«¿Acaso tú no sabes que la flor de plástico nunca se marchita?», le dice Perla a su hija, cuando ésta le manifiesta sus dudas sobre la operación en los senos, la cara y los glúteos que está por hacerse.
Estefanía, la hija, se prepara para un concurso de belleza, una tradición venezolana que llega ahora al cine con la película 3 Bellezas, que se estrena este jueves en Caracas.
Su director, Carlos Caridad-Montero, dice que los venezolanos tienen una «relación disfuncional» con esa supuesta obsesión con la belleza: «Estamos inmersos en eso y no nos damos cuenta».
«Me gustaría que la gente se diera cuenta de que estamos siendo superficiales, pero claro, el sistema te lleva a eso», le dice a BBC Mundo.
O como le dice Perla a su hija: «Lo único que tienes para defenderte en un mundo de hombres es tu belleza», expresa.
«Una mujer así en este país lo consigue todo», analiza, mientras confecciona el vestido de su hija como quien opera unos senos.
Los aforismos de Perla pueden sonar exagerados, ridículos y, sin duda, satíricos.
Pero denuncian una realidad: Venezuela es el país de los reinados de belleza, el país con más concursos de Miss Universo y Miss Mundo.
El país donde las niñas son entrenadas para hacer parte –y ganar– en un mundo donde el aspecto físico determina el éxito.
«Nervio expuesto»
3 Bellezas cuenta la historia de una madre soltera en Caracas que educa a sus dos hijas para triunfar en ese mundo, generando una trágica rivalidad entre ellas.
La carrera de Caridad-Montero –que también ha sido profesor y periodista– se ha concentrado en el documental, la profesión que lo inspiró para escribir el guion de la película.
Además, por supuesto, de su vida personal: «Acá -dice- todos estamos inmersos en esto».
Aunque empezó a escribir el guión en 2000, fue en 2007 que se «puso serio»: cuando, durante un curso de documentales en la universidad, cinco de siete grupos de estudiantes hicieron un proyecto relacionado con la apariencia física.
«Se me reveló un nervio expuesto», dice.
Y no en vano, paralelo a la película produjo el documental «Más allá del valle de la silicona», que aún está editando.
3 Bellezas no fue una película costosa, dice. Su producción duró dos años y la música original fue compuesta por Alvaro Paiva e interpretada por la orquesta Municipal de Caracas.
«Forma de ascender socialmente»
Aunque hay consenso en que la mujer venezolana es muchas veces vista como un objeto sexual, no todo el mundo está de acuerdo en que eso sea un problema, como argumenta 3 Bellezas.
El mismo Caridad-Montero dice que hay feministas que no le ven nada de malo a que las mujeres estén obsesionadas con la belleza, «si eso es lo que le queda a una mujer bonita que no tuvo oportunidades».
Muchos pueden interpretar la película como un ataque a una de las tradiciones más arraigadas de la cultura venezolana.
Perla les enseña a sus hijas a vomitar después de comer, les pone candado a la nevera y la despensa y les celebra que digan que cuando grandes quieren ser «una miss muy alta, con ojos claros y tetas muy grandes».
«Perla es un personaje exagerado», admite Caridad-Montero.
Y eso puede generar cierto rechazo al que Caridad-Montero, sin embargo, le da la bienvenida: «El miedo siempre está, pero también está la curiosidad por ver las reacciones».
Para él Venezuela sigue siendo un país donde «le belleza es vista como una forma de ascender socialmente».
Un país, volviendo a Perla, donde «los príncipes no existen, pero las princesas sí».