En una amena conversación, el creador de “Colores, sonidos y sabores de mi tierra”, Franklin Suárez, ofrece detalles sobre esta serie de entrevistas que cuenta ya con 68 capítulos disponibles en su canal de Youtube y en donde se ha sentado a conversar con venezolanos que han dejado su huella en nuestra memoria colectiva
La primera entrevista se realizó en el 2020 al paisajista larense Jesús Armando Villalón, paisano de Suárez. Desde agosto del año 2021 se han publicado en su cuenta de Instagram y su dinámico canal de YouTube, con el que llega a todos los rincones del planeta
@ldmiquilena
Franklin Suárez es oriundo de Barquisimeto, estado Lara, y hoy está radicado en Miami. Comentó que este proyecto nace de una necesidad de recordar a todos los venezolanos que hoy se encuentran fuera de nuestras fronteras cómo se ve, cómo suena y a qué sabe Venezuela. Se define como un soñador al que lo inspira la necesidad de crear e innovar constantemente para mostrar al mundo las cosas buenas y las bondades de su país en este proyecto, que hoy alcanza ya sus 3 años y cuenta con sesenta y ocho episodios disponibles para el disfrute de todos los venezolanos y venezolanas quienes, al igual que él, salieron de Venezuela en busca de mejores oportunidades.
Para Suárez, a pesar de estar viviendo en los Estados Unidos desde hace muchos años, el sentir venezolano late con fuerza y en cada entrevista que hace, se siente feliz de poder recordar lo que significó crecer en una Venezuela llena de oportunidades y pujante.
En Runrun.es tuvimos la oportunidad de sentarnos con Franklin, quien nos respondió una serie de preguntas que nos acercan más al leitmotiv de este proyecto:
-¿Cómo fue el génesis de esta serie de entrevistas?
-Comencé con los colores de mi tierra, por un libro que tengo aquí que se llama “Lara, mi museo imaginario”, del maestro Jesus Pernalete Túa y Andreina Suarez en donde están un gran número de artistas plásticos larenses, lo que me llevó a preguntarme si existía la posibilidad de sentarme con ellos y llevar estas conversaciones a mi cuenta de Instagram. Román Quijano, gran amigo personal y hoy camarógrafo del proyecto, me propuso en ese momento llevarlo al formato de video y montarlo en Youtube y allí decidimos agregarle los sonidos y los sabores que abundan en toda Venezuela y son parte de nuestra venezolanidad.
-¿Cuáles son los colores, sonidos y sabores venezolanos que más recuerdas?
-Te confieso que nadie me había hecho esta pregunta hasta ahora. Para mi, los colores de Venezuela son muy vibrantes y variados y me llevan a los crepúsculos de mi ciudad, Barquisimeto, en donde puedes ser testigo de los atardeceres más hermosos del país. Los sonidos llegaron cuando tuve la oportunidad de trabajar en una emisora y comencé a escuchar diferentes géneros musicales que no solemos escuchar en casa comúnmente. Vengo de una familia cristiana y esa era la música que escuchábamos siempre. Recuerdo también la música de los vecinos y los fines de semana, mi papá siempre escuchaba las canciones de Alí Primera. Los sabores, como me comentó en una entrevista Cesar Miguel Rondón, me llevan a un buen plato de caraotas y esto siempre lo mantiene a uno anclado a su país. Recuerdo el sabor de las que prepara mi abuela Agueda. Esos son los sabores que sin importar donde esté, me llevan a Venezuela
-¿Por qué decidiste comenzar este proyecto? ¿Cuál es la principal motivación?
-Nace de un temor y de un empeño personal de no olvidar quienes somos y esto se debe a la gran cantidad de venezolanos que, al igual que yo, se vieron en la necesidad de salir del país a echar raíces en otras latitudes en busca de una mejor calidad de vida. La motivación principal es poder mostrarle a las nuevas generaciones, estas que están creciendo fuera de nuestras fronteras, su país, nuestra Venezuela, a través de los invitados con los que me siento a recordar sonidos, sabores y colores venezolanos. Cuando escucho a alguno de ellos hablar sobre el Cerro Ávila o las tonadas de Simon Diaz y las obras del maestro Cruz Diez siento que allí está una gran parte de nuestra historia como país.
-¿Cómo ha sido el feedback que has recibido por parte de la comunidad venezolana con este proyecto?
-En una palabra, podría describirlo como impresionante. Hay una avidez en la audiencia que sigue el proyecto de conocer y disfrutar los momentos relatados por cada uno de los invitados con los que he tenido el placer de poder sentarme a conversar. Los mensajes que recibo se convierten en combustible necesario para seguir adelante con este proyecto que muestra y enaltece nuestra cultura, nuestra idiosincrasia.
-¿Qué tipo de apoyo has tenido para poder sacar este proyecto adelante?
-Debo confesarte que estos colores, sabores y sonidos cuentan con un gran equipo. Como te comenté, en esto me acompaña un paisano guaro, Román Quijano, quien comenzó en la cocina, luego pasó a la fotografía y hoy es el camarógrafo de este proyecto. Debo mencionar a mi gran amigo cubano, Henry Gonzalez Burgos, quien está casado con una maracucha y cuyo apoyo considero inmensurable. No puedo dejar de agradecer el apoyo a mis anunciantes, que aun cuando apenas tenía algo así como 10 suscriptores en el canal de Youtube, se montaron en el proyecto de una. Recuerdo una gran lección de mi amiga Yaya Andueza, que un día me dijo: “Está bien que tengas una pasión que puedas imprimir en tu proyecto pero para hacer algo que perdure en el tiempo, tienes que hacer sonar la caja registradora y buscar patrocinios para mantener esto vivo”.
–Has entrevistado a muchas personalidades a estas alturas. ¿Cuál ha sido la entrevista que más te ha marcado? Cuéntanos sobre la más alegre, la más emotiva y la más triste, si hay alguna que pueda definirse de esa manera.
-Cada una de estas entrevistas tiene su magia, su personalidad, por decirlo de alguna manera. De cada uno de los invitados he aprendido, me he reido y he gozado escuchando el candor con el que me cuentan sus historias. A través de las preguntas que les hago tengo la oportunidad de conocer su infancia, los sonidos, colores y sabores que marcaron sus vidas.
Cesar Miguel Rondón fue muy honesto en sus respuestas. A Carlos Mata, al preguntarle sobre su infancia, le brillaron los ojos y su emoción al contarme su vida cuando era un niño, fue muy conmovedora. No podría decirte cuál ha sido la más triste, la más alegre o la más divertida, pues todas tienen algo de eso. Cada entrevista es un paseo por distintas emociones pero cada una con un toque muy personal y muy propio del entrevistado. Me resulta muy emotivo la tristeza de aquellos entrevistados que, por algunas razones no pueden volver al país, y te confieso que eso me deja un poco afectado.
-En pocas palabras: ¿qué significado tiene Venezuela para ti?
-Venezuela es mi ancla y es motor. En mí país están mis grandes amores, toda mi familia, por quienes trabajo muy duro, para poder ayudarlos a tener una mejor vida. Venezuela es y siempre será mi casa y es el lugar adonde siempre quiero regresar, a comerme unas caraotas con mis abuelas mientras veo los crepúsculos con mi madre, sentados en alguna terraza, con una buena música venezolana de fondo.
-Formas parte de los talentos que se fueron hace años, buscando una mejor vida. ¿La conseguiste? ¿Sientes que lo has logrado?
-Salí de Barquisimeto en el 2017, luego de un año de protestas, muertes, un año muy convulso. ¿He conseguido una mejor vida? Sí, definitivamente este país me ha brindado grandes oportunidades, pero sí te confieso que aquí se trabaja muy duro. Me siento seguro, estable y tengo un techo en donde resguardarme, un vehículo con el cual puedo moverme y cosas que quizás en Venezuela no son tan fáciles de conseguir pero, lo más importante, tengo la posibilidad de ayudar a mis afectos, a quienes tuve que dejar en mi pais el dia que decidí irme.
¿Cómo ves el proyecto en unos años? ¿Hasta dónde quieres llegar?
-Me gustaría que este año el proyecto se consolide y poder llegar, por decirte algo, a los cien mil suscriptores, poder llegar a mucha más gente, pues en este proyecto en cada entrevista hay un mensaje importante.
-¿Cuál es esa persona a la que te gustaría entrevistar y hasta el momento te ha resultado esquiva?
-Sin duda, Maite Delgado. Hemos estado en conversaciones pero no se ha dado la oportunidad. Puedo mencionarte también a Carolina Herrera y también a muchos venezolanos que aún están en Venezuela, para entender de forma más clara cuáles son esos motivos que los mantienen en nuestro país.
-¿A quién no entrevistarías jamás? ¿Por qué?
-El “jamás” no es algo en lo que crea. Eso sí, dejó claro que no podría sentarme con algún representante del gobierno en Venezuela, que tanto daño le ha hecho a nuestro país. Esa gente no suma nada, no aportarían nada a este proyecto y lo que no sume, que tampoco reste. Cada uno de los invitados que he tenido siempre deja algo positivo, por eso lo demás lo pongo a un lado.
-Hay una narrativa de que “Venezuela se está arreglando”… ¿Serías capaz de regresar?
-No creo en esa narrativa. Mi familia vive en el oeste de Barquisimeto y todos los días se enfrentan a una realidad muy distinta a la que hoy siento que se ha convertido en una propaganda del Estado, esa supuesta “mejoría”. Se arregló para algunos, puede ser, pero no para la mayoría de los que están allí, el ciudadano de a pie, el que no tiene acceso a un sueldo digno, a medicinas, a un sistema de salud que funcione, a la seguridad que deberíamos tener y que es una responsabilidad del gobierno. Yo vengo de un barrio en Barquisimeto y puedo decirte que allí no se ha arreglado nada.
Con respecto a regresar a Venezuela, sí, pienso hacerlo pero para hacer algunas entrevistas y cada vez que pueda, regresaré a mi país, a mi pueblo y a mi oeste barquisimetano, pero por ahora, desde donde estoy siento que puedo ayudar más de lo que podría hacerlo si me quedo de forma definitiva. Por ahora y en lo personal, siento que no es una opción viable en este momento.
-Estrenaste el proyecto en plena pandemia ¿Qué lecciones te dejó todo lo vivido con el tema del coronavirus?
-La lección más importante es que incluso en los momentos más difíciles que podamos vivir, siempre existe una posibilidad de poder hacer cosas buenas y poner la creatividad a trabajar es parte de lo aprendido, aún cuando podamos sentir que el mundo se nos viene encima. Tengo muchos otros proyectos que han nacido en tiempos de adversidad. Pienso retomar uno que comencé hace algún tiempo:“Conversaciones con sentido”, que va más orientado hacia la literatura. Son conversaciones con escritores y autores porque creo fielmente que la lectura nos puede enseñar mucho y puedes incluso viajar con tan solo leer un par de páginas. La lectura nos da conocimiento y esto nos da libertad. El conocimiento es poder y quiero empoderar a muchos al retomar este proyecto que te comento. Ya te contaré más.
-¿Cuál es el mensaje que quieres dejar, resaltando los colores, sonidos y sabores de tu tierra?
-Los venezolanos en su mayoría, sin importar en donde nacieron, siempre estaremos unidos por nuestros colores, sonidos y sabores. Tenemos un país con una cultura llena de riquezas, de gente que está con los brazos abiertos y siempre dispuestos a ayudar y es eso lo que quiero dejar como mensaje. Somos un país de gente echada pa´ lante, que madruga para alcanzar sus sueños.
Hoy en día, esta serie de entrevistas se encuentra en pleno proceso de reinvención y lo que comenzó como un tema meramente venezolano, ya hoy comienza a abarcar a toda la comunidad latina, con una nueva temporada de entrevistas a personalidades de otras nacionalidades que puedan, a través de sus colores, sonidos y sabores, mostrarnos a sus países, sus culturas y sus creencias.
Para Suárez es vital hoy mostrarnos, en este nuevo ciclo del proyecto, la similitud que nos une como latinos, todos de un mismo continente.
A Franklin le gustaría invitar a cualquier persona o empresa que desee sumarse a este proyecto, sin importar dónde esté, pues sigue empeñado en seguir mostrando los matices de nuestros colores, el gusto de nuestro sabores y los acordes de nuestros sonidos. Sí deseas sumarte a esta creciente comunidad, puedes hacerlo visitando y suscribiéndote a su canal de Youtube, su cuenta de Instagram o escribiendo a su correo electrónico.