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II Guerra Mundial

Julio Castillo Sagarzazu Nov 03, 2020 | Actualizado hace 4 semanas
Patton, Eisenhower y Venezuela

Los acuerdos de dos grandes amigos, Patton (der) y Eisenhower (izq), pese a sus divergencias en la II Guerra Mundial, ofrecen lecciones de política a Venezuela. Foto en History on the Net

@juliocasagar

Muchísimas veces, desde esta ventanita virtual de papel, hemos citado la famosísima sentencia del barón Von Clausewitz que nos recuerda que “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Lo hacemos una vez más para apoyar una reflexión sobre el tema de las alianzas circunstanciales que ocurren no solo en la política, sino también en la guerra que, como bien dice el militar prusiano, es política pura y dura.

Nos valdremos del relato de una divergencia en el curso de la segunda guerra mundial, entre dos grandes amigos y colegas oficiales de tanques del ejército norteamericano: George Patton y Dwight Eisenhower. Estos dos grandes amigos ostentaban personalidades muy diversas. Patton, impulsivo, dicen que era tan valiente que le llegaron a apodar “sangre y cojones”, con muy pocas dotes para la política; y Eisenhower, gran estratega militar también, pero con tantas dotes para la política que llegó a ser el 34° presidente de los Estados Unidos.

Patton había encabezado la invasión aliada a Sicilia y tomado a Palermo. Además, luego de la invasión a Normandía, fue el gran artífice de la derrota de los alemanes en su contraataque en Las Ardenas, que fue decisivo para que se abriera el camino a Berlín a las tropas aliadas.

Patton se sentía con todas las credenciales y galones (nunca mejor dicho) para ser el primero en cruzar el Rin y dirigirse directo a Berlín. Sin embargo, su gran amigo lo impidió. Le cortó los suministros y el combustible y los desvió a Montgomery que, de alguna manera, rivalizaba con el norteamericano en el campo de batalla. La razón fue eminentemente política. Patton solía comentar que había que continuar la guerra y llegar a Moscú para derrocar a Stalin y, para la época, eso era una idea “políticamente incorrecta”. Sin Stalin, hubiera sido más largo y penoso derrotar a Hitler.

No escapaba a Eisenhower que el avance del Ejército Rojo, desde el oriente hasta Berlín, haría que todos los países que quedaran detrás de sus líneas, después de haber derrotado a Hitler, estarían bajo influencia soviética, como efectivamente ocurrió y como fue refrendado en las Conferencias de Yalta y Potsdam. Tampoco que, en agosto de 1939, la URSS y Alemania habían firmado un infamante pacto para repartirse a Polonia e invadir juntos ese martirizado país.

¿Se equivocó Eisenhower? ¿Era un agente comunista? ¿Conceder tal ventaja y toda la Europa del Este a Stalin no era engendrar otro problema? La respuesta a las dos primeras preguntas es definitivamente: ¡No! Ike no se equivocó y no era un agente bolchevique, ni un quinta columna del comunismo internacional. Se trató de una decisión, más que militar, eminentemente política.

Compartir con un adversario e incluso con un enemigo ideológico de quien conocías todas las crueldades y comportamientos antidemocráticos, fue una necesidad del momento.

Fue comulgar con una rueda de molino, pero necesario, como dijimos, para apresurar la derrota de Hitler y ahorrar las vidas y desgracias que hubiese implicado que la guerra durara más.

Al enemigo que huye...

Hoy en Venezuela algunos se han escandalizado porque Leopoldo López ha manifestado una realidad más que evidente: que con Maduro no se puede hacer una transición, pero que sería importante que elementos de su administración le abandonaran y participaran de un proceso de transición que abriera el camino a unas elecciones libres.

Esto, que parece de lógica formal y de sentido común, nos fue enseñado hace muchísimos años por Gonzalo Fernández de Córdoba, el oficial castellano apodado el Gran Capitán, quien nos recomendó, por allá alrededor del 1510, que “al enemigo que huye, puente de plata”.

De la misma guisa, el gobierno de Donald Trump, a través de su comisionado para Venezuela, Elliot Abraams, ha propuesto un esquema de transición que ha ido muchísimo más allá de lo planteado por Leopoldo López. Ha llegado a expresar que los altos representantes militares podrían quedarse en un gobierno de provisional. Y estableció un procedimiento gradual de levantamiento de sanciones, acompasado al cumplimiento de ciertas condiciones de redemocratización del país y reconocimiento de sus instituciones.

¿Duro de tragar? ¡Sí! Muy duro, pero es su propuesta. La de la administración de Donald Trump. Esquema que, por cierto, ha sido puesto a rodar de nuevo, en estos días, por razones que bien valdría la pena dilucidar. ¿Será que algo se está moviendo en este sentido? Ya veremos.

Lo que sí es cierto es que, así como para acordar plataformas unitarias con factores de la oposición, la frontera que no debía traspasarse es la de la ética; en este caso, además de la ética, es decir, no estar involucrado en actos de corrupción, tampoco deberían tener espacio en una transición aquellos que han sido responsables, directa o indirectamente, de violación de derechos humanos. Pero de que es necesario quebrantar políticamente el frente interno del régimen, es una verdad de Perogrullo y, en esa vía, van las propuestas de transición presentadas por Guaidó y por la administración norteamericana.

Ya veremos cuál es el resultado de las elecciones en los Estados Unidos. Independientemente de lo que nos diga el corazón, y de nuestras simpatías, lo cierto es que Guaidó deberá trabajar con quien resulte electo. Los Estados Unidos son el país más poderoso del planeta y ha venido sosteniendo un apoyo consecuente a nuestra causa democrática. Ha estado, sin dobleces, activando para que logremos salir de esta pesadilla con unas elecciones libres, justas y verificables. Su solidaridad y la de la Unión Europea se mantendrán intactas aun después del simulacro electoral del 6D. Si nuestros aliados nos apoyan, lo mismo deberíamos hacer todos los venezolanos.

El sufrimiento que padecemos no hace distinciones de ideologías y posiciones políticas. Por todo el país, la gente protesta unida, independientemente de por quién hayan votado antes. Ese es el modelo a seguir para reconquistar la democracia y reconstruir a Venezuela.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

General de una estrella y una constelación de dignidad

El general De Gaulle con el general Leclerc y otros oficiales franceses en la estación de tren de Montparnasse en París, 1944. Foto en Wikimedia Commons.

@ArmandoMartini

Generales, almirantes, comandantes y demás rangos castrenses latinoamericanos, con muy pocas excepciones y demasiados ejemplos, identifican la gloria y carrera militar por el deleite de cuadros repletos de medallas, medallitas, méritos, cursos, promociones, abrazos complacientes; convenientes del presidente de turno y cualquier justificación servicial para bajar la cabeza, ensanchar el pecho y lucir una condecoración que “simboliza” virtud y decoro, cuando en realidad significa corrupta obediencia y subordinación violatoria de los derechos humanos.

Charles André Joseph Marie de Gaulle, general, estadista, líder de la Francia libre, creador de la Quinta República, dirigió la resistencia francesa contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y presidió el gobierno provisional de la República Francesa de 1944 a 1946 para restablecer la democracia. Es solo una muestra de un destacado oficial profesional en la Francia de los tres primeros cuartos del siglo XX, que llegó a ser presidente.

Protagonista de la historia europea, participante activo en la Primera Guerra Mundial, experto analista militar que anunció veinte años antes el cambio drástico en las estrategias bélicas con el crecimiento exponencial de la fuerza blindada, en lo cual sus compañeros no solo no creyeron e ignoraron sino que no le hicieron caso. Como tampoco a los alemanes Erwin Johannes Eugen Rommel, general apodado El Zorro del Desierto; y Heinz Wilhelm Guderian, coronel general de la Wehrmacht, jefe del Estado Mayor General del Ejército, impulsor del concepto de la moderna guerra relámpago y artífice de la mecanización del arma de caballería blindada alemana. Estos sorprendieron, doblegaron y humillaron a los militares europeos con tanques, los poderosos “panzer” (forma abreviada de panzerkampfwagen, palabra alemana que significa «vehículo de combate blindado) que cruzaron Europa de punta a punta sin problemas en lo que se llamó “Blitzkrieg”, la guerra relámpago.

El creído ejército francés fue devastado y Francia derrotada. Avergonzada, llorando de vergüenza y humillación, un mariscal que fuera glorioso en la I Guerra Mundial encabezó la Francia ocupada, obedeciendo cobarde y sin cuestionamiento a los nazis. Porque también, como había predicho De Gaulle sin que le hicieran caso, los alemanes ignoraron la costosísima, superarmada Línea Maginot (muralla fortificada de defensa construida por Francia a lo largo de su frontera con Alemania e Italia, después del fin de la Primera Guerra Mundial); y guiados por tanques, sentados sobre sus camiones le pasaron por un lado. ¿Quién va a cruzar lo que puede bordear y dejar aislado lo que se convirtió en días en territorio ocupado por los alemanes? Llegaron a París, dándose el lujo de desfilar marcialmente, con paso firme de oca, a tambor batiente, por el centro de París y el Arco del Triunfo.

Antes de la guerra ni políticos ni militares hicieron caso a Charles De Gaulle, se burlaron de aquél oficial de gran nariz y un metro noventa de estatura que siempre habló mirando hacia adelante con talento, coraje, firmeza, coherencia y amor por su patria. Se convirtió en el abanderado de la resistencia y del regreso; no dejó en paz a los jefes de las tropas aliadas que planificaban la invasión a Europa, pensando que ya no contaban con Francia.

Charles De Gaulle, general de una estrella y talento estelar, no solo impidió que los poderosos estadounidenses dejaran de lado a Francia, sino que se aseguró de que las primeras tropas de liberación que entraran a París fueran francesas.

Rescató a Francia de la derrota, imprevisión y abandono, repudió la tergiversación histórica hoy planteada sobre la mayor coalición de países desde la Segunda Guerra Mundial. Y no utilizó frase ajena como «we will come back»; puso de lado a los incapaces figurantes cargados de galardones y pedantería que irrespetaron a Winston Leonard Spencer Churchill héroe, político, estadista, historiador y escritor británico.

Convirtió a Francia en una de las cuatro potencias victoriosas, la puso nuevamente en la ruta del éxito. Y engranó con Konrad Hermann Joseph Adenauer, primer canciller de la República Federal de Alemania y uno de los padres fundadores de la Unión Europea junto con Jean-Baptiste Nicolas Robert Schuman, político francés de origen germano-luxemburgués; Jean Omer Marie Gabriel Monnet, hombre de negocios, banquero de inversiones francés; y Alcide De Gasperi político italiano, quienes contribuyeron decisivamente en la creación de las Comunidades Europeas, lo que hoy llamamos Unión Europea. Y jamás recibió una segunda estrella militar, nunca vio nadie su pecho relumbrante de medallones y distinciones inmerecidas.

Charles De Gaulle fue mucho más que un militar de desfiles. Fue un gran hombre, un estadista que tenía claro que la salvación pasaba por salir del nazismo y falsos opositores que interesados cohabitan: Arthur Neville Chamberlain, Philippe Pétain. Y eso es lo que cuenta para la historia.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Orlando Viera-Blanco Oct 29, 2019 | Actualizado hace 3 semanas
«La principal materia prima de Singapur es la inteligencia, la educación y el talento de su gente. Sus universidades figuran en las top 10 del mundo». 

Singapur es una pequeña isla de 700 Kms2 y 5.7 millones de habitantes, dos millones locales y el resto Malayos, Chinos e Indios.  Logra su independencia de Malasia hace apenas 54 años. Nadie en 1965 hubiese pronosticado el futuro de Singapur, atrapada en improductividad, criminalidad, carencias ciudadanas y desolación. Tan precaria era Singapur que no se independiza por una guerra sino porque Malasia simplemente la dejó ir. ¿Qué vino después?

De la nada al rey del pacífico

La historia del Singapur moderno comenzó en 1819, cuando el inglés Thomas Stamford Raffles, construyó un puerto británico que permitió a la isla convertirse en un importante canal comercial con India y China, el más prestigioso del Sudeste Asiático.

Durante la II Guerra Mundial, el Imperio Japonés conquistó Singapur y lo ocupó desde 1942 hasta 1945. Al finalizar la guerra, Singapur volvió a formar parte de la colonia británica, pero esta vez se le concedieron altos niveles de autogobierno. Singapur se unió a la Federación de Malasia, formadas por Malaya, Singapur, Sabah y Sarawak [1963]. Sin embargo, pronto se evidenciaron diferencias, por lo que Singapur se convirtió en una república independiente el 9 de agosto de 1965, por expulsión del primer ministro de Malasia Tunku Abdul Rahman.

Nace entonces la república independiente y soberana de Singapur, teniendo como primer ministro al legendario Lee Kuan Yew.  Un Estado rural, sin viviendas, sin trabajo, invadido de criminalidad y sin poder financiero para aprovechar su único recurso: la economía de puerto. Inicia entonces un agresivo programa de industrialización. Primero promueve la construcción de viviendas. Ello mejoró los índices de empleo y favoreció una migración ansiosa de paz y estabilidad. Implementan un plan de industrialización agresivo, incentivos fiscales y tutela británica, que favorece la llegada de capitales de occidente. El nuevo orden legal  fue implacable. El incumpliendo de la ley se paga con elevadas multas, fuertes penas de presidio hasta pena muerte [ergo trafico de drogas].

La política de educación, puertos abiertos, bajas tasas tributarias, salud, techo, cultura y respeto de la ley, pronto dio resultados. Singapur no ha dejado de crecer desde finales de los 70’. Hoy es la economía más competitiva del mundo, pasando de ser un Estado disipado en tiempos de la separación de la Federación Malaya a prosperidad tope y cero criminalidad.

Su ingreso percápita es el tercero del mundo; segundo en transparencia, tercero en protección de derechos de propiedad privada (detrás de Nueva Zelanda y Finlandia) y primero en digitalización, conectividad [5G], seguridad y Smart City Concept.

Singapur pasó de lo rural e inhóspito la tecnología, la comunicación y el poder comercial y financiero en menos de medio siglo. Un Estado vetusto que-sin agua ni infraestructura/1965-a un Estado moderno en los 80’, cuando desarrolló técnicas de desalinización, una urbe financiera, y una ciudad ordenada y limpia, cuyos proyectos de vanguardia simbolizan la gran Singapur. Y ahí está Marina Bay Sands,  “las tres torres unidas por una riostra tipo barco”, que vigila la bahía y el bosque artificial.

La principal materia prima de Singapur es la inteligencia, educación y talento de su gente.  Sus universidades figuran en las top 10 del mundo. Tienen 4 idiomas oficiales, Ingles, mandarín, malayo y tamil. También   turismo hospitalario. Indonesios, chinos, indios, malasios van a Singapur para hacerse chequeos médicos…Son líderes en big data, starts-ups, servicios financieros, traders de energía y circulación global de mercaderías. Ud. no ve un trozo de papel en el piso, su aeropuerto recibe cada año a más de 67 millones de pasajeros, la rentabilidad es un 50% consumo en tiendas y restaurantes, donde 5 terminales cada 80 segundos reciben un avión, teniendo en el centro de la terminal, una impresionante cascada artificial en un ecosistema tipo selva. ¡Regio!.

En Singapur las cosas no se sueñan sino se ejecutan a 5, 10 y 20 años vista. El tráfico no colapsa porque comprar un vehículo es pagar un impuesto elevado, pero el servicio público ¡es como estar en un parque temático!

Dejar de vivir en el ayer…

En Singapur no se cruza la calle sino por el sitio señalado. Miles de cámaras  sabrían que lo ha hecho por lugar prohibido y su multa llegaría a su teléfono con código de pago.  Si no la paga a tiempo la corte será inclemente y su aumento exponencial. Así funciona Singapur…En el aeropuerto saben si usted está triste o feliz porque las cámaras escanean su rostro y estado de ánimo. Y en Singapur a la gente le basta su seguridad. No le interesa competir por el poder porque el poder lo hace bien por la gente.

En Venezuela nuestro desde la colonia hemos estado resistiendo y toreando un Estado ineficaz e invasivo, que esteriliza y disminuye al ciudadano. Fui a Singapur a un compromiso académico que aproveche para consolidar alianzas diplomáticas y respirar futuro. Todo cambia cuando el Estado impone orden asistido de bienestar. A partir de ahí una potente espiral de desarrollo y obediencia, impulsa procesos sostenibles de intereses compartidos.

Venezuela puede convertirse en Singapur y en poco tiempo. Sólo falta tomar una decisión: dejar de vivir en el pasado…

@ovierablanco 

Nueva serie: History revela a X-Company: unidad de espionaje canadiense en la II Guerra Mundial

history

 

Un mundo de espías, sabotaje, acción y drama se apoderó de la pantalla de HISTORY con el reciente estreno exclusivo para Latinoamérica de X-COMPANY, serie que narra las hazañas de cinco jóvenes reclutas formados como agentes secretos a favor de los Aliados, para frenar la avanzada nazis durante la Segunda Guerra Mundial (II War World).

Durante ocho episodios ambientados en la mayor contienda bélica de la historia, esta serie de espionaje y arriesgadas operaciones encubiertas, grabada en Budapest, devela la participación de Canadá en el conflicto militar.

La ofensiva originó la creación del Camp X, un centro de entrenamiento para operaciones clandestinas, ultra secreto, ubicado en Whitby, en las orillas del lago Ontario en Canadá, dirigido por el legendario Jefe de la Inteligencia británica, Sir William Stephenson. En la serie se trata del Capitán Duncan Sinclair interpretado por Hugh Dillon. En esta instalación para la formación de estrategas y espías contra las potencias del Eje y otras organizaciones de inteligencia y contrainteligencia, fueron entrenados el afamado escritor británico Ian Fleming, quien según biografías se inspiró en este oficial Stephenson para crear el personaje  de James Bond, así como el autor de cuentos infantiles Roald Dahl.

En sus primeros capítulos el jefe del Camp X, emplea todos los medios para convencer a su homólogo británico de que Alfred Graves, un joven frágil con una memoria perfecta  puede ser un buen agente. Mientras tanto, el primer equipo de Sinclair ya está detrás de las líneas enemigas y ha descubierto un plan alemán para matar a un pueblo entero. El equipo debe invadir las instalaciones de un cuartel general alemán y Alfred memorizar los códigos que darán preaviso a los británicos de los bombardeos que están por venir. El cumpleaños de Hitler hace imposible que la misión se desarrolle tal y como estaba planeada. Mientras las habilidades persuasivas de Tom se ponen a prueba cuando lo dejan encargado de matar a una familia francesa que ha descifrado la identidad del equipo.

También en los capítulos de estrenos de este 26 de septiembre, los agentes encubiertos Aurora y Tom acudirán a un burdel francés frecuentado por oficiales de alto rango de “Waffen SS”. Mientras Alfred, Neil y Harry se unen con la mafia local para desviar a un físico atómico de manos alemanas. Cuando Aurora no logra reunirse con el resto del equipo, descubren que ella se quedó atrás para enfrentar un legendario torturador nazi.

X-Company se emite todos los sábados a las 10:30 pm, en doble tanda de una hora cada episodio, a través de la señal de History Latinoamérica en las mejores cableoperadores del país.

 

150 evacuados en Londres por bomba de 250 kilos sin explotar de la II Guerra Mundial

bomba

 

Más de 150 personas fueron evacuadas este lunes de sus viviendas en el este de Londres al ser encontrada una bomba de 250 kilos sin explotar de la Segunda Guerra Mundial.

La Policía Metropolitana de Londres (MET, mejor conocida como Scotland Yard) acordonó la zona y evacuó a los residentes que viven a menos de cien metros del lugar donde se encontró el artefacto, en el barrio de Bethnal Green, al este de la capital británica, indicó Efe.

«Estamos siguiendo las indicaciones de la MET y de la Brigada de bomberos de Londres (LFB) y actuaremos según el plan de emergencia establecido para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes», dijo un portavoz del distrito de Tower Hamlets, donde se encontró la bomba.

Un grupo de trabajadores de la construcción encontró este lunes a las 11:45 am en los cimientos de un edificio el artefacto, de 250 kilos y lanzado por el Ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

Los artificieros siguen trabajando en Bethnal Green para desactivar la bomba: «Seguiremos durante la noche y puede que mañana por la mañana también. Recomendamos a la gente que evite este área durante la hora punta y que use rutas alternativas», aseguró Pat Goulbourne, de la LFB.

Entre 2009 y 2014, el cuerpo de bomberos de Londres ha encontrado en la capital británica diez bombas y cinco granadas de mano sin explotar de la Segunda Guerra Mundial.