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Al salario mínimo en Venezuela lo siguen velando con bonos

En la víspera del Día Internacional del Trabajador, cuando los venezolanos esperaban que el 1 de mayo resucitara el salario mínimo -que se mantiene en Bs. 130 desde 2022- el gobernante Nicolás Maduro lo mantuvo sepultado y anunció un discreto aumento de las bonificaciones, que no tienen incidencia en otros beneficios laborales del trabajador.

El artículo 91 de la Constitución establece que el Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado “un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica“. Pero ese monto no fue aumentado tampoco en esta ocasión y permanece en Bs 130, equivalente a apenas 1,4$ al cambio oficial para la fecha.

En lugar de aumentar el salario mínimo, el gobierno sigue ajustando las bonificaciones: el bono de guerra económica para trabajadores activos y jubilados pasará de 90$ a 120$ y no hubo ajuste en el monto de los cesta tickets, por lo que el “ingreso mínimo integral indexado” (una categoría que se ideó el gobierno) quedará en 160$ mensuales.

Los más perjudicados nuevamente serán los cinco millones de pensionados en el país. El bono que se les paga mensualmente apenas fue aumentado en 5$ (cobraban 45$ indexados mensualmente y ahora cobrarán 50$).

“Esto es un ajuste precioso, porque las últimas medidas de sanciones contra las empresas petroleras tenían el objetivo de quitarnos todos los ingresos. Les puedo decir a los imperialistas y a la criminal de la derecha fascista que fracasaron, hemos hecho nuestros esfuerzos para llevar el ingreso mínimo integral a 160$”, declaró Maduro en el acto en el que comunicó la noticia del ajuste de las bonificaciones.

También, reveló que activarán a través del Sistema Patria una “bono unificado de protección de la familia trabajadora” para cinco millones de familias, aunque no precisó ni la frecuencia ni el monto.

Muerte por decreto

Las reacciones al anuncio que hizo Maduro no tardaron El Partido Centro Democrático de Venezuela lamentó en un comunicado “la muerte del salario mínimo, sepultado por la inflación y el abandono”.

“Hoy no alcanza ni para comer, y el gobierno guarda silencio. ¡Exigimos dignidad salarial ya!”, expresaron.

La Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) recalcó que la “desaparición del salario decretada por el gobierno” en la víspera del #01May “destruye las contrataciones colectivas, los beneficios contractuales, la seguridad social, las cajas de ahorro, las prestaciones sociales, el ascenso y la experiencia. El trabajo vale y genera valor”.

Los profesores de la Universidad Simón Bolívar también repudiaron el anuncio: “Bono no es sueldo ni salario. Después de tres años, ¿es esta miseria lo que tienen para ofrecer como compensación?”. Denunciaron que estos ajustes inciden negativamente en la educación y el trabajo, “al vulnerar la meritocracia, la experiencia; bono extendido en su igualación, lejano de la canasta básica. Que limita la protección social que cobijan sueldos y salarios”.

El politólogo Walter Molina recordó que durante los últimos tres años de alivio de sanciones no se registraron aumentos reales para los trabajadores, “más allá de algunos bonos que apenas permiten un ingreso cercano a los 100 dólares, lo cual equivale a seis veces menos que el valor de la canasta básica” y denunció que los pensionados, por su parte, “recibirán apenas 50 dólares, una condena directa al hambre y la miseria”.

Desde la marcha por el Día del Trabajador, en Caracas, Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, declaró al medio aliado Tal Cual que no dejarían de luchar “por un salario justo y suficiente”: “Los anuncios del ciudadano presidente ayer causaron mucha tristeza y malestar porque se sigue vulnerando la Constitución y la Ley Orgánica del Trabajo, la bonificación no incide en prestaciones sociales, ni en vacaciones, ni en bonos del fin de año, porque no es salario, viola el artículo 104 de la Ley Orgánica del Trabajo, que dice que todo ingreso que sea continuo y mensual forma parte del salario, entonces vulnera lo que él mismo establece como ingreso”.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país

Un nuevo aumento de bonos, pero no del salario mínimo como lo establece la Constitución, fue lo que recibieron los trabajadores venezolanos en la víspera del 1 de mayo
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Imagen creada con IA
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En la víspera del Día Internacional del Trabajador, cuando los venezolanos esperaban que el 1 de mayo resucitara el salario mínimo -que se mantiene en Bs. 130 desde 2022- el gobernante Nicolás Maduro lo mantuvo sepultado y anunció un discreto aumento de las bonificaciones, que no tienen incidencia en otros beneficios laborales del trabajador.

El artículo 91 de la Constitución establece que el Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado “un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica“. Pero ese monto no fue aumentado tampoco en esta ocasión y permanece en Bs 130, equivalente a apenas 1,4$ al cambio oficial para la fecha.

En lugar de aumentar el salario mínimo, el gobierno sigue ajustando las bonificaciones: el bono de guerra económica para trabajadores activos y jubilados pasará de 90$ a 120$ y no hubo ajuste en el monto de los cesta tickets, por lo que el “ingreso mínimo integral indexado” (una categoría que se ideó el gobierno) quedará en 160$ mensuales.

Los más perjudicados nuevamente serán los cinco millones de pensionados en el país. El bono que se les paga mensualmente apenas fue aumentado en 5$ (cobraban 45$ indexados mensualmente y ahora cobrarán 50$).

“Esto es un ajuste precioso, porque las últimas medidas de sanciones contra las empresas petroleras tenían el objetivo de quitarnos todos los ingresos. Les puedo decir a los imperialistas y a la criminal de la derecha fascista que fracasaron, hemos hecho nuestros esfuerzos para llevar el ingreso mínimo integral a 160$”, declaró Maduro en el acto en el que comunicó la noticia del ajuste de las bonificaciones.

También, reveló que activarán a través del Sistema Patria una “bono unificado de protección de la familia trabajadora” para cinco millones de familias, aunque no precisó ni la frecuencia ni el monto.

Muerte por decreto

Las reacciones al anuncio que hizo Maduro no tardaron El Partido Centro Democrático de Venezuela lamentó en un comunicado “la muerte del salario mínimo, sepultado por la inflación y el abandono”.

“Hoy no alcanza ni para comer, y el gobierno guarda silencio. ¡Exigimos dignidad salarial ya!”, expresaron.

La Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) recalcó que la “desaparición del salario decretada por el gobierno” en la víspera del #01May “destruye las contrataciones colectivas, los beneficios contractuales, la seguridad social, las cajas de ahorro, las prestaciones sociales, el ascenso y la experiencia. El trabajo vale y genera valor”.

Los profesores de la Universidad Simón Bolívar también repudiaron el anuncio: “Bono no es sueldo ni salario. Después de tres años, ¿es esta miseria lo que tienen para ofrecer como compensación?”. Denunciaron que estos ajustes inciden negativamente en la educación y el trabajo, “al vulnerar la meritocracia, la experiencia; bono extendido en su igualación, lejano de la canasta básica. Que limita la protección social que cobijan sueldos y salarios”.

El politólogo Walter Molina recordó que durante los últimos tres años de alivio de sanciones no se registraron aumentos reales para los trabajadores, “más allá de algunos bonos que apenas permiten un ingreso cercano a los 100 dólares, lo cual equivale a seis veces menos que el valor de la canasta básica” y denunció que los pensionados, por su parte, “recibirán apenas 50 dólares, una condena directa al hambre y la miseria”.

Desde la marcha por el Día del Trabajador, en Caracas, Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, declaró al medio aliado Tal Cual que no dejarían de luchar “por un salario justo y suficiente”: “Los anuncios del ciudadano presidente ayer causaron mucha tristeza y malestar porque se sigue vulnerando la Constitución y la Ley Orgánica del Trabajo, la bonificación no incide en prestaciones sociales, ni en vacaciones, ni en bonos del fin de año, porque no es salario, viola el artículo 104 de la Ley Orgánica del Trabajo, que dice que todo ingreso que sea continuo y mensual forma parte del salario, entonces vulnera lo que él mismo establece como ingreso”.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país

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