Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 20.09.2019: ALTO: El obispo habló - Runrun
Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 20.09.2019: ALTO: El obispo habló
ALTO
EL OBISPO HABLÓ:
 

Su respetada voz se encendió para denunciar  la crisis venezolana. El Obispo de San Cristóbal, Mario Moronta dijo a la colega Sebastiana Barráez para el portal Infobae que “en Venezuela la gente lo que está es preguntándose: «¿Cómo sobrevivir sin que tengamos que morir en el intento? Las ilusiones y las esperanzas de la gente sencilla y que, de verdad, sufre, se estrellan ante el muro de la indiferencia de quienes están en el poder, o de quienes negocian con el poder para no perder sus cuotas e intereses particulares». A juicio de Monseñor, nuestras ciudades están sedientas de justicia, libertad y de lo necesario para poder vivir. «La inmensa mayoría del pueblo sí está de duelo. Hay un profundo dolor debido a que no se tiene lo que se requiere para vivir dignamente. Además del hambre real con sus serias consecuencias, ya se va disminuyendo la capacidad de adquisición de los venezolanos, pues los sueldos no alcanzan para nada…” los ricos se han enriquecido y embriagado con el poder y  son quienes «han hecho realidad la ‘nueva sequía’ que ha dejado a nuestro país en la debacle. ¿Acaso no son ellos los que han destruido la industria  petrolera?»…»¿Dónde van a parar el oro y los otros minerales que son explotados irracionalmente?». Se pregunta (quién conoce por dentro el estamento uniformado a través de sus servicios  en la capellanía militar)¿para qué están las autoridades militares en el país. «¿No es para defender los derechos humanos de cada ciudadano y hacer respetar su dignidad? Si esto fuera verdad, ¿por qué se persigue al disidente? ¿Por qué en los denominados ‘puntos de control’ bajan a la gente del pueblo para revisarles y quitarles lo que llevan en sus maletines o morrales? ¿Por qué no se dedican a erradicar ‘todos’ los grupos irregulares que controlan ya gran parte del país?». Ya no se puede ocultar -dice Moronta- la tortura como método propio en los lugares de reclusión de civiles y militares. «No sólo se ha denunciado. Hay expresiones duras que comprueban su práctica en nuestro país. ¿Podremos olvidar la muerte del Concejal Albán y la del Capitán Acosta? ¿Cómo no dejar de tener presente el rostro sin vista de Rufo Chacón a causa de los perdigonazos disparados a mansalva por un policía?» Es enfático al decir: «En muchos países, con un gobierno decente, el Ministro de la Defensa y las autoridades correspondientes hubieran ya renunciado para facilitar las investigaciones y para mostrar algo de vergüenza. Y los directores de los organismos responsables ya estuvieran no sólo investigados sino invitados a asumir sus responsabilidades».

«Las reacciones se sienten: el silencio y el miedo de quienes están en funciones de servicio para la ‘seguridad’ del país. Hay cacería de brujas, pues nadie quiere hablar; todos se sienten perseguidos o vigilados… y lo peor del caso, junto a connacionales hay extranjeros que lo hacen también». Sobre la movilización de tropas hacia la frontera «se presenta como excusa la necesidad de ‘ejercicios militares’ para estar preparados por si acaso se da una invasión extranjera. La presencia de militares de otros países es colocada como de asesoramiento y de apoyo». En un punto menciona tanto a la Conferencia Episcopal como a la Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU: “La Iglesia ha levantado su voz «pero pareciera no haber sido escuchada ni apreciada». Destaca que quienes detentan el poder y los que se acobijan a él, cuando «se les denuncia lo que están haciendo mal, entonces reaccionan con virulencia. Así sucedió con el Informe Bachelet sobre la situación de los Derechos Humanos en nuestra nación». Imperdible.