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Ronna Rísquez

Coordinadora de ARI Ronna Rísquez entre las 100 mujeres reconocidas por su aporte al país

Las 100 Protagonistas fue el evento organizado por la Embajada de Países Bajos, la Alcaldía del Municipio de Baruta, Impact Hub y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho el pasado sábado 02 de marzo. En esta premiación se reconoció y celebró, en su tercera edición, a las 100 mujeres más influyentes del país en el 2024.

Este reconocimiento se llevó a cabo en el marco de la celebración del mes de la mujer. Las premiadas contribuyeron a la sociedad venezolana en temas de derechos humanos (DDHH), empoderamiento femenino y generaron un impacto positivo en torno a la prevención y lucha contra la violencia basada en género. 

La Concha Acústica de Bello Monte fue el lugar de encuentro donde se homenajeó a mujeres ganadoras desde 2022 hasta la fecha. 300 es la suma total de mujeres reconocidas en estas tres ediciones por la Embajada de los Países Bajos. 

La directora de orquesta Elisa Vegas fue la encargada de iniciar la presentación de un repertorio operático, sinfónico y electrónico que honró a las seleccionadas de este año. La música también estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, que presentó un concierto operático que posteriormente contó con la participación de la reconocida mezzosoprano internacional, Tania Kroos. 

Las protagonistas

Desde las 2:10pm el camión de información de la Alianza Rebelde Investiga (ARI) se preparó para recibir y dar la bienvenida a las protagonistas de la noche. Después de estacionarse a un lado de la entrada, abrir ventanas, montar la corneta y ajustar sonido, el ARI Móvil estuvo listo. Un mix de música de los años 80 fue la señal. 

Al ritmo de Take on me las protagonistas y la audiencia se aglomeraron en la entrada de la alfombra naranja, esperando que el reloj marcara las 5.00pm para dar comienzo a las sesiones fotográficas y al brindis de recibimiento.

Créditos | Adriana Materano

Yenny Bastida, diseñadora de modas; Verónica Ruiz del Vizo, empresaria y experta en marketing; Ronna Rísquez, periodista y coordinadora de la Alianza Rebelde Investiga; Ana Milagros Parra, politóloga; Elvira Llovera de Pernalete, madre de Juan Pablo Pernalete; Mireya Blavia, filántropa y empresaria; Maryeska López, abogada y Anna Figueroa, una jóven de 17 años que es defensora de DDHH, fueron las primeras protagonistas en conocer el camión del ARI Móvil.

A esta lista de grandes mujeres se le unieron Adriana Pérez Piegard, periodista y defensora de DDHH; Isabella Picón Ball, politóloga y activista; Diana De Conciliis Ruscito, asesora al paciente en pro de su salud y Glennys Jerez Vázquez, gerente social de la Asociación Aliadas en Cadena. Todas conversaron con la periodista Yaya Andueza, representante del ARI Móvil y una de las 100 protagonistas de la edición 2022, acerca de sus impresiones del evento.

Crédito | Adriana Materano | Verónica Ruiz del Vizo en el ARI Móvil

Para la empresaria y CEO de Amarillo Lab, Team Remoto y Bootcamp Vero, Verónica Ruiz del Vizo, generar oportunidades es lo que hace posible que todas las mujeres sean parte de las 100. “Yo creo que todas somos parte de las 100 porque  todas generamos una sociedad donde esas oportunidades se prestan para que más mujeres sigan creciendo, creando oportunidades, generando valor”.

Verónica Ruiz del Vizo reconoció la labor de iniciativas como el ARI Móvil y comentó la importancia de contar con proyectos que sigan informando en el país. “Informar es un acto de valentía en medio del contexto”, finalizó.

Desde la formación y el ejemplo hasta la ejecución de acciones. Una gran variedad de formas han sido desarrolladas por estás 100 mujeres para apoyar el empoderamiento y la defensa de los derechos humanos. La filantropía y responsabilidad social, sin duda también son una de ellas. 

Crédito | Adriana Materano | Mireya Blavia posando antes de Dirigirse al ARI Móvil

Mireya Blavia se define así misma como una mujer que disfruta conectar a personas para facilitar que las cosas sucedan. Cuando tú puedes unir a quien puedes ayudar con quien necesita ayuda, es para mí la mayor satisfacción que puedo tener”, expresó.

Por su parte, Milagros Gonzales, directora de responsabilidad social de Bancamiga, tiene como objetivo cultivar la fibra social y potenciar el emprendimiento en los ciudadanos. La intención de Milagros Gonzales es demostrar cómo incluso desde lo privado se articulan acciones para contribuir al empoderamiento de la sociedad, generando oportunidades.

Mientras llegaba cada una de las premiadas, entrevista tras otra dejó en evidencia la importancia y el significado de reconocer a personas por su compromiso social. El aporte que cada mujer ha dejado en su entorno va incluso más allá de la defensa de DDHH, ya que también es un ejemplo de superación y resiliencia ante las situaciones difíciles a las que enfrentan día a día.

Crédito | Adriana Materano | Elvira Llovera de Pernalete presente en el ARI Móvil

Elvira Llovera de Pernalete, mamá de Juan Pablo Pernalete también estuvo presente en el ARI Móvil. Luego de 6 años del asesinato de su hijo por las fuerzas de seguridad del Estado, los responsables del hecho aún no han sido condenados. 

La expectativa de Elvira Llovera de Pernalete ante el evento y ante el contexto es seguir apostando por la libertad y la justicia en el país. “Este es un evento donde las mujeres seguimos avanzando en la búsqueda no solamente de la justicia, sino (también) de un cambio de derechos y libertades que queremos todas las mujeres en Venezuela”, afirmó

Naky Soto, escritora; Liza López, periodista y cofundadora de Historias que Laten, Miriam Díaz, cofundadora de la organización Participación Ciudadana y Stefany Hernández, campeona mundial de BMX y la periodista Andrea Matthies, fueron protagonistas de cohortes anteriores que dieron un paseo por el ARI Móvil y agradecieron una vez más la iniciativa de reconocer el trabajo que las mujeres hacen en el país.

Crédito | Adriana Materano | Collage de fotos de Naky Soto, Liza López, Stefany Hernández Y Andrea Matthies en el ARI Móvil

El periodismo como acción para la defensa de los derechos humanos

Al menos seis periodistas fueron reconocidas por su labor de investigación, comunicación y defensa de derechos humanos. Yuraima Mercado, Sasha Ackerman, Gabriela Mesones Rojo, María Laura Chang, Adriana Pérez Piegard y Ronna Rísquez. Cada una desde sus áreas de experticia estuvieron representando la labor informativa que a diario miles de periodistas desempeñan en el país.

Ronna Rísquez

El camión de información pudo recibir a dos de ellas, Adriana Pérez Piegard, quien ha articulado su experiencia para convertirse en defensora de DDHH y Ronna Rísquez, directora de la ARI. Ambas, desde su labor informativa, han combatido la censura y generado aportes a la defensa de los DD.HH. 

Para Ronna Rísquez, también escritora del libro sobre el Tren de Aragua, es importante seguir cultivando eventos que motiven a las mujeres no visibles, “que hacen de lo cotidiano una tarea maravillosa”, a seguir aportando en la construcción de una mejor sociedad.

Desde su labor de investigadora, Ronna Rísquez ha realizado un trabajo multidisciplinario que habla sobre el uso de las fuerzas de seguridad en el país, el desarrollo de bandas y mega bandas criminales, además de la realidad de desamparo que viven los privados de libertad al estar sometidos a estructuras criminales que controlan las cárceles de nuestro país.

Al finalizar el desfile de impacto que estas 100 mujeres mostraron en el camión de información, el Jefe de Misión del Reino de los Países Bajos en Venezuela, Robert Schuddeboom, manifestó estar agradecido con la presencia del ARI Móvil en el evento.

Dar luz a lo que está oculto, formar, ayudar, realizar avances sociales y científicos, son algunas de las formas en las que cada protagonista colabora, pero es solo una la razón: generar cambios positivos en su entorno.

Piden garantizar seguridad de periodista Ronna Rísquez y su familia tras amenazas por libro del Tren de Aragua
Espacio Público y el Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela denunciaron que la periodista Ronna Rísquez y su familia han sido víctimas de amenazas a raíz de la promoción del libro que escribió Rísquez sobre la banda criminal El Tren de Aragua
IpysVe instó a las autoridades  investigar estas amenazar y garantizar la seguridad e integridad física de Rísquez y su familia

 

El Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela (IpysVE) y la organización Espacio Público denunciaron este 27 de febrero las amenazas de las que han sido objeto la periodista de investigación Ronna Rísquez y su familia.

Espacio Público denunció que al menos ocho familiares de Rísquez, consultora en seguridad y coordinadora de la Alianza Rebelde Investiga de la que forma parte Runrun.esrecibieron amenazas a través de la red social Instagram en las vísperas de la publicación del libro sobre el «El Tren de Aragua” y su expansión desde Venezuela a Latinoamérica.

Por su parte, Ipys Venezuela exigió a las autoridades investigar estas amenazas y garantizar la seguridad e integridad física de Rísquez y su familia.

El libro «El Tren de Aragua: La megabanda que revolucionó el crimen organizado en América Latina» que escribió Rísquez cuenta cómo una banda que operaba desde la cárcel de Tocorón se fusionó con otras más hasta expandirse e involucrarse en más de 20 actividades ilícitas, desde drogas y oro hasta tráfico de personas.

La peligrosa banda tiene presencia hoy en países Panamá, Chile, Brasil, Colombia y Perú.

El texto de la editorial Dahbar incorpora entrevistas a víctimas, perpetradores e investigadores dentro y fuera de Venezuela para «pintar el retrato de un nuevo tipo de imperio criminal».

Tras conocer las amenazas contra Rísquez, la editorial Dahbar se solidarizó también con la periodista. 

En un foro organizado por La Gran Aldea expertos debatieron cómo los Estados, la política y la economía han sido penetrados por estas redes organizadas del crimen 
Colectivos, restos de guerrillas colombianas, megabandas como el Tren de Aragua, pranes, autodefensas campesinas, pequeñas pandillas son algunos de los 50 grupos armados que operan en territorio venezolano. También, se reporta cierta presencia de carteles mexicanos
Las zonas con mayor actividad de crimen organizado en el país son las fronterizas y mineras. Los grupos armados también tienen cierto tipo de actividad en ciudades y estados centrales del país, como Carabobo, Aragua, Miranda, Distrito Capital, Lara, Yaracuy y Trujillo

 

Dos periodistas e investigadores de Brasil y Venezuela abordaron temas de violencia, crimen organizado, seguridad ciudadana y derechos humanos. en un foro organizado por la Gran Aldea el pasado 16 de febrero.

«Así se exporta el crimen organizado» fue el nombre del evento en el que la periodista y miembro del equipo de Investigación de Runrun.es,  Ronna Rísquez, afirmó que en Venezuela hay 50 grupos armados no estatales «operando en todo el territorio nacional».

Las zonas con mayor actividad de crimen organizado en el país son las zonas fronterizas y las mineras, precisó la experta en investigaciones sobre el crimen organizado. 

Esto debido a que son las regiones en las que se generan más rentas para estos grupos irregulares en actividades como minería ilegal, tráfico de drogas, trata de personas y tráfico de migrantes. 

«Estos sitios son el estado Táchira, Zulia, donde opera con fuerza el ELN; Sucre, por la salida hacia Trinidad  y Tobago; el estado Bolívar, donde está el Arco Minero del Orinoco; Amazonas, donde también hay minería y el estado Apure. Estos son los estados con fuerte presencia de grupos armados. Y, en algunos casos, también estos grupos tienen cierto tipo de actividad en ciudades y estados centrales del país, como Carabobo, Aragua, Miranda, Distrito Capital, Lara,Yaracuy y Trujillo», abundó Rísquez. 

 

La periodista es autora del libro El Tren de Aragua”, la megabanda que revolucionó el crimen organizado en América Latina, organización a la que ha seguido su rastro y que se desdobla en coyote, agencia de viajes, alcabala entre un país y otro, y además, aborda otras áreas de negocios con apariencia de presunta legalidad.

Grupos armados con distintos matices

Rísquez explicó que uno de los grupos armados con presencia en el país son los colectivos, que nacieron para «defender la revolución» y hoy sacan provecho de la actividad delictiva.

Están también los restos de guerrillas colombianas y las megabandas, con el Tren de Aragua en plan estelar, de la que se presume, sus principales líderes siguen operando desde Caracas.

Otros grupos armados en Venezuela son los pranes carcelarios quienes, al igual que como ocurre en Brasil, son dueños de las prisiones y de negocios dentro y fuera de sus recintos.

Rísquez también comentó sobre la existencia de autodefensas campesinas, que operan en estados como Lara, así como de otras pequeñas pandillas «con menos poder o impacto,  pero que existen».

Finalmente, mencionó que hay cierta presencia de carteles mexicanos «para supervisar negocios y mercancía», tales como el Cartel Jalisco Nueva Generación y del Cartel de Sinaloa.

Arraigada cultura de violencia policial

En una comparación entre Venezuela y Brasil, el periodista brasileño y doctor en Ciencias Políticas, Bruno Paes Manso, afirmó que en su país «hay una cultura arraigada de violencia policial, que transmite una apariencia de orden y seguridad, pero muchos miembros de los cuerpos policiales engrosan las milicias que matan con carta blanca y, en paralelo, protegen los lucrativos negocios ilegales», una situación muy similar a la venezolana.

Otra similitud entre ambos países es que el centro de operaciones del crimen está en las cárceles brasileñas, donde se alojan más de 800 mil personas, la tercera cantidad más alta del mundo.

Desde allí, cuenta Paes Manso, con sus teléfonos celulares controlan territorios, la venta de drogas y armas.

“La era Bolsonaro, que se montó sobre la idea de la guerra al crimen, amplió el acceso de la población a las armas y aunque los homicidios bajaron, las bandas son cada vez más poderosas y tienen más influencia económica y política”, dijo Paes Manso.

El desafío de erradicar los grupos armados

En el foro se expuso cómo los Estados, la política y la economía han sido penetrados por estas redes organizadas.

Al respecto, Paes Manso cree que es un «desafío descomunal controlarlas primero y erradicarlas después», si el Estado no reglamenta sobre las actividades ilegales y aprende cómo funciona esta poderosa industria del delito gestionado con eficiencia y profesionalismo.

Por su parte, Rísquez cree que solo con una política integral que diseñe mecanismos de inserción social a través de la educación, el trabajo, la formación y el entretenimiento se evitará que los jóvenes venezolanos sean captados por los grupos criminales que controlan la minería ilegal, las drogas, la trata de migrantes para la prostitución y la esclavitud.

“Cada vez hay más venezolanos en organizaciones internacionales del crimen, mientras la compleja situación humanitaria del país deja sin opciones a los sectores populares”, concluyó Rísquez.

Ronna Rísquez publica en un libro todo sobre el Tren de Aragua
Años de investigación y numerosas entrevistas respaldan este volumen que explica cómo esta organización criminal, nacida en la cárcel de Tocorón, se convirtió en una de las estructuras delincuenciales más temidas de América Latina

Comenzó como una banda que operaba desde una cárcel. Al fusionarse con otras más, tomó posesión de un pueblo, una zona industrial y un lago. Ahora es una organización criminal involucrada en más de 20 actividades ilícitas, desde drogas y oro hasta tráfico de personas, que opera desde Costa Rica a Argentina y Brasil. El Tren de Aragua se ha hecho sinónimo de brutalidad en los noticieros de América del Sur, pero también es un caso de estudio sobre la gobernanza criminal: la estructura económica y política que convirtió bandas venezolanas en ejércitos delictivos transnacionales y en sustitutos violentos del Estado en comunidades que las instituciones legítimas habían abandonado, de un modo similar a como las guerrillas lo habían hecho por décadas en pueblos colombianos.

En libro El Tren de Aragua. La banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina, que publica Editorial Dahbar, Ronna Rísquez entrevista a víctimas, perpetradores e investigadores dentro y fuera de Venezuela para pintar el retrato de un nuevo tipo de imperio criminal. Hermosas mujeres que encontraron en los jefes mafiosos una aventura de placeres desenfrenados y poder sin límites, en una cárcel llena de lujos en la que hasta el mismo ingreso hay que pagarlo. Profesores de bachillerato que relatan la vida en un pueblo donde hasta el cupo en una escuela o el uniforme de los alumnos dependen de la voluntad de un malandro. Policías que cuentan sin tapujos cómo el Estado casi no puede hacer nada en territorios enteros donde los nuevos caudillos de camioneta blindada sin placas deciden sobre la vida, la muerte, el cielo y el subsuelo. Investigadores en el sur de América que descubrieron que un modesto emprendedor a cargo de un food truck cerca de un palacio presidencial era uno de los tres capos de la banda que aterrorizaba a su país.

 

 

La periodista de investigación y consultora en seguridad Ronna Rísquez es una de las mayores expertas sobre megabandas y gobernanza criminal. Mediante su trabajo con organizaciones internacionales, medios de comunicación y think tanks en el norte de Suramérica, ha sido una de las primeras en comprender y documentar el surgimiento de nuevos actores criminales entre las llamadas megabandas de Venezuela, que pasaron de la extorsión, el secuestro y la venta de drogas a la construcción de redes delictivas internacionales con una mezcla de pensamiento estratégico y violencia extrema.

Entre los títulos más recientes de Editorial Dahbar están La nación incivil de Alonso Moleiro y Doble crimen, de Linda Loayza López y Luisa Kislinger, además de Venezuela fracturada, de Iván D. Jiménez; La patria que viene, de Julio Borges y Paola Bautista de Alemán; y El país que se muerde la cola. Autoritarismo, conflicto político y negociación en Venezuela, de Michael Penfold.

 

Fragmento del libro sobre el Tren de Aragua, de Ronna Rísquez
La publicación “El Tren de Aragua. La megabanda que revolucionó el crimen organizado en América Latina” sale con el sello de la Editorial Dahbar y con la firma de la periodista venezolana y coordinadora de la Alianza Rebelde Investiga (ARI)

@ronnarisquez

 

Yandris salió de Tocorón a finales de 2020, luego de pagar una condena de 15 años de cárcel por un homicidio que, según él, no cometió. Pero antes de abandonar la prisión recibió una oferta de trabajo.

—¿A dónde quieres ir: Colombia, Chile, Perú, Ecuador…? Donde tú prefieras —le dijeron los principales del Tren de Aragua, con la naturalidad de un empresario cuando contrata a sus empleados. Le explicaron que tenían “plazas”, como llaman los territorios donde controlan el microtráfico de drogas, las extorsiones y la prostitución en esos países, y le ofrecieron trabajar como parte de la organización en una de esas plazas. 

Propuestas similares reciben casi todos los privados de libertad cuando dejan la Casa Grande, pertenezcan o no a la megabanda. Ya el comisionado Marcos Pérez nos había hablado de esta modalidad, pero nos parecía poco creíble, como mucho de lo que se le atribuye al Tren de Aragua. “Buscan a las personas que han estado presas en Tocorón, les ofrecen dinero para abrir negocios aquí (en Venezuela), comercios y ventas de comida, luego les piden que los ayuden a recibir el dinero de las extorsiones y después les dicen que necesitan que se vayan a alguno de los países donde tienen sus negocios”.

Así es en el caso de las personas que no forman parte de la organización, y el oficial conoce varias historias similares. Pero con Yandris fue diferente. Él sí pertenecía a la pandilla cuando estaba en prisión. Por eso la oferta fue inmediata y directa, privilegian la posibilidad de contar con alguien que conoce los códigos de la organización, porque saben que eso es garantía de confianza y lealtad. Los que han vivido en la Casa Grande saben lo que pasa si se “comen la luz”.

La lógica de los jefes de la megabanda es simple. Las personas que salen de una prisión —al menos en Venezuela— no tienen recursos, muchos fueron olvidados por sus familias y carecen de oportunidades laborales. ¿Quién le ofrece trabajo a un exconvicto? Bueno, es allí, en ese otro bache del Estado y la sociedad, donde los papás del Tren de Aragua encontraron una cantera para reclutar la mano de obra que necesitan para sus operaciones en Venezuela y el exterior.

Las funciones que desempeñan estos expresidiarios en las plazas son diversas y varían según el grado de vinculación y confianza, y de las habilidades de cada persona. A los más cercanos al pran, generalmente luceros de la alta, se les entrega una plaza para administrar; son los jefes de plaza. Luego hay cobradores, administradores, pegadores (los que matan, secuestran, cobran las extorsiones y hacen las tareas violentas) y sicarios, entre otros “cargos”.

Todos reciben pagos según la función que desempeñan. Como corresponde a un expatriado, a los jefes de plaza también les pagan el viaje y les dan recursos para montar la operación y abrir los negocios fachada. En la estructura también hay mujeres, con funciones variadas. En algunos casos gestionan la relación y los cobros a las chicas víctimas de trata. “En todos los negocios se va necesitando más gente y muchas veces no son expresidiarios, sino personas que se contratan y al trabajar para el grupo ya son parte de la banda”, explicó Yandris, quien insistió en que no todos los presos de Tocorón son parte del Tren de Aragua.

Sin embargo, la prisión es la principal fuente de personal para la megabanda. La Casa Grande ha llegado a tener más de 7.000 presos, aunque el flujo de ingresos y salidas de privados de libertad en los últimos años no es tan masivo como antes, la movilidad de prisioneros es constante. En Venezuela el número de privados de libertad oscila entre 30.000 y 40.000 personas. De esta manera, la organización opera en el exterior con células que reportan directamente al Niño Guerrero en Tocorón. Son lideradas por luceros de la alta, que tienen bajo su mando a expresidiarios y a personas que son contratadas para trabajar en los negocios, que generalmente son fachadas para encubrir actividades ilícitas y lavar dinero. Como el caso de las 100 motos compradas por miembros del Tren de Aragua en la localidad de Tarapacá, en Chile, para ser arrendadas a inmigrantes venezolanos desempleados, que ingresaron de forma irregular y las utilizan para trabajar como delivery. La organización les promete ingresos hasta por US$600, pero les quita un porcentaje por el alquiler de los vehículos. Eso dice un informe de octubre de 2022 de la Fiscalía chilena.

Los ingresos de manera legal a Chile de Larry Changa y alias Estrella, con un pasaporte a nombre de una persona que no existe, Carlos González Vaca, muestran otra arista del proceso de expansión. ¿De qué modo estas dos personas obtuvieron pasaportes venezolanos antes de mediados de 2021, mientras millones de connacionales esperaron años para conseguir ese documento de identidad?

Las otras preguntas son: ¿qué dicen los registros de antecedentes penales de estos exconvictos? y ¿cómo los obtuvieron? Esto lleva a suponer la existencia de una estructura de corrupción que les facilitaría los pasaportes y limpiaría sus antecedentes. Aunque no hay nada que pruebe que políticas gubernamentales exprés para descongestionar las prisiones (Plan Cayapa y Régimen de Confianza Tutelado) tengan algo que ver con la internacionalización del grupo delictivo, en junio de 2021, la ONG Una Ventana a la Libertad publicó que 1.410 reclusos fueron puestos en libertad desde que se inició la pandemia hasta junio de 2021.

Según Yandris, es falso que los presos sean enviados a otros países, a los pueblos costeros de Sucre o a las minas de Bolívar. “No son presos; los presos no podemos salir. Son personas que ya consiguieron su libertad y se van a trabajar para allá”, aseguró. No sabemos si Yandris aceptó la propuesta; la última vez que hablamos con él dijo que estaba en Colombia.

No hay una fecha exacta de cuándo comenzó la expansión internacional del Tren de Aragua, pero los testimonios, reportes de prensa y datos recopilados en esta investigación apuntan a que 2017 fue clave. Fue el año de mayor conflictividad política, social y económica del país, y cuando comenzó la tercera gran ola migratoria, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020. Y está claro que, en su internacionalización, la megabanda siguió la ruta de los migrantes venezolanos.

Para comprender lo que para muchos es una sorprendente y veloz expansión internacional de esta organización criminal es necesario tomar en cuenta tres factores fundamentales que hemos mencionado: el deterioro económico del país desde 2013, la migración masiva de venezolanos y las equivocadas políticas penitenciarias y de seguridad. En realidad, y si lo simplificamos al extremo, la expansión internacional del Tren de Aragua ocurrió, estrictamente, por razones económicas; tácticas más que estratégicas, pues sus miembros se estaban quedando sin trabajo.

La depresión económica de Venezuela disminuyó la distribución de renta por parte del Estado. Es decir, todo el mundo comenzó a ganar sensiblemente menos. Esto llevó a la quiebra de muchas empresas y comercios, el retiro de empresas transnacionales que ya no encontraron compensación suficiente para sus pérdidas y el empobrecimiento general de grandes capas de la población.

Y así se agudizó la migración, que desde la llegada de Chávez al poder había sido gradual, pero creciente. En el caso de los grupos delictivos, comenzó primero una migración interna, hacia los centros rurales donde se movían las economías ilícitas más rentables: Bolívar, con el oro, y Sucre, con el tráfico de drogas; luego vino el salto al exterior.

* Ronna Rísquez es coordinadora de la alianza ARI, plataforma que agrupa a los medios de comunicación venezolanos Runrunes, TalCual y El Pitazo. También es miembro de la plataforma de investigación latinoamericana #CONNECTASHub. Especializada en temas de violencia, derechos humanos y crimen organizado, es licenciada en comunicación social de la Universidad Central de Venezuela y fue becaria del programa Ochberg del Dart Center For Journalism & Trauma, de la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia. La Editorial Dahbar destaca sobre ella: “Mediante su trabajo con organizaciones internacionales, medios de comunicación y think tanks ha sido una de las primeras en comprender y documentar el surgimiento de nuevos actores criminales entre las llamadas megabandas de Venezuela”.

Monitor de Víctimas gana premio en los Data Journalism Awards

La plataforma periodística coordina por Runrunes y Caracas Mi Convive fue reconocida en el certamen internacional que galardona anualmente a los mejores proyectos de periodismo de datos en el mundo

Monitor de Víctimas, iniciativa liderada por Runrun.es y la asociación civil Caracas Mi Convive, ganó el jueves 31 de mayo, el premio como «mejor equipo pequeño de periodismo de datos» (Best data journalism team – small, en inglés) en los Premios de Periodismo de Datos 2018 (Data Journalism Awards) que fueron entregados en una ceremonia en Lisboa, Portugal.

Se trata de la única propuesta venezolana que figuró como finalista en la competencia mundial junto a otros 86 proyectos que fueron considerados durante la última etapa de los galardones, una selección que por cierto se hizo entre las 630 ideas postuladas este año, provenientes de 58 países.

Los Data Journalism Awards son organizados por Global Editors Network, una asociación internacional con más de 6 mil editores en jefe y ejecutivos de medios que busca fomentar la innovación digital en las redacciones de todos los continentes. El reconocimiento es el único en el mundo que celebra y acredita los trabajos más sobresalientes en el área del periodismo de datos.

 

 

«Este premio significa que el periodismo venezolano está vivo, tiene voz y sigue expresándose con creatividad. Significa que el gobierno de Venezuela fracasa también en su intento por silenciar y acabar con los periodistas y los medios independientes», dijo desde Lisboa Ronna Rísquez, miembro fundador y actual asesora de Monitor de Víctimas.

«No importa lo que los poderosos hagan, los periodistas siempre encontraremos herramientas y recursos como el periodismo de datos para defender la democracia, desenterrar la verdad y seguir contando las historias de la gente, de los ciudadanos. Eso es Monitor de Víctimas, un reconocimiento y un estímulo para el periodismo venezolano y en especial para quienes cubren la fuente policial», continuó.

Para Carmen Riera, coordinadora de gestión y planificación del proyecto, este Data Journalism Award es un «reconocimiento a la innovación, la creatividad, la perseverancia y al periodismo colaborativo; a la entrega de un equipo de reporteros los 365 del año por un objetivo: vencer la censura».

De acuerdo con la periodista, se trata de un galardón que representa un «gran impulso para seguir adelante buscando los caminos, formas, narrativas diferentes que contribuyan a hacer visible lo que el poder quiere ocultar».

Monitor de Víctimas es un proyecto de periodismo de datos que se basa en registrar los homicidios que ocurren diariamente en el estado Bolívar y en Caracas, específicamente en los municipios: Libertador, Sucre, Baruta, Chacao y El Hatillo. La iniciativa también forma parte de la campaña #InstintodeVida, una alianza de organizaciones de Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela para reducir las tasas de homicidios.

El equipo está conformado por periodistas de Runrun.es, El Pitazo.com, Crónica.Uno, EfectoCocuyo.com, ElCooperante.com y CorreodelCaroní.com, quienes a diario se encargan de recopilar información sobre estas muertas a través de los testimonios de los familiares de las víctimas y de la confirmación de los hechos con vecinos, testigos y miembros de fuerzas policiales que suministran datos no oficiales. Está basado en la conjunción entre el periodismo colaborativo y la participación ciudadana.

 

Caracas Press Club invita al foro: Cuando los rumores nos desbordan ¿quién dice la verdad en las Redes Sociales?

 

RedesSociales

 

El Caracas Press Club, organización sin fines de lucro fundada en 1989, ha organizado el foro “Cuando los rumores nos desbordan ¿quién dice la verdad en la Redes Sociales?”

La iniciativa que cuenta con el apoyo del Teatro Chacao, surge a raíz de la abrumadora proliferación de información generada por fuentes no fidedignas, que mayormente provienen del ciudadano común que desconoce las reglas y técnicas básicas para obtener y transmitir información veraz y calificada. En la era del celular en mano, cualquiera se puede convertir en un transmisor, desvirtuando la realidad. De allí la preocupante ola de rumores que coexisten con laboratorios de inteligencia que manipulan la opinión pública con propósitos mezquinos.

El foro será moderado por el escritor y actual Presidente del Caracas Press Club, Leonardo Padrón quien contará con un grupo de panelistas altamente calificados. Entre ellos:

 

El editor Sergio Dahbar, hablará de las hordas tuiteras, noticias falsas y los portales repetidores.

Por su parte, el periodista y especialista en redes, Luis Carlos Díaz contará por qué la mentira es una amante sensual que tiene éxito en redes en momentos de desinformación y cómo hacer para contrarrestar esa seducción con estrategias al alcance de todos los que desean seguir siendo fieles.

Los corresponsales extranjeros Christian Veron y Carlos Becerra compartirán su experiencia como fotoperiodistas de campo y la visión que tienen en cuanto a la manipulación y el destiempo que se muestran en las fotografías.

Ronna Rísquez, jefa de la Unidad de Investigación de Runrunes, explicará el objetivo del periodismo de investigación y la importancia de la comprobación de los hechos, la identificación de mentiras y errores en los discursos. 

 

*Con información de Nota de Prensa Caracas Press Club

Runrunes Radio | El guiso verde de los Clap y el guiso de Odebrecht que nadie quiere nombrar, con Lisseth Boon y Lorena Meléndez

Todos los miércoles de 01:30 p.m. a 02:20 p.m. el equipo de Runrun.es toma el espacio de Portales en Fedecámaras Radio, un programa diario que diversas páginas digitales toman un día a la semana, y que puede escucharse a través de SoundCloud.

Los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución, mejor conocidos por su acrónimo CLAP, y el caso de corrupción más grande que ha afectado a políticos de muchos países latinoamericanos, incluyendo a Venezuela, fueron los temas que trataron Ronna Risquez junto a las periodistas de investigación de Runrun.es, Lisseth Boon y Lorena Meléndez.

Las bolsas entregadas por los Clap, que ahora vienen en cajas ensambladas en Panamá, tienen un costo de producción muy distinto al que el gobierno cobra por ellas, haciendo un «guiso verde» que deja muchas preguntas.

En el otro lado de la corrupción está el caso Odebrecht, por el cual han abierto varios expedientes a expresidentes y altos funcionarios de gobiernos latinoamericanos. Se conoce que en Venezuela la constructora pagó cerca de 98 millones de dólares en sobornos para la adjudicación de obras a su favor. Lisseth Boon explica como a nivel internacional los políticos se han visto afectados y qué ha pasado con el caso en el país.