Eran las 6:30 pm del pasado jueves 2 de noviembre, cuando Luis Gerardo Georgerín Pernía, de 30 años de edad, salió de su casa rumbo a una agencia de loterías ubicada en el barrio San Isidro de Petare, en el municipio Sucre del estado Miranda. A las 7:00 pm sería el sorteo de la «lotería de los animalitos» que él jugaba y, por eso, el lugar estaba repleto. Pero pocos minutos después de haber llegado, presuntos funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), arribaron a la zona y comenzaron a disparar. Georgerín Pernía fue herido y, horas después, apareció muerto en el Hospital Dr. Domingo Luciani de El Llanito.
De acuerdo con el relato de testigos y familiares que estuvieron en la Medicatura Forense de Bello Monte, aunque portaban sus placas, los Cicpc no usaron un vehículo oficial sino que se trasladaron en un carro de color amarillo. A la víctima le dieron la voz de alto y, seguidamente, le dispararon en una de sus piernas y en el costado. Con esas heridas, se lo llevaron.
«Después de que le dispararon, al ratico, el barrio se llenó de policías del Cicpc. No dejaban que nadie entrara ni saliera de su casa, por eso no pudimos auxiliarlo, porque él estaba en el piso», dijo un pariente de Georgerín Pernía. «Ellos (Cicpc) alegn que hubo un enfrentamiento, pero él ni siquiera estaba armado», afirmó.
Los familiares de la víctima empezaron a buscarlo esa misma noche, cuando los uniformados abandonaron la zona. Pero solo encontraron noticias de él a la mañana siguiente en el Domingo Luciani, donde los médicos les confirmaron que el baleado había ingresado al hospital la noche anterior las 9:00 pm y que había muerto instantes después. El cuerpo, sin embargo, no estaba allí. De acuerdo con la información que les dieron a los parientes, los mismos funcionarios lo habían trasladado.
«Pero el cadáver no llegó aquí a Bello Monte sino hasta las 6:00 pm del viernes», dijo un allegado, casi 12 horas después de que le dispararan en la agencia de loterías. Georgerín Pernía tenía, además de los dos tiros ya conocidos, otro impacto de bala en la cabeza.
Al momento del suceso, la víctima estaba desempleada. Deja huérfano a un niño de 7 años. Su esposa tiene 8 meses de embarazo. Reportes de prensa indicaron que había estado preso en febrero pasado por presuntamente pertenecer a la banda de «Los Directv», que asaltaba casas en el sureste de Caracas con la excusa de ser un prestador del servicio de televisión por cable.