Son ellos los que tienen miedo por Henrique Capriles Radonski
Son ellos los que tienen miedo por Henrique Capriles Radonski

Eleccionesparlamentarias2015

 

Quedan 14 días para celebrar unas históricas elecciones del 6 de diciembre, y el mundo entero tiene los ojos puestos en nuestro país, observando con asombro las triquiñuelas que lleva adelante este gobierno estafador para tratar de torcer la voluntad de cambio de los venezolanos.

Pero quienes habitamos esta Tierra de Gracia que es nuestra querida Venezuela, ya conocemos, y muy bien, a esta cúpula gobernante y lo que son capaces de hacer para mantenerse en el poder, que es lo único que les importa.

Por eso, no nos parece extraño que un funcionario de rango medio, atrincherado en su puesto, amenace al personal a su cargo con lanzarlo a la calle si no dan “su aporte a la revolución”, llenan el 1×10, y votan por los candidatos de la crisis y la corrupción

Si nuestra Venezuela fuera un país con un gobierno democrático, respetuoso con el ciudadano y la independencia de poderes que establece la Constitución Nacional, este señor estaría preso por incurrir en varios delitos electorales, tipificados en las normas vigentes del CNE, como: violación al derecho al trabajo y a la libertad de conciencia, y violación de los derechos humanos de los 43 trabajadores y sus familias, que son amenazados con que perderán sus trabajos  si no cumplen con la orden de tomar una fotografía del comprobante que emite la máquina de votación.

Este abochornante episodio, que ocurrió en el estado Zulia, y que el país conoció porque fue grabado por uno de los trabajadores presentes, no es el único. En el estado Táchira, donde la población sufre el ensañamiento de la cúpula corrupta, el gobernador de ese estado declaró, sin pudor alguno, que si el pueblo quiere algún beneficio social está obligado a colaborar con el 1×10 para la revolución. Igualmente, un exministro, ahora candidato en el estado Bolívar, exige que los liceístas -que no votan- también contribuyan con los intereses de un grupito que dirige el Psuv, llevando a los jefes locales la lista de sus padres y familiares que votan.

Lo descrito es apenas una muestra de los miles de atropellos en contra de nuestro pueblo. El autoritarismo y la coacción son el último recurso al que ha echado mano el dúo Nicolás-Cabello para tratar que el miedo paralice a los venezolanos.

Los candidatos de la crisis inventan que, de ganar la oposición, las familias que viven en casas de la Misión Vivienda serán desalojadas, o que los abuelitos perderán sus pensiones ¡Mentira! ¿Qué más se le puede quitar a nuestro pueblo si ellos le han arrebatado lo que tenían y lo que aún no tienen?

El gobierno de Nicolás-Cabello se sabe perdido en las elecciones parlamentarias y supone que con la amenaza de quitarle el empleo a los trabajadores públicos, o de lanzarse a la calle “militarmente” cuando se anuncie la “tendencia irreversible” a favor de la unidad en las elecciones parlamentarias, el pueblo va a doblegarse en su firme propósito de manifestarse en favor del cambio, que comenzará con la renovación de la Asamblea Nacional.

El 5 de enero tendremos una nueva Asamblea Nacional, que será conformada por diputados comprometidos con el pueblo, que no estarán apoltronados esperando las órdenes del gobierno, sino que irán a trabajar para que nuestra Venezuela se ponga a producir, para que tengamos comida, para que todos los venezolanos podamos comer bien, vivir bien y dormir tranquilos.

El gobierno de Nicolás-Cabello otra vez se equivocó. Subestiman las reservas morales de nuestra gente y evidencian su total desconexión con la realidad que hoy sufren los venezolanos, quienes tienen que lidiar a diario con la escasez de alimentos y medicinas, con la inseguridad desatada que arrebató el año pasado la vida a 25 mil venezolanos, con la crisis sanitaria y con la calidad de la educación cada vez más disminuida, por apenas mencionar los derechos a la alimentación, a la vida, a la salud y a la educación, que el gobierno está obligado a garantizar a todos los venezolanos, pero que, contrario a ello, pisotea todos los días.

La estrategia de amenazas del gobierno evidencia, en realidad, el miedo que le tienen al pueblo venezolano, al que se le agotó la paciencia, que exige un cambio de rumbo para que el país sea conducido por hombres y mujeres decentes, preparados e interesados en aportar soluciones, que pongan en práctica medidas para reactivar las labores del campo y prender los motores de la agroindustria,  para que la economía nacional se reactive y produzca alimentos, genere empleos productivos y mejore la calidad de vida de todos. Nuestro pueblo quiere progresar, nuestro pueblo quiere oportunidades , nuestro pueblo quiere las herramientas para salir de la pobreza.

Yo estoy convencido de que la nobleza y sabiduría de nuestro pueblo es superior a cualquier artimaña de este gobierno corrupto. El llamado a todos los venezolanos es a resistir la embestida del gobierno, que hará hasta lo más obsceno para impedir que el 6 de diciembre Venezuela se pronuncie a favor de un futuro mejor.

No es un organismo internacional, no son otros países los que vendrán a sacarnos de esta terrible circunstancia que ha sido este gobierno en la vida de los venezolanos. Somos los venezolanos quienes tenemos que garantizar que nuestra voluntad, expresada frente a la máquina de votación, se respete. Una votación masiva y la posterior vigilancia del proceso echarán por tierra las trampas ideadas por el dúo Nicolás-Cabello y los candidatos de la crisis. ¡Votemos en cambote!

¡No te rindas! Vamos, como dice el poeta Mario Benedetti, a enterrar nuestros  miedos para retomar el vuelo. Ningún venezolano debe dejarse intimidar. El miedo está allá, en esa cúpula podrida que sabe que va a perder sus privilegios. Sigamos al poeta, y el 6 de diciembre vayamos a reencontramos con nuestros sueños… “a destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo…”.

¡Dios bendiga a nuestra Venezuela!

 

@hcapriles

Henrique Capriles Radonski