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Nov 09, 2017 | Actualizado hace 6 años
Padre Piedra: Fe activa

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Hace más de medio siglo, el padre Manuel Aristorena S. J., actual director de Fe y Alegría Venezuela, sería rebautizado con un nombre que reproducía en una imagen el impacto que causaban sus palabras. Por aquel tiempo se encontraba estudiando Filosofía en la capital ecuatoriana y ya tenía la costumbre de soltar frases que poseían la contundencia y puntería del humor granítico. Su habilidad como “tira piedras” de la inteligencia le valió el epíteto mineral con el que se le reconoce desde entonces: el Padre Piedra. Un sacerdote ejemplar entre la gente que trabaja por el bien común y la educación, y cuyas “piedras” han sido materia invaluable en tierras venezolanas.  

Nacido el 2 de septiembre de 1942 en Alsasua, una pequeña población española de Navarra, Manuel Aristorena estudió los primeros años del bachillerato en lo que se conoce como libre escolaridad, lo cual le facilitó una formación en el trabajo personal y autónomo desde su temprana adolescencia. Finalizó sus estudios secundarios en el Colegio San Francisco Javier de los Jesuitas, en la ciudad de Tudela, institución donde estudiara también el fundador de Fe y Alegría, el Padre José María Vélaz. Es allí precisamente donde nació su vocación de jesuita, que lo llevó a ingresar con diecisiete años en la Compañía de Jesús, dos meses después de terminar su bachillerato.

En 1961 viajó a Venezuela como novicio de la Compañía de Jesús e ingresó a sus dieciocho años en el noviciado de Los Teques. De aquellos días recuerda que una de las cosas que le causó mayor impresión en su espíritu fue la vitalidad de la naturaleza. Ese contraste se instalaría en él como una revelación transformadora. O en sus propias palabras: “como un segundo nacimiento”. A los dos meses de haber llegado al país, es enviado al Barrio Unión de Petare, donde confiesa haber descubierto “la bondad de la gente, solidaria en su pobreza, llena de esperanza en sus carencias, con una alegría festiva y compartida y, sobre todo madres, con un amor desbordante y sacrificado por sus hijos. Esta vivencia y encuentro profundamente humano con la gente ha sido mi enganche y arraigo con este pueblo”. Con el tiempo, el sentido de pertenencia al país que lo recibiera en su juventud se hizo tan profundo, que en 1973 renunció a su nacionalidad española y se hizo venezolano por convicción y gratitud.

El Padre Piedra estudió dos años en la Escuela de Letras de la UCAB, luego tres años en la Escuela de Filosofía, San Gregorio, de la Pontificia Universidad Católica de Quito (Ecuador) y obtuvo la licenciatura en Teología por la Universidad de Deusto en Bilbao (España). En su nutrido historial de estudios, las ciencias prácticas ocupan un lugar importante, pues además posee el título de Tecnólogo Electricista e Ingeniero Electricista por el Instituto Universitario Politécnico de Barquisimeto –hoy Universidad Politécnica–, del cual es alumno fundador y egresado en la primera promoción, y ha realizado estudios en la Maestría de Ciencias de la Computación en la Universidad Simón Bolívar.

Una de las labores que más lo llena de orgullo y alegría es la de educador. Sus 45 años como profesor guía, director del Instituto Jesús Obrero y profesor de matemáticas le han dejado la certeza de que hay que estar ante los alumnos como quien aprende. “De estos 45 años –precisa el recuento–, 42 han sido en Los Flores de Catia, con gente popular. Ellos me han enseñado matemática, nuevas maneras de entender ciertos temas y resolver problemas. Pero sobre todo a afrontar la vida y sus carencias y dificultades con esfuerzo y alegría, capacidad de crecimiento y superación. Para mí la vida es un regalo amoroso de Dios y de la bondad de la gente. Por eso mi actitud fundamental es de un profundo y vital agradecimiento. Y es muy motivante vivir respondiendo a tantos bienes recibidos”.

La experiencia acumulada durante los años de preparación y enseñanza académicas, pero sobre todo de compromiso y entrega con los sectores más necesitados de la población, lo condujo hace 13 años a la dirección general de Fe y Alegría Venezuela, movimiento internacional de educación popular integral y promoción social. Dicha responsabilidad no solo lo honra, sino que lo lleva a afirmar, a sus 74 años, que está “convencido de que el derecho humano a la educación de calidad es condición indispensable para construir un país digno, libre, próspero, de hermanos y feliz”. Que sus palabras sigan siendo lo que han sido hasta ahora para el país: piedras fundadoras de saber y esperanza.

 

La Divina Pastora dio de que hablar, por Armando Martini Pietri

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Este fin de semana rendimos tributo a la Divina Pastora, fuimos a renovar la experiencia. La fe cristiana se expande al caminar la procesión con la inmensa e incalculable masa, el calor y la inclemencia del sol se hacen compañeros de ruta, aunque este año fueron benevolentes. El recorrido de poco más de 7 km. comienza en las afueras del templo de Santa Rosa. La Virgen inicia su peregrinar por la Avenida Lara hasta la Plaza Macario Yépez. La devoción por la Divina Pastora es sagrada e infinita, este año caminaron más personas que nunca, y en 2018 habrá más.

Se respira ambiente de fiesta, celebración, fe y esperanza religiosa. Extraordinaria la escultura cinética Manto de María Divina Pastora, monumento mariano más alto del mundo. Barquisimeto llena de jolgorio, plena de extraños que inundamos la ciudad de la música y los crepúsculos, en búsqueda de absolución a nuestros pecados, y en reconocimiento de nuestra vocación mariana.

Esta devoción proviene de Sevilla, España, donde en 1.703 el capuchino Fray Isidoro experimentó en sueños una visión en la cual se le apareció la Virgen María en un paisaje campestre, rodeada de árboles, vestida con túnica púrpura, mantilla azul y portando en su mano un cayado pastoril rodeada de ovejas. Conmovido, acudió al taller del pintor Alonso Miguel de Tovar y le encomendó plasmar la imagen en un lienzo.

En 1740 el Vicario de la iglesia Inmaculada Concepción, ubicada en el centro de Barquisimeto, quiso incorporar la imagen de la Divina Pastora. Por equivocación llegó a Santa Rosa y, cuando el párroco se percató, ordenó la llevaran al destino original. Para asombro de los presentes ocurrió un hecho excepcional, calificado de milagro: el cajón se puso pesado y por más esfuerzo que hacían para cargarlo no fue posible levantarlo. Este insólito acontecimiento fue interpretado como una señal del cielo de que la Divina Pastora no se quería ir, y allí habitará por siempre, en los altares de la iglesia en Santa Rosa del Cerrito.

Otro hecho de fuerza espiritual fue en el terremoto de 1812, un jueves Santo, cuando se desplomó el templo de Santa Rosa, excepto el nicho donde se encontraba la Divina Pastora que permaneció intacto, lo cual fue interpretado como señal clara del poder de Dios y de la intercesión de la Virgen María para la protección de sus creyentes. Se destaca que el nicho ileso reposa en Santa Rosa, específicamente en su Museo.

En 1856 llegó a Barquisimeto la epidemia de cólera que azotaba el país. El Padre José Macario Yépez, ante las innumerables muertes, clamó en una misa, con palabras que resonaban estremecedoras en el templo, suplicando ayuda celestial y exhortando a los fieles a que acudiesen confiadamente ante la Divina Pastora para implorar su amparo y protección.

De repente, en mitad de su encendido sermón, el sacerdote cayó de rodillas y, con los brazos en cruz, ofreció su vida exclamando: «Virgen Santísima, Divina Pastora, en aras de la Justicia Divina, por el bien y salvación de este pueblo te ofrezco mi vida. Madre mía, Divina Pastora, por los dolores que experimentó tu divino corazón, cuando recibiste en tus brazos a tu Santísimo Hijo en la bajada de la Cruz, te suplico Madre Mía, que salves a este pueblo, ¡Que sea yo la última víctima del cólera!».

La epidemia finalizó, el padre Yépez murió el 16 de junio de 1856, y fue la última víctima del cólera. Su muerte fue un sacrificio pleno de bondad y entrega. Esa es la tradición que ha perdurado hasta el presente, grabada en la memoria colectiva de barquisimetanos y larenses. ¡Detalles conocidos y desconocidos de la Divina Pastora!

Volviendo a lo terrenal, al hotel llego el huésped Pedro Carreño, con parafernalia revolucionaria y muy custodiado, al contrario del discreto diputado Germán Ferrer, que pasó casi desapercibido.  Hicieron presencia dirigentes de Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Vente Venezuela, representantes de empresarios y dueños de empresas, artistas, políticos y líderes varios, periodistas, es decir, lo más variado y representativo de las fuerzas vivas y la sociedad venezolana, la que trabaja sin descanso y sostiene las esperanzas de un cambio necesario e inevitable en la políticamente sísmica y encolerizada Venezuela de hoy.

Lo grato, lo impresionante, la gentileza, amabilidad y cordialidad del barquisimetano, y muy digno de acentuar y destacar el comportamiento cívico, hondamente ciudadano de la inmensa multitud.

Hay que subrayar muy especial, el discurso pronunciado en los actos de la procesión de la Virgen de la Divina Pastora, durante la eucaristía, en la plaza del pueblo de Santa Rosa en honor a la imagen Mariana, del Arzobispo de Barquisimeto monseñor Antonio López Castillo.

Se refirió a la situación del país, invocando la intercesión de la madre de Cristo. “Este pueblo tiene hambre, no tiene comida (…) pedimos el encuentro de la Virgen de la Divina Pastora”. Asimismo, aseveró que no callará y hablará a favor del pueblo, al tiempo que cuestionó el modelo político que rige en el país exclamando: “No creemos en este comunismo socialista fracasado, somos demócratas”.

Además, se pronunció a favor de la libertad de palabra, de opinión, el nepotismo cerró el diario El Impulso, «pero viva la libertad de expresión”. Instó a los partidos políticos a que piensen en el país y no en sus propios intereses. De igual manera, Monseñor López pidió la liberación de los “presos políticos” e imploró la protección y bendición para todos venezolanos de la Divina Pastora.

Al mismo tiempo, la Conferencia Episcopal, su secretario general Monseñor Diego Padrón, el Cardenal Baltazar Porras, el Cardenal Jorge Urosa Savino, Monseñor Roberto Lucker y otros destacados dirigentes eclesiásticos, están dando una lección, cátedra de cristianismo, bondad y protección de los más necesitados, los vulnerables, los más frágiles y a ellos se unió con intensa fe el Arzobispo de Barquisimeto; en estos días asediado en su residencia por grupos oficialistas, maduristas, insultándolo con groserías e improperios para intimidarlo. Se equivocan, lo seguirán muchos, miles, millones y presenciaremos, con el esfuerzo de todos y la ayuda de Dios, un milagro que bien merecen los ciudadanos de esta admirable Venezuela.

Después de todo, no hay mal que dure 20 años ni pueblo hambreado, reprimido y maltratado que lo resista.

@ArmandoMartini

 

Divina Pastora, por Laureano Márquez

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Cuentan que el cólera causaba estragos en la ciudad de Barquisimeto a mediados del siglo XIX y que el padre Macario Yépez organizó para el 14 de enero de 1856 una procesión en la que habrían de encontrarse el Nazareno con la Divina Pastora. A esta última, el sacerdote se ofrendó pidiendo que fuese él la última víctima de la epidemia. Cuentan que el cólera cedió y que el religioso murió el 16 de junio del mismo año. En conmemoración de este hecho, todos los 14 de enero se realiza la multitudinaria procesión, que se encuentra entre las más concurridas del mundo.

La procesión comienza con una misa, este año a cargo del arzobispo Antonio José López Castillo, cuya homilía como va siendo habitual cuando la Iglesia habla de los agobios del pueblo— molestó a algunos. Verdaderamente, que en estos tiempos se diga que la confrontación de poderes no conduce a nada bueno mientras el pueblo está agobiado por el hambre y las necesidades, que debe haber una amnistía para los presos políticos y que el voto popular tiene que ser respetado puede escandalizar a los dueños del poder, un escándalo que pone en evidencia el talante de quien lo detenta. Quizá por ello este año, el de la centésima sexagésima primera procesión, se escuchaba por todos ladoslo que llaman vox populi en Lara, que las cadenas de radio y televisión de ese día pretendieron silenciar a la Divina Pastora. Ejercicios militares vs. procesión de civiles, lanzamiento de granadas vs. lanzamiento de mandarinas; en definitiva: armas vs. paz. Verdaderamente fue un día emblemático de la confrontación que vive Venezuela: el señorío de la fuerza enfrentando el deseo y la voluntad de los que quieren peregrinar pacíficamente por los caminos de la libertad.

Lo más hermoso de la procesiónademás de la patrona, naturalmente es la gente. Con todos los infortunios que vivimos, la bondad no ha podido ser exterminada de nuestros corazones. Acudir a la Divina Pastora reafirma la intuición galleguiana: si te vas por tierra y transitas la hermosa autopista construida por el zambo Andresote con el nombre de Rafael Caldera, percibes la magnificencia de esta tierra de horizontes abiertos, donde la mirada se pierde en los verdores, propicia para un esfuerzo que es frenado sistemáticamente desde arriba para fomentar una tierra de abuso, riqueza fácil e improductiva y corrupción (que viene a ser todo la misma cosa); donde una raza buena teje hamacas en Tintorero, o nos pinta con el pincel de Armando Villalón, Jesús Pernaletea e Isabella Despujols; ama en los versos de Rafael Cadenas o espera agazapada en los crepúsculos que la “arropan” (como diría Luz Estrella Parra, también poetisa larense)un luminoso despertar de democracia y libertad.

El milagro solicitado este año era prácticamente unánime. No era menester, siquiera, hacerlo explícito, porque todo el mundo estaba claro en lo que pedía. En esta ocasión el mal no es el cólera, como en tiempos de Macario Yépez, sino la cólera, la ira, el odio, que pretende edificar a la fuerza una forma de nación que excluya todo disenso y criminalice toda inconformidad, invocando ancestrales demonios que han vuelto a subyugarnos, porque no estaban muertos, sino mal sepultados.

Una procesión no es otra cosa que el transitar juntos un camino de fe. No perdamos la fe en Venezuela en esta difícil hora. Quiera Dios que la Divina Pastora nos conceda que nuestro andar sea bueno; nuestros pasos, honestos; y nuestro caminar, justo, para que se convierta en camino para nuestra tierra.

@laureanomar

 

Francisco, jesuita y misionero por Asdrúbal Aguiar

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En el intento de comprender la opción teológico política de Francisco y la circunstancia de su primer viaje como Papa a la América de habla hispana con escalas en Ecuador, Bolivia y Paraguay, desde dónde vierte enseñanzas ante feligreses con importantes mayorías indígenas, escribo al efecto y en sus textos de jesuita y luego como Cardenal advierto su clara distancia con el marxismo.

En conferencia que dedica a la memoria de los jesuitas mártires rioplatenses, en 1988, Jorge M. Bergoglio recuerda la experiencia pastoral de éstos en las reducciones indígenas paraguayas en el siglo XVII. Propone actualizarla de cara a las realidades de hoy.

Describe el “proyecto de paternidad” que éstos avanzan y recuerda que implica para el indígena estar “en capacidad de librarse, zafarse, de todo tipo de esclavitud”; sea la de un “opresor bandeirante, un encomendero venal o un hechicero. Y luego se pregunta ¿qué teología de liberación subyace en este proyecto?, para concluir por lo pronto que es “opuesto a los proyectos ilustrados de cualquier signo, los cuales prescinden del calor popular, del sentimiento, y de la organización y trabajo del pueblo”. Y dice que tampoco se trata de un proyecto de “repliegue sobre la propia cultura (en este caso la de los indios) olvidando el destino de universalidad…”.

Critica “el papel jugado por los marxismos indigenistas que reniegan de la importancia de la fe en el sentido trascendente de la cultura de los pueblos, y reducen la cultura a un campo de confrontación y lucha, en el cual la dimensión manifiesta del ser adquiere un valor meramente mundano y materialista…”. Agrega que tampoco se trata de un proyecto “que facilite la absorción fácil de estilo de vida ajenos, y que por tanto rechaza el conflicto tan fundamental el cualquier hombre, de ser uno mismo y – a la vez – confirmar las diferencias”. Es, en fin, un “proyecto de libertad cristiana”.

De modo que, en las reducciones opera un criterio paternal y de amor, de ayuda a la maduración y emancipación del indígena; a fin de que, a partir de sus discernimientos básicos y naturales como “su admiración por lo maravilloso” que da base a la hechicería, por “la audacia y elocuencia” de sus caciques, e incluso de los odios y pasiones que alimenta “bajo las aguas tranquilas” de su sumisión, y siendo abierto y dado al heroísmo, alcance desde allí a conocer y hacer valer su dignidad humana.

Se trata de un ir y venir, de un enriquecimiento recíproco entre la enseñanza evangélica trasplantada desde España y las cosmovisiones primitivas. Se trata de una misión que comienza por la realidad; es decir, conocer “el alma del indio” y sentir junto a él, en la convivencia, “sus necesidades”. De modo que, en un proyecto de amor paternal, de promoción de la dignidad del indio, como de libertad – “liberación de los malos encomenderos, liberación de la tiranía de la selva a la que hicieron sonreír con las cosechas, liberación de la esclavitud de la enfermedad curando sus llagas, liberación de la ignorancia” – cabe apreciar dos perspectivas diametralmente opuestas. “Las grandes guerras de conquista y anexión las ganaron siempre quienes dominaron el mar; las grandes guerras en pro de la consolidación de los pueblos las ganaron – en cambio – quienes se atrevieron a dejar las costas y se adentraron en la tierra”.

Los mártires jesuitas, en suma, corren en línea distinta de la que se impone bajo las cortes ilustradas borbónicas: “Responder a la noble intención de organizar este gran reino y uniformar su sistema político y económico con el de la metrópoli”, como lo dispone Carlos III. La universalidad fecunda que integra y respeta las diferencias se ve lamentablemente desplazada.

No es del caso cambiar la realidad encontrada sino de dignificarla, recuerda Bergoglio. Propiciar un cambio de actitudes trabajando sobre la realidad y con el ejemplo: “Realzar la dignidad del indio” es estar junto a él, es “curar un enfermo, darle de comer, bautizarlo y catequizarlo, enseñarle a labrar, danzar o tallar».

Roque González – uno de los jesuitas mártires – recuerda que “al edificar chozas para cada familia se crea conciencia de familia como base sólida de la sociedad, frente a la costumbre concubinaria”.

La opción teológico-política que redescubre el Padre Jorge, predica que “la exigencia de conversión del corazón es el momento espiritual de liberación del pecado propio y liberación del mal que sufren los indios. A través de esa conversión, se da el cambio de estructura pecaminosa de la relación económica: no son los indios los que deben pagar por lo que han trabajado, sino el encomendero valorar el sujeto trabajador que acrecienta su riqueza”.

Lejos se encuentra el Papa, pues, de la llamada “teología de la liberación”.  

 

@asdrubalaguiar

correoaustral@gmail.com

 

FOTOS: Así estuvo la procesión de la Divina Pastora en Barquisimeto

@yelinares

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Redacción Runrunes

Fotos: Anabel García

 

Feligreses desde todas partes del país acudieron este 14 de enero a la 159va procesión de la Divina Pastora en Barquisimeto. La fe de más de un millón de personas recorrió las calles de la capital larense para rendir tributo y acompañar a advocación de la virgen María y patrona de Lara. Algunos cumplieron promesas por favores concedidos, mientras que otros rogaron por milagros en la peregrinación anual, que es también la segunda más grande de Latinoamérica, después de la congregación de la Virgen de Guadalupe, en México.

Aquí una muestra de fotos de la procesión de este miércoles en Barquisimeto.

 

 

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Así fue la primera vez  de ellos en la procesión de la Divina Pastora

@yelinares

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La mayoría se trasladó desde otros estados para pagar promesas recientes o para pedirle favores a la patrona de Barquisimeto. Algunos estaban sorprendidos con la multitud, que superaba sus expectativas.

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Fotos: Anabel García

Barquisimeto. A los que se estrenaron este año en la Visita de la Divina Pastora a la Catedral de Barquisimeto se les notaba en la cara. No fue tan difícil encontrarlos. Iban curiosos, hallando novedad en una cita que lleva 159 años, asombrándose del gentío y, a veces, temerosos de que la multitud los arropara.

La mayoría decía que la multitud superaba las expectativas que tenían sobre el aluvión de gente. A todo los novatos en la ruta de la Pastora se les veía entusiasmados, expectantes, alegres; diferentes a los veteranos en acompañar a la Virgen, que ya se saben todas las rutinas de la mayor peregrinación de Venezuela.

Isabel Pérez

1. Isabel Pérez ( ama de casa)

Llegó con dos amigas, proveniente de Barinas, para pagar una promesa a la Virgen. «Yo no conocía a la Divina Pastora, ni sabia cómo era, y una noche del año pasado, mientras yo lloraba y rezaba, porque mi hija estaba desaparecida, ella se me presentó, así igualita a cómo es, y me dijo: ‘No te preocupes, que tu hija va a llegar bien’. Y así fue. Al día siguiente, a las 7:00 de la mañana, mi hija llegó a la casa en buen estado». Es devota de la Pastora desde entonces y por esa razón vino este año, por primera vez, a entregarle a la Virgen una foto de su hija. Iba a caminar este miércoles hasta donde la llevara la Virgen, según dijo.

2. José Montes (vigilante de una escuela)

Vino con su esposa y con su bebé de un año desde San Felipe, Yaracuy. «Le ofrecimos una promesa a la Virgen de que si la niña nacía sin problemas de salud, la visitaríamos en esta fecha. Y nos la concedió». Estaban en la redoma de Santa Rosa y pensaban llegar caminando hasta la Catedral. «Si la virgencita nos da la oportunidad», advirtió.

René Barrios
3. René Barrios (estudiante de administración)

Viajó desde Mérida con un grupo de familiares y amigos para agradecerle a la Divina Pastora por haberle dado la fortaleza y paciencia que necesitaba para enfrentar la muerte de su padre y de una tía. «Soy devoto de ella y estoy feliz de haber podido venir», dijo.

Engerson Hernández

4. Engerson Hernández (empleado de una fábrica de muebles)

Llevaba cargado a su bebé, de meses, quien tenía unas prótesis en las piernitas. Se trasladó desde Los Teques, con su esposa y otros familiares, para pedirle a la Virgen que ayudara a su hijo a mover las extremidades, que tiene paralizadas desde que nació. «Soy creyente de ella. Tengo fe», expresó.

Eliana Cabral, Andrés García y Fanny García
5. Eliana Cabral (administradora), Andrés García (diseñador gráfico) y Fanny García (publicista)

Vinieron a la procesión por gratitud con la Virgen. Para agradecer y para encomendarle una petición especial para que un amigo recupere su trabajo. «Soy creyente de la Virgen del Valle y me encanta poder compartir este fervor por la misma virgen», contó García.

Dulmary Silva y Benigno Pargas con sus hijos
6. Dulmary Silva (TSU en Agroindustria) y Benigno Pargas (contador público) con sus hijos.

Vinieron de El Tocuyo, con sus dos hijos pequeños, por la necesidad de agradecer a la Virgen de que salieron bien de una situación que enfrentó la familia con el hampa. «Recuperamos una camioneta y todo salió bien», contaron. Estaban impresionados de la cantidad de gente y por eso decidieron quedarse frente a la tarima en la que una banda tocaba golpe tocuyano.

Chiara Francini
7. Chiara Francini de Wichmann

Unos amigos la convencieron para que viajara de Higuerote a Barquisimeto, a conocer a la Pastora. «Tenían tres años invitándome para que viniera. Un grupo vino de Margarita y aquí nos juntamos. Hay muchísima gente y está muy organizado, a diferencia de lo que esperaba». No es tan creyente de la Virgen. Iba caminando con un bastón y dijo, con buen humor, que llegaría hasta donde la llevaran los amigos.

Miguel Vargas, Carolina Dávila y José Luis Suárez
8.  Miguel Vargas (párroco de la iglesia de Las Minas de Baruta), Carolina Dávila, José Luis Suárez

Llegaron de Caracas para pagar por una promesa concedida por la Virgen acerca de la salud de José Luis, quien tuvo cáncer, recientemente. Estaban felices de estar allí, acompañados de familiares y amigos de Barquisimeto.

Daniela Gil
9. Daniela Gil

Iba tomada de la mano de su mamá. Dice que cree en la Divina Pastora, quien le ha concedido favores. «Vine a agradecerle, porque mi papá tuvo un accidente y yo le pedí que se mejorara. Y ya está bien», contó.

Vitelba Afonso
10. Vitelba Afonso (administradora jubilada)

«Jamás había estado en una procesión tan magna como esta. Soy devota de la Virgen del Valle y solo había ido a sus procesiones, pero ésta es bellísima. Los testimonios me sorprenden y la afluencia es enorme», comentó la señora que vino de Caracas.

Papa Francisco pide a líderes religiosos que denuncien la violencia en nombre de la fe

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En su segunda visita al continente asiático, el Papa Francisco ha instado a los líderes religiosos a que denuncien los actos de violencia que se cometan en nombre de la fe, durante el encuentro inter-religioso que mantuvo en el Centro de congresos Bandaranaike en Sri Lanka.

En una ceremonia a la que asistieron representantes de todas las confesiones religiosas presentes en Sri Lanka, Francisco afirmó que «por el bien de la paz, nunca se debe permitir que las creencias religiosas sean utilizadas para justificar la violencia y la guerra».

«Tenemos que exigir a nuestras comunidades, con claridad y sin equívocos, que vivan plenamente los principios de la paz y la convivencia que se encuentran en cada religión y denunciar los actos de violencia que se cometan», subrayó en su primer día en Sri Lanka.

Por otra parte, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha afirmado que el Sumo Pontífice debió cancelar un encuentro que tenía previsto con obispos y seminaristas en el arzobispado de Colombo para poder saludar a los fieles y recorrer en papamóvil la ruta desde al aeropuerto a la capital.

Religiosos no, terroristas si por Brian Fincheltub

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Algunos se preguntarán por qué la decisión de hablar de Francia cuando la situación en Venezuela es lo suficiente grave para dedicarle muchos artículos. La respuesta es simple, no es Francia, son los valores que defendemos como cultura los que fueron atacados y se encuentran seriamente amenazados por el extremismo. Corriente que tiene muchas formas de expresión, pero que en general se manifiesta en la anulación de la razón, el ejercicio de la violencia y la intolerancia.

¿Qué hace del atentado a Charlie Hebdo un caso simbólico? El riesgo que significa para Occidente que la libertad de expresión y la democracia sean condicionadas por grupos minoritarios, que lejos de integrarse, tratan de imponer su pensamiento único. Este es un atentado que consterna al mundo y nos llama a todos a la reflexión. Unos fanáticos extremistas le están diciendo a Occidente lo que está permitido y lo que no. Ese es el objetivo principal del atentado terrorista contra la sede del semanario francés “Charlie Hebdo”, famoso por el uso de la sátira y el humor negro, propagar el miedo y el silencio.

Nunca he tocado el tema religioso en mis artículos, porque aprendí  al crecer en Venezuela a convivir en las diferencias. Era normal ver una mezquita, una sinagoga y una iglesia a pocos metros de distancia sin que eso significara un riesgo. Las diferencias políticas se resolvían en las elecciones y las deportivas desaparecían al salir del estadio. Esos son los valores que defiendo y por los cuales eran imposible no escribir sobre el tema hoy.

Me resulta imposible entender qué pasa por la cabeza de esta gente para cometer semejante acto terrorista. Las religiones son para vivir, no para matar. Son para unir, no para separar. Son para amar, no para odiar. Son para perdonar, no para vengar. Son para que cada ser humano saque lo mejor de sí, no lo peor. Son para que tengamos fe, para hacernos más humildes, mejores personas, para actuar correctamente. Son para que todos entendamos que cualquiera sea nuestra raza, creencia o condición social, hay una fuerza superior, que aunque tenga nombres diferentes, nos guía a todos. La admiramos, le rezamos, le respetamos, tememos y guardamos en lo más profundo de nuestra alma y nuestro corazón.

Al final es la misma fuerza: Esa fuerza es Dios. Pobres de aquellos que usan su sagrado nombre para profanar y matar. Ellos no creen en el bien, creen en el mal. Nadie es quien para quitarle la vida a otro ser humano y menos por fanatismos religiosos. Ojalá este hecho sirva para que todo el mundo abra los ojos y entienda finalmente que estos no son «fanáticos religiosos», ni ejemplo de la palabra de Dios, son terroristas. Por eso hoy todos somos Charlie, somos millones los que volvemos a decir: ¡Nunca más!


@Brianfincheltub

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