La encrucijada de las empresas energéticas (V) | India y China - Runrun
La encrucijada de las empresas energéticas (V) | India y China

Granja solar Panda de 100 hectáreas en Datong, China. Foto en Revista Energía.

INDIA

Junto con China y Estados Unidos, la India está siendo presionada porque es uno de los tres países que más contaminan el planeta emitiendo dióxido de carbono -aproximadamente una tercera parte de los gases nocivos en la atmósfera. Por ello tiene que tomar serias medidas para corregir sistemáticamente esta grave falla que afecta al medio ambiente.

La India, segundo gigante de Asia con 1.4 millones de habitantes, depende casi exclusivamente de la importación del petróleo para su supervivencia y su economía. Por lo menos hasta que logre desarrollar suficientes energías renovables tales como la solar, la eólica, la hidroeléctrica y la biológica.

La producción de productos derivados de su propio gas (LNG) y petróleo alcanza solamente el 13 por ciento del total de los 270 millones de toneladas que necesita anualmente, lo que la ha convertido en el segundo más grande importador petrolero del mundo.

Según las cifras más recientes, la India gasta más de 70 millardos de dólares para la compra de combustible al año y se calcula que su demanda crecerá un 15 por ciento cuando el mundo se recupere de la pandemia de la covid en los próximos 18 a 24 meses.

Por lo tanto, gran parte de su capacidad industrial dependerá de los precios del petróleo importado que logrará negociar, así como de sus avances en el campo de las energías descarbonizadas a medida que crezcan paulatinamente.

La encrucijada de las empresas energéticas (V) | India y China, por Tony Bianchi
Instalación de paneles solares en el sur de la India

La India no tiene dudas en cuanto a la necesidad de volcarse a la producción de energías alternas. El ministro de Energía, R. K. Singh, tiene la seguridad de que el país alcanzará la producción de 100 gigawatts (GW) en el 2022, beneficiándose de la gran exposición solar con la que cuenta el centro y sur del país, así como las fuertes corrientes de viento que circulan en la gran extensión montañosa del Himalaya, en el noroeste. Combinadas, estas representan formidables fuentes de energía libre de emisiones de carbono.

CHINA

El futuro económico de China depende de mantener el formidable ritmo de su crecimiento industrial que ya domina gran parte del comercio mundial, meta lograble solamente si el país sigue contando no solo con las importaciones de petróleo y demás fuentes energéticas, sino también con sus propias producciones.

La compra de más de 11 millones de barriles de petróleo diarios a países del Medio Oriente ya no es suficiente para garantizar su crecimiento industrial. Por ello, además de las consideraciones ambientales, el gobierno de Beijín está emprendiendo una carrera para desarrollar fuentes de energía alternas. Ya se fijó metas como la producción del 16 por ciento de energía renovable para el año 2030, y un increíble 86 por ciento para el año 2050.

Ese logro no está fuera de su alcance si se toma en consideración el hecho de que China ya cuenta con la más grande capacidad para el desarrollo de las energías solar, eólica e hidroeléctrica en el mundo. Esto es posible gracias a su extenso y variado territorio que abarca regiones soleadas al sur, como Guangzhou, Macao, Foz O y la isla de Hainan; regiones montañosas y de fuerte vientos como el Tíbet en el oeste y Manchuria en el noreste; y zonas hidroeléctricas como se prestan en los lagos de las mesetas del Tíbet y de Poyan U en el centro del país.

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