#EstoNoEsNormal El efectivo y la mala suerte
“¿QUIÉN SE IBA A IMAGINAR que los venezolanos íbamos a rogar por unos papeles colombianos?”, comenta un señor en voz alta en la fila del Consulado de Colombia, en Caracas, cuando comienza a amanecer. El hombre tuvo que pasar la noche a la intemperie, en la avenida Guaicaipuro de Chacaíto, para obtener el puesto 38 en la fila. Yo llegué a las 5:00 am y tengo dos números delante de él, pero no fue gratuito.
En Venezuela son pocas las cosas que se pueden obtener con 300 mil bolívares en una cuenta bancaria: una hamburguesa con todo, dos cajas grandes de cigarrillo o medio kilo de café. Sin embargo, cuando ese mismo monto se tiene en efectivo puede convertirse en el ticket de entrada para cualquier trámite burocrático.
Para conseguir el efectivo tuve que recurrir a parte de la pensión de mi mamá, a un conocido en una panadería y a un amigo que días anteriores había comprado unos billetes de 100 mil con un recargo de 50% sobre su verdadero valor.
Al final, mi intento por realizar el trámite quedó frustrado: en noviembre agregaron un nuevo requisito, de los muchos que cambian constantemente. “Mala suerte la suya por no leer bien el papel pegado en la pared”, me dijo uno de los funcionarios. Ahora lo que más me preocupa de todo es cómo haré para conseguir de nuevo efectivo.
¿También crees que #EstoNoEsNormal? Escríbenos tu experiencia extrema relacionada con Venezuela a lhc@runrun.es (máximo 1.200 caracteres con espacios).