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Venezuela S.A. por Armando Martini Pietri

PARA DECIRLO CON CLARIDAD, no es que haya un mal gobierno al cual se enfrenta una oposición acostumbrada que sus ofertas entren al olvido, sacarlas de nuevo, entre una y otra derrota, con palabras y organizaciones recicladas. La realidad es que en Venezuela hay una sociedad entre minorías, que comparten y usufructúan el poder en beneficio de intereses. 

Conjeturemos a Venezuela como una empresa que controla en teoría una asamblea de accionistas -no se sabe cuántos son, millones se han ido a otros sueños-, pero en la práctica hay dos pequeños grupos simulando críticas de la boca para afuera, que comparten directiva por mitad, la que controla el territorio, domina la estructura gerencial, y la otra, que insiste en asumirla sin un proyecto definido; lo que hace poco probable, tomar decisiones importantes sin acuerdos, -de allí la insistencia y justificación de la conversadera siempre fallida, en realidad, no buscan acuerdo, sino tiempo-. Unos mandan otros acompañan silenciosos, haciendo creer que nada reciben sino carencias y, si llegaran a encargarse de las decisiones ejecutivas, otro gallo no comunista cantaría.

Ambos se mueven entre la colectividad recabando voluntades. El chavismo, madurismo, socialismo, comunismo o como se quiera llamar al castrismo nacional, fue más original, eficiente al principio y consiguió en tiempos mejores votos suficientes para controlar la directiva, entonces concibió dos situaciones al mismo tiempo: se extendió conversando con la mayoría de pequeños accionistas ofreciendo dividendos maravillosos, consientes que jamás cumplirían, pero haciéndolos sentir eran ellos quienes manejaban la compañía, sólo hacían lo que esa mayoría crecida en número y bajaba en ganancias quería; y al fortalecerse, se instaló en la puerta de la sala de junta, guardias armados dispuestos a cualquier violencia para que nadie pudiera entrar, y en el salón de accionistas, para que no se atrevieran a realizar preguntas incómodas. Y quienes las hacían, eran reprimidos, duramente castigados.

Por la puerta de atrás y en secreto, entraban los miembros del otro grupo, que no sólo arreglan acuerdos en su favor e intereses que representan, sino que tienen como tarea la importante labor de distraer y apaciguar a los demás, ofreciendo algún día serán directores.

Los socios al mando no han sabido manejar la empresa, malbarataron haberes, sustrajeron la caja, la destruyeron, arruinaron, y para mantenerla en aparente prosperidad venden, sin consultar, validos de posición, activos de Venezuela S.A. que se agotan por su incompetencia gerencial, sin lograr producir alternativas, ni siquiera mantener productivo lo poco que quedan.

Los integrantes públicos y ocultos de la directiva son amigos, se conocen, acuerdan, se reúnen a diario, tienen años en el juego, algunos advierten sobre errores, pero nada hacen para evitarlos porque de los escasos aciertos y muchas equivocaciones sacan tajada.

Reunirse en la sede empresarial o en cualquier otra parte, no es más que montar un templete carnavalesco, lleno de papelillo y megáfonos para tratar de dar ánimos, distraer a los vecinos para que continúen pendientes, aunque no tengan música para bailar, los disfraces sean los menos y estén apretujados. Desde abajo es difícil conocer las máscaras y los rostros verdaderos, se parecen tanto.

Los directores notorios y disimulados de esta arruinada compañía nunca pierden, siempre ganan, aunque la empresa está quebrada. Por hablar que no quede, ya se sabe que hablando se entiende la gente, aunque sea sólo una minoría devastadora. Los demás que se sigan marchando, serán menos gastos para la gerencia incapaz de producir beneficios y el problema que lo resuelvan otros. 

Sin embargo, la empresa y sus directivos llegaron al límite, están en situación de insolvencia, desconfianza, legitimidad, representatividad, y requieren con urgencia abrirse a inversionistas que aporten capital social, credibilidad, profesionalismo, plan elaborado de recuperación, pero quienes hoy aun manejan la sociedad, pretenden tercos continuar al mando y se resisten cambiar al personal directivo, administradores y gerentes fracasos de siempre, no quieren modificar el plan estratégico, por el contrario, la intención es mantenerlo. El que venga no lo hará sólo por solidaridad, exigirá una ruta distinta, estrategia institucional confiable, con garantías, por supuesto, apartar a los fracasados, solicitando que el destino de los incompetentes, sea asumir sus errores.

 

@ArmandoMartini 

¿Para quién escribió el consejero Abrams? por Armando Martini Pietri

IMAGINEMOS AL EMISARIO ESPECIAL para tratar la situación venezolana Elliott Abrams (político, escritor, diplomático, trabajó para Reagan/Bush, condenado por el escándalo Irán-Contra mientras servía al 40 mandatario, indultado por el 43 presidente), -en la actualidad trabaja en el Consejo en Relaciones Extranjeras-, llegando a su despacho, ordenando a sus colaboradores “por favor escríbeme algo para publicar, salir del paso y no tenga que dar explicaciones”.

El autor prologó inteligente, describió la añorada Venezuela de hace medio siglo, ejemplo de modernidad, partidismo, democracia, moderada justicia, razonable libertad de expresión; resaltando un país atiborrado de recursos, amable y generoso con los migrantes del mundo.

Luego establece el fracaso y negación de lo bueno, se refiere a los chavistas como ángeles caídos del cielo, pero no a todos los venezolanos. Como si no fueran responsables de la tragedia y su peor heredero, la afrenta castro madurista, violadora de los Derechos Humanos, usurpadora del poder, e inescrupulosos para proseguir, con la destrucción y expoliación. No menciona o se olvida la naturaleza delictiva del chavismo madurismo, castro comunismo, que no admite convivencia en la sociedad patibularia en que han convertido el Estado venezolano.

Les habla con dulzura, invita a la reflexión, entre continuar siendo soporte del desastre madurista y a la Asamblea Nacional, la cual califica chavista en vez de Constituyente, solicita se reincorporen en sus asientos de la Asamblea Nacional legítima para luchar democráticamente. ¡Sorprendente ingenuidad! Estamos en una encrucijada de aliados internacionales, temerosos, renuentes a una intervención, no han sabido o querido calibrar la calaña de los que tienen control del territorio. El desafío para explicar las complejidades del problema que enfrentamos, es inmenso. Y, ante el reproche injusto, inhumano, incivil e ignorante, corresponde a los venezolanos resolver asuntos propios, solo un ejemplo; pueblo alemán, segunda guerra mundial.

Reconoce el chavismo acogió en una época, y fue voz, de quienes habían sido excluidos, lo cual es falso y truhana manipulación. Los primitivos comunistas no se integraron a los partidos que construyeron la fortaleza democrática venezolana, no pensaban en más democracia, sino la impuesta por el castrismo cubano. Por eso permanecieron enfurruñados en pequeñas dependencias hambrientas de contribuciones que no llegaban desde cuando fueron derrotados por allá en los años 60/70, dejando de asaltar bancos, trenes, aviones, secuestrar ricos y famosos.

Por eso fueron de ninguna o escasa importancia, sin relevancia -se comentaba con no poca ironía del “permanente 5% de la izquierda”, es decir, de esos partidos castristas unidos, que no se unían, pero delinquían cada uno por su cuenta.

La habilidad de comunistas como Maneiro y Petkoff estuvo en apartarse de la pomposa chulería habanera, fundando movimientos de izquierda con ideologías y objetivos diferentes. El laboralismo industrial guayanés e izquierdismo juvenil, culto, estudiado, profesional pero en redil democrático.

El castrismo venezolano, sus aliados el chavismo-madurismo traspasó todo límite moral, ético y humano en su trato con los ciudadanos, perdieron contacto con la realidad, sus referentes son la inmoralidad que exime cargo de conciencia, única manera de proseguir, sin remilgos, sucios negocios, robo público, violación ciudadana y podredumbre en el actuar. Representan la necesidad existencial de sobrevivencia. ¿Con estos sinvergüenzas se puede negociar un acuerdo para que se vayan? Es decir, se parte de un principio errado, estamos en democracia con demócratas. Sin embargo, el asesor presidencial gringo en nada menciona o hace referencia, al régimen que convida insistente a formar la nueva Venezuela, libere a los diputados perseguidos, políticos exiliados, acosados, asilados y presos torturados.

No se pasearon por la Venezuela del chavismo cubano, pero Elliot Abrams y su escritor lo ignoran. Sólo se preocuparon en repetir lecciones de democracia, lugares comunes, reiterar pendejadas sabidas, remachar enumeración de errores cometidos por la autocracia castrista, llamar a los chavistas a integrarse al movimiento para darle vacaciones al usurpador. El enviado especial, va más allá, reafirma, la necesidad que la crisis se resuelva por la vía electoral y se atreve sin pudor ni rubor a convocar al chavismo para apoyar la transición, garantizando que será un actor relevante en el futuro. ¿Trampa, ignorancia, desconocimiento, estupidez, conveniencia, complicidad o simple sarcasmo?

Para luego, solicitar a los venezolanos se unan en la lucha por la democracia. Eso sí reviste importancia. La oposición tiene años de querella, no puede negársele, sería injusto, mediante un esfuerzo desunido e intereses propios por conservar, sin poder ocultarlo, sucesión de fracasos que hemos visto antes y sufrido reciente; el fiasco del 23F, la estulticia del 30A, la inmensa tontería de Noruega al asistir, reconocen la delincuencia organizada castrista y socios, situándose peligrosamente en paridad moral, inexplicable, dada la eventualidad cierta de un pacto para otra estafa electoral, que hampones, ladrones bolichicos, interesados enchufados, convenientes cohabitantes y los siempre sinvergüenzas anhelan lascivos. Erróneo plantearse la negociación como alternativa a una solución de fuerza, que parece inexorable. El apaciguamiento no resultó con Hitler ni resultará con el fascismo, tampoco con venezolanos y mentores cubanos.

En todo ese lapso, duro, doloroso, sangriento, sólo ha habido una constante, el empeño de Soy Venezuela, María Corina Machado, quienes la acompañan, siguen y se suman a la ruta del coraje, de no dar sus principios a torcer, y una novedad, Juan Guaidó, que aún a su pesar no engaña sino se deja engañar -con su entorno descompuesto- por mucho entusiasmo que genere, y lo genera, pero con cada engaño se erosiona. Quienes deseamos salir de esta ignominia debemos estar genuinamente preocupados.

Los estudios de opinión reflejan números atronadores: la mayoría del presidente interino oscila entre 40% y 45%. Nos enfrentamos a un destino frente a una nación -exagerando- puede dejar de serlo ante el arrase descomunal, grosero y abusivo, que han hecho de las instituciones, normas, principios éticos ciudadanos, valores de convivencia. El estado de alteración, desorganización social y aislamiento por incongruencia combinado con anarquía, es ¿enemigo o peor solución?

 

@ArmandoMartini 

Narices de cierta oposición viscosa y adherente, por Armando Martini Pietri

CUANDO CAMBIÓ LA DIRECTIVA DE LA Asamblea Nacional, cumpliendo pactos acordados, nadie podía imaginar que un joven ingeniero de Vargas se convertiría en referente opositor nacional e internacional.

El madurismo, consciente de que su popularidad y pueblo, no eran tales, por asesoría castrista, veterana en cinismo, procacidad, experta en desastres, aconsejó acelerar la toma de posesión, certificando un proceso electoral que dieron por bueno y la oposición por fraudulento.

Fue oportunidad para adversarios tradicionalistas, expertos en egoísmos, veteranos en fracasos y el siniestro régimen madurista, hallaran motivo, un nuevo dirigente que castro-maduristas y opositores cohabitantes consideraron de poca trascendencia, pieza de breve duración. Observen la diferencia entre reconocer al contrario y enfrentarlo, o querer gobernar con él ofreciéndoles perdón, borrón y cuenta nueva.

Cuando Juan Guaidó juró la Presidencia, los bandos desconcertados, temerosos susurraron, ese no era el acuerdo, pero a cambio, las masas recibieron ampolla de ánimo y esperanza, sin rabos de paja, ni compromisos. Los parlamentarios a los lados del nuevo mandatario arrugaron ceños convulsos, subidas de tensión, transpiraron copiosos, pero la gente desplegó alegría y grandes sonrisas. Nueva bandera de enarbolar, defender, lo mismo pensaron Washington y otras capitales del mundo, sobretodo porque el madurismo no ha dado razones para defenderlo, más allá de las deudas con Moscú y Pekín, la conveniencia geopolítica que el rico amplio territorio venezolano ofrece a terroristas de acá cerca y de allá lejos.

Fue un error precisar hechos y fechas, que llevaron a dos inmensos fracasos: el ingreso aparatoso -frustrado- de ayuda humanitaria el 23F, y el melodrama tragicómico del 30A. En ambos casos Guaidó quedó mal, la oposición peor. El madurismo, como misterioso y cruel tirano militarismo donde no se sabe, quién manda, quedó como lo que es, autocracia con megáfonos frente a los micrófonos y titiriteros en la oscuridad.

Pero en esta oportunidad alguien pensó un poco más, elaborando una estrategia posiblemente más eficaz. Que comienza por aceptar, no es un régimen con muerte anunciada, sino un mal Gobierno con un mandatario decidido por ser obediente sin pensar en su eficiencia, a quien ahora hay que cambiar; se ha convertido en un jarrón que, si bien atrae miradas y odios, está atravesado, es un obstáculo, un estorbo.

Un elemento considerado, dotar de nuevos héroes a los competidores, mártires que atraigan, generen fervores, pero incapacitados para ser útiles. No se toca a los que pueden llamar demasiada atención en países y gobiernos claves, se acosa e incluso arresta activistas que dirigen pequeños grupos, transformándolos en víctimas a los cuales se puede rezar, sin capacidad de hacer milagros, presos e incomunicados.

Otro mecanismo a utilizar, sacar de sus tumbas a mocosos sospechosos sin nada que perder y mucho que ganar, excandidatos presidenciales que avalando lucieron compitiendo sin esperanzas, insignificantes, olvidados y desprestigiados, exdirigentes de izquierda fracasados durante medio siglo, hermano de militar conservador antichavista viejo para molestar -aunque sospechoso de haber amparado a Chávez derrotado-, cristianos, sargentos, socialistas, bolichicos y oportunistas, que puedan crear una simulada oposición coautora, diferente, dialogadora, con alharacas de heroísmos inventados, siempre ávida de financiamiento clandestino, diálogos públicos y secretos -Noruega-, que les permitan llegar a la solución tramposa, engañosa de la cual tánto se habla. Descabezan el parlamento, rebanándolo, dejando sin respaldo al presidente encargado; un Tribunal Supremo de Justicia usurpador, parcial e indigno compromete responsabilidades de los diputados en la comisión flagrante de delitos, -jamás será suficiente advertir lo que significa el desprecio a la judicialización de la política-. Por si fuera poco, toman control fáctico de las instalaciones legislativas, pero desesperados buscan obligar un proceso de dialogo, que algunos convalidan disfrazados en secreto.

Pretender una transición, quizás con Guaidó, pero con partes dependientes o relacionadas con el castrismo venezolano, es la búsqueda desesperada. Si Washington perdona un general chavista, jefe de inteligencia política, puede aceptar otras figuras, montar un Gobierno cívico militar, chavista que, a la vez antichavista, y evitarse una guerra, dedicando sus esfuerzos a causas más lejanas e importantes.

De la recuperación económica, necesaria para Estados Unidos, pueden encargarse empresarios con dinero suficiente y capacidad sobrada, incluyendo sectores de enormes dimensiones que habrán de privatizarse total o parcial, petróleo, agua, telecomunicaciones, electricidad, acero, aluminio, oro, diamantes, coltán y otros rubros, arrancándolos de las garras castristas incompetentes, de nuevos ricos, narco-guerrilleros, militares, políticos corruptos, y demás abruptos.

Los abandonados, no caben en ninguna parte, por eso resienten su pequeñez, Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, Iris Varela, Pedro Carreño, Freddy Bernal, Aristóbulo Istúriz y muchos otros conocen, presienten su inexorable futuro carcelario. Pero como suele decirse popularmente, todo en la vida es negociable, quienes deben estar nerviosos son los que dependen y puedan ser permutables.

@ArmandoMartini 

Díaz Rangel, ¿un enigma?, por Sebastián de la Nuez

ELEAZAR DÍAZ RANGEL FALLECIÓ, en estos días y alguien puso en su muro de Facebook el enigma que encerrará en la eternidad: tenaz luchador por las grandes causas del periodismo, como la libertad de expresión, para terminar cohonestando, precisamente, al régimen más diestro en asesinar libertades públicas que haya existido en Venezuela. ¿Con qué Díaz Rangel ha de quedarse uno?.

No, no había explicación plausible para que el diario Últimas Noticias en noviembre de 2004 brindara de manera tan parcial la información sobre el atentado contra el fiscal Danilo Anderson. En su edición del 19 de noviembre, mientras otros diarios daban la identidad de la víctima, el de los Capriles se conformaba con esta perla: “Explotó camioneta en Bello Monte”.

O sea, ¿había explotado una camioneta en Bello Monte porque se le incendió el motor, quizás, y por suerte no había nadie ni adentro ni en los alrededores? ¿Y para qué titular con ese “caliche” en primera página, entonces?

Así de absurda era la sumisión de Díaz Rangel —y de la Cadena— a Miraflores. Simplemente no había todavía una versión oficial del asesinato y por lo tanto no se atrevían a decir nada. La peor de las censuras, la autocensura.

Posteriormente el caso del fiscal volado fue tratado en la página El País, bajo coordinación de Sucesos, privilegiando la información meramente circunstancial (es decir, el curso de las averiguaciones según reporte oficial) en desmedro de los elementos políticos y de la trama de corrupción que ya comenzaba a aparecer y en la que Anderson se hallaba, evidentemente, involucrado.

Ese fue el modus operandi del director Díaz Rangel durante su desempeño en Últimas Noticias, seguir la versión del chavismo en cada caso. Y sin embargo el periódico, bajo presión de los profesionales que laboraban en Redacción, publicó reportes y notas (seguramente, incluso, a despecho de las propias convicciones de EDR) sobre casos que constituían una alerta sobre el carácter corrupto, inescrupuloso, militarista y criminal del régimen.

Por eso Díaz Rangel fue un enigma.

Pero ya con Maduro dejó de serlo, a partir de 2013 no hubo espacio para las medias tintas ni necesidad de darle más vueltas al personaje puesto que entregaba lo que le quedaba de periodista para ser, simplemente, el operario de engrase y cambio de filtro. En el programa dominical de su compinche José Vicente Rangel manifestó, en enero de 2015, con su cara bien maciza, que sí, que Maduro tenía razón, que hay una terrible guerra mediática contra el país. No sin cierto sufrimiento, esbozó algunas ideas, ayudado por extractos de sus columnas en Últimas Noticias que José Vicente tenía en sus manos. Entre los dos construyeron, en Televen, ese lugar recóndito donde el mundo te lo despachas en blanco y negro, con los malos muy bien definidos y señalados. Un mundo domesticado a su imagen y designio. Ya la Cadena Capriles había sido vendida, el diario El Universal había cambiado de manos y Globovisión también para convertirse en brazos dóciles de la hegemonía comunicacional y sin embargo estos dinosaurios en Jurassic Park TV parloteaban sobre esa debilidad, chico, que tiene este gobierno, que no se sabe defender informativamente.  “Sí, el madurismo necesita hoy en día un mejor manejo del asunto informativo”, decía uno mientras el otro asentía. “Verdad que sí, chico”.

Atrincherado tras su yelmo y su peto elaborado con el acero de los equívocos, las tergiversaciones o las mentiras por todo el cañón, Díaz Rangel vivió estos últimos años dentro de ese mundo cómodo y limitado donde debe haberse repetido una y otra vez los mantras y dogmas que alguna vez aprendió leyendo el Qué hacer de Lenin.

No hay enigma. En una misma persona conviven varios mundos y al final uno termina prevaleciendo sobre los otros. En lo particular, igual me queda el recuerdo híbrido e incluso agradecido de este personaje que me contrató como defensor del lector en Últimas Noticias y me prestó libros de los que llegaban todas las semanas a su escritorio. Y cuando hablaba de béisbol era entretenido y didáctico escucharlo.

 

@sdelanuez

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¡Vamos bien! ¿seguro?, por Armando Martini Pietri

VOX POPULI, CONSIGNA POPULAR. En política nada está listo hasta que sucede. Que vayamos bien es un excelente síntoma, pero no significa que todo esté concluido. Queda un largo y escabroso trecho por recorrer.

Hasta hace poco, se escuchaba en reuniones y cónclaves asistidos por dirigentes opositores, de apariencia informada y protagonistas en círculos políticos, cuando se preguntaba con retraimiento ¿cómo va la cosa? Sin tartamudear ni pensarlo: “todo bien, cheverísimo”, y como remate arrogante: “Está caído, ¡Maduro se fregó!” Ante la contundencia, solo se escuchó en voz baja, la duda sobre el tema militar y sin sonrojo: “Eso está arreglado”. Lo mismo prometieron a nivel internacional y en especial a los norte americanos el 23E y que ratificaron altaneros, el 23F.

Desde entonces han trascurrido dos meses y días. 

La dictadura mantiene el control territorial, ¿Quién lo niega? Maduro ordena, el Alto Mando Militar obedece, el castrismo domina y las mafias continúan sus labores. Guste o no, el interino presidente no tiene poder real en lo interno. Para muestra, la detención arbitraria de su colaborador inmediato y de mayor confianza.

Sin embargo, ha sido significativo el decidido respaldo internacional, reconociéndolo, recibiéndolo con honores de Jefe de Estado, congelando activos, aceptando a sus representantes diplomáticos, atendiendo la visita de la primera dama, y, sobre todo, el cerco financiero que se intensificó con las medidas que afectan a PDVSA, CITGO, bancos venezolanos, que han ido cerrando el grifo a sedientos oficialistas, bolichicos, enchufados y secuaces cooperantes.

No obstante, hay que mantener prudencia y cabeza fría, separar el deseo de lo viable y realidad. Difícil será salir de este modelo corrupto y patibulario que secuestró al país. Sus garras están clavadas muy profundo. Es mucho lo que debe alinearse para decretar el fin del régimen que destrozó a Venezuela y condenó a la miseria a los venezolanos.

Maduro, en su altives y prepotencia, quedó sobrepasado, por los eventos ocurridos y decisiones tomadas a partir de su ilegítima juramentación el 10E. ¡Se le vino el mundo encima!, presumían situaciones complicadas, pero nunca tan complejas y embarazosas. Y se confiaron que la situación estaría bajo control a través de sus aliados en sectores adversos.

No previeron serían neutralizados, aunque sobrevivan, “dominando” nombramientos burocráticos, pero con relativa incidencia en las decisiones que cuentan, como en su momento, la sorpresiva juramentación de Guaidó. Sin embargo, en cumplimiento de compromisos, trabajan arduos en violar la ruta, “cese la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres”, segmentos colaboracionistas, maniobran elecciones negociadas, ¡hasta con Maduro de candidato! Convenirlas, constituiría una burla mundial imposible de justificar.

Despreciaron la energía ciudadana ávida de cambio. La reacción ha sido abrumadora, y la recuperación de la esperanza inédita. Lo que parecía imposible ocurrió: se restauró la conexión emocional, de la mano del joven, inexperto y poco orador presidente, que lo hace original. Es percibido de moralidad política y cambio radical en la que es, la más innovadora estrategia política en 40 años, sin la engorrosa contaminación que caracteriza a los dinosaurios politiqueros de la oposición; pero que viene arruinando, convirtiendo su interinato en coto partidista excluyente, privilegiando a los fracasados de siempre, que contrarios al deseo y realidad venezolana, generan desconfianza y preocupación.

Es el hombre del momento, perturbando a sempiternos y tóxicos “presidenciables”, especialmente los zapateros locales acordados con la autocracia. Su juramentación los tumbó de la silla, les destrozó pactos previos que no pudieron cumplir. Guaidó hace su camino, pero ¡mucho cuidado! la oposición oficialista sigue al asecho, pendientes de emboscar y lo harán en la primera oportunidad.

Desprestigiado por el mundo libre y democrático, despreciado e impopular en Venezuela, el heredero busca superar la tormenta y consolidarse en el poder. El autoritarismo castrista se angustia, encallecidos por 70 años de tiranía, en lo que son expertos, sienten el pánico del perezoso que ganó la lotería y un día se da cuenta de que podría volver a ser pobre y miserable. El control se les resbala entre las manos, razón por la que continúan llamado al diálogo que solo busca tiempo y elecciones fráudenlas, presionando a sus amigos y socios de “simulación contraria”; pero que, el joven presidente no está dispuesto a concederles, a pesar de la grosera insistencia. ¿Podrá resistir la exigencia, o el G4 se impondrá? Por cierto, extraña la reaparición de Zapatero. Arribó casi en secreto, para recomendar el diálogo y salvar a su patrono, pero en las cumbres, se le adelantó el ex rector.

El castrismo madurismo cuenta con los siempre cooperantes asociados en la podredumbre política y económica, que chapotean en el fondo fangoso de la simulación, falsedad e hipocresía buscando incansables el olvido y anhelada inmunidad; connivencia vergonzosa que la sociedad decente, de principios éticos, valores morales, rechaza, y no consentirá.

De allí, la recomendación de la amnistía irresponsable, perdón artero y declaraciones de interinos funcionarios infortunadas e irreflexivas, que descartan intencionales la promulgación del 187.11. Es decir, la ayuda humanitaria supervisada; que convenientemente han justificado, alegando evitaría un conflicto violento, semejante estulticia se combina, con el chantaje acostumbrado y fastidioso de que si criticas divides.

No ha finalizado la partida. La victoria aun no llega, pero se vislumbra y revela brillante. Juan Guaidó es dueño de la convocatoria popular, pero no será por siempre. Ojalá, no incurra en la bobería de traicionar y malgastar la confianza otorgada por la ciudadanía, haciéndose acompañar en su campaña por desacreditados e indeseables. Al oficialismo y soterrados cooperadores sólo les queda como salida ceder el poder, aunque su discurso y acciones parezcan lo contrario.

A Maduro lo abandonarán. De allí, la inconveniencia de prolongar la súplica latosa a los militares, sin entender que no intervinieran por patriotismo, lo harán por supervivencia el día que no tengan opción. Y lo estará, cuando dejen de enseñar los dientes y actúen con otros gallos que cantarán en cualquier amanecer. Por lo pronto las medidas tomadas son efectivas, pero no lograrán en breve plazo derrocar al castrismo, que viene preparando un sistema de supervivencia con apoyo de Turquía, Rusia, China, Irán, y Cuba, para resistir frente a la auténtica resistencia popular ciudadana.

No endiosemos, reconocer lo bueno y señalar lo que se considere equivocado, se llama democracia. Debemos ser claros y firmes, en nuestro proceder. Ser neutral, políticamente correcto, o alcahuetear errores; nos convierte en cómplices liquidadores de la venezolanidad.

 

@ArmandoMartini 

Los Runrunes de Bocaranda de hoy 07.03.2019: ALTO: La compra de Caricom
ALTO
“LA COMPRA DE CARICOM”

 

MUCHO SE HA ESPECULADO desde los tiempos de Hugo Chávez sobre los apoyos que este grupo de países de bajo desarrollo del Caribe han dado al régimen de Venezuela (Chávez&Maduro) en las distintas votaciones o resoluciones que tanto en la OEA como en la ONU han tenido como destino el accionar rojo rojito, cuestionado por unos y respaldado por otros beneficiarios del otrora boom petrolero a principios de este siglo. No me canso de repetir, pues nuestra memoria colectiva es muy frágil ante la avalancha de sucesos, incidentes, encuentros y desencuentros de estos 20 años de revolución que a veces es mas “robolución” que otra cosa, como lo viene demostrando hallazgos en cuentas, bancos, coimas o investigaciones que han demostrado el mecenazgo del Comandante a sus mas fieles compañeros militares y civiles y en el mismo tenor a dirigentes de países que con su apoyo irrestricto le permitieron burlarse de la ley, el orden, la democracia y la Constitución de la RBDV. Desde aquel compromiso violatorio de nuestra Constitución que Fidel Castro ordenó a un sumiso comandante “eterno” en el sentido de dejar de lado la reclamación del territorio Esequibo para comprometer el apoyo del grupo caribeño a la entrada de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU y dominar con sus votos a la Organización de Estados Americanos. Historia patria. Recuerdos lamentables pero que consolidaron a Chávez y todavía hoy le dan aire a Nicolás Maduro en sus planes de seguir destruyendo un país, otrora rico, llevándolo por el precipicio de la pobreza, la pauperización, el abandono de las leyes y convertirlo en un “estado forajido”, denominación de origen del “madurismo” en la parte final de estas dos décadas. La gravedad de la situación económica de la mayoría de estas islas caribeñas las hizo presa fácil de Fidel y su planteamiento para usar el “boom petrolero” venezolano para manipular desde La Habana a su títere admirador y a las islas “eternamente agradecidas” al dictador cubano, mas que a Hugo. La historia ya la sabemos.

 

NOTA: Debido al gran apagón que ocurrió el pasado jueves 7 de marzo y que aún continúa en muchas zonas, no pudimos publicar nuestra columna. Por eso la presentamos el día de hoy.

 

 

 

 

 

 

2019: En Miraflores cunde el miedo, pero... Por Orlando Viera-Blanco

«El régimen no le teme a la oposición. La oposición de la oposición ha resultado más eficiente e hiriente que el G-2 Cubano (buen entrenador). Y ellos ríen y se rascan la barriga»

NO OLVIDARÉ EL 2018. Fue un año crucial para quienes deseamos la restitución democrática y la libertad de nuestro país.  Un año en el que tuvimos la posibilidad real de salir de la era Chávez-Maduro, y se nos deslizó como agua entre las manos. Un año de lecciones creo no aprendidas que nos coloca en un piso arenoso y movedizo para visualizar salidas al menos inminentes.

MASIVO DIVISIONISMO.

No es un tremendismo. La oposición Venezolana no recuperará espacios de poder si sigue dividida, diseminada y enfrentada. Uno de los antivalores de la política es la propagación negativa de fuerzas vivas. Y si lo quieren ver desde la toma del poder contra la tiranía, la historia nos dice que sólo coronan quienes operan en bloque, organizada y disciplinadamente.  Desde el referéndum convocado por la sociedad civil el 16J 2017 comenzó a entretejerse una fractura muy peligrosa en términos operativos. No hablo de una división simplista entorno a lo electoral. Hablo de una fragmentación realmente ideológica, ciudadana y nocivamente cultural: “Ese no es mi p…, tu a mi no me j…, el culpable eres tu”. De ahí al discurso de colaboracionistas y traidores, un suspiro…

Pero la ingratitud ciudadana no es del todo inmerecida para algunos. Tenemos un tipo de oposición personificada por un liderazgo político pragmático, discursivo, desconectado con los ciudadanos que lucharon hasta dejar el pellejo en la calle. Son los pragmáticos que todo lo hablan, lo negocian, lo pactan soterradamente y muy grave: lo sabotean. Para ellos la política es la supervivencia propia. No de sus seguidores, que son muy pocos…Un segundo sector opositor sigue dando la pelea desde diferentes gradas; desde la AN, recorriendo el país, en el exilio, la opinión pública, el lobby internacional, desde una ONG o la ayuda humanitaria. Representa un grueso muy legítimo pero muy vulnerable de la oposición. Tiene gente que aún confía en sus líderes políticos pero con sentimientos encontrados que no les apetece seguir en pie. Son los desesperanzados, los desplazados, los idos, los decepcionados. Un tercer segmento es el llamado legalista, normativo, positivista, con una visión pura y dura de la política que no tolera le conjuguen ni por asomo el verbo votar…

Y un cuarto sector. Muy grave: el pueblo llano, indefenso, acéfalo de dirección y liderazgo empático. Aunque un el sector más silencioso es más numeroso. Sus tripas, sus deudos, sus penas y su miseria hacen un ruido ensordecedor que nadie ha sabido transformar en movimiento ciudadano. 20 años más tarde aún la oposición no ha sabido cortejarles, seducirles, persuadirles, atraparles ¿Por qué? Falta de amor, afecto, deferencia, presencia, caricia, mano en el hombro. Los líderes de la oposición se dedicaron a ser presidentes y cabezas de sus partidos en un país que perdió el formato republicano-sic. Y el pueblo lo sabe y lo resiente. Nadie se volcó a ellos…A redimirlos, a ganarlos, ayudarlos desde su tragedia. El liderazgo de oposición-aun recorriendo el país-diseñó una campaña electoral, no una cruzada humanitaria. Sin duda muchos opositores han sudado la gota gorda de pueblo en pueblo, de casa en casa, ¡pero no de corazón en corazón!. Y en esas prédicas voluntaristas el pueblo se cansó, se hartó, se marchó y al decir de Otero Silva, ha muerto…

MADURO Y OPOSICIÓN: SIN BASE POPULAR.

Los pragmáticos no representan un 5% de la oposición. Otros, los partidistas ex MUD; parlamentarios, exiliados, activistas de DDHH, factores de opinión, gremialistas, curas, encarcelados, no llegan a un 10% de preferencia. Los terceros-para algunos radicales y puristas-prefiero llamarles normativos, [Soy Venezuela, Bloques Constitucionales, Académicos, tecladistas] tampoco pisan un 10%. En otras palabras: la oposición venezolana ha quedado entramada en un 25% de aprobación, registro similar al de Maduro. El rechazo promedio (de todos): 80%. En datos netos más de la mitad de la población venezolana-80% de estrato popular, se encuentra acéfala de liderazgo, preferencia y dirección. Nada nuevo bajo el sol. Regresamos al mismo reparto que se sembró entorno a Chávez desde el RR 15 Agosto/2005…donde un sector popular no migra a la oposición por no encontrar identidad. El éxodo del Chavismo Madurismo no lo capitaliza ningún líder de oposición. Gravísimo. ¿Lección no-aprendida? Humildad. Sobran las palabras….

EL MIEDO ES LIBRE. PERO PELIGROSO.

El régimen no le teme a la oposición. La oposición de la oposición ha resultado más eficiente e hiriente que el G-2 Cubano (buen entrenador). Y ellos ríen y se rascan la barriga.  Pero si le temen inmensamente a dos factores: i.- Al pueblo incontenible, al hambre, al caos (que algunos piensan que es inducido y no lo es) y ii.- A la comunidad internacional. Dos actores que deben trabajar con un liderazgo unido que además se acerque mejor a las FFAA.

Entender estos factores y ejecutar la ecuación: pueblo, humildad, unidad, organización, FFAA y comunidad internacional, es ganar, es forzar desenlaces. El culillo de Maduro es que la oposición lo vea y lo aplique. ¿Lo hará? No tengo la menor duda que será el propósito y objetivo del 2019. El resto, como el home run, saldrá solo…

Para todos un feliz y próspero 2019 !En libertad! 

@ovierablanco