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Empresas Privadas

Empresas privadas y sociedad civil combaten la COVID-19 con solidaridad
El coronavirus ha agravado la vulnerabilidad de la población venezolana, afectada luego de siete años de caída de la economía y casi tres años en hiperinflación. Es por ello que las empresas privadas y algunas asociaciones sin fines de lucro se han activado para tratar de reducir un poco los efectos de la crisis en las comunidades más afectadas

Desde que estalló la pandemia de la COVID-19 en Venezuela, las empresas privadas y la sociedad civil han trabajado, en muchas ocasiones de manera mancomunada, para ayudar con donativos e iniciativas filantrópicas a combatir la emergencia sanitaria en hospitales y comunidades vulnerables, ante el insuficiente apoyo del Estado que se ha limitado a entregar bonos irrisorios y a repartir una caja CLAP cada vez más liviana y ausente.

Asociaciones sin fines de lucro y compañías locales y transnacionales, como parte de su responsabilidad social empresarial (RSE), han realizado importantes donativos, entre otras cosas, de alimentos, comida preparada, medicinas, tapabocas, guantes y alcohol antiséptico a centros de salud y a sectores empobrecidos.

Las compañías también han lanzado campañas comunicacionales para difundir información sobre las medidas preventivas contra el coronavirus y creado nuevos proyectos con los que buscan garantizar la alimentación y la protección de niños y personas de la tercera edad, así como también dotar de insumos de protección al personal de salud que está en la primera línea de respuesta a la covid-19.

Lea el artículo completo en Tal Cual

Presidente de Conindustria: “Venezuela tenía hace dos años 12.700 empresas, ahora sólo quedan 3.600”

EL PRESIDENTE DE CONINDUSTRIA, JUAN PABLO OLALQUIAGA, alertó este martes 4 de septiembre que un total de 9.100 empresas en Venezuela han sido forzadas a cerrar sus puertas, tras la crisis socioeconómica que atraviesa el país con una hiperinflación que está afectando de manera drástica la economía y el salario de los venezolanos.

“Venezuela tenía hace un par de años 12.700 empresas, ahora solo quedan 3.600, el parque industrial se ha ido cerrando”, comentó Olalquiaga sobre la situación actual del sector industrial en el país, durante una entrevista concedida a Shirley Varnagy en la emisora Onda La Superestación.

Aseveró que de las 3.600 empresas que aún mantienen sus puertas abiertas pese a las adversidades, 3.100 son privadas y trabajan al 25% de su capacidad.

Respecto al Producto Interno Bruto (PIB), resaltó que “venimos de 5 años de contracción” y aseguró que las medidas económicas por parte del presidente Nicolás Maduro “han sido muy agresivas”, haciendo referencia al aumento del IVA del 12 al 16%.

Mi empresa es mía, por Ramón Hernández

ClapCarabobo

 

Si la ilegal, ilegítima y buena para nada asamblea constituyente cumpliera una milésima de sus presuntas funciones, sobre todo en el ámbito económico, ya habría abierto una rigurosa investigación de las empresas que manejan funcionarios del PSUV enchufados en el Estado. Que sea una compañía anónima de nombre Alimca la que se encarga de almacenar, empacar y repartir la cajas del CLAP en Carabobo y no una dependencia de la gobernación es tan sospechoso como que el G2 cubano sea dueño de una empresa que se encargue de fabricar pinchadores telefónicos, que en criollo se llama despacharse y darse el vuelto.

En los usurpadores de Marx y los últimos correligionarios de Lenin y Stalin no ha mermado su aversión al capitalismo, sobre todo al capital en manos ajenas. Cualquier empresario exitoso que no haga “negocios” con ellos o se ponga remolón, como fueron los casos de Ricardo Fernández y del que llamaron el Rey de la Cabilla, pueden parar con sus bolsillos vacíos en la cárcel, pero los de la comandita sí utilizan la modalidad empresarial, sean compañías anónimas o sociedades ídem, para evitar o impedir que la Contraloría, el Poder Legislativo o el pueblo a través de los medios meta las narices.

Siendo ante la ley “empresas privadas”, la contraloría social o la vigilancia estatal tiene límites claros. Si aún muchas empresas verdaderamente privadas pueden funcionar como cada una lo desee, aunque diariamente son numerosas las inspecciones, los controles y el me da la gana de cualquier chafarote con “carné”, la razón es que la camarilla gobernante maneja como suyas esas empresas que son del Estado pero operan y ganan real como corporaciones privadas. ¡Bingo!

Las escaramuzas entre el gobernador Rafael Alejandro Lacava Evangelista y el mayor Francisco Ameliach Orta, constituyente ilegítimo y ex mandatario de Carabobo, tienen los mismos visos y orígenes del despojo perpetrado por el gerentillo José Gregorio Vielma Mora a la humillada, subordinada y juramentada gobernadora del Táchira: capital, dinero, chanchullos, negocios, ganancias rápidas, corrupción.

Mis zahoríes y oráculos medio en broma y medio en serio me pronosticaron antes de que Nicolás Maduro decretara la reestructuración y refinanciamiento de la deuda exterior, como la llama Rodríguez Zapatero cuando manda la factura, que el mismo día que el ex sindicalista del Metro entregue la banda presidencial aparecerá con Cilita, Diosdado, Tareck, Jorgito, Elías, Villeguitas, Delcy y Héctor como únicos propietarios y directivos plenipotenciarios de Pdvsa y demás empresas básicas. Aristóbulo está jodido, no queda ni de empleado de confianza. Presto bola de cristal, sin opacidades.

 

@ramonhernandezg

El Nacional

Peter da la bienvenida a Nicolás por Armando Martini Pietri

NMM-!

 

 

Es mucho, variado y diverso lo que se comenta sobre la causa de los problemas que confronta el Presidente Nicolás Maduro. Unos creen que es prisionero del chavismo radical, otros aseguran que algunos militares lo tienen amenazado; un sin número achacan que su esposa y entorno lo influencian más de lo deseado, debido y conveniente, que Diosdado lo controla o, aún peor, lo atemoriza; por otro lado algunos están inclinados a creer y criticar que la oposición lo complace por su desorden interno, los que se asumen como estrategas piensan que la MUD lo perdona porque sus dirigentes razonan que mientras más errores mejor para los partidos opositores, los menos que hay negociaciones de aquí y de allá, los más que los corruptos no permiten esto o aquello, que los bolichicos y oligarcas de nuevo cuño se imponen y lo acosan con exigencias porque sin Maduro y su gobierno quedan a la buena –en realidad a la mala- de Dios y otras muchas especulaciones.

Otro argumento, con la convicción -¿diría mejor «la percepción»?- de que cualquiera de las opciones son posibles, pero eso llevaría también a concluir que quienes están vinculados e integran el madurismo comparten la misma torpeza; posible, claro, pero quizás optimista –o pesimista, decida usted según su interpretación. Todas individualmente son viables y conjuntamente razonables.

Pero hay que tomar en cuenta que ese tipo de circunstancias, malas recomendaciones egoístamente interesadas, pescueceos de quítate tú para ponerme y lucirme yo, las zancadillas mutuas, la acumulación de malos consejos y peores  interpretaciones, las han padecido todos los presidentes venezolanos sin que por ello hagan a diario tan mal gobierno. Es o digamos que parece evidente que el problema recae en la figura del presidente Maduro, quien no consigue manejar todo esto, es excesivo para él, está abrumado e intimidado. Carece del apoyo partidario y popular que tuvieron en sus tiempos aterradores Betancourt y Leoni, acosados por guerrillas violentas y por golpes de estado cuando hasta una bomba le pusieron a Rómulo que por poco lo mata, pero con partidos férreamente unidos en defensa de la democracia; ni tiene tampoco la cultura ni la terca soberbia de Rafael Caldera ni el crecimiento explosivo de los precios petroleros que ayudó al mito de Carlos Andrés Pérez, entre otras condiciones buenas y peores. Maduro, que no necesariamente es mala persona, ha llegado a lo que se conoce como el principio de Peter, es decir, llegó a su nivel de incompetencia. Lawrence Peter precisaba que «con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones».

Ése es el problema real –el único insalvable, verdaderamente- que sufre Nicolás Maduro, a quien Chávez bendijo –aunque no era Cristo a pesar de lo que algunos necios dieron en imaginar, digo por lo de bendecir- con oportunidades de aprender brindándole su confianza y afecto, colocándolo en puestos en los que, por simplemente asistir, algo asimilas. Entre bondades y torpezas, entre instrucciones cumplidas sin discusión, equivocaciones amparadas y corregidas –o no, con Chávez nunca se sabía- Nicolás Maduro formó siempre parte del círculo de acceso y presencia permanentes al lado del Comandante, fue diputado y presidente de la Asamblea Nacional, Ministro de Relaciones Exteriores y Vicepresidente ejecutivo de la República.

Todos pensaron, incluso el propio Chávez Frías víctima de un cáncer feroz y posiblemente mal curado por cubanos que ya no son lo que fueron, alejados de los avances modernos por el cierre casi total de Cuba por los hermanos Castro, que Maduro Moros tenía algo en la bola y que podría ser un apacible y pragmático sucesor. Fue un Chávez moribundo, medicado y adolorido el que recomendó a sus seguidores votar por su entonces vice-presidente en quien depositaba su total confianza cuando se produjesen las elecciones que habría que convocar y realizar después de su muerte -¿recuerdan que Hugo Chávez nunca llegó a encargarse formalmente de la Presidencia después de su triunfo electoral? Aún así Nicolás Maduro y el chavismo en proceso de transformación en madurismo se dieron el primer lujo; perder casi un millón de votos frente a Henrique Capriles, ¿se acuerdan de ese resultado? Maduro, solo en el poder, llegaba a su Peter. 

Formalmente electo presidente de una república bolivariana, revolucionaria y socialista dispuesta a seguirlo en su nuevo gobierno, Nicolás Maduro pudo, sin afectar demasiados programas del «legado» como la Misión Vivienda y otros programas de ayuda social, dar un adecuado viraje a una economía que desesperadamente lo necesitaba, lo requería a gritos y era una obligación hacerlo. Concebirlo simple y sencillo, sin nunca inquietar los proyectos de ayuda popular. No sólo no lo hizo, sino que se aferró a rimbombantes equivocaciones como aquella operación de rebajas de precios y llamamientos populares a comprar equipos del hogar, que se conoció como el «dakazo». En vez de privatizar algo o de impulsar la producción y el comercio aunque fuese en un porcentaje limitado, los terminó de hundir.

Se empeñó de manera obsesiva en proteger programas económicos de control estatal que por estar errados y peor dirigidos terminaron de arruinar al empresariado privado mientras las numerosas empresas expropiadas y gubernamentales iban de mal en peor. Tuvo además un reto muy difícil para cualquier presidente –aunque sus predecesores enfrentaron desafíos parecidos, no obstante sobrevivieron ellos y el país también- como fue el drástico cambio de dirección de la industria y la comercialización petroleras mundiales. Ni el Presidente ni su círculo de confianza supieron y aún siguen sin saber qué hacer, están completamente paralizados y desubicados, el chavismo primero y el madurismo después habían llegado a su Peter mucho antes; por eso Maduro fue interpretado por un breve tiempo como una esperanza de ajuste, pero más pronto que tarde todos, hasta la mayoría de chavistas y de maduristas, comprendimos que iba a hablar mucho, a cambiar nada y a empeorar demasiadas cosas que ya venían mal.

Hoy existe una Venezuela capacitada para asumir la conducción del país, incluso con el Peter al cual han llegado varios dirigentes opositores. Hay muchos “empresarios” poco confiables y deshonestos, que sólo tienen deseos de enriquecimiento fácil e ilícito con dólares del Estado, pero también hay muchos –la mayoría afortunadamente- capaces de levantar sus empresas y fundar otras sólo con una ayuda estatal que consiste esencialmente en dejarlos trabajar y darles condiciones comerciales legales, generadoras de confianza y en consecuencia de entusiasmo, reglas claras, garantías de respeto, cese del acoso maniático del madurismo ineficaz y lerdo fanatizado en la necedad e ideología, no sólo equivocada sino además mal comprendida.

 Por todo eso Maduro hace tiempo rebasó la paciencia popular, su vaso no sólo derramó el agua sino que además se rompió y no hay quien sea capaz de recoger los pedazos. La situación de abastecimiento actual es tan desesperada que ya ni siquiera los mejores bachaqueros son capaces de conseguir productos a ningún precio, Pdvsa trastabillea por su pérdida de especialistas, la única originalidad del Presidente, asfixiado por Peter, ha sido clamar por cosechar hortalizas y criar gallinas en los apartamentos, proclamar un Arco Minero en el cual los que mandan son pandilleros y darle a los uniformados que han fracasado en el gobierno la oportunidad de convertirse en empresarios manu militari.

El presidente es quizás un preso de su entorno político, económico y militar. Pero mucho más es prisionero, cautivo y rehén del Principio de Peter. Ya no da más, no le pidamos más, no lo angustiemos mas, dejémoslo tranquilo con algo de paz mientras se organizan salidas constitucionales para que pueda irse tranquilo. Lo mejor sería que renunciara se haría y nos haría un gran favor, o que aceptara el abandono del cargo y/o despejar de una vez por todas, el delicado asunto de la doble nacionalidad.

Que no se interprete estas líneas a manera de insulto y mucho menos como burla a la persona presidencial, por el contrario es una condición humana que se manifiesta en cualquiera de nosotros y en las distintas actividades públicas y privadas; lo doloroso, lamentable y altamente peligroso es que quienes sufren esa situación, no se den cuenta  o no quieran asumirlo y arrastren a su abismo y desgracia a todos los venezolanos -principales víctimas- que sin distingo o condición socioeconómica sufrirían las consecuencias.

 

@ArmandoMartini

Jorge Millán: Hay que dictarle la guerra a la corrupción Roja Rojita

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El concejal del municipio Libertador y coordinador de Primero Justicia Caracas, Jorge Millán, se pronunció respecto al encarcelamiento del presidente ejecutivo y vicepresidente de operaciones de la cadena Farmatodo, Pedro Luis Angarita y Agustín Antonio Álvarez, respectivamente, y sobre la estatización de empresas privadas en Venezuela.

“Nosotros reiteramos nuestro llamado a la sensatez y cordura por parte del Gobierno. Basta de buscarle responsables a la irresponsabilidad de ellos en el manejo de la crisis económica y social que vive el país. La única manera que salgamos de la crisis, es que haya producción nacional”, dijo Millán.

El concejal afirmó, que el encarcelamiento de los directivos de Farmatodo y la intervención del supermercado Día Día es, “un terrorismo hacía la empresa privada y lo único que hace es empeorar la escasez. Hoy en día hay más colas en Caracas y el resto del país, lo que corrobora que ninguna de las supuestas medidas que ha tomado Nicolás Maduro y su gobierno ha resuelto el problema de las colas, al contrario, lo ha empeorado”.

El edil se refirió al discurso de “Guerra económica” que viene pronunciando el Gobierno desde el problema de  la escasez. “No es dictarle la guerra a las colas, es dictársela a la escasez de los productos, a la corrupción ´roja rojita´ que controla los dólares a Bs 6,30 y que no llegan al pueblo venezolano. No una guerra a empresarios que de una u otra manera están produciendo para el pueblo venezolano. En Venezuela hay que dictarle la guerra a la corrupción ‘Roja Rojita’”.

Millán llamó a buscar soluciones entre empresarios y el Estado. “Hacemos un llamado a que el Ejecutivo nacional y los empresarios se reúnan para buscar soluciones, de forma que se garantice el fortalecimiento de la producción nacional. Las empresas expropiadas en este momento no están produciendo y el Gobierno pretende seguir metiendo la mano para dañar más aún la producción”.

Anauco solicita a la SUNDDE que fiscalice también a las empresas públicas que producen harina de maíz

Fiscalizaciones

 

ANAUCO considera necesario revisar también a las empresas públicas debido a que las mismas tienen capacidad para abastecer la mitad del mercado, así lo expresó la asociación a través de un comunicado. En el escrito explican que desde hace cuatro años han venido solicitando acceso a las plantas del Estado productoras de harina de maíz (contraloría social) y a pesar de haber entrado en algunas ocasiones, la información recibida ha sido muy escasa.

Igualmente destacaron que la importancia de las recientes fiscalizaciones que ha llevado a cabo la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socio Económicos (SUNDDE) a un conjunto de plantas productoras de harina de maíz, además de ser una facultad de ley, es un deber constitucional que tiene el Estado, el de preservar la seguridad alimentaria de los ciudadanos (CRBV. art. 305), máxime en el rubro de la harina de maíz, representativa de la arepa de los venezolanos. Sin embargo, en la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (ANAUCO), cree que estas fiscalizaciones no solo deben realizarse en empresas del sector privado, sino que por el contrario, deben extenderse a las plantas propiedad del Estado, las cuales ocupan un alto porcentaje de la capacidad instalada para la producción de este emblemático producto indispensable en la cesta básica.

Como parte del Plan de Alerta Alimentaria, Anauco ha venido visitando durante los últimos cuatro años, distintas plantas de producción de harina de maíz en todo el país, explican en el texto, logrando entrar y constatar los niveles de producción y calidad en todas las del sector privado, mientras que, en las del sector público el acceso ha sido limitado, a pesar de que la constitución otorga el derecho a la contraloría social en su artículo 62.

Los comités regionales de usuarios y consumidores pertenecientes a Anauco, recorren semanalmente automercados, abastos, bodegas y los establecimientos de la red pública y en muy pocos de ellos se consiguen las marcas del Estado. Según los miembros de la asociación esta situación no tiene justificación debido a que el Estado cuenta con más de 10 plantas donde se produce o debe producir Harina de Maíz y una extensa red de abastecimiento en todo el país.

“La fiscalización de las empresas privadas de alimentos es necesaria y así lo hemos defendido siempre, pero nos llama la atención que no se visiten las demás plantas que en su conjunto tienen capacidad para abastecer la otra mitad del mercado”.

Es de recordar que a principios de este año ANAUCO alertó a la opinión pública que las medidas aplicadas iban a afectar la inflación y el abastecimiento: “Todos los sectores deben unirse para resolver estos problemas que afecta a los venezolanos, es un mandato constitucional que llama al sector público y privado a establecer las condiciones necesarias para rescatar los adecuados niveles de producción nacional, lo cual está directamente relacionado con la calidad de vida que proclama nuestra constitución nacional”.

El Hatillo y Farmatodo firmaron convenio para recuperación de espacios públicos

Hatillo

La Alcaldía de El Hatillo y Farmatodo firmaron un convenio que busca crear las bases para la cooperación interinstitucional dentro del marco del Plan de Recuperación, Rehabilitación y Mantenimiento de los Espacios Libres de Carácter Público que adelanta el municipio, a través de la cooperación cívica de la comunidad, conjuntamente con el sector privado, en pro de la mejora de las condiciones y calidad de vida de los habitantes de El Hatillo.

Con esta alianza, la Alcaldía trabajará en conjunto con Farmatodo en las labores de recuperación, mantenimiento, conservación y mejoramiento de los espacios libres de carácter público ubicados dentro de los límites de la jurisdicción, orientadas a la protección ambiental necesaria para el equilibrio urbano, dada su condición natural de municipio ecológico. Todos estos esfuerzos forman parte de El Hatillo Equilibrado, eje estratégico de la gestión que encabeza el alcalde David Smolansky.

Durante la firma del convenio, se anunció que los lugares que la empresa ayudará a recuperar son las islas centrales ubicadas en la Avenida Intercomunal de El Hatillo, frente al Farmatodo; y las islas centrales ubicadas en la Carretera La Unión Vía El Hatillo con calle La Colina, Sector » El otro Lado», frente a la farmacia de la red ubicada en La Unión.

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En estas zonas, Farmatodo hará labores de recuperación, reforestación, siembra de plantas y embellecimiento; posteriormente estará encargada del cuido, mantenimiento, limpieza, riego, poda, corte de maleza, reposición y reparación de especies vegetales de estos espacios.

El alcalde Smolansky agradeció a Farmatodo y destacó la importancia que tiene en su gestión el trabajo de la mano con las empresas privadas y los vecinos para cambiarle la cara al municipio.

 

Reforma ley de ilícitos cambiarios formaliza nuevo mercado de divisas

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El Gobierno venezolano reformó la normativa de ilícitos cambiarios, formalizando la creación de un mercado alternativo de divisas donde actúan empresas privadas y personas sin la administración exclusiva del Banco Central de Venezuela (BCV), según la Gaceta Oficial publicada el viernes.

Actualmente la ley cambiaria castiga a las empresas y personas que obtengan divisas por canales diferentes a los que entrega el BCV a través de los mecanismos creados por el gobierno.

Sin embargo, el decreto del nuevo texto legal, publicado en la Gaceta Oficial con fecha martes 18 de noviembre, dice que las empresas privadas y personas podrán comprar moneda extranjera a otros en un «mercado alternativo de divisas» una vez que las autoridades establezcan sus reglas en el futuro.

La medida no tiene efecto inmediato, pues dependerá de su posterior reglamentación, cuya fecha no fue especificada.

Hasta 2010, Venezuela permitía que bancos y casas de bolsa transaran divisas a través de títulos valores denominados en bolívares y dólares a una tasa de cambio paralela a la oficial, gracias a una excepción en la ley de ilícitos.

El Gobierno del fallecido Hugo Chávez clausuró ese mercado, reformó la ley y cerró cerca de 50 casas de bolsa en una investigación contra sus operadores por presunto fraude a la nación.

Actualmente, el Gobierno vende dólares a través de tres mecanismos cambiarios a 6,3, 12 y 50 bolívares por dólar .

Cuando los venezolanos no obtienen dólares a través de los mecanismos oficiales, acuden a un mercado negro de divisas donde el precio del dólar se cotiza en casi 150 bolívares, de acuerdo con el sitio web Dolartoday.com.

«Esta ley le da holgura al Gobierno para crear una apertura cambiaria en el futuro», dijo el director de la firma local Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.