Cuando los trabajadores se unen, devienen en profetas del cambio
Se ha concretado lo imposible, un milagro: la unidad del movimiento sindical en torno a la candidatura de Edmundo González y del liderazgo de MCM
Dos movimientos de masas contienen la carga necesaria para influir en el destino de un país: en primer lugar, los jóvenes, calificados en una oportunidad como la chispa que enciende la pradera en la revolución; y, en segundo lugar, los trabajadores por ser el brazo motor de cualquier economía y de la estructura social de una nación.
En el caso venezolano, los jóvenes han dado muestra de arrojo y valentía incluso a riesgo de sus vidas, como lo demostraron en 2007, y de 2014 al 2017. Fechas en que decenas de muchachos se inmolaron por defender el derecho a vivir en democracia. Con referencia a los trabajadores, desde inicios del siglo XXI han demostrado su sacrificio con la participación en paros nacionales y locales, aun cuando significara perder sus puestos de trabajo y sustento familiar, como ocurriera con los 23.000 trabajadores despedidos de PDVSA en 2003 y los 10.000 despedidos de la administración pública tras el referendo revocatorio de 2004.
Luego, y hasta el presente 2024, los conflictos laborales encabezan la protesta social en todo el país, con más de 18.000 movilizaciones, huelgas de hambre y toma de fábricas. Todas reprimidas y judicializadas por el autoritarismo gobernante.
El intrincado mapa del sindicalismo venezolano
¿Cuál ha sido la rémora que ha impedido derrotar la ofensiva antilaboral del régimen? La división y la carencia de un liderazgo creíble que unifique las batallas al detal que ocurren sin opción alguna de victoria. Para muestra de esta triste realidad fui convocado a reunión en 2018 en la sede capitalina con directivos del partido Vente Venezuela, a fin de presentar mi análisis de la situación laboral y sindical venezolana.
Debo confesar que, al describir el intrincado mapa del sindicalismo venezolano, donde existen 7 centrales sindicales, decenas de corrientes sindicales, como también variopintas coaliciones de sindicatos de base, me faltó pizarrón para dar cabida a todas las expresiones sindicales del país, agregando que en cada región y sector se multiplica ese grado excesivo de fragmentación sindical. Es tal el grado de desconfianza, que internamente unos y otros se descalifican, mientras algunos se autoproclaman como los “legítimos herederos de la clase trabajadora”, esperando que el rival fracase en cualquier iniciativa en defensa del sector que representen.
Es importante aclarar que la diversidad de centrales es característica del movimiento sindical global. Por ej. en Brasil se registran hasta 9 centrales sindicales, en Perú se identifican 6 centrales nacionales. Y, si vamos a Europa, en Francia son reconocidas la CGT, la CFDT, la CGT-FO; mientras que, en España, se reconocen la UGT, Comisiones Obreras, CNT, USO. En fin, las observaciones no se centran en la existencia de la libertad sindical, sino en la ausencia del propósito de acción unitaria más allá de las siglas.
Se reedita la unidad sindical de 1936 y 1958
Ahora bien, mi asombro y a la vez satisfacción es que en Venezuela ha ocurrido un movimiento telúrico desde octubre 2023 con las primarias opositoras, que ha impactado a todos los segmentos de la sociedad. Ese efecto ha alcanzado transversalmente al movimiento sindical venezolano. Tanto, que se hoy concreta lo imposible, un milagro: la unidad del movimiento sindical en torno a la candidatura de Edmundo González y del liderazgo de María Corina Machado en procura de desalojar por la vía constitucional del voto a la tiranía gobernante.
No creamos que es la primera vez que ha sucedido esta unidad sindical nacional. Este avance cualitativo del liderazgo de los trabajadores ocurrió en 1936, cuando el incipiente movimiento obrero luchó en todo el territorio nacional para organizarse en sindicatos y fundar la primera central de trabajadores, la CVT. Y posteriormente, en 1958, al unirse todas las expresiones sindicales vinculadas al PCV, AD, COPEI, URD en la huelga general del 1.° de enero, la cual conllevó junto al alzamiento militar el 23 de ese mes, al derrocamiento de la dictadura perezjimenista y a ser actor fundamental del Pacto de Puntofijo.
La unificación de las diferentes posiciones del sindicalismo en torno a la conquista de la democracia, como paso fundamental en la reconquista de la libertad sindical y los derechos laborales, es un salto cualitativo vital para restablecer el sistema democrático. Con ella se anuncia a la golpeada sociedad venezolana que sus trabajadores y sus representantes sindicales están dispuestos a contribuir al nuevo país que se avecina en beneficio de todos. Esa es la esperanza de los venezolanos.
¿Un cambio en la narrativa sindical es posible?
Se ha concretado lo imposible, un milagro: la unidad del movimiento sindical en torno a…
Movimiento Laborista*Movimiento Laborista.
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