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San Agustín

#MonitorDeVíctimasCaracas | Una joven de 17 años fue abusada y estrangulada en San Agustín
El presunto victimario de Yusselit Alexandra Chacón fue hallado muerto a tiros y parcialmente carbonizado

 

@lysaurafuentes / Foto: Carlos Ramírez

 

Una joven de 17 años, identificada como Yusselit Alexandra Chacón, fue abusada sexualmente y luego asesinada en su vivienda, ubicada en San Agustín, municipio Libertador de Caracas. Los padres de la menor estaban fuera del país, por lo que ella se quedó sola.

A la morgue de Bello Monte trasladaron el cuerpo de la joven el miércoles 5 de enero. Sus familiares no habían acudido todavía a la medicatura forense para reclamar el cadáver.

Un hombre que era vecino de Yusselit Alexandra habría sido el presunto responsable de la violación y el crimen.

Se conoció que, cuando el presunto victimario intentó huir del sector, le dieron un disparo en una mano, luego su cadáver fue hallado con tiros en el pecho y parcialmente carbonizado. Este hecho fue atribuido a delincuentes de la zona.

Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) llevan a cabo las averiguaciones del caso.

De cómo San Agustín se abrió al turismo tras bajar los homicidios
En el barrio donde antaño reinaba la basura y por doquier deambulaban jóvenes armados, ahora tienen la convicción de que el arte y la cultura son capaces de transformar incluso al peor de los delincuentes

 

Amanece en Caracas y decenas de turistas se concentran en las inmediaciones de uno de los teatros más modernos y grandes de Latinoamérica a la espera del autobús que los llevará a hacer un recorrido por un barrio de la ciudad, que visitarlo resulta inusual para la mayoría de los venezolanos.

Miguel Espinoza, así como otros turistas nacionales y extranjeros, mostró su entusiasmo de visitar una barriada pobre, otrora una de las tres más peligrosas de la capital venezolana que si bien no ofrece un paisaje natural de ensueño, ni mucho menos hay museos o monumentos afamados que suelen ser el foco del turismo tradicional en cualquier parte del mundo, les permite adentrarse en un lugar que está muy lejos de ser el sitio aterrador que muchos imaginaban.

“Lo especial es que nunca pensé que yo podía venir para acá”, dijo Espinoza, un jubilado 77 años, que vive en Chuao, una próspera urbanización del este de Caracas. Cuando le contaron sobre el llamado “San Agustín Cumbe Tour” en principio “no lo creía, pero me convencieron y vine. Realmente es muy bueno”.

“Estoy disfrutando un panorama” de Venezuela “que pocos conocen y vale la pena venir. Nos tratan bien y se come muy sabroso”, agregó Espinoza, quien relató que al cruzar por la autopista veía con curiosidad desde lejos las góndolas del funicular, que a diario transporta a casi 200.000 personas. Nunca pensó que se subiría en una de ellas.

El funicular fue inaugurado en el 2010 para que los vecinos pudiesen transportarse de manera rápida y segura, una alternativa a laberínticas escaleras que condenaban al aislamiento y dificultaban el traslado de personas con problema de movilidad.

En el Barrio de San Agustín, cerca del centro de Caracas y donde antaño reinaba la basura y por doquier deambulaban jóvenes armados que habían hecho del delito su fuente de ingresos, ahora reina la esperanza y la convicción de que el arte y la cultura son capaces de transformar incluso al peor de los delincuentes.

Por décadas sus habitantes se han esforzado en demostrar que su modo de vida sencillo, donde prolifera el arte callejero, la buena comida y la música bailable como la salsa y el son cubano, no sólo son fuentes de alegría en medio de la adversidad, sino que sirven como atractivos para visitantes nacionales y extranjeros, así como una vía para brindar mejores oportunidades a sus hijos y de paso ayudar a reducir la criminalidad.

Ellos han convertido su pequeña parroquia, de apenas 1,7 kilómetros cuadrados, en un destino turístico con grandes potencialidades.

El tour “me parece una buenísima experiencia”, dijo a The Associated Press Yaritza Vegas, una caricaturista de 46 años que completa el presupuesto familiar vendiendo pasteles de maíz rellenos de carne con ensalada en el barrio.

El “Cumbe Tour” —un nombre que alude a un término de origen africano que significa cerro, altura, monte y que en tiempos de la colonia servía de refugio a los esclavos fugitivos que buscaban ser libres– “es la ruta de turismo cultural”, refirió Reinaldo Mijares, un residente de 54 años, que preside la fundación 100% San Agustín y director del teatro Alameda de la comunidad.

“Cuando vienes a esta ruta te podrás (encontrar) con la gastronomía del barrio”, signada en particular por la cultura culinaria de Barlovento, una región frente a las costas del Caribe y donde por siglos se ha cultivado uno de los granos más preciados de la industria chocolatera mundial y donde la prosperidad de las haciendas de cacao logró combinar lo mejor de la gastronomía y música española con sus equivalentes africanas y la fuerza trabajadora en las plantaciones.

Sus guisos conquistaron los más exigentes paladares en esta nación sudamericana y suele degustarse en el barrio con el acompañamiento de los tambores, que invitan al baile y dejan en el olvido las diferencias sociales.

“San Agustín tiene de especial que es una mezcla, que genera una gran diversidad en su conformación histórica”, acotó Mijares. El barrio se formó a partir de las migraciones internas que se dieron en Venezuela con el desarrollo de las ciudades por la explotación del petróleo desde principio del siglo XX, y particularmente en las décadas de 1950 y 1960, cuando llegaron al sector personas procedentes del centro, oriente y occidente del país, “sobre todo llegó mucha gente de Barlovento con su música” y tradiciones de raíz africana.

Por ser una de las parroquias más pequeñas de Caracas, todos los lugareños se conocen y eso ha facilitado la integración, resaltan.

El tour permite demostrar que la barriada está llena de gente talentosa y trabajadora, que ha mejorado sus condiciones de vida mediante la promoción de la actividad cultural y musical, según Mijares.

La gente de San Agustín entiende que el arte y la cultura son “una herramienta que ha marcado la vida de este barrio. Es desde allí que hemos logrado bajar los niveles de violencia criminal”, agregó con orgullo.

Antiguos delincuentes que azotaban la parroquia en la década de 1990 –cuando San Agustín figuraba entre las tres parroquias más peligros del país– lograron transformarse en promotores del arte, el deporte y los valores familiares.

Una de esas bandas ahora es un club deportivo de “gente que está trabajando por los niños” y desde su “conocimiento del territorio, ha logrado cambiar su realidad propia y la de todo su sector”, añadió Mijares, quien destacó que eso se logró por la toma de “conciencia” de esos jóvenes, sin necesidad de acuerdos, treguas o sangrientos enfrentamientos con la policía.

En contraste, no muy lejos de San Agustín, en una barriada conocida como a la Cota 905 —una zona montañosa semejante y tamizada de casuchas construidas en su mayoría con materiales de desechos— operaba hasta el mes pasado una de las mayores bandas delictivas del país que mantenía azotados a sus vecinos y otras comunidades de la capital venezolana.

Por años la Cota 905 estuvo bajo control de la banda de “El Koki”, que fue desarticulada entre el 7 y 9 de julio tras un sangriento enfrentamiento entre delincuentes y más de 2.400 funcionarios de seguridad, que fueron desplegados para someter a criminales que a diario hacían uso de armas de guerra como granadas, fúsiles y hasta bazucas para cometer sus fechorías.

Visitar un barrio como San Agustín para algunos es una oportunidad única para conocer a personas separadas por el muro invisible de la inseguridad y descubrir que mientras en sectores acaudalados muchos temen caminar en los alrededores de su casa, la gente en este barrio pobre se reúnen en las calles y los niños juegan alegremente en cualquier esquina.

“Me encanta el hacer turismo en un barrio porque es una cultura que uno realmente no conoce, uno siempre está metido en Caracas como en una burbuja y queríamos conocer un poco cómo es su gente y cómo es su arte”, dijo Elena Rodríguez, una profesora de historia del arte, de 61 años, que hizo el recorrido junto a varias amigas.

#MonitorDeVíctimas | Mueren dos jóvenes durante protestas en Las Adjuntas y San Agustín
Las FAES y la GNB son los presuntos victimarios de los jóvenes de 25 y 19 años

 

@loremelendez

EL CADÁVER DE FRANK DAVID CORREA GUTIÉRREZ, de 25 años, estaba la mañana del jueves, 24 de enero, envuelto en una sábana en la entrada de uno de los edificios de las residencias Hornos de Cal, en San Agustín del Sur, al oeste de Caracas. Le habían dejado una inscripción en el suelo: «Otro crimen de Maduro y sus esbirros». Según testigos, fuerzas de seguridad del Estado le dispararon durante una protesta que empezó en la noche del 23 de enero y culminó en la madrugada.

Correa Gutiérrez es, junto a Nick Samuel Oropeza, una de las dos últimas víctimas que han caído en Caracas durante las manifestaciones espontáneas contra Nicolás Maduro. Ambos murieron horas después de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se juramentara como Presidente encargado de la República durante una multitudinaria marcha que culminó en Chacao, en el área metropolitana de la capital venezolana, y que se replicó en 52 ciudades y pueblos del país.

Al caer la noche, las protestas se iniciaron en varias zonas populares de Caracas. En San Agustín, según los vecinos, todo comenzó alrededor de las 8:00 pm y continuó hasta la madrugada. Correa Gutiérrez, quien era mecánico, salió de la calle La Yerbera, donde vivía en una pensión, a comprar una botella de alcohol. En el camino, funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales lo sorprendieron y señalaron como un «guarimbero».

La víctima salió corriendo a refugiarse en la torre B de Hornos de Cal. Los uniformados lo persiguieron hasta allí mientras huía. Su cuerpo quedó boca abajo con un tiro en la espalda.

Correa Gutiérrez era mecánico automotriz y trabajaba en un taller de la zona. Nació en Caja Seca, estado Zulia, donde viven sus dos hijos. Llevaba 5 años viviendo en Caracas con una pareja que hace poco emigró.

«El FAES nos arrolló anoche», reclamó Édgar Palacios, un vecino de la zona que reclamó que ese cuerpo de seguridad entra a diario en los barrios a asesinar a sus habitantes.

A más de 15 kilómetros, en Las Adjuntas, al suroeste de Caracas, el joven Nick Samuel Oropeza, de 19 años, murió en otra protesta por disparos de la Guardia Nacional. El hecho ocurrió alrededor de las 10:00 pm, cerca del comando de ese cuerpo militar, mientras la víctima participaba en una manifestación.

El muchacho, que estudiaba quinto año de bachillerato en el Liceo Juan Lovera, recibió varios disparos. Uno le perforó el pulmón. Cuando cayó, sus compañeros lo llevaron a un Centro de Diagnóstico Integral cercano y luego al Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, pero no sobrevivió. Una bala le perforó un pulmón.

Oropeza vivía en el boulevard Santa Cruz de Las Adjuntas. Lo conocían sus vecinos como un jugador de fútbol de la zona.

Con las muertes de Oropeza y Correa Gutiérrez ya son seis las personas que han caído durante las manifestaciones en Caracas. Las otras víctimas murieron en Cotiza, El Junquito y Catia.

Candidato a la Constituyente participó en robo de cuaderno de votación en San Agustín

Catia Colectivos Consulta Popular copy

El punto soberano ubicado en el bulevar Leonardo Ruíz Pineda de San Agustín fue atacado por colectivos de la mañana y robaron un cuaderno de votación.

Los colectivos llegaron entre las 7:30 y las 8:00 de la mañana al bulevar donde se encontraban cuatro mesas de la consulta popular. Los individuos oficialistas irrumpieron el proceso de votación y se llevaron un cuaderno con más de 300 firmas. Tras la agresión, el punto fue movido a Parque Carabobo.

 

De acuerdo al testimonio de una vecina de la zona, recabado por la periodista de Runrun.es Lorena Meléndez, entre los colectivos que participaron en el asalto se encontraba un candidato a la Constituyente de alias «Barriga».

«Él llegó con sus colectivos y tumbaron todas las mesas. Se llevaron tres mesas, un cuaderno y dispersaron a la gente que estaba en la plaza al lado de la Iglesia», dijo la señora. Puede escuchar su testimonio a continuación:

Votantes no permitieron sabotaje en Catia

Un episodio similar ocurrió en el punto soberano de la Iglesia el Carmen en Catia. Un grupo de colectivos llegaron al lugar a las 8:00 a.m. e intentaron robar el material de votación.

«La gente organizada salió en defensa y rescataron los cuadernos de votación» dijo uno de los ciudadanos que esperaba para participar en el proceso. Sin embargo, de acuerdo a declaraciones, alcanzaron a llevarse boletas y planillas, y amenazaron con volver.

 

Vecinos trancan autopista a la altura de San Agustín porque no llegaron los CLAP

via-autopista

 

Usuarios de la red social Twitter reportan que vecinos de las residencias Hornos de Cal, San Agustín del Sur, trancaron la autopista en sentido oeste-este como medida de protesta debido a que no recibieron las bolsas de CLAP.

 

 

La protesta comenzó cerca de las 9 de la mañana. Vecinos de la comunidad informan a través de Twitter que no reciben las bolsas de comida desde hace mes y medio.

 

 

 

Carro cayó al Guaire con persona tiroteada a bordo

CarroenelGuaire#24S

 

José Edgardo Ramírez Ávila, cayó al río Guaire cuando iba a bordo de su vehículo Ford Fiesta azul. El hecho se produjo cerca del sector San Agustín, por la autopista Francisco Fajardo, en horas de la mañana de este jueves.

La víctima al parecer fue tiroteada cuando conducía el vehículo por lo que perdió el control y cayó, Ramírez iba acompañado de una mujer quien también resultó herida.

Funcionarios de los Bomberos del Distrito Capital estuvieron desplegados en el sitio del suceso, el hecho produjo un fuerte retraso en la arterial via.

La periodista de suceso, Altagracia Anzola, explicó más detalles en su cuenta de Twitter: