AUTOPISTA FRANCISCO FAJARDO, 10 de la mañana. Urbanización La California Norte, al Este de Caracas:
-Ciudadano, haga el favor de pararse a la derecha -pidió un policía al ver que el carro no tenía placas-. Papeles del vehículo y cédula de identidad -continuó.
-Sí, respondió el conductor.
-¿Por qué está circulando sin placas?, preguntó.
-Señor oficial, se me cayó y no me di cuenta dónde. Puse la denuncia en tránsito y ellos me dieron un permiso para circular así mientras hago el trámite para sacar una placa nueva, pero ando en una emergencia médica y se me quedó en la casa.
-Igualito nos tenemos que ir al comando, acompáñenos por favor. Usted debe cancelar una multa que también tiene pendiente, dijo el policía.
Camino al comando, la patrulla se detiene en plena autopista Francisco Fajardo y el oficial hace, sin pudor, el tradicional ofrecimiento: «Chamo, tú sabes que este proceso es largo y fastidioso, vamos a arreglar de la mejor manera. ¿Cuánto tienes en efectivo?». A lo que el conductor responde: «Mi pana, lo único que cargo son 50 mil bolívares, no tengo más nada».
Con cara de pocos amigos, el policía se adapta a las dificultades para obtener efectivo: «Bueno, yo tengo Banesco y Banco de Venezuela, hazme una transferencia pal’ desayuno y te vas.»
400 mil bolívares fue el precio para evitar una segunda multa. Antes, sin embargo, el oficial quiso dar un mensaje más institucional: “Panita, saca ese papel rápido porque te van a andar parando a cada rato”.
Antes de publicar este texto se pudo conocer que otros policías están aceptando «arreglos» vía Pago móvil.