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Malaria: una lucha que se está perdiendo en el estado Bolívar
La minería ilegal contribuye significativamente con el repunte de la enfermedad 
51% de los casos de malaria en América durante el año 2018 se registraron en Venezuela

 

En la década de los 60, Venezuela era reconocida como uno de los principales países de América del Sur líder en la batalla contra la malaria, pero en los últimos años la enfermedad ha reaparecido con más fuerza y Bolívar es el estado donde más casos se han registrado debido al auge de la minería ilegal, la deforestación, la crisis económica, la escasez de medicinas y el bajo control epidemiológico por parte del Gobierno Nacional. 

Según los últimos datos aportados por la OMS en 2018, Venezuela registró un incremento de 53% en la cantidad de casos de malaria en toda la región. Cifras de la Organización Médicos sin Fronteras (MSF) afirman que en 2019 Venezuela fue la nación más afectada de Latinoamérica con más de 320.000 casos diagnosticados.

 

En el año 1961 la Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó que Venezuela fue el primero en eliminar la enfermedad en un territorio mayor a 400.000 kilómetros cuadrados, antes que Estados Unidos, Europa y la Unión Soviética.

 

Hoy todo ha cambiado. En sus 22 años de vida, Zulay Lozano aseguró que se ha enfermado de malaria unas 40 veces y que su hermano pequeño la ha sufrido unas 10. Ella es oriunda de Ciudad Bolívar, pero junto a sus padres se mudó hace un tiempo a Las Claritas, un pueblo minero al sur del estado Bolívar. Fue la única forma que hallaron de trabajar y sobrevivir, según contó a Médicos sin Fronteras, organización que desde 2016 instaló en Bolívar varios puntos de diagnóstico y ayuda con la provisión del tratamiento a los pacientes infectados de la enfermedad.

“Todos hemos tenido malaria por aquí (…) Es algo normal para nosotros, solo intentamos prevenirla cuando podemos y tratarla cuando nos da”, comenta la joven, cuya jornada diaria comienza a las 6:00 de la mañana, en una habitación compartida hecha de láminas de plástico, donde prepara el desayuno para su padre, hermanos y primos que deben irse temprano a trabajar en las minas. Durante el resto del día se dedica junto a su madre a los quehaceres del hogar y al cuidado de los más pequeños. 

 

 

Zulay explica que en Las Claritas todo se paga en oro: un mosquitero para prevenir que el mosquito transmisor de la malaria la infecte puede valer 0.8 gramos del preciado metal y, aunque todo es caro, afirma que le gusta vivir allí porque tanto ella como su familia se sienten seguros -aunque esa seguridad se deba al control que ejercen pranes y bandas criminales que controlan la zona e imponen sus leyes- y gozan de una mejor situación económica.

La malaria o paludismo es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito Anopheles. Cuando el animal infectado pica, inocula en la sangre de la persona el parásito Plasmodium, este viaja a través del torrente sanguíneo y llega al hígado infectando los glóbulos rojos, los encargados de transportar el oxígeno a la sangre. 

El periodo de incubación del parásito de la malaria es de 7 a 14 días. Fiebre alta, dolor de cabeza, inapetencia, vómitos, náuseas y dolores musculares y articulares, dolor abdominal por la inflamación que se produce en el bazo y en el hígado, son algunos de los síntomas que genera esta enfermedad que, si no es tratada a tiempo, puede ser mortal. 

 

Desde 2008 hasta 2017, el número de casos de malaria en Venezuela aumentó 1.185%, según las estadísticas publicadas por la OMS.

 

La malaria de la mano con la minería

Con una extensión territorial de 242.801 kilómetros cuadrados, Bolívar es el estado más grande de Venezuela. Se caracteriza por sus extensas selvas húmedas con temperaturas de 24 a 26 grados centígrados, ideales para que el mosquito Anopheles prolifere, además de grandes montañas que al ser deforestadas para extraer oro y otros metales fomentan los criaderos de larvas y parásito. Posee espectaculares paisajes y un gran potencial minero. 

Este último ha ocasionado que junto a la pobreza, el deterioro de la economía, la escasez de medicinas y el desplazamiento de personas hacia las zonas mineras sin las mínimas condiciones de salubridad, Bolívar sea un caldo de cultivo perfecto para la malaria. 

Miguel Escalona también ha padecido la enfermedad. Tiene 19 años, nació en Ciudad Bolívar pero ahora vive en una mina llamada Piedra Dura. Comentó a Médicos sin Fronteras que decidió mudarse cuando tenía 15 años y abandonar sus estudios por ir a trabajar para ayudar a sus padres y a sus 13 hermanos. Miguel afirmó que ha tenido malaria seis veces y que aprendió a reconocer los síntomas por el dolor de cabeza y huesos. Asegura sentirse agotado y dice que cuando encuentre suficiente oro intentará regresar a su ciudad para compartir con su familia. 

En el informe anual de la OMS sobre la incidencia de la enfermedad en el mundo, la organización indicó que  51% de los casos de malaria en América durante el año 2018 se registraron en Venezuela y que la mayoría provenía de Bolívar. En total, el país reportó 471.000 enfermos y 423 muertes, cifras similares a las de 2017 pero que se cuadruplicaron en cinco años. 

“Cuando la crisis económica golpeó a Venezuela, también afectó mucho a la gente en Sifontes, un municipio minero de Bolívar. Al principio, comenzamos a tener cada vez menos medicamentos en nuestro stock. Pronto tuvimos que elegir a quién dar los pocos que teníamos, y tuvimos que enfocarnos solo en casos severos. Y fue la misma situación en otros ambulatorios y puntos de diagnóstico… He estado trabajando en esta área durante los últimos 12 años. He visto los altibajos de este lugar. Pero este período fue extremadamente difícil para nosotros”, afirma Yorvis Ascanio, un inspector de salud pública que trabaja para el programa Nacional de Malaria en Bolívar.

José Nonato, promotor de salud de MSF, explicó que la organización también ayuda con el control y erradicación de la enfermedad. “Fumigamos casas y distribuimos mosquiteros a la población, para disminuir el riesgo de infección. Mi trabajo es explicar a las personas cómo identificar los síntomas de la malaria y qué hacer cuando comienzan a sentirse enfermas, para asegurarnos de que puedan ser tratadas antes de que la enfermedad se vuelva demasiado grave», dijo. 

 

 

En 1936, el Congreso venezolano aprobó la Ley de Defensa contra el Paludismo, la ley vigente más antigua del país.

 

Poco acceso a insumos médicos 

Jordan Pantoja tiene 27 años y relata que ha padecido malaria unas ocho o nueve veces. “La última vez el dolor de cabeza, huesos y estómago fueron muy fuertes. Sabía que tenía malaria apenas me empecé a sentir mal”, dijo. 

Pantoja afirmó que llegar al centro de salud más cercano para hacerse la prueba de la malaria y recibir el tratamiento le toma cerca de cuatro horas. Si no le hubiesen donado las medicinas, no hubiese podido comprarlas en el mercado negro por su alto valor. Aunque Jordan se ha enfermado varias veces, asegura que seguirá trabajando en las minas porque es la única forma que tiene para sobrevivir. 

En diciembre de 2019, la asociación civil Convite en su más reciente boletín aseguró que la mejora en la disponibilidad de medicinas no se ha traducido en un mejor acceso. 

Según Convite, a finales de 2019, el índice general de escasez de medicamentos se ubicó en 56,4% en todo el país. 

La cifra supone una disminución de desabastecimiento de fármacos de 26,5% con respecto a diciembre de 2018 cuando la escasez de medicinas se ubicaba en 82,8%. De acuerdo con Convite, la mejora en la disponibilidad de medicinas no se ha traducido en un mejor acceso, pues aunque se consigue el producto, su precio es muy elevado. 

El director de la ONG, Francisco Cabezas, aclaró que aunque el boletín mensual no incluye tratamiento para las epidemias activas -como malaria y tuberculosis- la muestra sirve para comprender la situación de abastecimiento ante la omisión oficial.

“La malaria se mantiene como una epidemia, la tuberculosis aumenta aunque no se publiquen cifras. Las infecciones respiratorias agudas están desbordadas por la quema de basura, las diarreas también han incrementado por mala calidad del agua”, señaló.

El pasado 24 de enero en rueda de prensa, el exministro de Salud José Félix Oletta afirmó que más de 20 estados de Venezuela presentan casos de malaria. Estimó que en 2019 se registraron 887.129 casos de la enfermedad. 

“Hay un abandono del gobierno con las obligaciones para poder mejorar la situación de malaria en el país. Ahora requerimos ayuda externa”, aseguró Oletta.

Julio Castro asegura que dentro del Plan País hay un esquema integral para combatir la malaria
Venezuela reporta un 51% de los casos de malaria de toda la región
El médico Julio Castro asegura que dentro del Plan País ya se están estableciendo contactos con organizaciones internacionales para aplicar «esquemas terapéuticos novedosos»

 

El médico internista infectólogo Julio Castro, miembro del equipo de Salud del Plan País, informó este jueves 5 de diciembre que el proyecto de reconstrucción nacional impulsado por el Parlamento y la sociedad civil organizada contempla una “solución integral” para combatir el repunte de la malaria en Venezuela.

Castro analizó el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el martes 3 de diciembre, donde se señala que durante 2018 en Venezuela se registraron 471 mil casos de malaria, lo que representa 51% de las personas afectadas por esta enfermedad parasitaria en todo el continente americano.

El profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV) destacó que la tasa actual se asemeja a la que se contabilizó en 1940, “año en el que comenzaron a aplicarse los medicamentos antimaláricos”, y estimó que en la actualidad alrededor de 1,5 millones de personas sufren de malaria en el territorio nacional. 

“Hablamos de personas que no son capaces de ser económicamente activas”, indicó para describir el impacto negativo que tiene este mal en el desarrollo económico y social de la República.

Castro puntualizó que en los últimos dos años el régimen de Maduro no ha aprobado ningún presupuesto para el tratamiento de la malaria. «El presupuesto otorgado para el tratamiento de la malaria es de cero bolívares”, denunció.

Respuesta efectiva

La mayoría de los casos de malaria se localizan o tienen su origen en los estados Bolívar y Amazonas, víctimas del ecocidio y de la violencia promovida por el decreto del Arco Minero impuesto por el régimen de Maduro. 

El académico de la UCV precisó que el incremento de la malaria guarda relación con la crisis económica, que lleva a personas de distintas regiones a probar suerte en la minería, actividad que además se desarrolla de manera ilegal por grupos irregulares que perpetran masacres y provocan un enorme daño ambiental. 

“La mayoría de los casos se ubican en el municipio Sifontes del estado Bolívar, que recibe a más de un millón de personas de todo el país en busca de un ingreso que permita mejorar la calidad de vida a través de la minería”, acotó.

El experto del Plan País sostuvo que ya tienen definidas las acciones para enfrentar la malaria, en el marco de una “política pública integral” que tiene como prioridad retomar el control de las zonas mineras con la Fuerza Armada Nacional. Igualmente, se tiene previsto mejorar los servicios públicos y valerse de los avances tecnológicos como la inteligencia artificial para combatir la enfermedad.

Castro detalló que el Plan País ya levanta información, establece contactos con organizaciones internacionales, y trabaja con expertos venezolanos y extranjeros para aplicar “esquemas terapéuticos novedosos” que garanticen la salud de la población. “Hay formas de controlar esta situación, con las políticas públicas correctas puedes controlar este problema”, insistió.

Subrayando las fortalezas de Plan País y la necesidad de un cambio político para superar esta epidemia de malaria que en 2018 costó la vida a unos 400 venezolanos, el profesor de la UCV sentenció: “Si no resolvemos los otros problemas del país, no podremos reducir los casos de malaria en Venezuela”.

51% de los casos de malaria en América en 2018 se registraron en Venezuela, según la OMS
La OMS aseguró en su informe anual que el país reportó 471.000 casos y 423 muertes, cifras similares a las de 2017 pero que se cuadruplicaron en un lustro

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó este miércoles 4 de diciembre que 51% de los casos de malaria en América durante el año 2018 se registraron en Venezuela.

De acuerdo con el informe anual de la OMS sobre la incidencia de la malaria en el mundo, la mitad de los afectados de la región se registró en Venezuela, sobre todo en el estado Bolívar.

Según los datos, el país reportó 471.000 casos y 423 muertes, cifras similares a las de 2017 pero que se cuadruplicaron en un lustro.

Latam

Pese a registrarse un descenso en el número de casos mortales en todas las regiones, en Latinoamérica y el Caribe no ocurrió por el aumento de reportes en Venezuela.

En la región hubo 750.000 casos confirmados y 338 muertes en 2018. Sin embargo, la OMS calcula que la cifra real podría ser de 1 millón de afectados y 600 fallecidos, frente a los 434.000 casos y las 96 muertes de 2015.

Por otra parte, el informe señala que la malaria o paludismo afectó el pasado año a 228 millones de personas en el mundo.

Con información de El Nacional

Expertos advierten que casos de Malaria en Venezuela aumentaron considerablemente

ASCIENDE A UN MILLÓN el número de nuevos contagios de Malaria en Venezuela. Científicos venezolanos aseveraron que la decadencia del sistema sanitario del país ha sido el detonante de la situación, que simboliza un gran retroceso que pone el riesgo a la región.

Adriana Tami, quien también es investigadora del Centro Médico de Groninga en Holanda, detalló a Efe que ese cálculo es resultado de un estudio realizado por un grupo de epidemiólogos y científicos que tienen acceso a los datos recopilados por los centros clínicos de vigilancia de las epidemias en Venezuela y en los lugares “donde está la malaria”.

“Venezuela fue el primer país certificado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, por haber erradicado la malaria del mayor parte del territorio, pero ahora, en el siglo XXI, vemos que volvimos de 40 a 60 años atrás, viendo que la malaria vuelve a ser prevalente en casi la mayor parte del territorio”, relató.

La investigadora precisó que según los últimos datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) Venezuela aporta 53% de los casos de malaria en la región y esto es “gravísimo”,

Por su parte la profesora María Eugenia Grillet, del Laboratorio de Biología de Vectores y Parásitos en la Universidad Central de Venezuela (UCV) advirtió que las infecciones comenzaron a aumentar significativamente desde el pasado año 2014.

A su juicio, “el programa de vigilancia, diagnóstico y control de la malaria se ha ido desmantelando poco a poco desde 2012, como resultado de la crisis política y económica” y esto ha “magnificado la epidemia de manera descontrolada”.

Grillet condenó que la sanidad del país sea usado como una “estrategia de sometimiento social  de un régimen comunista y dictatorial”. Ve con preocupación que el gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, no reconozca la crisis que vive el país debido a que eso conduce a que “no se haga nada para solucionarla porque tampoco admite ayuda internacional”.

Ambas científicas advirtieron de que el aumento de los casos de malaria en Venezuela amenaza y aumenta el riesgo de contagio en países como Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y Argentina, adonde muchos venezolanos están emigrando a causa de la crisis, reseñó Efe. 

OMS alerta sobre problemas de la sanidad venezolana para atender emergencias

LA MIGRACIÓN DE TRABAJADORES sanitarios venezolanos a otros países o la escasez de medicinas han afectado la capacidad de la red de salud del país para responder a emergencias y epidemias, advirtió hoy un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con sede en Ginebra.

Aunque el sistema sanitario “todavía mantiene cierta capacidad”, los problemas de éste derivados de la crisis sociopolítica y económica afectan especialmente a la atención secundaria y terciaria (médicos especialistas), según subrayó el portavoz Tarik Jasarevic en un comunicado.

La fuente oficial recordó que se ha registrado un aumento del número de fallecidos por difteria (de 17 fallecidos en 2016 a 150 en 2018) aunque tras el inicio de campañas de vacunación se han reducido los contagios de esta enfermedad entre niños menores de 15 años.

Otras 76 personas fallecieron de sarampión, enfermedad de la que se han registrado 6.395 casos desde el comienzo del brote en julio de 2017, señaló Jasarevic.

Por otro lado, “los casos de malaria en Venezuela han aumentado significativamente en los últimos tres años, desde 136.402 en 2015 a 240.613 en 2016 y 406.289 en 2017”, subrayó el portavoz, quien explicó el aumento por la migración de personas infectadas desde zonas mineras del Estado de Bolívar (sureste del país).

Los datos de la OMS llegan en un momento de polémica por la reticencia del Gobierno de Nicolás Maduro a permitir la entrada de ayuda humanitaria de países como Estados Unidos, incluyendo fármacos.

Informe de la OMS: En Venezuela se disparan las tasas de infección por paludismo

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En todo el mundo, el impulso contra la malaria o paludismo se ha estancado. Los casos de malaria aumentaron en cinco millones entre 2015 y 2016, ascendiendo a 216 millones de 211 millones, según el “Malaria World Report 2017” de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Nueve países de las Américas informaron un aumento de al menos un 20 por ciento en los casos de malaria durante ese período, mayor que en cualquier otra región del planeta.

“Esta es una de las enfermedades que se cierne con fuerza”, dijo Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que financia grandes esfuerzos contra la malaria en las Américas, reseña el New York Times

“Si no mantienes el acelerador al máximo, y permaneces intensamente concentrado en el tema, la malaria va a regresar”.

La malaria (o paludismo), una enfermedad sanguínea contraída por la picadura de un mosquito infectado, mata a unas 445,000 personas cada año, en su mayoría niños, según la OMS. Sin embargo, las herramientas y los tratamientos de prevención efectivos son bien conocidos.

 

Las cifras en Venezuela

 

Históricamente, Venezuela sirvió como modelo para la erradicación del paludismo en América, con su región norte declarada libre de paludismo (o malaria) por la OMS en 1961. En aquel momento considerada una hazaña de salud pública.

Por la crisis política y económica que el socialismo trajo a Venezuela, los casos de paludismo ha ido en aumento anual desde 2008. Entre 2015 y 2016, los casos notificados aumentaron en más del 76% (de 136.402 a 240.613), superando a Brasil como el mayor contribuyente a la carga de la malaria en América. Los casos informados en 2016 fueron los más altos en la historia del país, según la OMS.

El Estado Bolívar concentra el 74% de los  casos de paludismo reportados. Y en él, el Municipio Sifontes, fronterizo con Guyana, reportó el el 46% de todos los casos reportados en Venezuela en el año 2016.

Los lugares con mayor afectación son las zonas de minería de oro. donde la presencia de mineros ilegales se ha incrementado notablemente. Casi el 40% de los casos de paludismo reportados son en personas que ejercen la minería ilegal. El paludismo se está expandiendo a otras regiones del país, incluso a aquellas declaradas libre de paludismo previamente.

Por sus altos ingresos petroleros, Venezuela no califica para recibir contribuciones del Fondo Mundial contra la malaria, y tampoco recibe ayudas de otros fondos internacionales.

Desde 2010 el gasto del gobierno socialista para combatir el paludismo ha variado. En 2015 alcanzó la cifra de 10 millones de dólares, cayendo a apenas 2,2 millones de dólares en 2016, un quinto de la cifra de 2015, a pesar que los casos se duplicaron en 2016, según las cifras de la OMS.

 

*Traducción de La Patilla

OMS: Venezuela registra el mayor incremento de casos de malaria en el mundo

 

Venezuela registra el mayor incremento de casos de malaria en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme no solo por las consecuencias internas, sino por la expansión de la enfermedad en los países limítrofes que reciben refugiados venezolanos.

«El caso de Venezuela nos preocupa significativamente. Los casos de malaria están creciendo de una manera muy preocupante a causa de la drástica reducción de las campañas antipalúdicas que se llevan a cabo en el país», afirmó en una rueda de prensa el director del programa contra la malaria de la OMS, Pedro Alonso.

El especialista recordó que en la primera campaña de erradicación de la enfermedad en los años 1950-1960, Venezuela destacó por ser el primer país en el mundo que pudo erradicar el paludismo en amplias zonas del país y que fue certificado por ello.

«Ahora tenemos incrementos masivos que probablemente lleguen a medio millón de casos por año. Es el mayor incremento registrado en el mundo», denunció.

Oficialmente, en 2016, Venezuela reportó 245.000 casos y una muerte, mientras que la OMS estimó que el número de contagios ascendió al menos a 300.000 y el de decesos a 280.

Para 2017, la OMS estima que al menos se dieron 406.000 casos, una cifra muy difícil de verificar dado que el sistema epidemiológico del país es muy precario.

Alonso sostuvo que la OMS y específicamente su oficina regional, la Organización Panamericana de Salud (OPS), trabajan intensamente con el gobierno para tratar de aliviar las preocupantes condiciones.

Además, la OPS ofrece a Venezuela medicamentos antipalúdicos y tratamientos preventivos como mosquiteras impregnadas de insecticida.

Alonso advirtió que el riesgo no sólo recae en la población venezolana que reside en su propio país, sino también en los que huyen de las duras condiciones venezolanas y buscan refugio en naciones limítrofes.

«Estamos viendo casos de malaria entre la población de refugiados venezolanos que llegan a Brasil, Colombia y Ecuador y otros lugares», indicó.

«Tememos que haya nuevas transmisiones en esos países si no se controla bien a la población refugiada», agregó.

Es por ello que apeló a los países vecinos a asegurar un diagnóstico y un tratamiento adecuado y gratis para cualquiera que vaya a un centro médico.

«No hay nada más peligroso que pacientes con acceso limitado a causa de su estatus financiero o legal», advirtió.

Por otra parte, Alonso dijo que si bien en números absolutos los casos de paludismo han crecido en América Latina, en general, la región marcha por el buen camino y que la enfermedad está controlada en la mayoría de los países a excepción de Venezuela, dado que si hay casos, éstos son puntuales.

Evocó, por ejemplo, nuevos casos en Colombia en las zonas abandonadas por guerrilleros desmovilizados y donde nunca antes se habían hecho controles epidemiológicos, o focos puntuales en Brasil y Ecuador.

Maduro dice que llegaron al país medicinas para combatir la malaria

Nicolás Maduro aseguró hoy que llegaron al país, procedentes de la India, las medicinas para combatir el «problema serio de malaria», una enfermedad que se ha incrementado en el último año a causa de la «explotación de minas» en el estado Bolívar (sur).

Llegaron «las medicinas contra la malaria», dijo Maduro a través del canal estatal VTV al mostrar una bolsita con medicamentos y tras señalar que las trató de comprar en Colombia, pero «el presidente Juan Manuel Santos se opuso» y «embargó las medicinas contra la malaria».

«Fuimos a comprarlas a la India, las conseguimos», añadió.

El jefe de Estado, que afirmó que lo que originó este «problema serio de malaria» fue «la explotación de las minas» en Bolívar, ordenó al gobernador de ese estado, Justo Noguera Pietri, coordinar las acciones para combatir la enfermedad.

«Cuente con todo el apoyo y los recursos», sostuvo.

El pasado 2 de febrero la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó del aumento de la malaria en Venezuela y otros cuatro países.

El Centro Nacional de Enlace para el Reglamento Sanitario Internacional notificó a la OPS que entre la semana 1 y 42 de 2017 se registraron 319.765 casos de malaria, un aumento respecto a los 240.613 casos reportados por el Ministerio de Salud en 2016.

En noviembre de 2017, el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, decretó una emergencia sanitaria en el estado de Bolívar, debido a que, según sus registros, los casos de malaria superaron los 206.000 en solo 10 meses y a la previsión de que la cifra de enfermos se duplicara a nivel nacional por la escasez de medicamentos.