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Opinión

Laureano Márquez P. Nov 01, 2023 | Actualizado hace 2 meses
Back to the future
Lo que uno sí puede hacer es decidir cómo lidia con el pasado y parece que negarlo, suprimirlo o declararlo ilegal es la opción menos acertada. Como dijo Lord Byron: «El mejor profeta del futuro es el pasado».

 

@laureanomar

El tiempo es lo único que no se puede apresar. No hay autoridad humana capaz de detenerlo, devolverlo ni trastocarlo. La ciencia ficción ha especulado siempre con viajes a tiempos pretéritos, pero sabemos que es lógicamente imposible, porque su linealidad es irreversible. Lo contrario sería intervenir la historia con lo cual cambiaria también el futuro de quien viaja al pasado para alterarlo, lo cual termina siendo un oxímoron. De todas maneras, Rosa, como divertimento y como juego es siempre interesante. Podemos siempre volver con la imaginación a las etapas primarias de la humanidad. Uno de mis sueños irrealizables, por ejemplo, es viajar a la prehistoria, antes de la invención del fuego y solo dejarle un yesquero a un antepasado y enseñarle su uso, para luego regresar a mi tiempo a ver qué consecuencias produjo ese solo detallito. Muchas otras inquietudes podrían plantearse: ¿qué habría sido Alejandro Magno con tanques de guerra?, ¿de Julio Cesar con chaleco antibalas?, ¿de Constantinopla con un portaviones anclado en el Cuerno de Oro? En fin, las posibilidades son infinitas. Pero definitivamente los viajes al pasado son imposibles de realizar, también en política.

Hay gente que vive en el pasado, es decir, su presente queda tan marcado por momentos que ya transcurrieron, que no pueden librarse de ellos en el desempeño de su vida, viven, pues, en permanente introspección retrospectiva. Otros traen al presente previsiones del futuro y viven como si esas presunciones ya fuesen un hecho consumado. El miedo al futuro puede ser paralizante y la negación del pasado nos puede conducir a decisiones erráticas.

La negación es, según los psicólogos, un mecanismo de defensa consistente en negar o restar importancia a las situaciones conflictivas o amenazantes. Se afronta el pasado como si ciertos hechos nunca hubiesen existido, lo cual pone en evidencia la ansiedad y el miedo que tales hechos producen en sus negadores, incapaces de asumirlos y afrontarlos. Al omitir la realidad, el afectado por sus resultados adversos, cree poder cambiar lo sucedido, pero no es así.

El hecho es que uno no puede cambiar los sucesos del pasado. El refranero está lleno de dichos que nos lo recuerdan: «llorar sobre la leche derramada» o «tarde piaste pajarito», por citar un par de ejemplos. Lo que uno sí puede hacer es decidir cómo lidia con el pasado y parece que negarlo, suprimirlo o declararlo ilegal es la opción menos acertada, porque como dijo Lord Byron: «El mejor profeta del futuro es el pasado».

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Laureano Márquez P. Jun 20, 2023 | Actualizado hace 2 meses
Explorando el metaverso
¿Estaremos todos tendidos en nuestra cama con un casco de realidad virtual? ¿Se lee en el metaverso? ¿Existe Dios allí?

 

@laureanomar

Trasminado de ignorancia, quien esto escribe pensaba que esto del metaverso era una suerte encuentro internacional de poesía cuyo lema podría haber sido: «…porque nuestra meta es el verso», pero no. La palabra «metaverso» está compuesta de otras dos: «meta» y «verso». La primera viene del griego μετά, que quiere decir «más allá» y la segunda hace referencia al universo. Así, metaverso viene a ser como un universo alternativo generado tecnológicamente, más allá del que nos resulta familiar desde que apareció sobre el planeta el homo sapiens, trasminando la cultura y el saber.

A ver si nos entendemos: hay un universo real, bueno que suponemos real, en el que se desarrolla nuestra existencia física, con árboles de los que te puedes caer y romperte una pierna, lluvia que moja, etc. Frente a este, en el que uno vive, come y descome, hay otro, alternativo, creado artificialmente, en el que también se podría vivir, casi sin tener contacto con el primero, abstrayéndose de él totalmente, como hacen algunos adolescentes cuando uno llega de visita a la casa y solo levantan la cabeza del teléfono celular si alguien de su familia (la mamá, el papá, la abuela), crecido en el universo anterior, los sacude diciendo: «¡chico, saluda!» y entonces emiten una suerte de gruñido, acompañado de un gesto de desprecio que no pueden ocultar en el trato con personas reales, e inmediatamente se sumergen de nuevo en sus teléfonos a trasminar por la realidad virtual.

Los universos virtuales que el metaverso crea tienen posibilidades prácticamente ilimitadas. De hecho, se podría vivir allí, usar monedas virtuales e incluso se habla de llegar al extremo de que sea en algún momento factible descargar toda tu vida real y convertirla enteramente en virtual, es decir, te apagas en el universo, al que insisto en llamar real, para encenderte en el metaverso. Creo que podríamos llegar, incluso, al momento en que el verdaderamente real sea el virtual, entonces, ya desprovistos de las pesadas cargas de nuestros cuerpos materiales y convertidos en señales electromagnéticas, o como quiera que se llame, trasminaremos mundos en los que nuestros cuerpos de carne y hueso, por decirlo así, jamás podrían llegar.

El futuro de photoshow

El futuro de photoshow

Es fascinante y aterradora a la vez esta posibilidad a la que algunos llaman el «nuevo mundo», tal cual se denominó a la América descubierta por Colón. Leo en Internet: «Imagina vivir un concierto como si estuvieras a un metro de distancia del escenario, pero sin salir de la casa; probarte la ropa sin ir a la tienda; o trabajar en una oficina virtual de la misma forma que en la oficina física. El metaverso promete cambiar la forma en la que interactuamos». Ciertamente suena genial. ¿Será este el inevitable paso de nuestro trasminar tecnológico? ¿Estaremos todos tendidos en nuestra cama con un casco de realidad virtual? ¿Se lee en el metaverso? ¿Existe Dios allí? ¿Se puede hablar y escribir libremente o hay que centrarse en la evasión rebuscada a propósito de temas tecnológicos indescifrables?

¿Qué sucede si hay un apagón y no queda nadie afuera de carne y hueso en el mundo real para arreglar la falla? En fin, son muchas las inquietudes. Por lo pronto sigo tomando notas para mi obra, El Ciberquijote de la web.

En un lugar de la web de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo trasminaba un internauta de los de Android ZTE Nubia Red Magic 6r, casco de realidad virtual VR, identidad meta flaca y token metaverso corredor…

El metaverso de Davos

El metaverso de Davos

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Orlando Viera-Blanco Jun 20, 2023 | Actualizado hace 2 meses
El holocausto de la democracia
Las demandas de la población quedan camuflajeadas por la demagogia, la polarización tóxica, el apartheid, la ilusión de reparto patrimonial y la judicialización de la política

 

@ovierablanco

La Encuesta Mundial de Valores —que abarca 77 países— indica que menos de la mitad (47,4 por ciento) de los encuestados, creen que la democracia es importante. Un descenso respecto al 52,4 por ciento registrado en 2017. Una baja preocupante porque menos de la mitad cree que tener una democracia es algo “muy bueno”. Si a ello le sumamos que solo un 25 % del planeta vive en democracia, de allí a las dictaduras populistas de derecha, izquierda o criminales, hay un suspiro…

Panorama global sobre democracias

Llega a mis manos el informe del grupo IDEA [Institute for Democracy and Electoral Assistance] titulado El estado de la democracia en el mundo / Forjar contratos sociales en tiempos de descontentos. Registros que dan fe del preocupante deterioro de la democracia, donde al momento de escribir estas líneas dos tercios de la humanidad viven bajo regímenes no democráticos.

Destaca el documento: “Si bien América es la segunda región más democrática del mundo, Haití, Nicaragua y Venezuela se han unido a Cuba como autocracias en la región […] y un tercio de las democracias de la región han experimentado descensos: Bolivia, Brasil, EE. UU., El Salvador y Guatemala son los países que más caídas han registrado”.

En artículos anteriores comentamos algunas de las transiciones políticas más notables de dictaduras a democracia. Queremos ahora reflexionar cómo se pierden espacios democráticos a gran velocidad y cómo evitarlo. Es a partir de una nueva definición del contrato social como podemos preparar un terreno fértil a una transición sustentable. Es notorio alertar que, para Venezuela, aún no existe un intento serio de un nuevo contrato social. No hablamos de un plan país, sino un nuevo modelo de Estado, de poder.

Un nuevo contrato social vs. el Estado ausente-absoluto

“En las últimas cinco décadas la proporción de democracias en América Latina y el Caribe [crecimiento del modelo democrático] ha pasado del 32 % a un respetable 84 %” (Reporte IDEA 2022). Pero en 2006-2007, Cuba era el único país autoritario de la región. Ahora Nicaragua y Venezuela se han convertido en regímenes autoritarios consolidados, y en 2021 Haití cayó en el autoritarismo. El ascenso democrático de marras es frágil.

Decíamos: “un tercio de los países de Latam ha experimentado descensos en al menos tres subatributos en los dos últimos años”: cambio climático, violencia de Estado, independencia de los poderes públicos, corrupción, acceso a los servicios son los subatributos de afectación. El caso de El Salvador es novedoso, por ser una versión de populismo de derecha que cabalga sobre el valor del “miedo” y la seguridad como factor de “legitimación” de un nuevo contrato social… Volveremos con E Salvador más adelante. 

La hipótesis como factor esencial de deterioro de la democracia global es la incapacidad del Estado de responder a las necesidades básicas de la población, sea por ineficiencia o por agresión del propio Estado. La inflación, no acceder a servicios de educación, salud, alimentos, créditos de vivienda, participación ciudadana; acceso a la justicia, la identidad o libertad de expresión, hacen de la democracia un modelo de poder en contracción continua.

Los factores de erosión sistémica no son atendidos por las instituciones, sino por “el hombre fuerte”, el autócrata, el etnonacionalista, el todopoderoso o, si acaso, el ayatola que viene a redimir la desigualdad. Nuevos contratos sociales modernos, entendidos como pactos de legitimación y obediencia ciudadana sobre un proyecto social común, brillan por su ausencia.

Las demandas de la población quedan camuflajeadas por la demagogia, la polarización tóxica, el apartheid, la ilusión de reparto patrimonial y la judicialización de la política. La ciudadanía compartida es ignorada por el dictador y por la misma oposición. La dinámica se reduce a la protesta espasmódica, desordenada, improvisa. Una oposición perseguida y fracturada más grupos de interés aislados, no alcanzan leverage. El populismo febril se engalana. La libertad de credo, raza o género, se convierte en retórica y el nacionalismo o la revolución justifica la “limpieza criminal” o el mesianismo redentor. Emerge el anticontrato social, el Estado ausente-absoluto. El hombre queda desnudo… 

Qué hemos dejado de hacer

Algunos sectores han trabajado un plan país. Pero sospecho que no le precede un contrato social de visión liberal, integrador y modernizador.

El caso venezolano exhibe elementos de deterioro democrático e institucional muy particulares. A diferencia de lo que ocurre en Asia-Pacífico, Europa Central, Medio Oriente o África subsahariana [Guinea, Congo, Uganda], el modelo de poder autocrático criollo desfigura el Estado en clivajes muy peligrosos. La justicia es selectiva, retaliativa y desigual. La renta, la hacienda pública, queda en manos de bandas y del crimen trasnacional organizado. Los factores de producción, la mano obrera, la propiedad están a disposición de milicias. Neoesclavitud, tráfico ilegal y explotación soterrada [minera, petrolera, gasífera, alimentaria, agroindustrial].  La distribución “de la renta”, patrimonio o botín, cabalga a través de “algoritmos” o artificios de evasión. El voto es fachada, la prensa es maquillaje y la ciudadanía son mercurios de la vieja Atenas… Ni el mundo, ni mucho menos los venezolanos, ha dado con la respuesta a este perverso Estado ausente-absoluto, donde la impunidad es ley.   

En Asia-Pacífico los partidos etnonacionalistas van a la vanguardia. Pero no pactan con grupos radicales-criminales. En África el Estado es personificado por los “hombres fuertes”, de capote, fusil y sable. Pero el clivaje es uno: el dictador… En las Américas –sabemos– brotan movimientos de izquierda, pero aún no llegan a lo que representan Cuba, Nicaragua o Venezuela.

Los conflictos en Etiopía, Myanmar, Siria y Yemen hablan de un nuevo statu quo autoritario, de percepción nacionalista y popular. Las democracias en proceso de erosión a nivel global, Afganistán, Bielorrusia y Camboya, han experimentado un despojo de factores democráticos en términos de elecciones limpias y parlamento eficaz.

Pero Venezuela va más allá. El desmantelamiento del Estado y la consagración de un Estado espejo o paralelo, el anti-Estado, el anticontrato social, la antidemocracia, se define por ausencia de justicia, de paz social, de poderes públicos independientes, de espacios ciudadanos, de papeletas, de falta de transparencia, seguridad y acceso a los servicios públicos fundamentales. El resultado: No tenemos agua, luz, moneda, salario, medicinas, ni pasaportes… Esto no ocurre ni en Somalia o Comoras.    

Nos dice IDEA “52 democracias se están erosionando y están experimentando un descenso estadísticamente significativo… La democracia en los países OPEP de Asia Occidental usan la distribución de la renta para legitimar los regímenes autoritarios. Algunos países de la región como Arabia Saudí, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, nunca han vivido en democracia”. Nosotros también hacemos parte de ese cocotal repartito

Gambia, Níger y Zambia

Gambia es el principal caso de éxito democrático del continente africano. Desde la derrota de Yahya Jammeh [elecciones presidenciales 2016], el país ha mejorado los índices del estado global de la democracia. Estos avances reflejan la visión del Plan Nacional de Desarrollo del país, un nuevo contrato social para los gambianos “que tiene como objetivo la buena gobernanza, la reconciliación nacional, la mejora de la cohesión social y una economía inclusiva. Su aplicación ha implicado un proceso de justicia transicional, una reforma del sector de la seguridad y una revisión de la Constitución”. 

No basta una planificación transicional. Es necesaria la preexistencia de un contrato social concertado. Un nuevo concepto país. El relanzamiento de una democracia moderna, plural, representativa y liberal, basada en la inclusión, la educación, la participación real y la cohesión social. Un preacuerdo entre sectores políticos, industriales, gremiales y académicos para rescatar la moneda, un salario digno, la productividad y la reconstrucción de los espacios públicos, que es recuperar nuestra cultura, nuestra dignidad y nuestra identidad.

Países como Gambia, Níger y Zambia siguen mejorando su calidad democrática, por tener una ciudadanía compartida que ejerce control social. Irak, Irán y el Líbano luchan por convertirse en sociedades más abiertas, donde la retórica se sustituya en rendición de cuentas. Canadá es un ejemplo de democracia porque practica la transparencia que es accountability…  

El Salvador avanza hacia el autoritarismo

En el informe IDEA Internacional 2022, insta a “prestar una cuidadosa atención a la evolución del estatus democrático de El Salvador”. Su tendencia no-democrática ha empeorado en 2021, con descensos significativos en indicadores clave como libertades civiles, parlamento eficaz e independencia judicial. Los datos de la encuesta indican que la idea de tener un líder fuerte que no tenga que lidiar con un Parlamento ni con elecciones ha crecido sistemáticamente…

En conclusión, los últimos datos de los índices del estado global de la democracia muestran que la democracia está en declive. El autoritarismo duplicó el número que avanzó hacia la democracia durante ese tiempo: 27 países experimentaron un descenso en la clasificación de su régimen, mientras que solo 13 mejoraron. Y los pueblos mueren o se van…

Quieren convertir la democracia en periódico de ayer. Los contratos sociales o pactos de legitimación de poder son sustituidos por populismo, culto a la personalidad e ideología. Estamos presenciando el holocausto de la democracia. La consolidación de un Estado-ausente-absoluto-criminal e insaciable que no entiende de declaraciones universales de DD. HH., donde millones de seres inocentes están quedando a merced de los intolerables. 

La falacia democrática

La falacia democrática

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Juan E. Fernández May 14, 2023 | Actualizado hace 2 meses
Dame una noche de asilo
Aún no sé bien cómo seguirá esta historia, de lo que sí tengo certeza es que podré responder uno de los enigmas más grandes de la humanidad: ¿el sexo puede terminar con la amistad?

 

@SoyJuanette

Con “la chica” teníamos un ritual al menos cada quince días, y digo teníamos porque hace semanas apenas nos escribimos. Digamos que pasamos de ser confidentes a convertirnos en conocidos, que solo se saludan escuetamente por WhatsApp.

“La chica” y yo nos conocimos hace unos años en una redacción periodística, y desde el minuto uno fuimos cómplices. Ella me contaba de sus desamores, yo de mi experiencia de tipo separado, de las salidas con mis hijos los fines de semana, y hasta de las mujeres que conocía a través de apps de citas.

Teníamos tanta sintonía, que a pesar que cada uno cambió de trabajo, seguimos siendo amigos. Incluso cuando “la chica” se fue a otro país, nos escribíamos vía mail todos los viernes; eran correos extensos donde dábamos reporte de lo que hacíamos, tal y como si se tratara de un parte de guerra.

Por supuesto que cuando regresó fue una fiesta, aunque nunca nos dijimos lo mucho que nos habíamos extrañado, el abrazo que nos dimos cuando fui a recibirla en el aeropuerto de Ezeiza lo dijo todo. Desde ese día nos volvimos aun más inseparables… al menos hasta que Jorge Drexler y Mont Laferte nos pusieron una trampa y caímos. 

Los hechos ocurrieron así: una tarde, recibí un audio de “la chica”. Ella con tono muy triste me contaba que un hombre con el que se había enganchado le dijo que no podían seguir juntos, pues se había reconciliado con su novia de toda la vida y se mudarían a España.

Le mandé un audio diciendo: “Dale, sécate las lágrimas, es un boludo y no vale la pena llorar por él. Hagamos algo, vente a casa en cuanto salgas del diario, y yo apenas termine una videollamada busco 3 botellas de Otro Loco Más* y se acabó el asunto”. (*Otro Loco Más es un vino Malbec que cura desde la gripe hasta el mal de amores)

Ella me respondió con otro voice diciendo: “Jajaja bárbaro, dejémoslo en manos de Otro Loco Más, él siempre nos ayuda”.

Pasaron algunas horas, y cuando el reloj de mi celular marcó las 19:00 sonó el intercomunicador, era “la chica”. Abrí la puerta y al verme me abrazó y se puso a llorar. Yo dejé que se desahogara, pero uno minutos después salí con uno de mis comentarios oportunos: “Boluda, el piso es de madera, no se puede mojar así que trata de que las lágrimas caigan en mi camisa”. Tras escucharme ambos reímos y abrimos las primeras botellas de Otro Loco Más.

Pasada la primera botella decidimos pedir una pizza, para no rompernos tanto con las otras dos botellas que nos faltaban por consumir, pues con “la chica” tenía un pacto tácito: no podía quedar ninguna botella en pie.

Mientras hablábamos, de fondo se escuchaba uno de esos enganchados de rock nacional con temas de Fito Páez, Charly García, Soda, Fabi Cantilo, entre otros. Pero llegada la segunda botella, cambiamos el género musical y terminamos bailando al ritmo de Rodrigo, La Mona Jiménez y hasta Los Palmeras.

Ya para la tercera botella no estábamos usando ni las copas, y como la bailada fue descomunal, decidimos bajar un cambio y nos fuimos con Montaner, Miguel Bosé, Kevin Johansen y Miranda.

En un momento ya no daba más, y le dije “Chica, ya no puedo más, ¿nos vamos a dormir?”. No había terminado la frase cuando comenzó a escucharse el tema Asilo, de Jorge Drexler y Mont Laferte.

Ella me abrazó y me dijo: “No quiero dormir, te quiero besar”, así que acto seguido nos besamos. Aquella noche fue mágica, o al menos eso suponemos, porque ambos estábamos tan en pedo que no recordamos nada.

A la mañana siguiente, ambos vivimos uno de los despertares más incómodos de la historia. Ninguno de los dos podía con la culpa, no por lo que hicimos, sino porque sabíamos que nuestra amistad tal y como la conocíamos había cambiado. No sabíamos si para bien o para mal, solo que ya no sería lo mismo.

Aún no sé bien cómo seguirá esta historia. De lo que sí tengo certeza es que podré responder uno de los enigmas más grandes de la humanidad: ¿el sexo puede terminar con la amistad?

Les reto a escuchar el tema:

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Juan E. Fernández May 07, 2023 | Actualizado hace 2 meses
El día que me quedé ciego

Ilustración de Alexander Almarza, @almarzaale

@SoyJuanette

Nunca antes había experimentado tanto miedo. Sentir que abres los ojos lo más que puedes y sin embargo no es posible ver nada, aterra a cualquiera. Al final aprendí que no todo es como parece… o más bien como se ve.

Esto me ocurrió cuando era más joven, específicamente tenía 20 años y ese sábado había discutido otra vez con mi novia; creo que la razón fue que aún no sabía que no estaba bueno llevarle la contraria.

Tras la discusión, mi hermano me pidió que lo acompañara al campo, a una casa que papá tenía en los Valles del Tuy, en el centro norte de Venezuela, para pasar el fin de semana, y también el mal trago de aquel desacuerdo con mi novia de entonces.

Fue así como subimos al auto de mi papá, un Ford Conquistador (el auto, no mi papá). A medio camino paramos en una licorería y luego tomamos la autopista rumbo a los Valles del Tuy (al sur de Caracas).

En el trayecto me vi obligado a tomar algo para calentarme. Ese día había llovido y el clima era superfrío. Entonces, si darme cuenta, “me bajé” la primera botella.

Cuando ya habían transcurrido unos 40 minutos de camino, paramos a comer, y fue justo en ese momento que me comenzó a fallar la vista.

Hablaba con mi cuñado al pie del camino (creo que le preguntaba por qué su hermana era tan complicada) y creí ver un muro, pero cuando fui a apoyarme en él me di cuenta de que era un espejismo. Ahí noté que definitivamente me estaba quedando ciego. Me levanté. Y, ayudado por mi cuñado, me metí o más bien me metieron en el auto.

Recuerdo que el Conquistador año 89 comenzó a avanzar, y que solo escuchaba las voces de mi hermano, mi cuñado, un primo… también de fondo había música. Creo que era salsa, merengue o Soda Stereo; bueno, la verdad no me acuerdo, pero puedo dar fe de que reguetón no era, pues gracias a Dios aún no lo habían inventado.

Bueno, volviendo a la historia, comencé a abrir los ojos y veía todo negro. Los trataba de abrir lo más que podía, pero era inútil. Solo gritaba “¡me quedé ciego, me quedé ciego!”, pero no me oían.

Afortunadamente recuperé la visión cuando llegamos a casa de papá. Pero ¿cómo me había quedado ciego? Resulta que cuando mi cuñado y mis primos me metieron en el carro (sí, cuando me caí tratando de apoyarme en el muro imaginario), me acostaron en el piso del Conquistador, y mi cara quedó bajo el asiento. Por eso, cuando abría los ojos lo único que veía era oscuridad.

De aquel episodio de juventud me quedaron dos enseñanzas:

  1. Cuando bebas no manejes (aclaro que mi hermano, que era quien manejaba, no bebió; pero se rio mucho con los que sí lo hicimos).
  2. Cuando montes a alguien en el carro, asegúrate de que su cara no quede bajo el asiento del conductor, pues eso le podría generar fallas de visión.

Nota del editor: artículo publicado inicialmente el 20/12/2020, actualizado el 7/5/2023. 

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Juan E. Fernández Feb 26, 2023 | Actualizado hace 2 meses
El humor como problema

Ilustración de Alexander Almarza, @almarzaale

@SoyJuanette

El otro día escuché en el pódcast Que se vayan todos , que cada vez son más las personas que se informan a través de los humoristas. Y no solamente estoy de acuerdo con ese comentario, sino que soy una prueba viva de eso.  

Desde hace unos meses me informo únicamente por pódcast de humor, tipo el Pulso de la república, PDB, Reporte semanal, etc. Porque la verdad no soporto los noticieros… Sí, sé que soy periodista y también sé que hacer esta afirmación podría costarme espacios en alguno de los medios que publica mi columna, pero la verdad estoy un poco cansado.

Les pido disculpas por hacer de esta columna un espacio para desahogarme, pero cuando decidí escribir me puse como objetivo que solo fuesen textos graciosos; claro, la idea del humor es hacer reír mientras se invita, como quien no quiere la cosa, a la reflexión.

Toda esta introducción la hago para decirles: Señoras y señores, ¡está pasando! El humor, que es un un ejercicio tan peligroso, invadió los espacios de los medios de comunicación.

Y ya las personas, sean de izquierda o de derecha, se darán cuenta de que muchas de las cosas que se dicen o escriben (capaz también esta columna), sirven para mostrar una sola cara de la verdad ¿Cuál? La que más les convenga a los políticos de su preferencia. Pero ahora que el humor está tomando el lugar de los medios, todo se puede ir al garete. Imagínense ¿qué pasaría si los políticos no pudieran manipular a las masas? Justo por eso es que los humoristas son perseguidos, porque hay que evitar ese nuevo “desorden mundial”.

Ahora quiero mencionar un libro de Teodoro Petkoff que leí hace mucho. El libro me ayudó a entender que la política no es un dogma religioso, y que la mayoría de las veces los políticos se equivocan (aunque ellos, sus partidos y sus fanáticos digan lo contrario).

Teodoro también me enseñó la importancia de aprovechar el tiempo a través de una frase: “Bueno, muévete carajo, que no tengo todo el día”… pero eso se los contaré en otra ocasión.

Perdón, me desvié. Les decía que había leído un libro que me enseñó a entender la política: Checoslovaquia: el socialismo como problema, publicado por Teodoro en 1968, el mismo año del Mayo francés. En sus páginas Petkoff cuenta cómo, a partir de la invasión a Checoslovaquia, el socialismo soviético mostró lo que pasaría con el resto de los países que terminaron “invitados amablemente” a pertenecer a la Unión Soviética.

En aquel entonces nadie dijo nada, pues, “El comunismo no se equivoca” se decía en aquel tiempo. Y ahora se repite que “El Capitalismo es la única solución”. Así que quiero decirles algo: el mundo es más que un juego de Caracas Magallanes, o de un Boca Vs. River. ¿Saben cómo me di cuenta? Por dos cosas: primero, porque cubrí política algunos años, y conozco a muchos de un lado y del otro. Y segundo por culpa del humor, pues cuando eres comediante aprendes a cuestionarte todo.

Además, el humor es un antipoder, lean bien, no solo contra el gobierno de turno, sino de cualquier poder que quiera trastocar la sociedad. El humor es una alarma que nos avisa sonreídamente que algo no está bien…

Lo que pasa es que, en este contexto de todos contra todos, muchos humoristas se han convertido, casi sin querer, en la única guía para saber qué está pasando realmente.

Así que el llamado es a que cada cual retome su rol: los políticos a presentar propuestas serias para solucionar los problemas, las personas siendo críticas y cuestionando todo y a todos. Y los humoristas a hacer bromas. De no pasar esto, y tal como va el mundo, ¡todo terminará siendo un chiste!

Hasta la semana que viene (eso espero).

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Juan E. Fernández Feb 19, 2023 | Actualizado hace 2 meses
El amor en tiempos de cuarentena

Recreación cinematográfica de Fermina Daza y Florentino Ariza, personajes de El amor en los tiempos del cólera (Gabriel García Márquez).

 

@SoyJuanette 

Por estos días solo las personas que tienen ojos lindos podrán enamorarse, pues ahora el rostro se esconde detrás de un barbijo. La frase “Los ojos son el reflejo del alma” nunca estuvo tan vigente.

Y es que esta pandemia sin duda está modificando el mundo tal y como lo conocíamos. Imagínense, ahora ha cambiado no solo la forma de interactuar, sino también de encontrar el amor. Vengo de una generación que descubrió el internet en la adolescencia, así que obviamente tuve mis conquistas a través de Messenger y de LatinChat, que sería algo así como la abuela de Tinder o de Happn.

Antes te metías en una sala de chat de acuerdo a una temática específica. Es decir, si te gustaba el cine, hacer deportes o incluso la política, solo tenías que ingresar a esta sala digital y probablemente te encontrabas “al amor de tu vida” o al menos una salida al ya desaparecido Cine Broadway de Chacaíto, con su posterior cena en El Papagayo o en alguno de los restaurantes de moda de aquella Caracas que hoy vive solo en mis recuerdos.

Ni hablar de ese videojuego “Los Sims” que revolucionó la industria y que le costó el trabajo a más de uno por estar tratando de conquistar a otro avatar en horario de oficina. También están esos que lloraron la muerte de sus “Tamatgochi” o mascota virtual, causada por el descuido de su propio dueño.

Esto de la virtualidad se viene tratando también en el cine. Avatar, una de las películas más taquilleras del cine, trata de la posibilidad de que el ser humano viva a través de un personaje que interactúa en un mundo irreal llamado Pandora, mientras la persona está acostada en una especie de cámara criogénica. Y no podemos olvidarnos de Matrix, que ofrece la posibilidad de teletransportarse a distintos escenarios, mientras el usuario tiene una computadora “enchufada” a su cerebro.

Luego de ver todo esto, puedo deducir que en las décadas de los 90 y 2000, ya nos estábamos preparando para lo que vendría: el Gran Confinamiento (como ya lo bautizó el mismísimo FMI), con distanciamiento social. Algo que nos está costando mucho, pues a los seres humanos, en su mayoría, nos gusta juntarnos.

Fantaseando un poco me imagino a Florentino Ariza, protagonista de esa gran novela de García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, tratando de conquistar chicas por apps de citas. Declinando y declinando perfiles hasta dar con su Fermina Daza y darle “Match”. Ahora bien, luego de encontrarla ¿cómo la cortejaría? Primero tendrían que ser del mismo barrio, segundo tener el mismo terminal de número de documento, para así poder salir el mismo día y cruzar miradas mientras caminan a dos metros de distancia el uno del otro.

Imagino a Florentino tratando de dar una flor a Fermina, pero no en la mano, que va, porque eso es contagioso. La tendría que tomar con un alambre o algo así, y estirarse lo que más pudiera para llevar este presente a su amada… Y ahí la novela ya no tendría emoción, o tal vez sí, pues ¿acaso el amor no trata de eso? De luchar contra cualquier límite para demostrarle a la otra persona cuanto le amas.

Para la escena del barco (si no sabe de qué hablo lea la novela, no sea holgazán), ya no podría ser navegando por el río, sino que se desarrollaría desde Zoom, y Florentino le diría al administrador que simulara una falla de conexión para el quedarse solo con su amada Fermina en la videollamada. Y para consumar su amor, harían eso del sexting… eso sí, Florentino rogaría que no falle el internet, porque hasta en este mundo digital y apocalíptico eso del coitus interruptus tampoco está bueno.

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Humano Derecho #229 con Rafael Rodríguez, del Observatorio de Servicios Públicos 
El Observatorio de Servicios Públicos hace encuestas en 12 ciudades para medir la apreciación ciudadana sobre los servicios públicos

 

@_humanoderecho

¿Qué servicios en particular mide el Observatorio de Servicios Públicos? ¿Cómo valora el ciudadano el servicio de agua? ¿Cómo es la percepción ciudadana respecto al gas doméstico? Conversaremos de estos y otros temas con Rafael Rodríguez, coordinador general del Observatorio de Servicios Públicos.

Esta ONG tiene como objetivo “la investigación, análisis, difusión, asistencia e implementación de proyectos en temas de entorno, sociedad, desarrollo y ambiente”.

Rodríguez informa que «Estamos trabajando con 12 ciudades y con una muestra considerable de más de 7000 encuestas realizadas; esto nos da una perspectiva de lo que opinan los ciudadanos con respecto a los servicios que reciben. Tratamos de abarcar la mayor parte del territorio nacional, buscando índices poblacionales para tener mayor cantidad de respuestas sobre los servicios».

Aunque hay una apreciación negativa sobre los servicios urbanos en todo el país, Rodríguez afirmó que  «hay leves mejoras en el servicio eléctrico, pero evidentemente sigue estando en un índice bastante negativo».

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

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