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Runrunes de Bocaranda: MEDIO – ¿MÁS AUTORITARISMO?

 ¿MÁS AUTORITARISMO?

El economista turco Daron Acemoglu lanzó un alerta -en una entrevista que para el diario La Nación de Argentina concedió al colega y buen amigo Hugo Alconada (@halconada) en torno a que en muchos países, a raíz de la COVID-19, se “habrán desarrollado más herramientas de vigilancia y control de la población” que posibilitarán los autoritarismos”.

“Necesitamos que el Estado juegue un rol mayor para reforzar la red de protección social, evitar que la gente caiga en la pobreza, rescatar a los comercios e incluso usar todo tipo de herramientas para rastrear quién está contagiado y cómo está esparciéndose la infección. Todo esto podría resultar una receta para un nuevo tipo de totalitarismo. Pero no hay nada inevitable en todo esto”.

El economista Acemoglu -es profesor en el MIT y se considera como uno de los economistas más reconocidos del planeta y uno de los tres investigadores de la economía más citados en artículos académicos de la última década- lanza este alerta a propósito de las implicaciones mundiales que conlleva la crisis de la COVID-19.

El experto opina que si bien no se puede ser complaciente ante los Estados y políticos dominantes, “estaríamos cometiendo un grave error si atáramos las manos de las instituciones estatales para lidiar con la crisis actual. Necesitamos empoderarlas ahora y trabajar muy duro para controlarlas y contenerlas”.

Según Acemoglu, “el coronavirus desnudó cuán inadecuadas son muchas de nuestras instituciones y de repente expandió el rol del Estado en la economía y en la vida privada de las personas (…) Después de la crisis tendremos gobiernos mucho más grandes y en muchos países habrán penetrado más profundamente en las vidas privadas de las personas. En algunos lugares, quizá veamos colapsar por completo la confianza en el Estado y en las instituciones democráticas debido a sus torpes respuestas a la pandemia. En otros, los gobiernos podrían tornarse más autoritarios y dominantes porque habrán desarrollado más herramientas de vigilancia y control de la población. Pero mi esperanza es que las mayores responsabilidades del Estado se cumplan en muchos países con mayor participación democrática de los ciudadanos, para que podamos mantener al Estado y a los políticos más controlados que antes”.

Extraigo otro párrafo del diálogo con Alconada pues allí hace mención a las acciones de Trump: “Estados Unidos está dividido y polarizado. Hay mucha desinformación. Ahora también hay mucho miedo e incertidumbre debido a la pandemia. Todas estas son condiciones que ayudan a los líderes autoritarios que promueven los miedos. Su reelección conllevaría otra crisis, quizá más existencial para el mundo que la del coronavirus. No estoy seguro de que las instituciones de Estados Unidos puedan soportar otros cuatro años de Trump”.

Copio una pregunta con su respuesta pues estoy seguro de que dará que hablar, vista la “autorictas” del profesor en medio de los cuestionamientos a China:

“Vayamos antes a los comienzos de esta pandemia. ¿Qué piensa del modo en que se movió China?

– Creo que la respuesta china a la pandemia ilustra lo peor y lo mejor de sus instituciones. Por un lado, hemos visto a China lidiar con cuarentenas y distanciamiento social más exitosamente, testear personas y rastrear infectados de manera masiva mucho mejor que los gobiernos de Occidente, y luego logró reabrir su economía más rápidamente de lo que en estos momentos parece posible en cualquier lugar de Occidente. Por otro lado, la razón por la que este virus se convirtió en una pandemia es el mes y medio de inacción, ocultamiento y engaño por parte de las autoridades de la provincia de Hubei, y ahora también estamos viendo el uso draconiano de la vigilancia y del poder opresivo del Estado chino de un modo más audaz y manifiesto que antes del virus”.

Leyendo todo el diálogo entre Acemoglu y el periodista concluyo que nos será mucho más difícil controlar esos autoritarismos, pues la pandemia terminará dándoles más control y poder y podríamos ver muchas reformas institucionales pero también, y es otro peligro, constitucionales para empoderar aun más a las neodictaduras como la venezolana. El alerta está allí y da mucho que pensar. Podrán esconder sus propios fracasos, sus negocios ilícitos y su desprecio a las normas democráticas achacándoselos a emergencias como la actual. Por mencionar el caso venezolano, es obvio que ante el continuado deterioro de los servicios públicos de salud en los últimos 20 años, que esta crisis global sorprende al régimen con los pantalones abajo…

 ¡Y VARGAS LLOSA TAMBIÉN!

Quien preside la Fundación Internacional para la Libertad, el escritor y Premio Nobel Mario Vargas Llosa, advirtió el fin de semana contra quienes no creen en las libertades públicas y quieren aprovechar la pandemia de la COVID-19 para incrementar el papel del Estado. En su entrevista para la agencia EFE enfatizó: “Es muy importante que, en estos momentos, recordemos la importancia de la iniciativa individual y cómo ella es la fuente de las libertades públicas”, dijo en un mensaje audiovisual. Explicó que “ningún país” estaba preparado para una “prueba” como esta. Además, pidió reflexionar sobre “lo precario que es el progreso” y “lo precaria que es la civilización”, pese a sus avances.

Recordemos que el pasado 16 de marzo el nobel peruano fue llamado irresponsable por el gobierno chino cuando escribió que Beijing había censurado los primeros brotes de la enfermedad. Aquí copio lo publicado en El País de Madrid: “Una airada reacción en el gobierno de China generó un artículo publicado por Mario Vargas Llosa en el diario español El País acerca del coronavirus. En el texto, el nobel peruano critica la manera cómo el país comunista censuró los primeros brotes de la enfermedad originada en la ciudad de Wuhan. «Nadie parece advertir que nada de esto podría estar ocurriendo en el mundo si China Popular fuera un país libre y democrático, y  no la dictadura que es», escribió Vargas Llosa. El país asiático respondió a sus críticas enviando un comunicado a la Embajada de Lima en el que le acusa de publicar opiniones «irresponsables». Además, lo reprende por publicar «críticas absurdas y sin fundamentos contra China».

 MATERIA PENDIENTE

Escribe el diputado José Luis Farías en un excelente artículo que publicamos en Runrunes enfatizando que “el subdesarrollo es una materia pendiente”. Cito algunos párrafos que apuntan hacia algunas angustias hoy más actualizadas: “La tormenta de la COVID-19 no para, avanza torrencialmente. Al día siguiente del encuentro entre la Georgieva y Adhanom, entre el 4 y 5 de abril, el número de contagiados aumentó en 128.000 casos, unos 5333 por hora, 90 por minuto, 1,5 por segundo. Son cifras de vértigo. Aterra pensar en caso de expansión del virus en India, África y América Latina con sus servicios sanitarios deprimentes. No hablemos de algunos países como Venezuela. El crecimiento mostrado en las estadísticas no solo es producto del alto grado de contagio del virus, sino también del mejoramiento de la capacidad para detectar los casos en Europa y Estados Unidos. Esto transmite una sensación sobre el ritmo del contagio que no es exactamente el real y que pudiera aumentar con el perfeccionamiento de los procedimientos de diagnóstico.

Pero en los países en desarrollo de África y América Latina esos mecanismos de detección son casi inexistentes y no tenemos ni idea aproximada de las verdaderas dimensiones de los infectados por el virus en esos continentes. Por no mencionar la manipulación de la información que pudiera tener lugar por regímenes dictatoriales de muchas de esas naciones como se supone ocurre en Venezuela. Las implicaciones de este hecho son impredecibles. Esas deficiencias en el mundo subdesarrollado pudieran ser atenuadas si las políticas de los entes internacionales financieros y sanitarios como el FMI y la OMS pudieran presionar hacia la colaboración y la solidaridad, aunque ya sabemos cómo funcionan esos organismos”.