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Javier Milei y la arrogancia de la izquierda

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero nadie en dicha corriente admite que las condiciones para el ascenso de Javier Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante

 

@AAAD25

Una imagen estereotípica de los latinoamericanos es que somos “muy pasionales”. No sé si es por el calor y la humedad en buena parte de estas latitudes y la asociación de esos fenómenos físicos con todo lo dionisíaco (el propio Miguel Ángel Asturias señaló una vez que “el trópico es el sexo del mundo”). No sé si es algo más banal, como la inmensa producción de telenovelas en la región. Como sea, aunque siempre es necio dejarse llevar por estereotipos, estos no se formarían en primer lugar si no hubiera conductas que apunten en esa dirección por un colectivo.

Las reacciones a resultados electorales en América Latina me parece que últimamente encajan en la descripción de “muy pasionales”. Sobre todo, en el lado perdedor. Abundan las predicciones de ruina inminente e irreversible. Aunque casi siempre son temores exagerados, a veces tienen algo de fundamento. Pues no es mentira que, en años recientes, los países latinoamericanos han elegido a líderes ideológicamente extremistas, con pulsiones autoritarias o ambos rasgos. Entre ellos, Andrés Manuel López Obrador, Nayib Bukele, Gustavo Petro, Jair Bolsonaro y Pedro Castillo.

La mala salud de la democracia latinoamericana

La mala salud de la democracia latinoamericana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Ahora pudiéramos añadir a esa lista a Javier Milei, el flamante recién presidente electo de Argentina. Porque, si nos sinceramos, hay razones legítimas para preocuparse por lo que el furibundo cultor de las tesis ultraliberales pudiera hacer desde la máxima magistratura de su país. Milei es un típico populista que irrumpió en la política con denuncias coléricas contra los dirigentes tradicionales y tildando de inepto o corrupto a todo aquel que no compartiera la totalidad de su visión sobre el camino correcto. Por años, ni siquiera la centroderecha local encarnada en el expresidente Mauricio Macri y sus aliados estuvieron exentos de su verbo ponzoñoso. Para Milei, son también parte de “la casta” ladrona e incompetente. O lo eran, porque al necesitar de su respaldo para derrotar al peronismo, ahora los abraza y les sonríe como si nada.

Esa necesidad de apoyo de la derecha moderada pudiera ser lo que contenga los peores impulsos de Milei. La relativa poca presencia de sus partidarios en el Congreso argentino también pudiera evitar excesos. Pero cabe asimismo la posibilidad de que un Milei frustrado por ver que su agenda no avanza como él quisiera atente contra las instituciones republicanas. Populistas como Milei son en ese sentido impredecibles.

Pero resulta que esta situación sin precedentes en la política argentina y los miedos que naturalmente genera no surgieron de un vacío. Hay una razón por la que millones de argentinos decidieron darle el poder a Milei. No es que de la noche a la mañana todo ese gentío se haya vuelto devoto de las tesis de la Escuela Austriaca. Sí, hay que reconocer que esa ideología ha cogido un impulso que es atípico en Argentina, y en Latinoamérica en general, gracias al empeño del próximo presidente en transmitirla, lo cual queda sobre todo de manifiesto en las cofradías de activistas juveniles muy duchos en las redes sociales como herramienta de movilización política.

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Sin embargo, me atrevería a decir que una victoria tan contundente como la de Milei, con el mayor porcentaje de votación desde el regreso de la democracia a Argentina en 1983, tiene que abarcar a mucho más que a unos grupos de muchachos fascinados por el ideario de Mises y Hayek y duchos en el empleo de memes y shitposting para llamar la atención de un elector.

A mi juicio, es mucho más probable que el catalizador de esta explosiva reacción química haya sido el lamentable estado de la economía argentina, con una de las inflaciones más altas del mundo y una moneda local, el peso, que… Bueno… Ha perdido todo su peso. Es cierto que Argentina lleva más de un siglo arrastrando dificultades económicas severas. El peronismo, con sus excesos estatistas y negligencia del trabajo técnico (que suplanta por las exaltaciones emocionales; ay, volvemos al tema de las pasiones) es uno de los mayores responsables.

CLAVES  I  Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

CLAVES I Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Pero otros gobiernos rioplatenses no han tenido frutos mucho mejores. La última dictadura militar, por ejemplo, tuvo un desempeño económico bastante mediocre, a diferencia del de su par chileno. Más recientemente, el gobierno de Macri tampoco destacó por su gestión en ese particular. En momentos particularmente graves, como la hiperinflación de finales que a finales de los 80 empañó la gestión de un héroe de los DD. HH. como Raúl Alfonsín, o el “corralito” de Fernando de la Rúa, el resultado fue el fin precoz de gobiernos electos democráticamente. Esta vez, bajo condiciones de nuevo infernales, no hubo nada tan traumático, pero sí una decisión de darle una oportunidad a aquel que hasta hace no mucho era un actor político marginal.

Toda la izquierda latinoamericana, e incluso la española, está horrorizada por el resultado. Pero nadie en dicha corriente está admitiendo que las condiciones para el ascenso de Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante. Un gobierno de izquierda peronista. Están en medio de un luto muy mal llevado, que combina la etapa de la negación con la de la ira en el esquema de Kübler-Ross. No pueden aceptar que aquello que tanto respaldaron obró mal. Muy mal. Prefieren buscar a terceros culpables…

…Incluyendo, aunque usted no lo crea, a inmigrantes venezolanos en Argentina que dizque “asustaron a los nativos para que votaran por Milei, con temores absurdos de que estaban encaminados a ser otra Venezuela”. Como si en Argentina, al igual que en el resto del planeta, a nadie le importara la opinión política de los extranjeros. Como si un puñado de venezolanos (pues hay que decir que no todos nuestros paisanos en esas latitudes australes son fans de Milei) pudieran convencer a millones de argentinos de manera tal que el ganador de las elecciones se impusiera como se impuso. Como si, por Navaja de Ockham, no fuera infinitamente más probable que la crisis económica fue lo que motivó el voto por Milei.

Ahora militantes peronistas están sacando a lucir un odio insólito por los venezolanos (y ni siquiera por los que se han manifestado a favor de Milei; venezolanos en general). Y hablando de venezolanos, no faltaron los conciudadanos de izquierda poschavista que, con tal de encajar en aquellos círculos, excusaron semejante xenofobia visceral.
La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Quisiera creer que esta vez la izquierda aprenderá una necesaria lección de humildad, pero las primeras señales no indican tal cosa. Tampoco el precedente brasileño. No hubo ningún mea culpa por el ascenso de Jair Bolsonaro, otra bête noire para la izquierda, hace cinco años. Nadie admitió que la corrupción extrema del Partido de los Trabajadores fue lo que catapultó a Bolsonaro, a quien por años desdeñaron como un pobre demente sin progreso posible. Así fue también con Milei. Creen que, sin importar cuánto daño hagan, siempre los perdonarán por su pretendido monopolio sobre la sensibilidad a la pobreza, a lo que ahora agregan un igualmente pretendido monopolio sobre el feminismo, el movimiento Lgbtiq, la pluralidad cultura, etc.

Si Milei fracasa y el péndulo vuelve a moverse al extremo contrario dentro de cuatro años, no me extrañaría que el kirchnerismo regrese a la Casa Rosada, solo para repetir los mismos vicios. Argentina, naturalmente, será la gran perdedora.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad.Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero nadie en dicha corriente admite que las condiciones para el ascenso de Javier Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante

 

@AAAD25

Una imagen estereotípica de los latinoamericanos es que somos “muy pasionales”. No sé si es por el calor y la humedad en buena parte de estas latitudes y la asociación de esos fenómenos físicos con todo lo dionisíaco (el propio Miguel Ángel Asturias señaló una vez que “el trópico es el sexo del mundo”). No sé si es algo más banal, como la inmensa producción de telenovelas en la región. Como sea, aunque siempre es necio dejarse llevar por estereotipos, estos no se formarían en primer lugar si no hubiera conductas que apunten en esa dirección por un colectivo.

Las reacciones a resultados electorales en América Latina me parece que últimamente encajan en la descripción de “muy pasionales”. Sobre todo, en el lado perdedor. Abundan las predicciones de ruina inminente e irreversible. Aunque casi siempre son temores exagerados, a veces tienen algo de fundamento. Pues no es mentira que, en años recientes, los países latinoamericanos han elegido a líderes ideológicamente extremistas, con pulsiones autoritarias o ambos rasgos. Entre ellos, Andrés Manuel López Obrador, Nayib Bukele, Gustavo Petro, Jair Bolsonaro y Pedro Castillo.

La mala salud de la democracia latinoamericana

La mala salud de la democracia latinoamericana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Ahora pudiéramos añadir a esa lista a Javier Milei, el flamante recién presidente electo de Argentina. Porque, si nos sinceramos, hay razones legítimas para preocuparse por lo que el furibundo cultor de las tesis ultraliberales pudiera hacer desde la máxima magistratura de su país. Milei es un típico populista que irrumpió en la política con denuncias coléricas contra los dirigentes tradicionales y tildando de inepto o corrupto a todo aquel que no compartiera la totalidad de su visión sobre el camino correcto. Por años, ni siquiera la centroderecha local encarnada en el expresidente Mauricio Macri y sus aliados estuvieron exentos de su verbo ponzoñoso. Para Milei, son también parte de “la casta” ladrona e incompetente. O lo eran, porque al necesitar de su respaldo para derrotar al peronismo, ahora los abraza y les sonríe como si nada.

Esa necesidad de apoyo de la derecha moderada pudiera ser lo que contenga los peores impulsos de Milei. La relativa poca presencia de sus partidarios en el Congreso argentino también pudiera evitar excesos. Pero cabe asimismo la posibilidad de que un Milei frustrado por ver que su agenda no avanza como él quisiera atente contra las instituciones republicanas. Populistas como Milei son en ese sentido impredecibles.

Pero resulta que esta situación sin precedentes en la política argentina y los miedos que naturalmente genera no surgieron de un vacío. Hay una razón por la que millones de argentinos decidieron darle el poder a Milei. No es que de la noche a la mañana todo ese gentío se haya vuelto devoto de las tesis de la Escuela Austriaca. Sí, hay que reconocer que esa ideología ha cogido un impulso que es atípico en Argentina, y en Latinoamérica en general, gracias al empeño del próximo presidente en transmitirla, lo cual queda sobre todo de manifiesto en las cofradías de activistas juveniles muy duchos en las redes sociales como herramienta de movilización política.

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Sin embargo, me atrevería a decir que una victoria tan contundente como la de Milei, con el mayor porcentaje de votación desde el regreso de la democracia a Argentina en 1983, tiene que abarcar a mucho más que a unos grupos de muchachos fascinados por el ideario de Mises y Hayek y duchos en el empleo de memes y shitposting para llamar la atención de un elector.

A mi juicio, es mucho más probable que el catalizador de esta explosiva reacción química haya sido el lamentable estado de la economía argentina, con una de las inflaciones más altas del mundo y una moneda local, el peso, que… Bueno… Ha perdido todo su peso. Es cierto que Argentina lleva más de un siglo arrastrando dificultades económicas severas. El peronismo, con sus excesos estatistas y negligencia del trabajo técnico (que suplanta por las exaltaciones emocionales; ay, volvemos al tema de las pasiones) es uno de los mayores responsables.

CLAVES  I  Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

CLAVES I Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Pero otros gobiernos rioplatenses no han tenido frutos mucho mejores. La última dictadura militar, por ejemplo, tuvo un desempeño económico bastante mediocre, a diferencia del de su par chileno. Más recientemente, el gobierno de Macri tampoco destacó por su gestión en ese particular. En momentos particularmente graves, como la hiperinflación de finales que a finales de los 80 empañó la gestión de un héroe de los DD. HH. como Raúl Alfonsín, o el “corralito” de Fernando de la Rúa, el resultado fue el fin precoz de gobiernos electos democráticamente. Esta vez, bajo condiciones de nuevo infernales, no hubo nada tan traumático, pero sí una decisión de darle una oportunidad a aquel que hasta hace no mucho era un actor político marginal.

Toda la izquierda latinoamericana, e incluso la española, está horrorizada por el resultado. Pero nadie en dicha corriente está admitiendo que las condiciones para el ascenso de Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante. Un gobierno de izquierda peronista. Están en medio de un luto muy mal llevado, que combina la etapa de la negación con la de la ira en el esquema de Kübler-Ross. No pueden aceptar que aquello que tanto respaldaron obró mal. Muy mal. Prefieren buscar a terceros culpables…

…Incluyendo, aunque usted no lo crea, a inmigrantes venezolanos en Argentina que dizque “asustaron a los nativos para que votaran por Milei, con temores absurdos de que estaban encaminados a ser otra Venezuela”. Como si en Argentina, al igual que en el resto del planeta, a nadie le importara la opinión política de los extranjeros. Como si un puñado de venezolanos (pues hay que decir que no todos nuestros paisanos en esas latitudes australes son fans de Milei) pudieran convencer a millones de argentinos de manera tal que el ganador de las elecciones se impusiera como se impuso. Como si, por Navaja de Ockham, no fuera infinitamente más probable que la crisis económica fue lo que motivó el voto por Milei.

Ahora militantes peronistas están sacando a lucir un odio insólito por los venezolanos (y ni siquiera por los que se han manifestado a favor de Milei; venezolanos en general). Y hablando de venezolanos, no faltaron los conciudadanos de izquierda poschavista que, con tal de encajar en aquellos círculos, excusaron semejante xenofobia visceral.
La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Quisiera creer que esta vez la izquierda aprenderá una necesaria lección de humildad, pero las primeras señales no indican tal cosa. Tampoco el precedente brasileño. No hubo ningún mea culpa por el ascenso de Jair Bolsonaro, otra bête noire para la izquierda, hace cinco años. Nadie admitió que la corrupción extrema del Partido de los Trabajadores fue lo que catapultó a Bolsonaro, a quien por años desdeñaron como un pobre demente sin progreso posible. Así fue también con Milei. Creen que, sin importar cuánto daño hagan, siempre los perdonarán por su pretendido monopolio sobre la sensibilidad a la pobreza, a lo que ahora agregan un igualmente pretendido monopolio sobre el feminismo, el movimiento Lgbtiq, la pluralidad cultura, etc.

Si Milei fracasa y el péndulo vuelve a moverse al extremo contrario dentro de cuatro años, no me extrañaría que el kirchnerismo regrese a la Casa Rosada, solo para repetir los mismos vicios. Argentina, naturalmente, será la gran perdedora.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad.Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

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Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero nadie en dicha corriente admite que las condiciones para el ascenso de Javier Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante

 

@AAAD25

Una imagen estereotípica de los latinoamericanos es que somos “muy pasionales”. No sé si es por el calor y la humedad en buena parte de estas latitudes y la asociación de esos fenómenos físicos con todo lo dionisíaco (el propio Miguel Ángel Asturias señaló una vez que “el trópico es el sexo del mundo”). No sé si es algo más banal, como la inmensa producción de telenovelas en la región. Como sea, aunque siempre es necio dejarse llevar por estereotipos, estos no se formarían en primer lugar si no hubiera conductas que apunten en esa dirección por un colectivo.

Las reacciones a resultados electorales en América Latina me parece que últimamente encajan en la descripción de “muy pasionales”. Sobre todo, en el lado perdedor. Abundan las predicciones de ruina inminente e irreversible. Aunque casi siempre son temores exagerados, a veces tienen algo de fundamento. Pues no es mentira que, en años recientes, los países latinoamericanos han elegido a líderes ideológicamente extremistas, con pulsiones autoritarias o ambos rasgos. Entre ellos, Andrés Manuel López Obrador, Nayib Bukele, Gustavo Petro, Jair Bolsonaro y Pedro Castillo.

La mala salud de la democracia latinoamericana

La mala salud de la democracia latinoamericana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Ahora pudiéramos añadir a esa lista a Javier Milei, el flamante recién presidente electo de Argentina. Porque, si nos sinceramos, hay razones legítimas para preocuparse por lo que el furibundo cultor de las tesis ultraliberales pudiera hacer desde la máxima magistratura de su país. Milei es un típico populista que irrumpió en la política con denuncias coléricas contra los dirigentes tradicionales y tildando de inepto o corrupto a todo aquel que no compartiera la totalidad de su visión sobre el camino correcto. Por años, ni siquiera la centroderecha local encarnada en el expresidente Mauricio Macri y sus aliados estuvieron exentos de su verbo ponzoñoso. Para Milei, son también parte de “la casta” ladrona e incompetente. O lo eran, porque al necesitar de su respaldo para derrotar al peronismo, ahora los abraza y les sonríe como si nada.

Esa necesidad de apoyo de la derecha moderada pudiera ser lo que contenga los peores impulsos de Milei. La relativa poca presencia de sus partidarios en el Congreso argentino también pudiera evitar excesos. Pero cabe asimismo la posibilidad de que un Milei frustrado por ver que su agenda no avanza como él quisiera atente contra las instituciones republicanas. Populistas como Milei son en ese sentido impredecibles.

Pero resulta que esta situación sin precedentes en la política argentina y los miedos que naturalmente genera no surgieron de un vacío. Hay una razón por la que millones de argentinos decidieron darle el poder a Milei. No es que de la noche a la mañana todo ese gentío se haya vuelto devoto de las tesis de la Escuela Austriaca. Sí, hay que reconocer que esa ideología ha cogido un impulso que es atípico en Argentina, y en Latinoamérica en general, gracias al empeño del próximo presidente en transmitirla, lo cual queda sobre todo de manifiesto en las cofradías de activistas juveniles muy duchos en las redes sociales como herramienta de movilización política.

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Plataforma Unitaria felicita a Milei y le pide proteger derechos de migrantes venezolanos en Argentina

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Sin embargo, me atrevería a decir que una victoria tan contundente como la de Milei, con el mayor porcentaje de votación desde el regreso de la democracia a Argentina en 1983, tiene que abarcar a mucho más que a unos grupos de muchachos fascinados por el ideario de Mises y Hayek y duchos en el empleo de memes y shitposting para llamar la atención de un elector.

A mi juicio, es mucho más probable que el catalizador de esta explosiva reacción química haya sido el lamentable estado de la economía argentina, con una de las inflaciones más altas del mundo y una moneda local, el peso, que… Bueno… Ha perdido todo su peso. Es cierto que Argentina lleva más de un siglo arrastrando dificultades económicas severas. El peronismo, con sus excesos estatistas y negligencia del trabajo técnico (que suplanta por las exaltaciones emocionales; ay, volvemos al tema de las pasiones) es uno de los mayores responsables.

CLAVES  I  Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

CLAVES I Argentina vuelve a mostrar señales de una crisis

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Pero otros gobiernos rioplatenses no han tenido frutos mucho mejores. La última dictadura militar, por ejemplo, tuvo un desempeño económico bastante mediocre, a diferencia del de su par chileno. Más recientemente, el gobierno de Macri tampoco destacó por su gestión en ese particular. En momentos particularmente graves, como la hiperinflación de finales que a finales de los 80 empañó la gestión de un héroe de los DD. HH. como Raúl Alfonsín, o el “corralito” de Fernando de la Rúa, el resultado fue el fin precoz de gobiernos electos democráticamente. Esta vez, bajo condiciones de nuevo infernales, no hubo nada tan traumático, pero sí una decisión de darle una oportunidad a aquel que hasta hace no mucho era un actor político marginal.

Toda la izquierda latinoamericana, e incluso la española, está horrorizada por el resultado. Pero nadie en dicha corriente está admitiendo que las condiciones para el ascenso de Milei las creó el gobierno saliente, con su ineptitud anonadante. Un gobierno de izquierda peronista. Están en medio de un luto muy mal llevado, que combina la etapa de la negación con la de la ira en el esquema de Kübler-Ross. No pueden aceptar que aquello que tanto respaldaron obró mal. Muy mal. Prefieren buscar a terceros culpables…

…Incluyendo, aunque usted no lo crea, a inmigrantes venezolanos en Argentina que dizque “asustaron a los nativos para que votaran por Milei, con temores absurdos de que estaban encaminados a ser otra Venezuela”. Como si en Argentina, al igual que en el resto del planeta, a nadie le importara la opinión política de los extranjeros. Como si un puñado de venezolanos (pues hay que decir que no todos nuestros paisanos en esas latitudes australes son fans de Milei) pudieran convencer a millones de argentinos de manera tal que el ganador de las elecciones se impusiera como se impuso. Como si, por Navaja de Ockham, no fuera infinitamente más probable que la crisis económica fue lo que motivó el voto por Milei.

Ahora militantes peronistas están sacando a lucir un odio insólito por los venezolanos (y ni siquiera por los que se han manifestado a favor de Milei; venezolanos en general). Y hablando de venezolanos, no faltaron los conciudadanos de izquierda poschavista que, con tal de encajar en aquellos círculos, excusaron semejante xenofobia visceral.
La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

La ridiculez inculta de la endofobia venezolana

Toda la izquierda latinoamericana está horrorizada por el resultado de las elecciones en Argentina. Pero…

Quisiera creer que esta vez la izquierda aprenderá una necesaria lección de humildad, pero las primeras señales no indican tal cosa. Tampoco el precedente brasileño. No hubo ningún mea culpa por el ascenso de Jair Bolsonaro, otra bête noire para la izquierda, hace cinco años. Nadie admitió que la corrupción extrema del Partido de los Trabajadores fue lo que catapultó a Bolsonaro, a quien por años desdeñaron como un pobre demente sin progreso posible. Así fue también con Milei. Creen que, sin importar cuánto daño hagan, siempre los perdonarán por su pretendido monopolio sobre la sensibilidad a la pobreza, a lo que ahora agregan un igualmente pretendido monopolio sobre el feminismo, el movimiento Lgbtiq, la pluralidad cultura, etc.

Si Milei fracasa y el péndulo vuelve a moverse al extremo contrario dentro de cuatro años, no me extrañaría que el kirchnerismo regrese a la Casa Rosada, solo para repetir los mismos vicios. Argentina, naturalmente, será la gran perdedora.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad.Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

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