motines archivos - Runrun

motines

Observatorio Venezolano de Prisiones denuncia muerte de 2 presos en 2 motines
Los hechos tuvieron lugar en los estados Mérida y Monagas, explicó la ONG en un comunicado en el que consideran que las dos muertes son un «claro reflejo del colapso penitenciario en Venezuela»

Foto referencial

Al menos dos presos murieron y 26 más resultaron heridos en dos motines ocurridos en dos centros de detención policial, denunció este domingo la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).

Los motines tuvieron lugar en los estados Mérida y Monagas, explicó la ONG en un comunicado en el que consideran que las dos muertes son un «claro reflejo del colapso penitenciario en Venezuela».

En el caso del centro de detención de Monagas, el motín comenzó a las 2.00 am de este domingo tras una explosión en el calabozo 3, conocido como «El Rastrillo», en el Centro de Coordinación de la Policía.

El estallido puso en alerta a los funcionarios de guardia, quienes notaron que «había reos heridos dentro de la mencionada celda, que a su vez está rodeada de otros calabozos», agregó la información.

La OVP detalló que, al menos, 17 presos fueron trasladados al principal centro asistencial de Monagas, donde corroboraron el fallecimiento de Ronny Samuel Guaratarasma, de 20 años de edad, por la explosión.

Otros dos reos permanecen en «delicado estado de salud», uno de los cuales fue intervenido quirúrgicamente.

En el caso de Mérida, el motín se produjo en el Centro de Coordinación Policial Número 8 del municipio El Vigía, tras una riña por lucha de poderes entre reclusos, siempre según la información de la OVP.

El reo fallecido fue identificado como Rene Antonio Mendoza Rendirles, de 32 años de edad, quien murió a causa de traumatismo craneoencefálico.

Durante lo que el observatorio también califica de «motín», ocho personas fueron heridas con arma blanca y dos reclusos con arma de fuego.

La ONG aseguró que los calabozos «tienen hacinamiento crítico, al igual que en Monagas», con un total de 150 presos en «un área extremadamente pequeña e inadecuada para el tratamiento de los privados de libertad».

OVP: Motín en cárcel de Guanare deja al menos 47 fallecidos
El reporte indica que hay al menos 75 heridos, de los cuales 52 se mantienen hospitalizados

Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), informó que al menos 47 personas murieron en un motín este viernes 1 de mayo en una cárcel de Guanare, estado Portuguesa.

El hecho se suscitó en las instalaciones del Centro Penitenciario de Los Llanos (Cepella) en Guanare.

De acuerdo con Girón, también resultaron heridas al menos 75 personas, 52 de las cuales permanecen hospitalizadas.

La primera versión oficial del hecho apuntó a que supuestamente un grupo de reos pretendía fugarse del recinto carcelario.

Según la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, «los privados de libertad fueron conminados por un líder negativo y su banda a irrumpir con fuerza hacia el portón de la salida».

«Fueron amenazados con armas de fuego a que se fueran y asaltaran a los puestos de seguridad de la cárcel”, aseguró Varela.

 

Con respecto a lo anterior, Varela prefirió no confirmar la cantidad de muertos, pues prefiere «esperar que concluyan las indagatorias para ofrecer un balance».

Hasta la tarde de este sábado 2 de mayo se desconoce cuál fue el detonante del hecho.

Por otra parte, el OVP indicó que en el hecho se lesionó el director del centro penitenciario, Carlos Toro, por una herida por arma blanca en la espalda; y una teniente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Escarlet Arenas González, lesionada con esquirlas de una granada.

Otras versiones

Presuntamente el motín inició por falta de alimentos en el penal. Al respecto, Girón resaltó que son los familiares quienes llevan los alimentos, medicamentos, ropa, artículos de aseo personal a los privados de libertad.

«Se estableció una modalidad de que los familiares entregaban la comida en la entrada de la cárcel y los funcionarios posteriormente debían entregarla a los reclusos, pero aparentemente estos alimentos no llegaban a la población penal, por lo que decidieron iniciar el reclamo», añadió la directora del OVP.

Nota de Prensa

El primer reporte no oficial del hecho indica que el número de víctimas fatales alcanzó las 17 personas y puede ascender. Hay otros 9 heridos, entre ellos, el director del centro de reclusión

Un motín con armas de fuego fue el detonante de un intento de fuga del Centro Penitenciario de Los Llanos (Cepella), en Guanare, estado Portuguesa, en donde murieron al menos 17 detenidos que presuntamente intentaron huir y otras 9 personas resultaron lesionadas.

De acuerdo con un reporte preliminar de la Guardia Nacional, todo comenzó cuando los presos comenzaron a detonar armas de fuego dentro de la cárcel, lo que llevó a un oficial y al director del penal, Carlos Toro, a hablar con «El Olivo», «pran» o «líder negativo» del internado. En respuesta, los reos arremetieron contra ellos y lograron herir a Toro en la espalda y en la parte de atrás de la cabeza con un objeto punzo penetrante. 

En medio del ataque, dice la minuta, los internos rompieron las rejas de seguridad y parte de ellos salió a la calle. Quienes iban adelante eran «Los manchados», presos que usualmente son los sirvientes y los más maltratados por los pranes, los cuales salieron desarmados y cayeron en medio del enfrentamiento con las autoridades. 

La situación se calmó poco después y aunque los internos volvieron a ingresar al centro de reclusión, hubo tres escaramuzas posteriores.

Durante la refriega también cayó herida la teniente de la GNB Escarlet González Arenas, a quien la impactaron cinco esquirlas de una granada que fue lanzada al interior del comando militar de la cárcel. 

Hace un año hubo otro motín en un calabozo policial en Acarigua, también en el estado Portuguesa, donde murieron 29 detenidos y 19 policías resultaron lesionados. La situación fue generada por un intento de fuga y un enfrentamiento entre los bandos que lideraban el centro de detención preventiva.

 

En el imperio carcelario de Iris Valera reina la violencia y mandan los pranes (Interactivo)

@loremelendez

MICROESTADOS QUE FUNCIONAN AL MARGEN DE LA LEY y las autoridades, o con el aval de estas últimas: eso son las cárceles venezolanas.  Las megabandas criminales que azotan al país son protegidas y coordinadas por los «pranes» de los grandes penales; la prisión de Tocorón, en Aragua, se parece más a un resort que a un centro de reclusión; de acuerdo con cifras del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), 90% de las extorsiones telefónicas se realizan desde los internados. Detrás de los barrotes, la violencia se ha desatado hacia afuera y todo ocurre bajo la égida de un ministerio creado, hace cuatro años y tres meses, bajo la administración de Iris Varela.

El nacimiento de esta instancia no fue casual. Entre junio y julio de 2011, más de treinta personas fueron asesinadas dentro del Internado Judicial Rodeo, en el estado Miranda. El poder de los «pranes» se evidenció cuando las autoridades debieron trasladar a más de 800 reclusos a otros centros, con la intención de protegerlos, y cuando se descubrió que tras las rejas había un arsenal de armas de guerra en manos de los presos.

La respuesta del gobierno, luego de casi 30 días de conflicto, fue anunciar que un nuevo organismo se encargaría de frenar las cifras rojas de los penales: el 26 de julio de ese año se publicó en Gaceta Oficial la creación del Ministerio del Servicio Penitenciario, con Iris Varela como titular de la cartera.

Pero los secuestros, motines, asesinatos y enfrentamientos con armas blancas y de fuego no han dejado de ocurrir en las cárceles. Bajo el mandato de Varela se ha registrado, hasta diciembre de 2014, la muerte de 1.622 personas. Otras 2.238 han quedado heridas en hechos violentos sucedidos en los internados, de acuerdo con los números recabados por el Observatorio Venezolano de Prisiones. Desde el Estado no se ha ofrecido un balance al respecto. Las cifras rojas son esquivas a los medios de comunicación.

Dentro de los penales, la represión también se ha hecho patente. En 2013, la desocupación del Centro Penitenciario de la Región Centro Occidental, conocido como cárcel de Uribana, se convirtió en la mayor masacre cometida en un internado judicial por funcionarios venezolanos: 66 reos cayeron. En los últimos años, los desalojos y clausuras de prisiones son sinónimo de muerte.

El Régimen Penitenciario —un control que se implementó en más de la mitad de las cárceles en manos del Ministerio— tampoco han parado los reclamos de los reclusos, quienes en 2014 protagonizaron una huelga de hambre y 10 de sangre para obligar al gobierno a escuchar sus quejas sobre el hacinamiento, la mala alimentación y los malos tratos que reciben.

En 2015, la situación no ha sido diferente. Muestra de ello es la reciente crisis ocurrida en el Rodeo el pasado 16 de octubre, cuando los presidiarios secuestraron a cinco custodios para exigir sus derechos. La tensión se mantuvo por una semana y dejó dos reclusos muertos. Al cierre del conflicto, Varela repitió una de sus frases más polémicas: «Nosotros somos campeones en Derechos Humanos». 

Cronología de los motines

2011: Ministerio de estreno

Durante los primeros 100 días del Ministerio del Servicio Penitenciario hubo cuatro secuestros de custodios y familiares y, por lo menos, siete enfrentamientos con saldos mortales. Uno de los hechos violentos incluyó la explosión de una granada, lo que da fe a la existencia de las armas de guerra en los penales. En total, hubo 560 muertos en las cárceles, cifra que supera en 15% a la de 2010, cuando se registraron 476 decesos.

2012: Comienzan las clausuras

El año comenzó con protestas. En Yare, más de 1.300 familiares decidieron permanecer tras las rejas junto a los presos como medida de presión ante las condiciones de hacinamiento que sufrían. La situación se extendió a otras cuatro cárceles. En febrero se registró uno de los “coliseos” de Uribana más sangrientos, con 128 heridos y tres muertos. La clausura de La Planta, en Caracas, y del Internado Judicial de Coro, pusieron en tela de juicio la actuación de las fuerzas de seguridad frente a la población penitenciaria: en ambas hubo excesos contra los reclusos. En ambas hubo muertos. 2012 cerró con 591 fallecidos, 31 más que en 2011.

2013: Uribana y los caídos

Lo que iba a ser una requisa, culminó como la masacre más violenta de la historia carcelaria de Venezuela. La Guardia Nacional desocupó la cárcel de Uribana, en Lara, con un operativo que dejó 63 muertos en apenas tres días. La mayoría de ellos eran reos. En septiembre, la clausura de la cárcel de Sabaneta, en Maracaibo, acabó con un saldo mortal: cayeron 16 presos. Secuestros, motines y enfrentamientos continuaron en la lista de sucesos dentro de los penales. Por primera vez, descendió la cifra total de muertos en el año. De 591, en 2012, bajó a 506, en 2013.

2014: El año del coctel de la muerte

La antigua cárcel de Uribana, designada ahora Centro Penitenciario David Viloria, fue nuevamente el centro de la noticia. Los presos llamaron la atención de autoridades y medios cuando comenzaron una protesta para denunciar los maltratos del nuevo director del penal. Según la versión oficial, un grupo de reos asaltó de madrugada la enfermería y ligó medicamentos para drogarse. Cincuenta de ellos murieron víctimas de un coctel de alcohol absoluto y yodado con otras sustancias. Los enfrentamientos entre reclusos fueron menos numerosos, pero los motines y secuestros de custodios terminaron con cifras rojas. No se conocen los responsables de este hecho, ni se hizo justicia por este caso. Tampoco hay detenidos por la masacre de 2013.

2015: De incendios y secuestros

Este año, los traslados a otros centros de reclusión y la mala alimentación han sido la causa de motines en cárceles que funcionan bajo el Régimen Penitenciario implantado desde el Ministerio. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en Rodeo II, donde hubo una crisis en octubre que incluyó el secuestro de los custodios. El incendio en uno de los pabellones de Tocuyito, que cobró 16 vidas, fue otro de los sucesos del año.

Delincuentes usan motines y secuestro de policías para llegar a “paraísos” carcelarios

 

motin2

 

@ashfloresm

 

En lo que va de año tres sedes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) han sido escenarios de motines protagonizados por reclusos que se encuentran detenidos en esas dependencias de la Gran Caracas. En todos los casos, los motines han tenido el mismo modus operandi. Los presos toman como rehenes a funcionarios policiales para ejercer presión sobre las autoridades carcelarias y lograr su objetivo: ser trasladados a centros penitenciarios.

El primer hecho se registró en enero de 2015 en la antigua Zona 7 de la desaparecida Policía Metropolitana, en Boleíta. Posteriormente, en abril, las imágenes de los presos de la comisaría Oeste, en Catia, amenazando con degollar a un PNB en la azotea del recinto le dieron la vuelta al mundo. El 16 de agosto una situación similar se registró en la sede la PNB en La Yaguara, cuando los detenidos tomaron como rehenes a los policías que los custodiaban.

Aunque  la principal razón que impulsa esta peligrosa forma de protesta es la grave situación de hacinamiento que se vive en las delegaciones policiales del país —debido a las restricciones de traslados de reos impuestas desde el Ministerio de Servicio Penitenciario— criminólogos, estudiosos de la situación de violencia del país, encuentran otras posibles motivaciones detrás de estas «particulares protestas».

El criminólogo Fermín Mármol García, considera que estos motines para exigir traslados se deben a dos motivos: el primero es la desesperación por las condiciones inhumanas en las que viven los reclusos en las policías municipales y estatales del país. Un trabajo de la periodista Angélica Lugo, publicado en El Nacional, detalla que hay 699 presos en los calabozos de las delegaciones policiales de Polimiranda, Cicpc, y policías municipales de la de la Gran Caracas. Se trata de recintos con capacidad limitada, sin ventilación y diseñados para la permanencia de detenidos solo por 48 horas, mientras son presentados en tribunales de control.

 

 

El segundo motivo que estaría detrás de los motines en los retenes policiales es el hecho de que los detenidos saben que “las cárceles venezolanas pueden ser una especie de paraíso donde los presos tienen la posibilidad de ‘divertirse’ y continuar con su carrera delictiva», explicó Fermín Mármol. La afirmación se sustenta en las condiciones privilegiadas con que cuentan algunos centros penitenciarios del país, como Tocorón, donde hay piscina, discoteca y hasta zoológico.

Para el abogado penalista y criminólogo, Luis Izquiel la situación de hacinamiento es tan grave que ahora se ven más pranes en las estaciones policiales que en las mismas cárceles. “El hacinamiento en el país supera el 60%”, agregó. Posiblemente detrás de estos alzamientos, en los que se toman a policías como rehenes, estén algunos «pranes» que presionan con actos de violencia dentro de las comisarías policiales para ser llevados a los recintos penitenciarios como Tocorón, Tocuyito, Rodeo o Yare, entre otros.

Javier Gorriño, criminólogo y ex funcionarios del antiguo Cuerpo Técnico de Policía Judicial (ahora Cicpc), explica que los calabozos de las policías municipales, estadales y el Cicpc, solo están hechos para 48 horas de reclusión. “Más de de ese tiempo no se puede tener a un detenido, por una razón muy sencilla, tener a una persona privada de libertad por más de dos días en un retén policial es un delito flagrante”, indicó.

Gorriño manifestó: “La situación penitenciaria actual no solo es mala, sino que está como nunca jamás había estado. El problema de hacinamiento es muy grave y no se necesita ser un experto para saberlo, ya que en 16 años no se han construido nuevos centros penitenciarios, por el contrario se han eliminado muchos. La situación penitenciaria en latinoamérica siempre ha sido mala, pero hoy Venezuela encabeza la lista”.

Un medio para llamar la atención

Expertos coinciden en que los reclusos saben que el verdadero impacto de las cárceles en la sociedad se da cuando estos hechos se reflejan en los medios de comunicación, es por ello que  utilizan  este mecanismo de protesta para llamar la atención de los medios y del Gobierno y así se puedan cumplir sus peticiones. En los tres casos registrados en sedes de la PNB, los presos lograron sus exigencias.

Los motines continúan, acompañados de las fugas masivas. El miércoles 26 de agosto se registró otro hecho, en la sede de la División de Aprehensiones del Cuerpo Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc) de El Rosal, esta «protesta» se debió  a la suspensión de las visitas  y la realización de una requisa de más de un día.