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democracia en Venezuela

Giammattei y Guaidó se comprometen a restaurar la democracia en Venezuela

EL PRESIDENTE ELECTO DE GUATEMALA, Alejandro Giammattei, y el presidente encargado, Juan Guaidó, se comprometieron este lunes a trabajar de la mano para restaurar la «democracia en Venezuela».

En una «cumbre binacional digital» realizada a través de las redes sociales, como la llamó Guaidó, los dos representantes se comprometieron a trabajar juntos después de que el pasado sábado el Gobierno de Nicolás Maduro le prohibiera la entrada a Venezuela a Giammattei por entrar con un pasaporte italiano.

Este lunes, en esta conversación virtual, el futuro mandatario de Guatemala dijo que tiene la «disposición de trabajar fuertemente» para que Venezuela logre la democracia y aseguró que Guaidó es la persona «indicada» para ello por estar amparado por la Constitución y estar reconocido por más de 50 países.

También reiteró que en cuanto asuma la Presidencia de Guatemala el próximo 14 de enero analizará como «presionar» para que la comunidad internacional, a través del Grupo de Lima o la Organización de Estados Americanos (OEA), tenga un papel «mucho más protagónico», que la ayuda humanitaria «fluya» y que ya no haya presos políticos en Venezuela.

«Asegurarnos que esa democracia que lleva 20 años de estar secuestra en Venezuela no siga ocasionándose por esa dictadura», proclamó, y agregó, antes de invitarlo a su toma de posesión: «Tenga la seguridad que vamos a trabajar de la mano por restaurar la democracia en Venezuela».

Por su lado Guaidó dijo que en Venezuela siguen en pie para «recuperar la democracia», que siempre está en juego, y le recordó a Giammattei que siempre será «bienvenido a su país».

En este mismo sentido le agradeció que respondiera a su invitación de ir a Venezuela, a pesar no poder entrar, y aseguró que su gesto demuestra que su país sigue contando «con aliados» en el mundo para lograr el cambio.

La Cancillería venezolana afirmó que la «inadmisión migratoria» que se produjo el sábado del presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, obedeció a que el político centroamericano no presentó «credenciales y documentos de identidad» de su país, sino pasaporte italiano.

Consultado acerca del uso del pasaporte italiano en lugar del guatemalteco para ingresar a Venezuela, Giammattei dijo a su regreso a Guatemala en el Aeropuerto Internacional La Aurora que las leyes de Guatemala permiten a los ciudadanos de este país «tener el derecho a una doble o múltiple nacionalidad».

Indicó que había consultado a la embajada de Venezuela en Guatemala por los trámites y la respuesta fue que al menos necesitaba de dos meses para obtener una visa, pero le aseguraron que si entraba con pasaporte europeo no tendría que hacer dicha gestión, pero que además debía vacunarse contra la fiebre amarilla.

Pompeo advierte a Maduro que EEUU no aflojará en su lucha por la democracia

EL SECRETARIO DE ESTADO DE EEUU, Mike Pompeo, envió este domingo un claro mensaje al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, de que Washington no cejará en su empeño de restaurar la democracia en el país petrolero.

Le exhortó, además, a abrir los puentes bloqueados en la frontera con Colombia para que pueda entrar la ayuda humanitaria.

Pompeo hizo una breve visita a la ciudad colombiana de Cúcuta principal punto de contacto con el exterior de decenas de miles de venezolanos que huyen de su país, y en poco más de tres horas pudo palpar la gravedad de la crisis y las penurias de los inmigrantes.

«Maduro debe saber que estamos vigilando y nuestro apoyo no va a cambiar. Los apoyos democráticos en Venezuela no serán disuadidos», aseguró en una declaración que dio a la prensa junto con el presidente de Colombia, Iván Duque.

El secretario de Estado y el mandatario colombiano dieron sus mensajes en la bodega en la que están almacenadas centenares de toneladas de ayuda humanitaria, situada en el lado colombiano del puente de Tienditas, a solo unos metros de la frontera con Venezuela.

Según Pompeo, la Administración estadounidense, que ha impuesto múltiples sanciones políticas y económicas al régimen de Maduro, a empresas controladas por el Gobierno venezolano, a funcionarios, militares y otras personas vinculadas a su entorno, no aflojará en ese método de presión.

«Estados Unidos continuará utilizando toda vía económica y política a nuestra disposición para ayudar a los venezolanos a través de sanciones, cancelaciones de visas y otros medios», advirtió Pompeo, quien dijo esperar que aquellos que ayudan a sostener al régimen bolivariano «se hagan responsables por la corrupción y la represión de la democracia».

La visita del secretario de Estado a Cúcuta fue el colofón de una gira suramericana que comenzó el jueves en Chile y continuó en Paraguay, Perú y Colombia, cuatro del medio centenar de países que reconocen como presidente interino de Venezuela al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, al igual que Estados Unidos.

Pompeo destacó a Guaidó como el hombre, bajo cuyo liderazgo y con el apoyo «de la democráticamente elegida Asamblea Nacional», puede llevar a los venezolanos mediante elecciones libres a un mejor futuro, que en su opinión Maduro les niega.

En ese punto hizo énfasis en la ayuda humanitaria que su país tiene almacenada en Cúcuta desde febrero pasado a la espera de que el Gobierno de Maduro retire los obstáculos con los que bloquea los puentes fronterizos y que impiden que esa asistencia, compuesta por alimentos, medicinas, suplementos nutricionales y artículos de higiene personal, pueda entrar al país.

Por eso recurrió a la histórica frase de 1987 del entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan, en Berlín cuando dirigiéndose al líder soviético, Mijail Gorbachov, le dijo: «Señor Gorbachov, derribe ese muro (de Berlín)».

«Para parafrasear a un presidente que enfrentó circunstancias similares, ‘señor Maduro, abra estos puentes, abra estas fronteras’, usted puede terminar esto hoy», manifestó sobre las dificultades que viven los venezolanos y que este domingo pudo ver de cerca en la visita que hizo al Centro de Atención Transitoria al Migrante (CATM) y al puente internacional Simón Bolívar.

«Hoy fue increíblemente conmovedor caminar en este puente y ser testigo del gran trabajo que se está haciendo para abordar esta crisis humanitaria», dijo Pompeo y citó el caso de «Geraldine, una madre venezolana quien ha cruzado la frontera cerca de veinte veces» para venir a Colombia en busca de artículos de primera necesidad para sus hijos.

En esos viajes a Cúcuta para conseguir «artículos sencillos como medicina, como pañales, que en circunstancias normales en cualquier país estarían disponibles», Geraldine aprovecha para alimentarse junto con sus hijos en los comedores comunitarios para venezolanos.

El pasado 23 de febrero Guiadó encabezó un intento de llevar a Venezuela ayuda humanitaria desde Cúcuta, pero la iniciativa fracasó por el bloqueo de los puentes ordenado por el régimen de Maduro, lo que dio pie a violentos desórdenes.

Por esa razón, el alto funcionario de EE.UU. dijo esperar que al Maduro «le interese lo suficiente (…) el horror y la tragedia» de Venezuela para que así se vea obligado a «cambiar sus métodos y dejar su país».

Tras reclamar el fin de «la usurpación» del poder por parte de Maduro, el jefe de la diplomacia estadounidense dijo que «todos los venezolanos en el mundo deberían rechazar el régimen ilegítimo y autoritario que se les ha impuesto, incluyendo el liderazgo militar venezolano».

Duque, por su parte, celebró el compromiso de aquellos países que «hacen todos los esfuerzos necesarios» para restablecer «la democracia, la libertad y el orden institucional en Venezuela».

En ese sentido, destacó que en la reunión del Grupo de Lima que se realizará mañana en Santiago de Chile se hará «nuevamente énfasis en que se debe apelar a todas las sanciones políticas, económicas y diplomáticas para aislar la dictadura y permitir esa transición en Venezuela».

LA EXPERIENCIA TRÁGICA VIVIDA POR VENEZUELA, que se inicia, no hay que olvidarlo, con la deliberada y a la vez zorruna conspiración para destruir su orden constitucional y democrático, en 1999, a buen seguro será objeto de estudio cuidadoso por los centros académicos occidentales. Todavía más cuanto que, la cuestión, de modo igualmente inédito e inesperado, rompiendo con una tradición de casi 73 años, ingresa como tema al Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 26 de enero.

América Latina construye una doctrina democrática a profundidad y propia, más allá de sus realidades y vivencias, entre dictaduras y dictablandas, mientras Europa la focaliza en el campo electoral y del Estado de Derecho.

La ONU, evitando en lo posible hablar de la democracia, atiende a los derechos humanos como si fuesen un dato aislable y más allá de la aislada Declaración de Viena de 1993. Con mucha timidez trabaja sobre los estándares de las observaciones electorales después de la caída del Muro de Berlín, para la construcción de las llamadas “democracias nuevas”.

Siempre prevenida por lo que más le preocupa y es música angelical para las dictaduras de derechas o de izquierdas, privilegia el respeto por cada Estado de la soberanía nacional y el deber de No intervención en los procesos electorales de los otros Estados”. La Agenda de la ONU para el 2030, en sus 40 páginas profusas, menciona a la democracia una sola vez, como aspiración.

Desde 1948, cuando se crea a la OEA como club para las democracias de las Américas y se fija un cordón sanitario a las dictaduras militares, o a partir de 1959, cuando la Declaración de Santiago de Chile se adelanta para decir que la democracia no sólo son elecciones libres e implica elementos interdependientes (derechos humanos, justicia social, alternabilidad en el poder, libertad de prensa, pluralismo político, elecciones justas y competitivas, separación de poderes, imperio constitucional, etc.), la región pone su énfasis final en lo inexcusable: Antes que sistema político que organiza el poder del Estado, la democracia es un derecho humano de los pueblos que los gobiernos deben garantizar. Así lo refrenda en la actual Carta Democrática Interamericana, desde 2001.

El proceso inédito que hoy tiene lugar para el restablecimiento de las libertades y con ello frenar en seco los efectos sociales devastadores del hambre y la represión causados por el usurpador del poder en Venezuela, Nicolás Maduro, en su momento hará correr ríos de tinta para sistematizar sus enseñanzas novedosas.

Lo de Venezuela rompe el molde previsto incluso por la Carta Democrática, que se limita a prevenir – era el caso de Fujimori en Perú – que gobernantes electos degeneren en dictadores o autócratas.

Douglas Farah, profesor de la National Defense University, en DC, refiere, al efecto, que “al final de cuentas estamos en presencia de estados criminalizados”, no meras democracias deficientes o simples dictaduras civiles o militarizadas que se esconden tras el velo de la democracia.

No estamos hablando de un ministro corrupto, dice Farah. “No estamos hablando del jefe emigración que deja pasar personas, o un jefe de policía que haga tal cosa; si no que estamos hablando de decisiones tomadas en la casa presidencial, como lo hizo el señor Hugo Chávez, como lo hace el señor Evo Morales, como lo hizo el señor Rafael Correa, como lo hace el señor Daniel Ortega hoy en día y el señor Sánchez Cerén en El Salvador. Toman las decisiones de aliarse y buscar al crimen transnacional como instrumento de política, para sobrevivir”. Es lo ominoso, lo no visto antes, lo propio del siglo XXI.

Manipulándose a la democracia, arguyéndose el desencanto con la misma – obviándose que no es con ella sino con los políticos desleales a ella el desencanto – se han construido Estados criminales como Venezuela, sostenidos sobre el silencio y la tácita complicidad de muchos miembros de la comunidad internacional.

Lo cierto es que, ante ese fenómeno perverso, de suyo imbatible en apariencia pues se oculta tras el telón de la democracia para extirpar y vaciar de todo sentido a la dignidad de la persona humana y ejecutar crímenes transnacionales como el tráfico de drogas, el lavado de dineros sucios, el terrorismo deslocalizado, emerge ahora una lucha constitucional y democrática, imaginativa, heterodoxa. La conduce una nueva generación, la de 2007, que obvia la violencia y pone en marcha las estructuras de control y judiciales nacionales e internacional que no han sido cooptadas por el crimen, y comienza a lograr resultados.

Si el holocausto marca una ruptura con la tradición jurídica internacional clásica, situando a los derechos humanos, entre éstos “el derecho a la democracia” como exigencia de orden público a la que no puede oponerse arbitrariamente la soberanía del Estado [abundo al respecto en mi libro de 2008 y en mi Digesto de la democracia, de 2014], el tácito reconocimiento de la democracia como tema del orden público global, al debatírsele en el Consejo de Seguridad de la ONU, fija otro parteaguas histórico.

Cabe decir, en buena lid, que las puertas de ese impenetrable cenáculo de élites universal logran abrirse, al principio, por acción de los propios venezolanos, al pedir se use, antes de la reunión última y formal del Consejo, la modalidad ad hoc e informal conocida como la Fórmula Arria.

correoaustral@gmail.com

La Democracia Cristiana respalda a Guaidó y seguirá luchando por la restitución de la democracia

REPRESENTANTES DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA EN VENEZUELA e integrantes del espacio Encuentro Social Cristiano y Humanista Cristiano, en rueda de prensa, se dirigieron al país para manifestar su respaldo al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional por la lucha que encabezan por el rescate de la democracia en el país.

A través de la lectura de un comunicado, César Pérez Vivas, ex gobernador del estado Táchira, señaló: «Ofrecemos nuestro total respaldo al diputado Juan Guaidó como Presidente Encargado de Venezuela, quien el día 23 de enero de 2019 se juramentó bajo los preceptos del artículo 233 de nuestra Carta Magna para asumir el interinato que nos lleve al cese inmediato de la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro, la transición pacífica hacia la democracia y la convocatoria de elecciones libres y transparentes. También nuestro apoyo y reconocimiento a la Asamblea Nacional por su esfuerzo en la búsqueda de una salida a la actual crisis que vivimos».

Asimismo hizo un llamado a toda la militancia y dirigencia de la Democracia Cristiana en cada uno de los rincones de la geografía venezolana, para participar de manera contundente como lo han hecho a lo largo de la historia en momentos relevantes donde se ha visto vulnerada la democracia y los derechos humanos de los venezolanos.

«Hoy más que nunca necesitamos la real y efectiva unidad de las fuerzas democráticas venezolanas en función de un gran acuerdo nacional con miras a la reconstrucción republicana, una visión de país a largo plazo y un pacto de gobernabilidad y reinstitucionalización que logre la paz social para todos los venezolanos, rescatando los principios y valores de civilidad y ciudadanía».

En otro orden de ideas, Pérez Vivas, en nombre de los Demócratas Cristianos, rechazó la represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado hacia quienes manifiestan en defensa de sus derechos y a favor de las libertades de todos los venezolanos.

“Exigimos el cese inmediato de la violencia y persecución desatada por Maduro y su camarilla contra los sectores populares, ahora presentes de manera masiva en la protesta ciudadana. Exigimos nuevamente la libertad de los presos políticos, especialmente de los jóvenes capturados en las últimas horas y ofrecemos nuestras condolencias a las familias de los compatriotas caídos en los últimos días a manos de los colectivos de la muerte y de los organismos de represión”.

Igualmente, solicitó a los militares venezolanos, cumplir con lo establecido en los artículos 328, 330 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se respalda el reconocimiento a la autoridad de la Asamblea Nacional, como único poder legítimo existente en el país, y a subordinarse a quien la representa, su presidente, en este momento investido con la autoridad de Presidente Interino de la República, y por lo tanto su legítimo Comandante en Jefe, a los fines de evitar mayores sufrimientos a las familias venezolanas.

Convocó a la unidad de los factores democráticos del país y a la reconciliación e inclusión de todos los venezolanos, al tiempo que agradecieron el apoyo internacional en beneficio de la restitución de la democracia en Venezuela.

“Invitamos a todos la dirigencia democrática a dejar de un lado las aspiraciones personales y grupales y trabajar sin descanso por la rápida salida del usurpador. Agradecemos el firme y decidido apoyo internacional recibido por parte de tantos países en pro de la restitución de la democracia en Venezuela, y muy especialmente a nuestros partidos hermanos de América y el mundo, integrados en la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) y la Internacional Demócrata Cristiana o de Centro (IDC) hoy haciendo causa común con nosotros por la libertad de todos los venezolanos”.

Paraguay y Canadá trabajarán juntos para promover la democracia y los derechos humanos en Venezuela

EL PRESIDENTE DE PARAGUAY, MARIO ABDO BENÍTEZ, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, acordaron seguir trabajando juntos para promover “la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela”, según informó  la agencia estatal de noticias paraguaya IP.

Abdo Benítez y Trudeau mantuvieron una conversación telefónica la tarde del viernes en la que abordaron distintos asuntos de carácter internacional, entre ellos la crisis venezolana y el estado de las negociaciones del acuerdo comercial entre Canadá y el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

En relación a Venezuela, ambos estados se comprometieron a trabajar de forma conjunta, además de colaborar y respaldar las decisiones del Grupo Lima, al que pertenecen tanto Paraguay como Canadá.

Más información en La Patilla.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se pronunció a través de su cuenta en Twitter sobre las sanciones anunciadas el 1 de noviembre por el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, sobre Venezuela, que van dirigidas al sector del oro.

Pence indicó que Estados Unidos permanece al lado de los venezolanos, quienes están “peleando” por comida y refugios, así como contra el Gobierno que preside Nicolás Maduro. Por eso hizo un llamado a restaurar la democracia en nuestro país de forma inmediata.

En la noche del 1 de noviembre, Maduro reaccionó a las sanciones que entraron en vigencia de forma inmediata y advirtió a Washington de que ese país no podrá “arremeter” contra Venezuela a pesar de las nuevas penalizaciones y los bloqueos que actualmente tiene la nación.

“Ni con bloqueo ni sanciones podrán detener la nueva historia de gloria e independencia de América Latina y el Caribe. No han podido ni podrán, se lo repetimos una y un millón de veces (…) allí está el imperialismo derrotado”, dijo.

De igual forma, exhortó al presidente Donald Trump a dejar de colocar sanciones en Venezuela y a abrazar la idea de dialogar y trabajar en conjunto.

El asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, anunció el 1 de noviembre que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva orden ejecutiva contra funcionarios venezolanos que entra en vigencia de forma inmediata. En especial, con el sector aurífero.

El decreto impone nuevas y duras sanciones con el fin de impedir que ciudadanos estadounidenses se involucren con quienes hacen “transacciones fraudulentas y corruptas” con oro venezolano, que a juicio de Washington es usado para financiar grupos irregulares.

Las mentiras del chavismo sobre el Pacto de Puntofijo

 

Hoy se cumplen 60 años de la firma del acuerdo que sentó las bases del sistema democrático venezolano que se instaló en 1958   

@pppenaloza

–          ¿La última dictadura, cuál fue aquí en Venezuela? ¿Quién me dice allí de los estudiantes de la Unefa?, preguntó el presidente Hugo Chávez sobre una tarima dispuesta al frente del palacio de Miraflores a los alumnos de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada.

Pasados unos segundos de gritos y algarabía, el mandatario daba la respuesta.

–          Muy bien, Puntofijo, esa fue la última dictadura. Veinte puntos sacaste, catira, veinte puntos, la del pacto de Puntofijo.

El examen no era tan difícil ni tomó a los alumnos por sorpresa. Minutos antes, bajo el incandescente sol de aquel domingo 23 de enero de 2011, el comandante ya había impartido su lección de historia revolucionaria a la muchedumbre que le aclamaba.

“No creo que haya que decir, como a veces decimos, que (el 23 de enero) cayó la última dictadura en Venezuela. ¡No!, porque la última dictadura en Venezuela no fue la de Marcos Pérez Jiménez, la última dictadura en Venezuela fue la dictadura del pacto de Puntofijo, que cayó de manera formal aquel 6 de diciembre de 1998”, sentenció Chávez.

Corrupción. Cúpulas podridas. Traición al pueblo. Violaciones a Derechos Humanos. Tiranía. Pobreza. Oligarquía. Dependencia. Rentismo. Todos los males de la República tienen su origen en el acuerdo que el 31 de octubre de 1958 firmaron Rómulo Betancourt (Acción Democrática), Rafael Caldera (Copei) y Jóvito Villalba (Unión Republicana Democrática), según la interpretación que ha machacado hasta la saciedad el chavismo.

Sin embargo, a contracorriente de la propaganda oficial, políticos y académicos reivindican la importancia de este acuerdo y buscan desmontar las “mentiras” que pretenden desvirtuar uno de los episodios más relevantes de la vida del país.

 

Solo un quinquenio

Antes de entrar en honduras, una aclaratoria. Se trata del Pacto de Puntofijo, no de Punto Fijo. “Caldera vivió en Puntofijo -una sola palabra- en Las Delicias, cerca del actual restaurante Urrutia, hasta que se mudó a Tinajero en Los Chorros en los sesentas. El nombre de la primera casa donde se firmó el pacto (porque Caldera estaba engripado y se reunieron allí) se debe a que por fin tenía casa propia”, clarifica Ramón Guillermo Aveledo, ex secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática.

“En el imaginario colectivo, el pacto de Puntofijo se extendió por 40 años. Pero no es así. El pacto de Puntofijo duró los cinco años del gobierno del presidente Betancourt”, precisa Eduardo Fernández, ex secretario general de Copei.

Fernández recuerda que tras la salida de Betancourt y la llegada del nuevo mandatario Raúl Leoni a Miraflores, “el pacto de Puntofijo se sustituyó por un acuerdo denominado ‘ancha base’, suscrito por el propio Leoni, Villalba y Arturo Uslar Pietri en representación del Frente Nacional Democrático (FND)”.

El dirigente socialcristiano niega que el pacto de Puntofijo se haya limitado a un reparto de cuotas de poder, como permanentemente reitera el chavismo. “Incluía una agenda con asuntos de toda índole que se condensó en el llamado ‘programa mínimo común’, que recogía las propuestas de los tres grandes partidos”, subraya.

No se trataba, entonces, de una mera distribución de cargos burocráticos, sino de apelar a la racionalidad para sostener el sistema que apenas estaba naciendo. “El pacto se firma por el temor de los jefes políticos de los partidos democráticos de un retroceso a la dictadura militar”, enfatiza el candidato presidencial de los verdes en 1988.

¿Mejor o peor?

El secretario general de AD, Henry Ramos Allup, reta a cualquiera a comparar los logros alcanzados en los denostados cuarenta años con la obra de la revolución bolivariana. Aunque rechaza la “definición histórica atrabiliaria de IV República o ‘puntofijismo’”, defiende que “el sistema de conciliación de partidos que rigió de 1958 a 1998 fue un gran acuerdo que institucionalizó la democracia en Venezuela y permitió grandes avances”.

“La descentralización, el establecimiento de la pequeña y mediana industria, la nacionalización del hierro y el petróleo, la creación de las empresas básicas”, enumera Ramos Allup parte de los éxitos cosechados en esas cuatro décadas.

Fernández coincide con su antiguo rival político. “Sostengo que ha sido el mejor periodo de la historia de Venezuela independiente”, afirma. “Antes de esta etapa, la historia nacional estuvo marcada por guerras y dictaduras. Nunca tuvimos tanta democracia, estabilidad política, progreso económico y mejoramiento social”.

Al igual que el líder adeco, el socialcristiano llama a contrastar el pasado con el presente. “Sufrimos una crisis económica gravísima con inflación y recesión, una corrupción sin precedentes, una polarización que conspira contra la unidad nacional y un deterioro de todas las manifestaciones de la vida nacional. El chavismo llegó con la promesa de corregir los errores y no ha resuelto ni uno de esos problemas”, asevera.

Apertura y alternancia

En su Agenda Alternativa Bolivariana de 1996, Chávez carga contra el pacto de Puntofijo, acusándolo de haber instaurado el “modelo adeco-copeyano” que “devino en una crisis avalancha que hoy es ya una verdadera catástrofe moral, económica, política y social”. ¿El acuerdo que cumple 60 años dio como fruto la ‘guanábana’?

“El bipartidismo no fue un pacto sino el resultado de la voluntad electoral de la mayoría de los venezolanos”, contesta Fernández, quien opina que ese sistema sentó sus bases con el triunfo de Caldera en 1968, se acentuó en 1973 en la elección entre Carlos Andrés Pérez (AD) y Lorenzo Fernández (Copei) y feneció en 1988, con el proceso que llevó a Pérez por segunda vez al palacio de Miraflores.

Ramos Allup señala que antes de la entronización del chavismo y su propuesta hegemónica, en el país existía un “sistema pluripartidista”. “El régimen de conciliación de partidos se distinguió por la apertura del espectro político y la alternancia en el ejercicio del Poder Ejecutivo”, agrega. Sobre ese último punto, destaca que incluso en aquellos casos en que AD repitió el triunfo en las presidenciales, “el candidato no tenía el apoyo del Presidente. Leoni no era el candidato de Betancourt ni CAP el de Jaime Lusinchi”, ilustra.

Siempre enemigos

Detrás de la condena al pacto de Puntofijo se esconde la censura a cualquier posibilidad de diálogo o entendimiento entre las fuerzas políticas, advierte la investigadora social Margarita López Maya. “Gracias al discurso chavista se fue inculcando la idea de que un pacto político connota trampa, engaño. Dialogar o negociar intereses y llegar a acuerdos políticos entre partidos ha sido prácticamente para el chavismo un sinónimo de traición al ‘pueblo’”, observa la historiadora.

“Muchas democracias surgen de una combinación de movilizaciones populares y acuerdos políticos. Una lleva al otro. El pacto de Puntofijo ha sido un ejemplo para otros pactos políticos como los que permitieron la emergencia de la democracia española y la chilena”, precisa López Maya, quien resalta la magnitud de este acuerdo en el marco de una Venezuela con “escasa cultura democrática y dominada desde su independencia por caudillos militaristas y autoritarios”.

Partiendo de esa realidad de 1958, el escritor Francisco Suniaga concluye que el pacto de Puntofijo fue un acto de responsabilidad política. “Fue la piedra fundacional de una institucionalidad que duró cuarenta años y que solo ahora, en medio de este terrorífico desastre, es valorada en su dimensión real”, razona.

“En torno a ese núcleo se tejió la vasta red de instituciones democráticas necesarias para la construcción de un régimen de libertades como el que en efecto tuvimos. Gracias a Puntofijo se pudo sobrevivir a conspiraciones y golpes militares de derecha e izquierda, incluso a un movimiento guerrillero impulsado desde la Cuba castrista”, recalca el autor de El Pasajero de Truman.

Sobre el gallo

Suniaga considera injusto criticar el acuerdo del 31 de octubre de 1958 por la exclusión del Partido Comunista de Venezuela (PCV).  “En 1958, la Guerra Fría estaba en su apogeo y, en ese contexto, era políticamente inconveniente incluirlo. Aunque eso no obstaba para que formara parte de él como factor de oposición democrática leal, lo que ocurrió a partir de 1968. Ese año, con el triunfo de Caldera y la derrota de AD, hasta entonces hegemón de la política criolla, se dieron dos eventos  que consolidaron Puntofijo: la alternancia democrática y la pacificación”, expone.

López Maya refuta la tesis chavista de que marginar al PCV era lo mismo que echar a un lado al “pueblo”. “Esta aseveración está ligada a la idea de que el PCV representaba los intereses del pueblo y al no invitársele a firmar el acuerdo, las mayorías populares quedaron excluidas. Pero resulta que AD tenía un caudal electoral muy superior al PCV, lo que quedó demostrado en las elecciones poco después”, abunda la académica.

“El discurso populista considera que el concepto ‘pueblo’ alude a un sujeto político monolítico e indivisible. No puede reconocer el pluralismo que existe en el conjunto que conforma el pueblo de una nación. En las elecciones de ese año y en las elecciones siguientes las mayorías populares demostraron con creces que apoyaban esa democracia representativa que había nacido de varios acuerdos, entre ellos el de los partidos que firmaron el de Puntofijo”, puntualiza la doctora en Ciencias Sociales.

La izquierda radical, además, descalificaba a la democracia venezolana, tildándola de falsa y burguesa, rememora López Maya. “Esperaban hacer la revolución en Venezuela para seguir el modelo cubano. Sin embargo, el fraude del socialismo soviético y su versión tropicalizada en Cuba, evidenciaron que ese socialismo no era democrático”.

Releer la lección    

Chávez vendió su revolución como la continuación de la gesta independentista. Al frente del bando patriota, el nuevo libertador prometía barrer con la oligarquía entreguista que había mancillado a la República. “El discurso chavista considera que en Venezuela nada cambió desde 1830 hasta que ellos llegaron, y que la democracia que surgió con los acuerdos políticos como Puntofijo fue más de lo mismo o hasta peor que lo anterior. Todo eso es falso”, espeta López Maya.

La profesora de la Universidad Central de Venezuela comenta que “la hegemonía partidista que surgió en 1958 es distinta a etapas anteriores, cuando en el bloque hegemónico tenía una presencia protagónica, además de intereses comerciales o de propietarios, los intereses caudillistas y militares”.

El proyecto modernizador que se abrió con el pacto de Puntofijo, refiere López Maya, fue encabezado por organizaciones políticas con liderazgos provenientes de capas medias y obreras de la sociedad venezolana, “que hasta entonces no habían jugado roles significativos en el bloque en el poder”. Por ese motivo, descarta que ese sistema pueda tacharse de oligárquico. “En la democracia de 1958 vimos unas nuevas élites políticas surgidas de abajo y un proyecto democrático que no había existido antes, salvo en el breve interregno de 1945-1948”.

López Maya estima que esa “simplificación del chavismo de la historia republicana de Venezuela, es de las mentiras más perjudiciales que han pasado a ser historia oficial, desvalorizando las luchas democráticas de los venezolanos en el siglo XX”.

Si se trata de mirar hacia atrás, Suniaga expresa que el Pacto de Puntofijo legó al país un bien que jamás había disfrutado: la convivencia democrática. “Una nueva transición democrática, como la que ya ha comenzado, tendrá, en su momento, que derivar grandes lecciones de Puntofijo, un experimento político Made in Venezuela, que fue extraordinariamente exitoso. Tanto que son sus pautas las que guían a los demócratas en medio de esta oscuridad roja, rojita y bolivariana. Nunca más”.

(Este trabajo fue publicado inicialmente en El Estímulo, en el año 2015. Fue actualizado para Runrun.es).

Cabello: Aquí hay más democracia que en España pero un millón de veces

El presidente de la ANC, Diosdado Cabello, dijo que en Venezuela hay más democracia que en España, tras criticar el reciente encuentro del rey Felipe VI con el mandatario estadounidense, Donald Trump, en Washington.

«Hubo una reunión entre el presidente Trump con el Rey de España (…) el tipo tiene la cachaza de pedir a Trump que lo ayude para recuperar la democracia en Venezuela», dijo Cabello durante su programa semanal de televisión, un día después de asumir el liderazgo en la ANC.

«El tipo (el monarca español) tiene el cinismo de pedir en Venezuela democracia. Aquí hay más democracia que en España pero un millón de veces. Aquí y en cualquier parte el pueblo se reúne en democracia de verdad, participativa y protagónica», prosiguió.

Cabello, primer vicepresidente del partido de gobierno, cuestionó la legitimidad del Rey de España pues, remarcó, «no ha ido a una elección jamás en su vida pero es Rey».

«¿Quién eligió a ese señor que se hace llamar rey Como Rey de España? ¿En qué elecciones él participó? ¿A Cuenta de qué? (…) ¿Entonces un Rey va a pedir democracia en otro lugar? Qué vergüenza, Dios mío», reflexionó el constituyente.

«Me imagino que el señor Rey de España cree que todavía Venezuela es una colonia de España, véngase para acá (…) para que vea si es verdad», agregó.

Cabello ha sido acusado de socavar la democracia venezolana y, por esta y otras razones, le han aplicado sanciones desde la Oficina para el Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, así como por parte de la Unión Europea y varios gobiernos.

La ANC se instauró en agosto pasado sin un referendo previo de aprobación como indica la Constitución, por lo que es acusada de fraudulenta por la oposición local y numerosos gobiernos que no la reconocen.

Sin embargo, este foro, integrado solo por oficialistas, ejerce un poder incontestable en la nación, siempre en defensa de la llamada revolución bolivariana que lidera Nicolás Maduro.