En la sierra de Perijá, al occidente de Venezuela, parir no es sólo un hecho biológico: es un acto de resistencia. Ahí, en las comunidades indígenas yukpa, las mujeres gestantes deben enfrentar carreteras destrozadas, falta de combustible, escasez de insumos médicos y un sistema de salud que no termina de reconocerlas.
Entre la negligencia y el dolor, emergen las parteras indígenas como faros en la tormenta: guardianas del saber ancestral y garantes de un parto digno. Ellas garantizan, con su sabiduría y conocimientos en salud, los derechos reproductivos; además las acompaña y atiende hasta el puerperio.
Y aunque el parto humanizado es un derecho en la legislación venezolana, en la sierra de Perijá es una utopía lejana. En el caso de las yukpa, muchas paren montadas en la moto camino al hospital, afuera en la plaza o en la entrada de la emergencia. Además, son forzadas a posiciones ajenas a su cultura: acostadas, sin compañía, sin respeto. El hospital impone el frío metal de la camilla y ellas resisten desde la sabiduría.

En su cosmovisión habla de dar a luz en cuclillas, en comunión con la Madre Tierra; además de que es una posición más cómoda para el bebé: por gravedad, fluye su tránsito por el canal uterino al mundo exterior.
Foco Informativo presentó una reciente propuesta periodística destinada a visibilizar los problemas cotidianos ocultos en lo más profundo de la sociedad venezolana: situaciones que parecen rumores, pero son la realidad de personas que viven en este país.
Parir en la sierra de Perijá es un acto de resistencia es una historia contada para todos los sentidos: un seriado de relatos, contenidos, sonidos y videos que muestran cómo viven y qué padecen las mujeres yukpas desde que quedan en embarazo hasta que dan a luz a sus hijos, dentro de un contexto que se debate entre las tradiciones ancestrales, la modernidad que no termina de llegar a sus comunidades. El especial completo puedes leerlo aquí.
