que venden al mayor productos básicos que han desaparecido de los anaqueles, ha sido la única opción que les ha permitido surtirse de algunos bienes.

Bárbara Seijas es periodista, madre, ama de casa y esposa. En su agenda es imposible dedicar al menos un par de horas para hacer colas en supermercados. El lunes 18 de enero se puso de acuerdo con unos compañeros de trabajo para escoger la tercera ruta: pagarle a un bachaquero. Ese día hizo su pedido y el miércoles le canceló 9.298 bolívares al hombre por cinco kilos de harina pan, seis paquetes de cuatro rollos de papel higiénico, cuatro botellas de Mazeite y seis kilos de arroz.

“Espero que la harina pan y el arroz me duren tres meses, las botellas de Mazeite unos dos meses y el papel higiénico dos meses también. No tengo dudas que cuando vuelva a comprar todo estará mucho más caro, tomando en cuenta que los economistas estiman que este año la inflación llegue al 500 ó 600 %. Jamás en mi vida había hecho estos cálculos o llevado un inventario de lo que tengo y necesito en casa tan exacto, pero es lo que he tenido que hacer ante la escasez que nos afecta”, manifiesta la mujer.

La periodista está consciente que pagó por cada harina pan 22 veces más que su valor, pues mientras el precio establecido es de 19 bolívares, el bachaquero le vendió cada uno de los seis kilos de harina a 425 bolívares.

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Así se mueven los bachaqueros

Carlos, un bachaquero consultado por Runrun.es aseguró que para ellos tampooco es fácil conseguir productos y alimentos. Contó que en el caso de la asociación para la que trabaja, llegan a las afueras de Caracas para participar en subastas de bienes que son trasladados en camiones: “Para allá se van los bachaqueros y una vez que empiezan las subastas, los que tienen los productos en los camiones se los entregan a quienes ofrezcan más dinero”.

Este bachaquero acepta conversar por teléfono cuando la otra persona le dice quién de sus conocidos le sugirió contactarlo. Runrun.es lo llamó, con la excusa de comprar productos, para saber cómo opera. Una vez que se le hace el pedido, el hombre hace entrega de la mercancía a domicilio junto con otro socio. El requisito es cancelar el monto por transferencia bancaria o en efectivo y pagar el traslado, que desde Petare hasta Bello Monte lo cobraba hasta el miércoles 20 de enero a 1.000 bolívares. Para esa fecha el hombre vendía un bulto de harina pan por 8.500 bolívares, el de arroz por 9.500 bolívares y el de papel higiénico por 7.500 bolívares.

Los bachaqueros que participan en estas subastas hacen combos que incluyen productos menos demandados o de menor calidad y los combinan con la mercancía más buscada. De esta manera obligan a sus clientes a comprar productos que sus proveedores les hacen adquirir.

Las subastas no son la única vía de los bachaqueros para conseguir mercancía. Una fuente que participa en la cadena de negocios con estas personas contó que los días que llega mercancía a una cadena de venta de medicinas y artículos de aseo personal, contó que los bachaqueros le cancelan dinero a los gerentes de algunos establecimientos cuando reciben el inventario de productos que llegaron.

“Normalmente el contacto entre los jefes de los bachaqueros con los gerentes de estos locales es en las noches. Cuando llegan los camiones, les informan a los bachaqueros y los bachaqueros a su vez actualizan sus pedidos con los clientes que los contactan y de esta manera, les dicen qué día les podrán entregar los productos”, explicó de manera extraoficial una fuente que tiene conocimiento del negocio.

 

Escasez de papel higiénico podría acentuarse tras paralización de PEVECA

PAVECA

 

@ElPitazoTV

 

Trabajadores de la empresa Papeles de Venezuela (PAVECA) ubicada en la zona industrial de Guacara en el estado Carabobo, mantienen paralizada la empresa desde el pasado 26 de octubre para exigir mejoras laborales.

Los manifestantes, quienes se identificaron como miembros del Sindicato Único de obreros y empleados de Paveca, solicitan se realice un referéndum para elegir la instancia sindical que discutirá con el patrono la nueva convención colectiva, pues sostienen que en la empresa funcionan dos grupos sindicales.

Señalaron que la directiva del sindicato Sintrabepec conocido como la “Hojilla” que calificaron como “patronal” ha incumplido con 14 cláusulas del contrato.

Tenemos 700 firmas de todos los trabajadores con las que rechazamos que ese sindicato se siente con el patrono. Solicitamos que se nos reajuste el salario, se nos reajuste el cesta ticket y se lleve a cabo la consulta acerca de los sindicatos”, señaló el trabajador Luis Puyosa.

Los protestantes indicaron que son más de 200 mil rollos de papel que se dejan de producir diariamente con la paralización de la planta. Aseguraron que estarían paralizadas las nueve líneas de papel higiénico, las seis de servilletas y las dos de toallas de limpieza.

El 70% de la producción de papel higiénico en el país, servilletas y toallas salen de esta planta. Sabemos que se va a acentuar la escasez pero a nosotros nos llevaron a esto, si luego tenemos que trabajar horas extras para recuperar la producción, lo haremos”, dijo Puyosa.

Solicitaron la intervención de representantes del  para hallar una solución al conflicto.

Claves del acuerdo Trinidad-Venezuela: petróleo por papel higiénico

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«El concepto de reparto de productos básicos acordado es simple: el Gobierno de Trinidad y Tobago comprará a sus fabricantes nacionales productos que necesite el Gobierno de Venezuela, como papel higiénico, gasolina y accesorios para máquinas»…dijo la representante de Trinidad y Tobago.

Al concluir la visita a Trinidad y Tobago del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se dieron a conocer los alcances de un acuerdo para intercambiar materias primas por productos acabados de primera necesidad entre ambos países.

«El concepto de reparto de productos básicos acordado es simple: el Gobierno de Trinidad y Tobago comprará a sus fabricantes nacionales productos que necesite el Gobierno de Venezuela, como papel higiénico, gasolina y accesorios para máquinas. Estos bienes los cambiaremos por materias primas que necesitan nuestras industrias, como el asfalto y el crudo, que pueden ser suministrados por Venezuela», según dijo la primera ministra trinitense, Kamla Persad Bissessar.

«Somos de la opinión de que un mecanismo de intercamio de productos básicos es una promesa significativa para nuestros dos países», dijo la primera ministra. «En este sentido, se ha creado un comité interministerial conjunto para garantizar la debida rendición de cuentas y para supervisar y evaluar el sistema propuesto», explicó, convencida de que esto será bueno para su economía porque el Gobierno invertirá en producción local y estimulará la industrial. Al mismo tiempo, «también será positivo para Venezuela, gracias al comercio de sus materias prima a cambio de productos acabados que necesitan los venezolanos», dijo.

Las principales exportaciones de Trinidad y Tobago a Venezuela incluyen gasolina, partes de máquinas, aparatos de aire acondicionado, repuestos para refrigeradores, productos de aseo y cemento, mientras que importa materias primas como el petróleo crudo, gasoil, combustible de aviación, conductores eléctricos, mineral de hierro y productos de hierro.

Indicó la primera ministra que en el encuentro se tocó la «cuestión de la situación de nuestros nacionales actualmente detenidos en Venezuela». En cuanto a los 10 millones de dólares que el Gobierno de Venezuela debe a la aerolínea pública trinitense Caribbean Airlines en concepto de ventas en bolívares de 2013 y 2014 no liquidadas en dólares, Persad Bissessar dijo que el asunto había quedado resuelto.

Acuerdos e intercambios en el momento oportuno

«Hemos sido capaces de resolver el problema de la deuda pendiente y espero que podamos seguir trabajando juntos para resolver los problemas de viaje en el momento oportuno», apuntó la primera ministra, sin ofrecer más detalles.

En materia energética, firmaron un acuerdo para la promoción de la cooperación bilateral para la explotación de los yacimientos de gas natural que ambos países comparten que su frontera.

En una declaración conjunta, ambos países «expresaron su compromiso con el avance del proceso de unificación de los yacimientos de hidrocarburos entre las dos repúblicas».

También firmaron un Acuerdo Marco de Cooperación en el Sector Energético, que, según el ministro de Energía trinitense, Kevin Ramnarine, permite que esta sea «la primera vez en el hemisferio occidental que se realiza la comercialización de reservas transfronterizas, algo que sólo ha ocurrido antes tres veces en todo el mundo».

Con estos acuerdos, Maduro concluyó una visita que fue recibida por algunos venezolanos que al paso de su comitiva protestaron por la situación que se vive en su país de origen y reclamando la liberación de Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas.

El mandatario viajó acompañado de su esposa, su hijo y de una comitiva de un centenar de personas, entre ellas siete ministros.

La Nación: Peleas en supermercados para comprar productos de primera necesidad en Táchira

La Nación

 

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Los extremos que nunca se veían en ningún lugar de Venezuela al ingresar a un supermercado a comprar alimentos o algún producto de primera necesidad, se han hecho presentes y reiterativos  en el Táchira con las riñas en el interior de estos establecimientos por la disputa de algún producto.

Es casi que obligado ver estos desagradables y deprimentes espectáculos con peleas entre  amas de casa, por un rollo de papel sanitario o un kilo de jabón en polvo y es peor cuando se sabe que están vendiendo leche en polvo.

Este jueves, después de tres horas haciendo cola en un conocido supermercado de la población de Táriba en el municipio Cárdenas,  para adquirir papel sanitario y jabón en polvo, se presentaron  los “despelotes” con  riñas  entre amas de casa, situación que se ha repetido en lugares como supermercados de San Josecito -en el municipio Torbes- y parte alta de la  ciudad de San Cristóbal.

«Me agredieron para quitarme el papel»

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Es casi que obligado ver estos desagradables y deprimentes espectáculos con peleas entre  amas de casa, por un rollo de papel sanitario o un kilo de jabón en polvo y es peor cuando se sabe que están vendiendo leche en polvo.

La situación está escapando de las manos de los  gerentes y personal de seguridad de los supermercados, porque ya es incontrolable ver dentro de esos locales, cómo las damas se enfrentan unas a otras en disputa por alguno de esos productos que se conoce están vendiendo.

En el supermercado de Táriba no fue la excepción; las personas llegaron a las 9:00 de la mañana y sobre las 10:00 a.m., cuando se pudo ingresar, una dama que llevaba en su carro tres rollos de 12 unidades de papel sanitario sintió cuando otra la “asaltaba” con insultos diciéndole que no podía llevar tanto papel, sin saber que se trataba de tres familias que llevaban el mercado en el mismo carrito.

 

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Golpes, halada de cabello y rasguños con clavadas de uñas, se observaron en un espectáculo gratis en el interior del supermercado. Resaltó la señora Livia Sánchez: “a mí, me atacaron para quitarme el papel, a pesar de que estuve en la cola desde las 6:00 de la mañana”.

Enseñó cómo le habían rayado el brazo con las uñas mientras que Anita Colmenares, destacó que le habían halado el cabello: “una bachaquera, me insultó y me quería quitar el jabón y el papel; tuve que defenderme”.

Sobre este caso se conoció, por parte de la señora María, que el día anterior esa misma situación sucedió en el supermercado de San Josecito, “donde vi con tristeza que dos señoras se agarraron a golpes por un paquete de papel sanitario; es deprimente lo que está sucediendo en los supermercados”.

—Esta escasez de productos genera desesperación, estrés, mucha ansiedad y por eso ese brote de violencia que debe ser analizado por un sociólogo o psicólogo, porque no es normal que esto se esté presentando en nuestro estado Táchira con violencia, con amas de casa cayéndose a golpe por un producto—, destacó Freddy Arrieta, vecino de Táriba, quien relató lo sucedido.

Atropellan a reporteros

La información hay que darla, está  en la calle y siempre será noticia que se presenten largas colas en los supermercados por  familias enteras tratando de  comprar algún producto. El trabajo periodístico es precisamente informar sobre lo que está pasando.

Algunos  vigilantes  de esos supermercados se extralimitan con la labor del comunicador y quizás intentando evitar que se diga lo que está pasando, ahora agreden a los comunicadores sociales, como sucedió este  jueves en un supermercado de la parte alta de la ciudad, cuando una  joven  intentó evitar que el reportero gráfico de La Nación tomara las gráficas en la parte de afuera del local. Lo conminaba a que no lo hiciera, pero en tono agresivo, golpeándole la cámara con su radio transmisor. Los usuarios de ese supermercado se percataron de la situación y fueron solidarios con el comunicador,  diciéndole a la joven que dejara realizar el trabajo de los periodistas porque solo se quería dar a conocer lo que estaba pasando con las largas colas.

por Augusto Medina