54,7% de los venezolanos sufre fallas eléctricas a diario. La cifra representa una desmejora de 41% respecto a marzo, cuando se ubicaba en 13,7% según el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos
La percepción negativa del servicio eléctrico en Venezuela es mayor en ciudades como Barinas, Maracaibo y Mérida, donde más de 90% de los ciudadanos reporta estar insatisfecho
El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos informó que el 54,7 % de los venezolanos sufre fallas eléctricas a diario, lo que representa una «desmejora de 41 puntos porcentuales con respecto a marzo», cuando la cifra era del 13,7 %.
También, el 76,7 % de la población del país, sobre todo en el occidente, califica de manera negativa la calidad del servicio eléctrico, un incremento de 33,5 puntos en esta percepción frente al 43,2 % de su anterior medición, en marzo de este año.
La organización explicó que esta opinión negativa responde a las «frecuentes fluctuaciones e interrupciones» en el suministro de electricidad, que han ocasionado incluso que se dañen aparatos eléctricos, como reportó el 7,8 % de los ciudadanos, según la medición de noviembre, aplicada en una docena de las principales ciudades del país, incluyendo Caracas.
La percepción negativa es mayor en ciudades como Barinas, Maracaibo y Mérida, donde más del 90 % de los ciudadanos está insatisfecho con el servicio que presta el Estado a través de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
Entretanto, en Caracas, un 52,2 % de la población valora el servicio positivamente; en Porlamar -en la isla de Margarita-, un 39,3 %; en Barcelona, un 30,3 %; y Ciudad Bolívar, un 26,5 %, por lo que las opiniones negativas son menores en estas zonas que en el resto del país, aunque, a excepción de la capital, todas superan el 50 % de descontento.
El observatorio insistió en la necesidad de elaborar e implementar políticas públicas centradas en el sistema eléctrico para la «conservación y seguridad del fluido eléctrico en los hogares».
Denuncias de ciudadanos a través de redes sociales y reportes de medios locales en los últimos meses han dado cuenta de una agudización de la crisis de los servicios, sobre todo el eléctrico, que registró una serie de fluctuaciones en Caracas y en la mayoría de los 23 estados el pasado septiembre.
En marzo de 2019, Venezuela vivió dos apagones nacionales que se extendieron durante varios días, tiempo en el que el país se paralizó sin servicio de telefonía, internet o transporte.
El Gobierno achaca la crisis eléctrica a ataques programados, fundamentalmente desde Estados Unidos, y a las sanciones internacionales, mientras que opositores y expertos señalan como causas la falta de mantenimiento y «la corrupción».
«Borrón y Cuenta Nueva»: Más tensión sin solución
El más reciente Monitoreo de Servicios del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, arrojó que una gran cantidad de venezolanos considera que el plan “Borrón y cuenta nueva” impulsado por el Gobierno Nacional, genera incertidumbre y tensión innecesaria.
A través de una encuesta realizada a 2.300 ciudadanos, así como la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales y tres redes sociales en simultáneo, determinaron que 86% de la entrevistados expresaron su inconformidad con el plan Borrón y Cuenta Nueva y el 62% destacó que que la insinuación de aplicación de multas durante la ejecución del mismo requeriría “la definición de programas de compensación a los miles de venezolanos que han perdido sus electrodomésticos u otros equipos como consecuencia de los apagones”.
El estudio, coordinado por el economista Raúl Córdoba, refiere que el 35 % de los venezolanos considera que durante octubre se incrementaron las fallas de alta densidad (apagones de más de cuatro horas), incluyendo zonas del área metropolitana de Caracas.
Otros hallazgos importantes del estudio del Observatorio de Gasto Público sobre el servicio eléctrico en el país son:
- 8 de cada 10 venezolanos destacan que el servicio eléctrico es inestable e intermitente.
- Al menos cinco veces por día se registra una falla o bajón en la intensidad eléctrica.
- No existen medios de pago, las tarifas son relativamente bajas y la prestación del servicio eléctrico es muy deficiente.
- El poco mantenimiento que se ejecuta se enfoca en soluciones coyunturales y no estructurales.
- Hay poca sensación de certidumbre y confianza en la actual administración del servicio eléctrico.
Con información de EFE