Charleston archivos - Runrun

Charleston

Charleston y Vargas Llosa por Asdrúbal Aguiar

Screen Shot 2015-10-03 at 4.30.07 PM

Por: Asdrúbal Aguiar

La célebre ciudad de fantasmas y aparecidos que es Carolina del Sur, famosa por su actividad paranormal e ícono del proceso de Independencia y la guerra civil de los Estados Unidos – es ahora sede de otra Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Al invitado especial, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en diálogo sostenido con el periodista Andrés Oppenheimer , lo gana la hilaridad. Es preguntando sobre la oposición de Nicolás Maduro Moros a la observación de las elecciones parlamentarias del venidero 6 de diciembre en Venezuela: ¡Le tiene miedo hasta a la OEA!

Al describir la penosa situación que vive un país bizarro como el nuestro, que contrasta groseramente con la podredumbre – son sus palabras – en que lo ha transformado la revolución chavista: dominado por mafias, con los más altos índices de inflación y criminalidad del mundo, y sus gentes dando dolor a las puertas de abastos y farmacias para conseguir lo que no hay; no obstante ello, Vargas Llosa le rinde admiración fervorosa a la oposición democrática en su conjunto.

Al margen de sus divisiones o mezquindades de ocasión, considera una injusticia no reconocerle su valentía y coraje demostrados, tanto que su liderazgo, que en procura de sostener un mínimo espacio de libertad, hoy lo paga con cárceles, persecuciones, torturas y el pueblo con su racionamiento.

De la OEA destaca su larga abulia para la defensa de las libertades en el Hemisferio; y pone de manifiesto, como hecho positivo, la reacción que en paralelo ello ha concitado en los ex presidentes iberoamericanos, dispuestos a llenar el vacío.

¡Maduro, le tiene miedo a la OEA!, a un cascarón inútil, afirma el Premio Nobel; lo que hace evidente la disposición de aquél para asaltar el proceso eleccionario que clara y abiertamente, en condiciones de normalidad, lo ha de barrer como el polvo. Nadie hizo tanto para ganarse su impopularidad como el gobernante que ocupa el Palacio de Miraflores, concluye Vargas Llosa.

La Asamblea de la SIP, por voz de quien esto escribe, ha sido informada con detalles de la situación de Venezuela. Del contexto dentro del que es asfixiada la libertad de expresión y de prensa en 2015.

No deja de sorprender, en los comentarios de pasillo, el insólito planteamiento que la cancillería venezolana llevara a la colombiana, en modo de procurar un plan de censura de los medios para que bajen el tono sobre el crimen de lesa humanidad ejecutado por el propio Maduro contra sus paisanos colombianos.

Sea lo que fuere, salta de bulto, como materia para el debate de la prensa hemisférica, la suspensión de las garantías constitucionales a lo largo de la frontera con Colombia, dado sus efectos nocivos sobre los derechos a la reunión y manifestación, sustantivos de la experiencia democrática e indispensables para la existencia de un ambiente electoral equitativo y competitivo; capaz de oxigenar el ambiente de libertades que se busca reconstituir.

Sigue también la decisión del régimen y su Tribunal Supremo de no acatar, contraviniendo el texto de la Constitución, la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que declara al Estado venezolano como responsable de haber violado la Convención Americana de Derechos Humanos, y que le ordena restablecer la señal y bienes que se le confiscaran a Radio Caracas Televisión, la más antigua del país.

La protesta de Naciones Unidas, a través del Alto Comisionado para Derechos Humanos, por la condena que le ha sido impuesta al líder opositor Leopoldo López, arbitrariamente encarcelado y criminalizado – tanto como Antonio Ledezma y María Corina Machado – por su opinión política, ya es vista como una práctica consistente con las más añejas tiranías militares latinoamericanas.

En fin, se revisa la quiebra económica de la prensa independiente, a la que, como en los casos emblemáticos del diario El Carabobeño, El Correo del Caroní, El Impulso, El Nacional, El Regional del Zulia, se le niega o raciona el papel o las divisas para la compra de insumos para su actividad, como medio indirecto para imponerle la censura.

La ONG Espacio Público, como lo refiere el informe llevado a Charleston, constata que los titulares del Estado venezolano son los autores del 40% de las violaciones principales a la libertad de expresión y prensa detectadas, a las que siguen las de los funcionarios policiales en un 21%. Y en lo particular, refiere que, junto a Maduro, es el Capitán Cabello el primer victimario de la prensa libre durante el período de análisis por la SIP, y quien ordena la persecución judicial y la prohibición de salida del país de 22 directivos del diario El Nacional, el Semanario Tal Cual, y el portal web La Patilla, empujando a sus editores, Alberto Ravell y Miguel H. Otero, hacia el exilio.

correoaustral@gmail.com

Sospechoso de matanza de Charleston confiesa su crimen: Quería “emprender una guerra racial”

DylannRoof2

 

El joven blanco Dylann Roof reconoció ante la Policía el viernes ser el autor de la masacre de nueve personas en una de las iglesias más emblemáticas de la comunidad negra en Charleston, Carolina del Sur.

Ha sido acusado de los asesinatos, así como de posesión de un arma de fuego durante un crimen violento.

Un oficial de policía dijo a la cadena CNN que el joven de 21 años declaró a los investigadores que quería “emprender una guerra racial”, cuando entró en la Emanuel African Methodist Episcopal Church en Charleston en la noche del miércoles y abrió fuego en una reunión de estudio de la biblia.

Todas las víctimas eran afro-estadounidenses.

La policía detuvo a Dylann Roof, de 21 años, durante un control de rutas en la vecina Carolina del Norte, informó a la prensa el jefe de la policía de Charleston, Gregory Mullen. Imágenes de la televisión mostraron al sospechoso abordando una avioneta con sus manos esposadas y vistiendo el uniforme de prisión a rayas blancas y negras, cuando era trasladado a la prisión de Charleston.

El ataque fue cometido el miércoles en la iglesia Emanuel African Methodist Episcopal Church de Charleston (Carolina del Sur), donde el joven se introdujo en una reunión de estudio de la biblia y disparó luego contra los congregados.

“Pienso que se trata de un crimen de odio”, afirmó Mullen.

La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dijo el viernes que Roof debía ser condenado a muerte si era declarado culpable. La penal capital es legal en el estado. “Es un crimen absolutamente racista”, declaró a la cadena NBC.

“Queremos incondicionalmente la pena capital. Es el peor crimen racista que he visto y que el país ha visto en mucho tiempo”, agregó.

En una foto en su perfil en Facebook, Dylann Roof aparece con una chaqueta negra en la que se puede ver la bandera sudafricana del tiempo del apartheid y otra del exrégimen segregacionista de Rodesia, hoy Zimbabue.

Sylvia Johnson, pariente de una de las víctimas, dijo a CNN que una sobreviviente le contó que el atacante había hecho un alegato racista durante el ataque.

Una de las víctimas intentó razonar con él durante el ataque para evitar más muertes, pero “él dijo ‘no, ustedes han violado a nuestras mujeres y están tomando el país. Debo hacer lo que hay que hacer’”, relató.

El horror generado por el caso y el simbolismo del lugar donde ocurrió marcaron el tono de la intervención de Obama, quien visiblemente frustrado expresó su “tristeza” y “cólera” ante lo que denunció como “muertes sin sentido”, al tiempo que llamó nuevamente a una mayor regulación en la venta de armas de fuego en Estados Unidos.

Tras reabrirse el cordón de seguridad policial que había cercado los alrededores del templo, residentes de Charleston se acercaban a la entrada a dejar flores y globos brillantes.

La dirigente local del movimiento de defensa de los negros NAACP, Dot Scott, señaló a CNN que “una víctima salvó su vida porque el atacante le dijo ‘no te voy a matar porque quiero que puedas contar lo que pasó’”.

Los reportes de medios identificaron a las víctimas, de entre 26 y 87 años, incluido el pastor de la iglesia, Clementa Pinckney (41).

Pinckney “era amado por todos. Jamás escuché una palabra crítica contra él. Era un pacificador una voz influyente” y “moderada, no solamente para la iglesia, sino también para el estado”, declaró su primo Kent Williams a CNN.

“El hecho de que esto (el crimen) tenga lugar en una iglesia negra genera evidentemente interrogantes sobre una página sombría de nuestra historia”, reflexionó por su lado Obama.

Ataque en Charleston: otro episodio de racismo y armas en EEUU

EEUU

La gente reza por los muertos en la masacre de la iglesia Emanuel en Charleston, Carolina del Sur, 18 de junio de 2015, en la Iglesia Metodista Episcopal de San Juan en Huntsville, Alabama. (Bob Gathany/AL.com via AP) MANDATORY CREDIT

 

WASHINGTON (AP) — Hastío, rabia, la convicción desoladora de que la vida de los negros está atrapada en un círculo fatal alimentado por el racismo: estas son las emociones que repercuten en los afroestadounidenses después de la masacre en la Iglesia Metodista Episcopal Emanuel de Charleston, Carolina del Sur.

Nueve personas que se reunieron a orar en uno de los principales santuarios de la vida negra -la iglesia- fueron asesinados.

Esto sucedió luego de una serie de muertes de hombres negros tras entrar en contacto con policías en ciudades de diversas partes del país y actos racistas en universidades. Aunque los afroestadounidenses están habituados a las dificultades que les provoca su raza, la confluencia de los sucesos parece estar dejando una marca.

«En verdad, somos un pueblo que está fatigado por el combate racial», dijo el ensayista político y comentarista Chauncey DeVega el jueves.

Según las autoridades, Dylann Storm Roof permaneció con los feligreses de Emanuel durante una hora mientras estudiaban la Biblia antes de matarlos a tiros. El jefe de policía de Charleston se negó a hablar de motivos, pero un amigo de Roof dijo a The Associated Press que el hombre blanco de 21 años solía quejarse de que los negros estaban «tomando el mundo».

La secretaria de Justicia Loretta Lynch, la primera mujer negra que ocupa el puesto, inició una investigación por crímenes de intolerancia.

El reverendo Anthony Evans, de la Iniciativa por la Iglesia Negra Nacional, dijo que se aprestaba a viajar a Charleston para enseñar a las iglesias a defenderse. Dijo que el ataque evocaba «un punto de profunda frustración moral que no se puede explicar».

«Al mismo tiempo, quieren que individuos del clero como yo prediquemos la paz y la unión», dijo. «Solo quieren que no permitamos que la gente se descontrole y yo no estoy dispuesto a pararme frente a esa multitud furiosa para decirle que no es bueno sentir furia».

El presidente Barack Obama también parecía hastiado. «He tenido que hacer declaraciones como ésta demasiadas veces», dijo el primer presidente negro el jueves. «Las comunidades como ésta han tenido que soportar tragedias como ésta demasiadas veces».

La matanza de Charleston fue precedida por meses de tensiones raciales crecientes que comenzaron con la muerte de Michael Brown, de 18 años, muerto por un policía blanco en Ferguson, Missouri. La tensión volvió a estallar en Baltimore tras la muerte de Freddie Gray, en Cleveland tras la muerte de Tamir Rice y en Long Island tras la muerte de Eric Garner.

También hubo amenazas en las universidades. En la de Duke apareció un nudo corredizo de horca colgando de un árbol. En los dormitorios estudiantiles de la Universidad Estatal de Nueva York en Purchase aparecieron esvásticas y nudos corredizos pintados en las paredes. Apenas el jueves, un hombre se declaró culpable en una corte federal de amenazar a estudiantes y empleados de la Universidad de Mississippi al colocar junto con otros un nudo corredizo en el cuello de la estatua de James Meredith, el primer estudiante negro de la universidad.

Los hechos se producen contra el trasfondo del desempleo negro, que supera el promedio nacional, los vecindarios alterados por la delincuencia, las críticas al estado de la familia, la cultura y la educación negras e incluso un debate sobre lo que significa ser negro.

Días antes de la matanza de Charleston, el país asistió azorado a la historia de Rachel Dolezal, quien renunció a la conducción de la delegación de la organización negra NAACP en Spokane, Washington, cuando sus padres denunciaron que ella era en realidad una mujer blanca que se hacía pasar por negra.

Para Marc Morial, presidente de la Liga Nacional Urbana, el ataque de Charleston es un recordatorio más de que hay «tensión racial, conflicto racial y en algunos lugares odio racial en este país». «Destaca el hecho de que nos queda mucho por hacer», dijo Morial.

El Racismo y violencia en Estados Unidos indignan al mundo

Dylann Storm Roof

El sospechoso del tiroteo de Charleston, Carolina del Sur, Dylann Storm Roof, con el chaleco antibalas, es escoltado por el Departamento de Policía de Shelby, Carolina del Norte, el jueves 18 de junio de 2015. (Foto AP/Ben Earp)

 

China, blanco frecuente de acusaciones de Estados Unidos por violar los derechos humanos, no perdió mucho tiempo en devolver la cortesía tras el tiroteo en una iglesia negra en Carolina del Sur. En otras partes del mundo, el ataque renovó la percepción de que los estadounidenses tienen demasiadas armas en manos de civiles y que aún no han superado sus tensiones raciales.

lgunos dijeron que el atentado reforzó sus reservas sobre la seguridad personal en Estados Unidos, particularmente como extranjeros que no son de raza blanca, mientras que otros aseguraron que se sentirían seguros en caso de visitar el país.

En lugares como Australia y el noreste de Asia, donde las armas de fuego tienen un control estricto, muchos quedaron contrariados por la determinación de muchos estadounidenses de tener armas pese a las continuas matanzas masivas, como la de la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut en 2012, donde un atacante mató a 20 niños y seis adultos.

Australia tenía una actitud hacia las armas similar a la de Estados Unidos, hasta que sucedió una matanza en 1996 donde murieron 35 personas. Poco después se impusieron fuertes restricciones para la posesión de armas de fuego y desde entonces no se han reportado incidentes de este tipo.

En Gran Bretaña, el ataque reforzó el concepto de que Estados Unidos tiene demasiadas armas y demasiados racistas. La portada del diario The Independent llevaba la frase: «La vergüenza de Estados Unidos».

En una editorial, el diario señalaba que aparentemente Estados Unidos ha retrocedido en sus relaciones raciales desde la elección de Obama y que «la obscena proliferación de armas solo magnifica tragedias» como la de Charleston.

El diario mexicano La Jornada recalcó que Estados Unidos se ha convertido en un «Estado estructuralmente violento», en el que se utiliza la fuerza frecuentemente para resolver diferencia tanto a nivel local como internacional.

En China, la agencia de noticias estatal Xinhua, dijo que la violencia en Carolina del Sur «es un reflejo de la incapacidad del gobierno de Estados Unidos ante la proliferación de violencia y el odio racial en el país».

EEUU: Arrestan al sospechoso del tiroteo que dejó 9 muertos en una iglesia en Carolina del Sur

La policía de EE.UU. detuvo en la mañana de este jueves a Dylann Roof, el sospechoso del tiroteo en una histórica iglesia de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, que dejó nueve muertos.

Según confirmó la fiscal general, Loretta Lynch, Roof, de 21 años, está bajo custodia de la policía.

El jefe policial de Charleston, Gregory Mullen, aseguró que el arresto se produjo en Shelby, en Carolina del Norte, 13 horas después del tiroteo.

La agencia Reuters afirma que un tío de Roof lo ha identificado en las fotos de la policía como su sobrino. «Cuanto más la miro, más convencido estoy de que es él (Roof)», afirmó Carson Crowles. El tío dialogó con periodistas y trazó un perfil del joven acusado: «Es muy tranquilo y de baja voz». Además reveló que en abril recibió como regalo una pistola calibre 45. Cumplía 21 años y el padre eligió ese presente.

Las nueve personas murieron después de que el sospechosos abriera fuego durante una plegaria en una iglesia históricamente negra en el centro de Charleston, un ataque que las autoridades describieron como un delito de odio.

El sospechoso asistió a la plegaria realizada la noche del miércoles en la iglesia y permaneció en el lugar durante casi una hora antes de las muertes, informó más temprano Greg Mullen.

Las víctimas son seis mujeres y tres hombres, señaló Mullen. No dio más detalles y comentó que los nombres de los fallecidos se darán a conocer una vez que se haya notificado a las familias.

El líder de la minoría en la cámara baja del estado, Todd Rutherford, dijo a The Associated Press que el pastor de la Iglesia Emanuel AME, el también senador estatal Clementa Pinckney, es una de las víctimas.

Pinckney, de 41 años, casado y padre de dos hijos, fue electo al Congreso estatal a los 23 años, convirtiéndose en el representante más joven hasta ese momento.

«Nunca decía nada malo de nadie, incluso cuando uno pensaba que debería hacerlo», dijo Rutherford, demócrata de Columbia. «Siempre estaba trabajando, ya fuera para sus feligreses o sus constituyentes. Tocó muchas vidas».

El sospechoso fue descrito como un hombre blanco de unos 20 años.

Mullen dijo que se trató de un delito de odio y un vocero del Departamento de Justicia informó que las autoridades federales abrieron una investigación por este motivo. El portavoz habló en condición de anonimato debido a que no se había anunciado la investigación federal.

«Es un individuo muy peligroso», resaltó Mullen.«Queremos identificarlo y arrestarlo antes de que lastime más personas», dijo el jefe de policía.

Mullen señaló que no tenía motivos para pensar que el sospechoso había abandonado la zona de Charleston, pero que distribuía la información sobre él y su vehículo por todo el país.

El jefe de policía dijo que la iglesia era un caos cuando llegó la policía y que los agentes pensaron que tenían al sospechoso rastreado con un perro, pero se escapó.

«Pondremos todo el esfuerzo y los recursos y la energía para localizar al individuo que cometió este crimen», subrayó.

El alcalde de Charleston, Joseph P. Riley Jr. describió el tiroteo como «un acto impensable e incomprensible de alguien lleno de odio y con una mente trastornada».

«Tener un crimen así en Charleston, donde una persona horrible y llena de odio entre a una iglesia a matar personas que rezan uno al lado de otros, es algo incomprensible y no se puede explicar», dijo Riley. «Vamos a mostrar toda nuestra solidaridad con esa iglesia y toda su familia».

El presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra (NAACP por sus siglas en inglés), Cornell Williams Brooks, condenó el atentado.

«No hay peor cobarde que aquel que entra a la casa de Dios y asesina a gente inocente comprometida con el estudio de las escrituras», dijo Brooks.

El ataque se da dos meses después del tiroteo fatal de un hombre negro y desarmado, Walter Scott, a manos de un policía blanco en la zona de North Charleston, lo que generó grandes protestas y resaltó las tensiones raciales en la zona. El policía está acusado de asesinato y el tiroteo provocó que los legisladores de Carolina del Sur aprobaran una propuesta para ayudar a que todos los agentes en el estado portaran cámaras corporales. Pinckney fue promotor de dicha propuesta.

Tras el suceso, grupos de personas negras se agruparon en los alrededores de la iglesia en círculos con las manos cogidas. “Creíamos que los asuntos raciales estaban superados”, dijo uno de ellos a un periodista del diario The Post and Courier.

Charleston es una ciudad de 127.000 habitantes. El 67% de la población del condado es blanca y el 29% es negra, según datos del Censo federal.

*Con información de Teh Associated Press, BBC Mundo e Infobae