Arco Minero archivos - Runrun

Arco Minero

SOS Orinoco alerta sobre brote de malaria en comunidades Yanomami
La ONG SOS Orinoco alertó que en los últimos meses de 2023 al menos 85 indígenas yanomami fallecieron por malaria en varias comunidades de la Sierra Parima

La Organización SOS Orinoco alertó sobre un brote de  malaria que se viene presentando desde el 2023 en el Alto Orinoco, estado Amazonas

«En últimos meses del 2023 al menos 85 indígenas yanomami fallecieron por malaria en varias comunidades de la Sierra Parima: Momoi (7), Aranai (8), Araopë (11), Tootoomopë (6), Shitari (4), Irota (13), Teitei (5), Shamauka (2), Jimoi (3), Parima C (2), Takarama (5), Torita (7), Urarukere (3), Mañuwë (4), Wanaka (3), Sherekasi (2)», se lee en el mensaje compartido en la red social X. 

Añadieron en el comunicado que como ya han venido advirtiendo «la correlación entre malaria y minería es altísima, y la minería inaceptable en el Alto Orinoco, impulsada por las FANB, está desbordada».

Minería ilegal en expansión 

En su balance 2023, Mongabay precisó que aunque desde finales de los años 80 se tienen reportes de minería artesanal en Yapacana y se dio cuenta de un repunte de la actividad entre 2012 y 2014, no fue sino en 2019 cuando investigadores de SOS Orinoco confirmaron que la explotación estaba en manos de la guerrilla colombiana del ELN, y también de las disidencias de las FARC, quienes actuaban en complicidad con diversos componentes de la Fuerza Armada venezolana.

“En los últimos meses se ha incrementado la actividad, ya en los siete municipios de Amazonas hay focos de minería”, aseveró el líder indígena baniva Eligio Da Costa, coordinador general de la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA).

Acotó que, a los puntos mineros que causan deforestación, se suman aquellos que están dentro de las aguas: las balsas de explotación fluvial que socavan los lechos de los ríos para extraer oro, como ocurre en el río Atabapo, al sur del estado.

“Es una actividad que destruye los territorios, la biodiversidad, la fauna, y genera consecuencias en nuestra cultura porque influye en nuestras actividades tradicionales. Siempre hemos mantenido esa convivencia sana con la naturaleza, pero la minería va más rápido que los procesos organizativos de nuestros pueblos”, señala.

Para 2023, cifras del informe global sobre malaria publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), apuntaron que Brasil, Colombia y Venezuela eran los primeros en la lista de países de América con más contagios, acumulando 73% de todos los casos de malaria registrados en la región.

También, en el país se reportaron 154.000 casos de paludismo en 2022. Según el informe se ha dado un notorio descenso en las cifras de la enfermedad desde que inició la pandemia por COVID-19

No obstante, el 2023 cerró con 10. 958 casos en el estado Sucre. Así lo dio a conocer  la directora de Salud Ambiental y Contraloría Sanitaria de la entidad, Elia Sánchez, quien afirmó que se venía  ejerciendo un control progresivo de la malaria. en la entidad.

SOS Orinoco: la minería ilegal en Yapacana aumentó 15 hectáreas después de la «Operación Autana»
La ONG advierte que el operativo militar no es efectivo, y que las comunidades mineras se desplazan a otras zonas del estado Amazonas para mantener sus actividades extractivistas e ilícitas o amparadas por cuerpos de seguridad del Estado

Con información de EFE

La ONG SOS Orinoco denunció este 16 de enero que está aumentando la minería ilegal y desplazamiento de las zonas minetas en la Amazonía venezolana pese al despliegue militar denominado «Operación Autana» de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que tenía el fin de «erradicar» el extractivismo.

«La minería ilegal sigue aumentando en (Parque Nacional) Yapacana, a pesar del show mediático de la FANB», denunció la ONG en la red social X (antes Twitter).

La organización aseguró que el efecto del operativo ha sido «la propagación» de los mineros desalojados que «abren nuevas minas en el mismo ecosistema» en el estado Amazonas, fronterizo con Brasil y Colombia.

Aseguró que se están creando nuevas minas ilegales con «el visto bueno de la FANB».

Además, agregó que se calcula un daño ambiental de «15 hectáreas nuevas destruidas por la minería» en los meses recientes, que se puede ver desde imágenes satelitales.

En los últimos dos años, el Gobierno venezolano ha intensificado la lucha contra la minería ilegal en los estados amazónicos (Bolívar, Delta Amacuro y Amazonas), lo que ha dejado decenas de detenidos y numerosas denuncias de ONG sobre presuntos abusos de autoridad por parte de militares contra comunidades indígenas.

En el tercer trimestre de 2023, las FANB desalojó a más de 12.000 «mineros ilegales» de los estados Bolívar y Amazonas, según los voceros de la institución, luego de que el mandatario Nicolás Maduro ordenase a los militares una «batalla» en el sur del país para «limpiar» la porción venezolana de la Amazonía.

Claves | La esclavitud moderna infantil es la norma en el Arco Minero del Orinoco
De acuerdo con la con el CDH UCAB, más de 1.300 niños se encuentran fuera del sistema educativo debido a su migración hacia las zonas mineras del estado Bolívar
Alrededor de 40 pacientes pediátricos se diagnosticaron con desnutrición diariamente en los centros de salud del estado Bolívar
Advierten que las niñas y adolescentes, sobre todo en la edad entre los 7 y 10 años, son víctimas de redes de trata, explotación sexual y matrimonios forzados. La cifra de víctimas de explotación sexual aumentó al 35% de la niñez esclavizada
CDH UCAB: «Se ha constatado que 95% de los casos de pacientes pediátricos tratados en instalaciones de salud públicas, es decir 1.330 NNA por mes, tomando como base un solo hospital, presentan trastornos parasitarios»

Foto: Freedom House (y Transparencia Venezuela)

La esclavitud moderna infantil incrementó en los últimos dos años en el Arco Minero del Orinoco, en el estado Bolívar, según datos del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH UCAB). El trabajo forzado, deserción escolar, desnutrición, trata de personas y embarazos adolescentes y no planificados son las dinámicas sociales a las que están expuestas los niños, niñas y adolescentes (NNA) en el sur y oriente del país.

«Se documentó la deserción escolar de más de 2,500 NNA en los últimos dos años, ya que la emergencia humanitaria priorizó las necesidades básicas como la alimentación sobre la educación», se lee en su informe titulado «Relatos de una infancia en riesgo».

De ese grupo, la institución constató que 1.300 menores de edad trabajan forzadamente en 8 minas de Bolívar, en contraposición con lo que establece la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) y los Derechos Humanos en la infancia. 

El estudio abarcó desde el segundo semestre del 2022 hasta el primer trimestre del 2023, y recopiló testimonios de todo el estado Bolívar, los municipios Casacoima y Tucupita de Delta Amacuro, los municipios Independencia y Juan Antonio Sotillo del estado Anzoátegui, los municipios Piar y Maturín del estado Monagas y la ciudad de Puerto Ayacucho en Amazonas. 

La industria extractiva informal promovida por el gobierno de Nicolás Maduro y la crisis humanitaria compleja está evidenciando en comunidades indígenas una desprotección que afecta a todas las esferas familiares.

En Runrun.es desglosamos los hallazgos del informe en las siguientes claves: 

Niñez dejada atrás por las minas

De 6.000 NNA (niños, niñas y adolescentes) encuestados en la investigación, el 60 % afirmó que al menos uno de sus representantes se fue del núcleo familiar para sobrellevar la emergencia humanitaria compleja de Venezuela, ya sea yéndose a las minas o salirse del país. 

«De esa misma muestra, 3 de cada 10 se encontraban al cuidado de terceros; es decir 1.800 NNA bajo la tutela de abuelos, tíos, vecinos o hermanos mayores. Y, 1 de cada 10, entiéndase 600, estaba completamente solo, sin ninguna persona que velara por su cuidado y bienestar. (…) Estamos seguros de que son muchos
más», asevera el informe de la CDH UCAB.

La universidad advierte que la migración y desplazamiento interno no son las únicas causas de la niñez desprotegida y propensa a ser víctimas de la esclavitud moderna en el Arco Minero del Orinoco: la violencia también cobra la vida de sus familiares.

La Fundación Sagrada Dignidad de la Persona informó que han aumentado las solicitudes de apoyo psicosocial para NNA que han sido testigos de las condiciones en que alguno de sus familiares fueron muertos en su presencia, e incluso viéndose, además, en la obligación de limpiar la sangre y recoger los restos. 

Trabajan forzadamente para ayudar a sus familias

2.517 NNA en el estado Bolívar abandonaron sus colegios en los últimos dos años. EL CDH UCAB censó a 11.411 estudiantes en el estado y estimó que el 35% (4.004 menores de edad) estudia y trabaja al mismo tiempo, faltando a clases especialmente los jueves y los viernes «porque, al ser los días más cercanos al fin de semana, se venden más productos y hay más ganancias». 

«Para ellos el trabajo se convirtió en una obligación, no solo para padres sino para todos los miembros de la familia ya que una mano adicional es una oportunidad más de llevar comida a sus hogares», agrega el informe. 

La esclavitud moderna se define como todo trabajo forzado que viole los derechos humanos y los derechos laborales de una persona, sobre todo si es menor de edad —porque vulneras su derecho a la libertad y a la educación—, según la Organización Internacional del Trabajo. Desde una empresa privada que no da condiciones mínimas sanitarias y salariales hasta la coerción de grupos delictivos y los matrimonios forzados, al menos 50 millones de personas en el mundo están en situación de esclavitud moderna según el último informe del Índice Global de Esclavitud de la OIT, en 2022. 

«Los niños, niñas y adolescentes en el contexto de la esclavitud moderna no solo son víctimas directas o indirectas de esta realidad, sino que son revictimizados en el marco de violaciones sistemáticas de los derechos humanos», resalta la institución. 

Los mineros mejoran las escuelas, no el Estado

De acuerdo con los testimonios de profesores recogidos por la UCAB, las esferas de poder delincuenciales han sido las encargadas de crear servicios de transporte de ida y vuelta desde las minas hasta las escuelas tanto para los docentes como para los menores de edad, así como el mantenimiento de los planteles educativos con los servicios de agua y electricidad. 

«El equipo del CDH UCAB documentó casos de maestros que trabajan al sur de la entidad y reciben las llamadas “bolsas mineras”. Las cuales, en palabras de ellos mismos, “contienen alimentos no perecederos más surtidos y de mejor calidad que los distribuidos a través del CLAP” (Comité Local de Abastecimiento y Producción)», dice el documento.

Los Consejos Comunales de la zona constataron que, ante la falta de docentes en los salones, los propios adolescentes tomaban el rol de maestros. Además, alrededor de 30% de los estudiantes, 3.432 NNA, no tienen un padre o representante legal que los inscriba o retire del sistema educativo.

«Desde el CDH UCAB se logró documentar más de 1.300 niños viviendo dentro de las minas que se encuentran desescolarizados».

8 de cada 10 pacientes pediátricos sufren de desnutrición

El estado Bolívar es el más grade de Venezuela, con 240.528 kilómetros cuadrados, pero es uno de los que tiene menos centros de atención sanitaria completa, denuncia la institución. La mayoría de los servicios pediátricos tienen que hacerse en la capital del estado, en Ciudad Bolívar, y los pacientes deben recorrer kilómetros para tener atención médica

«Tomando como base los índices de morbilidad registrados, se entiende que 40 pacientes diarios presentan
algún grado de desnutrición; lo que significa que mensualmente, por cada centro hospitalario, se registran alrededor de 1.120 niños y niñas en esta condición», se lee en el informe. 

La universidad entrevistó a las madres de los pacientes con menos de 5 años de edad, y reconocieron que en vez de leche los niños se alimentan con una mezcla de agua y harina de maíz, fécula de maíz, productos lácteos o solo azúcar provenientes de las cajas CLAP. En el caso de las madres lactantes, el estudio arrojó que ellas también sufren de desnutrición, con un peso entre los 35 y 40 kilos. 

«Tras desarrollar grupos focales con personas de las comunidades priorizadas, estas señalaron que realizan —en el mejor de los casos— dos comidas al día; sin embargo lo frecuente es alimentarse una sola vez; su ingesta está basada principalmente en embutidos como mortadela y salchichas, así como también queso, arepas y yuca. Esto se debe a que son los alimentos de menor precio», resume el CDH UCAB.

Arco Minero: nido de enfermedades

Los parásitos intestinales y las enfermedades de la piel son los padecimientos más frecuentes en los NNA del Arco Minero del Orinoco, después de la desnutrición. Su exposición a un ambiente contaminado y su vulneración al derecho humano al acceso a la salud incrementan el deterioro de sus condiciones de vida. 

EL CDH UCAB advirtió que los hogares del oriente y sur del país buscan pozos de agua no tratados para paliar la escasez del servicio público. «En este contexto se ha constatado que 95% de los casos de pacientes pediátricos tratados en instalaciones de salud públicas, es decir 1.330 NNA por mes, tomando como base un solo hospital, presentan trastornos parasitarios».

La poca higiene en el agua también provoca enfermedades en la piel, cerca del 45% de los encuestados por la universidad sufren de escabiosis, piodermitis, impétigo e infecciones avanzadas provocadas por estafilococos

Otra patología en aumento son las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo adolescente. En el caso de los embarazos no planificados, «de acuerdo con los datos obtenidos por el equipo investigador del CDH UCAB, se conoció que, dependiendo el centro de atención, entre 23% y 35% de los nacimientos en el estado Bolívar son de madres menores de edad».

En al menos 5% de los partos se constató la presencia de sífilis o Virus de inmunodeficiencia humana (VIH) congénita (transmitida de la madre al hijo). Otras infecciones de transmisión sexual, como la gonorrea, el Virus del Papiloma Humano (VPH) y el herpes, se producen como «producto de abusos sexuales o inicio de la actividad sexual a edades tempranas, sin la prevención o cuidado requerido (…) relacionado a la explotación sexual». 

La esclavitud moderna infantil a la puerta de la casa

Según el informe, frente al resquebrajamiento del núcleo familiar, la mayoría de los menores de edad recurren a irse a las casas de los vecinos a hacer labores domésticas, como la limpieza y la jardinería, por «precios simbólicos o comida». 

«En el sector La Esperanza de Cambalache se contabilizaron 179 niños entre 7 y 10 años que participan en las actividades de una cantera, en donde “pican piedras y las cargan para llevarlas en carruchas hasta el sector por donde pasan los compradores”», dice la CDH UCAB. 

La investigación cualitativa también precisó que los NNA están presentes en el contrabando de combustible y en la recolección de chatarra en las zonas urbanas. 

Además, «registró más de 1,300 niños que residen en los campamentos mineros, dedicados a actividades mineras o conexas, a saber: actividades de extracción de material aurífero en minas subterráneas o “batea” —limpieza de arena y grava para extraer oro— en aluviones».

Con relación a la explotación sexual, la universidad proyectó que el 35% de las niñas y adolescentes son víctimas de la prostitución. La edad promedio es entre los 7 y los 10 años. En las calles de los pueblos mineros, sobre todo en la mina de Las Claritas, los adultos «pagaban entre 30 y 50 bolívares por acto» con las menores. 

«En otras situaciones se logró documentar situaciones en las que el intercambio sexual era transado a cambio de alimentos e incluso dulces o cigarrillos. Situación que contribuyó en la detección de un incremento en las uniones o matrimonios tempranos», denuncia el documento, agregando que la edad de las víctimas en ese contexto es de los diez años en adelante. 

El mercurio aumenta la discapacidad cognitiva

De acuerdo con la directora del Programa de Atención en Salud Integral para Personas con Discapacidad (PASDIS), Gabriela Iriarte, «hay un aumento importante de los casos de discapacidad cognitiva debido a la alta contaminación de mercurio en el agua», producto de la actividad minera y las poblaciones aledañas.

El mercurio es un metal utilizado para extraer oro debido a que ambos metales hacen un amalgama, se atraen como si de un imán y un hierro se tratara. Per el mercurio es tóxico para la salud. La Organización Mundial de la Salud advierte que el consumo de peces y agua contaminada por mercurio puede generar «efectos cognoscitivos» en el desarrollo tanto del feto como del NNA.

El CDH UCAB afirmó que 767 NNA tienen una discapacidad motora, visual, auditiva y cognoscitiva, representando el 60% de la población con alguna discapacidad registrada por PASDIS.

«También hay un incremento de casos de inteligencia límite, dentro del espectro de la neurodivergencia, motivado por problemas de desnutrición. Del mismo modo, (Iriarte) señala que muchas de las niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva son víctimas frecuentes de abusos sexual, debido a su indefensión», establece el documento.

El informe denuncia que los niños y los adolescentes son más propensos a sufrir la esclavitud moderna desde posiciones de «obreros» en las minas y como mensajeros de extorciones delincuenciales, mientras que las niñas y las adolescentes son más propensas a vivir la esclavitud moderna desde las trata de blancas, tanto en el país como en las redes de prostitución a países extranjeros como Trinidad y Tobago.

Violencia contra mujeres y niñas que hacen vida en el Arco Minero es una constante
En el Arco Minero del Orinoco, la contaminación por sustancias tóxicas empleadas en la minería ilegal empuja a los indígenas a incorporarse al trabajo minero
Los crímenes en las zonas mineras afectan a las mujeres y niñas de manera diferenciada por razones de género, edad y etnia
ONG alertan que las edades para iniciar el trabajo sexual en el Arco Minero han disminuido de forma considerable, con la participación de ‘niñas de hasta 7 y 8  años

 

La contaminación de las aguas y los suelos por sustancias tóxicas como el mercurio, empleadas en la extracción ilegal de minerales en Amazonas y Bolívar,  ha limitado las actividades agropecuarias indígenas y los obliga a incursionar en la minería. Además, las mujeres y niñas – de hasta 10 años– que realizan labores domésticas y trabajo sexual en el Arco Minero se ven sometidas a condiciones de salud e higiene precarias, según el conversatorio impulsado por el Centro de Justicia y Paz (Cepaz), este 25 de septiembre a través de X Spaces. 

La actividad se tituló «Violencia contra mujeres y degradación ambiental en el Arco Minero» y contó con la participación de Estefanía Mendoza, coordinadora general de Mulier Venezuela, y Eumelis Moya, abogada y coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), núcleo Guayana, quienes expusieron los hallazgos de investigaciones realizadas por ambas entidades respecto a la situación de emergencia en el Arco Minero del Orinoco (AMO).

Mendoza indicó que en el noveno informe sobre sobre la Situación de las mujeres y el ambiente en Venezuela en el marco de la revisión del Estado Venezolano ante la Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw) destacaron las consecuencias de la minería ilegal como los impactos ambientales, destrucción de territorios ancestrales indígenas y la contaminación general por el uso de sustancias tóxicas – como el mercurio- utilizadas en la explotación de minerales, una situación que vienen denunciando los líderes indígenas y defensores de la naturaleza de los estados Amazonas y Bolívar. 

La investigadora resaltó que la contaminación se está extendiendo y que hay estudios que demuestran la presencia de mercurio en distintos pueblos indígenas, yanomamis, pemones, yekuanas y sanemas, que incluso se ha extendido hacia comunidades no indígenas en El Callao, Isla Ratón y otras zonas de curso del Orinoco. También, manifestó que el Estado venezolano no ha ratificado el Convenio de Minamata sobre el Mercurio y que al ser cuestionados en el CEDAW sobre esto, no ofrecieron respuestas precisas. 

»(…) Desde el 2016 hay una prohibición del uso de mercurio, pero la realidad es que es ampliamente usado para la actividad minera en Venezuela (…) y sin ningún tipo de política pública para atender a los peligros del uso de esta sustancia», declaró. 

En la investigación también se destacó la incorporación de temas como la esclavitud moderna, trata de persona, explotación de mujeres, adolescentes y niñas – especialmente indígenas- en las llamadas «currutelas», y la «violación de derechos generalizada (…)  como ya hemos visto con situaciones como la masacre de Yapacana», ocurrida a mediados de este mes».

Es un panorama que no solo tiene que ver con la falta de presencia del Estado, o sus acciones de corrupción en la zona, sino también con la presencia de grupos armados irregulares, los denominados «sindicatos», que controlan estos sitios  y se vuelven un «paraestado», explicó Mendoza. 

Lo que quedó para los pueblos indígenas

La depredación del ambiente que contamina las aguas y arrasa con los suelos limita las actividades propias de los grupos autóctonos, como la agricultura y la pesca. Esta situación los acerca a la pobreza y, seguidamente, los empuja a la minería como única solución. Según Mendoza, este hecho facilita la «narrativa» de una «minería ecológica» que promueven algunos sectores, especialmente el gobierno. 

»(…) No es solo la atención a la actividad minera  lo que se exige el Estado, sino también la atención a las condiciones generales de la zona, porque solo si existen oportunidades, la posibilidad de tener una vida económica,  atención de salud, garantía de derechos,  es que las personas van a poder dedicarse a otras actividades», concluyó. 

La investigadora advirtió que es necesario exigir al Estado políticas públicas integrales y acciones lógicas para atender esta situación y abandonar este modelo de explotación y saqueo del ambiente a costa del resguardo de nuestros bienes naturales »que tienen un significado tan importante en un contexto de cambio climático».

¿Qué pasa con la mujer en el Arco Minero?

A través de los resultados de la investigación »Formas Contemporáneas de Esclavitud en el Estado Bolívar,  una perspectiva de género-sensitiva», Eumelis Moya aclaró el impacto diferenciado de los crímenes de los que son víctimas mujeres y niñas en los municipios Callao, Roció y Sifontes del estado Bolívar que hacen vida en el AMO, y como la ausencia generalizada de un enfoque genero-sensitivo ha decantado en la estigmatización de quienes hacen vida allí.

Detalló que desde el trabajo doméstico hay un perjuicio de la salud y la higiene por la escasez de agua o el acceso a líquidos contaminados, así como la preparación de alimentos en fogones, cuyo humo afecta sus pulmones y derivan en enfermedades respiratorias. 

En lo que respecta el trabajo sexual, sin importar que la víctima haya ido por cuenta propia o bajo circunstancias engañosas, debe laborar en condiciones de privacidad e higiene poco apropiadas o nulas, a su vez  deben hacer una erogación para su protección y permanencia en esos lugares. Aunado a este punto, se encuentran los matrimonios forzados a temprana edad, donde desde el CDH han calculado un 35% de afectación, »siendo modestos».

Indicó que las edades para iniciar el trabajo sexual han disminuido de forma considerable, con la participación de »niñas de 7 y 8  años que realizan trabajo sexual en las plazas». Agregó como preocupación la propagación de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), con niñas de hasta 10 años en estado de gravedad, junto a las altas cifras de embarazos adolescentes, con un 25% dentro de los embarazos generales reportados en el estado.

»(…) Hablar del tema requiere sentarse, detenerse y empezar a evaluar los segmentos de una manera interseccional», declaró, refiriéndose a la complejidad de la afectación sobre las mujeres, que varía por edades y grupos étnicos. 

La abogada también expresó las dificultades para visibilizar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el AMO, por el peligro que implica investigar la zona con la presencia de los grupos irregulares. Al denunciar los hechos, lo hacen de manera cuidadosa »porque es una responsabilidad muy grande ser voz de las personas que están en esa situación». 

Explicó que a la hora de visibilizar lo que ocurre »hay que hacer muchísimo énfasis (…) con los medios de comunicación de cómo hacer un enfoque que respete esas condiciones, la inclusión, la afectación diferenciada, que se respete la interseccionalidad y se genere en el colectivo la necesidad de no naturalizar las situaciones».

 

Runrun.es gana premios Ipys Venezuela 2023 por trabajos sobre prisiones y Arco Minero
La investigación “Prisiones Venezolanas: Repúblicas Independientes del Crimen”, de Runrun.es junto a ConnectasOrg, ganó en la categoría Cobertura
El trabajo «Viaje a la fosa de la devastación del Arco Minero,  que se elaboró en alianza con el Correo del Caroní, recibió la mención honorífica en la categoría de Investigación

 

Dos investigaciones periodísticas de Runrun.es fueron galardonadas en la XIII Edición del Concurso Nacional de Periodismo de Ipys Venezuela. 

El trabajo “Prisiones Venezolanas: Repúblicas Independientes del Crimen”, una investigación de Runrun.es y ConnectasOrg, fue el ganador de la edición 2023 en la categoría Cobertura. 

La investigación desnudó una amplia gama de dinámicas inverosímiles que suceden en las prisiones venezolanas gobernadas por “pranes”, como la cría de cerdos, la comercialización de alimentos y la organización de carteleras de boxeo. Tomó casi un año para su realización y muestra cómo las cárceles de Tocorón, Tocuyito, Vista Hermosa, Puente Ayala, Trujillo, El Dorado, y el desaparecido Retén de Cabimas (un centro de detención preventiva que fue cerrado en octubre de 2021) están bajo el control de los pranes, pese a que en las áreas externas hay presencia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

 Ronna Rísquez, coordinadora del trabajo, resaltó el esfuerzo de las periodistas del interior del país para concretar esta investigación hoy galardonada. 

«En distintos estados del país hay gente muy talentosa que hacen grandes esfuerzos (…) Algunas de ellas no quisieron que se les identificaran por miedo y entraron a las prisiones, entrevistaron, e hicieron un trabajo muy importante para visibilizar esta situación. El trabajo de los periodistas en las regiones es muy importante para visibilizar la realidad de toda Venezuela», destacó, tras agradecer la concesión del premio. 

 

Los jueces concluyeron que  esta propuesta “ofrece detalles sobre el funcionamiento de las prisiones en Venezuela como un sistema de poder paralelo, a pesar de los riesgos que supone el tema y las dificultades de acceso a los recintos penitenciarios”. 

Consulte el especial: Prisiones Venezolanas: Repúblicas Independientes del Crimen haciendo clic en la imagen

Mención especial para trabajo sobre el Arco Minero

El otro trabajo de Runrun.es reconocido en esta edición de los premios Ipys Venezuela fue «Viaje a la fosa de la devastación del Arco Minero, que recibió la mención honorífica en la categoría de Investigación.

Para concretar este reportaje de investigación se hizo un recorrido de 850 kilómetros por cuatro municipios mineros del estado Bolívar en donde el  equipo de Runrunes y el Correo del Caroní constataron en directo el impacto ambiental, social y cultural de la actividad aurífera en la región.

Concluyeron que la señal más visible del avance del megaproyecto de minería decretado por Nicolás Maduro en 2016 y que ocupa casi 12% del territorio nacional, es la aparición de misteriosas empresas, molinos artesanales y plantas industriales de cianuración para el procesamiento de oro cuyo desempeño productivo se mantiene bajo secreto oficial. 

Lisseth Boon, coordinadora del trabajo,  destacó que este reportaje fue un «gran desafío a la censura y opacidad en Venezuela».

«Tuvimos que ir a averiguar y levantar los datos, confirmar en las zonas mineras y recoger nombre por nombre las empresas que forman parte de la corporación de la destrucción del Arco Minero del Orinoco y que están detrás de la devastación ambiental, atropello a comunidades indígenas y corrupción», explicó. 

Boon destacó el valor del trabajo colaborativo en el periodismo y enfatizó también en la importancia de que las investigaciones periodísticas reciban el respaldo económico para su realización. 

«Trabajamos en alianza con el Correo del Caroní y vontamos con la participación de gente muy talentosa, como William Urdaneta, que hizo el registro y gráfico en videos, así como con mis compañeras de investigación, María Ramírez y Lorena Meléndez. Es importante destacar que  lo hicimos con el respaldo de Transparencia Venezuela, por lo que aprovecho para enfatizar que el periodismo venezolano necesita apoyo, los trabajos reconocidos en esta premiación se han hecho con las uñas, con voluntad y mucho esfuerzo», acotó Boon. 

Consulte el especial complejo «Viaje a la fosa de devastación del Arco Minero» haciendo clic en la imagen 

 

 

Almagro pide a la comunidad internacional no ser diferente ante “ecocidio y violación de DDHH” en el Arco Minero
En diciembre de 2022, SOS Orinoco denunció que el régimen de Maduro está empujando a los indígenas Pemón a participar en la minería ilegal otorgándoles una pequeña ganancia

Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), pidió el pasado sábado, 28 de enero, que la comunidad internacional no sea indiferente ante el “ecocidio y la violación de DDHH” en el Arco Minero.

Mediante su cuenta de Twitter, Almagro compartió una publicación de la ONG SOS Orinoco, la cual advierte que la minería ilegal «está envenenando la cuenca del Orinoco».

«La explotación minera del Orinoco por parte del régimen venezolano está provocando un desastre ecológico que tiene a los pueblos indígenas como principales víctimas», denunció Almagro.

Asimismo, señaló: «La comunidad internacional no debe ser indiferente ante este ecocidio y violación de DDHH».

El pasado mes de diciembre de 2022, la ONG SOS Orinoco denunció que el régimen de Nicolás Maduro está empujando a los indígenas Pemón a participar en la minería ilegal otorgándoles una pequeña ganancia.

De acuerdo con la denuncia de la organización ambiental, el pueblo pemón está en contra de toda minería dentro del parque nacional Canaima.

Asimismo, SOS Orinoco denunció que el campamento turístico Uruyen parece ser una fachada para facilitar la minería ilegal en manos de criollos no indígenas y para la entrada de grupos armados criminales.

«Se están violando abiertamente los derechos de las comunidades indígenas y permitiendo la colonización de sus territorios ancestrales para favorecer la minería», se lee en un mensaje que publicó la ONG vía Twitter.

Un indígena pemón que prefirió mantener su identidad en reserva, afirmó a la ONG que en el trabajo de la minería ilegal no están solamente los indígenas, sino otros grupos.

«Todo es para ellos y para las comunidades, nada. El gobierno da esa opción de que quienes tengan el metal pueden obtener el combustible. Y quien no, se queda sin trabajo. Muchos productores de minería ilegal son los que se benefician”, aseguró.

Leonardo DiCaprio visibilizó el auge de la deforestación en Venezuela: Es una de las más grandes del mundo
«Venezuela experimenta una de las deforestaciones más grandes del mundo, y se estima que la pérdida de bosques vírgenes aumenta en alrededor del 170%», denunció en una publicación en su Instagram el actor estadounidense y activista ambiental Leonardo DiCaprio
SOS Orinoco agradeció al actor y activista ambiental por alzar su «poderosa voz» en contra de la «deforestación y minería ilegal de oro de sangre impulsada por el régimen de Nicolás Maduro»

 

El pasado 25 de diciembre,  el activista ambiental y actor estadounidense Leonardo Di Caprio llamó la atención sobre el auge de la deforestación en Venezuela. 

«Venezuela experimenta una de las deforestaciones más grandes del mundo, y se estima que la pérdida de bosques vírgenes aumenta en alrededor del 170%», escribió Di Caprio en la red social Instagram, al tiempo que invitaba a leer un artículo de la revista New Scientist en el que se ahondaba en el tema.

 

En el referido reportaje, firmado por el periodista Lucas Taylor, se recalcó que la pérdida de bosques vírgenes está aumentando alrededor de un 170% anual en Venezuela, «una tasa incluso más rápida que Brasil», y todo debido al auge de la minería de oro.

Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de protección del ambiente agradecieron a Di Caprio por visibilizar ante el mundo este problema que afronta el país.

Desde SOS Orinoco le enviaron un mensaje en el que reconocen su iniciativa de alzar su «poderosa voz» en contra de la «deforestación y minería ilegal de oro de sangre impulsada por el régimen de Nicolás Maduro».

Por su parte, tras mencionar lo que comentó DiCaprio sobre la deforestación en Venezuela, Provea destacó que han denunciado la «gigantesca deforestación y daño ambiental» del Arco Minero y la violación a los derechos humanos de los pueblos indígenas, así como las «muertes y esclavitud a manos de grupos armados».

En su #InformeProvea2021, alertaron que al menos unas 2.227 hectáreas de ecosistemas amazónicos especiales han sido arrasadas «solo en el Parque Nacional Yapacana»  producto de la minería ilegal, «potenciada por el Arco Minero del Orinoco».

«El Parque Nacional Yapacana, Amazonas, es el área protegida más intervenida y castigada por actividades extractivas en #Venezuela. En Yapacana se han abierto, hasta abril/2020, 69 minas de explotación del oro; una tasa de crecimiento de 242 hectáreas por año», denunció Provea. 

Por otra parte, agregaron que la minería también ha afectado por lo menos 1.000 hectáreas del Parque Nacional Canaima. 

«Organizaciones ambientales han alertado que en cinco años la deforestación en la Amazonía de Venezuela ha superado la pérdida de vegetación de los 20 años anteriores. Daños ambientales irreversibles por la diversidad afectada y kilómetros de daños», advirtieron.

 

Viaje a la fosa de devastación del Arco Minero

La pandemia del COVID-19 no detuvo la destrucción del Arco Minero del Orinoco, sino que la profundizó. Bosques talados, ríos contaminados, invasiones de territorios indígenas, instalación de plantas industriales y aparición de viviendas y comercios precarios a la orilla de la carretera conforman el nuevo paisaje que atraviesa la Troncal 10, la principal arteria vial que comunica los municipios mineros al sur del estado Bolívar. 

Así lo evidenció una investigación especial el equipo de Runrunes y el Correo del Caroní  publicada en septiembre de 2022. En un recorrido de 850 kilómetros por cuatro municipios mineros del estado Bolívar se constató en directo el impacto ambiental, social y cultural de la actividad aurífera en la región.

La señal más visible del avance del megaproyecto de minería decretado por Nicolás Maduro en 2016 y que ocupa casi 12% del territorio nacional es la aparición de misteriosas empresas, molinos artesanales y plantas industriales de cianuración para el procesamiento de oro cuyo desempeño productivo se mantiene bajo secreto oficial. 

«La deforestación a la vista de los transeúntes de la Troncal 10  y la contaminación con mercurio y desechos tóxicos de los ríos Cuyuní y Yuruary que bordean los principales pueblos mineros desdice las políticas ambientales que el Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico y el Ministerio de Ecosocialismo aseguran cumplir  desde la creación del Arco Minero del Orinoco. En 2020, se registró la mayor pérdida de cobertura arbórea en el estado Bolívar en las últimas dos décadas debido a la expansión de la minería«, se alerta en este trabajo de investigación.

 

Acá puede consultar el especial completo: Viaje a la fosa de devastación del Arco Minero

 

El Periodismo venezolano fue decisivo para documentar los casos del nuevo informe de la Misión de la ONU
El tercer informe de la misión de la ONU cita 9 trabajos de RunRun.es que describen las violaciones a los Derechos Humanos en el Arco Minero del Orinoco entre 2016 y 2022
De los 20 medios de comunicación privados venezolanos mencionados en el documento, la mitad de ellos fueron bloqueados de las operadoras de internet venezolanas por petición del Estado solo en 2021

Por tercera vez consecutiva, los medios de comunicación privados y las Organizaciones No Gubernamentales venezolanos tomaron un papel definitivo en el registro, documentación, verificación y difusión de casos relacionados a las violaciones de Derechos Humanos para alimentar las conclusiones de la Misión de Determinación de Hechos sobre Venezuela de la ONU, en las que se menciona a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello y a otros dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) de orquestar las torturas, ataques y masacres a civiles y disidentes políticos venezolanos desde el 2014

«Las investigaciones de la Misión muestran que los actos de violencia documentados no fueron realizados al azar por individuos desconectados, que actuaron solos dentro del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar). Por el contrario, el Sebin y la Dgcim fueron parte de una maquinaria diseñada y desplegada para ejecutar el plan del gobierno para reprimir la disidencia y cimentar su propio control del poder. Este plan fue orquestado al más alto nivel político, encabezado por el presidente Nicolás Maduro y apoyado por otras altas autoridades», declaró Martha Valiñas, presidenta de la Misión en la presentación del documento.

En su tercer informe sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, publicado el 20 de septiembre del 2022, la Misión de Determinación de Hechos de la ONU actualizó su investigación sobre la violación sistemática de los Derechos Humanos en el país.

En este caso, destaca el rol del periodismo de rigor en la documentación en dos temáticas: las historias de las víctimas de los crímenes y torturas cometidos por autoridades y funcionarios del Estado venezolano y la acción de los grupos armados junto a la violación de los Derechos Humanos a las poblaciones indígenas como consecuencia del Arco Minero del Orinoco

«La Misión lamenta que, transcurridos tres años de su mandato, el Gobierno venezolano aún no haya permitido a sus miembros visitar el país», se lee, una vez más, en el informe. 

La ONU también denunció que no obtuvo ningún contacto con la administración pública venezolana, quien no respondió «a ninguna de las diez cartas que la Misión le envió entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022». 

Frente a la falta de cooperación del gobierno de Maduro, la ONU contrastó 246 entrevistas en este ciclo con reportes de medios de comunicación venezolanos y ONG nacionales y regionales. 

«Los medios  de comunicación independientes y las ONG, como referente de la generación de información de primera mano dentro de Venezuela, se convirtieron en un insumo vital para La Misión», aseveró Andrés Cañizález, periodista, académico y director de la ONG Medianálisis, dedicada a la defensa de la libertad de expresión.

«Con las limitaciones del caso, porque la repercusión sobre el informe es limitada para cierta parte de la población, ya que el periodismo independiente y la sociedad civil venezolana informa de estos casos a un sector anclado de la sociedad venezolana, la que se puede informar, la que puede conectarse a una red eléctrica y de internet medianamente estable», agregó. 

Una mina de violaciones a los Derechos Humanos

Entre los tres documentos que publicó la Misión de la ONU el 20 de septiembre se registran alrededor de 216 menciones a trabajos de medios de comunicación privados, de los cuales 24 nombran a Runrun.es

Los informes toman como referencia a 9 trabajos de investigación que realizó Runrun.es entre 2016 y 2022. La mayoría de ellos se enfocan en el registro de las violaciones a los Derechos Humanos y la corrupción estatal en el Arco Minero del Orinoco, un proyecto de intervención territorial de industrias extractivas en el sur de Venezuela auspiciado por el gobierno de Nicolás Maduro desde 2016. 

A través de distintos proyectos periodísticos, Runrun.es viene reportando casos de corrupción empresarial e invasiones de territorios indígenas desde el inicio del proyecto del Arco Minero. 

Junto a la plataforma Connectas, se documentó el contrabando de oro entre empresas estatales, extranjeras y grupos criminales armados. 

El intercambio ilegal de metales preciosos en el Arco Minero del Orinoco generó múltiples enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del estado y las guerrillas; mientras tanto, las poblaciones indígenas del norte del estado Bolívar se encontraban en el fuego cruzado. 

El informe relata que los cuerpos de seguridad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) «provocaron enfrentamientos con “sindicatos” en las minas. (…) Los enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad del estado y los grupos armados criminales continuaron en el marco de la operación Manos de Metal, que fue anunciada por Tareck El Aissami el 8 de junio de 2018. Según el anuncio oficial, esta operación estaba encaminada a “atacar las mafias de contrabando de extracción de metales” . Se emitieron órdenes de captura contra los cabecillas de distintos “sindicatos” y 28 presuntos líderes de alto perfil del tráfico ilegal de oro».

Runrun.es continuó la documentación de los enfrentamientos entre guardias nacionales venezolanos y las ejecuciones extrajudiciales en la zona. 

Masacres en la selva

Gracias a la recopilación de testimonios, se pudo constatar que desde el 2015 los asesinatos a los mineros en el estado Bolívar son una constante.

Investigaciones de Runrun.es confirman un mínimo de 11 personas ejecutadas de manera extrajudicial por su relación con las minas de la zona antes de la Masacre de Tumeremo, cuando asesinaron a un mínimo de 17 civiles en un enfrentamiento armado en marzo de 2016. 

Runrun.es relató las experiencias de los habitantes del municipio Sifontes del estado Bolívar. Algunos afirmaban que las ejecuciones eran un hecho recurrente. El tercer informe de la ONU constató, a través de entrevistas a testigos de las masacres y con antiguos funcionarios venezolanos, que todos esos hechos fueron desamparados por el Estado venezolano

Del mismo modo, en febrero 2018, la cobertura de Runrun.es sobre las ejecuciones en Cicapra, otro poblado del estado Bolívar, ayudó a contrastar a las entrevistas consultadas por la Misión de la ONU y a corroborar que el operativo no fue un enfrentamiento, sino una orden militar sin registros que mató 18 civiles

Registro de la resistencia

En el marco de esos enfrentamientos, también se documentó cómo los liderazgos indígenas de la región han tenido que encarar a las relaciones coercitivas con el Estado venezolano para mantener su integridad.

Los testimonios tanto de los medios de comunicación cómo los que recopiló la ONU establecen que el Estado mantiene una violación constante a la población indígena venezolana desde 2001, como mínimo

«La creación de cuerpos de seguridad indígena responde también a la falta de respuesta de las autoridades ante los abusos de poder y violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. Los líderes y lideresas de las comunidades pemón presentaron frecuentemente denuncias ante diversas autoridades, tal como las comandancias militares de las REDI y ZODI y el ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico. Sin embargo, la mayoría de estas denuncias no recibieron respuesta», establece el informe. 

Dentro de las denuncias relatadas en la Misión de la ONU se encuentra el caso del asesinato a Zoraida Rodríguez, de 46 años, y el ataque a miembros de la Guardia Territorial Pemón de Santa Elena de Uairén por parte de fuerzas militares venezolanas el 22 de febrero de 2019. Ese día, el proyecto periodístico Monitor de Víctimas documentó que los cuerpos de seguridad impedían el paso de la ayuda humanitaria que concedió la Guardia Territorial Pemón en la frontera con Brasil. Los militares abrieron fuego contra los civiles. 

La Misión de la ONU informó que la reconstrucción de ataques militares a comunidades indígenas en la frontera entre Brasil y Venezuela se valió casi exclusivamente de las entrevistas recopiladas por el grupo de investigación y los reportes de la prensa independiente

«En las investigaciones llevadas a cabo por la Misión con respecto al caso ocurrido en Ikabarú (el 22 de noviembre de 2019), se dio seguimiento al incidente a través de un estudio comparado de fuentes abiertas de información», se lee en el punto número 357 del tercer informe de la ONU. «Al no poder entrar en territorio venezolano, y al haber ocurrido el caso en un área remota del territorio venezolano, la Misión se encontró con importantes retos para entrevistar a personas que hubieran vivido de primera mano el incidente violento que se refleja. Sin embargo, la Misión encontró múltiples fuentes abiertas de información que se referían a los hechos en la comunidad de Ikabarú como uno de los casos emblemáticos con delitos ocurridos en el marco de operaciones violentas para obtener control territorial en áreas mineras del municipio de Gran Sabana».

El registro de los testimonios de las víctimas por parte de la prensa venezolana, así como la descripción de los hechos, facilitó a la ONU a reconstruir el asesinato de 8 personas en la comunidad pemón de Ikabarú, ubicada en el estado Bolívar, y establecer las bases de una ejecución extrajudicial por parte del Estado venezolano con el objetivo de anexar el territorio al Arco Minero del Orinoco pese a no pertenecer al proyecto. 

De una zona industrial a una zona de torturas

El otro tema determinante en los tres documentos que conforman el tercer informe de la ONU es el registro sistemático de centros de tortura y represión por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). 

La Misión de la ONU pudo localizar 17 puntos de tortura en Caracas y Miranda, cuya sede principal se encuentra en Boleíta Norte (municipio Sucre, Miranda). Debido a las restricciones del Estado Venezolano de brindar información, la ONU reconstruyó una línea de tiempo de las actividades de la Dgcim para convertir un edificio comercial en una sede policial donde se ejecutan violaciones a los Derechos Humanos. 

Un reportaje de Runrun.es relata a través de distintos testimonios cómo los miembros de la Dgcim ocuparon en 2019 una zona industrial y residencial de la Gran Caracas sin el conocimiento de sus vecinos. 

Desde esa sede, la ONU pudo constatar que los presos políticos y civiles del Estado venezolano eran despachados a distintas «casas de seguridad» para ser torturados antes de regresar a Boleíta Norte y continuar sus procesos de detención arbitraria.

Frente a la censura 

De los 20 medios de comunicación privados venezolanos mencionados en el tercer informe de la ONU, 11 de ellos fueron bloqueados de las operadoras de internet venezolanas por petición del Estado solo en 2021, según el Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela (IPYS) y la ONG VE Sin Filtro. 

De acuerdo con los datos de VE Sin Filtro, desde 2014 la censura en internet contra medios de comunicación ha crecido de manera exponencial.

«En Venezuela, los medios de comunicación independientes se han convertido en las referencias directas de las realidades a las cuales la Misión de determinación de Hechos no ha podido tener acceso debido a que no ha podido entrar al país», aseveró Marianela Balbi, directora ejecutiva del IPYS. «Desde el periodismo se está desmontando diariamente el discurso oficial, que el aparato de la propaganda gubernamental se empeña en poner en la opinión pública a través de los medios públicos, paraestatales y progubernamentales, y de la maquinaria de desinformación que activa para intoxicar el discurso público que se expresa en las redes sociales». 

«Por estas razones, periodistas y defensores de derechos se han convertido en el blanco de los ataques desde los servicios de seguridad y las instituciones públicas. Detrás de las graves denuncias del informe de la ONU está la acción sostenida, rigurosa y valiente de los medios independientes y las ONG en Venezuela», agregó. 

Andrés Cañizález afirmó que, debido a la reducción del ecosistema de medios en los últimos años, el impacto interno de la prensa independiente venezolana es reducido; pero, a largo plazo, los registros son un papel clave para la comunidad internacional y los procesos de justicia frente a las instituciones multilaterales.

«Mi percepción es que no tenemos una opinión pública como lo establecen las democracias modernas, donde se contrasta el pensar de la población a través de encuestas y se contrasta con la prensa nacional. Ese fenómeno está muy reducido en Venezuela», explicó Cañizalez. «Yo creo que, en el corto plazo, estos informes tienen un impacto limitado mientras el chavismo siga en el poder y se mantenga como está ahora, pues va a tener bastante control de la narrativa de lo que se habla en el país. Pero creo que en el mediano y en el largo plazo estos informes van a ser sustantivos vitales no solo en la discusión pública, sino en el restablecimiento de un sistema de justicia y de Estado de Derecho en Venezuela».

Tanto Andrés Cañizález como Marianela Balbi reflexionaron que la documentación de la violación a los Derechos Humanos en Venezuela son primordial para construir una memoria colectiva y para «rendir cuentas al gobierno» en un futuro.

El tercer informe de la ONU cita a 46 medios de comunicación privados nacionales e internacionales. Dentro de ese grupo también destacan las menciones a medios privados con injerencia nacional como El Correo del Caroní, Efecto Cocuyo, Crónica Uno, Tal Cual, El Pitazo y Armando.Info, entre otros. Todos esos medios han sufrido bloqueos en sus páginas web desde el 2017 hasta ahora

La Misión de la ONU también recopiló el trabajo de denuncia, análisis y documentación de las organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. Las ONG venezolanas que tuvieron una participación prominente en el informe fueron SOS Orinoco, el Centro para la Reflexión y la Acción Social (CERLAS), el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Provea y La Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (CODEHCIU), entre otras.   

«Ante la inacción de las autoridades y de las instituciones públicas, los medios son el primer testigo, el primer relator de esta historia reciente para que no se continúe imponiendo la sombra de la impunidad.  Pero claro, esto ocurre en una sociedad democrática y abierta, y esa no es la sociedad que tenemos en Venezuela», concluyó Balbi.

Los documentos del tercer informe de la ONU pueden descargarse al hacer clic en este texto resaltado.