Las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela fueron un abreboca de lo que podrían ser las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, afirman especialistas. Los abusos que se cometieron, como la presión a empleados públicos o el uso de recursos y de medios de comunicación del Estado, son una constante en las campañas del chavismo. “La oposición debe prepararse para una campaña militar, de ataques sorpresa por la espalda, más que electoral”, advirtió el politólogo Luis Salamanca.
Se refiere a los imprevistos que puedan presentarse en el camino, como la exigencia de paridad de género en las candidaturas o nuevas muestras de ventajismo como las que ya se asomaron en las internas rojas. “En las primarias fue evidente el voto asistido, la búsqueda de electores en sus casas, las amenazas a los empleados públicos por el propio presidente. En algunas oficinas del Estado revisaban quiénes tenían manchado el dedo meñique. Todo este menú se aplicará en las parlamentarias. Van a ser una cosa sin precedente en materia de ventajismo, porque la oposición tiene ventaja en la intención de voto”, indicó.
Vicente Bello, representante de la Mesa de la Unidad Democrática ante el CNE, opinó que la oposición debe prepararse, especialmente, ante el uso de recursos y medios del Estado en la campaña y la intimidación de los electores del chavismo.
Advirtió que ya el presidente Nicolás Maduro anunció que Jorge Rodríguez, jefe de campaña del PSUV, tendrá un programa en VTV. “Es una irregularidad. ¿Quién va a pagar ese programa?, ¿la Alcaldía de Libertador? Hacerlo en su condición de jefe de campaña y alcalde a la vez viola la Ley de Contraloría, porque utiliza los recursos del Estado en proselitismo”, señaló.
Sobre la intimidación de electores dijo que ya se develó la estrategia en las primarias: “En edificaciones de la Misión Vivienda colocaban en la planta baja autobuses para buscar a la gente en los momentos que prorrogaron el cierre de los centros y entraban con megáfonos en los pasillos. Decían que tenían que ir a votar o les quitaban las viviendas. Es un recuso de intimidación que, con certeza, van a utilizar”, agregó.
Fidelidad. Aníbal Sánchez, consultor político, coincidió en que las primarias del PSUV fueron un ensayo para un ejercicio interno que se aplicará en las parlamentarias llamado “operación lealtad”, que es el avecé de la movilización chavista, compuesto por intimidación, uso abusivo de recursos del Estado –en la campaña y la elección– y el voto bajo coacción. Elías Jaua y Aristóbulo Istúriz fueron los principales promotores de la “lealtad a Hugo Chávez” para las primarias.
“Cada uno de los jefes de los organismos públicos recuerdan desde el día anterior a sus empleados lo importante de votar. Utilizaron la tinta indeleble como mecanismo de control de asistencia. Conozco una mujer que recibe una beca de Madres del Barrio y, como trabaja en una alcaldía del oficialismo, tuvo que votar”, señaló.
Denunció que la “operación lealtad” tiene dos etapas que seguramente se repetirán en las parlamentarias: la básica, con el “voto silvestre”, que es comprobar quiénes votaron temprano y están comprometidos; luego la etapa de votación asistida, que abarca desde la movilización hasta el voto asistido en sí.
El dirigente opinó que el máximo hecho intimidatorio se produjo cuando el presidente dijo que sabría quién voto: “Es una amenaza clara a quienes tienen bajo control”.
¿Qué hacer?
Los expertos electorales de la oposición consideran que, ante las características de los abusos cometidos, será clave entrenar y fortalecer el papel de los testigos de la MUD.
Bello señaló: “Frente a eso lo que hay que hacer es tener testigos preparados y presionar para que se respete la ley y el secreto del voto. Que nadie vigile cómo vota quién esté frente a la boleta electoral”:
Sánchez coincidió en que la mejor forma de blindarse ante el voto asistido es con el entrenamiento del testigo que se encontrará en la estación de información al elector.
“Un elector puede acompañar a una sola persona. Cuando se mete la cédula del que asiste a alguien se obtiene un reporte que señala si esa persona ya acompañó a alguien. El testigo debe estar instruido para evitar el abuso.
Ese testigo también debe informar en tiempo real si hay electores en las colas”, agregó.
Félix Arroyo, representante electoral de AD, coincide en que lo clave será la presencia de los testigos: “Si no hay gente en las colas, las mesas deben cerrar a las 6:00 pm”.
Sánchez complementa que la comunicación entre los que trabajarán por la oposición será clave: “Si un elector reporta una irregularidad a la sala de contingencia, debe distribuirse la información entre todos los responsables de velar por la transparencia del proceso”.