Oír al presidente Nicolás Maduro, despotricar de los medios de Venezuela y el mundo es un lugar común, pero escucharlo denunciar que CNN en español promueve una conspiración contra su gobierno no puede calificarse sino de “barbaridad”. Acusación que lanzó el rugiente jefe de Estado nacional desde Quito, capital de Ecuador, país cuyo presidente, Rafael Correa, ha convertido en la trinchera antimediática más cerrada y persistentemente de la región.
Correa, en efecto, ha clausurado periódicos, multado canales de televisión, enjuiciado a editores y a una colega le rebatió unas críticas calificándola de “gorda”.
De modo que, no podía Maduro sentirse en una atmósfera más inspiradora que en Quito -ciudad a la cual asistió a la toma de posesión de Correa- y donde el clima político izquierdizante, y la ideología del tipo socialismo siglo XXI, lo elevaron para darle su propia contribución a esta de suerte de auto de fe con el que todos los días los neototalitarios queman a los medios a nivel mundial.
Dijo, entre otras perlas, que los periódicos, las televisoras y emisoras eran las culpables de las penurias que sufren la economía y la sociedad venezolanas y que todos, absolutamente todos, eran instrumentos de la “derecha internacional”.
Pero con quien se lució fue con CNN en español (canal que pienso nunca ha visto en su vida) y al cual le disparó el cañonazo “de que todas las 24 horas del día dirigía su programación ha destruir a su gobierno y a Venezuela”.
Caramba… ¡que importancia se da Maduro!…cuando, en realidad, si esa fuera la intención de CNN en español, con no nombrar a Maduro y a su gobierno tal vez estaría un poquito más cerca de su objetivo.
Fuente: El Diario de Caracas