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3×3 | La oposición tiene opciones ante las elecciones legislativas
Benigno Alarcón considera que las 27 organizaciones no deben participar en los comicios y que deben prepararse para una etapa post electoral
Marisela Betancourt expresó que la oposición debe aterrizar su discurso a la realidad de la gente para lograr una movilización

@saracosco

27 organizaciones políticas de la oposición decidieron rechazar y no participar en las elecciones legislativas convocadas para el próximo 6 de diciembre. Mediante un comunicado publicado el 2 de agosto, aseguraron que la decisión responde a la falta de garantías para que el voto sea respetado.

Al día siguiente, la diputada Delsa Solórzano (Encuentro Ciudadano-Miranda) aseguró que “en los próximos días” se daría a conocer la ruta alternativa para poder generar un cambio político. Agregó que todas las organizaciones están planteando sus opciones para poder llegar a un consenso y presentarle el plan al país. 

La analista y experta en marketing político Carmen Beatriz Fernández, el director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Benigno Alarcón y la politólogo Marisela Betancourt nos dan su visión sobre la decisión de la oposición de no participar en los comicios, las posibles estrategias que podrían o deberían aplicar y  las oportunidades reales de promover la movilización ciudadana. 

Teniendo en cuenta los estudios que hablan de la disposición a votar de una buena cantidad de personas ¿Debe el G4 reconsiderar su posición?

Carmen Beatriz Fernández

No lo creo, no. El G4 más las otras 23 organizaciones llegaron a esa decisión por alguna razón, que tiene que ver con que no se pudo avanzar en los intentos que venía haciendo Noruega y Europa de que hubiese una mejora de las condiciones y una postergación electoral. 

Llegan a esa armonización por una razón determinada que creo que es una razón potente. No es una locura. Además, al final el liderazgo no debe dejarse guiar por las encuestas. Las encuestas son súper importantes, pero el liderazgo debe estar allí por alguna razón. 

Benigno Alarcón

No, honestamente no creo. Es alta (la disposición a votar) si la oposición participa y está por debajo un 50%, si no participan. El problema que está teniendo es que la mayoría de los que sí participan en cualquiera de los escenarios, es el Gobierno y la gran cantidad de gente que no participa, es oposición.

Básicamente es por cuestionamientos a las condiciones. Es decir, porque con este CNE no confío, porque mi voto no elige. Pero nuevamente el problema básico, no tiene que ver con el hecho de que yo participo si gano y si no gano, no participo.

El problema es que ha habido una arremetida brutal del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral contra la oposición y la han dejado incluso sin sus partidos. 

Honestamente no veo ningún indicador en el estudio (de Delphos) que me diga que la oposición debió haber participado. Creo que esta va a ser una elección con muchísima abstención, que va a votar bastante menos del 50% de la gente. Las condiciones dificultan mucho la participación.

Marisela Betancourt

Primero hay que establecer una diferencia entre abstenciones. Es decir, no es lo mismo la abstención de 2018  que la abstención que se pretende convocar en el 2020. 

La abstención del 2018 tuvo otro contexto, veníamos de una mesa de diálogo y las elecciones presidenciales eran uno de los puntos más álgidos que se negociaba. La abstención del 2018 permite posicionar a Venezuela en la agenda internacional. Se logra con esa abstención, un lobby muy importante en materia internacional.

Pero hoy el escenario es otro. Tenemos una oposición desgastada, fragmentada, que no cumplió con lo que prometió. Y hay unas elecciones legislativas que están previstas constitucionalmente, es decir, no hay escapatoria. Son elecciones que están previstas constitucionalmente, tienen que hacerse. 

La encuesta de Delphos me parece que fue lapidaria porque hay un marco de referencia de que la política venezolana se circunscribe a algunas vocerías y algunas redes sociales. Y resulta que eso no es así. Según las encuestas hay un 25% de abstención, de gente que no irá bajo ninguna circunstancia y un 60% de personas que está dispuesto a votar. 

El venezolano siempre ha preferido votar que abstenerse, es decir, en 2018 la cifra de de las encuestadoras sobre los venezolanos dispuestos a votar tampoco fue muy diferente a la cifra que están presentando en la actualidad. Sin embargo, la abstención, acompañada de una estrategia, logró conquistar espacios políticos, especialmente en un escenario internacional. 

Más allá de votar o no, ¿Qué estrategia podría implementar la oposición?

Carmen Beatriz Fernández

Mucho más importante que mandar a votar o no, es que la decisión fue tomada en unidad y en amplio consenso, porque eso al final en el estado calamitoso de la república en Venezuela, tiene gran importancia el que la oposición se mantenga unida. 

Ahora bien, decidir no participar sin que tengas una estrategia, tampoco sirve de mucho. Entonces, ¿cuál es la estrategia? Es una pregunta nada fácil, porque como hemos venido viendo, ninguna de las opciones que tenía la oposición eran buenas.  

Hay que pensar un poco fuera de la caja y ver qué cosas pueden hacer que permitan incidir en la agenda pública sin reaccionar a las trampas que está poniendo el gobierno. No está fácil, pero, una muy importante tiene que ver con trabajar el músculo político y hacer avance democrático. 

Primero hay que construir padrón electoral, no tanto dentro como fuera del país. El padrón de afuera es muy importante. Alcanza esos cinco millones de electores que viene a ser un 15% del registro nacional, sino que más allá de eso, tiene una visibilidad y un valor simbólico importantísimo.

Otra cosa que tienen que resaltar es explicar por qué este proceso no tiene las condiciones y no es formalmente una elección. Una de ellas sería sobre el despojo del voto a las comunidades indígenas, una cosa gravísima, desconociendo los usos y costumbres de la población indígena venezolana.

Otra importante creo que es la grosería del crecimiento del número de escaños, que fue una cosa que se sacaron debajo la manga para complacer el reparto de curules, donde le estás dando más peso a las poblaciones rurales, ergo, a las poblaciones más chavistas del electorado. 

También hay que alcanzar, en estos meses pre electorales, compromisos de acuerdo bipartisano -de dos partidos políticos- en contra del régimen de Maduro, en estos meses preelectorales en Estados Unidos. Luego sería bueno un trabajo diplomático para tratar de que no se te escape nadie de esa coalición de 60 países.

Benigno Alarcón

Hay que mirar más allá de una decisión táctica, por decirlo así, entre votar y no votar. Y hay que plantearse más bien una decisión estratégica. Es decir, si voto cuáles son los pasos que vienen posteriormente para lograr un cambio político y si no voto, igual.

Se debe tener claro que si bien la oposición nunca debe renunciar a la vía electoral, porque es una de las vía más importante para generar un cambio político. Yo diría que la más importante, eso no implica que tienes que ir a cuanta elección te ponen por delante, porque hay elecciones que pueden jugar completamente en tu contra. 

Porque te quitan el partido político, porque te inhabilitan los candidatos, porque te ponen condiciones que son inaceptables, porque no hay ningún elemento que te permita generar cierto nivel de competitividad, porque no tienes testigos que certifiquen el resultado de esa elección, como la observación internacional.

Esto que están ofreciendo ahora, no es observación, porque sería que vengan unas personas que entran inclusive desde antes de convocar a la elección y ven cómo se arma el tema con las máquinas y ven cuáles son las reglas de juego y cómo es el acceso a los medios. Eso es observación internacional y eso justamente es lo que el gobierno no quiere. 

Entonces bajo esas condiciones, ir a unas elecciones, desde mi punto de vista no tiene mucho sentido y es garantizar una derrota a tu gente y hacer que tu gente el día de mañana te respete menos, esté menos dispuesta a seguirte porque lo llevaste a una derrota. Entonces eso creo que hay que tomarlo en cuenta.

Marisela Betancourt

Hay que ver cuál es la estrategia que va a acompañar esa abstención en un país cada día más despolitizado. Hasta ahora no se ha planteado ninguna. Se comentó sobre la continuidad administrativa que es un sin sentido. 

Si la oposición pierde la Asamblea Nacional, ya no serán representantes de un poder del Estado, pierden el terreno que ganaron en 2015, ¿cuál es el objetivo de perder ese espacio? Porque si ya no eres presidente de la Asamblea Nacional, pero a la vez te proclamas Gobierno, básicamente, lo único que queda es el exilio, porque se convierte en sedición. 

Más allá de reconsiderar ir o no ir a elecciones, el G4 tiene que reconsiderar la arrogancia con la que se ha manejado, porque no está ofreciendo nada más allá de lo meramente declamativo y de un diagnóstico descriptivo que eso lo puede hacer cualquiera.

La dirigencia está allí no sólo para describir un escenario catastrófico que estamos viviendo, sino para para guiar ese sentimiento de rechazo al gobierno hacia un camino que se materialice.  

Es decir, el gobierno tiene como meta dividir a la oposición, eso está más que claro. Pero que la oposición excluya a otro sector que también quiere derrotar al gobierno en vez de establecer alianzas en las diferencias, me parece que es un poco arrogante. 

Siempre he pensado que la oposición, para ser efectiva ante lo avasallante que es el poder político de este gobierno, tiene que empezar a sorprender. Hasta ahora la oposición ha sido muy previsible y el gobierno eso lo sabe también.

Creo que un llamado sorpresivo a votar masivamente y darle a esta elección una connotación, a lo mejor más plebiscitaria, podría reactivar la movilización.

¿Cómo pudiese la oposición aprovechar esta convocatoria electoral para intentar movilizar a la base opositora?

Carmen Beatriz Fernández

Esto no es una elección, ni siquiera por el hecho de que es una elección írrita, sino que es una elección muy particular, porque la pandemia que tenemos encima es tan grave y tan omnipresente que cualquier estrategia política debe incluirlo como parte del mensaje.

Lo que debe resaltar la oposición, es que no se pueden hacer elecciones en medio de esta pandemia, y si lo hacen es porque son unos irresponsables y no les está importando en lo absoluto el desenlace y los perjuicios que le está causando a la población.

En este sentido, la COVID-19 es una oportunidad, porque la pandemia, está generando cambios importantísimos en el electorado a nivel global. La gente está buscando nuevos referentes que sean más responsables, más apegados a la verdad y más científicos. 

Benigno Alarcón

Estamos en momentos muy difíciles para poder movilizar a la gente, porque primero estás en una pandemia y es una realidad, no es un mito. Obviamente, en condiciones de esta naturaleza, que le digan a la gente que manifieste, que se movilice, es cuesta arriba. 

Lo que sí creo es que a la oposición le toca prepararse para un escenario post electoral. Lo que sí puede lograr la oposición desde un punto de vista realista, es que no se reconozca la validez de esta elección. Tengo la impresión de que una parte muy importante del país y de la comunidad internacional, no van a reconocer el resultado. 

Eso sirve para mucho, porque el no haber reconocido la elección presidencial generó grandes problemas a Maduro, empezando por congelación de cuentas en el exterior que no ha podido mover.

También hay países que tendrán que pensarlo más para hacer negocios acá, porque si países como Estados Unidos o la misma Unión Europea o buena parte América Latina dicen que no reconocen a esa Asamblea Nacional, yo me lo pensaría para firmar un contrato, aunque tenga la aprobación legislativa de esa Asamblea, porque puede pasar que si este gobierno el día de mañana no está, el nuevo gobierno, se niegue a reconocer los contratos y lo que se invirtió. 

Se ponen en una posición de riesgo tremenda al final del día. Entonces sí tiene un efecto en el hecho de que hacer negocios en Venezuela, aliarse con el régimen, terminen siendo operaciones de muy alto riesgo para cualquier país. 

Lo que la oposición puede conseguir, es que no se reconozca la elección. Otro tema como la continuidad administrativa, tengo dudas de que eso sea posible. 

Marisela Betancourt

Una elección siempre es una oportunidad de oro para la movilización. y más ahora que que hay una especie de letargo político en la sociedad. Pero para empezar a movilizar a las bases hay comenzar a hablar con la verdad, a dejarse un poco de relatos orientados hacia soluciones inmediatas e ir  más a lo real.

Creo que en la medida en que el discurso se acerque más a la realidad que vive la gente se va lograr la confianza necesaria para la movilización.

Hubiese sido tal vez interesante ver una propuesta de la oposición, de llamar a votar masivamente, de darle una connotación más plebiscitaria a esta elección. Es decir, una connotación más de vamos a votar en contra de este gobierno, más allá de la naturaleza de la elección, que es legislativa. Que pueda de alguna manera ir preparando el terreno hacia un futuro referéndum revocatorio. 

Hay que ver si estamos a tiempo o no. Hay que ver cuales son los dilemas internos dentro de la oposición. No puede haber una movilización aislada. Primero hay que legitimar el discurso ante la sociedad. Por eso digo que en la medida en que el discurso se corresponda más a la realidad, se va allanar el camino para movilizar a la gente.